porada, la pagina once, contenfa la garantia del precio minimo que la
empresa norteamericana debfa pagar por el petrdleo crudo nacional
en su refinerfa. El escdndalo no terminaba alli. Al mismo tiempo, se
habia revelado que la subsidiaria de la Standard habia estafado a Peri
en més de mil millones de délares, a lo largo de medio siglo, a través
de los impuestos y las regalias que habia eludido y de otras variadas
formas del fraude y la corrupcién. El director de la IPC se habia
entrevistado con el presidente Belatinde en sesenta ocasiones antes
de llegar al acuerdo que provocé el alzamiento militar; durante dos
afios, mientras las negociaciones con la empresa avanzaban, se rom-
pian y comenzaban de nuevo, el Departamento de Estado habia sus-
pendido todo tipo de ayuda a Pert. Virtualmente no queds tiempo
para reanudar la ayuda, porque la claudicacién sellé la suerte del
Presidente acosado. Cuando la empresa de Rockefeller present6 su
protesta ante la Corte judicial peruana, la gente arrojé moneditas a
los rostros de sus abogados.
América Latina es una caja de sorpresas; no se agota nunca la
capacidad de asombro de esta regién torturada del mundo. En los
Andes, el nacionalismo militar ha resurgido con impetu, como un
rio subterrdneo largamente escondido. Los mismos generales que
hoy estan llevando adelante, en un proceso contradictorio, una po-
litica de reforma y de afirmacion patristica, habian aniquilado poco
antes a los guerrilleros. Muchas de las banderas de los cafdos han
sido recogidas, asi, por sus propios vencedores. Los militares pe-
ruanos habian regado con napalm algunas zonas guerrilleras, en
1965, y habia sido la International Petroleum Co,, filial de la Stan-
dard Oil de Nueva Jersey, quien les habia proporcionado la gasolina
y el know-how para que elaboraran las bombas en la base aérea de
Las Palmas, cerca de Lima®porada, la pagina once, contenfa la garantia del precio minimo que la
empresa norteamericana debfa pagar por el petrdleo crudo nacional
en su refinerfa. El escdndalo no terminaba alli. Al mismo tiempo, se
habia revelado que la subsidiaria de la Standard habia estafado a Peri
en més de mil millones de délares, a lo largo de medio siglo, a través
de los impuestos y las regalias que habia eludido y de otras variadas
formas del fraude y la corrupcién. El director de la IPC se habia
entrevistado con el presidente Belatinde en sesenta ocasiones antes
de llegar al acuerdo que provocé el alzamiento militar; durante dos
afios, mientras las negociaciones con la empresa avanzaban, se rom-
pian y comenzaban de nuevo, el Departamento de Estado habia sus-
pendido todo tipo de ayuda a Pert. Virtualmente no queds tiempo
para reanudar la ayuda, porque la claudicacién sellé la suerte del
Presidente acosado. Cuando la empresa de Rockefeller present6 su
protesta ante la Corte judicial peruana, la gente arrojé moneditas a
los rostros de sus abogados.
América Latina es una caja de sorpresas; no se agota nunca la
capacidad de asombro de esta regién torturada del mundo. En los
Andes, el nacionalismo militar ha resurgido con impetu, como un
rio subterrdneo largamente escondido. Los mismos generales que
hoy estan llevando adelante, en un proceso contradictorio, una po-
litica de reforma y de afirmacion patristica, habian aniquilado poco
antes a los guerrilleros. Muchas de las banderas de los cafdos han
sido recogidas, asi, por sus propios vencedores. Los militares pe-
ruanos habian regado con napalm algunas zonas guerrilleras, en
1965, y habia sido la International Petroleum Co,, filial de la Stan-
dard Oil de Nueva Jersey, quien les habia proporcionado la gasolina
y el know-how para que elaboraran las bombas en la base aérea de
Las Palmas, cerca de Lima®