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¿Un mal necesario?¿Qué conclusiones sacar de este breve recorrido histórico? Según
Carlo Brioschi, la corrupción “es un fenómeno inextirpable porque respeta de forma
rigurosa la ley de la reciprocidad. Según la lógica del intercambio, a cada favor corresponde
un regalointeresado. Nadie puede impedir al partido en el poder que se cree una clientela
de grandes electores que le ayuden en la gestión de los aparatos estatales y que disfruten de
estos privilegios. Es algo natural y fisiológico”. Para Julián Santamaría, presidente de Noxa
Consulting y catedrático de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid, “el
electorado haría bien en entender que la corrupción es una lacra de todos los tiempos, que
se refiere a la naturaleza humana. Se da en todos los países y en todas las épocas. En la
actualidad es más frecuente en los países en vías de desarrollo, donde se combina una
elevada burocracia, salarios bajos de los funcionarios y sistemas políticos autoritarios. Es
cuando se da la situación esperpéntica: países emergentes, de escaso recursos y con una
población que aspira a tener una forma de vida más elevada”.
En los países occidentales, los casos de corrupción dan mucho que hablar, en particular
cuando, como ocurre en España, están involucradas personas conocidas. Pero, en el
momento de votar, no siempre pasan factura. Pese a la mala imagen de estos gobernantes y
al ruido mediático, el impacto en la ciudadanía parece relativo. ¿Por qué? Joan Botella,
catedrático de Ciencia Política de la Universitat Autònoma de Barcelona, cree que “la
picaresca española no es en el fondo otra cosa que querer parecer rico cuando en realidad
uno es pobre”. Esto no justifica en absoluto las prácticas ilegales, pero explica por qué los
ciudadanos tenemos casi como algo asumido el deterioro de la vida política. “En España
hay una histórica desconfianza en el proceso político, algo que la retórica franquista, por
cierto muy corrupta, contribuyó a intensificar. Es algo que forma parte de nuestro bagaje
cultural. La mayoría de los españoles no cree que un político pueda servirle de forma
desinteresada”.
Antonio Argandoña cree que los ciudadanos “somos esquizofrénicos y tenemos como una
doble moral. Aceptamos que en el mundo haya una cierta forma de corrupción que en el
fondo no consideramos como tan mala. Tendemos a pensar que si a mí, como individuo, no
me viene mal, es casi bueno si mueve algo de dinero. El razonamiento es: no me preocupa
la corrupción siempre que no me perjudique a nivel personal”. De esta manera, “cuando un
político roba, decimos que no hay derecho. Pero luego presumimos de haber evadido algún
impuesto”. Brioschi recuerda que “al lado del robo de los grandes siempre hay
una corrupción inconsciente, de la que acabamos siendo todos responsables si aceptamos
las reglas de un sistema ilegal, porque la microcorrupción siempre ha ido de la mano de la
macroscópica”.
¿Se salva alguien de la plaga de la corrupción? Según el ranking de la consultora
Transparency International, existen países con poca corrupción, en particular los
escandinavos. Esto se debería a la influencia de la ética luterana, que no prevé la confesión
de los pecados para lograr la absolución. Y también a que estas sociedades, de corte
socialdemócrata, son relativamente homogéneas. Sus ciudadanos se sienten iguales y no
toleran que alguien saque ventajas de forma ilegal. Asimismo, por su alto nivel de
contratación colectiva, que hace que los trabajadores se sientan protegidos y no duden en
denunciar prácticas ilegales. Pero, lamentablemente, se trata de una excepción. Como dijo
Tomás Moro: “Si el honor fuese rentable, todos serían honorables”.
Como un aporte a la comprensión de este fenómeno, vamos a referirnos en detalle a las diferentes
formas de materialización de los fraudes que azotan a las empresas en nuestro país y en el resto
del mundo. El fraude no conoce fronteras, pero sí identifica vulnerabilidades en las organizaciones.
El conocimiento del fenómeno puede ayudar a combatirlo más efectivamente.
Existen seis categorías principales de fraude y corrupción, acerca de las cuales trata éste
documento.
Aceptación por parte de un empleado de un beneficio personal como forma de influenciar una
decisión administrativa.
Cualquier pago hecho a un empleado de parte de un proveedor a cambio de un tratamiento favorable
a este último.
Aceptación de dádivas de cualquier naturaleza, de terceras partes con las cuales se tienen relaciones
de negocios.
Conflictos de interés: se refiere a los casos en los cuales los empleados o funcionarios tengan
intereses privados, desconocidos por la organización, que puedan interferir con sus obligaciones
laborales o de custodia de bienes. Algunos ejemplos son:
Falsos reportes, tendientes a distorsionar la realidad del desempeño propio o de terceros. Incluye
la supresión de información, material y otros casos como:
Suministro de información falsa para encubrir desempeño deficiente o para acceder a bonificaciones.
Utilizar falsos reportes para engañar a inversionistas, entidades financieras o terceros en general.
Manipulación de estados financieros.