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El poema narra la huida nocturna de las tropas de Hernán Cortés de Tenochtitlán tras ser derrotadas por los mexicas. Mientras escapaban, un esqueleto llamado La Catrina les advirtió que el ejército mexica los perseguía de cerca y que ni a ellos ni a sus aliados les quedarían huesos. Aterrorizado, Cortés siguió escapando hacia Tlaxcala, pero La Catrina volvió a aparecer para advertirle que dejara el oro de los mexicas o terminaría en una t
El poema narra la huida nocturna de las tropas de Hernán Cortés de Tenochtitlán tras ser derrotadas por los mexicas. Mientras escapaban, un esqueleto llamado La Catrina les advirtió que el ejército mexica los perseguía de cerca y que ni a ellos ni a sus aliados les quedarían huesos. Aterrorizado, Cortés siguió escapando hacia Tlaxcala, pero La Catrina volvió a aparecer para advertirle que dejara el oro de los mexicas o terminaría en una t
El poema narra la huida nocturna de las tropas de Hernán Cortés de Tenochtitlán tras ser derrotadas por los mexicas. Mientras escapaban, un esqueleto llamado La Catrina les advirtió que el ejército mexica los perseguía de cerca y que ni a ellos ni a sus aliados les quedarían huesos. Aterrorizado, Cortés siguió escapando hacia Tlaxcala, pero La Catrina volvió a aparecer para advertirle que dejara el oro de los mexicas o terminaría en una t
Esperando su exilio de Tenochtitlán Pero ansiosos por el oro llevar La catrina los enfrento Y en medio de la maleza y sin que ellos la vieran La flaca les empezó a gritar; El oro de mis guerreros nunca se lo van a llevar, Las tropas asustadas como si hubieran visto un terrible jaguar, Asustados corrieron a Cortes Informar, La calaca anda rondando y nos quiere chingar Ya sabe lo que queremos y nuestros planes quiere cuartar. Vayamos con nuestros aliados para el ejército conformar
Cortes muy despreocupado de la advertencia no le quiso sacar,
Pero cuando se vio rodeado por los mexicas Y vio que se lo querían chingar, salió corriendo en su caballo y de volada con cara de susto grito, huyamos para el noroeste con nuestros aliados Tlaxcal y ahí nos volveremos a agrupar.
Entonces llegando al valle de Otompa la catrina salta de una vereda
Y al fulano Cortes le apareció, Le dijo corre y huye con los Tlaxcas porque mi ejercito de Tenoch ya salió, Armados hasta los dientes Y además con gran valor en la mafer les van a dar Y de tus gachupines y tus aliados ni los huesitos van a quedar.
Cortes aferrado por el oro quererse llevar,
Compungido y espantado, muy triste y desconsolado, En el ahuehuete se puso a llorar, La catrina a su oído susurro Deja el oro de mis guerreros y te salvaras O si no en un hoyo iras a dar, Entonces Cortes como buen capitán con todo y calaca a la Tumba fue a dar.