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Si no estuviste cuando iniciamos esta serie sobre Apocalipsis, te aconsejo que busques el
primer mensaje, en nuestra página en Internet o en FB, porque te ayudará a entender
muchas cosas de este libro, que es especial, que es difícil, pero que es parte de la Palabra
de Dios.
Intro
Hay imágenes que nos impactan. Que nunca se borrarán de nuestra mente.
Como cuando vi el estado del Barcelona desde adentro y caminé por el túnel de
vestuarios al terreno de juego.
Como cuando vi a mis hijos por primera vez en los ultrasonidos. Ver y escuchar el
corazón de ellos latiendo.
O como cuando ví llegar a Mónica al lugar donde nos casamos. Bajo un aguacero terrible
y después de estar esperando un buen rato y pensar que me había dejado plantado el día
de nuestra boda.
Hoy vamos a hablar de una imagen que fue impactante para quien la vio por primera vez,
pero que espero que sea también impactante para ti, que nunca se te olvide, y que cambie
tu vida.
Una imagen, que si estás débil te ayude a encontrar fuerza. Si estás desanimado
encuentres consuelo. Si estás confundido, recibas claridad. Si estás cargado, halles
esperanza. Si estás luchando contra el pecado, seas fortalecido. Si estás acobardado, que
recibas valor.
Todo por una visión, una imagen, la de Jesús y su gloria. La imagen del Cristo exaltado,
indescriptible. Su gloria es un fundamento inamovible para su Iglesia.
9
Yo, Juan, hermano de ustedes y compañero en el sufrimiento, en el reino y en la perseverancia
que tenemos en unión con Jesús, estaba en la isla de Patmos por causa de la palabra de Dios y
del testimonio de Jesús. 10 En el día del Señor vino sobre mí el Espíritu, y oí detrás de mí una voz
fuerte, como de trompeta, 11 que decía: «Escribe en un libro lo que veas y envíalo a las siete
iglesias: a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea».
12
Me volví para ver de quién era la voz que me hablaba y, al volverme, vi siete candelabros de
oro.
13
En medio de los candelabros estaba alguien «semejante al Hijo del hombre», vestido con una
túnica que le llegaba hasta los pies y ceñido con una banda de oro a la altura del pecho. 14 Su
cabellera lucía como la lana blanca, como la nieve; y sus ojos resplandecían como llama de
fuego. 15 Sus pies parecían bronce al rojo vivo en un horno, y su voz era tan fuerte como el
estruendo de una catarata. 16 En su mano derecha tenía siete estrellas, y de su boca salía una
aguda espada de dos filos. Su rostro era como el sol cuando brilla en todo su esplendor.
17
Al verlo, caí a sus pies como muerto; pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me
dijo: «No tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último, 18 y el que vive. Estuve muerto, pero ahora
vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno.[b]
19
»Escribe, pues, lo que has visto, lo que sucede ahora y lo que sucederá después. 20 Esta es la
explicación del misterio de las siete estrellas que viste en mi mano derecha, y de los siete
candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles[c] de las siete iglesias, y los siete
candelabros son las siete iglesias.
Juan no había llegado a Patmos porque el crucero de vacaciones con todo incluido Royal
Caribbean en el que iba destino a las islas griegas había hecho escala ahí. Juan no estaba
en una isla paradisíaca, sino que llegó ahí por causa de la palabra de Dios y del
testimonio de Jesús. La tradición de la Iglesia Primitiva dice que fue desterrado allí en el
reinado de Domiciano, el emperador romano. Fue desterrado por seguir a Jesús y
predicarlo.
¿Cuántas personas han sufrido y siguen sufriendo por causa del Evangelio? Juan, Pedro,
Pablo, Santiago, Esteban,… ¿por qué pensamos que al cristiano le tiene que ir todo bien?
Seguir a Jesús no da seguridad de comodidad, sino lo contrario.
El Reino de Dios, marcado por la tribulación no era lo que los judíos esperaban, y
tampoco es lo que muchos cristianos esperan. Muchas veces nos equivocamos al
entender el Evangelio enfocado en la conquista, la salud y la riqueza, en vez de
entender que trata de la cruz de Cristo y nuestro camino de imitarlo a Él en su
sufrimiento.
Hay un precio que pagar por proclamar la Palabra de Dios y el testimonio de Jesús. Otras
tres veces aparece esta frase en Apocalipsis y siempre relacionada con los que sufren por
seguir a Jesús (6:9; 12:17; 20:4)
"No será fácil, pero no dejes de proclamar la Palabra de Dios y el testimonio de Jesús.
"¡Iglesia, proclama a Cristo incluso cuando te cueste la vida!
¿eres parte de quienes están dispuestos a sufrir por el Señor y por su testimonio?
v.10 Juan dice que tuvo la visión en el día del Señor, -domingo-.
Vino sobre mí el Espíritu, una voz fuerte como de trompeta (similar al momento en el
que Dios le da la Ley a Moisés en Sinaí, Ex 19:16)
En el Espíritu. Estaba en el destierro, pero espiritualmente conectado con Dios al 100%.
Es posible estar conectado con Dios a pesar de cualquier circunstancia.
¿Cuántas veces nos gustaría que Dios nos hablara más, que nos usara con poder, que
hiciera milagros o que impactara a las personas por medio nuestro? Pero para ello,
necesitamos estar en el Espíritu, conectados.
Juan trae un mensaje de parte de Dios a las iglesias, y a nosotros hoy día, que es de
consuelo para los que sufren y de juicio para los que no están siguiendo a Jesús.
v.12 En la visión aparecen muchísimas referencias al AT, lo que muestra lo saturado que
estaba Juan de las Sagradas Escrituras.
v.13 Alguien semejante al “hijo del hombre”. Jesús utiliza para sí mismo este título, que
viene a ser como “Mesías” (Mt.9:6; 20.28; Mc.2:10-11; 14:62; Hechos 7:56). En Daniel
7:13, dice que el Anciano de días le da el Reino, poder y domino, pero curiosamente, las
mismas características que en Daniel aparecen describiendo a Dios, aquí describen a
Jesús. En esta visión, claramente, Jesús es Dios
Tenía una túnica que le llegaba a los pies, pecho ceñido con un cinto de oro: es una
referencia a la túnica del sumo sacerdote (Éxodo 28:4; 29:5; Levítico 16:4). Solo
ellos tenían acceso a Dios y les abrían el camino a los demás hombres para que pudieran
dirigirse a Él.
Ahora Jesús es nuestro gran Sumo Sacerdote, Él está llevando a cabo Su ministerio
abriéndoles el camino a todas las personas a la presencia de Dios. (Hebreos 4)
v. 14 Tenía la cabeza y el pelo blancos, tan blancos como la lana, o más, como la nieve.
(Daniel 7:9 Anciano de Días.) símbolos de la sabiduría y la impecabilidad de Cristo.
Jesús, el que está en medio de las iglesias es el más sabio, es perfecto.
Sus ojos «eran como llama de fuego» (esta expresión también aparece en Daniel 10:6)
Expresa el penetrante discernimiento de aquel que es Soberano. Si hay alguien que puede
conocernos, ese es Jesús. Nos ve y sabe cómo somos.
Tenía en Su diestra siete estrellas. (Dios es quien controla las estrellas, Job 38:31)
De su boca sale una espada aguda de dos filos. La palabra de Cristo llena de autoridad
Hebreos 4:12 - la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier
espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la
médula de los huesos,[f] y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.
v. 17 Cuando le vi, caí como muerto a Sus pies. - Experiencia de otros como Josué
(5:14) Ezequiel (1:28; 3:23; 43:3) Daniel (8:17). También en Galilea cuando pescaron
tantos peces y Pedro intuyó quién era Jesús, cayó de rodillas ante Él abrumado por el
sentimiento de que él no era más que un pecador (Lucas 5:1). Es la experiencia de quien
se encuentra delante de Dios.
Yo soy el Primero y el último. (Isaías 44:6; cp. 48:12).- El mismo título que en 1:8. Es
quien dice la primera y la última palabra, es quien tiene la autoridad total y final.
v.18 Yo soy el Viviente. (Josué 3:10; Salmo 42:2; Oseas 1:10), aunque estuve muerto;
y he aquí que estoy vivo para siempre jamás. Quien venció a la muerte y está vivo,
Jesús está vivo, su tumba esta vacía!!!
Y tengo las llaves de la muerte y del Hades. – Jesús tiene control sobre la muerte.
Jesús es Señor, tiene autoridad sobre la historia humana. Al margen de lo que tenga que
afrontar la iglesia de Cristo, el futuro nos pertenece.
El Señor Jesús sabe exactamente lo que nos pasa a cada uno de nosotros. Sabe lo que
vivimos, lo que sentimos, lo que sufrimos. Él está en medio de su Iglesia.
Jesús es el Primero y el Último. Dios con nosotros, y eso nos da confianza y seguridad a
pesar de cualquier circunstancia.
v. 19 »Escribe, pues, lo que has visto, lo que sucede ahora y lo que sucederá
después.
La visión de Juan tiene que ver con el presente de él, pero también con el futuro. Esto es
un tema recurrente en Apocalipsis.
Jesús está en medio, está presente en su Iglesia. Aunque tenga muchos errores, Jesús
es el Señor.
El final de los tiempos ya ha comenzado. Dios está en control y debemos estar
preparados.
Quiero que leer otra vez esta imagen de Cristo exaltado, y que hoy encuentres en Él
lo que necesitas: