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NORMATIVA
Art.29 LPRL Obligaciones de trabajadores PRL atendiendo a: Característica del trabajador, formación e instrucciones
1. Corresponde al trabajador velar por las medidas de prevención para su seguridad y salud en el trabajo y la de
aquellas otras personas a las que pueda afectar su actividad profesional, a causa de sus actos y omisiones.
2. Los trabajadores, con arreglo a su formación y siguiendo las instrucciones del empresario, deberán:
1. Usar adecuadamente las máquinas, aparatos, herramientas, sustancias peligrosas, transporte, etc.
2. Utilizar correctamente los medios y equipos de protección facilitados.
3. No poner fuera de funcionamiento y utilizar correctamente los dispositivos de seguridad existentes
4. Informar de inmediato a su superior jerárquico directo, y a los trabajadores designados de un riesgo.
5. Contribuir al cumplimiento de las obligaciones establecidas por la autoridad competente
6. Cooperar con el empresario para que éste pueda garantizar unas condiciones de trabajo que sean seguras.
3. El incumplimiento por los trabajadores de las obligaciones en materia de prevención de riesgos previstos en el
art. 58.1 ET, en su caso, la normativa sobre régimen disciplinario de los funcionarios públicos. Lo dispuesto en este
apartado será igualmente aplicable a los socios de las cooperativas, con las precisiones que se establezcan en sus
Reglamentos de Régimen Interno.
2.- LAS OBLIGACIONES GENERALES DEL TRABAJADOR ASALARIADO EN MATERIA DE PRL (art. 29.1)
Las obligaciones generales de los trabajadores tienen carácter accesorio en materia de prevención, pues, no exige a
los trabajadores una iniciativa especial ya que dichas obligaciones obedecen a órdenes de seguridad y salud
establecidas por los empresarios. Por tanto, las obligaciones de los trabajadores se atenúan cuando el empresario
no haya cumplido previamente las suyas.
Por tanto podemos distinguir tres obligaciones de carácter genérico reguladas en art 29 LPRL y art. 5 ET
1. El deber de autoprotección propia y la de terceras personas afectadas por su trabajo.
2. El deber de obediencia en el cumplimiento de las medidas de prevención.
3. Cooperación con el empresario.
Deberes de colaboración
El art. 29.2.5 LPRL impone al trabajador la obligación de “contribuir al cumplimiento de las obligaciones establecidas por
la autoridad competente con el fin de proteger la seguridad y la salud de los trabajadores ”. Por autoridad se entiende no
solo la laboral, también la sanitaria, industrial e incluso la local cuando de materia preventiva se trate.
FUNDAMENTO JURÍDICO
Aunque el poder punitivo o sancionador se ha reservado a los poderes públicos, esta potestad es una excepción al
principio de reserva de estos poderes. No obstante, cabe añadir que esta facultad parte de que existe una relación
laboral derivada del contrato de trabajo.
El poder disciplinario halla su justificación en el hecho de dar respuesta a las necesidades técnicas y organizativas de la
empresa y, además, en dos circunstancias.
1. Por un lado, en el poder de dirección que quedaría reducido a una especie de potestad moral, de no existir
2. Y, por otro lado, en las insuficiencias del régimen indemnizatorio civil, basado en la resolución contractual, no
siempre deseada por el empresario, y en la indemnización de daños, no siempre suficiente ni posible en atención
a las posibilidades económicas del trabajador.
En ambos supuestos, al no haberse establecido expresamente que deban excluirse del cómputo los días inhábiles, éstos
no deben descontarse por aplicación supletoria del art. 5.2 CC.
Una peculiaridad del inicio del cómputo se plantea con las faltas continuadas, En estos casos, la prescripción se regula
por un cómputo de plazo especial en razón a que la gravedad de la falta depende de su reiteración durante un período
de tiempo normalmente superior al de su prescripción. Por lo tanto, el cómputo de prescripción se inicia desde la
última ocasión en que se comete la infracción
Respecto al plazo extraordinario de prescripción, es decir, el de 6 meses a partir de haberse cometido la falta, se trata
de un plazo general o de cierre sin distinción alguna referida a la gravedad de las mismas, e independientemente del
conocimiento de la comisión de la falta. Transcurrido este plazo, no abre ya plazo de prescripción particular alguno, salvo
que haya habido ocultación de los hechos, en cuyo caso, la jurisprudencia ha entendido que el cómputo de los 6 meses
se difiere al momento en que la empresa tuvo conocimiento de los sucesos.
SANCIÓN DISCIPLINARIA
En una primera aproximación, muy general, se puede definir, “la sanción disciplinaria, como la consecuencia negativa
prevista e impuesta por violación de un deber de abstención o de una obligación de obrar”.
La sanción disciplinaria se podrá recurrir en el plazo de 20 días, ante el orden jurisdiccional social.
TIPIFICACIÓN DE SANCIONES:
Despido
De acuerdo en el ET, que reserva el despido para aquellos incumplimientos laborales que reúnan gravedad y
culpabilidad, los convenios han previsto la imposición de esta sanción a incumplimientos muy graves.
EJECUTIVIDAD DE LA SANCIÓN
La sanción disciplinaria es inmediatamente ejecutiva, y el trabajador debe cumplirla, aunque ello no impide, claro está,
que luego la impugne en vía judicial. Es decir, notificada la sanción al trabajador, ésta surte efectos desde la fecha
indicada en la comunicación, sin necesidad de aceptación expresa del trabajador, o de confirmación judicial
5.- RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS TRABAJADORES EN MATERIA DE PRL
Las reglas que el CC dedica a la responsabilidad patrimonial se encuentran en dos grupos de preceptos.
Arts. 1101 y siguientes CC, que consagran la responsabilidad contractual, según la cual “quedan sujetos a
la indemnización de los daños y perjuicios causados los que en cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en
dolo, negligencia o morosidad, y los que de cualquier modo contravinieren el tenor de aquéllas”,
Arts. 1902 y siguientes que contemplan la responsabilidad extracontractual o aquiliana, de la que se
deduce que “el que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a
reparar el daño causado”.
En principio, la responsabilidad civil es imputable a todo aquél que incurra en los supuestos de hecho contemplados
en los arts. 1101 ó 1902 CC, es decir, quien incumpla sus obligaciones contractuales, o las cumpla deficientemente
por culpa o negligencia, en el ámbito de la responsabilidad contractual, y quien cause daño a otro mediante culpa
o negligencia, aún sin vínculo contractual, en el área de la responsabilidad extracontractual.
Así, pues, podrían ser responsables todas aquellas personas que teniendo obligaciones en la materia, las incumplan o, y
las que, sin haber asumido deberes u obligaciones contractuales, causen a otro daños o perjuicios.
Tradicionalmente, la responsabilidad civil se ha clasificado en contractual, cuando se vulnera un deber que nace de un
contrato, y en extracontractual o aquiliana, cuando se causa el daño por un comportamiento culposo o doloso. El CC las
diferencia claramente en los arts. 1089 y 1902 CC, respectivamente.
Para que nazca la responsabilidad civil en materia de prevención de riesgos laborales, la cual se traduce en una
obligación de pagar una determinada cantidad de dinero como indemnización de los daños y perjuicios causados a un
sujeto, mediando las circunstancias que el ordenamiento jurídico establece, deben concurrir cuatro elementos básicos:
1. Un sujeto que omite las condiciones del contrato o las normas de cautela y posición socialmente aceptadas.
2. La existencia de un daño a otro sujeto con el que existe o no relación contractual
3. La existencia de un nexo causal entre el daño y la omisión.
4. La indemnización expresada en una cantidad de dinero.
Antes de pasar al estudio por separado de la responsabilidad civil contractual y extracontractual, se pueden señalar
como elementos comunes a ambos tipos de responsabilidad, y que constituyen los requisitos básicos para que surja la
obligación de resarcir, los siguientes:
1. una acción u omisión antijurídica.
2. la producción de un daño.
3. la existencia de una relación de causa-efecto entre el comportamiento y el daño.
Una vez fijada la indemnización se aplican diversos criterios correctores que pueden incrementar o disminuir la cuantía
Disminuye la cuantía la concurrencia de culpa de la víctima, y en el caso de lesiones permanentes, la
subsistencia de incapacidades preexistentes que hayan influido en el resultado lesivo final.
Incrementa en lesiones permanentes, si las mismas producen invalideces o incapacidades preexistentes.
El cómputo, se produce desde que se produjo el daño, cuando se han producido lesiones externas. En el supuesto de
que las lesiones sean internas, habrá que comenzar el computo desde que se manifiestan.
6.- OTRAS RESPONSABILIDAD: RESPONSABILIDAD PENAL DELITOS GENÉRICOS EN MATERIA PRL
En el CP no se contemplan delitos específicos de resultado relacionados con la seguridad y salud en el trabajo, estos
vendrán de la mano de los delitos comunes, es decir, el delito de homicidio o lesiones, los atentados contra la salud o
la vida de una persona pueden ser cometidos por cualquiera y son sancionados en función del resultado alcanzado.
Aparte de éstos, también pueden mencionarse otros delitos que pueden ser cometidos en el ámbito de prevención de
riesgos laborales como el de omisión del deber de socorro o el de revelación de secretos referentes al área de
seguridad y salud.
La responsabilidad penal del trabajador será como consecuencia de un delito de resultado.
El delito de riesgo es solo responsable el empresario