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INTRODUCCIÓN
El tiempo es una de las tres variables más importante del desarrollo y éxito de un proyecto. Para que
una obra de construcción avance eficientemente y termine dentro del plazo contratado, los trabajos
deben planearse cuidadosamente y programarse con anticipación.
OBJETIVO
TÉCNICA
El CPM es un sistema de administración de proyectos, que da las bases para tomar decisiones sólidas
en proyectos de cualquier tamaño. Suministra la información necesaria para anticipar, preparar y
orientar en el tiempo la ejecución de las diferentes actividades de construcción, guía al contratista en
la selección de la mejor manera de acortar la duración de la obra y predice sus requerimientos
futuros de mano de obra y equipo.
El proceso se inicia con la planeación del proyecto. Esta fase consiste (1) en la identificación de
unidades elementales de trabajo necesarias para completar la ejecución de la obra, (2) el
establecimiento del orden en el cual estas unidades deben ejecutarse y, (3) la presentación gráfica
de esta información. Esta descripción sugiere que se debe seguir un procedimiento estricto, paso por
paso. En la práctica, no es así; los tres pasos de la planeación se desarrollan más o menos
simultáneamente. Sinembargo, para efectos de discusión y entendimiento, se desarrollan
separadamente, e incluso se subdividen en un numero mayor de pasos que le dan mayor claridad al
proceso.
La fase de programación que sigue a la anterior, incluye la estimación del tiempo que requiere la
ejecución de cada unidad de trabajo identificada. Por medio de la malla, se hacen los cómputos
necesarios para obtener todas las características de cada elemento en cuanto al tiempo y
oportunidad de su ejecución. Estos cálculos son simples sumas y restas que fácilmente podrían
hacerse a mano; pero en obras grandes, esto se convierte en un proceso tedioso y demorado. Por
ello, es apenas natural que se dejen estas operaciones al computador, ya que de otra manera la
técnica sería inútil dentro del acelerado ritmo de trabajo de la obra. No obstante, es importante
comprender a fondo el método y ser capaz de apreciar el significado práctico de la información que
se genera.
PROCEDIMIENTO
Para facilitar el proceso de aprendizaje, en este instructivo se desarrollan primero todos los principios
teóricos y generales de la programación, incluyendo recomendaciones surgidas de la experiencia, con
la intención de que se adopten como práctica estandar.
Posteriormente se presenta un manual práctico de utilización del software especializado seleccionado
para la preparación de programaciones de obra, siguiendo los lineamientos desarrollados
anteriormente.
1. PLANEACIÓN
1.1 Recopilación de información sobre el proyecto y el sitio de obra.
1.2 Estudio y planeación del proceso constructivo.
1.3 Definición de la estructura de organización de actividades.
1.4 Identificación de actividades y relaciones.
2. PROGRAMACIÓN
2.1 Estimación de duraciones.
2.2 Cálculo de Tiempos.
2.3 Presentación gráfica del programa de obra.
2.4 Asignación y Nivelación de recursos.
2.5 Reducción de tiempo.
Planear es desarrollar un esquema de operación factible para que al ponerlo en acción se logren los
objetivos prestablecidos.
La efectividad del método CPM depende de la precisión de la información recopilada, tanto como de
la pericia y el buen juicio con que los datos que el método generan sean utilizados.
En construcción hay que partir del principio general de que no hay dos proyectos iguales. Por lo
tanto, en cada caso es indispensable el acopio de la mayor cantidad de información posible respecto
a la obra que se va a planear y en especial respecto al lote donde se va a construir.
Aún cuando no sea requisito obligatorio para la presentación de la propuesta, en el caso de las
licitaciones, debe realizarse una visita al sitio del proyecto. En ella debe investigarse y definirse, así
sea tentativamente:
Ÿ0 Vías y medios de acceso: para personal, para equipo y maquinaria, para materiales.
Ÿ1 Restricciones de acceso por normas de tránsito, horarios, etc.
Ÿ2 Restricciones de horario de trabajo.
Ÿ3 Disponibilidad de servicios públicos: acueducto, energía, teléfono.
Ÿ4 Si es del caso, fuentes de materiales o insumos, dentro o cerca al lote: piedra, arena triturado,
tierra para rellenos, tierra negra, madera, güadua, agua, etc.
Ÿ5 Existencia de corrientes de agua dentro o cerca del lote.
Ÿ6 Existencia, características e identidad de vecinos.
Ÿ7 Topografía del lote.
Ÿ8 Vegetación existente, a conservar, a reemplazar, etc.
Ÿ9 Características del suelo (por observación).
Ÿ10Prácticas laborales prevalentes en la zona.
En caso de que la visita personal sea imposible, deben tratar de conseguirse al menos fotografías
que permitan hacerse una idea de las características físicas más importantes del terreno.
Aún cuando no sea evidente la utilidad de mucha de esta información específicamente para la
elaboración de la programación, lo es. Da elementos de juicio y peso a las determinaciones que se
adopten más adelante en el análisis y definición de procesos constructivos, especialmente en cuanto
a la identificación de sus factores determinantes y restrictivos.
1.1.2 Planos
No sólo se requiere conseguir los planos, sino estudiarlos lo más detalladamente posible, para
"meterse el proyecto en la cabeza". Al fin los planos no son otra cosa que un modelo gráfico del
producto final de la obra. y a su vez la programación, es un modelo gráfico representativo de la
secuencia lógica de ejecución de la obra, que resulta del modelo mental que el programador
desarrolle del proyecto, a partir de la información contenida en los planos.
En la medida en que el proceso demande información más detallada, se van desplegando los planos
pertinentes.
Es obvio que la programación refleje todas las exigencias generales y particulares de los pliegos de
condiciones en materia constructiva. En especial debe leerse cuidadosamente lo referente a
exigencias de seguridad, aprobación, calidad, etc., ya que pueden ser determinantes del proceso
constructivo.
En esta fase está la esencia de la planeación de la obra. Se trata de un ejercicio intelectual en el cual
la obra se "ejecuta mentalmente" y requiere el aporte de toda la ingeniería y la experiencia
constructiva de que se disponga.
Por ello y para generar compromiso y sentido de pertenencia, es recomendable que en esta fase
participen en equipo los diferentes profesionales y técnicos que posteriormente van a estar a cargo
de la obra.
Son todos aquellos aspectos o elementos que el proyecto, el lote o agentes externos imponen sobre
el proceso constructivo, de forma tal que este deba orientarse hacia determinadas tácticas o
abstenerse de utilizar otras.
Para la ejecución de muchas operaciones de la obra, es posible que existan alternativas diversas,
cada una con sus ventajas y sus debilidades. Antes de entrar a desarrollarlas en detalle para
establecer su conveniencia, es necesario establecer su viabilidad desde el punto de vista externo. Si
existen impedimentos para hacer las cosas de tal o cual manera, hay que identificarlos de antemano.
La importancia de su identificación radica en que su omisión en esta etapa del proceso, tendrá un
gran impacto negativo sobre el desarrollo del proyecto. Cuando esos impedimentos surgen sobre la
marcha pueden hacer inaplicables las tácticas planeadas y trastornar considerablemente el avance
de los trabajos.
1.2.2 Estrategias
Las estrategias son básicamente esquemas de operación de la obra que hacen posible o facilitan la
obtención de los resultados requeridos, su organización, supervisión y control. Las tres más comunes
son:
Ÿ0 Establecer etapas.
Ÿ1 Abrir frentes.
Ÿ2 Incrementar (o reducir) la velocidad de construcción.
La velocidad de construcción conlleva, bien el incremento o reducción de los recursos aplicados a una
tarea o la utilización de sistemas constructivos alternativos de mayor rendimiento.
El estudio de estrategias puede incluir el análisis de diversas alternativas viables, hasta seleccionar la
que se estime más conveniente. La estrategia seleccionada se reflejará más adelante en la definición
de la Estructura de Organización de Actividades (WBS).
1.2.3 Tácticas
En el Argot militar las tácticas son las operaciones por medio de las cuales se implementa la
estrategia. Aplicadas a la programación de obras consisten en la de scripción detallada de los
sistemas o procesos constructivos específicos que la ejecución de las diferentes operaciones o
elementos de la obra demanda.
Esta parte del proceso se traslapa y va íntimamente ligado con la identificación de actividades y la
definición de la secuencia lógica constructiva, que en este texto se han separado simplemente
buscando claridad de conceptos.
Si bien puede pensarse que este aspecto de la obra es relevante en otros procesos, como el cálculo
de costos indirectos o la organización administrativa de la obra, también lo es en la planeación.
Desde este punto de vista es importante determinar:
Una de los aspectos más importantes para que una programación sea realmente útil, manejable y
controlable, es que esté bien organizada. La estructura de organización es un esquema de
subdivisión del alcance de las obras, que hace posible agrupar las actividades de acuerdo con
determinados criterios.
El objetivo de tal organización es que durante el desarrollo de las obras, sea posible seleccionar
actividades por grupos, calcular subtotales - en tiempo y en valor, etc., sin necesidad de extensos
listados de poca utilidad.
1.3.1 Criterios
Los criterios que pueden servir para agrupar las actividades de una obra o proyecto, pueden ser
múltiples y variar de obra en obra, de acuerdo con su tipología.
1.3.2 Estructura
Es posible que a diferentes componentes de una misma obra, se acomoden mejor diferentes criterios
de organización o agrupamiento. Por ello, es importante establecer una estructura que permita
manejar de manera metódica esa organización, aún cuando incluya una combinación compleja de
criterios diversos.
1.3.2.1 Esquema.
Consiste en la definición de una estructura jerárquica de múltiples niveles, en donde cada nivel
corresponde a un criterio específico y es una desagregación del anterior.
El esquema opera directamente sobre el listado de actividades. Se inicia identificando unos pocos
componentes o tópicos de alcance muy amplio; a continuación se entra a subdividir cada uno de ellos
en sus partes, adentrando cada vez con mayor detalle en cada una.
Este proceso va generando un esquema de árbol invertido, en el cual cada ramificación puede irse
descomponiendo en la medida en que su ejecución y control lo amerite.
Generalmente se utiliza la indentación o tabulación del texto para indicar la jerarquía de cada
componente sobre las actividades que la siguen. La figura 1 muestra un ejemplo.
Se trata de una aplicación del método inductivo: las actividades se van identificando por
desagregación progresiva, de lo general hacia lo particular.
Tiene la desventaja de ser muy rígido. Una vez establecida una jerarquía, es difícil tratar de
reacomodarla, ya que el esquema de organización se entrelaza con la lógica de la programación,
debido a que en la medida en que las actividades se van descomponiendo, quedan relaciones entre
actividades resumen que habría que eliminar una a una.
La Estructura de Desagregación de los trabajos, conocida universalmente como WBS, es muy similar
al esquema ya descrito. La diferencia radica en que se trata de una estructura de niveles
preestablecida, unificada para múltiples proyectos.
El primer nivel de la
estructura se basa en un
criterio espacial.
El estos componentes el
criterio es otra vez espacial,
con variaciones entre ellos.
PROYECTO MODELO
1. Torre 1
1.1 Preliminares
1.2 Estructuras
1.3 Obra Negra
1.4 Acabados
2. Torre 2
2.1 Preliminares
2.2 Estructuras
2.2.1 Cimentaciones
2.2.2 Piso 1
2.2.3 Piso 2
2.3.4 Cubierta
2.3 Obra Negra
.
.
.
Aún cuando la estructura que se genera sigue siendo rígida, se elimina el inconveniente de las
dependencias entre actividades resumen, que se presenta en el esquema.
Este sistema pretende superar la inconveniente rigidez de los anteriores. Consiste en definir una
serie de categorías independientes, que sirvan de criterio para agrupar las actividades de la obra. En
el momento de la identificación de cada actividad, se establece a qué grupo pertenece en cada una
de las categorías o códigos establecidos para el proyecto.
Por ejemplo: Las actividades de un edificio determinado podrían organizarse independientemente por
pisos (Área), por capítulos de presupuesto (Fase), o por subcontratistas (Responsable). A cada
actividad se le asignará a alguno de los valores que cada una de estas categorías puede tomar:
Estas tres actividades, dependiendo de lo que se quiera reportar, podrían organizarse de diferente
manera, ordenando los códigos o categorías en determinada jerarquía:
Ÿ0 Por Área ¬
Por Fase ¬
Por Responsable:
Ÿ0 Por Fase ¬
Por Área
Siempre y cuando cada actividad tenga asignado algún valor de cada uno de los códigos de
organización definidos, cualquier combinación u orden jerárquico es posible en un reporte específico.
Como esta organización es independiente de la estructura lógica de dependencia de las actividades,
el que se organicen de diferente manera no tiene ningún efecto sobre la secuencia lógica de la
programación.
Un paquete de trabajo puede estar compuesto por una o más actividades, dependiendo del nivel de
detalle al que se requiera llevar la programación.
Es corriente que en el momento de proponer o licitar, la programación que se prepare se lleve sólo a
un nivel intermedio, que permita la estimación de duraciones y la distribución aproximada de los
ítems del presupuesto entre los diferentes paquetes de trabajo.
Una vez que se va a iniciar la obra, puede requerirse una mayor subdivisión, dependiendo de quien
vaya a utilizar la información. La Gerencia sólo requiere un nivel de detalle moderado para
monitorear el avance. Pero en el día a día de la obra es indispensable contar con un nivel de detalle
mucho más exhaustivo, que permita la programación oportuna y el control efectivo de la ejecución
de actividades puntuales.
En resumen, hasta qué nivel de detalle se lleve la subdivisión del proyecto en actividades depende
de múltiples consideraciones prácticas. Las siguientes son algunas que pueden tenerse en cuenta:
Ÿ0 Los trabajos que se subcontraten, no deben formar parte de actividades en las que interviene el
contratista principal.
Ÿ1 Tareas ejecutadas por diferentes cuadrillas o de diferentes especialidades, deben separarse.
Ÿ2 Porciones del trabajo que demandan la utilización de equipos distintos, deben separarse.
Ÿ3 Los diferentes tipos de elementos estructurales que se construyen por separado, deben
corresponder a actividades separadas.
Ÿ4 Trabajos ubicados en diferentes sitios de la obra, lo cual conlleva que se ejecuten en diferentes
momentos o con diferentes cuadrillas, deben ser actividades separadas.
En general, estas consideraciones son aplicación de cuatro criterios generales, que toda subdivisión o
porción de la obra debe cumplir para que pueda considerarse como una actividad de la
programación:
El contenido o alcance de toda actividad debe ser homogéneo. Es decir, que a lo largo de toda la
duración de la actividad, se ejecute una misma acción. Esta es una premisa básica para que pueda
aplicarse el principio de rendimiento de obra al cálculo de duración de la actividad.
La ejecución de la acción descrita debe ser continua a lo largo de toda la duración de la actividad. Si
el elemento que se identifica se interrumpe o es intermitente, no puede considerarse como una
actividad y debe seguirse desagregando.
No tiene sentido identificar como actividades, elementos que se desarrollan a lo largo de toda la
duración de la obra (p.e.: administración de obra). Las actividades son elementos de control y
medición a los cuales se les pueda establecer rápidamente el inicio, el estado de avance y el final.
Independiente del nivel de detalle al cual se lleve el proceso de desagregación, a cada paquete de
trabajo debe ser posible identificarle uno y solo un responsable. Sólo así pueden establecerse
caminos claros de comunicación de las decisiones y evitar que la responsabilidad se diluya y el
control se vuelva ambígüo.
A medida que se van identificando las diferentes actividades, se va estableciendo qué relaciones
secuenciales o de dependencia existen entre ellas. Es lo que se conoce como la "lógica constructiva"
y representa el orden de ejecución de las operaciones de construcción.
Adicionalmente, los procedimientos constructivos, las tácticas, las estrategias seleccionadas para
desarrollar la obra, imponen limitaciones prácticas que también influencian o controlan la ejecución
de algunas actividades y deben considerarse. Se llaman "restricciones".
Existen dos notaciones para la presentación de la malla: el más tradicional se conoce como
"diagrama de flechas" y otro de más reciente aplicación se conoce como "diagrama de precedencias".
Este último tiene algunas ventajas notorias respecto al anterior y es el que han adoptado todos las
aplicaciones de computador . Por ello, se ha generalizado su uso.
Cada actividad de la malla se representa como un rectángulo, en el cual se incluye toda clase de
información. Las dependencias entre actividades se indican como líneas o flechas que van entre una
y otra actividad.
DURACIÓN
RELACIÓN DE PRECEDENCIA
DESCRIPCIÓN
Toda actividad debe ser sucesora de otra, o del inicio de la obra. Toda ramificación de la malla que se
genera debe ser continua, sin interrupciones. Por consiguiente, toda actividad debe ser predecesora
de otra o de la terminación de la obra.
En la notación tradicional la condición primordial es que una actividad termine para que pueda
iniciarse la que la sigue. En la notación de precedencia en cambio, es posible modelar actividades
Es esta diferencia la que hace a este sistema mucho más flexible, realista y práctico para la
modelación de procesos constructivos, en los cuales esta condición se presenta permanentemente.
Figura
Se dan entonces varios tipos de relaciones, dependiendo de la forma en que la ejecución de la
predecesora controle la ejecución de la sucesora:
Es la más utilizada y la que generalmente se asigna por defecto. La actividad sucesora puede
empezar cuando la predecesora haya terminado. Puede incluir una demora, cuyo objeto es indicar
que debe transcurrir un determinado tiempo entre el final de la predecesora y el inicio de la
sucesora.
Figura
Para iniciar el desencófre de la placa deben haber transcurrido 7 días desde el final de la fundida.
El inicio de la actividad sucesora depende del inicio de la actividad predecesora. Introduciendo una
demora se modela el traslapo entre dos actividades sucesivas.
Figura
Tres días después de haber empezado a levantar los muros, se pueden empezar a frisar.
La actividad sucesora solamente puede terminar, cuando haya terminado la predecesora. Este tipo
de relación también puede incluir una demora.
Figura
La actividad 3010 culmina con el vaciado de la placa, el cual no puede hacerse, hasta que no se
hayan terminado de colocar las instalaciones que van embebidas en ella.
Figura
.
Figura
Al irse conformando la malla, a una actividad cualquiera pueden corresponder múltiples relaciones de
dependencia, de diversos tipos. En algunas será predecesora, en otras sucesora. Aún cuando en
teoría, no existe limitación a este respecto, algunas aplicaciones las imponen.
Específicamente, hay sistemas que prohiben la definición de más de una relación entre dos
actividades determinadas, lo cual a veces es necesario.
Figura
Sinembargo, esta doble relación debe manejarse con mesura. En muchos casos no se justifica y es
preferible evitarla para no congestionar excesivamente los diagramas.
En este caso, el problema se resuelve utilizando una relación FF, que da un modelo más acertado de
la realidad del proceso.
Figura
Por otra parte, debe tenerse cuidado de no generar "loops" o circuitos cerrados, cuando se generan
múltiples relaciones entre grupos de actividades.
Con estos elementos, es posible generar la representación gráfica de la lógica del proceso
constructivo, tal como se planea ejecutar.
Los hitos pueden ser de inicio o de terminación. Los más corriente el inicio y de final de la obra. Pero
además, pueden establecerse hitos intermedios para resaltar hechos notorios (p.e.: terminación de
la estructura, entrega de diseños, cierre de tejados, etc.).
La Figura 12 muestra un ejemplo de una malla completa, donde se puede ver la forma en que los
elementos descritos, debidamente combinados, describen claramente el proceso constructivo
planeado.
Figura - Diagrama de Precedencias
2. PROGRAMACIÓN
2.1.1 Criterios
La validez de una programación se cimienta sobre dos pilares: la certeza de la lógica y la precisión de
los estimativos de duración. Por ello es importante soportarlos sobre criterios sólidos y consistentes:
2.1.2 Procedimientos
Se reconocen cuatro maneras o procedimientos por medio de los cuales puede hacerse el estimativo
de duración de las actividades. No son excluyentes sino complementarios. Dependiendo de la
naturaleza del alcance de cada actividad, es más práctico aplicar uno u otro:
Ÿ1 Metas. Hay ocasiones en las que un estimativo de duración no se limita a repetir el resultado
anterior, sino que se convierte en mecanismo para buscar el mejoramiento de la
productividad en operaciones de repetida ejecución. En ese caso, la estimación se convierte
en una meta a cumplir, para superar el logro anterior.
Hay que tener muchísimo cuidado en no caer en el error de llevar esa intención de mejoramiento,
más allá de lo que es factible físicamente. El papel aguanta todo y resulta muy fácil proponer
metas ambiciosas, aún cuando la experiencia indique que son absurdas. La realidad se encargará
de convertirlas en fracasos e incumplimientos.
También se ajustan a esta modalidad, los estimativos que hay que incluir en el programa para
actividades de suministro o fabricación, sobre las que muchas veces el Contratista no tiene
ningún control.
Ÿ0 Rendimientos. Es claro que todas las modalidades mencionadas no son otra cosa que
variaciones al tema de la experiencia. El cálculo de duraciones por rendimientos no es la
excepción. Simplemente se trata de la forma más técnica de capitalizar experiencias
anteriores, propias o ajenas para aplicarlas sistemáticamente a nuevos proyectos.
Definitivamente, los rendimientos más confiables serian los que se han recopilado personalmente,
pero se trata de una tarea de difícil implementación, especialmente a largo plazo.
En todo caso, es necesario hacer la advertencia de que cualquier cálculo de duración a partir de
rendimientos, debe tomarse con beneficio de inventario y someterse al análisis posterior del buen
juicio y el sentido común, antes de aplicarlo a la programación.
En este punto se encuentra una frecuente fuente de confusión que debe ser aclarada. Las actividades
de la programación no son los ítems del presupuesto.
La modalidad de precios unitarios busca identificar una serie de rubros genéricos, por medio de los
cuales sea posible medir y pagar la totalidad de la obra ejecutada. Los ítems del presupuesto buscan
englobar la cantidad total de cada operación de la obra en un solo rubro, independiente de donde y
cuando se ejecute.
Las actividades de programación, en cambio, son de naturaleza diametralmente opuesta. Con ellas
se busca desmenuzar, descomponer la globalidad de la obra en operaciones puntuales, con alcance
discreto y un donde y cuando particulares.
El alcance de cada actividad, entonces, puede ser cubierto por parte de la cantidad de obra de uno o
varios ítems del presupuesto.
La mayoría de las tablas de rendimientos disponibles, han sido compiladas pensando en costos
unitarios de mano de obra para presupuesto y no pensando en cálculo de duraciones. La única
manera de que esta información sea aplicable, es que permita establecer claramente la composición
de la cuadrilla.
El Manual de Construcción editado por la Universidad Nacional incluye una tabla de rendimientos que
cumple este requisito. El rendimiento está discriminado para oficial y ayudante. Como el rendimiento
de la cuadrilla lo controla el oficial, es posible deducir la composición de la cuadrilla, con una simple
regla de tres.
Según la tabla:
Cuando el alcance de una actividad está compuesto por más de una operación, este cálculo se repite
para cada una.
Cualquiera de las tres maneras de expresar el esfuerzo es válida. Lo importante es ser consistente en
el uso de estas unidades.
1 cuadrilla, la operación dura 45.5 horas / 1 cuadrilla / 9 horas/día = 5.06 > 5 días
2 cuadrillas, 45.5 horas / 2 cuadrillas / 9 horas/día = 5.52 > 3 días
3 cuadrillas, 45.5 horas / 3 cuadrillas / 9 horas/día = 1.69 > 2 días
4 cuadrillas, 45.5 horas / 4 cuadrillas / 9 horas/día = 1.26 > 2 días
....
Pero el numero de cuadrillas que realmente pueden aplicarse a una determinada operación está
limitado por el mismo espacio físico disponible para el trabajo, la disponibilidad real de equipos y
herramientas, materiales, etc. De nuevo es la experiencia la llamada a determinar cual es la
respuesta acertada.
Cuando el alcance de una actividad comprende varias operaciones puntuales (ítems), hay que
determinar si su ejecución es simultánea o secuencial. En el primer caso, la duración de la actividad
será la mayor de las duraciones de las operaciones que la componen. En el segundo caso, la duración
de la actividad será la suma de las duraciones de las operaciones que la componen.
En la sección anterior se calcularon duraciones de actividades tanto en horas como en días, sin dar
mayor explicación sobre unidades de tiempo. Sinembargo, es importante establecer un sistema claro
de unidades de trabajo, para asegurar la consistencia de la información.
Los resultados del cálculo de duraciones por rendimientos corresponden necesariamente a horas
hábiles y pueden convertirse a días hábiles conociendo la jornada laboral típica.
La semana laboral legal en Colombia son 48 horas y la jornada laboral legal son 8 horas. Esto
indicaría que deben trabajarse 6 días a la semana. Pero por costumbre en la industria de la
construcción se ha establecido una jornada de 9 horas de lunes a viernes (7:00 a 12:00 y 1:00 a
5:00), quedando tres horas pendientes que se trabajan el sábado (de 7:00 a 10:00).
Los programas de computador permiten gran flexibilidad en el manejo de los horarios de trabajo. La
situación descrita puede modelarse fácilmente. Pero es bueno detenerse a analizar su conveniencia,
ya que puede llevar a confusiones o resultados ambígüos.
Las aplicaciones almacenan la duración de las actividades en horas hábiles y dependiendo de cómo
se configure el horario y la semana de trabajo, establecen factores de conversión para días,
semanas, etc., de manera que la información pueda verse en las unidades que se desee.
El problema está en esos factores de conversión. Lo que se determina es cuantas horas hábiles tiene
un día típico y cuantos días hábiles tiene una semana típica.
Así que el horario descrito arroja un día típico de 9 horas y una semana típica de seis días. Entonces,
una duración estimada en 9 días, en realidad se convierte en 81 horas, que distribuidas sobre el
horario de trabajo establecido a partir de un día miércoles, por ejemplo, ocupan diez días y fracción.
Para evitar semejante confusión, es preferible establecer desde el principio, únicamente para efectos
de programación, una semana típica de 5 días de 9 horas y dejar las 3 horas faltantes como un
amortiguador para contingencias.
También es posible estimar (que no calcular) duraciones de actividades en días calendario. Pero al
hacerlo se pierde la facultad de evaluar el efecto real de los días festivos sobre la duración de la obra.
2.1.5 Contingencias
La construcción es especialmente propensa a sufrir retrasos por fenómenos imprevisibles, tales como
el mal tiempo, fallas en equipos, incumplimiento de proveedores, ausentismo, etc. y la programación
se hace sobre el supuesto de que las condiciones de trabajo son "normales".
En esas condiciones, hay una alta probabilidad de que los estimativos de duración de las actividades
fallen. Es la ley de Murphy. Para tratar de anticipar esta situación y acercar la programación un poco
más a la realidad, es corriente incluir en la duración del proyecto, amortiguadores o colchones de
contingencia.
La más tradicional ha sido la de identificar aquellas actividades con mayor riesgo de retrasos por
factores externos (movimientos de tierra, trabajos en lecho de río, cimentaciones, etc.) para
incrementar sus duraciones por algún factor.
Uno podría por ejemplo investigar estadísticas hidrológicas para establecer el numero promedio de
días de lluvia de cada mes, calcular que porcentaje son de los días hábiles del mes, y aplicarle ese
factor a la duración de las actividades que se ejecutarán en esa época.
Pero este enfoque puede llevar a la mala práctica de inflar injustificadamente todos los estimativos
de duración, lo cual tiene efecto sobre los costos directos e indirectos de las propuestas y afecta
significativamente la competitividad del proponente.
Lo demuestra la Ley de Parkinson: Las cosas tienden a copar todo el tiempo que se disponga para
hacerlas. Es decir, que si se inflan las duraciones de las actividades para contemplar contingencias,
hay una altísima probabilidad de que ese tiempo se consuma todo, así no se presente la
contingencia. Entre más tiempo se disponga para ejecutar algo, mayor la tendencia a aplazarlo,
pensando que puede hacerse en menos tiempo y aún cumplir.
Ante esto, se plantea la utilización de estimativos más arriesgados, sin inflar y amortiguadores
globales, ubicados en puntos estratégicos de la malla lógica, que pueden ser monitoreados
fácilmente y evitan el relajamiento de los controles en el cumplimiento de la programación.
Figura
Ÿ0 Inicio temprano
Ÿ1 Final temprano
Ÿ2 Inicio tardío
Ÿ3 Final tardío
Ÿ4 Holgura total
Ÿ5 Holgura libre
Las operaciones a efectuar son simples sumas y restas, pero cuando el volumen de información que
se maneja es muy grande, llega a ser tedioso y el riesgo de cometer errores es alto.
Si bien estas operaciones las hace el computador en muy poco tiempo y con absoluta precisión, es
importante conocer su mecánica, para poder entender y dominar el significado práctico de estos
conceptos que son de la esencia del método.
2.2.1 Inicio
Todas las operaciones se efectúan sobre la malla, en días proyecto, es decir, días hábiles contados
a partir del inicio de la obra. Surge entonces la pregunta: el inicio de obra es el día cero o el día uno?
En primer lugar hay que establecer que los tiempos, tanto tempranos como tardíos, son eventos; es
decir, representan un punto en el tiempo, un instante.
Como se muestra en la figura 14, los inicios y finales de las actividades pueden considerarse como
distancias, expresadas en unidades de tiempo, a partir del inicio de la obra.
Figura
Estas distancias se miden todas a partir del inicio del día uno y para que expresen siempre unidades
completas, tienen que llegar siempre al final del día correspondiente. Por ejemplo: un inicio
temprano igual a 2 indica que la actividad puede empezar al final del día 2, que en tiempo hábil es lo
mismo que el inicio del día 3.
Por su parte, la duración y las holguras son lapsos de tiempo; representan el transcurrir de un cierto
numero de días.
Así las cosas, cual es al fin el punto de inicio de la obra? el final del día anterior al primer día de
trabajo, es decir, el día cero.
A partir de la siguiente definición, puede deducirse la mecánica de cálculo de los tiempos tempranos
(Inicio y final): Son lo más pronto que la ejecución de una actividad puede empezar o terminar,
dentro de las restricciones impuestas por la lógica del proceso constructivo.
Son las relaciones las encargadas de representar tales restricciones y su interpretación permite
establecer el momento más prónto para que una actividad pueda iniciarse. Una vez iniciada, es la
duración estimada la que determina cuando terminarse.
0 2
La actividad inicial, única que no tiene predecesoras, es la primera que puede resolverse; nada
impide su ejecución. Su inicio es el del proyecto.
Figura
Inicio temprano = 0
El inicio temprano de las demás actividades, está determinado por el tipo de relación con sus
predecesoras.
Ÿ0 Relación FS:
3- SEGUN LA LÓGICA,
PUEDE EMPEZAR, TAN 4 - SI DURA 5 DÍAS, LO MÁS
PRONTO TERMINE A. PRONTO QUE PUEDE
TERMINAR ES 2+5
0 2 2 7
Figura
Inicio temprano sucesora
=
Final temprano de la predecesora
+ Demora (si la hay)
Final temprano
=
Inicio temprano + Duración
2 7
HAY QUE INCLUIR LA
DEMORA
2+2 4+3
4 7
Ÿ0 Relación SS:
Inicio temprano sucesora
=
Inicio temprano de la predecesora
+ Demora (si la hay)
Final temprano
=
Inicio temprano + Duración
Figura
Ÿ0 Relación FF:
9 - 6
4 9 6 9
Figura
Inicio temprano
=
Final temprano - Duración
Ÿ0 Relación SF:
Ÿ0
12 - 3
EL INICIO DE E 12 17 9 12
CONTROLA AL FINAL
DE C
Figura
Inicio temprano
=
Final temprano - Duración
Una determinada actividad puede tener múltiples predecesoras y para que pueda ejecutarse, deben
haberse cumplido todas las condiciones que la restringen; esto es, la actividad sucesora sólo puede
ejecutarse, una vez cumplida la restricción que más demore su iniciación.
El ejemplo de la figura 20 permite revisar todos estos conceptos en contexto. Las actividades B, D y
E tienen una sola predecesora cada una; su cálculo es sencillo. La actividad C en cambio, tiene tres
predecesoras. Para calcular su inicio temprano es preciso entonces analizar sus precedencias una a
una:
Inicio temprano de C =
Ÿ0 B a C (SS), inicio temprano de B + demora = 2+2 =4
Ÿ1 D a C (FS), final temprano de D + demora = 6+0 =6
Ÿ2 E a C (SF), inicio temprano de E + demora - duración de C = 6+0-3 =3
La relación que más demora la iniciación de C es del final de D al inicio de C y por lo tanto, el inicio
temprano de C es 6; para obtener el final temprano, simplemente se suma la duración, 6+3 = 9.
Figura
En resumen, el inicio temprano de una actividad cualquiera corresponde al mayor de los inicios
tempranos calculados a partir de todas sus predecesoras.
Un raciocinio análogo al utilizado para ilustrar el cálculo de los tiempos tempranos, permite deducir la
mecánica de cómputo de los tiempos tardíos. Estos se definen como lo más tarde que la ejecución de
una actividad puede empezar o terminar, sin retrasar la terminación del proyecto .
Salta a la vista con esta definición que a esta altura ya se ha calculado la duración total del proyecto.
Corresponde al final temprano de la actividad final de la malla (10 días, para el ejemplo de la figura
20).
10 - 1
Figura
Para cumplir la premisa de no retrasarlo, el proyecto debe terminar a mas tardar ese mismo día: el
final tardío de la última actividad de la malla, es igual a su final temprano.
A partir de allí, es sencillo deducir el proceso de cálculo para las demás actividades. Se van
deduciendo los finales tardíos, a partir del análisis del efecto de cada sucesora sobre la terminación
de la actividad predecesora.
Al igual que en el caso de los tiempos tempranos, cada tipo de relación genera un efecto distinto:
Cuando una actividad tiene más de una sucesora, hay que realizar el análisis individual y comparar
los finales tardíos resultantes. No puede retrasar a ninguna de sus sucesoras más allá de sus tiempos
tardíos, así que el final tardío de una actividad corresponde al menor de finales tardíos calculados a
partir de todas sus sucesoras.
La figura 22 ilustra el proceso, usando el mismo ejemplo de la figura 20. Los tiempos tardíos de C se
deducen fácilmente a partir de F; igual sucede con G; La actividad E tiene dos sucesoras, C y G:
Final tardío de E =
Ÿ0 E a C (SF), final tardío de C - demora + duración de E = 9-0+2 = 11
Ÿ1 E a G (FS), inicio tardío de G - demora = 9-0 =9
Si E terminara el día 11, retrasaría el final de G y por lo tanto la terminación del proyecto, en dos
días. Así que lo más tarde que E puede terminar es el día 9. El inicio tardío de E es igual a su final
tardío menos su duración, 9-2=7.
El proceso para las demás actividades es el mismo, hasta llegar a la actividad inicial. El valor que
resulte para su inicio temprano tiene que ser cero. De lo contrario, se ha cometido algún error en el
camino y debe revisarse.
Figura
2.3 RUTA CRÍTICA
Salta a la vista de la figura 22, que los tiempos tempranos y tardíos resultan iguales para algunas
actividades, mientras que para otras no. Si lo más pronto y lo más tarde que una actividad puede
terminar son iguales, simplemente esa actividad no se puede demorar. Cualquier demora en ella,
demoraría la terminación del proyecto. Su ejecución a tiempo es primordial para el cumplimiento del
programa. Es una actividad crítica.
Como el cumplimiento del programa es una de las metas del proyecto, es indispensable prestar
máxima atención a las actividades críticas, para asegurar que no presenten ningún atraso.
Los materiales que requieren deben pedirse con anticipación, debe asegurarse la disponibilidad de
personal suficiente para su ejecución y deben recibir prioridad en la utilización de los equipos que
demandan.
La secuencia de actividades críticas a lo largo de las relaciones que las unen se llama la Ruta Crítica
y corresponde al camino más largo del inicio al fin de la obra. Por ello es crítico; porque siendo el
más largo, determina la duración total y cualquier retraso en ella afecta la terminación. Se
acostumbra resaltarla sobre la malla, tal como se muestra en la Figura 22.
2.4 HOLGURAS
Una vez identificada la ruta crítica, hay que entrar a analizar las demás actividades de la malla. Si no
son críticas es porque la rama de la secuencia lógica sobre la que están ubicadas es de menor
duración, lo que quiere decir que en esas actividades se presentan tiempos muertos u holguras.
Para el ejemplo de la Figura 22, la actividad B no es crítica. Su final temprano es el día 7 y su final
tardío el día 9. Podría retrasarse hasta 2 días, sin afectar la terminación del proyecto. Tanto la
actividad E como la G presentan 1 día de diferencia entre su final temprano y tardío. Están a sólo un
día de volverse críticas.
Puede observarse que la magnitud de la holgura de las actividades no críticas puede utilizarse como
criterio para establecer prioridades en cuanto a la atención prestada a las diferentes actividades y
primordialmente en cuanto a la asignación de recursos, cuando se presenten conflictos o
competencia en su uso entre varias actividades simultáneas. Hay que dar prioridad a aquellas con
menor holgura.
Si la actividad E llegara a retrasarse 1 día, no sólo se vuelve crítica ella, sino que también lo hace la
actividad G. Esto debido a que actividades sucesivas en una cadena no crítica comparten la holgura.
Cada día de holgura que una de ellas consuma, equivale a un día menos de holgura para sus
sucesoras, aún cuando no se hayan ejecutado.
Cómo saber entonces, de cuanta holgura dispone cada actividad para sí y cuanta comparte con sus
sucesoras? Para ello hay que hacer la diferenciación entre dos tipos de holgura.
Es la que se ha venido aplicando hasta ahora. Es el máximo retraso que puede sufrir la terminación
de una actividad, sin retrasar la terminación del proyecto . Se calcula para cada actividad, restando
su final temprano de su final tardío.
2.4.2 Holgura Libre
Es el máximo retraso que puede sufrir la terminación de una actividad, sin retrasar a ninguna de sus
sucesoras. Su cálculo depende de la relación con cada una de ellas:
Desarrollado a finales del siglo XIX, constituía el único método disponible para la programación de
proyectos hasta la aparición del CPM. Sinembargo, se trata de un esquema muy simple, de utilidad
bastante limitada y por ello perdió vigencia como sistema.
A pesar de que la malla es muy buena herramienta para el desarrollo y modelación de la lógica
constructiva, es difícil de interpretar y comprender por parte del personal de obra que no está
familiarizado con su uso. En cambio la misma sencillez del diagrama de Gantt, es su mayor virtud.
Por eso se ha convertido en la herramienta de presentación de resultados del CPM.
Figura
Permite observar rápidamente el momento en que cada actividad debe ejecutarse, así como su
simultaneidad con otras. Pero no se indican allí las relaciones de dependencia entre actividades. Las
actividades críticas se resaltan en rojo.
Hasta el momento, se ha manejado la información en días proyecto, como se dijo atrás. Pero para
que la programación llegue a ser una herramienta de administración de la obra, es indispensable
implantarla sobre el calendario real, de manera que pueda evaluarse y anticiparse el efecto de
domingos y festivos y establecerse fechas reales de iniciación y terminación de las actividades y de la
obra, ya que al fin y al cabo, contractualmente es en estos términos que debe manejarse los plazos.
Una vez que se establezca una fecha de iniciación para la obra, es muy sencillo implantar la
programación sobre el calendario. La siguiente tabla muestra la forma de establecer la equivalencia
entre días proyecto, días calendario y fechas.
Es usual que al diagrama de barras se anexe información adicional respecto a las actividades del
programa, para reforzarlo y hacerlo más útil. Este formato combinado de barras y columnas, es el
que han adoptado todos las aplicaciones de computador para presentar al usuario los resultados de
la programación.
A pesar de que en estos diagramas no se vean las relaciones, el modelo lógico sobre el cual se
trabaja si las considera y eso es lo importante, ya que a la hora del control, son estas relaciones las
que permitirán proyectar permanentemente el avance de la obra hacia adelante para recalcular su
fecha de terminación y verificar su desviación respecto a lo planeado.
Es usual que las barras se ubiquen en la posición correspondiente a los tiempos tempranos. No
obstante, es posible elaborar un segundo diagrama de barras para tiempos tardíos, pero no se
justifica. Resulta preferible agregar al diagrama de barras, una convención para representar las
holguras, bien sea totales o libres, ya que su significado es el mismo.
La figura 24 muestra el mismo ejemplo de la figura 23, implantado sobre el calendario, y con una
tabla de datos que contiene todos los parámetros de tiempo desarrollados hasta ahora en este texto.
Los tiempos tempranos y tardíos se han convertido a fechas. Las barras rojas corresponden a la ruta
crítica, Las líneas negras a la derecha de algunas barras son las holguras libres, la línea roja vertical
indica la fecha de iniciación y las zonas sombreadas corresponden a los períodos no trabajados.
Figura
Dependiendo del grado de detalle de la información que sobre cada actividad se alimente a esa
plataforma, será posible obtener del modelo diferentes herramientas de análisis y control. Se pueden
distinguir tres niveles de detalle en la asignación de información:
En el primer caso, tan solo es posible calcular la forma en que el costo total de la obra se repartirá a
lo largo del tiempo.
Para la segunda instancia, es posible establecer la distribución a lo largo del tiempo, no sólo del
costo, sino de las cantidades de obra de cada ítem del contrato. Tanto los costos como las actas de
pago de un contrato dependen directamente de las cantidades de obra ejecutadas en cada período.
Por consiguiente, con esta información es posible establecer el comportamiento de ingresos y
egresos programado para la obra.
Si se llega al nivel de detalle de la tercera opción será posible, además de lo anterior, obtener
información detallada de las necesidades de cada insumo de la obra, para cada período de tiempo;
información crucial para programar pedidos y despachos de materiales, contratación o despido de
personal, requerimientos y utilización efectiva de equipos, etc.
La figura 25 muestra el cálculo del programa diario de inversiones para el ejemplo utilizado
anteriormente.
Figura 25
Este tipo de gráfico no representa la forma en que se pagan los costos de la obra, sino el avance
programado de la obra, expresado en pesos.
Puede apreciarse que a cada programa de obra corresponden en realidad dos curvas de inversión.
Una para tiempos tempranos y otra para tiempos tardíos. En la segunda, las ejecución de las
actividades no críticas se aplaza hasta el final de su holgura, con lo cual las inversiones en los
períodos iniciales disminuyen y aumentan en los últimos períodos, para llegar al mismo valor final.
Este tipo de gráfico se conoce como curva SS y es muy utilizada en el control de avance de obra.
Las cantidades de obra de cada uno de los ítems de pago se distribuye entre las diferentes
actividades a cuyo alcance corresponden. A cada actividad del programa podrá corresponder parte o
la totalidad de uno o varios ítems de pago.
Además de la cantidad, se conoce el costo unitario de cada ítem de pago. De esta información
pueden derivarse varias gráficas y tablas.
En primer lugar, multiplicando la cantidad de obra de cada ítem asignado a una actividad por su
costo unitario y acumulando, se obtiene el costo total de la actividad y por lo tanto es posible
construir las curvas de inversión.
Pero de la misma manera que se distribuye el costo de la actividad, puede distribuirse la cantidad de
obra a ejecutar de cada ítem. Aún cuando es posible graficarla, esta información es mucho más fácil
de manejar en forma tabular, como se muestra en la Figura 26.
Para aquellos recursos cuya remuneración depende del tiempo (mano de obra por administración,
equipos en alquiler),