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Caos global: todo es causal
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Ebook432 pages5 hours

Caos global: todo es causal

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About this ebook

Recopilación de textos publicados en la revista underground Rage entre 2013 y 2017. Incluye artículos de opinión, comentarios de actualidad de la época, reseñas de películas de referencia y crónicas de vida. Todo está relacionado entre sí, dando cuerpo al concepto de Caos global: Todo es causal.

El autor ve una maléfica mano negra tras los eventos mundiales, a la que Danny Casolaro llamó 'The Octopus', un gobierno internacional en la sombra, un Estado Profundo dentro del Estado, cuyos designios parecen ser el advenimiento del llamado Nuevo Orden Mundial, transfigurado hoy en la Agenda 2030.

LanguageEspañol
Release dateApr 20, 2023
ISBN9798223119579
Caos global: todo es causal

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    Caos global - Tiberia Editorial

    Madezherizel

    Imagen

    TIBERIA

    © 2020 Madezherizel

    Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright.

    Primera edición: 2020

    Tiberia editorial

    Diseño de cubierta: Madezherizel

    Impresión: KDP

    ISBN: 9798656060479

    Ficción narrativa. Todos los hechos y personajes de la presente recopilación son fabulados. Cualquier semejanza con personas o instituciones reales son una mera coincidencia. Las opiniones descritas en él no tienen por qué corresponderse necesariamente con las del autor.

    Todos los derechos reservados.

    Contacto: TiberiaEditorial@protonmail.com

    CONTENIDOS

    Prefacio  11

    Charlie Manson, el amigo de los niños  15

    LSD: La Semilla del Diablo  31

    Maus. Relato de un superviviente  47

    Sitges Enhanced  51

    Osho. Enemigo público número uno  69

    La cosa y Lacan  89

    Bajtin y Rabelais en Carne para Baal  95

    El culto a The Wicker Man  101

    ¿Deseamos la muerte de nuestros padres?  107

    A-Coppola-lypse Now  111

    Thomas Hoepker y la foto de la discordia  117

    Maninfecto Rager  121 

    Limbo  129

    Hamburgo y el Rock ’n’ Roll  139

    Fetichismo de pies y canibalismo atávico  145

    Lo fantasmático en el sexo y desconexión de la realidad  151

    Contracultura de ayer y hoy  155

    Gregarismo 2.0  163

    El imperio del caos  169

    Corpus Aegrus  173 

    Gracias por la a(di)cción  179

    If... A Clockwork Orange was A Lucky Man  187

    El ojo ausente del mal  193

    No disparen al mago  197

    Donde acaba el arcoíris  203

    El ejército perverso de Santa Claus  211

    Más allá del valle de las muñecas  217

    El fin de año de RAGE en la montaña  233

    ¿A quién va usted a creer? ¿A mí o a sus propios ojos?  239

    11-Meme  247

    Besa el suelo y muerde el polvo  261

    No os fiéis demasiado del color  267

    ¡Es una bruja!  275

    El barco de los locos  285

    Se A Cabo  295

    Exterminad a todas las bestias  323

    Unboxing  333

    Maninfecto Rager Vol. II: Pensamiento rúnico  337

    El futuro es ahora  345

    El Gran Pan ha muerto  461

    A Paulina.

    Estas cosas nunca sucedieron;

    existen desde siempre.

    Salustio

    PREFACIO

    Caos global recopila una serie de textos publicados en la revista RAGE entre 2013 y 2017. Echando la vista atrás se advierte cierta precognición en ellos, interrelacionados entre sí, de la distopía que estamos viviendo actualmente. El despreciable término «postverdad» se ha hecho tristemente popular y parece querer dominar nuestras vidas, haciéndonos creer que la verdad ha dejado de existir, en el comienzo de la década de las emociones a golpe de «fake news». La realidad ha superado con creces a la ficción. Tras la inesperada victoria de Trump se produjo un contraataque anónimo en Internet, de la mano de Qanon, contra los impulsores del globalismo con la intención de drenar el pantano del Estado Profundo global. A estos autistas armados únicamente con un repertorio de memes se les ha atacado desde la prensa –auténtica factoría de las noticias falsas– y sus resortes como peligrosos conspiranoicos de extrema derecha que adoran a la rana Pepe.

    Vemos cómo el Leviatán se resiste a morir y, en su desesperada y frenética lucha, difunde operaciones psicológicas militares globales como el Covid-19 para confinar a los pueblos, asesinar a los ancianos en las residencias e imponer el bozal obligatorio en la «nueva normalidad» de la agenda 2030 como símbolo de sumisión. O provoca disturbios del grupo terrorista Antifa, el Gladio 2.0 de izquierdas de la OTAN, que ha tapado, por desgracia, el terrible Expediente Royuela sobre el caso Mena. En el caos global de la colmena humana todo es causal, y esta recopilación lo demuestra con su amor por la Verdad.

    ––––––––

    Madezherizel, 22 de junio de 2020

    Los telespectadores son

    una caterva de gilipollas.

    Charles Manson

    CHARLIE MANSON, EL AMIGO DE LOS NIÑOS

    Versión extendida

    20-IX-2013

    C

    harles Milles Manson ha pasado 44 años en prisión acusado de asesinar a la que fuera mujer de Roman Polanski, Sharon Tate, en 1969. Tildado de sanguinario asesino en serie por los medios, Charles ha ofrecido incontables entrevistas posteriormente editadas y manipuladas por los medios en busca de sensacionalismo, con el objetivo de justificar el mito que los propios medios de comunicación crearon en torno a su figura.

    El mito creado por los medios

    La versión oficial encuentra en la infancia de Manson un pilar sólido contra él. De padre biológico desconocido y abandonado por su madre adolescente, comenzó pronto a delinquir para sobrevivir. Pasó por orfanatos, reformatorios católicos, y entró y salió de las cárceles de todo el país hasta que en 1967, en pleno Verano del Amor, se asentó en el Spahn Movie Ranch, una de tantas comunas de la contracultura que proliferaban en la California de la época.

    A mediados de 1969, la no siempre apacible vida de sexo, drogas, música, trapicheos y tareas rutinarias en la comuna comienza a irse al traste después de que el 1 de julio Charlie disparara al traficante Bernard Lotsapoppa Crowe, durante una compraventa de droga auspiciada por Charles Tex Watson y su novia Rosina Luella Kroner.

    El 25 de julio de 1969, Bobby Cupido Beausoleil mata a puñaladas a Gary Hinman porque éste, según la versión oficial, no quería entregarle el dinero de una herencia recién recibida.

    La madrugada del 8 al 9 de agosto de 1969, Charles Tex Watson, Susan Sadie Atkins, Linda The Witch Kasabian y Patricia Big Patty Krenwinkel se dirigen al 10050 de Cielo Drive, zona residencial de las celebridades de Hollywood en las afueras de Los Angeles. Allí asesinan a Sharon Tate, Jay Sebring, Wojciech Frykowski, Abigail Folger y a Steven Parent.

    El 10 de agosto de 1969, a los cuatro asesinos de la noche anterior se suman Leslie Lulu Van Houten y Steve Clem Grogan y Charles Manson. La versión oficial no ofrece una motivación creíble por la que todos se dirigen hasta el 3301 de Waverly Drive y allí asesinan a Leno y Rosemary LaBianca.

    El 12 de agosto de 1969, el LAPD informa a la prensa de una  posible conexión entre ambos crímenes, pasando a ser conocidos mediáticamente como el caso Tate-LaBianca.

    En diciembre de 1969 todos los sospechosos están ya bajo arresto. La policía había asaltado el Spahn Movie Ranch el octubre anterior y detenido a todos los apestosos greñudos, excepto a Charles Tex Watson, el asesino principal, que había huido a su Texas natal.

    La acusación, a cargo del fiscal Vincent Bugliosi, se basó en un libro escrito por él mismo junto a Curt Gentry llamado Helter Skelter, donde, supuestamente, desvelaba con detalle los verdaderos hechos del caso Tate-LaBianca.

    ––––––––

    Helter Skelter

    Helter Skelter no es sólo una de las canciones pioneras de rock duro compuestas por The Beatles, sino también, el detonante de los crímenes de Manson y La Familia, según el fiscal Bugliosi. Supuestamente, Manson creó un grupo de esclavas sexuales y asesinos satánicos a través del lavado de cerebro. El método utilizado para ello era el LSD, el sexo, el White Album de The Beatles y una mirada que los medios califican de hipnótica. Esta secta hippie, conocida como La Familia, sería la encargada de llevar a acabo los designios de su líder, que consistían en iniciar una guerra racial entre negros y blancos por medio de tenebrosos asesinatos rituales. Los asesinos dejaron escrito con la sangre de sus víctimas en paredes y puertas RISE, DEATH TO PIGS, y HEALTER [sic] SKELTER, así como grabado en la carne de Leno LaBianca la palabra WAR.

    Otras fuentes difieren de las motivaciones, esgrimiendo que Manson estaba furioso porque el productor musical Terry Melcher,  hijo de Doris Day, había rechazado producirle un disco. De modo que, a pesar de que sabía que Melcher no vivía en el 10050 de Cielo Drive desde hacía al menos un año, envió allí a sus zombies asesinos para que acabaran con Melcher. Un sinsentido. Esta teoría absurda e inconsistente, fue el pilar fundamental por el que Manson fue condenado a muerte, no por el cargo de asesinato sino por el de conspiración, es decir, por instigar a otras personas a matar por él.

    La única organización conocida que experimentó con LSD para crear asesinos bajo hipnosis fue la CIA durante los años 50. A finales de aquella década, el método fue rechazado por no proporcionar resultados satisfactorios. Los individuos que enloquecen durante un viaje de ácido lo hacen cuando se resisten a dar el Salto al Abismo (la muerte del ego). Psicodélico significa mente manifiesta, es decir, cuando los miedos inconscientes se manifiestan y parecen reales. Lo que perseguía la CIA experimentando con drogas en el proyecto MK-Ultra era algo completamente distinto. Pero por lo visto, la única persona del mundo capaz de programar asesinos a través del ácido y la música fue Charles Manson, y no una agencia de presupuesto multimillonario como la CIA.

    Todos los medios sensacionalistas hablan de extraños poderes hipnóticos en la mirada de Manson. ¿No pudo usar estos supuestos poderes para convencer al jurado y al juez de su inocencia? No, porque simplemente Manson no tenía poder alguno para hacer que nadie matara por él, ni lo descrito en Helter Skelter por Bugliosi tiene verosimilitud alguna. A finales de los años 60, en una sociedad ingenua como aquella, podría resultar creíble pero hoy no.

    La fiscalía ofreció a Linda The Witch Kasabian inmunidad total a cambio de una acusación formal, a pesar de haber participado activamente en los asesinatos. Fue la única absuelta gracias a este trato con la justicia. A Manson le ofrecieron pasar tan sólo un año y medio en la cárcel a cambio de declararse culpable de los asesinatos. Nunca aceptó.

    Además de ser líder de su propia secta bautizada por los medios como La Familia, Manson supuestamente pertenecía a la funambulesca Iglesia de Satán fundada por Anton LaVey en 1966, a El Proceso y Iglesia del Juicio Final, una escisión de la Cienciología, y a la Hermandad Aria. Desconocemos de dónde sacaba Manson tanto tiempo para asistir a las tenidas de las logias entre las idas y venidas de la cárcel por delitos menores, su estancia por diversas comunas de la contracultura de los 60, el sexo, sus pequeños conciertos de guitarra y su concienzudo trabajo de programación mental en pos de una guerra racial. Por lo visto, Manson tenía el don de la ubicuidad y podía estar en varios lugares al mismo tiempo.

    Psicópata y perturbado

    A menudo los medios de comunicación tildan a Manson de asesino en serie, asesino de masas, psicópata, demente o perturbado. Para resultar creíbles, los periodistas deberían saber y comprobar sobre qué están escribiendo. El doctor Robert D. Hare, autoridad en materia de psicopatía, deja claro en su libro Sin Conciencia que un psicópata no es un enfermo. Un psicópata miente para librarse de un posible castigo a corto plazo, sin importarle incurrir en inconsistencias. Manson, por el contrario, siempre ha mantenido su versión de los hechos, la misma desde hace 44 años: que él no mató a nadie y que no instigó a nadie a que matara por él. ¿Qué necesidad tendría de seguir mintiendo después de más de cuatro décadas? De hecho, la sentencia le da la razón. Está acusado de conspiración por instigar a otros a matar por él, no por asesinato. Es más, Doris Tate, la madre de Sharon Tate, en entrevistas concedidas a Bill Nelson y al infame Geraldo Rivera, afirma que Manson no fue condenado por asesinar a mi hija ni al resto y sé que él no lo hizo. Fue inculpado por ello y los únicos que deberían haberlo sido eran Tex Watson y Susan Atkins. Sólo con esta declaración de Doris, que estudió el caso de su hija durante años, deberíamos comenzar a plantearnos si todo lo que nos han contado sobre Manson y sus seguidores no ha sido más que una gran mentira, un cuento de miedo para aterrorizar a los niños. Para aterrorizarnos a todos.

    Nikolas Schreck: atando cabos

    El músico y escritor Nikolas Schreck así lo afirma en su muy recomendable libro The Manson File, una exhaustiva investigación de mil páginas sobre la cara oculta del caso Tate-LaBianca. Según el autor, el caso Tate-LaBianca está ligado al tráfico de estupefacientes y a actividades criminales que tuvieron lugar en el 10050 de Cielo Drive. Frykowski, amigo de Roman, traficaba con drogas a gran escala en la casa de los Polanski, algo que a Sharon Tate le disgustaba y esperaba que su marido lo echara pronto de casa, según reveló Doris Tate.

    Manson sabía que Frykowski y Sebring habían vendido a Tex y Kasabian una partida defectuosa de MDA o tenamfetamina, conocida como la Píldora del Amor, y sabía que la pareja, en venganza, planeaba ir a la casa de los Polanski para robar un alijo de droga porque conocían dónde la guardaban.

    Los medios de comunicación suelen omitir que todos los residentes del Spahn Movie Ranch habían asistido a fiestas (orgías y drogas) en el 10050 de Cielo Drive en numerosas ocasiones, cuando Terry Melcher, a quien supuestamente buscaba Manson para vengarse por su negativa a producirle un disco, vivía allí antes de que Roman y Sharon se mudaran en febrero de 1969. Estos hechos, más oscuros y políticamente incorrectos, coinciden de pleno con la versión de Bobby Beausoleil, quien nunca se consideró miembro de La Familia ni tenía especial interés en residir en el Spahn Movie Ranch. Dice Beausoleil que su intento de acercamiento a los motores de los Los Ángeles del Infierno fue el motivo de matar a Hinman. Beausoleil hizo de intermediario en una compra de mescalina por parte de los moteros a Hinman, para ganarse el favor de éstos. Pero Hinman le vendió mil dosis de estricnina en lugar de mescalina. Los Ángeles del Infierno cayeron enfermos y, famosos por sus brutales reacciones, pidieron cuentas a Beausoleil dándole una paliza, quien fue a pedir a Hinman que le devolviera el dinero. Ante la negativa de Hinman, Bobby le apuñaló hasta la muerte durante una pelea.

    Como el propio Manson afirma, todo lo ocurrido en el caso Hinman y en el caso Tate-LaBianca fue un asunto de tráfico de estupefacientes de alto nivel y ajustes de cuentas. Un asunto de los bajos fondos en el que se había implicado gente que desconocía ese mundo, gente de Hollywood. Cuando Bill Murphy preguntó a Manson sobre Hinman, éste respondió que Hinman era un confidente del gobierno que jugaba a dos bandas y que en los bajos fondos uno debe estar dispuesto a todo si no cumple honestamente en los negocios. Lo que comúnmente se conoce como la Ley de la Calle.

    Al respecto, Beausoleil se pronuncia en una entrevista concedida a la revista francesa Best:

    Best Magazine: ¿Cómo era la relación entre Charles Manson y Sadie Atkins?

    Bobby Beausoleil: Su relación era, por así decirlo, un poco distante. Sadie no se relacionaba mucho con la gente del Spahn Ranch, de modo que si Manson la hubiera enviado a hacer algo, se podría haber pasado dos o tres semanas fuera.

    BM: ¿Pero no era la chica favorita de Charlie?

    BB: En realidad Sadie y Manson no se llevaban muy bien. Hubo muchas peleas en el rancho directamente relacionadas con sus engaños [de Sadie] para sacarle el dinero a la gente.

    BM: ¿Con quién se peleó?

    BB: Cuando Manson la enviaba fuera unas semanas, siempre volvía a él con un grupo de moteros encabronados tras ella dispuestos a cortarle la garganta. Un par de veces Manson tuvo que mediar entre ellos y algunos salieron mal parados por los juegos de Sadie.

    BM: Entonces, ¿Sadie era conocida por ser problemática? 

    BB: Sadie era conocida por ser muchas cosas. Era una persona muy poco fiable y ese, entre otros, es el motivo por el que Manson y ella nunca se llevaron bien. Él despreciaba a la gente como ella. A los mentirosos.

    Según Schreck, Frykowski era un exiliado de la Polonia soviética que, inexplicablemente, pudo entrar en los Estados Unidos sin el visado correspondiente en plena Guerra Fría. El FBI sospechaba de que podría tener conexiones con ciertos servicios de inteligencia, ya que él mismo conocía exiliados polacos que trabajaban para la CIA, algunos de los cuales murieron en circunstancias no aclaradas. El FBI preparaba una redada para cazar a Sebring, Leno LaBianca y Joel Rostau, todos envueltos en operaciones de lavado de dinero a gran escala, cuyo rastro llevaba hasta los estudios Paramount.

    Cuadrando el círculo

    Manson no mató a nadie. De hecho, no está acusado de asesinato sino de conspiración, es decir, de mandar a otros matar por él. Recordemos que los niños asesinos del caso Tate-LaBianca eran mayores de edad y, si es que alguien les hubiese pedido matar, eran libres de elegir no hacerlo, es decir, que ellos eran responsables de sus propios actos.

    Linda Kasabian obtuvo inmunidad total a cambio de su testimonio. Hoy sigue en libertad como testigo protegido a pesar de su participación en Cielo y Waverly Drive las noches de los crímenes. Manson no estuvo en ninguno de los escenarios durante los crímenes y continúa en prisión después de 44 años.

    Los medios se refieren a Manson como asesino en serie y asesino de masas con la innata habilidad diabólica de manipular a incautos para convertirlos en sus seguidores. La gente repite continuamente esta historia, no porque lo piensen sino porque es lo que les dicen que deben pensar. Existe una industria del crimen en los propios medios de comunicación que manipula la realidad para extender el miedo y crear mitos terroríficos como el de Charles Manson.

    A Manson se le denegó un careo con el resto de los acusados y no se le permitió llamar a testigos ni a defenderse a sí mismo, derechos defendidos por la Constitución de Estados Unidos. De ahí que continuamente en todos sus escritos y entrevistas exija que se le devuelvan sus derechos. Tampoco se le permitió salir bajo fianza para preparar el caso ni obtener una transcripción del procedimiento judicial.

    El tribunal no hizo lo posible para evitar el sensacionalismo y que se prejuzgara a Manson antes del juicio. De hecho, casi un año antes de la sentencia final, Richard Nixon declaró ante la prensa que Manson era, claramente, culpable. Aunque después se retractó, el daño ya estaba hecho.

    Manson no estaba obsesionado con The Beatles. Como él mismo afirma en las entrevistas, ni siquiera le gustaban. La suya era la generación de Bing Crosby. De hecho, las canciones acústicas que ha grabado en prisión son de corte folk, algunas de ellas en español. Si hubiese estado obsesionado con The Beatles, su amigo íntimo Dennis Wilson, batería de los Beach Boys, podría haberlos presentado.

    Los medios continúan haciendo dinero con la imagen de Charles Manson, etiquetado de asesino en serie, asesino de masas, manipulador, satánico, el Mal encarnado, músico frustrado, etc. Cada vez que su rostro aparece en los medios es como una justificación de su condena, tomando frases o palabras sacadas de contexto e imágenes editadas para continuar con la farsa del Caso Manson. A menudo se le acusa de actuar como un loco, de sobreactuar o de estar a la defensiva con los entrevistadores. Manson es una persona inteligente y se ha dado cuenta de que está condenado de por vida por unos crímenes que no cometió, que tiene en contra suya al mundo entero gracias a la maquinaria propagandística del Sistema, por eso la única salida es meditar y tomarse con humor todo lo que se dice sobre él, sin conocerle ni a él, ni a su pasado, ni a sus circunstancias. Si las masas esperan que actúe como un loco, es lo que hace. Cuando está a la defensiva con prostitutas intelectuales como Geraldo Rivera o Tom Snyder lo hace porque es consciente de que no están ahí en busca de la verdad ni para escucharle, sino para hacer negocio con el crimen, para tergiversar sus declaraciones y hacer el juego que el Sistema necesita: el miedo. Alguien con miedo es alguien obediente.

    Otro caso atribuido a La Familia ocurrió en 1970, cuando la prensa anunciaba que un grupo de hippies enloquecidos había asesinado a una madre y a sus dos hijas dejando escrito con sangre el ácido es enrollado, matemos a los cerdos. Años después se demostró que el asesino fue Jeffrey R. MacDonald, médico militar que decidió acabar con la vida de su mujer e hijas. El miedo es el mejor negocio del Poder. El Sistema no resuelve los problemas, los deja atrás, como diría el filósofo George Santayana. Pero además se lucra del crimen que fomenta a través del castigo.

    Manson es un espejo, reflejando una situación y respondiendo ante ella. Lo que digas sobre él, lo dices sobre ti. Si lo juzgas, mientes. Si lo ves, te ves, porque él es un espejo. Charlie es un rebelde, renuncia a los valores y a la moralidad hipócrita impuesta por el Sistema. No encaja en el Sistema porque es un individuo, y las leyes actúan contra los individuos y a favor de las multitudes, de los colectivos, de las masas. ¿Orden, ley, justicia? Palabras biensonantes tras las que se escudan los auténticos criminales.

    Manson es el Buda de nuestro siglo. Al despedirse de Geraldo Rivera, le dijo podría pedir tu cabeza en una caja si quisiera. No lo haría, sólo digo que podría hacerlo en tanto en cuanto tú podrías hacerlo con la mía. Como en el dicho tibetano, Si por el camino te encuentras a un Buda, córtale la cabeza.

    Debemos acercarnos al Caso Manson desde nuestra propia perspectiva usando el pensamiento crítico, contrastando fuentes y no dejarnos invadir por el terror que el Poder, a través de sus altavoces mediáticos, infunde en nuestras mentes. Dudar de lo que nos han contado desde hace más de 40 años no significa convertirse en un seguidor ni en un partidario de Manson, así como tampoco en un teórico de la conspiración. Lo que la neolengua orwelliana llama conspiranoicos son los auténticos escépticos.

    En el caso Manson existe una mayoría de los que se autoproclaman despiertos o escépticos que toman como verdad absoluta lo aceptado oficialmente y niegan rotundamente, echando mano de la demagogia si es preciso, a cualquiera que ponga en marcha el pensamiento crítico. A los que cuestionan el oficialismo es a los que llaman peligrosos.

    La gran pregunta es: ¿habría trascendido un crimen relacionado con ajustes de cuentas entre camellos y traficantes si una de las asesinadas no hubiera sido la mujer de un afamado director de Hollywood?

    Charlie Manson es el amigo de los niños, el Adán u hombre sin infancia, como demuestra en sus recuerdos de cuando tenía 12 años y vivía en un orfanato:

    Una noche noche de tormenta atravesaba uno de los períodos de mayor soledad de mi vida. Tumbado en la cama, mi tristeza y autocompasión eran tan fuertes que no podía dejar de llorar. Me levanté y fui a la ventana a mirar la noche oscura y lluviosa. Me quedé allí un rato, llorando, deseando una vida distinta a la que estaba viviendo. Al final me arrodillé y le recé a Dios con toda mi pasión. Mi oración podría parecer egoísta porque sólo pedía por mí. No pedía riquezas y otras cosas por las que la gente pueda rezar. Pedía que alguien me amara lo suficiente como para necesitarme.

    Manson en la actualidad

    Charles Manson continúa en la prisión californiana de Corcoran a sus 78 años tras serle denegada continuamente la revisión de su caso y la libertad condicional. Se encuentra sentenciado a cadena perpetua puesto que la pena capital fue abolida en California en 1972.

    ATWA, siglas de Air, Trees, Water and Animals, es el movimiento que se encarga no sólo de concienciar sobre la importancia de no destruir nuestro entorno, sino también de informar sobre las inconsistencias del Caso Manson.

    ¿Y sabéis qué pasará? Que Manson morirá en la cárcel y con tiempo se descubrirá que en realidad tenía razón y que se cometió una injusticia con él. Y para eso es posible que no falte mucho.

    No tengas a tu alrededor

    A nadie que no te guste.

    Hunter S. Thompson

    LSD

    LA SEMILLA DEL DIABLO

    La Semilla del Diablo y la cara oscura de Hollywood

    L

    a película de 1968 Rosemary’s Baby (La Semilla del Diablo o LSD en España) es una de las producciones de Roman Polanski más escalofriantes y aclamadas. En ella se describe la manipulación de una joven por parte de un grupo oculto de la alta sociedad con el objetivo de hacer llegar el Anticristo al mundo. La inquietud que transmite la película no tiene que ver ni con la sangre ni con gore sino con una premisa realista que fuerza al público a reflexionar en la posibilidad de la existencia de sociedades secretas entre la élite. Sin embargo, son los extraños sucesos que en la vida real rodearon a la película lo que marcó definitivamente el final de los años 60. Menos de un año después del estreno de La Semilla del Diablo, Sharon Tate, esposa de Roman Polanski, director de la película, era asesinada junto a varias personas. Los medios de comunicación culpaban a una supuesta secta, conocida como La Familia cuyo líder era un vagabundo llamado Charles Manson. Este suceso brutal trajo consigo el fin del fílmico buen rollo de los 60 y muchos historiadores lo consideran como un punto de gran relevancia en Estados Unidos.

    Rosemary’s Baby

    La película es una adaptación de la novela de Ira Levin que apareció un año antes. A pesar de la inexistencia de imágenes de sangre o vísceras, La Semilla del Diablo es considerada una de las mejores películas de terror de todos los tiempos junto al Exorcista y La Profecía. La pavorosa naturaleza de esta película no se debe a sus efectos especiales sino a su argumento realista de terror psicológico. La historia comienza en un edificio real, el Dakota, que tiene una larga reputación de atracción de elementos de la alta sociedad neoyorquina. El grupo de satanistas no se compone de brujas estereotipadas con verrugas en la nariz sino por simpáticos vecinos, médicos de prestigio e individuos distinguidos. Son elegantes, racionales e inteligentes, y tienen contactos con gente importante. Los métodos de manipulación son también extremadamente realistas, haciendo pensar al espectador si eso también le podría pasar a él... si viviese en Nueva York y fuese rico, claro.

    El escenario

    La película comienza con una panorámica del skyline de Nueva York, mostrando las azoteas de los edificios hasta detenerse en el prestigioso Edificio Dakota (Bramford, en la película), conocido por ser el hogar de la aristocracia de dinero viejo neoyorquina, así como el resto de edificios del Upper West Side. También ha sido hogar de actores, cantantes y escritores famosos. En la película se rumorea que el Bramford fue protagonista de numerosos sucesos extraños relacionados con asesinatos rituales y magia negra. Adrian Marcato, un hombre rico practicante de brujería, casi resultó muerto en la entrada del edificio. Unos años después, John Lennon, que vivía en el Dakota, era asesinado frente a la entrada.

    La joven pareja

    Rosemary (Mia Farrow) y Guy Woodhouse (John Cassavetes) son una pareja de jóvenes que buscan un piso para alquilar en el Bramford. Guy es un actor incapaz de obtener reconocimiento o papeles importantes y no tiene más remedio que aparecer en degradantes anuncios publicitarios de televisión para ganar dinero. Rosemary es una delicada y tímida chica rural con una estricta educación católica. El nombre Rosemary (María Rosa en español) está históricamente relacionado con la Virgen María, de quien se dice que extendió su manto sobre un arbusto de rosas blancas en floración mientras descansaba, volviéndolas azules. En la película, la amable e ingenua Rosemary se convertirá en una especie de Virgen Negra (en este caso no se trata de las famosas vírgenes negras que en realidad representan a Isis con Horus en brazos), al llevar en su seno al hijo de Satanás.

    Los Castevet

    Ya instalados en su nueva casa, los Woodhouse conocen a sus vecinos, los Castevet, una adorable pero entrometida pareja de ancianos que los invita a cenar. Durante la velada, Roman Castevet elogia la capacidad interpretativa de Guy, añadiendo que tiene una cualidad innata interesante que debería proporcionarle una larga carrera... siempre que aproveche las oportunidades iniciales (después sabremos que las oportunidades se le presentan más a menudo cuando se une a la secta). Roman cuenta que su padre era director teatral y que trabajó con las estrellas más famosas de la época (su padre, en realidad, era Adrian Marcato, el brujo casi asesinado a la entrada del edificio). En la cocina, Minnie Castevet hace muchas preguntas a Rosemary relativas al número de hijos en su familia. Evidentemente, está interesada en la fertilidad de Rosemary. Mientras tanto, en el salón, Roman habla en privado con Guy. Éste escucha a Roman hablar sobre aquelarres y rituales ocultos. También le dice que su carrera prosperará si se une a ellos. El precio de su iniciación es enorme: debe dejar que droguen y que Satanás insemine a su mujer durante un ritual.

    Bajo su control

    A pesar de que Guy al principio no soportaba a los Castevet, se une a ellos y se hace buen amigo de Roman. Rosemary, que

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