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Envejecer en ningtin caso significa ser viejo SR. DIRECTOR: - Envejecer. Es una ley de la naturaleza que el rendimiento del cuerpo va cediendo con los afios. Sin embargo, el espfritu permanece despierto en lo més interno de la persona. Quien no haya dejado nunca de exigirse a si mismo, aceptando los acontecimientos del dia como tareas y como pasos de aprendizaje, en la edad avanzada encontraré una renova- ci6n espiritual y experimentaré la realidad con la que se gana la vida. Georg Christoph (profesor de fisica y cientifico aleman) ex- clamé la siguiente frase: “Nada nos hace envejecer con mayor rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos viejos.” Nunca es demasiado tarde para encontrar lo bueno en uno mismo, pues la vida no viene desde el exterior, sino desde el interior. La verdadera vida nos regala paz y certeza in- ternas, que enriquecen en calidad de vidaa una persona. El entender, analizar y vivir el dia otorga seguridad interna y fascinacién. Este-es el camino hacia el Reino de Dios, pues toda persona es sélo huésped en esta Tierra. Sofiar con ser anciano nos angustia con el paso del tiempo. Charles-Augustin Sainte-Beuve (gran escritor francés) dijo: “Envejecer es todavia el tinico medio que se ha encontrado para vivir mucho tiempo.” ¢Por qué para algunas personas resulta triste hablar de esta etapa de la vida, cuando solo Negar a ella debiera ser motivo de alegria? Ser una persona mayor es un logro personal y un motivo para sentirse orgulloso, por lo tanto no se debe caer en el desanimo. Apren- der a envejecer supone ilustrarse a convivir con las limitaciones propias de la edad. Envejecer no es un proceso facil, creo que requiere de valentfa y humildad, mds atin en nuestros tiempos. Aceptar la decadencia del cuerpo e incluso la dependencia absoluta de otras personas es doloroso, y no solo me refiero al dolor del cuerpo. Si las personas jovenes piensan que disponen de muchos afios para reflexionar sobre la vida y sobre la vejez, serfa aconsejable de vez en cuando recapacitar sobre que para cada uno vendra Ja hora en la que el alma partiré de la Tierra. Las personas que apliquen esta regla para Ja vida nunca se sentiran carentes de hogar, y en la vejez tampoco se volveran tristes ni amargadas, en espera de la hora de su muerte. “Una bella ancianidad es, ordina- riamente, la recompensa de una bella vida”, asi lo manifestd Pitagoras de Samos, gran filésofo y matematico griego.

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