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Waldemar Julsrud
Acámbaro, Gto.,
1947.
Enigmas del Pasado
Waldemar Julsrud
Acámbaro, Gto.
1947.
Portada Original del libro editado por Waldemar Julsrud
Enigmas del Pasado
Waldemar Julsrud
Prefacio
Esto seguramente no quiere decir que un autor quede facultado para forjar
en su ingeniosa mente la solución de misterios, dando curso suelto a la fantasía.
Algo Sobre mis Descubrimientos
Hace años, un estimado amigo mío, el anciano padre Fray José María
Martínez, hoy fallecido, entonces Cura del pueblo de Chupícuaro, Gto., me remitió
fragmentos de cerámica de origen tarasco, encontrados allá, lo que, por haber
gestionado yo que se hicieran excavaciones por aquellos rumbos, me convirtió en el
hasta ahora desconocido descubridor del hoy renombrado Campo Arqueológico y en
aficionado a semejantes estudios.
Pero no es aquel viejo panteón tarasco de que quiero hablar, sino de otro
descubrimiento que hice, de semejante naturaleza, pero de una importancia y
antigüedad infinitamente mayor, cuyos restos datan de la más antigua cultura, casi
de la cuna de la humanidad, cuyos detalles confío darán nuevas luces a la historia.
Veo caras llenas de asombro y de duda, si les cuento que encontré entre otras
muchas cosas de indiscutible interés, figuras hechas de barro cocido, de color
natural, que representan una gran variedad de animales antediluvianos, muchos de
ellos en un perfecto, artístico acabado y de una diferencia de formas asombrosa.
Entre tantas razas hay arcaicas, hasta hombres en transformación del animal
al ser humano, todavía con membranas en sus extremidades y otras señas
características de su procedencia acuática, la que es la de todos los seres vivientes.
Otros hombres tienen la cabeza redonda, como una bola, distinguiéndose las
diferentes razas más fácilmente por la forma de sus ojos, de figura oblicua en su
mayoría, aunque de tipos diferentes entre sí, quedando representadas todas las
razas del mundo.
Lo más interesante de este caso es, que aparte de las razas enumeradas,
figuran las de todos los pueblos que vivían en tiempos antiguos al derredor del Mar
Mediterráneo, lo mismo los del Norte de África, como del Asia Menor y Sur Europeo,
de manera que hay negros, abisinios, semitas, egipcios, - hasta con una pirámide
característica -, gentes parecidas a figuras de cerámica halladas en las excavaciones
del pueblo de Ur, en Babilonia, griegos de raza germánica, hombres barbados del
tipo español, vikingos o atlántides(3), entre los que creo haber hallado retratos de
Quetzalcóatl, con uno de sus compañeros y otros individuos al estilo del hombre Cro-
Magnon.
Sven Hedin(4), el famoso explorador sueco, observó durante sus viajes al Tíbet,
la curiosa costumbre de los nativos, de sacar, al ser presentados a personas extrañas,
como demostración de alto respeto, hasta más no poder, la lengua, en cuya actitud
figuran muchos tipos con aspecto de Lamas, en mi colección.
Tibetanos usan argollas de plata, parecidas a pulseras, por las que meten
vendas, para sostener y amarrar su cabellera.
Lo mismo informó Piano Carpini al Papa, quien lo mandó al Tíbet por el año
de 1245, diciendo que los habitantes de allá tenían la horrorosa costumbre de
reunirse para comer a sus padres, tan luego como éstos entraban en agonía.
Los incas del Perú adoraban al Sol, pero al igual de los cristianos, creían en un
Ser Supremo y en su Hijo Divino, humanizado, no pudiéndose negar que existió en
ello cierta semejanza con el cristianismo, así como con emperadores asiáticos y
soberanos europeos, que reclaman descendencia y derecho divino.
Se decía que los Pre-Incas habían llegado a un alto grado de cultura, que
sabían labrar y transportar blocks de más de veinte toneladas, cada uno de diferente
tamaño, los que esto no obstante embonaban perfectamente, tanto, que entre ellos
no cabía el filo de una navaja, constituyendo un misterio cómo habían podido labrar
tan grandes piedras y con tanta perfección, porque desconocían el uso del fierro.
Esto último hay que dudar, porque en contra de lo que se ha afirmado, los
indios no conocían el secreto de endurecer el cobre y el bronce, por lo que deben
haber conocido ya la manufactura del fierro, cuyo metal se descompone y
desaparece completamente con el tiempo.
Se dice que los Pre-Incas conocían muchas artes hoy desconocidas, que se
perdieron y que en las razas que les siguieron no se notó un progreso lento, sino que
éste dio repentinamente un brinco, motivado seguramente por inmigración
extranjera.
No se sabe cómo lograron los Incas transportar tan enormes blocks de piedra.
Esto no prueba gran cosa, porque en San Ángel, México, sacaron debajo de
gruesa capa de lava, vasijas y otros objetos, sabiéndose esto no obstante
aproximadamente la época en que hizo erupción el volcán del Ajusco.
Los Chimú, una tribu del Perú, sabían por tradición que sus antepasados
llegaron por mar, en grandes escuadras de canoas, que no habían sido salvajes, sino
cultos, que conocían artes e industrias.
África es la cuna de muchas diferentes razas, entre ellas de las hoy llamadas
asiáticas.
Este punto es interesante, porque como existen egipcios entre las razas
representadas, se recordará que ellos acostumbraban dar forma animal a sus dioses
y que los antiguos pueblos de la Europa creían no solamente en gigantes y enanos,
sino en que hadas, ninfas y otros seres sobrenaturales vivían en los árboles de los
bosques.
En vasijas hay una admirable variación de formas y dibujos, desde lo más
primitivo y sencillo, hasta ricamente ornamentada, representando algunas imágenes
humanas y animales, ostentando contadas piezas siluetas de animales
antediluvianos, toscamente grabadas con la punta de alguna piedra afilada.
Al notar el hombre cierta duda en mis facciones, quiso hacer conmigo una
prueba, pero le di las expresivas gracias.
Hasta la fecha no encontré un solo objeto hecho de metal, sino todo consiste
de barro y muy poco de piedra.
Interesará saber que poseo las cabezas de un hombre y una mujer, talladas
en piedra, de rasgos asiáticos, que corresponden fielmente a la descripción indicada,
lo que contribuirá probablemente para aclarar los viajes de los Pre-Incas, cuya raza
elogió tanto Verrill, por haber dado muestras sorprendentes de su arte de escultura,
único en el mundo, que no se parecía a la de ningún otro pueblo.
Se sabe de los Pre-Incas, que ellos no usaban para sus construcciones cal, ni
cemento, que eran excelentes ingenieros, entendían matemáticas y eran, como los
mayas y aztecas, buenos astrónomos.
Los Incas tenían hasta carreteras asfaltadas, caminos reales rectos, desde
Quito hasta el Sur de Chile, de tres mil millas en una línea, atravesando montañas,
valles y abismos, sobre los que tendían puentes de cable de pelo, haciendo túneles,
teniendo al lado de las carreteras, piedras, marcando distancias, estaciones para
pasajeros y almacenes del Gobierno.
De México se pudiera decir muchas cosas semejantes y no cabe duda que los
conquistadores encontraron en las Américas ya gente inteligente, laboriosa y culta.
Leí una vez de un hallazgo en la América del Sur, de tabletas de barro con
signos del antiguo hebreo, lo que es un dato sumamente interesante, que debería
confirmarse.
Observaciones
Como prueba para esta última afirmación señalo la por demás mucho muy
recomendable obra: "Man and the Vertebrates", en la que su autor Alfred Sherwood
Romer, Profesor de Zoología de la Universidad de Harvard, le señala a la Tierra en
página 6, una edad de 1,500 millones de años, mientras que su colega Edwin H.
Colbert, del Museo Americano sobre Historia Natural, calcula ésta en su nuevo libro:
"The Dinosaur Book", en 2,000 millones de años.
Sea esto, como sea, una vez expulsados, comienzan los planetas su propia
vida como bolas de fuego, aplanados por los polos, dando vuelta de Oeste a Este,
teniendo idéntica composición química que el Sol y los Meteoritos, comprobado que
el espectro solar, en unión con la óptica, enfriando al fin de incontables años,
durante su trayecto por el Universo.
La luz que nos alumbra, atraviesa una especie de cobertor o cielo del Sol
consistente en ardientes vapores metálicos, según opinión del renombrado
astrónomo Wilhelm Boelsche(9), autor del libro: "De Soles y Polvillos de Soles”.
Atmósfera envuelve a los Planetas, entre ellos queda el vacío del Universo y
de éste llueven no solamente Meteoros, sino polvitos de hierro hacia la Tierra.
Nuestro propio Planeta se caracterizó en el principio por gran actividad
volcánica, motivada por gases y vapores acumulados en su interior y falta de
escapes.
Se dice que si nuestro astro enfrió por la temperatura helada del Universo, sin
duda hubiera sucedido lo mismo con el Sol; - pero para ello no tomaron en cuenta
que éste es tantísimo mayor que la Tierra y ya por ello tardaría mucho más en enfriar.
Con ello, sin duda alguna, la Tierra comenzaría por fin a enfriarse,
formándose, al endurecer la superficie rocosa, primero charcos, luego pantanos,
lagos y finalmente mares, mares tan extensos, que subiendo, cubrieron más y más a
nuestro Planeta, cuya superficie, descomponiéndose y desmoronándose por el calor
volcánico, el solar, los vientos y tempestades, se convirtió en tierra, creándose así la
base para la naciente Flora y Fauna.
Consecuencias y Detalles del Primer Diluvio, que Asoló a la
Tierra
Entre las Eras del Paleozoico figura la Carbonífera, famosa por su gran
acumulación de hulla, cuya formación se explica diciendo que en grandes, extensos
pantanos de tiempos inmemoriales, poblados con mucha vegetación, cayeron
árboles, arbustos, palmas, etc. etc., los que al fin de incontables siglos se convirtieron
en carbón de piedra y antracita, al estilo de la formación de turba(12)en nuestros días.
Creo, que por más que se buscara, no se hallaría algo que explicaría de una
manera más razonable la formación de tanta hulla y aunque no existe crónica que
nos relatara los detalles de aquellos acontecimientos, sobran los indicios que
prueban que este primer diluvio, que cito, existió.
Estos últimos tienen un aspecto muy diferente, porque les faltan los rayos
larguísimos lumbrosos, ni tienen una montaña en el centro, como las formaciones
lunares y aparte de todo esto, a una distancia, como la que nos separa de la Luna, de
seguro no serían visibles tan perfectamente.
Sobre Creación
Es de creerse que no todos los seres de los que tenemos noticia, entraron a la
vida en el mismo tiempo, ni en la forma en que conocemos hoy los descendientes
de los que sobrevivieron, - pero creo que cada especie procede de su propia raíz de
origen, la que en el curso de los tiempos se transformó y perfeccionó, - a veces tan
radicalmente, que el más crédulo dudaría a primera vista de semejante parentesco
y descendencia.
Para dar a conocer la multitud de diferentes especies que existen en una sola
familia, las que no se pueden especificar todas aquí, mencionaré la de los cangrejos,
que se componen de muchos miles de diferente miembros, entre los que escogeré
algunos muy interesantes, como:
Entre tantas otras clases de cangrejos, hay unas que cambian, según
conveniencia, su color, como el Camaleón, existiendo otras tan transparentes, que
estando en el Sol, no producen sombra. Una especie expide en el agua un líquido
azul, para escapar de sus enemigos, existiendo cangrejos de todos los tamaños
imaginables, como el gigante Kaempfféria del Japón, que mide tres metros entre las
tijeras de sus piernas, que tienen el grueso del brazo de un hombre, cabiendo en
cambio hasta sesenta mil de una pequeña variación en el estómago de un arenque.
Hay una especie que tiene un ceñidor para poder nadar arriba compuesto de
un depósito lleno de aceite en el cuerpo, cruzando otro cangrejo, al verse
perseguido, el aire como el pez volador.
Según Boelsche, de quien tomé estos datos, hay una especie que hace música
con las piernas, otra que mete su parte trasera sensible a la concha de un caracol,
devorando su cuerpo, anidándose en la concha de otro familiar la "rosa marina", que
lo defiende con su aparato de ortiga, mientras el protegido trata de comerla.
Para no cansar al lector, mencionaré entre tantos miles de otras especies una
más, el: "cangrejo de raíz", el que nos interesa, porque se afianza a otro de su especie
llamado "de Bolsa", perforándolo con un tejido, que se asemeja a raíces de plantas,
las que se extienden en su interior, hasta producir la muerte de la víctima.
Con lo que antecede creo haber dado un pequeño ejemplo de la diversidad
de especies de una misma familia de animales, deteniéndome en el cangrejo, que
lleva en alemán el nombre de: "Krebs", pero Krebs significa en el mismo idioma
también “cáncer”, la terrible enfermedad, azote de la humanidad, cuyo causante
hasta ahora no se ha descubierto y aunque no pertenece esto a mi disertación,
quisiera yo no obstante dar a conocer aquí mis pensamientos, con la vaga esperanza
de que quizás se halle en mi relato la clave del causante y con ello la manera de
combatir la enfermedad del cáncer.
Hemos visto, en lo que antecede, que existen cangrejos tan trasparentes que
casi no son visibles, otros que ponen huevos, que muchos años después se
desarrollan, una especie que ataca los ojos, mientras que la última mencionada echa
raíces en el cuerpo de un pariente, hasta producir su muerte.
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Nadie duda que la Tierra es vieja, muy vieja, pero cada estimación sobre su
edad, es una temeridad, que carece de real fundamento.
Peces, reptiles, anfibios, dinosauros, etc. etc., ponían huevos, cuya costumbre
se reformó en los mamíferos, cuyas hembras comenzaron a guardar dichos órganos
de propagación en el vientre, evitando así su destrucción por animales de rapiña,
constituyendo dicha innovación un gran paso hacia el progreso.
Nadie da, ni puede dar detalles sobre la primera presentación del hombre en
el mundo, - sino de repente está, con flechas, cerámica para cocina, etc. etc.,-
considerándosele como una creación relativamente reciente.
Si esto fuera cierto, ¿cómo se explica entonces que gente salvaje, que apenas
se distinguía de las fieras, pudo representar en vil barro, en variedad asombrosa y
ejecución maestra, tan diferentes razas humanas con todas sus características
notables, así como a bestias, como dinosauros, que según el criterio uniforme de
autoridades en arqueología quedaron extinguidos hace muchos millones de años?
Si se quiere buscar el origen del hombre, debe uno retroceder a los remotos
tiempos de la creación, en que fue gusano, pez o una especie de rana, observando
después de largo tiempo, su transformación del ser acuático, al animal terrestre, que
vivía como y era igual a una bestia, evolucionando después, hasta convertirse
finalmente en lo que es hoy, entendiéndose que generaciones enteras de gentes y
animales sucumbirían durante las diversas catástrofes que asolaron a la Tierra,
perdiéndose con ellas antiquísimas culturas adquiridas, principiando la humanidad
de nuevo con los escasos sobrevivientes.
Entre las representaciones más primitivas del hombre figuran unas con cola
de mono, otras con la de pescado, al lado de cuya última se nota una fibrosa aleta,
principio de futuras piernas, como las que se observan en el pez "Latiméria", de la
costa Sud-Africana, que principia a hacer excursiones en tierra firme, existiendo
otras muchas representaciones de nuestros antepasados con membranas en pies y
manos, es decir, en los que no se notan dedos.
El hombre tiene su propia raíz de origen y no desciende del mono, porque los
dos figuran en su estado más primitivo en mi colección, teniendo el mono cuatro
manos y un ejemplar astenia las manos y pies de los reptiles primitivos, de dos dedos,
mientras que el hombre, ya convertido en ser terrestre, tiene una constitución muy
diferente, notándose, hasta en el estado animalesco de aspecto feroz, con terrible
dentadura, ya cierto grado de inteligencia, para cuyo desarrollo el mono no está
capacitado.
¿En qué época sucedería todo esto? Nadie lo sabe, pero de seguro fue mucho
antes, de lo que los historiadores se lo imaginaron.
Luego dice el mismo autor que había creído que muchos animales habían
sucumbido durante el último tiempo glacial, teniendo ahora la convicción que no
pocos de la Fauna anterior, la sobrevivieron.
Lo que este digno sabio no pudo explicarse, queda comprensible por las
grandes evoluciones terrestres de las que hablo en este trabajo, probando las
observaciones de Romer, que las conclusiones a las que llegué, fueron acertadas.
Sobre la Doctrina de Darwin
Esto no sorprende a nadie, ya que cada cual tiene sus convicciones, y el vulgo
piensa diferente a personas estudiadas, porque no puede formarse una idea de lo
que significa el enorme tiempo que transcurrió desde los lejanos días de la creación
y de los trascendentales cambios que se verificaron desde entonces.
¡Cuántas veces se observa precisamente que "lo bueno" muere y "lo malo"
prospera!
No soy partidario de la creencia que la creación se inició con una sola celdilla
de origen y menos que el hombre desciende de un solo Adán y una sola Eva. Según
opinión mía, Flora y Fauna se derivan de la evolución de miríadas de bacterias y
microbios, producidos según parece por la influencia de rayos solares sobre el agua,
cuyas unidades de origen se transforman y perfeccionan en el curso de los tiempos,
convirtiéndose algunos en seres visibles al ojo humano, de los que muchos
sucumbieron, sobreviviendo otros, cambiando algunos a tal grado de aspecto, que
nadie reconocería en ellos su forma primitiva, sin conocer las intermedias.
Observaciones y Pensamientos,
que se relacionan con la
Transformación y Mejoramiento
de las Razas
Querer aplicar semejantes medidas por parte del Estado, sería difícil hoy, pero
individualmente comprendido, debería observarse el consejo de mejorar su propia
raza y queriendo contribuir los Gobiernos, deberían evitar que enfermedades
contagiosas se extendieran, llevando a incurables a asilos y si se trata por ejemplo
de la lepra, disponer que se remita a los afectados a islas deshabitadas, con buen
clima y agua, con separación estricta de sexos, para exterminar azotes de la
humanidad, con semejantes medidas radicales, alejando, hasta donde sea posible,
el peligro de contagio.
Sin guerras, catástrofes y epidemias, la población terrestre crecería tan
rápidamente, que los pueblos muy pronto carecerían de lo más indispensable para
el sostenimiento de sus familias, teniéndose que racionar los nacimientos,
impidiendo a la vez la inmigración de elementos indeseables, con sabias medidas.
Pido perdón si otra vez me alejé del tema de hablar exclusivamente de mis
descubrimientos, relacionados con la Historia Terrestre, aunque creo que los
capítulos sobre Creación y la Doctrina de Darwin, contribuirán a la mejor
comprensión de los capítulos siguientes.
Sobre Desprendimientos de los Viejos Continentes que
Causaronel Segundo Diluvio
Por fin aconteció, lo que tenía que suceder, cuando en la Era Permiana, a fines
del Paleozoico, o a principios del Triásico, del Mesozoico, se desprendió del
hemisferio norteño una inmensa fracción, que privada de su enraizamiento firme,
dejó de acompañar a la Tierra con la misma rapidez en su movimiento rotatorio,
hasta que la parte principal y los fragmentos más pequeños encallaron en bajíos,
convirtiéndose la primera en el curso de los tiempos en la América del Norte. Esta
última quedó compuesta de lo que es hoy el Canadá, los Estados Unidos del Norte y
México, cuya última tierra ocupaba antes un lugar al Norte de África, lo que prueba
que los Continentes Palaearctis y Gindwana, separados por el mar Tetis, formaban
esto no obstante una unidad.
Algo más al sur quedó cerca del viejo continente, una faja larga y
relativamente angosta, que principiando por lo que es hoy la Nueva Fundlandia (17),
incluyendo a los Azores, llegaba hasta la Isla San Paúl, por el Ecuador, la que se
convirtió en la Atlántida y prueba a la vez la unión submarina entre los antiguos
continentes.
Comprensible es, que las costas del Oeste de los desprendimientos, al dejar
de acompañar con la misma velocidad a la tierra en su movimiento giratorio,
recibieran la envestida del tremendo oleaje del mar, que la acompaña, cuyos efectos
se observan todavía hoy.
Esta última enorme fracción, con distinción de las otras sureñas mencionadas,
que llegarían desde luego al lugar que hoy ocupan, se movió probablemente como
las fracciones de Palaearctis, con intervalos, escalonadamente, hasta convertirse
finalmente en la América del Sur.
Se conjetura que la América del Sur no llegaría luego al lugar que hoy ocupa,
porque los Atlántides y los Fenicios iban según se cree, al Perú, a traer oro, lo que no
pudieran haber hecho, por las razones arriba expuestas, si las Américas hubieran
llegado luego al lugar que hoy ocupan.
Resolución del Enigma Sobre la Extinción de los Dinosauros
8. Que como las aguas pluviales afluían a pantanos, lagos y mares terrestres,
éstas, buscando salida, cavaron en miles de años barrancas, cada vez más hondas,
convirtiéndose el agua salada en dulce y por fin los lechos de lagos, en fértiles valles
con abundante vegetación, en los que a medida que los mamíferos aumentaron, los
dinosauros desaparecieron.
El Tercer Diluvio
Estos desiertos fueron causados sin duda por el tercer y cuarto diluvios, de
cuyo último se hablará más adelante; porque sabemos por los sacerdotes de Sais,
que el cuarto y último Diluvio Bíblico que destruyó Grecia y barrió toda la Europa; no
tocó a Egipto.
Por este motivo se llega a la conclusión que el tercer diluvio fue el causante
de parte de los desiertos mencionados arriba, pero de seguro de los siguientes: el
Sekaka de Siria, el Roba-el-Chali de Arabia, el Areg, el Erg, Areg-esch-Schesch, Iqídí,
Waran de Libia, etc. etc., en el Norte de África, cuyas regiones tan extensas están
convertidas en mares de arenas y campos de desolación, causados por el
levantamiento de toda la región del Tíbet y de Persia, que causó el violento
desbordamiento y desagüe de una infinidad de lagos y mares terrestres, que se
habían formado de la manera indicada.
El oleaje del tercer diluvio asaltaría las costas de los fragmentos desprendidos
de los viejos Continentes Palaearctis y Gindwana, por el lado Este, empujándolos
más mar adentro, mientras que el océano, que acompaña el movimiento rotatorio
de la Tierra, al encontrar en su camino tan magnos obstáculos que nuevamente
habían dejado de acompañarla, los cubriría de espuma, que se estrellaría contra las
costas del Oeste.
El Cuarto o Bíblico Diluvio
Desde entonces largo tiempo había pasado, lapso durante el cual la Tierra se
había recuperado de los desastrosos efectos del cataclismo y el Mundo se olvidó de
las rudas experiencias de días idos, confiado en que semejante desastre jamás
volvería a repetirse.
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Así las cosas, comenzó, (según el cómputo de 9,000 años lunares, sería por el
año 2,379 A. J.), un renovado, tremendo levantamiento de toda la región del Tíbet,
que causó el Diluvio Bíblico, cuyo acontecimiento recuerdan muchos pueblos del
Globo Terrestre, muy distantes unos de otros, porque el cataclismo no se limitó al
viejo Continente, ya que la fuerza destructora, con su espantoso oleaje, dio vuelta al
mundo entero.
Prueba de ello son los restos de vegetales encontrados en sus estómagos, los
que no se hubieran hallado, si hubieran sucumbido por hambre.
Comprobación de lo Anterior
Wilhelm Boelsche dice en su libro: “De Soles y PoIvillos de Soles”, folio 151:
“Una sola ola de grandes animales, hoy clasificados como tropicales, atravesó en días
del pasado todo Asia, afluyendo por la Europa meridional y Alemania, hasta la costa
del Atlántico, empujados por el hambre".
La inscripción de una lápida en Roma, que data del año 222 A. J., conmemoró
la caminata de los pueblos, causada por la invasión dé los Hunos, pero no existe fecha
de la anterior, pre-histórica, ocasionada por la imperiosa necesidad, que motivó la
de los Indo Germanos, Magyares, etc., cuya cuna estuvo en el Asia Central, en el Irak,
etc., tribus que a consecuencia de la catástrofe del Diluvio Bíblico, ya no encontraron
en aquellas regiones devastadas, convertidas en desiertos, una posibilidad de vida,
teniendo forzosamente que buscarse nuevas regiones, para poder subsistir como
antes, es decir de caza y pesca, si no querían morir de hambre.
Moctezuma dijo a sus nobles a la llegada de Cortés: "Que por tradición de sus
mayores sabía, que en tiempos antiguos habían venido ciertos príncipes en una flota
a sus playas, sin que hubiera quedado memoria si fueron arrojados por tempestades,
sabiéndose únicamente que su jefe, al no quererlo acompañar sus compañeros en
el regreso, con ira los había amagado con que regresaría".
Hyatt Verrill, autor del interesante libro: "Old Civilizations of the New-World",
habla en la referida obra de "Wholesale Disappearences", es decir, de
desapariciones de pueblos al por mayor.
En folio 168 de la misma obra dice: "Miedo se sentó sobre el pueblo al final
de cada ciclo (de 52 años), porque creían que al final de una de dichas épocas
terminaría el mundo", lo que prueba que se recordaron del Diluvio y sus desastrosas
consecuencias.
En otra parte de dicha obra dice: "En la ciudad de Tiahuanaco, a 13 millas hoy,
pero antes bañada por las aguas del lago Titicaca, vivió un pueblo pre-histórico de
alta cultura", así, como si hubiera llegado de otro mundo, cuyo origen e historia
consideraba indescifrables, el que sucumbiría según su opinión, a consecuencia de
alguna catástrofe, porque su desaparición había sido tan misteriosa, como su venida,
habiendo ostentado las esculturas de una pareja, características mongólicas.
En folio 247 dice Verrill: "¿Cómo puede ser que una raza altamente civilizada
se extinguió y desapareció, tomando siglos después otra su lugar, de diferente
carácter y de hecho en el mismo lugar?", para decir más adelante, refiriéndose al
pueblo Coclé, por él descubierto en Panamá: "Seguramente sucumbiría éste por una
erupción volcánica", ya que de otra manera no se explica cómo cayeron, fueron
aventadas y quebradas grandes columnas de los templos y levantadas y movidas de
sus lugares pesadas bases de éstas y de ídolos, al grado que ciertos lugares presentan
el aspecto semejante a olas de mar.
No puede uno citar todos los lugares por los que pasó el último Diluvio, ni los
anteriores; pero para dar una prueba que el último cataclismo alcanzó el
archipiélago australiano, citaré que en Java, el investigador francés Eugene Dubois
halló en las riberas del río "Solo", (que atraviesa la parte central de dicha isla), en
una capa de piedra arenisca de 13.5 metros de espesor incrustados, osamentas, que
aumentaron notablemente más, al ir 1.20 metros más abajo.
Que existió hacia entonces unos 9,000 años (lunares), frente a las Columnas
de Hércules, opuesto al estrecho, una inmensa, hermosa isla en el Océano Atlántico,
en cuyo centro se levantaba una montaña, no muy alta.
Dicha isla, según la mitología griega, fue gobernada por Neptuno, quien tomó
por esposa a Clito, con la que tuvo 10 hijos y fortificó la colina en que vivían,
haciéndola inaccesible, con convertirla en una isla, dentro de la otra, que era un
verdadero Continente, mayor que el África y el Asia unidos. (Este error es
perdonable, porque no conocían entonces los límites de aquellas tierras).
Comparado con la extensa isla y el mar que la rodeaba, todo lo que quedaba
atrás de las Columnas de Hércules, hacia el Mediterráneo, parecía un puerto de
angosta entrada, porque aquella se extendía hasta estar contigua a las Islas de
Barlovento, (pequeñas Antillas), lo que hace verosímil la versión que sus habitantes
podían llegar a través de ellas, a las dos Américas, especialmente al Perú y a la Nueva
España, tomando sobre todo en cuenta que las Américas deben haber quedado más
cercanas todavía a los lugares de su desprendimiento.
La gente de la Atlántida comerciaba con la de otras islas y la de tierra firme.
Cuando los hijos de Neptuno habían crecido, éste repartió entre ellos su
Reino, el que no se limitaba a la isla, sino se extendía a los Continentes contiguos,
tocándole al mayor de ellos, Atlas, (cuyo nombre se perpetuó en la Atlántida y la
elevada Cordillera al N. O. de África, que quedaba frente a la isla), el Gobierno de la
parte más ancha de ella, que era también la más fértil y de elevada estructura.
Este acueducto recibía las aguas que se precipitaban de las montañas, que
limitaban la planicie, las, que después de tocar la ciudad, desaguaban en el mar,
formándose así una isla, que era una maravilla de arte y de poder.
La Metrópoli quedaba rodeada por varios recintos concéntricos, alternados
de tierra y agua, alimentada esta última por el mar, formando así no solamente un
puerto, sino una defensa al derredor de la ciudad.
El uso de los baños era general, hasta extremoso entre los habitantes de la
Atlántida, cuya última palabra quiere decir: cerca del agua, siendo en griego atlatlán
o aztlán.
Uno de los hijos de Neptuno gobernaba la parte de la isla que quedaba frente
a lo que es hoy la España, región que dominaban bajo el nombre de "Iberos", cuyo
idioma, el vascuence, no tiene parentesco con otros europeos, el que se habla en el
Norte de dicha península y Sur de Francia.
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Pero los Dioses, que envidiaban el progreso de los Atlantes, los marcaron para
su destrucción y bajo estas circunstancias vuestra ciudad (Atenas), oh Solón, hizo
brillar, en todo lo que valía, su valor y poder, librando al triunfar, los pueblos
sojuzgados.
(Esto prueba una vez más, que la Atlántida que daba muy cerca al Continente,
frente a la salida del Mediterráneo).
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Por lo que antecede no queda duda, que la Atlántida quedaba muy cerca a la
salida del Mediterráneo y sabemos que los Fenicios trajeron oro de lo que se cree
fue el Perú, pasando los Atlantes a través de las Islas de Barlovento a las Américas,
lo que robustece la creencia y es de creerse, que los desprendimientos de los viejos
continentes Palaearctis y Gindwana, no llegaron desde luego a los lugares que hoy
ocupan, sino escalonadamente, quedando empujados por el gigantesco oleaje del
Diluvio Bíblico, al lugar que hoy ocupan, en cuyo desastre, no contando con
enraizamiento suficientemente profundo, desapareció entre las olas la Atlántida.
Aristóteles nos hizo saber que la Atlántida era muy extensa en longitud,
describiendo su ubicación como frente a las Columnas de Hércules, poblada de
bosques, no dejando de mencionar sus tierras de riego.
Marcelo nos recuerda a la Atlántida como isla más grande que la Liberia y el
Asia unidos. (También él desconocía sus límites).
Según datos no muy exactos, queda una diferencia de varios años entre la
destrucción de Atenas y la desaparición de la Atlántida, pero es de creerse que
ambos acontecimientos se registraron a un mismo tiempo, es decir
aproximadamente entre los años 2379 y 2374 A. J., motivados por el Diluvio Bíblico.
Con ello no quiero haber dicho que unos no desciendan de los otros, porque
si su idioma tiene realmente afinidad con el vascuence, entonces se explica el cambio
radical de su fisonomía, por el largo tiempo transcurrido, desde que algunos Atlantes
náufragos, dispersos en el Continente Americano, se quedaron atrás, cuando los
demás emprendieron su caminata a México, mezclándose los descendientes de los
que quedaron, durante los miles de años que siguieron a la catástrofe del Diluvio
Bíblico, con los Pieles Rojas de Norte América.
A favor de esta teoría habla el hecho, que los Aztecas conservaron un vago,
legendario recuerdo de la descendencia de sus antepasados y de la historia de su
raza, explicándose así la afinidad entre los idiomas y el aspecto tan cambiado de su
raza, cuando los descendientes por fin se resolvieron a seguir el ejemplo de sus
lejanos parientes, emprendiendo a su vez la peregrinación a México.
La raza de los Nahuas procedía también de Oriente, cuyo nombre se ha
querido derivar de Nahuí, (centro), en vez de nao, es decir barco, significando Nahoa
probablemente: el que maneja el barco.
Según el manuscrito: "Cakchiquel", hubo 4 Tolán, una al otro lado del mar, de
donde procedían los que vivían en la Tolán Xibalbay de América.
El Popol Vuh, mencionado ya, nos dice que 3 hijos del Rey de los Quichés, a
la muerte de su padre, queriendo cumplir con lo que se les había ordenado,
determinaron ir hacia el lugar de donde sus padres habían venido, para recibir allá
la Autoridad Real; por cuyo motivo se despidieron de sus hermanos y amigos,
prometiendo volver.
Existió mucha analogía entre las Leyes, costumbres y usanzas de los Atlantes
con las de los antiguos pobladores del Perú, lo que hace aparecer como verosímil
que tanto éstos, como los Fenicios acostumbraban visitar los Continentes
Americanos, cuando éstos se encontraban todavía más cercanos a los lugares de su
procedencia.
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Conclusiones
A veces logra la inteligencia humana echar un nuevo rayo de luz a las tinieblas
del pasado, - pero difícilmente se obtiene absoluta certeza y detalles sobre los más
notorios acontecimientos de la vida terrestre, - esto no obstante lo suficiente para
comprender que la tierra nos reserva a veces sorpresas no muy agradables.
En el año 1891 se abrió una grieta en el Japón, de 200 kilómetros de largo con
20 o 30 de ancho.
Existen antiguas playas en Noruega, a 200 metros de altura sobre el nivel del
mar, lo que demuestra que la tierra se levantó, o el mar bajó, debiéndose buscar la
causa de semejantes fenómenos y la de la formación de Fiords, en las catástrofes
descritas y el oleaje de los diluvios, que asolaron sus costas.
Expliqué el origen de las diferentes razas humanas y la causa del por qué se
hallaron las reproducciones de muchas de ellas en México, como señalé el hecho
que las razas de origen mongólico emigraron de aquí al Asia y no viceversa, como se
ha creído hasta la fecha.
De pájaros hay muchas diferentes especies, de los que algunos conservan los
dientes del reptil, otros están en transformación de éstos al pájaro, distinguiéndose
águilas, garzas, patos de dos y de cuatro patas; pero también hay reptiles en
transformación a mamíferos.
El que sabe esto, se prepara para ello y sea como sea, le queda la convicción
que algún día será reconocido, con la certeza de sus afirmaciones, su mérito como
descubridor.
Siempre ha habido desacuerdo entre los sabios y simplemente hay que citar
su opinión referente a la aparición del hombre en el escenario de la vida, estimada
por unos en 6, 7 u 8,000 años, otros aseguran 30,000, llegando algunos hasta un
millón de años, basando los últimos su opinión en el hallazgo de fósiles,
confundiendo a veces los del mono con el hombre, cuyos últimos son frágiles y se
descomponen, deshaciéndose fácilmente.
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Waldemar Julsrud.