LA LEY DE LA VISION.

Un ciego es mejor que aquel que pudiendo ver, no quiere ver.

Pero ¿Qué es visión?
Visión es tener una certeza de lo que yo espero del futuro.- Esto suena como a la
definición de fe.- Pues tiene mucho que ver pues una visión sin fe solo es un sueño, más
una visión con fe es una meta que perseguimos.

Este concepto lo manejaban los grandes siervos de Dios.- Jacob, espero poseer la tierra
prometida, José esperó lo mismo con tanta certeza que dio orden vivo acerca de sus
huesos cuando estuviera muerto.- Moisés esperaba la tierra prometida más Josué la
recibió.

“Por la fe alcanzaron buen testimonio los antiguos… Y todos estos, aunque alcanzaron
buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido” Hebreos 11:1-39

Ellos no recibieron hecha realidad la visión de Dios en sus vidas, pero lucharon por ella
sabiendo que sus herederos la recibirían.. Esto es visión.

Todos vivimos bajo el mismo cielo, pero no todos tenemos el mismo horizonte.
Dos ladrones estaban recibiendo su castigo, la diferencia entre los dos era su visión.- Uno
tenía una visión y creía en ella; el otro tenía una visión no creía en ella pero por si las
moscas, hago la fuerza.- Había un tercero recibiendo el mismo castigo: Era Jesucristo.- Un
ladrón tuvo una visión de alcanzar la gloria a través de Jesús; pero el otro tuvo una visión
de que Jesús lo liberara de la cruz para seguir su mismo estilo de vida.

“Uno de los malhechores le dijo: Si, tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.-
Respondiendo el otro le reprendió diciendo: ¿Ni aún temes tú a Dios estando en la misma
condenación? Nosotros a la verdad justamente padecemos, porque recibimos lo que
merecieron nuestros hechos; más este ningún mal hizo.- Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí,
cuando vengas en Tu Reino”. Lucas 23:39-42

Veamos lo que estamos preparados para ver no necesariamente lo que es.

Eliseo estaba rodeado por el ejército sirio, pero Eliseo no perdía su paz, porque su visión
estaba bien definida, era servir a Jehová aún por encima de cualquier circunstancia.- En
cambio su siervo tenía una visión diferente sobrevivir y por ello estaba lleno de temor, más
Eliseo le hizo entender su visión.

“Entonces su criado le dijo: ¡Ah, Señor mío! ¿Qué haremos? Él le dijo: No tengas miedo,
porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.- Y oró Eliseo y dijo:
Te ruego oh Jehová, que abras sus ojos para que vea.- Entonces Jehová abrió los ojos del
criado y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo y de carros de
fuego alrededor de Eliseo”. 2 Reyes 6:15-17

En medio de cualquier circunstancia que tu visión sea Jesús para que puedas salir
victorioso.

La visión es un futuro deseado.- Un punto de destino.

Vive teniendo como punto final el Reino de los Cielos.- Cada circunstancia, cada
problema, cada triunfo, es un escalón más para llegar a tu destino final: Jesús.

La ley de la visión exige visionarios; gente que haya dejado que su mente y su
corazón se muevan fuera de las fronteras artificiales que impone el mundo tal
como es.
Sal de tu atmósfera carnal y envuélvete en una atmósfera espiritual, vive en el espíritu
cada día de tu vida; en tu casa, en tu trabajo, en tu iglesia, en tu centro de estudios, donde
sea que vayas.-

“Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios
mora en vosotros”. Romanos 8:9

Así que deja de temer a todo lo que el mundo trae; pecado, crisis, delincuencia,
corrupción, catástrofes, etc. Y permite a tu mente y corazón ser convencidos de que todo
lo que pasamos acá es temporal, al final, estaremos con Jesús en el Reino de Los Cielos.-
Todo está bien aunque te digan lo contrario.

“Si bien estaré quieto en el día de la angustia, cuando suba al pueblo el que lo invadirá
con sus tropas.- Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya fruto, aunque falte el
producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la
majada, y no haya vacas en los corrales; CON TODO YO ME GOZARÉ EN JEHOVÁ, y me
gozaré en el Dios de mi salvación”. Habacuc 3:16b-18

La ley de la visión exige que haya una persona con el valor necesario para luchar
por un sueño.
Jesús tuvo un sueño (rescatar al hombre de su muerte) y luchó hasta el final por ese sueño.-
Sería mucho pedirte, que vivas tu vida para el sueño de Jesús.

La visión es clave para que toda persona o empresa conserve el equilibrio, la

esperanza, la fe, el contentamiento y muchas otras cosas más.
Con tu visión de Dios puedes verte como Dios te ve; y no como estás.- Esto es gratificante.
Gedeón todo miedoso, estaba escondiendo su cosecha de los madianitas, pero Jehová lo
vio como un varón esforzado y valiente, no porque ya lo fuera sino porque esa era la visión
de Dios en Gedeón.
Aunque Dios no té de una visión del cielo como la Gedeón, te dará una Él mismo, a través
de Su Palabra se mostrará así mismo y te dará discernimiento de tu destino espiritual.- Al
buscarlo en Su Palabra y en oración pídele que te dé una imagen precisa de la obra que te
llamó a realizar con Él.

La visión nos ayuda a fortalecer nuestros principios.- La visión nos ayuda a

cambiar nuestras actitudes.- Es la visión que sirve de guía.- La visión marca la
meta, enciende y alimenta el fuego dentro de nosotros.
“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti....... porque no
nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de PODER, de AMOR y DOMINIO PROPIO”. 2
Timoteo 1:6-7

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Busca a una persona sin visión y encontrarás a alguien que no va a ninguna parte.-
Uno de los más valiosos beneficios de la visión es que actúa como imán; atrae,
desafía y une a la gente.
David tenía una visión de Dios, y era ser Rey de Israel, no lo era todavía, pero por esa visión
como 400 personas se le unieron, y se convirtieron en sus 400 valientes ya que ellos
aprendieron a tener cada uno de ellos su propia visión.

“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la
gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”. Romanos 8:18

Toma la visión que Dios tiene de ti, y lucha, vive viendo la manifestación gloriosa de Dios
en tu vida al final de los tiempos.
Convence a tu mente y corazón que tú eres Rey, Hijo de Dios, Príncipe del Cielo y vive
como tal aunque no lo veas, pero para ya te encaminas cada segundo de tu vida.

Dios honrará tu fe, no sabes a donde te puede llevar tu fe; a cumplir tu visión de Dios acá
en la tierra, sin esperar la llegada al Reino de Los Cielos.

Busca primeramente el Reino de Dios y su justicia, y las demás cosas serán añadidas.