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INTRODUCCIÓN
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observación, la disciplina esotérica y la determinación de llevar la vida de pareja en
fidelidad y amor, superando el nudo, que impedía desarrollar las potencialidades
emocionales, ya que las intelectuales me han permitido posicionarme en la vida
donde he querido y hasta donde he querido, para vivir una vida digna, pero sin mas
allá de ese límite, para no ocuparme de cosas aparentemente importantes, que me
impedirían ocuparme de mi mismo.
El Dr. Daniel Goleman, en su libro La Inteligencia emocional dice: “Las personas
más brillantes pueden hundirse en los peligros de las pasiones desenfrenadas y de
los impulsos incontrolables; personas con un CI elevado pueden ser pilotos
increíblemente malos de su vida privada ” .Yo era mal piloto de mi vida, hasta que
pude encontrarme, después de tanto buscarme.
Con alguna frecuencia me encuentro con amigos, con quienes no nos veíamos
desde hace algunos años, y los temas y los chistes y preguntas que me platean se
refieren a mi vida de delincuente emocional. Me digo a mi mismo: “este amigo lo veo
igual, nunca ha pensado cambiar, porque no se ha dando cuenta que debe hacerlo.
No puede imaginarse que la vida es cambio y actualización en los comportamiento
íntimos”., y hablando en el lenguaje de la informática, me limito a decirles, con
cariño: “Debe actualizar su software, estas desactualizado”. Queriéndoles indicar
que cambien su manera de pensar, que no tengo tema para dialogar con ellos o no
tienen tema para dialogar conmigo. Muchas veces me limito a seguir sus
comentarios desabridos y desactualizados, y a acotar cosas tontas para sostener
una conversión. Y algunos no entienden qué les estoy diciendo y otros ni se dan por
enterados. Con estos amigos solo se puede hablar es de arroz, manteca, ron y sexo,
para que se sientan halagados en el dialogo.
Viene a mi memoria, un día cualquiera cuando me encontraba en la ventana de
pedidos de la bodega de la empresa, cuando uno de los conductores de los
camiones que esperaban los materiales para llevarlos al sitio de la obra, me dice,
señalando a uno de los compañeros de trabajo que pasaba a cierta distancia: “
Ingeniero, mire a ese fulano de tal, ha sido malo en la vida y ahora se metió a
aleluya, (para significar que pertenecía a uno de esos tantos grupos que leen la
Biblia y se dicen cristianos), para aparentar lo corrompido que es”. Yo le respondí:
”Acaso no se puede cambiar y ser mejor?”. Mi interlocutor no esperaba esta
respuesta, y se limito a mirarme y guardar silencio.
La gente no ve la necesidad de cambiar, porque se creen los mejores, los mas
honestos, los mas honrados, y en consecuencia consideran que los demás no
cambian, y se expresan de esta manera.
La mayoría de los seres humanos no saben, ni se imaginan que se puede cambiar
y ser emocionalmente mejor todos los días, o sencillamente, no les interesa, porque
cambiar realmente implica dolor. Duele mucho renunciar a lo que se cree que se es,
para comenzar a ser realmente.
En relación con el tema de la inteligencia emocional, cuyo estudio nos permitirá
autoconocernos, autocorregirnos y elevar nuestro nivel de ser, lo que se observa
hoy, con contadas excepciones, es mucho de verbalización y conceptualizaciòn,
característico del intelectualismo puro. En esta disquisiciones intelectivas, llenas de
definiciones y frases, se engolosina la gente y pierde la oportunidad de encontrarse
ellos mismos y siguen viviendo su vida mecánica, llena de angustias, que tratan de
aliviar con la diversión o la lectura compulsivas o ingresando a grupos donde
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encuentran alivio a sus necesidades esenciales, pero sólo alivio. No se hacen
planteamientos concretos sobre la transformación del individuo y, cuando intentan
dar procedimientos, lucen ingenuos, y hasta ridículos. Indudablemente, debe
adicionarse la gran presión que ejerce el afán mercantilista por explotar el tema de
moda, pero que ha sido enseñando desde la mas remota antigüedad.
Con frecuencia se oye después de esos cursos que el auditorio quedó esperando
algo práctico, algo que transcendiera realmente en la vida de las personas, algo que
ciertamente penetre en la persona y ésta comprenda y tenga la fuerza emocional
para iniciar y continuar acciones de cambio; en otras ocasiones, los asistentes
llevados por la euforia por lo novedoso del tema, hablan maravillas, se sienten
motivados momentáneamente, pero a los pocos días o semanas vuelven a caer en
la misma vida rutinaria y aburridora.
La dificultad para hablar de inteligencia emocional con contenido y fuerza, se debe
a que exige sinceridad consigo mismo y práctica en la vida personal e íntima. A
propósito de esto, un día un periodista le pregunta al gran Maestro G.K, después de
una conferencia pública, sobre la liberación del hombre de sus propias debilidades:
“Cómo prefiere que lo llame, profesor o maestro?”. El Maestro respondió: “ Prefiero
que me llame Maestro, ya que el profesor habla de lo que ha leído y un Maestro
habla de lo que ha vivido”. Eh ahí la gran diferencia. Una cosa es hablar de lo que se
ha leído y una muy otra, hablar de lo que se ha vivido. Recordemos aquello de: “Del
dicho al hecho hay mucho trecho”. Y el trecho lo determina la práxis.
El mismo Maestro le dice a uno de sus discípulos. ”Trata de hacer lo que predicas,
para que veas como es de difícil, pero no imposible, y eso marca la diferencia entre
lo santo y lo impuro ” y el mismo discípulo le dice: “Maestro me preocupa cuando la
gente habla mal de mi” y el Maestro le responde. “La gente siempre hablará mal,
porque percibe la realidad distorsionada, pero eso no es lo importante, sino que lo
que digan de ti no sea cierto y de eso si debes interesarte”
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CAPITULO I
Siendo el objetivo del libro presentar una forma para mejorar o elevar nuestro nivel
de ser, debemos definir este concepto.
En el libro “Psicología Revolucionaria” (1) de filósofo contemporáneo Samael Aun
Weor, quien ha escrito otras obras interesante como “Didáctica del auto-
conocimiento” “el Matrimonio Perfecto, la puerta de la Iniciación”, “El misterio del
Aureo Florecer”, “ La gran Rebelión”, “Tratado de endocrinología y criminología”,
“Las tres Montañas”, que se refiere a las Montañas de la Iniciación, la Resurrección
y la Ascensión, “Si hay Infierno, si hay diablo, si hay Karma”, etc., dice:
“Desafortunadamente, tras de tantas letras y buenos modales, títulos y dinero,
bien sabemos que cualquier dolor de estómago nos entristece y que en el fondo
continuamos siendo infelices y miserables. . .
Basta leer la Historia Universal para saber que somos los mismos bárbaros de
antaño y que en vez de mejorar nos hemos vuelto peores. . .
(....).
En todas las páginas negras de la "Negra Historia" hallamos siempre las mismas
horrorosas crueldades, ambiciones, guerras, etc...
Decía un Maestro: “Si los hombre fueran como los perros, el mundo seria un
paraíso”. El discípulo preguntó porque Maestro? Y éste le respondió: “por que los
perros son agradecidos”
Existe aquella otra frase. “Entre mas conozco a los hombres, más amo a mi perro”.
Queriendo significar con esto que los seres humanos son todo lo contrario a los
perros, es decir son infieles y desagradecidos.
Muchas mujeres bellas y famosas, seducidas por el dinero y la fama, caen en
laberintos, por la puerta de los magnates, donde las apariencias y los lujos
deslumbran, pero donde es escasa la calidad humana en el sentido de la vivencia de
los valores de la fidelidad, donde el amor huele a celulosa y se mide por la marca
del carro o de la ropa o por las joyas que se portan, donde después de muchos
fracasos y desengaños sentimentales y matrimoniales, renuncian a la compañía del
hombre, que solo les ha pagado con engaños, y deciden dedicar los últimos años de
sus desgastadas vidas a cuidar o proteger animales, en los que encuentran
expresiones de amistad y fidelidad, que no les fue posible hallar en aquellos círculos
fastuosos.
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La situación de violencia y perdida de los valores que se vive hoy en el mundo es
consecuencia de la calidad de los humanos, si fuésemos mejores como personas o
simplemente como seres humanos, el mundo seria mejor indiscutiblemente.
“Ciertamente lo que importa es el modo de ser de cada persona; algunos
sujetos serán borrachos, otros abstemios, aquellos honrados y estos otros
sinvergüenzas, de todo hay en la vida. . .
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¿Cuál es nuestro nivel moral?, o mejor dijéramos: cuál es nuestro Nivel del
Ser?”
“Todas las cosas, todas las circunstancias, que se suceden fuera de nosotros,
en el escenario de este mundo, son exclusivamente el reflejo de lo que
interiormente llevamos.”
He estado observando por este tiempo, (Año 1974), un grupo de gentes que
invadieron un terreno ajeno. Aquí en México tales gentes reciben el curioso
calificativo de "PARACAIDISTAS".
Ser pobre jamás puede ser delito, más lo grave no está en eso, sino en su nivel
de Ser.
Cuál es nuestro Nivel del Ser? Habéis vosotros reflexionado alguna vez sobre
eso? No sería posible pasar a otro nivel si ignoramos el estado en que nos
encontramos.” (1)
En las clases acomodadas, ocurre algo similar, gentes adineradas con magníficas
residencias y muchas amistades, a veces sufren espantosamente por muchos
motivos. Señoras muy distinguidas sufren amargamente por la infidelidad de sus
maridos. Se viven los mismo horribles dramas de la drogadicción, del alcoholismo, la
prostituciòn, que azota a otros sectores. Se sufren por los hijos, los fracasos
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matrimoniales, el bajo rendimiento académico de los hijos, los noviazgos
borrascosos y hasta vergonzosos de los hijas, la agresividad, la violencia
intrafamiliar, el maltrato, etc. Con el agravante que llevan el peso de la apariencia,
sufren en silencio sus graves desgracias.
Si queremos que nuestras vidas cambien, es necesario cambiar interiormente,
“todo cambio interior produce cambios exteriores”
Para mejorar el nivel de ser es necesario mejorar nuestro nivel emocional, lo que
se logra mediante la auto-observación que conduzca a la transformación personal, el
cambio de actitudes, cambio mental, de no ser así, estaremos en el mismo circulo de
la verbalización y de teorización característicos del intelectualismo puro, donde se
conoce mucho de los demás, pero muy poco sobre si mismo.
Es obvio que carecemos de una visión clara e imparcial de nuestro propio
condicionante social. Lo que la gente llama autoconocimiento deriva normalmente
de conocidos expertos, de libros, películas, televisión y revistas, mas que de una
comprensión paciente de nuestros mas hondos sentimientos internos e intuiciones.
Nos proponemos exponer algunos los principios básicos que permitan realizar el
proceso de cambio personal e íntimo, que lleve a una real transformación
psicológica del ser humano, a partir de la auto observación y del auto-estudio del
estado en que cada uno se encuentra, para de esta manera desarrollar la
inteligencia Intrapersonal mencionada por Howard Gardner, psicólogo de la facultad
de ciencias de la educación de Harvard, como “la capacidad correlativa vuelta hacia
el interior”. Es la capacidad de observarse objetivamente para auto conocerse y de
esta forma conocer a los demás y poder actuar en la vida de forma eficiente.
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de los propios condicionamientos mentales, las falsas creencias. Los sufrimientos no
son causados por los demás, son consecuencia de su nivel de ser, de sus
dependencias emocionales.
“Muchas personas creen que no se puede ser verdaderamente feliz sin alguien
que las ame. Tales personas consideran el amor de otro como requisito
indispensable para alcanzar la propia felicidad. Sin embargo, esto no es cierto,
porque convertir el amor que me da otro en un requisito esencial para ser feliz no
es amor, sino que se denomina dependencia.”
“Es indiscutible que siempre tenemos necesidad de los demás, pero cuando
esta necesidad se convierte en un requisito esencial de la propia felicidad es
porque se convierte en un dependencia tan destructiva como pueden ser las
dependencias del alcohol, las drogas o el juego de apuestas. Esta dependencia
significa que la persona no será capaz de asumir la responsabilidad de su propia
vida, que no tendrá confianza en su propio ser y trasladará sus obligaciones, sus
satisfacciones y expectativas de bienestar personal al otro miembro de la pareja.
Por eso es frecuente que estas personas actúen desde el sometimiento, en el
temor de ver su relación amenazada si toman sus propias decisiones”
(.......) “La responsabilidad en el amor tiene que recaer sobre los dos miembros
de la pareja. Ello exige individualidad. La individualidad confiere independencia, y
cuando más independientes somos, más seguros estamos de nuestras emociones
y sentimientos, además que de esta forma nuestros estados de ánimo no estarán
a merced de los otros”
Ford decía: “ Si Ud. dice que puede, tiene razón, y si dices que no puedes también
tienes razón, porque la única limitante eres tu mismo”
No debe confundirse los niveles de ser, con los Niveles sociales. En todos los
niveles sociales existe la escala del nivel de ser, desde lo peor hasta lo mejor. Existe
el amor, el odio, la espiritualidad, la prostitución, la honradez, la corrupción, la
serenidad, la violencia, etc., y estas características definen el nivel de ser.
Existen personas que se reúnen en clubes exclusivos y los que no tienen donde
reunirse, los que viven en las grandes mansiones y los que viven en lugares
inmundos o en casas de cartón, los poderosos económicamente y los que no tienen
qué comer, pero en uno y otro nivel social se encuentran los mismos niveles de
calidad humana o de nivel de ser.
El nivel de ser de cada persona es particular, es único, es individual, y esa es la
base sobre la que se apoyan todas sus relaciones y, está determinado por las
creencias, los temores, las frustraciones, los falsos conceptos sobre sí mismo, toda
esa serie de heridas psicológicas que lleva cada persona dentro, de igual manera
todos aquellos valores y virtudes. Estos estados definen la calidad de sus
reacciones. Definen cómo toma sus éxitos y sus fracasos, la forma de llevar sus
relaciones de pareja, sociales y laborales, la forma de enfrentar sus sufrimientos.
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Entonces, siendo la forma de reaccionar de cada persona, la causa de sus
complicaciones, es obvio que modificando estas causas se modifican los efectos.
Muchas veces nos hacemos la pregunta ¿Cómo es que una persona realmente
culta, inteligente pueda con cierta frecuencia actuar de manera irracional, o estúpida
en sus relaciones de pareja, familiares, laborales, sociales o ecológicas?
La respuesta tiene que ver con su nivel de ser. .
Daniel Goleman dice
“La inteligencia académica tiene poco que ver con la vida emocional. Las
personas más brillantes pueden hundirse en los peligros de las pasiones
desenfrenadas y de los impulsos incontrolables; personas con un CI elevado
pueden ser pilotos increíblemente malos de su vida privada ”.(3)
A los seres humanos se les prepara para ganarse la vida, pero nada se les dice de
la vida misma. Se obtiene el título con muchas ilusiones, y con el falso concepto que
se está “debidamente capacitado” para triunfar, pero la realidad, la mayoría de las
veces, demuestra lo contrario, es decir, que se tienen falencia personales, temores,
ansiedades, etc. que interfieren en las relaciones.
“La inteligencia académica no ofrece prácticamente ninguna preparación para
los trastornos - o las oportunidades - que acarrea la vida. Sin embargo, aunque un
CI elevado no es garantía de prosperidad, prestigio ni felicidad en la vida, nuestras
escuelas y nuestra cultura se concentran en las habilidades académicas e ignoran
la inteligencia emocional, un conjunto de rasgos - que algunos podrían llamar
carácter - que también tiene una enorme importancia para nuestro destino
personal. La vida emocional es un ámbito que, al igual que las matemáticas y la
lectura, puede manejarse con mayor o menor destreza y requiere un singular
conjunto de habilidades. Y saber hasta qué punto una persona es experta en
ellas, es fundamental para comprender por qué triunfa en la vida, mientras otra
con igual capacidad intelectual acaba en un callejón sin salida: la aptitud
emocional es una meta-habilidad y determina lo bien que podemos utilizar
cualquier otro talento, incluido el intelecto puro.” (3)
En este libro se explica la forma cómo complementar el conocimiento intelectual,
elevando el nivel de ser, siendo cada vez más honestos emocionalmente, mediante
acciones de inteligencia emocional que lleven al desarrollo de las habilidades
emocionales, que permitan equilibrar el ser con el saber, que trae como
consecuencia la comprensión.
“Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas también tienen
más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida, y de dominar
los hábitos mentales que favorezcan su propia productividad; las personas que no
pueden poner cierto orden en su vida emocional libran batallas interiores que
sabotean su capacidad de concentrarse en el trabajo y pensar con claridad.” (3)
Aquí, cuando hablamos de éxito, no nos estamos refiriendo al aspecto económico,
que es la forma como se toma en la sociedad actual este concepto, sin importar que
la persona que se dice exitosa, lleve una vida desgraciada, llena de conflictos
personales y familiares. Tal persona es una fracasada.
Hablamos del éxito emocional, es decir sentirse bien consigo mismo, éxito en la
vida familiar, en la vida de pareja. Etc.
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Aprenderemos cómo iniciar el proceso de cambio de la forma de ser y observará
que en la medida que aplica la metodología a la propia vida y va cambiando la forma
de comportarse, se mejora emocionalmente, y se van desarrollando las siguientes
capacidades:
a) Conocimiento de las propias emociones. Mediante la auto-observación se
es capaz de comprender las propias emociones mientras están ocurriendo, y no
identificase con ellas. Esta capacidad de darse cuenta, de reconocer es
fundamental para la comprensión de uno mismo y permite lograr autocontrol los
sentimientos. La falta de esta capacidad es la que hace que se esté a merced de los
demás, reaccionando como títeres a la acción de cualquiera que quiera vernos
enfadados y caemos en las reacciones más absurdas que perturban las relaciones y
la vida, nos convertimos en víctima de las circunstancias.
La metodología de la auto observación, permite una mayor certidumbre con res-
pecto a los propios sentimientos, lo cual nos permite ser mejores guías de nuestras
vida.
b) Dominio de las emociones. El conocer las propias emociones permite saber
como funcionan y desarrollar la capacidad de manejar los sentimientos y
relacionarnos de manera adecuada. Este dominio se fundamente en la
autoconciencia o conciencia de uno mismo. Pero es obvio que para tener
autoconciencia es necesario e indispensable ser capaz de auto-observarse.
c) Auto motivación. Esta capacidad hace que las personas sean mucho más
productivas y eficaces en cualquier relación, sea ésta sentimental, familiar o laboral,
ya que para el dominio y la creatividad es necesario ser capaz de ordenar las
emociones al servicio de un objetivo particular.
d) Reconocer las emociones de los demás. Como consecuencia de las
capacidades anteriores surge la de ser empáticos. La empatía se basa en la
autoconciencia emocional, que se fortalece en la medida que se conocen las propias
emociones.
Como se dijo en párrafos anteriores, todo lo anterior nos lleva a tener la capacidad
de manejar las relaciones de manera exitosa y en consecuencia productivamente
desde todos los aspectos.
El no mejorar emocionalmente, conlleva a que Psicológicamente se mantengan los
mismos mecanismo de reacción y de comportamientos infantiles en los adultos.
Obsérvese por ejemplo las típicas rabietas y las pataletas de algunos “adultos”
producto de la inmadurez psicológica o el juego de algunos cuando conducen en
carretera, que consiste en no dejar pasar al que pide la vía, antes por el contrario,
inician el juego de acelerar cuando se le acercan y desacelerar cuando el contrario
posiblemente mas maduro, decide no perseguir. Eso es típicamente infantil y es
común en las carreteras. O aquel que cuando encuentra el puesto del parqueadero
o estacionamiento de su oficina o conjunto residencial ocupado por otro vehículo,
monta en ira y deja el carro atravesado y con las puertas abiertas obstaculizando el
paso a otros vehículos, y corre energúmeno a poner las quejas en malos términos al
administrador o superior, o busca al subalterno para regañarlo y exigirle que retire
inmediatamente el carro de su puesto, es típicamente infantil, etc. No puede acaso
hacerse lo mismo con una actitud madura, serena, respetuosa y educada?
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El Maestro G.K, el gran sabio, refiriéndose a la forma de defenderse o reaccionar
de cada uno decía: “ El sabio se defiende dando sabiduría y el burro, dando
patadas, escoge como quieres defenderte”
El Trabajo de desarrollar la honestidad emocional mediante la purificación
emocional es un objetivo trascendental que liberará realmente de los conflictos
internos, ya que éstos son los que necesariamente generan conflictos externos en
todo sitio donde tenga que relacionarse con otros seres humanos.
El mejoramiento personal mediante el desarrollo de la inteligencia emocional,
capacita a cada persona para superar el infantilismo psicológico, la forma de
reaccionar automática, los graves conflictos entre lo que soy y lo que debería ser, las
grandes frustraciones motivadas por las falsas creencias o falsos enfoques de la
realidad de la vida, y de esta forma liberarse de los sufrimientos que esto le
producen.
El nivel del cociente emocional (CE) está determinado por la Psicología de cada
individuo.
Se admite fácilmente que se tiene un cuerpo y éste puede gozar de buena o mala
salud, pero no se acepta de la misma manera que se tiene una determinada
Psicología, y que ésta tiene determinado nivel de normalidad o de anormalidad.
La dificultad para admitir que se tenga una determinada calidad Psicológica es la
imposibilidad de verla fácilmente, ya que en nuestra formación vemos y aprendemos
los comportamientos anormales, pero que para cada cual lucen normales, y después
cuesta trabajo reconocer su anormalidad.
Algún día me encontraba en el vestier, después de un partido de golf, y allí había
dos médicos, también en su tarea de acicalarse después del baño, y le decía uno a
su compañero: “Imagínate que Antonio, el anestesiólogo, me dijo que yo debía
cambiar mi comportamiento agresivo y muy ofensivo, ya que me traía dificultades
con mis compañeros de sala de cirugía”. Y luego prosiguió con una gran carcajada,
narrándole a su compañero lo que le había respondido al anestesiólogo: “No puedo
cambiar, porque eso implicaría cambiar de papá y de mamá y cambiarme de
apellido”. Y se reía lleno de satisfacción, queriendo decir que era así, porque así era
su papá y su mamá, y así había sido formado. Yo escuchaba y suspendí la tarea de
secarme los pies y colocarme las medias, para reflexionar, sobre la conversación de
estos dos profesionales de la medicina. Me parecía estar oyendo hablar al ser mas
ignorante, y me decía: si así piensan estos sujetos, si nunca han pensado que
pueden cambiar, de que vale tanta farfolla hablando de la necesidad de la paz en el
mundo, hablando de la corrupción, de la violencia, de la agresividad. Pero.....
también me decía, estos sujetos son hijos de esta sociedad, de este sistema social
corrupto, falso, Hijos de la propaganda, hijos de la televisión distorsionadora de los
valores, hijos de padres que no tuvieron tiempo para dedicarle a sus hijos por los
múltiples compromisos sociales, hijos de los papás y mamas dinero. Me pareció
sencillamente estúpida la respuesta. Vino a mi memoria el caso de la prostituta de la
tienda que queda al frente de una plaza de la ciudad, que está en la ruta hacia mi
casa.
En cierta ocasión me encontraba en el semáforo esperando que cambiara a verde
para continuar, cuando..... oí una gritería mezclada con ruido de botellas y sillas.
Avancé para retirarme prudentemente del sitio y poder observar la escena. Vi
entonces una prostituta, una mujer de aspecto bello, de unos 20 años, de Jean y
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blusa blanca ajustados a su cuerpo, que dejaban apreciar lo armónico de sus
formas. Con vidrio en mano, hacia amagues de lanzarse sobre su compañera de
infortunio, vociferando a todo pulmón palabras soeces y denigrantes y su compañero
de mesa la retenía con fuerza, para evitar una agresión sangrienta. La cosa no paso
a mayores y, luego con rostro pálido y con riptus de agresividad, esta desventurada
dama, se retiró un poco, debajo del árbol que da sombra a los bebedores de la
tienda, y con aire de suficiencia y triunfalismo relataba a las vecinas y vendedoras
de fritos del lugar, todas las vulgaridades que le había gritado a su compañera de
infortunio. Se sentía satisfecha de su proceder. Su actitud le parecía normal y
justificada. Yo miraba y reflexionaba......, lástima que una chica tan bella lleve esta
vida tan desgraciada sirviendo de instrumento sexual a los borrachos, acabando su
vida miserablemente, pero...... desafortunadamente ese es su nivel de ser y mientras
éste no cambie, todo esto le parecerá normal, como al médico de nuestra historia.
Generalmente no se admite de buena gana, que se posea una determinada clase
de psicología o modo de ver la vida que distorsiona la percepción de su realidad, y
que esto crea los conflictos internos y por consecuencia los externos.
Si se le dijese a alguien que no es normal, que está llena de traumas, complejos y
conflictos internos, y que los problemas en sus relaciones se deben a esta
condición, posiblemente rechazaría indignada esta verdad, porque según su
percepción, los otros son los que deben cambiar, por que todo lo que les pasa es
culpa de los demás. Esta persona seguirá viviendo su vida conflictiva, quejándose
de los demás, peleándose con los compañeros de trabajo, con la pareja, en
discordia con los vecinos, con los hijos, etc.
El hecho de no estar bajo tratamiento Psiquiátrico es suficiente para no admitir
fácilmente que la propia Psicología es anormal.
¿Acaso no es anormal, desde el punto de la inteligencia emocional, ser violento?
Iracundo? Agresivo? Miedoso del qué dirán? Orgulloso? Corrupto? Vicioso? Injusto?
Adúltero? Borracho?
Acaso no es anormal, desde el punto de vista de la inteligencia emocional tener
comportamientos contrarios a los principios espiritualistas, llámense como se
llamen? Acaso no es anormal proceder de manera contraria a los principios y valores
que se dice profesar?
En la sociedad actual parece normal la ira, el orgullo, la agresividad, etc., mas
aún, se considera todo eso como necesario y, se dice que es necesario
exteriorizarlo, pero “con control”, afirmación por demás ingenua, si se quiere un ser
humano mejor, un mundo mejor. Estos son conceptos del intelectualismo puro.
No comprender que se tiene una gran cantidad de elementos indeseables en el
interior, tampoco permite imaginar que quien debe cambiar es uno mismo,
cerrándose de esta manera el paso a toda posibilidad de cambio.
Recuerdo como en un curso sobre “Desarrollo del potencial interior”, al que asistí,
dictado por un Psicólogo Clínico, especializado en problemas de pareja, nos decía,
que cuando alguna pareja en vías de separación, decidían hacer el último esfuerzo
para salvar la relación y recurrían a sus servicios, él tenía la costumbre, al comienzo
del tratamiento, de citar a los cónyuges por separado para que cada uno le relatara
la situación, sin la presión de la presencia del otro. Y nos decía: “Cada uno de ellos,
se declaraba la victima, su pareja es la causante del conflicto, su pareja es la bruja
h.p, o el sinvergüenza, el irresponsable, el desconsiderado etc, etc, en conclusión la
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señora era una santa y el señor otro santo”. “Esto en Psiquiatría lo llamamos el
síndrome de la sobreprotección”. Nadie acepta su propia responsabilidad, nadie es
culpable de la situación, sino el otro.
Lo curioso del caso es que cada persona tiene la capacidad de observar y
comprender, que los demás deben cambiar, y más aun, se tiene la capacidad de
identificar qué cosas deben cambiar en las otras personas, pero, cuando se trata de
si mismo no se acepta que sea necesario cambiar, o si lo admiten no hacen nada
para lograrlo, o sencillamente no les interesa.
De otra, parte existen personas que se dan cuenta que ellas deben cambiar, pero
no saben cómo hacerlo y se sienten frustradas en sus propósitos de cambio, y
sufren al darse cuenta que lo que les sucedió ayer lo está viviendo nuevamente sin
proponérselo, y lo que les sucede hoy les sucederá mañana, repitiendo los mismos
errores. Todas las cosas se repiten en su propia vida, lamentan las mismas cosas.
Lo grave es, que esta repetición continuará mientras no cambie el nivel de ser,
mientras no mejore sus emociones, mientras no modifique su conducta. Para
desgracia de los seres humanos, creen que la vida cambiará cambiando de pareja,
de trabajo, de lugar, de jefe, pero, los hechos generalmente le demuestran, para su
infortunio, que se equivocaron de nuevo, y la mayoría de las veces empeora su
situación, y se aplica aquel adagio de: “salieron de Guatemala y se metieron en
Guatepeor” o como dice la canción, “tropezó de nuevo y con la misma piedra”.
Esto lógicamente se debe a que el problema está dentro de la misma persona y
no en ninguna otra parte ni en ninguna otra persona, de allí que donde vaya, tendrá
los mismos problemas, creará los mismos conflictos.
Mucha gente que quiere cambiar, no sabe dónde o en qué dirección hacer los
esfuerzos o está haciendo esfuerzos en direcciones equivocadas. Es importante
exponer una metodología con los conceptos fundamentales para iniciar un cambio
personal real.
Para que el desarrollo de la raza humana sea integral, éste se debe procesar en
dos direcciones: una en el sentido de las emociones (CE) o del SER y otra en el del
intelecto (CI) o del SABER.
Para que el desarrollo se opere correctamente, éstos (Saber y Ser) deben avanzar
de manera equilibrada. Si no se realiza de esta manera, llega el momento en que el
desarrollo equilibrado se detiene y el predominio exorbitante de una línea sobre la
otra, conduce a comportamientos distorsionados. En el Primer caso, surgen los
bribones del intelecto, los prepotentes ilustrados que equivocadamente creen que
todo lo saben, que tanto abundan en esta sociedad caracterizada por el predomino
de las apariencias y la hipocresía, allí se aplica la frase “ son tan ignorantes que no
saben que no saben”, contrario a la posición del sabio griego que expresaba “solo
sé que nada sé”; y en el segundo caso aparecen, lo que se conoce como, los tontos
inteligentes o los “santos estúpidos”, gente de valores pero que no saben como
manejar sus virtudes o qué hacer con ellas, y muchas veces hacen daño o cometen
imprudencias con su comportamiento tonto. Se necesita equilibrio.
Se entiende fácilmente lo que es saber, lo que es el conocimiento intelectual, y se
reconoce la posibilidad de diferentes niveles y calidades de saber, pero esta misma
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comprensión no se aplica al conocimiento emocional. No se ha enseñado, lo que en
el conocimiento antiguo era normal, que la comprensión emocional tiene diferentes
niveles y categorías. En Occidente, es normal que se posea un vasto conocimiento
intelectual, que se pueda ser un gran sabio en lo intelectual, autor de libros, un
científico que haya hecho progresar la ciencia y, sin embargo ser un pobre ser, lleno
de conflictos internos, egoísta, discutidor, envidioso, borracho, corrupto, distraído,
etc, etc, etc. Cuando el conocimiento intelectivo excede en alto grado al nivel de ser,
aquél se vuelve teórico y abstracto, inaplicable a la vida, mas aún, puede tornarse
nocivo, porque en lugar de servir a la vida y ayudar a la gente en su lucha contra sus
dificultades, tal saber comienza a complicarlo todo, y no puede sino aportar nuevas
dificultades, nuevos problemas y calamidades que antes no existían. Es el tipo de
saber que implica saber mucho de una cosa, con la ignorancia de otra, es el saber
del detalle con la ignorancia del todo, el saber de la forma ignorando la esencia.
Este tipo de conocimiento se puede observar en la cultura actual y se denomina
“vano intelectualismo” y su característica es que el valor y la importancia del nivel
del ser están completamente olvidados. El exagerado desarrollo del CI por
encima del CE es el que ha determinado las actitudes de moda en la sociedad
moderna, que ha hecho perder la sensibilidad a lo ético. No se siente vergüenza del
lamentable nivel de ser, ni de la desastrosa calidad de las emociones. Ni siquiera se
comprende lo que esto significa. De allí que se recurra a máscaras para exigir la
respetabilidad que no se merece, se exigen títulos honoríficos que representan lo
que no se tiene. Se discrimina y se critica horrorosamente aquello que en el fondo
se es, buscando notoriedad. Se desprecia a los demás seres humanos, quizá con
mejor nivel de ser, de mejor calidad ética, por no tener bienes o posiciones. Se
observa normalmente como el ser más corrupto y despreciable, pero con dinero y
poder, se siente halagado cuando se le califica de honorable, cuando debiera sentir
vergüenza.
Se consideraba por la sociedad contemporánea hasta hace poco, que el
saber no tenía nada que ver con el desarrollo emocional y se le daba una total
importancia al conocimiento intelectual(CI), pero los hechos le demostraron a los
Psicólogos modernos que aquél no era todo.
“Uno de los secretos a voces de la psicología es la relativa incapaci dad de las
notas, el CI o las pruebas de aptitud académica (SAT) —a pesar de la mística
popular— para predecir de manera infalible quién tendrá éxito en la vida. Por
supuesto, existe una relación entre el CI y las circunstancias de la vida para los
grandes grupos en conjunto: muchas personas con un CI muy bajo terminan
haciendo trabajos domésticos, y aquellas que tienen un CI elevado suelen tener
trabajos bien remunerados... aunque en modo alguno ocurre siempre así.”
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El Trabajo de transformación Psicológica se da como conocimiento intelectivo y
así ha de ser aprendido, de la misma manera que se aprende cualquiera otra clase
de conocimiento, lo cual exige tiempo y esfuerzo, pero durante el aprendizaje y la
práctica, ese conocimiento debe transformarse gradualmente en el conocimiento de
sí mismo que tiene un sabor emocional característico y que solo sabe quien lo
experimenta y no se puede transmitir.
Podemos afirmar que existen dos ciencias: la del conocimiento externo, que exige
que otros le prueben la veracidad de los contenidos; y la del mundo interior y cuyos
aspirantes no exigen pruebas, sino procedimientos, para cada uno probar en sì
mismos, y los resultados de las comprobaciones son de tipos emocional, íntimos,
corresponden a conquistas del espíritu. Nadie que conozca de esto le pide a otro
que le revele sus intimidades psicológicas o espirituales.
De otra parte, es fundamental entender que el crecimiento de la comprensión
emocional no será posible mientras el nivel de ser de la persona no cambie, esto
quiere decir, que en la medida que se mejora el nivel ético de la persona, se mejora
el nivel de comprensión emocional, y entonces comienza a sentir que las actitudes
que antes le parecían normales, van luciendo anormales a su nuevo nivel de
comprensión. Es el sentimiento que advertiría la prostituta de la historia anterior, al
despertar a su triste realidad, y comenzaría a sentir hastío y fastidio y hasta repudio
de la vida que lleva. Se daría cuenta, en su nuevo estado de comprensión
emocional, que lo que antes le parecía normal se torna a su nuevo sentimiento:
anormal. Esto la llevaría a tomar acciones para salir del antro en el que vive. En
caso contrario le seguirá pareciendo normal vivir de esa manera. Lo mismo le
pasaría al médico del vestier, se percibiría a si mismo ridículo diciendo lo que dijo, y
esto lo llevaría a no expresarse de esa manera.
Es necesario un desarrollo paralelo del Ci (el saber) y del Ce (ser), es decir que
para llegar a la comprensión, es preciso estudiar la teoría y aplicarla a sí mismo(a)
( no a los demás) , es indispensable que se trabaje sobre el propio ser, o sea, sobre la
forma de ser de cada uno, sobre su nivel emocional, para elevarlo.
Se dice que, para poder tener posibilidad de éxito, la gente que incursiona en este
tema, debe tener un nivel de inteligencia emocional semejante al del buen Amo de
Casa y debe ser un buscador de algo; o sea gentes que no creen realmente en la
vida y que sienten que debe haber algo más allá de lo rutinario y que su existencia
en este planeta ha de tener otro significado, distinto al de: nacer, crecer,
reproducirse, hacerse millonario o famoso y morir, y que después de la muerte, se
va para el cielo o el nirvana o para el infierno o averno, o que sencillamente cuando
muere se acaba todo y que no sigue nada, pero esas creencias de nada han servido
para mejorar el mundo. Como se sabe, aquella concepción de infierno y cielo, como
lugares de sufrimiento o de felicidad que se predicó y defendió por 2000 años y en la
que se creyó, se juzgó, se persiguió e inmoló a otros, fue rectificada por el Papa
Juan Pablo II, en el sentido que el cielo y el infierno no son lugares, sino estados de
conciencia. ¿Qué será de los que pasaron su vida de forma mecánica y murieron
creyendo en esta concepción, estarán en el cielo o el infierno?
La comprensión es la conjunción del criterio emocional y el intelectual. Aquí no nos
referimos a la comprensión de conceptos técnicos o científico, nos referimos a la
compresión y transformación de las propias impresiones que recibimos en la vida.
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Referencias Bibliográfícas:
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