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GUY DEBORD

Toda la vida de las sociedades en que reinan las condiciones modernas de producción se anuncia
como una inmensa acumulación de espectáculos. Todo lo que antes era vivido directamente se
ha alejado en una representación.
El espectáculo se presenta a la vez como la sociedad misma, como una parte de la sociedad y
como instrumento de unificación.
El espectáculo no es un conjunto de imágenes, sino una relación social entre personas
mediatizada por imágenes.
Allí donde el mundo real se transforma en simples imágenes, las simples imágenes se convierten
en seres reales, motivaciones eficientes de un comportamiento hipnótico. El espectáculo, como
tendencia a hacer ver, por diferentes mediaciones especializadas, el mundo que no puede más
ser directamente alcanzado, encuentra normalmente en la vista el sentido humano privilegiado
que fue en otras épocas el tacto; el sentido más abstracto, el más susceptible de engaño,
corresponde a la abstracción generalizada de la sociedad actual.

ANDY WARHOL
Aquí en la Factoría constituimos un vacío. Es magnífico.
Nadie puede ser más superficial que yo y que la vida.
Me despierto y llamo a B. B es cualquiera que me ayude a matar el tiempo. B es cualquiera y
yo no soy nadie.
Estoy seguro de que, cuando mire el espejo, no veré nada. La gente suele decir de mí que soy un
espejo y, si un espejo se mira en otro espejo, ¿qué puede verse?... Un crítico me llamó la Nada
misma y eso no me ayudó en absoluto a mantener mi sentido de la existencia. Entonces, me di
cuenta de que la existencia en sí no es nada y me sentí mejor.
Yo quisiera que todo el mundo pensase igual. /…/ Creo que todos deberíamos ser máquinas.
/…/ Que todos sigan pensando lo mismo y que, cada año, este pensamiento se vuelva más y
más uniforme. Aquellos que hablan de individualidad son quienes más se oponen a la
desviación y, dentro de unos años, podría suceder lo contrario.
Lo que hace de este país una tierra fabulosa es que América fundó una tradición en que los
consumidores más ricos de hecho compran las mismas cosas que los más pobres. Puedes mirar
la televisión y beber Coca-Cola, y sabes que el presidente bebe Coca-Cola, que Liz Taylor bebe
Coca-Cola y piensas que tú también bebes Coca-Cola. Una Coca-Cola es una Coca-Cola, y por
mucho dinero que tengas, tu Coca-Cola no será mejor.

Lo importante, B, es no pensar en nada… Mira, la nada es fascinante, la nada es sexy, la nada


no es en absoluto incómoda

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