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ARBITRAJE
1
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AUTORES:
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN. ............................................................................ 7
CAPÍTULO I. .................................................................................. 9
1. CONCEPTO DE ARBITRAJE.................................................. 10
[4]
5
[5]
6
ANÁLISIS ..................................................................................89
EJECUCIÓN...............................................................................90
ANÁLISIS ..................................................................................90
ANÁLISIS ..................................................................................91
[6]
7
INTRODUCCIÓN.
Las personas que están inmersas en el comercio necesitan que los
problemas que se susciten de sus contratos o sus efectos del mismo sean
solucionados de manera eficaz, rápida de tal manera que no sean vean
inmersos en una innecesaria pérdida de tiempo como en un
procedimiento judicial. De tal manera que se ha erigido como solución
para los derechos de libre disposición el arbitraje. Siendo el arbitraje tal
como se erige del artículo 139 inciso 3, en el Perú el arbitraje es una
institución de jurisdicción excepcional. Muchos se preguntarán cómo
puede ser definida como judicial si suele constituirse en sede privada
arbitral. Pero ocurre que la ideología imperante sobre la materia, y la
desinformación, la han presentado en los últimos tiempos como
diferente, y hasta antagónica, respecto del proceso judicial, cuando en
realidad no es así. Precisamente el objeto principal de este trabajo es
ingresar al estudio y análisis de la verdadera naturaleza jurídica del
arbitraje, a fin de constatar, como premisa básica, que tal visión es
equivocada. Pese a tener una raíz común (el conflicto) la realidad del
arbitraje y del proceso judicial se dan en planos diferentes, respecto de
diferentes pretensiones, pero proyectados hacia un mismo fin (la solución
del conflicto), bajo una misma plantilla modelo procesal, lo que
demuestra que tienen una misma naturaleza o raíz jurídica.
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CAPÍTULO I.
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10
1. CONCEPTO DE ARBITRAJE
En este campo hay que subrayar que básicamente se establecen dos tipos
claramente diferenciados de arbitraje. Así, en primer lugar, estaría el
conocido como independiente, que es aquel en el que las partes que están
en conflicto son las que eligen al árbitro o árbitros que van a actuar en el
proceso y también son las que determinan las reglas a seguir.
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11
Nace como una fase anterior al desarrollo del proceso jurisdiccional. Este
se volvió una tarea exclusiva y excluyente del Estado luego de la
formación del Estado Nación o Estado Derecho a fines del siglo XVIII, de
modo que el Estado se convirtió en el exclusivo arbíter de los conflictos
sociales e individuales de sus ciudadanos.
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12
1
Pauli Sententiarum (Brevario de Alarico), 5,5,1,: «inter partes […] ex compromisso iud exsuntus rem
iudaicatam non facit» (Cfr. Conrat 1963: 288).
2
Pauli Sententiarum (Brevario de Alarico), 5,5,1: «sed si poenas inter eospromissasit, poenarei in
iudiciumdeductae ex, stipulatu petipotest» (Cfr. Comrat 1963: 288).
3
Fuero Real, Libro I, Título VII, Ley II: «Nengun ome non sea osado de judgar pleitos si non fuere alcalle
puesto por el rey, o si non fuere por placer de las partes, que lo tomen por avenencia para judgar algun
pleito» (Real Academia de la Historia 1836: 17).
[12]
13
Desde fines del siglo XX, luego de la regulación del arbitraje en la mayor
parte de las legislaciones del mundo, se concibe a esta institución como
el proceso ideal, en donde los particulares son protagonistas de la
dirección y administración de su propia justicia. El arbitraje se configura
como un juicio de conocimiento en donde jueces particulares, a través de
un laudo, resuelven una determinada controversia con toda la amplitud
de validez intrínseca y extrínseca de una sentencia judicial (Del Águila
2011: 17).
4
Liber Iudiciorum, libro II: De negotis causarum Título I: De iudicibus et iudicatis, ley 15.
5
Constitución de Cádiz (1812): Artículo 280: «No se podrá privar a ningún español del derecho de terminar
sus diferencias por medio de jueces árbitros, elegidos por ambas partes» (Título V: De los tribunales y de
la administración de justicia en lo civil y criminal, capítulo II: De la administración de justicia en lo civil).
Sobre los efectos en el valor de la sentencia arbitral, véase el capítulo VIII, ap. 3.; y para las consecuencias
que se produjeron en la apelación de la sentencia, véase el capítulo X., ap. 4.B.
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15
Echenique, casi al mismo tiempo que lo fue el Código Civil de 1852. Estos
cuerpos normativos representan las primeras dos grandes codificaciones
luego de la independencia del Perú que, paradójicamente, se manejó,
hasta entonces, con las leyes heredadas de la Colonia en la necesidad de
una aplicación de reglas jurídicas para la continuación de la sociedad.
Es decir, la independencia del Perú como nación republicana se dio a
mediados de 1821, pero durante las tres primeras décadas las principales
reglas civiles y procesales fueron las heredadas de la época colonial.
Mientras el nuevo Código Civil de 1852 fue casi una copia del Code
Napoleónico francés, el Código de Enjuiciamientos en materia Civil del
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ANÍBAL QUIROGA LEÓN. (2017). LA NATURALEZA PROCESAL DEL ARBITRAJE, Tesis para optar el grado
de Magíster en Investigación Jurídica, Pontificia Universidad Católica Del Perú Escuela De Posgrado, Lima
– Perú , p. 74
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Perú de 1852 tuvo una gran influencia (si es que no fue también copia)
del proyecto de la Ley de Enjuiciamiento Civil española que se terminaría
en 1854, y que recién entraría en vigencia en 1855.
Se suponía que este código era más moderno que su predecesor —que
rigió por casi 58 años— y que se abandonaría las formas y el lenguaje
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ANÍBAL QUIROGA LEÓN.(2017). LA NATURALEZA PROCESAL DEL ARBITRAJE, Tesis para optar el grado de
Magíster en Investigación Jurídica, Pontificia Universidad Católica Del Perú Escuela De Posgrado, Lima –
Perú, p. 75
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León 2008: 44). Por eso, podríamos afirmar que el desarrollo del derecho
procesal en el Perú, en el siglo pasado, acusaba cuando menos 100 años
de atraso académico, conceptual y doctrinario. Ello se verá reflejado en
las distintas leyes procesales que a lo largo del siglo pasado se dieron,
incluyendo en ello, sin duda alguna, y por cierto, a las leyes en materia
de regulación del proceso arbitral.
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conocimiento).
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ANÍBAL QUIROGA LEÓN, LA NATURALEZA PROCESAL DEL ARBITRAJE, Tesis para optar el grado de
Magíster en Investigación Jurídica, Pontificia Universidad Católica Del Perú Escuela De Posgrado, Lima –
Perú 2017, p. 77.
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ANÍBAL QUIROGA LEÓN, LA NATURALEZA PROCESAL DEL ARBITRAJE, Tesis para optar el grado de
Magíster en Investigación Jurídica, Pontificia Universidad Católica Del Perú Escuela De Posgrado, Lima –
Perú 2017, p. 77.
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ANÍBAL QUIROGA LEÓN, LA NATURALEZA PROCESAL DEL ARBITRAJE, Tesis para optar el grado de
Magíster en Investigación Jurídica, Pontificia Universidad Católica Del Perú Escuela De Posgrado, Lima –
Perú 2017, p. 78.
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21
Por otro lado, entre los artículos 1909 a 1922 (Capítulo Segundo,
Compromiso Arbitral), se regulaba el compromiso arbitral, su naturaleza,
definición, solemnidad (por escrito), tanto para casos fuera de proceso,
como cuando se hacía dentro del proceso (petición escrita suscrita por
ambas partes con firmas legalizadas por el secretario de la causa).
Asimismo, su contenido, sanciones en caso de incumplimiento, libertad
de los árbitros para fijar las costas, materias no arbitrables (en el caso
del Estado y sus bienes, con excepción de las empresas de derecho
público o estatales o de economía mixta, en cuyo caso el compromiso
arbitral debía ser previamente aprobado por Resolución Suprema), la
regulación del arbitraje de derecho o el de conciencia (presumiéndose a
[21]
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24
Por otro lado, como ya se anotó, no deja de llamar la atención que sea el
Código Civil el que cree una supuesta nueva figura de excepción procesal
—en este caso, fue llamada excepción de arbitraje—, que es de aplicación
en un proceso judicial y que no guarda relación técnica con las
excepciones materia de un proceso judicial. De acuerdo a esta normativa,
la existencia de un pacto arbitral o de un compromiso arbitral (cualquiera
sea su naturaleza o la denominación que reciba) determina la
incompetencia material de la autoridad judicial ordinaria, que deberá
ceder paso a la autoridad arbitral nominada por la voluntad de las partes
que, con la expresa autorización legal, determina legítimamente que la
controversia sea definitivamente resuelta por un Tribunal Arbitral,
colegiado o unipersonal.
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ANÍBAL QUIROGA LEÓN, LA NATURALEZA PROCESAL DEL ARBITRAJE, Tesis para optar el grado de
Magíster en Investigación Jurídica, Pontificia Universidad Católica Del Perú Escuela De Posgrado, Lima –
Perú 2017, p. 82
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27
Este decreto ley fue denominado Ley General de Arbitraje —con una
regulación bastante más completa e integral que la regulación
originalmente prevista en el Libro II del Código Procesal Civil de 1993—,
y definió al Convenio Arbitral como un contrato previo y solemne
(artículos 4 a 15). De este modo, dicha regulación superó y suprimió para
siempre de nuestra legislación la antigua y clásica dicotomía entre
Cláusula Compromisoria y Compromiso Arbitral que, en verdad, poca
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ANÍBAL QUIROGA LEÓN, LA NATURALEZA PROCESAL DEL ARBITRAJE, Tesis para optar el grado de
Magíster en Investigación Jurídica, Pontificia Universidad Católica Del Perú Escuela De Posgrado, Lima –
Perú 2017, p. 83-85.
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ANÍBAL QUIROGA LEÓN, LA NATURALEZA PROCESAL DEL ARBITRAJE, Tesis para optar el grado de
Magíster en Investigación Jurídica, Pontificia Universidad Católica Del Perú Escuela De Posgrado, Lima –
Perú 2017, p. 86-92.
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14
QUIROGA LEÓN A. (2017). LA NATURALEZA PROCESAL DEL ARBITRAJE, Tesis para optar el grado de
Magíster en Investigación Jurídica, Pontificia Universidad Católica Del Perú Escuela De Posgrado, Lima –
Perú 2017, p. 92.
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37
15
Ídem. 93.
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38
[38]
39
CAPÍTULO II.
[39]
40
[40]
41
16
MALLANDRICH MIRET, N. (2010) Medidas cautelares y arbitraje. Barcelona: Atelier, p. 58. citado por
QUIROGA LEÓN, A. (2017). La naturaleza Procesal del Arbitraje (Tesis para optar el grado de magister en
Investigación jurídica). Lima, Lima, Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú. Recuperado el 23 de
noviembre de 2018, p. 64.
17
CAIVANO, Roque J. (2008). Negociación, Conciliación y Arbitraje. Lima: Asociación Peruana de
Negociación, Arbitraje y Conciliación, 98.
18
Cfr. González de Cossío 2008: 512-513.
[41]
42
atención al fin que persigue y al resultado que lleva, no puede menos que
llamarse jurisdiccional.19
19
CARNACINI, Tito. (1961). Arbitraje. Traducción de Santiago Sentís Melendo. Bs. As.: Ediciones Jurídicas
Europa–América (EJEA),pp.22-23. Citado por QUIROGA LEÓN, A. (2017). La naturaleza Procesal del
Arbitraje (Tesis para optar el grado de magister en Investigación jurídica). Lima, Lima, Lima: Pontificia
Universidad Católica del Perú. Recuperado el 23 de noviembre de 2018, p.64-65.
20
VIDAL RAMÍREZ, F. (2003). Manual de Derecho Arbitral. Lima: Gaceta Jurídica,10.
[42]
43
21
Véase también: a facultad de los árbitros para resolver un conflicto de intereses no se fundamenta en
la autonomía de la voluntad de las partes del conflicto, prevista en el artículo 2 inciso 24 literal a de la
Constitución, sino que tiene su origen y, en consecuencia, su límite, en el artículo 139 de la propia
Constitución (Exp. Nº 6167-2005, 08/07/05, P, FJ. 11, PV.)
[43]
44
De allí que el proceso arbitral tiene una doble dimensión pues, aunque es
fundamentalmente subjetivo ya que su fin es proteger los intereses de las
partes, también tiene una dimensión objetiva, definida por el respetosa la
supremacía normativa de la Constitución, dispuesta por el artículo 51º de
[44]
45
[45]
46
62. Las garantías que se derivan del derecho a ser juzgado por un juez
arbitral imparcial, por el contrario, son plenamente aplicables, incluso bajo
la teoría de la apariencia, cuando el nombramiento de los miembros
(alguno o algunos) del tribunal arbitral la efectúa una institución ajena a
las partes del convenio que permite su constitución.
[46]
47
22
Exp. Nº 6167-2005, 08/07/05, P,FJ. 7.
23
Exp. Nº 61672005,08/07/05, P, FJ. 14, PV.
24
Exp. Nº 6167-2005, 08/07/05, P, FJ. 13, PV.
[47]
48
25
Exp. Nº 6167-2005, 08/07/05, P, FJs. 8, 9, 11 y 12.
26
Exp. Nº 6167-2005-PHC/TC, 28/02/06, P, FJ. 12.
[48]
49
27
Samuel, JURISDICTION OF PROBLEMS, pp. 39-44; Bernard L’ARBITRAGE VOLUNTAIRE, párrafo 473.
28
Ver, por ejemplo, el caso estadounidense Reily v. Russel, 34 Mo 524,1864, pg. 528; y el caso francés
Roses v. Moller et Cie, Corte de Casación, 27 de julio de 1937.
29
BULLARD GONZÁLEZ, A. (2013). «¿Qué fue primero: el huevo o la gallina? El carácter contractual del
recurso de anulación». Revista Internacional de Arbitraje. Bogotá, número 19, Julio-Diciembre 2013, pp.
55-93. Consulta: 30 de noviembre de 2018. http://www.bullardabogados.pe/publications/wp-
content/uploads/2013/11/ALFREDO-BULLARD.pdf
[49]
50
los países que no siguen los principios de la Ley Modelo UNCITRAL para
comprobar la ineficacia del arbitraje.30
30
QUIROGA LEÓN, A. (2017). La naturaleza Procesal del Arbitraje ( Tésis para optar el grado de magister
en Investigación jurídica). Lima, Lima, Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú. Recuperado el 23 de
noviembre de 2018, p.60.
31
Ídem, p,60.
32
GONZÁLEZ DE COSSÍO, F. (2004). Arbitraje. México: Editorial Porrúa, pp,12-13.
33
ROCA MARTÍNEZ, J. M. (1992). Arbitraje e Instituciones Arbitrales. Barcelona: BOSCH Editor S.A, 41.
[50]
51
34
MALLANDRICH MIRET, N. (2010) Medidas cautelares y arbitraje. Barcelona: Atelier, p. 66 citado por
QUIROGA LEÓN, A. (2017). La naturaleza Procesal del Arbitraje ( Tésis para optar el grado de magister en
Investigación jurídica). Lima, Lima, Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú. Recuperado el 23 de
noviembre de 2018, p. 62.
35
CABALLOL ANGELATS, L. (1997). El tratamiento procesal de la excepción de arbitraje. Barcelona: J.M.
Bosch, p,37. Citado ídem, p.62.
36
Esta teoría fue desarrollada por el profesor Sauser-Hall en su reporte al Institut du Droit International
en 1952 en el cual argumentaba que el arbitraje no podía apartarse de los sistemas jurídicos, tenía que
existir algún derecho que pudiera determinar la validez del sometimiento al arbitraje y la ejecutabilidad
del laudo. Reconoció que cada arbitraje tiene su origen en un contrato privado y que los árbitros
designados y las reglas para regir el arbitraje dependen en forma primaria del acuerdo de las partes. Por
consiguiente,sostenía que existen elementos contractuales y jurisdiccionales en el arbitraje que están
interrelacionados en forma indisoluble.
[51]
52
37
CANTUARIAS SALAVERRY, Fernando & José Luis REPETTO. (2014) «La naturaleza jurídica del arbitraje
según el Tribunal Constitucional peruano: riesgos en el camino». Forseti: Revista de Derecho. Lima:
número 1, pp. 97-110. Consulta: 30 de noviembre de 2016. Consulta de 26 de noviembre de 2018:
http://www.forseti.pe/media_forseti/revista-articulos/11_ne719lS.pdf
38
Como fue reconocido en un caso ante la Corte de Justicia Europea (Caso Nordsee v.Reederei, Sentencia
del 23 de marzo de 1982) en donde se sostuvo que únicamente las cortes estatales ejercen poder estatal.
39
GONZÁLEZ DE COSSÍO, F.(2008 ).La naturaleza jurídica del arbitraje: un ejercicio de balance químico».
Anuario mexicano de derecho internacional. México, volumen 8, pp. 509525.Consulta:26 deNoviembre de
2018. http://www.scielo.org.mx/pdf/amdi/v8/v8a13.pdf
40
Fue originalmente desarrollada en 1965 por Rubellin-Devichi, L’ARBITRAGE: NATURE
JURIDIQUE, pp. 17-18.
[52]
53
[53]
54
CAPÍTULO III.
[54]
55
41
CANTUARIAS SALAVERRY, Fernando y CAIVANO, Roque J. "La Nueva Ley de Arbitraje Peruana: Un nuevo
salto a la modernidad". En: Revista Peruana de Arbitraje, N° 7, Lima, 2008, p. 55. Véase en SOTO
COAGUILA, Carlos Alberto, Comentarios a la Ley Peruana de Arbitraje de 2008, p.3
[55]
56
42
Es el pacto previo que recibe distintas denominaciones como Cláusula compromisorio, compromiso
Arbitral, Pacto Arbitral, Contrato Arbitral, Convenio Arbitral, contrato de Arbitraje, etc. Véase LEÓN
QUIROGA, A. (2017). La Naturaleza procesal del Arbitraje (Tesis para optar el grado de Magíster en
investigación jurídica). Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, p. 22.
43
Ley Modelo de CNUDMI sobre Arbitraje Comercial Internacional de 1985 con las enmiendas aprobadas
en 2006, artículo 7 (Aprobado por la Comisión en su 39º período de sesiones, celebrado en 2006): art. 7
(Aprobado por la Comisión en su 39º período de sesiones, celebrado en 2006), inciso 1) El “acuerdo de
arbitraje” es un acuerdo por el que las partes deciden someter a arbitraje todas las controversias o ciertas
controversias que hayan surgido o puedan surgir entre ellas respecto de una determinada relación
jurídica, contractual o no contractual. El acuerdo de arbitraje podrá adoptar la forma de una cláusula
compromisoria incluida en un contrato o la forma de un acuerdo independiente. Fuente:
https://www.uncitral.org/pdf/spanish/texts/arbitration/ml-arb/07-87001_Ebook.pdf
44
DE TRAZEGNIES GRANDA, F. (1989), “Los conceptos y las cosas: vicisitudes peruanas de la cláusula
compromisoria y del compromiso arbitral”, en: Homenaje a Kos Rabcewic Zubkoski, Lima, Editorial
Cultural Cusco, pp. 543–554; CANTUARIAS SALAVERRY, F (2007), Arbitraje Comercial y de las Inversiones.
Fondo Editorial de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, Lima, pp. 199-257; VIDAL RAMIREZ, F.(
2009). Manual de Derecho Arbitral, Lima, Gaceta Jurídica, 2009, pp. 58-60. Citado en SOTO COAGUILA,
Carlos Alberto, Comentarios a la Ley Peruana de Arbitraje de 2008, p.3. Fuente:
https://www.minjus.gob.pe/wp-content/uploads/2018/03/005_Comentarios-Ley-de-Arbitraje-Carlos-
A.-Soto.pdf
[56]
57
45
Artículo 15 de la LA.
[57]
58
46
Sexta disposición complementaria de la LA.
47
Sétima disposición complementaria de la LA.
48
RODRIGUEZ BRAVO, Sebastán & GONZÁLES MARIÑO, José Gabriel. (2004). Análisis Económico del
Arbitraje Comercial Internacional: Su aplicación en el derecho mercantil colombiano (. Bogotá: Pontificia
Universidad Javeriana Facultad de Ciencias Jurídicas: Departamento de Derecho Económico, p.96.
49
Ídem, p, 96.
[58]
59
50
Artículo II.
1.Cada uno de los Estados Contratantes reconocerá el acuerdo por escrito conforme al cual las partes se
obliguen a someter a arbitraje todas las diferencias o ciertas diferencias que hayan surgido o puedan
surgir entre ellas respecto a una determinada relación jurídica, contractual o no contractual, concerniente
a un asunto que pueda ser resuelto por arbitraje. 2. La expresión "acuerdo por escrito" denotará una
cláusula compromisoria incluida en un contrato o un compromiso, firmados por las partes o contenidos
en un canje de cartas o telegramas. 3. El tribunal de uno de los Estados Contratantes al que se someta un
litigio respecto del cual las partes hayan concluido un acuerdo en el sentido del presente artículo, remitirá
a las partes al arbitraje, a instancia de una de ellas, a menos que compruebe que dicho acuerdo es nulo,
ineficaz o inaplicable. Fuente: http://www.urosario.edu.co/jurisprudencia/III-
Competencia_Internacional_de_Arbitraje/documentos/convencion_nueva_york_1958/
[59]
60
51
Artículo 13 inciso 4 de la LA. Véase también Ley Modelo de CNUDMI sobre Arbitraje Comercial
Internacional de 1985 con las enmiendas aprobadas en 2006, artículo 7 incisos: 2) El acuerdo de arbitraje
deberá constar por escrito. 3) Se entenderá que el acuerdo de arbitraje es escrito cuando quede
constancia de su contenido en cualquier forma, ya sea que el acuerdo de arbitraje o contrato se haya
concertado verbalmente, mediante la ejecución de ciertos actos o por cualquier otro medio. 4) El requisito
de que un acuerdo de arbitraje conste por escrito se cumplirá con una comunicación electrónica si la
información en ella consignada es accesible para su ulterior consulta. Por “comunicación electrónica” se
entenderá toda comunicación que las partes hagan por medio de mensajes de datos. Por “mensaje de
datos” se entenderá la información generada, enviada, recibida o archivada por medios electrónicos,
magnéticos, ópticos o similares, como pudieran ser, entre otros, el intercambio electrónico de datos, el
correo electrónico, el telegrama, el télex o el telefax. 5) Además, se entenderá que el acuerdo de arbitraje
es escrito cuando esté consignado en un intercambio de escritos de demanda y contestación en los que
la existencia de un acuerdo sea afirmada por una parte sin ser negada por la otra. 6) La referencia hecha
en un contrato a un documento que contenga una cláusula compromisoria constituye un acuerdo de
arbitraje por escrito, siempre que dicha referencia implique que esa cláusula forma parte del contrato.
52
Ello también guarda concordancia con lo establecido Ley de Comercio Electrónico expedida la
UNCITRAL- por sus siglas en inglés ( United Nations Commission on internatinal Trade Law).
[60]
61
53
Véase artículo 7 de Ley Modelo de CNUDMI sobre Arbitraje Comercial Internacional de 1985 con las
enmiendas aprobadas en 2006: El “acuerdo de arbitraje” es un acuerdo por el que las partes deciden
someter a arbitraje todas las controversias o ciertas controversias que hayan surgido o puedan surgir
entre ellas respecto de una determinada relación jurídica, contractual o no.
54
Artículo 139 inciso 1 de la Constitución de 1993-Perú.
55
En Colombia Para que configure un arbitraje internacional, debe cumplir con los siguientes elementos:
1)Que las partes, al momento de la celebración del pacto arbitral, tengan su domicilio en Estados
diferentes.2)Que, el lugar de cumplimiento de aquella parte sustancial de las obligaciones directamente
vinculadas con el objeto del litigio se encuentre situado fuera del Estado en el cual las partes tienen su
[61]
62
domicilio principal.3)Cuando el lugar del arbitraje se encuentra fuera del Estado en que las partes tienen
sus domicilios, siempre que se hubiese pactado tal eventualidad en el pacto arbitral.4) Cuando el asunto
objeto de pacto arbitral vincule claramente los intereses de más de un Estado y las partes así lo hayan
convenido expresamente.
[62]
63
56
Ver también el artículo 41° de la Convención de Washington sobre Arreglo de Diferencias Relativas a
Inversiones entre Estados y Nacionales de otros Estados de 1965 y el artículo 81.1 de la Convención de
Viena de 1981 sobre los Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías
[63]
64
57
Exp. Nº 6167-2005, 08/07/05, P, FJ. 13, PV. En se mismo sentido a resuelto la Corte Suprema de Estados
Unidos que la decisión de la Corte Suprema de la Florida y sostuvo que la cláusula arbitral en cada uno de
los contratos era ejecutable separadamente del resto del contrato y, en virtud a que los demandantes
habían cuestionado el contrato como un todo antes que la cláusula arbitral misma, son los árbitros en
primer lugar y no las Cortes los que tienen que considerar si el contrato es nulo o ilegal. La decisión se
basó en el caso Prima Paint v. Flood & Conklin Manufacturing Co. de 1967, pionera en reconocer esta
doctrina en Estados Unidos. Ver McDOUGALL, Andrew de Lotbiniére, IOANNOU, Leon, “Separability
Saved:US Supreme Court eliminates Threat to International Arbitration, en Mealey’s International
Arbitration Report, Vol. 21,March 2006. Para un mayor análisis ver RAU, Alan Scott, ““Separability” in the
United States Supreme Court en Revista Peruana de Arbitraje N° 5 (2007), p. 25-61. Citado en GUERRERO
RUBIO, Roger, El principio Competence-Competence en la nueva Ley Peruana de Arbitraje. Lima arbitration
N° 4-2010/2011 , p, 105. Fuente: http://www.limaarbitration.net/LAR4/Roger_Rubio_Guerrero.pdf
58
En el 2007 la Casa de los Lores del Reino Unido en el caso Fiona Trust & Holding Corporation & Ors v.
Yuri Privalov & Ors confirmaron la doctrina de la separabilidad del convenio arbitral. La controversia se
derivaba de 8 pólizas de fletamento que vinculaba a varias compañías armadoras y a los fletadores. Cada
póliza incluía una cláusula de solución de controversias que establecía que cualquier disputa derivada del
flete sería decidida por las Cortes inglesas, a menos que cualquiera de las partes escoja que la disputa sea
sometida a arbitraje en Londres. Los armadores rescindieron las pólizas alegando que habían sido
celebradas por soborno. Los fletadores decidieron someter a arbitraje la disputa de acuerdo con la
cláusula de solución de controversias; en respuesta los armadores iniciaron procesos ante las Cortes
inglesas para defender sus derechos e impedir que el arbitraje prosiga, alegando que las pólizas habían
sido rescindidas con las cláusulas arbitrales contenidas en ellas. Consiguieron la orden judicial en primera
instancia y luego la Corte de Apelaciones decidió que el asunto de la rescisión de las pólizas debía ser
determinado por los árbitros. Ante la Casa de los Lores, los armadores sostuvieron que habían rescindido
las pólizas porque todo el acuerdo había sido inducido por soborno y que eran las Cortes las que debían
determinar el asunto, debido a que los convenios arbitrales eran inválidos. Los Lores distinguieron 2 tipos
de casos: i) cuando la parte ataca la validez del contrato principal y del convenio arbitral con la misma
base (como en los casos de falta de representación) y ii) cuando la parte ataca la validez del contrato
principal sin cuestionar el convenio arbitral. Los Lores sostuvieron que el caso en análisis encajaba en el
segundo tipo, porque los armadores reclamaban que las pólizas habían sido adquiridas por soborno; sin
embargo, no había indicios de que no habían autorizado la adquisición de las pólizas o que los términos
del convenio arbitral habían sido celebrados por soborno. Por consiguiente, consideraron que el tribunal
arbitral era competente para decidir si las pólizas debían ser rescindidas por el alegado soborno. La Corte
de Casación Francesa, por su parte, desde 1963 en el caso Gosset v. Carapelli reconoció que en materia
de arbitraje internacional el acuerdo arbitral tiene autonomía jurídica, lo cual excluye que pueda ser
afectado por una eventual invalidez del contrato. Recientemente esta doctrina fue reafirmada en el 2005
en el caso Omenex v. Hugon, donde la Corte de Casación sostuvo que la validez del convenio arbitral no
es afectada por la nulidad o inexistencia del contrato principal. Ver POUDRET, Jean-Fracois & BESSON,
[64]
65
5.2.1. La introductoria:
La demanda, su contestación y la respectiva reconvención,
si a ello hubiera lugar. En la gran mayoría de casos esta es
realizada por los árbitros.
5.2.2. La probatoria:
5.2.3. La alegatoria:
Acá se dan los alegatos de conclusión.
5.2.4. La decisoria:
Sébastien, Op. cit., p. 135 y 140 y DELVOLVÉ, Jean-Louis, POINTON, Gerald H. & ROUCHE, Jean, French
Arbitration Law and Practice. A Dynamic Civil Law Approach to International Arbitration, Second edition,
2009, Wolters Kluwer, p. 56. Fuente: http://www.limaarbitration.net/LAR4/Roger_Rubio_Guerrero.pdf
59
WWW.JURICAS.UNAM.MX, p, 31.
60
RODRIGUEZ BRAVO, Sebastán & GONZÁLES MARIÑO, José Gabriel. (2004). Análisis Económico del
Arbitraje Comercial Internacional: Su aplicación en el derecho mercantil colombiano(. Bogotá: Pontificia
Universidad Javeriana Facultad de Ciencias Jurídicas: Departamento de Derecho Económico, p, 102.
[65]
66
Audenica de Conciliación
Laudo Art. 52. y Presentación de
Pruebas( si el tribunal o
las partes lo convienen)
[66]
67
61
Loquin, E.( 2006). Les obligations de confidentialité dans l’arbitrage”, Rivista dell’ arbitrato,pp.323-352.
Citado en FERNÁNDEZ ROZAS, José Carlos y otros ( coodinador MÉNDEZ SILVA, Ricardo). (2010). Luces y
Sombras del Arbitraje Institucional en los litigios Transnacionales. En Contratación y Arbitraje
Internacionales (págs. 322-364). México: Instituto de Investigaciones Jurídicas, p.341.
62
CASTILLO FREYRE, Mario; SABROSO MINAYA, Rita; CASTRO ZAPATA, Laura; CHIPANA CATALÁN,Jhoel.
(2014). Comentarios a la Ley de Arbitraje (Primera Edición, septiembre 2014 ed., Vol. I). (S. G. S.A, Ed.)
Lima, Perú,p.74.
63
Ídem,p.76.
[67]
68
6.1.3.INDEPENDENCIA
64
[L]a jurisdicción del arbitraje y su plena y absoluta competencia para conocer y resolver las controversias
sometidas al fuero arbitral, sobre materias de carácter disponible, con independencia jurisdiccional y, por
tanto, sin intervención de ninguna autoridad, administrativa o judicial ordinaria. El control judicial,
conforme a la ley, debe ser ejercido ex post, es decir, a posteriori (Exp. Nº 61672005,08/07/05, P,FJ. 14,
PV.)
65
CASTILLO FREYRE, Mario; SABROSO MINAYA, Rita; CASTRO ZAPATA, Laura; CHIPANA CATALÁN,Jhoel.
(2014). Comentarios a la Ley de Arbitraje (Primera Edición, septiembre 2014 ed., Vol. I). (S. G. S.A, Ed.)
Lima, Perú, 78.
[68]
69
6.1.4.AUTONOMÍA Y KOMPETENZ-KOMPETENZ
66
Exp. Nº 6167-2005-PHC/TC, 28/02/06, P,FJ. 12
67
Setencia del Tribunal Constitucional emitida el 9 de junio de 2004 a través del expediene N° 0023-2003-
AI-TC.
[69]
70
68
Sentencia del Tribunal Constitucional contenida en el expediente n.° 2465-2004-AA-TC.
69
CASTILLO FREYRE, Mario; SABROSO MINAYA, Rita; CASTRO ZAPATA, Laura; CHIPANA CATALÁN, Jhoel.
(2014). Comentarios a la Ley de Arbitraje (Primera Edición, septiembre 2014 ed., Vol. I). (S. G. S.A, Ed.)
Lima, Perú, p.81.
70
Artículo 41.- Competencia para decidir la competencia del tribunal arbitral. 1. El tribunal arbitral es el
único competente para decidir sobre su propia competencia, incluso sobre las excepciones u objeciones
al arbitraje relativas a la inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia del convenio arbitral o
por no estar pactado el arbitraje para resolver la materia controvertida o cualesquiera otras cuya
estimación impida entrar en el fondo de la controversia. Se encuentran comprendidas en este ámbito las
excepciones por prescripción, caducidad, cosa juzgada y cualquier otra que tenga por objeto impedir la
continuación de las actuaciones arbitrales.
[70]
71
6.1.5.NO INTERFERENCIA
71
CASTILLO FREYRE, Mario; SABROSO MINAYA, Rita; CASTRO ZAPATA, Laura; CHIPANA CATALÁN, Jhoel.
(2014). Comentarios a la Ley de Arbitraje (Primera Edición, septiembre 2014 ed., Vol. I). (S. G. S.A, Ed.)
Lima, Perú, p.81.
72
Ídem,p.82.
[71]
72
[72]
73
73
Artículo Vl.- «Control Difuso e Interpretación Constitucional
Cuando exista incompatibilidad entre una norma constitucional y otra de inferior jerarquía, el Juez debe
preferir la primera, siempre que ello sea relevante para resolver la controversia y no sea posible obtener
una interpretación conforme a la Constitución.
Los Jueces no pueden dejar de aplicar una norma cuya constitucionalidad haya sido confirmada en un
proceso de inconstitucionalidad o en un proceso de acción popular.
[…]».
[73]
74
CAPÍTULO IV.
[74]
75
2. Salvo que las partes hayan acordado algo distinto, el tratado aplicable
será el más favorable a la parte que solicite el reconocimiento y ejecución
de un laudo extranjero.
7.2. GENERALIDADES
El Título VIII de la Ley de Arbitraje, denominado «Reconocimiento y
ejecución de laudos extranjeros», contiene cinco normas que regulan el
particular y se encuentra sistemáticamente bien ubicado en el cuerpo
normativo que venimos analizando, en vista de que lo referente al
tratamiento del laudo y su eventual ejecución o anulación son analizados
de manera previa.
Ahora bien, antes de iniciar el estudio del artículo 74, debemos referirnos
brevemente a la diferencia existente entre los términos reconocimiento y
ejecución.
[75]
76
Sobre este punto la Ley nacional resulta clara, pues establece, sin hacer
mayores precisiones, que un laudo será extranjero cuando se pronuncie
en un lugar que se halle fuera del territorio peruano. Se debe entender
por pronunciamiento a todas las declaraciones, condenas o mandatos del
tribunal arbitral.
74
Cantuarias Salaverry, Fernando. Arbitraje comercial y de las inversiones. Lima: UPC, 2007, p. 421.
[76]
77
75
Díaz-Bastien, Ernesto. «La ejecutabilidad del laudo extranjero». En Arbitraje. Ponencias del Congreso
Internacional de Arbitraje 2007. Primera parte. Lima: Palestra, Centro de Análisis y Resolución de
Conflictos de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Embajada de Francia en el Perú y Estudio Mario
Castillo Freyre, 2007, vol. 5, pp. 141 y 142.
[77]
78
[79]
80
76
Vidal Ramírez, Fernando. «Principio de legalidad en el plazo de caducidad». En Código Civil Comentado.
Lima: Gaceta Jurídica, 2005, p. 345.
[80]
81
“Sobre el particular, Eduardo Ferrero Costa nos dice que para este caso,
de carácter excepcional, existen dos hipótesis. De acuerdo con la tesis
tradicional, un laudo será no-nacional cuando haya sido producto de un
arbitraje que utiliza una ley arbitral distinta a aquélla del foro, por
ejemplo, el caso de un arbitraje en Francia que se lleve a cabo bajo la ley
arbitral alemana. En cambio, de acuerdo a la tesis moderna, cada Estado
está facultado para determinar cuándo un laudo dictado dentro de sus
fronteras califica como no-nacional. Ahora bien, continúa el citado autor,
el concepto de laudo no-nacional es diferente al de laudo internacional.
Ambos conceptos son diferentes y para que se pueda presentar la figura
del laudo considerado como laudo no-nacional, debe existir una provisión
que permita aplicar la Convención a laudos dictados dentro del territorio
del Estado en cuestión, lo que es distinto a afirmar que ciertos laudos
dictados en el país pueden ser calificados como internacionales.”77
77
Ferrero Costa, Eduardo. «Reconocimiento y ejecución de laudos extranjeros». En Comentarios a la ley
peruana de arbitraje. AA. VV. Op. cit., tomo II, p. 6.
[81]
82
[82]
83
[83]
84
78
La Convención Interamericana sobre Arbitraje Comercial Internacional se firmó en Panamá en el año
de 1975, entrando en vigencia el 16 de junio de 1976. Cabe señalar que, a diferencia de la Convención de
Nueva York, en este instrumento se reúnen países que sólo se encuentran ubicados, geográficamente, en
el continente americano, por lo que se le considera un acuerdo regional.
[84]
85
En este punto sólo hay que hacer mención a que, así como la Ley peruana
otorga facultades a las Cámaras de Comercio para que en determinadas
circunstancias realicen alguna tarea, la Convención de Panamá también
delega algunas facultades a la Comisión Interamericana de Arbitraje
Comercial.
Por otra parte, el artículo 4 estipula que las sentencias o laudos arbitrales
no impugnables según la ley o reglas procesales aplicables, tendrán
fuerza de sentencia judicial ejecutoriada. Su ejecución o reconocimiento
podrá exigirse en la misma forma que la de las sentencias dictadas por
tribunales ordinarios nacionales o extranjeros, según las leyes procesales
del país donde se ejecuten, y lo que establezcan al respecto los tratados
internacionales.
[85]
86
[86]
87
7.3.3.Otros tratados
El artículo 74, inciso 1, literal c), de la Ley de Arbitraje, hace referencia a
que los laudos extranjeros serán reconocidos y ejecutados en el Perú de
conformidad con cualquier otro tratado sobre reconocimiento y ejecución
de laudos arbitrales del cual sea parte nuestro país.
Sólo por citar los ejemplos más representativos, diremos que el Perú es
parte de los siguientes tratados:
[87]
88
7.5. RECONOCIMIENTO
Artículo 76.- Reconocimiento
79
En el mismo sentido se pronuncian Cantuarias Salaverry, Fernando. «Convención de Nueva York vs.
Convención de Panamá, sobre reconocimiento y ejecución de laudos arbitrales». En Laudo, n.° 4,
noviembre 2004. Lima: Centro de Arbitraje AmCham Perú, p. 2; y Ferrero Costa, Eduardo.
«Reconocimiento y ejecución de laudos extranjeros». En AA. VV. Comentarios a la ley peruana de
arbitraje. Op. cit., tomo II, p. 15.
[88]
89
ANÁLISIS
Como se puede observar, el artículo 76 de la Ley de Arbitraje, posee un
corte estrictamente reglamentarista, por lo que no ofrece mayores
problemas de aplicación ni interpretación.
El inciso 1 exige que se presente el original o la copia del laudo. Para ello,
se deberá tener en cuenta lo establecido por el ya analizado artículo 9 de
la Ley, que exige que se cumpla con tres requisitos para los documentos
en toda colaboración y control judicial, a saber: «todo escrito o petición
dirigida a una autoridad judicial de la República deberá ser redactado en
español; todo documento otorgado fuera del país que sea presentado ante
una autoridad judicial de la República deberá ser autenticado con arreglo
a las leyes del país de procedencia del documento y certificado por un
agente diplomático o consular peruano, o quien haga sus veces; y, si el
documento no estuviera redactado en español deberá acompañarse
traducción simple a este idioma, salvo que la autoridad judicial
considere, en razón de las circunstancias, que debe presentarse una
traducción oficial en un plazo razonable».
[89]
90
EJECUCIÓN
ANÁLISIS
Para aplicar la norma bajo estudio, se debe tener presente que el laudo
extranjero ya debió haber sido reconocido por el Poder Judicial.
80
Ledesma Narváez, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. Op. cit., tomo II, p. 863.
[90]
91
ANÁLISIS
El contenido del artículo 78 del Decreto Legislativo n. º 1071, bajo
estudio, se circunscribe a un hecho: que el reconocimiento o la ejecución
[91]
92
[92]
93
En pleno siglo XXI sería absurdo pensar ello, y hace bien la ley arbitral
peruana en señalar que estas «circunstancias» no deben entenderse de
manera exhaustiva; por el contrario, debe permitirse incluir en dicha
lectura a las nuevas formas de comunicación y comercio internacional.
[93]
94
81
Mario Castillo Freyre, Rita Sabroso Minaya, Laura Castro Zapata, Jhoel Chipana Catalán, Estudio Mario
Castillo Freyre comentarios a la ley de arbitraje, Segunda parte, Volumen 26, Ediciones ECB primera
Edicion 2014, p. 953-955
[94]
95
b) el tribunal compruebe:
La Ley de Arbitraje española del año 2003, sobre este particular estipula
que:
Por último, el artículo que nos corresponde analizar también posee como
antecedente, el artículo 55 de la Ley de Arbitraje peruana del año 1992,
Decreto Ley n.° 25935, el cual señalaba lo siguiente:
Recurso de anulación
El inciso 1 del artículo 62 de la Ley de Arbitraje establece que contra el
laudo sólo podrá interponerse recurso de anulación. Este recurso
constituye la única vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la
[96]
97
De esta manera se han cerrado todas las puertas, incluidas las que
podrían haberse imaginado como viables aunque en teoría no lo eran,
para impugnar un laudo.
Vale decir que un laudo interlocutorio (que, por ejemplo, ponía fin a un
proceso al principio del mismo, declarando fundada una excepción de
incompetencia que archivaba todo el proceso) siempre ha debido seguir
idéntico trámite de impugnación que un laudo formal que hubiese
resuelto exactamente lo mismo (o sea, un laudo a través del cual el
tribunal se abstuviese de pronunciarse sobre el fondo del asunto, por
declarar fundada la excepción de incompetencia).
82
Mario Castillo Freyre, Rita Sabroso Minaya, Laura Castro Zapata, Jhoel Chipana Catalán, Estudio Mario
Castillo Freyre comentarios a la ley de arbitraje, Segunda parte, Volumen 26, Ediciones ECB primera
Edicion 2014, p. 971-973.
[97]
98
g. Que la controversia ha sido decidida fuera del plazo pactado por las
partes, previsto en el reglamento arbitral aplicable o establecido por el
tribunal arbitral.
[98]
99
[99]
100
Por otro lado, debemos tener presente que el literal a) del inciso 1 del
artículo 65 de la Ley de Arbitraje establece que si el laudo se anula por
esta causal, la materia que fue objeto de arbitraje podrá ser demandada
judicialmente, salvo acuerdo distinto de las partes.
83
Cantuarias Salaverry, Fernando. «Anulación de un laudo arbitral por la causal de nulidad del convenio
arbitral». En Revista Iberoamericana de Arbitraje y Mediación.
http://www.servilex.com.pe/arbitraje/colaboraciones/anullaudo.html.
[100]
101
84
Recordemos que el inciso 1 del artículo 41 de la Ley de Arbitraje establece que «el tribunal arbitral es el
único competente para decidir sobre su propia competencia, incluso sobre las excepciones u objeciones
al arbitraje relativas a la inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia del convenio arbitral o
por no estar pactado el arbitraje para resolver la materia controvertida o cualesquiera otras cuya
estimación impida entrar en el fondo de la controversia. Se encuentran comprendidas en este ámbito las
excepciones por prescripción, caducidad, cosa juzgada y cualquier otra que tenga por objeto impedir la
continuación de las actuaciones arbitrales». (El subrayado es nuestro).
85
Castillo Freyre, Mario y Ricardo Vásquez Kunze. Arbitraje. El Juicio Privado: la verdadera reforma de la
Justicia. Biblioteca de Arbitraje del Estudio Mario Castillo Freyre. Lima: Palestra Editores-Estudio Mario
Castillo Freyre, 2006, vol. 1, p. 257.
[101]
102
“En relación a la causal regulada por el literal b), Cantuarias señala que
esta causal de anulación debe ser alegada y probada por quien la invoca
y tiene por misión salvaguardar el debido proceso y el derecho de defensa
de las partes”86.
86
Cantuarias Salaverry, Fernando. «Anulación de un Laudo Arbitral por la causal de violación del debido
proceso y el derecho de defensa». En Arbitraje On Line. Lima: Centro de Conciliación y Arbitraje Nacional
e Internacional de la Cámara de Comercio de Lima, año II, n.° 3, septiembre 2004, p. 1. En
http://www.camaralima.org.pe/arbitraje/boletín/edic_ant/3/voz_arbitro2.htm.
87
Carocca Pérez, Alex. «Las Garantías Constitucionales del Debido Proceso y de la Tutela Judicial Efectiva
en España». En Revista Jurídica del Perú. Trujillo: Editora Normas Legales, 1997, año XIV, n.° 2, p. 85.
[102]
103
Aquí también debemos precisar que esta causal sólo será procedente si
fue objeto de reclamo expreso en su momento ante el tribunal arbitral
por la parte afectada y el mismo fue desestimado.
88
De Bernardis, Luis Marcelo. La garantía procesal del debido proceso. Lima: Cultural Cuzco Editores,
1995, pp. 413 y 414.
89
Castillo Freyre, Mario y Ricardo Vásquez Kunze. Arbitraje. El Juicio Privado: la verdadera reforma de la
Justicia. Biblioteca de Arbitraje del Estudio Mario Castillo Freyre. Lima: Palestra Editores-Estudio Mario
Castillo Freyre, 2006, vol. 1, p. 258.
[103]
104
A su turno, el literal c) señala que el laudo sólo podrá ser anulado cuando
la parte que solicita la anulación alegue y pruebe que la composición del
tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no se han ajustado al
acuerdo entre las partes o al reglamento arbitral aplicable, salvo que
dicho acuerdo o disposición estuvieran en conflicto con una disposición
de este Decreto Legislativo de la que las partes no pudieran apartarse, o
en defecto de dicho acuerdo o reglamento, que no se han ajustado a lo
establecido en este Decreto Legislativo.
90
Cantuarias Salaverry, Fernando. Arbitraje Comercial y de las Inversiones. Op. cit., pp. 484-485.
[104]
105
“Lete señala que no resultaría factible que los árbitros decidieran resolver
cuestiones ajenas a la materia para la que fueron nombrados, pues ello
se encontraría en flagrante contradicción con el propio fundamento de la
institución arbitral”91.
“Tal como señala Barona, el fin de la anulación por esta causal es dejar
sin efecto lo que constituye exceso en el laudo, pero no corregir sus
deficiencias y omisiones, sin posibilidad —por tanto— de discutir el
mayor o menor fundamento de lo resuelto, reduciéndose a examinar si
hubo o no exceso jurisdiccional, traspasando los límites objetivos del
compromiso”92.
“Por otro lado, Cantuarias precisa que la anulación sólo afectará los
puntos no sometidos a decisión, siempre y cuando tengan sustantividad
propia y no aparezcan inseparablemente unidos a la cuestión principal.
Además, debe tenerse en cuenta que la causal bajo comentario sólo
afectará a los laudos arbitrales que contengan excesos en la materia
(extra petita o ultra petita), pero no cuando los árbitros hayan fallado
omitiendo resolver sobre alguna materia sometida a su conocimiento
(infra petita)”93.
91
Lete Achirica, Javier. «Acción de anulación del laudo» En Comentarios prácticos a la Ley de Arbitraje.
Valladolid: Editorial Lex Nova S.A., 2004, p. 658.
92
Citada por Cantuarias Salaverry, Fernando. «Anulación de un laudo arbitral por la causal de exceso en
la resolución de la materia sometida a arbitraje». En Ius et Veritas. n.° 30. Lima: Revista editada por
alumnos de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 2005, p. 204.
93
Cantuarias Salaverry, Fernando. «Anulación de un laudo arbitral por la causal de exceso en la resolución
de la materia sometida a arbitraje». Op. cit., p. 208.
[105]
106
“El hecho de que se haya laudado sobre algo que no se ha pedido es,
obviamente, una causal de anulación del laudo. Aquí, quiere la Ley que
la anulación afecte el laudo sólo en aquello que está de más por la razón
que fuere, mientras se le pueda separar fácilmente de lo que sí se pidió
que se laudara. Si no se puede separar, porque una cosa es indesligable
de la otra, no procede la anulación”96.
Al igual que en los casos anteriores, esta causal sólo será procedente si
fue objeto de reclamo expreso en su momento ante el tribunal arbitral
por la parte afectada y el mismo fue desestimado.
El literal e) indica que el laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte
que solicita la anulación alegue y pruebe que el tribunal arbitral ha
94
Citado por Ledesma Narváez, Marianella. «Laudos arbitrales y medios impugnatorios» En Cuadernos
Jurisprudenciales. n.° 17, Lima: Gaceta Jurídica, noviembre 2002, p. 24.
95
Munné Catarina, Frederic. Op. cit., p. 180.
96
Castillo Freyre, Mario y Ricardo Vásquez Kunze. Arbitraje. El Juicio Privado: la verdadera reforma de la
Justicia. Op. cit., p. 260.
[106]
107
De otro lado, el literal f) del inciso 1 del artículo 63 de la Ley, señala que
el laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicite la anulación
alegue y pruebe que según las leyes de la República, el objeto de la
controversia no es susceptible de arbitraje o el laudo es contrario al orden
público internacional, tratándose de un arbitraje internacional.
[107]
108
97
Mario Castillo Freyre, Rita Sabroso Minaya, Laura Castro Zapata, Jhoel Chipana Catalán, Estudio Mario
Castillo Freyre comentarios a la ley de arbitraje, Segunda parte, Volumen 26, Ediciones ECB primera
Edicion 2014, p. 999-1006.
[108]
109
ANÁLISIS
El inciso 1 del artículo 64 del Decreto Legislativo n.° 1071, señala que el
recurso de anulación se interpone ante la Corte Superior competente
dentro de los veinte días siguientes a la notificación del laudo. Cuando se
hubiere solicitado la rectificación, interpretación, integración o exclusión
del laudo o se hubiese efectuado por iniciativa del tribunal arbitral, el
recurso de anulación deberá interponerse dentro de los veinte días de
notificada la última decisión sobre estas cuestiones o de transcurrido el
plazo para resolverlas, sin que el tribunal arbitral se haya pronunciado.
[109]
110
Acá hay que tener mucho cuidado, porque una parte podría estar
esperando que la contraparte interponga algún recurso contra el laudo
en el plazo de quince días contemplado por el artículo 58 de la Ley de
Arbitraje, y si no hubiese sido el caso de su interposición, entonces,
solamente quedarán cinco días para interponer el recurso de anulación.
[110]
111
Ello, porque se trata de que el proceso sea breve, es decir, de que no tenga
una etapa probatoria, porque todos son medios de actuación inmediata.
[111]
112
98
García-Calderón Moreyra, Gonzalo. «Trámite del recurso». En AA.VV. Comentarios a la ley peruana de
arbitraje. Op. cit., tomo I, pp. 723 y 724.
[112]
113
Esto tal vez se estima que resulta innecesario, ya que una parte puede
presentar copias simples y se facilita también al tribunal que presente
copias simples de las partes respectivas del expediente.
[113]
114
que haya sido pactado por las partes para garantizar el cumplimiento del
laudo.
Sin embargo, el inciso 3 del artículo 64, que es una norma de mero
trámite, señala que la Corte Superior competente resolverá de plano
sobre la admisión a trámite del recurso dentro de los diez (10) días
siguientes.
Prosigue el inciso 3 del artículo 64, señalando que una vez admitido a
trámite el recurso de anulación, se correrá traslado a la otra parte por el
plazo de veinte (20) días, para que exponga lo que estime conveniente y
ofrezca los medios probatorios que corresponda. Agrega la norma que
sólo pueden ofrecerse documentos. Esto, en razón de lo rápido y
expeditivo que debe ser el trámite del recurso de anulación, conforme ya
hemos explicado.
[114]
115
cualquier otra medida que, a criterio de los árbitros elimine las causales
alegadas para el recurso de anulación. En caso contrario, resolverá
dentro de los veinte días siguientes.
[115]
116
99
Ortells Ramos, Manuel. Derecho jurisdiccional. Proceso Civil. Barcelona: Bosch, 1995, tomo II, p. 343.
[116]
117
8. “CONSECUENCIAS DE LA ANULACIÓN”100
Artículo 65.- Consecuencias de la anulación
100
Mario Castillo Freyre, Rita Sabroso Minaya, Laura Castro Zapata, Jhoel Chipana Catalán, Estudio Mario
Castillo Freyre comentarios a la ley de arbitraje, Segunda parte, Volumen 26, Ediciones ECB primera
Edicion 2014, p.
[117]
118
ANÁLISIS
El inciso 1 del artículo 65 de la Ley de Arbitraje bajo estudio, señala: a)
Si el laudo se anula por la causal prevista en el inciso a) del numeral 1
del artículo 63, la materia que fue objeto de arbitraje podrá ser
demandada judicialmente, salvo acuerdo distinto de las partes.
En este caso, el literal a) del inciso 1 del artículo 65, señala al final «salvo
acuerdo distinto de las partes».
[118]
119
El referido literal b), señala que el laudo podrá ser anulado cuando una
de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un
árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra
razón hacer valer sus derechos.
[119]
120
Para ese caso será de aplicación lo dispuesto por el literal c) del inciso 1
del artículo 65, en el sentido de que las partes deberán proceder a un
nuevo nombramiento de árbitros (obviamente, de un árbitro o de dos
árbitros o de tres árbitros, dependiendo de dónde se encuentra el vicio en
la composición del tribunal arbitral) y se entiende que esta nueva
designación sí debe ser efectuada de acuerdo a ley o al reglamento.
El literal e), como se puede apreciar, señala que el laudo podrá ser
anulado si el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo
a ley, son manifiestamente no susceptibles de arbitraje. Tratándose de
un arbitraje nacional, el tema es de una claridad evidente, por lo cual no
[120]
121
9. “GARANTÍA DE CUMPLIMIENTO”101
Artículo 66.- Garantía de cumplimiento
101
Mario Castillo Freyre, Rita Sabroso Minaya, Laura Castro Zapata, Jhoel Chipana Catalán, Estudio Mario
Castillo Freyre comentarios a la ley de arbitraje, Segunda parte, Volumen 26, Ediciones ECB primera
Edicion 2014, p. 1032.
7.
[121]
122
[122]
123
ANÁLISIS
El inciso 1 del artículo 66 de la Ley de Arbitraje, bajo estudio, establece
que la interposición del recurso de anulación no suspende la obligación
de cumplimiento del laudo ni su ejecución arbitral o judicial, salvo
cuando la parte que impugna el laudo solicite la suspensión y cumpla
con el requisito de la garantía acordada por las partes o establecida en el
reglamento arbitral aplicable. Al examinar la admisión del recurso, la
Corte Superior verificará el cumplimiento del requisito y, de ser el caso,
concederá la suspensión.
En este punto ingresamos al análisis del tema relativo a cuáles son los
efectos de la impugnación del laudo arbitral.
[123]
124
Estas dos posiciones tienen algo de razón. Sin duda, la mayoría de veces
en que se interpone un recurso de anulación es con fines dilatorios, pero
hay que asumir que en algunas oportunidades los laudos son anulados
y, en ese caso, creemos que por una cuestión de precaución, cuando
existe la posibilidad de que el laudo se anule, es mejor que el mismo no
se ejecute.
[124]
125
Esto, sin duda, representa algo bastante gravoso para aquél que
interpone el recurso de anulación, en la medida de que va a inmovilizar
en una cuenta bancaria, a favor de una institución de esta naturaleza,
una enorme suma de dinero, en relación a lo que se está reclamando, es
decir, no cumplir con aquello que está contenido en la parte resolutiva
del laudo.
[125]
126
En ese sentido, la norma señala que para tal efecto, la Corte Superior, a
pedido de la parte interesada, de ser el caso, oficiará a las entidades
financieras para facilitar la renovación.
[126]
127
10. CONCLUSIONES
- El arbitraje es una figura judicial fascinante. Teniendo una raíz
común con el proceso judicial (el conflicto), la realidad del arbitraje
y del proceso judicial se dan hoy planos diferentes, respecto de
diferentes pretensiones, pero proyectados hacia un fin común (la
solución del conflicto), bajo una misma plantilla o esquema
procesal, lo que demuestra que tienen una misma naturaleza o raíz
jurídica. Esto resalta más en la hora actual de crisis generalizada
y globalizada de la administración de justicia que ofrece el Estado.
- El arbitraje es el embrión de proceso judicial jurisdiccional que ha
subsistido hasta la fecha a pesar de la vigencia del proceso judicial
por muy diversas razones y finalidades que son también comunes
a las del proceso judicial y que el mismo proceso judicial alienta y
estimula. El arbitraje comparte la misma naturaleza jurídica del
proceso judicial. Ambos tienen una misma finalidad y repiten, en
mayor o menor grado, el mismo método. Además, ambos se sirven
del proceso, y su teoría general, para lograr su realidad. Sus
diferencias, basadas en su origen y algunas particularidades, no le
quitan la esencia de su naturaleza jurídica.
[127]
128
11. BIBLIOGRAFÍA
Fuero Real, Libro I, Título VII, Ley II: «Nengun ome non sea osado de
judgar pleitos si non fuere alcalle puesto por el rey, o si non fuere
por placer de las partes, que lo tomen por avenencia para judgar
algun pleito» (Real Academia de la Historia 1836: 17).
[128]
129
Mario Castillo Freyre, Rita Sabroso Minaya, Laura Castro Zapata, Jhoel
Chipana Catalán, Estudio Mario Castillo Freyre comentarios a la
ley de arbitraje, Segunda parte, Volumen 26, Ediciones ECB
primera Edicion 2014, p. 953-955
[129]
130
Mario Castillo Freyre, Rita Sabroso Minaya, Laura Castro Zapata, Jhoel
Chipana Catalán, Estudio Mario Castillo Freyre comentarios a la
[130]
131
[131]
132
[132]