12/01/2019

UNIDAD 1: EL SER HUMANO COMO ESPECIE ÚNICA

CARACTERÍSTICAS DIFERENCIADORAS DEL HOMBRE Y LOS ANIMALES.

Según Delval, Juan (1997) las características que diferencian al ser humano y a los animales son:

a. Posición erguida
b. Mano versátil
c. Dieta omnívora
d. Actividad sexual permanente
e. Capacidad de cooperación
f. Capacidad de comunicación
g. Construcción de representación
h. Infancia prolongada
i. Acumulación cultural

Entre las más importantes se encuentran las siguientes:

a. La capacidad de representación o capacidad simbólica: el ser humano construye

representaciones de los fenómenos de la realidad. La capacidad de representación consiste
en la posibilidad de utilizar significantes para referirse a significados. El significante está en
lugar de otra cosa, a la que se refiere, designa a ese significado, que puede ser un objeto,
una situación o un acontecimiento. La utilización de significantes abre inmensas
posibilidades al pensamiento y a la capacidad de actuar sobre la realidad. El sujeto no tiene
que actuar materialmente sobre la realidad, sino que puede hacerlo simbólicamente. Esta
capacidad permite la construcción de representaciones o modelos complejos de la realidad.
Los significantes pueden ser de tres tipos: índices o señales, símbolos y signos. Piaget
denomina a esta capacidad función semiótica. La función simbólica se manifiesta en la
infancia a través de la imitación diferida, juego simbólico, imágenes mentales, dibujo y el
lenguaje.
b. La infancia prolongada: está asociada con un periodo de inmadurez y plasticidad durante
el cual las posibilidades de aprendizaje son muy grandes. Es lo que permite que las
capacidades del hombre sean tan numerosas y tan variadas, que llegue a construir una
inteligencia tan flexible y que pueda recibir la herencia cultural de sus antepasados y
enriquecerla. Ya que nacemos con disposiciones y no con conductas hechas como los
animales, por lo que la conducta del hombre es mucho más plástica, mucho más adaptable
a condiciones de vida cambiantes, a dietas muy diferentes, a condiciones ambientales
extremas, a costumbres y prácticas sociales muy variadas. En el largo periodo de la infancia,
nos convertimos en miembros de la sociedad adulta, construimos nuestra inteligencia y
todos nuestros conocimientos, no sólo tenemos que formar la representación de la realidad
que nos rodea y convertirnos en miembros de una determinada sociedad, sino que también
debemos de construir nuestros propios nuestros propios instrumentos intelectuales,
nuestra propia inteligencia.