OLOGI C
GE A
la serena
La Oportunidad del Dato Geológico, el encuentro entre la
Geología y la Tecnología
Paola Kovacic Villarroel*, Raúl Valladares Larenas**, Manuel Reyes Serani***, Mauricio Jorratt Wigand****
Investigaciones Mineras y Geológicas Ltda., Guardia Vieja 255, Providencia, Santiago, Chile
* pkovacic@imgltda.com; ** rvalladares@imgltda.com; *** mreyes@imgltda.com; **** mjorratt@imgltda.com
Resumen. La oportuna captura de datos geológicos está
asociada a una base de datos “auditable” que soporte
modelos geológicos, sustente planes de exploración o
explotación, recursos mineros, o tomar decisiones
acertadas en aspectos de ordenamiento territorial,
energéticos, medio ambientales, entre otros. La
participación del geólogo en la decisión de qué datos va a
capturar es relevante ya que impacta directamente en la
evaluación de los resultados obtenidos. La aplicación de la
tecnología en la captura de datos geológicos no es
garantía de buena calidad del dato, sino que se debe
aprovechar su potencialidad en términos de oportunidad
del dato, disponibilidad y cierta estandarización frente a
diversos criterios de geólogos, adaptando la tecnología a la
geología y no viceversa. La posibilidad de estandarizar la
información llevándola a un lenguaje común, siguiendo la
experiencia de otros países, permitiría contar con
información uniforme, accesible e interpretable, con un
sentido de la universalidad del dato, de un estándar
elevado no solo en el ámbito de la captura, sino que
permita extraer conocimiento y crear oportunidades de
inversión a partir del acceso directo al conocimiento
geológico del territorio.
Palabras Claves: Mapeo digital, dato geológico, bases de
datos, códigos geológicos.
1. Introducción - La oportunidad de los
datos
La inversión en exploración minera en Chile ha alcanzado
montos cercanos a 1.000 US millones, con una
participación a nivel mundial de un 7%, esto ha permitido
que Chile mantenga en torno al 30% las reservas
mundiales de cobre (fuente: http://www.consejominero.cl),
de esa inversión, el mayor gasto corresponde a sondajes,
seguido por estudios con técnicas indirectas (geofísica,
geoquímica) y en menor proporción a programas de
exploración básica o generativa. Por lo tanto, si la mayor
parte de la inversión es destinada a la captura de muestras,
la decisión del cómo y que capturar como datos geológicos
es un hecho relevante. En ese sentido, el contar con bases
de datos geológicas “auditables” que sustenten un modelo,
más allá de los resultados analíticos que se certifican con
los laboratorios químicos, resulta ser una decisión
importante.
Una base de datos correctamente poblada permite construir
modelos geológicos robustos que pueden resolver diversas
interrogantes respecto a los controles de la mineralización,
alteración, estructuras, etc. En el último tiempo la
tendencia ha llevado a contar con modelos poco
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sustentados en la geología, desarrollándose modelos
mineros sin contar necesariamente con un modelo
litológico, estructural, de alteración y mineralización, sino
que basados en isoleyes, y en la marcha del proyecto se
agregan otras variables de acuerdo a los requerimientos del
proyecto minero. La labor de los geólogos tiende a no ser
bien evaluada, dado a que es un dato caro de obtener y no
siempre oportuno en los plazos de desarrollo de un
proyecto. Más aún si los parámetros mapeados son
insuficientes o erróneos y es necesario remapear sondajes o
en el peor de los casos, realizar nuevas campañas con el
fin de obtener datos faltantes o erróneamente capturados.
Es necesario asumir tempranamente la responsabilidad de
una buena captura de datos.
2. El encuentro entre la geología y el dato
digital.
La naturaleza de la información geológica ha cambiado en
los últimos 20 años, fruto de la integración de las
tecnologías de la información en la disciplina geológica,
no solo en los ámbitos del modelamiento, almacenamiento
y acceso a la información, sino que también de su
inclusión en la labor geológica del día a día. La geología
en terreno hoy en día no es concebida realizarla sin
elementos tecnológicos como Tablets, GPS u otros
dispositivos (Athey y otros, 2008). Producto de diversos
desarrollos individuales, colectivos, comerciales y sin fines
de lucro, la información actualmente es capturada en
terreno mayormente en forma digital.
Esta nueva forma de captura posee la virtud de otorgar un
mayor abanico de atributos y características, no solo en
volumen sino que también en diversidad y alcance de sus
descriptores. El desafío actual es que ya presentes en la
arena digital con la tecnología entregando amplias
capacidades de procesamiento y almacenamiento, se pueda
asimilar toda esta información y transformarla en
conocimiento. Para lograr esto último, se necesita un
mecanismo de estandarización amplio, neutro, orientable
y que considere aspectos de revisión.
3. ¿Qué ha hecho la tecnología con la
captura del dato?
Desde 1998 se han hecho intentos algunos exitosos y otros
no, de lograr digitalizar la mecánica y disciplina del mapeo
geológico tradicional (Brimhall y otros, 1998). Las
motivaciones detrás de semejante desafío siempre fueron

la oportunidad de la información, la garantía de su
disponibilidad, la estandarización frente a diversos
criterios de profesionales en un mismo equipo y finalmente
cumplir adecuadamente con especificaciones de auditorías
externas (Giles, J. 2009).
En Chile, los desarrollos de captura digital por entidades
estatales desde 2001, y su penetración en la minería
privada desde finales del 2005, han dado por resultado una
tendencia natural a adoptar en primera línea una
adquisición digital de la información, principalmente en
los registros geológicos de sondajes. Los factores decisivos
fueron el desarrollo propio de software de captura y el
abaratamiento del hardware. Esto provocó efectivamente
una mayor disponibilidad del dato, la oportunidad del
acceso inmediato a él, un cambio sustantivo en la manera
de construir y actualizarlo, y el hecho de poder modelar
con información previamente auditada, permitiendo
incluso la adición de datos históricos.
En el caso de la explotación minera la inclusión de este
tipo de tecnología se hacía evidente debido a que el
conocimiento base de la geología, está sujeto a un modelo
y a un entorno geológico-minero conocido y acotado. Sin
embargo en la exploración el desafío fue mucho mayor
debido a la conjugación del conocimiento previo y por
contemplar las posibles e inesperadas nuevas ocurrencias
litológicas, mineralógicas y de alteración.
Fue en esta instancia donde la revisión, acuerdo y
generación de los lenguajes geológicos digitales (códigos
de mapeo) tuvieron y tienen una altísima relevancia, y es
donde los criterios geológicos una vez aplicados, pueden
marcar una posibilidad de reinterpretación de la
información sin necesidad de recurrir al remapeo.
4. ¿Dato digitalmente capturado es
necesariamente dato de buena calidad?
La capacidad de generar nuevos datos a través de esta
‘nueva manera’ de mapear dio paso a la generación de
información geológica sin una revisión adecuada de los
criterios o enfoque geológico al momento de comenzar la
captura de datos. Muchas veces, el solo hecho que la
información fuese capturada digitalmente, producía una
falsa sensación de dato de buena calidad, solo por su
carácter de ‘auditable’ en términos informáticos. Sin
embargo, si los criterios geológicos no están correctamente
aplicados al código de mapeo digital, se producirá un dato
que está correctamente tomado, pero no necesariamente
bien enfocado geológicamente. Por lo tanto, esta
herramienta no es garantía de buena calidad, y tampoco
implica que la causa sea que los criterios geológicos no
estén debidamente reflejados por el software.
No obstante, se hace necesario potenciar las herramientas
de captura incluyendo filtros o reglas geológicas
transversales en tópicos que se capturan de manera
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independiente, con profesionales y soportes distintos. La
aplicación de estas reglas geológicas a la base de datos, le
da un valor agregado a la captura y permite mantener una
fiabilidad del dato más allá de la mera auditoría
informática. Una base de datos bien poblada en términos
geológicos, no solo logra auditarse, sino que es coherente
con sus propios conceptos y objetivos geológicos.
5. ¿Qué datos capturar?
La captura de datos duros permite contar con la
información sin sesgos y levantar distintas variables que
pueden ser integradas e interpretadas con un objetivo. El
ordenamiento lógico de los datos requiere de ciertos
protocolos que son diseñados por geólogos. Los
parámetros a levantar dependen necesariamente de la etapa
de captura del dato ya sea exploración básica, seguimiento,
avanzada, de delineación o delimitación, de relleno o
“infill” de algún cuerpo mineralizado.
Los procedimientos de captura de datos han seguido un
cierto protocolo que se ha dado con la práctica y
experiencia de muchos geólogos en numerosos proyectos.
El estilo “Anaconda” de mapeo, por ejemplo, ha sido
transmitido entre varias generaciones de geólogos en
Chile, ya que la captura de datos bajo esa modalidad
garantiza, para algunos, el correcto y sistemático
levantamiento de datos de litología, alteración,
mineralización y estructuras. Varias discusiones se han
levantado al respecto, la necesidad de representar
gráficamente los datos con simbologías y colores no ha
sido siempre resuelta con la aplicación de capturadores
digitales, pero por otro lado, la posibilidad de contar con la
información disponible en una base de datos ha masificado
la última tendencia.
En ese sentido la discusión lleva al hecho de que la
geología se adapte a la tecnología o la tecnología
desarrolle las herramientas necesarias para adaptarse a la
geología, en el entendido que los geólogos deben ser
capaces de entregar la información bajo ciertos estándares
que permitan su certificación y auditoría.
La oportunidad del dato geológico, guarda relación con
evaluar tempranamente la cantidad y calidad de datos a
levantar. Con datos bien levantados se da la posibilidad de
homologarlos y hacerlos “traducibles” a cualquier lenguaje
para ser utilizados bajo cualquier plataforma de datos o
software de modelamiento.
Respecto a la cantidad de datos, varias veces nos vemos
enfrentados a la numerosa denominación de tipos
litológicos, así como las ocurrencias de minerales de
alteración y mineralización, códigos que se van agregando
de acuerdo a los requerimientos de los datos, ya sea para
fines geotécnicos, geometalúrgicos, etc. Todas estas
decisiones incidirán en la forma de utilizar los datos
posteriormente. Pero en definitiva, ¿cuánta de esta
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información es efectivamente utilizada posteriormente?, o
peor aún, ¿cuantas veces es necesario “remapear” sectores
o sondajes por no contemplar ciertas variables que en un
desarrollo minero son requeridos?
En ese sentido, el diseño de la cartilla y protocolo de
mapeo, es un tema importante, ya que ahí se refleja la
experiencia del geólogo y su real aporte. Claramente para
yacimientos en explotación, donde el modelo geológico ya
está desarrollado y no hay mucho espacio para
modificaciones, la cartilla y tramos de mapeo reflejan las
unidades del modelo, tipo de explotación o parámetros del
modelo de bloques. Sin embargo en proyectos de
exploración se requiere de cartillas más flexibles, donde la
captura del dato duro esté libre de sesgos conceptuales, ya
que en muchas ocasiones no se sabe efectivamente que
tipo de depósito se está reconociendo, en que parte del
modelo hipotético se encuentra o que sobreimposición de
eventos existe.
Frecuentemente se da la discusión frente al dato que se
captura, acerca si refleja lo que el geólogo realmente está
observando, o suponiendo (por ejemplo biotita v/s clorita o
vetillas reutilizadas). El mantener sesgos con respecto a
ciertas mineralogías son situaciones que se repiten entre
equipos de geólogos, de acuerdo a su experiencia, por
ejemplo a la hora de discriminar arcillas o variedades de
óxidos negros, para evitar errores de mapeo es bueno
contar en algunos casos con campos que permitan
identificarlos a nivel general, a menos que existan estudios
de detalle y la práctica permita hacer una buena distinción
de las especies y esos datos sean un real aporte al modelo.
Cuando no está la posibilidad de levantar ciertos
parámetros, se limita el conocimiento geológico. En ese
sentido un geólogo está obligado a dar cuenta de todas las
evidencias que se están reconociendo, si tuviese dudas es
válido utilizar nombres informales, que luego con ayuda de
estudios especiales podrá nombrar adecuadamente. Si no
está disponible la “casilla” para capturar ciertos datos, es
responsabilidad de los geólogos dar cuenta de esa
situación.
6. Tópicos geológicos, captura digital y
estandarización.
Los datos geológicos capturados son susceptibles de ser
identificados, descritos o atributados en diversos temas o
tópicos geológicos, geotécnicos o analíticos (p.e. litología,
alteración, mineralización, etc). Los requisitos previos
hacia un buen entendimiento de la geología en una base de
datos, pasan por comprender, identificar y delimitar los
posibles valores para estos campos. Dicha caracterización
posee la forma de librerías de valores puntuales o de
intervalos, que son la base descriptiva de una base de datos
geológica, es el lenguaje que lo caracteriza y la materia
prima para la estandarización y transformación a otro
enfoque.
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El alcance de una librería base no solo debe estar referido a
lo existente, a lo observado o a lo esperable, sino que debe
tener una clara orientación de acuerdo al objetivo que se
desea aplicar; un único almacenamiento que permita hacer
coexistir estos ámbitos o entidades de atributación; y una
estructura que soporte dichas entidades y a su vez
contemple la identificación de variables geológicas
‘traducibles’. La estandarización asimilada a la tecnología
de una base de datos única hace posible que estudiantes y
profesionales se enfoquen en la geología misma, no en
aspectos informáticos. Esto no debe confundirse con la
práctica de ‘mapear para la base de datos’, sino que por el
contrario, las herramientas de captura debiesen cubrir
completamente las posibilidades de lo observable en
terreno.
7. Estandarización y traducción conservando
la esencia del dato original.
La pureza de la captura geológica en terreno debiese ser
asimilada en una base de datos, conservando su sentido
original a pesar de cualquier traducción posterior. Lo
anterior podrá mantener la naturaleza confidencial del
dato, levantado con criterios de compañías, académicos u
orientación profesional, sin perder su esencia colaborativa
y estandarizada de un protocolo de mapeo oficial-nacional.
Experiencias de estandarización como las del servicio
geológico de Estados Unidos (USGS), a través de su
proyecto NCGMP (National Geologic Map Database
Project) (Wunderlich, 2011) nos muestran una ruta certera
y posible para establecer estándares únicos, más allá de las
diferencias en la naturaleza del dato duro o su enfoque
(económico o académico).
Dicho estándar, no solo debe tener una mirada académica o
cognitiva del territorio nacional, sino que debe estar
influenciado también por criterios económicos, medio
ambientales, ordenamiento territorial y energético, con el
objetivo de extraer conocimiento interpretativo orientado
en la dirección que se desee utilizar.
En el caso del NCGMP, los objetivos centrales estuvieron
centrados desde un principio en tres grandes ejes: 1) El
desarrollo de recursos, 2) la protección del medio ambiente
y 3) la identificación y mitigación de riesgos naturales. Los
logros del programa del NCGMP son evidentes y tienen
como producto final la cobertura total del mapa geológico
del país, estandarizado en un único set de códigos
geológicos almacenados en una única base de datos. Cada
mapa generado en algún servicio geológico estatal,
universidad o empresa privada tiene como referencia este
estándar debido a la importancia que posee tener un
lenguaje común para comprender la geología en términos
macro sin perder la localidad del mapeo o levantamiento
generado.

Adicionalmente, desde 1999 el USGS trabaja con un
consorcio de geólogos canadienses, ingenieros de bases de
datos y generadores de mapas geológicos, con el objetivo
principal de estandarizar las metodologías de
almacenamiento, manipulación, análisis, administración y
distribución de mapas digitales geológicos. Esta
organización, denominada North American Geologic Map
Data Model (NADM), posee variados objetivos en el
desarrollo de un modelo, lenguaje, software, metodologías
y técnicas para el intercambio de conjunto de datos que
tienen diferentes estructuras y formatos (Day, J. 2014).
8. La integración de la información como
valor agregado
Distintos estudios indican que existe una relación positiva
entre mayor disponibilidad de información geo-científica,
mayor exploración, y por ende, mayor desarrollo de
proyectos mineros (Rojas y otros, 2013 – Cochilco)
Con un declarado déficit de información geo-científica en
Chile, un atractivo necesario será presentar información
interpretable, uniforme, auditable y accesible de la
geología a cualquier escala, con un sentido de la
universalidad del dato, con un estándar elevado no solo en
el ámbito de la captura o el dato bien construido, sino que
permita extraer más conocimiento de la misma en función
de zonas aledañas, áreas geológicamente similares, incluso
si estos datos fueron generados por distintos equipos
geológicos de distintas compañías, en síntesis, crear
oportunidades de inversión a partir del acceso directo al
conocimiento geológico del territorio.
9. La aproximación a una solución.
Una solución necesaria, indispensable y concreta, es
desarrollar plataformas de administración del
conocimiento de manera propia, con una mirada de hacer
industria geológica-tecnológica desde nuestro enfoque de
país con una vasta experiencia minera.
En términos técnicos, se distinguen ciertas características
necesarias para una solución en términos de software y de
modelamiento de datos:
Modelo de base de datos con licencia para
colaboración.
Soporte de Entidades GIS, sondajes, muestras y todo
elemento susceptible de ser atributado con información
geológica modelable.
Requisitos del modelo de datos: escalable; adaptable a
cualquier tipo de entidad; portable de equipo a equipo
sin conexión a internet; instalable en servidores de base
de datos corporativo; que soporte diversos estándares
de atributación geológica previa; que incluya un
estándar base para la nomenclatura geológica, una
plataforma básica de software para importar datos
desde otros formatos y estructuras, exportar datos hacia
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formatos GIS, ASCII y Excel, que permita manejar
varios proyectos en una misma base de datos y de la
seguridad y encriptación de la información.
El desafío no es la disponibilidad del dato, sino de la
información y el conocimiento.
Datos en soporte o formato accesible con software
abierto.
Accesibilidad simplificada, datos legibles, exportables
y manipulables.
Compatible con los estándares más usados en la
industria. Fácil asimilación y exportación de datos.
10. Conclusiones
En resumen, la relevancia de contar con datos geológicos
en forma oportuna y de buena calidad sustenta modelos
geológicos que soportan los planes de exploración y
explotación de distintas compañías. A nivel nacional, es
necesario contar con un sistema de integración de
información geológica, que permita disponer de los datos
en forma estandarizada, para aquello se debe trabajar en un
código o nomenclatura básica que permita “traducir” la
información que se obtiene a partir de distintas fuentes, de
modo que los distintos esfuerzos e inversión de recursos en
Chile se convierta en conocimiento que apoye no sólo a los
intereses mineros, sino que también a los académicos, de
ordenamiento territorial, energéticos, medio ambientales y
cualquier otra entidad que requiera del dato geológico.
Agradecimientos
Se agradece al equipo de trabajadores de IMG,
conformado por distintos profesionales y técnicos que
desde sus distintas áreas apoyan la gestión de esta empresa,
algunos desde hace más de 20 años. Gracias a su
experiencia y al trabajo desarrollado en innumerables
empresas y áreas de la minería, contribuyen en la discusión
de estos temas con el fin de mejorar continuamente sus
procesos y mantenerse como una empresa líder del rubro.
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