embolsamiento de aire muy frío en la atmósfera que
se descuelga de la circulación general de los vientos generando fuertes tormentas acompañadas de viento y bajas temperaturas. El pasado verano las comunidades de Melilla, Murcia, Castilla-La Mancha, Baleares y Valencia se vieron sorprendidas por este fenómeno que dejó inundaciones y numerosos destrozos.