Introducción

La semántica, de forma muy lata, puede definirse como la ciencia o disciplina que estudia
el significado de los significantes y las relaciones entre ambos en distintos contextos y
situaciones. La semántica forma parte esencial de la lingüística más alcanza una
profundidad que se confunde ‘al infinito’ con la semiología, es pues, tarea muy delicada
delimitarla aún cuando es un hecho cierto que esta disciplina, al contrario de la semiología,
tiene concreta limitación de su campo de estudio.

Así pues, el campo de estudio semántico está sujeto a la estructura textual, entendiendo que
ésta no sólo lo escrito sino el pensamiento enunciado en la articulación de manera lógica y
coordinada, así pues, texto es un cuento, una novela, un artículo pero también un discurso,
una conversación.

Atendiendo a lo anterior, la estructuración del texto para ser coherente debe observar las
reglas de la gramática, de la sintaxis y la pragmática, es decir, debe tener un significado
afín al contexto (responder a la situación –pragmática-), las palabras deben ordenarse en el
orden apropiado para que produzcan el significado deseado (sintaxis) y ulteriormente la
relación de palabras deben llevar el mensaje o propósito que lo originó: campos léxicos.

La conjugación de todas estas circunstancias permite que el texto sea coherente entre las
partes que lo integran, que exista cohesión entre las distintas ideas que desembocaran en un
significado superior o general de manera natural y razonable (micro-macro y
superestructura).

A continuación se ampliarán los distintos conceptos y elementos que integran el texto y

permiten su análisis desde el nivel semántico.
 Conclusión.

La dinámica social y comunicacional propician cambios radicales entre los significados y

significantes, dando también origen a nuevas formas comunicativas que dependerán en
todo caso del contexto social-cultural-lingüístico en el cual se desarrolle. Prestar atención a
esta interacción social es imperativo en el campo de la semántica, pues los significados
variarán y serán constantemente modificados al ritmo del devenir social-psicológico.

La semántica, de acuerdo a lo anterior, no es un hecho aislado ni un conjunto de reglas

estrictas preestablecidas, sino que está integrada por un conjunto de normas que la
mantienen limitada, que permiten su estudio y comprensión.

En conclusión, los elementos semánticos vienen a coadyuvar la relación de los

significantes, el valor de los significados y no a regular su producción, porque el valor
comunicacional del texto está más allá de las reglas y en este caso la semántica ha venido a
interpretarlos y regularlos dentro de los contextos en los cuales existen, no obstante la
sujeción del texto a las reglas de la razón y la coherencia.