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La Comunidad LGBTI: derechos en suspenso, discriminación y resistencia.

Un estudio
de caso en la voz de integrantes de esta comunidad.

Brayan David Barajas Hernández

Institución Universitaria Politécnico Gran colombiano


Psicología
Bogotá
2018
Introducción

El presente escrito, es un primer acercamiento al ejercicio de investigación desarrollado


en el marco de la asignatura, “investigación cualitativa” parte del pensum académico del
Departamento de Psicología de la Institución Universitaria Politécnico Gran
Colombiano. Con el que se pretende desarrollar de forma práctica un acercamiento a los
saberes y conocimientos entregados en la dinámica formativa de dicha asignatura.

Comprendiendo lo anterior, este documento pretende ser la condensación y exposición


de un proceso investigativo realizado en conjunto con personas integrantes de la
comunidad LGBTI. Siendo de especial interés la vida cotidiana de estas personas, sus
dificultades, capacidades, acciones y resistencias, comprendiendo que su opción sexual
y de género significa una ruptura con normas sociales que estructuran un deber ser
social frente a las conductas sexuales y a lo permitido para uno u otro género.

Para su elaboración, fue necesario un proceso de investigación documental y teórica en


aras de cimentar conceptos manejados en la investigación, de igual modo el
acercamiento a la población con interés de participar en la investigación y permitir
acceso a sus vidas cotidianas, además de un ejercicio de escritura y planeación en torno
a la realización práctica del proyecto, sumando a esto procesos mentales como la
reflexión, el análisis y la sistematización.

Siendo la motivación para realizar este trabajo el deseo de conocer la problemática de


la discriminación en la población LGBTI, la cual no puede sostenerse en el porqué de
sus preferencias sexuales, sino en comprender las diversas adversidades y problemáticas
que enfrentan en el campo material y simbólico de la sociedad Bogotana. Considerando
a la comunidad LGBTI como personas con los mismos derechos que personas
heterosexuales, que sin embargo han visto sus derechos vulnerados por condiciones
culturales, institucionales, económicas y políticas que les ubican de forma desigual en el
acceso a garantías de igualdad en una sociedad que se pretende democrática y plural.

Intentando por medio de este trabajo presentar algunas reflexiones que se puedan
considerar un aporte para el avance de estos temas en la disciplina y en las ciencias
humanas en general, siendo claro está una interpretación que no se pretende universal ni
absoluta sino por el contrario un aliciente para debates y reflexiones en torno al tema.

Finalmente debe comentarse que en su estructura este manuscrito presenta los siguientes
apartados: Introducción; planteamiento del Problema; Marco Teórico; Marco
Metodológico; Resultados; Análisis de Resultados y Conclusiones.

Planteamiento de problema

El presente trabajo pretende observar como la discriminación ejercida en Bogotá por


diversos actores sociales hacia la población LGBTI afecta su calidad de vida.
Específicamente se intentan definir los espacios, derechos y capacidades que se ven
afectados, limitados o totalmente restringidos, basándose fundamentalmente en su
opción sexual y de género.

Este proceso de exclusión, segregación y privación de derechos, no surge de


interpretaciones parciales ni de presunciones basadas en el sentido común, ha sido
documentado y referenciado en diversos textos académicos o informes de diversas
organizaciones sociales y no gubernamentales, un ejemplo de esto es el informe
realizado por Colombia Diversa en el año 2013, donde se comenta que “en una sociedad
en la que la heterosexualidad se considera norma, las personas LGBTI, y especialmente
aquellas cuya orientación sexual o identidad de género es evidente, se encuentran en
riesgo” (Colombia Diversa, 2013, pág. 6).

De igual forma una breve revisión de titulares en la prensa nacional, demuestran el alto
nivel de discriminación laboral, escolar, violencia, entre otros, que atentan contra la
calidad de vida para esta comunidad; siendo incluso reciente en la política colombiana
el debate frente a temas de interés para dicha población como el matrimonio gay o la
adopción igualitaria, temas en los que se han producido grandes avances y sin embargo,
en la realidad concreta siguen existiendo en la institucionalidad prácticas
discriminatorias y violentas contra este grupo social.

El trabajo de investigación se realizará como estudio de caso, en el acompañamiento de


la vida cotidiana a personas pertenecientes a la comunidad LGBTI, intentando extraer
de dicho acercamiento las formas de discriminación que sufren en carne propia y las
herramientas que utilizan día a día para enfrentar dicha realidad.

Finalmente, Este contexto problémico, da lugar a que este trabajo sea pertinente como
una revisión académica de la situación y de igual modo como una denuncia frente a
realidades desiguales que vivimos en la sociedad colombiana contemporánea. Dando
lugar a que la pregunta de investigación gire en torno al tema de la discriminación de
la siguiente forma:

¿Cuáles son las formas que asume la discriminación en la vida diaria de personas
pertenecientes a la Comunidad LGBTI? Y ¿cuáles son las formas que estas personas
asumen en su vida cotidiana para resistir a dichos procesos discriminatorios?

Objetivos

General

 Comprender las formas de discriminación que en la vida cotidiana sufren las


personas de la comunidad LGBTI en la ciudad de Bogotá, así como las prácticas
que dicha comunidad construye para enfrentar dichas circunstancias.

Específicos

 Identificar las formas de discriminación, materiales y simbólicas que vive la


comunidad LGBTI en la ciudad de Bogotá
 Determinar el grado de tolerancia y aceptación que existe en los contextos más
cercanos de personas pertenecientes a la población LGBTI, así como las formas
discriminatorias persistentes en dichos contextos.
 Comprender las prácticas y posiciones que permiten a integrantes de esta
comunidad resistir de diversas formas las acciones discriminatorias que viven en
su cotidianidad.

Marco teórico

La importancia de este apartado para la realización de un trabajo investigativo es


crucial, pues según, (Gómez; Deslauriers; Álzate, 2010) el marco conceptual es
constituido por las teorías y los conceptos que sirven de matriz teórica para las sucesivas
etapas de la investigación, Elaborada a partir de las reflexiones y razonamientos que se
realizan para dar forma y sentido a la investigación.

De esta manera se construye un mapa de conceptos relacionados entre sí, que dan un
significado particular a todo lo expuesto en el documento, fruto del proceso de
investigación. Para el presente trabajo es necesario dilucidar conceptualmente varias
ideas y categorías con el fin de construir aquel mapa ya mentado.

Para esta construcción que opera como guía de la interpretación – comprensión


realizada en el marco de este trabajo, se organizarán los conceptos de forma
descendente intentado mantener un vínculo de orden estructural o macro social en un
primer momento, que se enmarca en las dimensiones hegemónicas de la cultura, para
aterrizar esto mismo en escenarios de la vida cotidiana que dan realidad a estos
discursos o por el contrario los enfrentan, finalizando con el acercamiento a la condición
subjetiva y la apropiación particular de imaginarios, representaciones y prácticas de la
comunidad LGBTI.

En primer lugar debe iniciarse comprendiendo que las siglas LGBTI se encuentran “en
uso desde los años 90 y corresponde a una extensión de la expresión LGB, que a su vez
había reemplazado a la voz “comunidad gay” que muchos homosexuales, bisexuales y
transexuales sentían que no les representaba adecuadamente”. (Mejía, 2010, p. 79).

Por lo que contemporáneamente se afirma que:

La sigla hace alusión al grupo conformado por lesbianas, gays, bisexuales y


transgeneristas. Esta multicitada sigla se ha constituido como una expresión de
auto-identificación y ha sido adoptada por la mayoría de comunidades y medios
de comunicación LGBT en muchos países angloparlantes y recientemente en
Latinoamérica. No obstante, no son de la complacencia de todos a los que
literalmente integra. Por un lado, algunos intersexuales (hermafroditas) quieren
ser incluidos en el grupo LGBT y preferirían el término “LGBTI” (Mejía, 2010,
p. 79).

Es importante matizar estas definiciones con la propia comprensión que el colectivo


tiene de sí, entendiendo que cada grupo e incluso de forma individual puede existir una
incompatibilidad de estas siglas como colectividad, siendo incluso posibles situaciones
de “endo-discriminación”, disgregación del movimiento, etc.
Pese a lo anterior, es importante remarcar dos temas que nos permiten concebir dichas
siglas como una colectividad y movimiento social a pesar de sus disputas internas u
otras disquisiciones, lo primero podría ser conceptualizado como “el estigma” que en
una sociedad Hetero-normativa, se impone a quienes buscan, viven y agencian su
género de forma distinta y el segundo tema, es la consigna estratégica que grupos
subalternos y minorías utilizan en búsqueda de defender sus derechos, siendo este el
caso, pues si bien cada colectividad tiene necesidades, percepciones y dinámicas
diferentes, frente a la violencia estructural y la discriminación, es táctico construir
comunidad LGBTIQ, para convertirse en un actor relevante y generar acciones en
defensa de sus intereses.

Desmenuzando lo anterior, debe aclararse para el primer tema lo siguiente, La hetero-


normatividad se expresa cuando en una sociedad, solo se reconoce la dicotomía de
género masculino –femenino, dejando fuera del espectro cualquier otra forma de vivir la
sexualidad y los roles de género, así

Heterosexualidad ha sido tomada por muchas sociedades como el único modelo


de vida digno de respeto y valoración; ella se convierte en estas comunidades
tanto en el patrón como en la norma. Esta normatividad sexual viene dada, entre
otras razones, por las significaciones sociales con las que se ha revestido el
hecho de nacer encarnado en la figura de un hombre o de una mujer. Como ya se
anotó, todo ser humano existe en y como un cuerpo, no obstante, cabe ser
todavía más precisos: el ser humano existe encarnando un cuerpo singularmente
sexuado. (Palacio, 2017, p. 22)

El género viene a ser la construcción cultural que en dicha sociedad se da teniendo


como base el órgano sexual que biológicamente tiene machos y hembras, dotando de
características más allá de las reproductivas dichos órganos, asociándolas con la
división sexual del trabajo, la emocionalidad, la detentación del poder, etc.

Sucede así, que en estas sociedades, se genera un Estigma a quienes no cumplen con esa
norma cultural, es decir se les persigue, discrimina o violenta, desde la institucionalidad,
la sociedad civil o los medios de comunicación, así dado que el estigma es “el efecto
negativo que una marca o una etiqueta produce en un grupo” (Uribe, Mora & Cortés,
2007, p. 208), puede comprenderse que esta “marca” negativa significa también un cese
en el ejercicio de diversos derechos, pues solo tener que ocultar su orientación sexual,
ya toca el derecho al libre desarrollo de la personalidad y a la identidad.

Este estigma demarca también acciones de discriminación por parte de la sociedad a la


que pertenece, entendiendo que la acción de discriminar:

Supone adoptar una actitud o llevar a cabo una acción prejuiciosa, parcial,
injusta, o formular una distinción que, en definitiva, es contraria a algo o a
alguien. Quizá, en una frase más breve, podría decirse que discriminar es
practicar un tratamiento desigual que no resulta admisible. (Rabossi, 1990, p.
179).

Esta discriminación puede tomar forma de violencia estructural, pues esta remite a:

La existencia de un conflicto entre dos o más grupos de una sociedad


(normalmente caracterizados en términos de género, etnia, clase, nacionalidad,
edad u otros) en el que el reparto, acceso o posibilidad de uso de los recursos es
resuelto sistemáticamente a favor de alguna de las partes y en perjuicio de las
demás, debido a los mecanismos de estratificación social. (Parra, D. & Torrosa,
M., 2003, p. 57).

Lo que es claro en una sociedad hetero-normada, pues la estructura estatal, también


responde a esta discriminación y reproduce el estigma ya impuesto culturalmente, del
mismo modo, no en balde como señalan Arrubia y Brocca (2017) donde siguiendo a la
CIDH, advierten que “las personas LGBTI y en especial las personas trans
enfrentan un ciclo de exclusión y pobreza que profundiza la exposición cotidiana
a situaciones de violencia (CIDH, 2015: 217). En un esquema en que la igualdad
formal en términos de derechos civil” (Arrubia & Brocca, 2017, p. 88).

Allí ingresa la disputa por el concepto de ciudadanía, pues es imprescindible dar


contenido a dicho concepto, en aras de saber las responsabilidades del Estado, los
derechos a los que puede acceder una persona y los deberes que tiene, para este trabajo
se comprende la definición de ciudadanía compleja, pues:

Reconocer jurídicamente las diferencias implica un concepto de ciudadanía que,


mediante un delicado y complejo encaje de derechos individuales y colectivos,
incluya no sólo una identidad moral común expresada por los derechos
fundamentales, sino también las diferencias culturales expresadas por los
derechos derivados de la pertenencia a un grupo. (Enguita, 2007, p.266).

Lo que también significa que donde se generan procesos de violencia estructural existen
trasgresiones a la ciudadanía, derechos vulnerados, ciudadanías en suspenso, que deben
generar formas prácticas en su vida cotidiana para garantizar ellos mismos sus derechos,
adentrándonos en esta afirmación hay que diferenciar la vida cotidiana de otros
escenarios de la vida social, para ello, en primer lugar es necesario comprender que lo
cotidiano refiere indiscutiblemente a un conjunto específico de relaciones sociales. Sin
embargo, es necesario hilar más fino, para consolidarla como categoría de análisis
científico.

En ese sentido, se retoma a Lalive (2008) cuando afirma que el punto de reflexión será
analizar la vida cotidiana, la cual advierte las “(…) prácticas casi totalmente
descargadas de simbolización (desencantadas, en el sentido de Weber)” (p. 11-12).

Una primera mención sobre la vida cotidiana implica dar cuenta de su carácter de
evidencia para el sentido común, esto es, el ser humano (cree que) puede dar cuenta de
todas las dimensiones de esta categoría, pero que simultáneamente se confunde con
rutina diaria, que es únicamente una de la dimensiones de esta categoría. Por ello,
Lalive (2008) postula que la vida cotidiana “se nos impone como el lugar de múltiples
dialécticas vividas (actuadas) de lo rutinario y del acontecimiento” (p.15).

Hablar de cotidianidad implica rutinizar y concretar cada una de las categorías de


análisis sociológico, pues es en la vida cotidiana de donde son abstraídos distintos
fenómenos sociales. En ese sentido la vida cotidiana es al mismo tiempo categoría,
método y sujeto.

Ahora es preciso enlazar la categoría vida cotidiana, para efectos de esta investigación,
con otras categorías como acción colectiva, el movimiento LGBTI y los derechos del
mismo. Por ello, en primer término

en lo que se refiere a las formas de acción que conciernen a la vida cotidiana y a


la identidad individual, los movimientos contemporáneos se distancian del
modelo tradicional de la organización política y asumen una creciente autonomía
de los sistemas políticos. Esos movimientos van a ocupar un espacio intermedio
de la vida social, en el cual se entrelazan necesidades individuales e impulsos de
innovación política. Las características de estos movimientos hacen que la
eficacia de los conflictos sociales pueda ser garantizada sólo por la mediación de
los actores políticos, pero sin reducirse nunca a ella. El impulso innovador de los
movimientos no se agota en una transformación del sistema político por obra de
los actores institucionales; sin embargo, la posibilidad de que las demandas
colectivas se expandan y encuentren espacio depende del modo en que los
actores políticos logren traducir en garantías democráticas las demandas
procedentes de la acción colectiva. (Melucci, 1999, p. 61).

En segundo lugar, entendemos que los derechos humanos al ser ejercidos

Forman parte de las prácticas cotidianas y experiencias vitales de las personas.


En el caso de la población LGBTI esto va más allá de lo que la ley habilita, tiene
que ver con la sociabilidad, los deseos, el uso de espacios públicos (Rostagnol,
2016, p.116).

Estos últimos como fenómenos que ocurren en la vida cotidiana, y está última donde se
ejercen los derechos. Está concepción le da un vuelco a la noción que veníamos
tratando, pues comprende que la vida cotidiana

Está constituida por acciones que, a pesar de pasar frecuentemente


desapercibidas, son las que posibilitan los cambios en la macro-historia. Es en el
terreno de la vida cotidiana donde la sociedad en su conjunto deberá incorporar
el respeto a la diversidad para que todxs puedan ejercer sus derechos de manera
plena, que es la única manera de ejercerlos. (Rostagnol, 2016, p.116).

De la misma forma, en esta red conceptual es necesario dar un lugar a las prácticas
sociales y su importancia, pues están estrechamente ligadas a las dimensiones de la vida
cotidiana antes presentadas, siendo la materialización de categorizaciones como agencia
y subjetividad, pues si comprendemos las prácticas como un “nexo de formas de
actividad que se despliegan en el tiempo y en el espacio y que son identificables como
una unidad” (Ariztía, 2017, pág. 224), puede entenderse que no son comprendidas como
tales todas las acciones humanas, sino aquellas acciones, cargadas de sentido,
desarrolladas habitualmente o por lo menos dentro de una sistematicidad que permita
cierto grado de esquematicidad y referenciación cultural.

Siendo fundamental en su caracterización, “la existencia de elementos corporales


(actividades del cuerpo), actividades mentales (involucran sentido y, entre otros
aspectos, emociones, motivaciones, saberes prácticos y significados) y un conjunto de
objetos y materialidades que participan de la ejecución de la práctica” (Ariztía, 2017,
pág. 224), por lo que toda práctica social implica no solo la relación del sujeto con el
mundo material que le rodea y enmarcado en el mundo social al que pertenece, sino que
también representa su relación con los esquemas culturales y comportamentales propios
de su sociedad, más allá de las representaciones y los imaginarios, son las formas
materiales en que el sujeto apropia determinados horizontes de sentido o imperativos
sociales, por tanto es del mismo modo, el momento en que el matiz de la subjetividad
“pasa por agua” las orientaciones estructurales y los imaginarios, dándoles un
contenido acorde a las propias experiencias que ha tenido el sujeto en su vida cotidiana.

De este mismo modo, se presentan prácticas sociales que reproducen las estructuras
ideológicas de la sociedad, pero también, tiene lugar formas contrarias a estas, en la
experiencia del día a día que viven personas integrantes de la comunidad LGBTI,
reproducen en su actuar, condiciones que sostienen su condición de segregación,
marginación y exclusión, pero también, tienen lugar prácticas que les permiten
“camuflarse” para no sentir el peso del estigma constantemente o resistir a su manera
formas de exclusión, Así, t realizando un recorrido por conceptos anteriores, la
resistencia frente a situaciones de violencia estructural, discriminación, segregación o
inequidad, pueden en un primer término reconocerse como un derecho social,
enmarcado por lo menos en lo respectivo a la legalidad en:

Una base doctrinal sólida y precisa, fundada en el derecho natural y .en una
teoría de la justicia, con lo cual los diversos grados de resistencia, desde la
resistencia pasiva al tiranicidio, tienen unos fundamentos éticos concretos, lo
que hace posible la invocación y ejercicio siempre legítimo de un tal derecho.
(Carvajal, 1992, p. 65).

Sin embargo, también debe reconocerse que, la práctica de resistencia es, más allá de lo
legal, una práctica ética, que posibilita en determinados contextos el gobierno de sí
mismo, frente a las formas de control social existentes, cabe recordar que:
Michel Foucault estudió esta capacidad de gobernarnos a nosotros mismos en la
tercera parte de su trabajo después de haber realizado su arqueología del saber y
su genealogía del poder (Morey, 1989). Esta última etapa de estudio estuvo
guiada por la preocupación ética de que los sujetos, a través de ciertas prácticas
motivadas por el uso de la libertad, pudieran desujetarse (dejar de estar sujetos)
de los discursos dominantes para entablar una relación de gobernabilidad con
ellos mismos y así transformar su propia existencia. (Ferrari, 2017, pág. 145)

Siguiendo entonces los desarrollos que se han dado a partir de la teoría Foucultiana,
puede comprenderse la resistencia no solo como la acción de oposición o defensa frente
al exterior, sino, que también puede comprenderse como “una práctica ética positiva en
tanto la capacidad que tiene de posibilitar que el individuo se moldee bajo sus propios
ideales” (Ferrari, 2017, pág. 150).

Cómo se dijo anteriormente es a partir de estas prácticas cotidianas, que pueden


comprenderse conceptos como la agencia y la subjetividad, esta primera refiriéndose a
la capacidad que un sujeto tiene en su acción para convertirse en actor social y por tanto
en mayor o menor grado, definir su hacer desligándose de imperativos e imposiciones
sociales.

Al respecto es importante resaltar que en la bibliografía consultada se señala que:

El concepto de agencia personal se ha definido en la literatura psicológica, filosófica y


del desarrollo socioeconómico, como una manera de explicar aspectos del
funcionamiento humano autónomo Este concepto se refiere a la competencia personal,
enfocándose principalmente en el individuo como un actor que opera en un contexto
social (Pick, Sirkin, Ortega, Osorio, et al, 2007, p. 295).

Relacionado profundamente con el funcionamiento autónomo, la autoeficacia y la


autodeterminación, es considerablemente diverso en sus formas de expresión, pues se
presenta en la “toma de decisiones, negociación, asertividad y otros procesos cognitivos
de reflexión y análisis” (Pick, Sirkin, Ortega, Osorio, et al, 2007, p.296).

Mientras que la subjetividad, puede entenderse en primer lugar a partir del “sentido
subjetivo” expuesto por Gonzáles Rey, dónde retomando a Vigotsky, se comprende:

Una unidad simbólico-emocional que se organiza en la experiencia social de la persona,


en la cual la emergencia de una emoción estimula una expresión simbólica y viceversa,
en un proceso en que se definen complejas configuraciones subjetivas sobre lo vivido,
que representan verdaderas producciones subjetivas, en las cuales la experiencia vivida
es inseparable de la configuración subjetiva de quien las vive. (Gonzáles Rey, 2008,
P. 234).

Es decir, la experiencia social, la dimensión estructural de la vida en comunidad, las


interacciones entre seres humanos o entre un ser humano y la materia, pasa por el matiz
de la experiencia individual, proceso que de igual forma construye categorizaciones
parciales y por tanto limitadas pero que en la vida de un sujeto dotan de sentido y
contenido todo lo que le rodea, así de un contenido general transmitido por el lenguaje y
la experiencia común de los sujetos, como por una cuestión particular construida
biográficamente.

En general se pretende construir una intersección entre estos conceptos (agencia,


subjetividad, prácticas sociales) para referenciar el abanico de acciones que en la vida
cotidiana tienen lugar y que representan formas de enfrentar, vivir y actuar frente a
condiciones de discriminación, segregación, exclusión, o suspensión de derechos en la
comunidad LGBTI, dónde no existe una respuesta correcta y cada ser humano actúa
según sus posibilidades, capacidades, relaciones, condiciones y en general sus
construcciones subjetivas, generando acciones, decisiones y discursos de diverso
contenido frente a la desigualdad.

Marco Metodológico

Para este caso, parece necesario declarar que la metodología que orientará el ejercicio
práctico y teórico realizado es de carácter cualitativo, pues se comprende que lo que
interesa captar la indagación excede las dimensiones cuantificables y medibles de la
realidad social y psicológica de los individuos, además de esto, “La investigación
cualitativa es, ante todo, intensiva en lo que ella se interesa: en los casos y en las
muestras, si bien limitadas, pero estudiadas en profundidad” (Deslauriers, 2004, p. 6).

De la misma forma, se precisa que en dicho marco metodológico, el enfoque central es


Fenomenológico. Dado que este esfuerzo teórico y práctico apunta a “(...) la
descripción de los significados vividos, existenciales.”(Gómez, Flores y Jiménez, 1996,
pág. 40) Es decir, aunque comprende una dimensión objetiva de la discriminación,
valora fundamentalmente los significados que las personas que viven dicha situación en
su vida diaria le asignan, intentando explicitar el punto de vista que las personas con las
que se realiza la investigación otorgan a determinados sucesos y acciones en su
cotidianidad.

Dicho enfoque toma una forma particular en el método de estudio particular que se
emplea, siendo este el estudio de caso, pues es un proceso de indagación que se
caracteriza por el examen detallado, comprehensivo, sistemático y en profundidad del
caso objeto de interés. (Rodríguez, G.; Gil, J. & García, E. 1996).

Sin embargo dado que lo anterior sigue siendo sumamente amplio, es preciso concretar
que el método seleccionado en esta investigación es El Estudio de Caso, es un proceso
de indagación que se caracteriza por el examen detallado, comprehensivo, sistemático y
en profundidad del caso objeto de interés. (Rodríguez, Gregorio; Gil, Javier; García,
Eduardo. 1996), utilizando para tal fin herramientas de recolección de información
como la observación participante, el diario de campo y por supuesto la entrevista a
profundidad.

Comprendiendo esta primera como “una práctica que consiste en vivir entre la gente
que uno estudia, llegar a conocerlos, a conocer su lenguaje y sus formas de vida a través
de una intrusa y continuada interacción con ellos en la vida diaria” (Goetz y LeCompte:
1998), mientras el diario de campo es un instrumento de recolección de información,
que permite organizar en fases posteriores de la investigación la información, recogida
en la observación, en el compartir de sentidos y prácticas, para finalmente utilizar la
entrevista a profundidad como herramienta de contraste entre la opinión de los
participantes y lo recolectado en las observaciones, reconociendo así, la subjetividad de
quienes participan en la investigación, sus opiniones, sentires y contradicciones.

Población: la investigación fue realizada con adultos jóvenes entre los 25 y los 35 años
de edad. Se encuentran en el ámbito laboral, pero pertenecen a estratos socioeconómicos
diferentes. Quienes participan de esta investigación debe auto reconocerse parte de la
población LGBT.

Resultados

Diario de campo
Para el caso de las entrevistas que son diálogos textuales tenemos las siguientes
convenciones

EI: Entrevistador-Investigador

AA: Andrés Amaya

CC: Catalina Cardona

AR: Anderson Rodríguez

Encuentro I

Entrevista realizada a Andrés Amaya, se auto reconoce como homosexual y tiene 27


años de edad. La conversación giro entorno al posicionamiento de esta persona sobre su
orientación sexual, en donde expresa y refiere a la ideología de género como la puerta al
progreso en la sociedad para la aceptación, tolerancia.

Al encontrarme con Andrés, en el centro comercial Titán plaza a las 04:30pm, dimos
inició con un cordial saludo. Andrés solicito que nos tomáramos un café para hacer más
amena nuestra charla y en breve comencé a realizarle algunas preguntas.

EI: En relación a su orientación sexual ¿Siente que debe ocultar dicha orientación en
algún espacio o momento de su vida diaria?

AA: Es un tema duro de sobrellevar diariamente y más cuando se trata de mi vida


laboral puesto que mi jefe es, en mi opinión, muy “homofóbica”. Por otra parte me
desempeño en un área donde la mayoría son hombres y el acoso laboral es
impresionante, aunque tengo buena relación con las chicas del área, con muchas
personas en la empresa en general choco porque muchos de ellos hablan a mis espaldas
de que soy o no. Entonces, yo para dejarlos con la duda no he publicado mi orientación
sexual en lo que atañe a mi vida laboral y es algo que me hace sentir muy mal conmigo
mismo. Todos los días antes de ir al trabajo es una lucha con mí ser.

EI: ¿En que otro aspecto de su vida sientes que debe ocultar su orientación sexual?
AA: No, pues en los otros aspectos de mi vida como amistades y familia ellos me
aceptan. Realmente con mi familia fue un proceso que llevo un tiempo superarlo por lo
menos hasta mi adolescencia, pero mis padres se informaron del tema y tomaron la
decisión de apoyarme y construir unas buenas bases en la crianza para poder lograr la
persona que soy hoy por hoy.

EI: ¿Cuál es su opinión sobre la discriminación?

AA: Cuando alguna persona da por confirmada y pública su orientación sexual gran
parte de la población la juzga, ya sea por los prejuicios carentes de fundamentos en
experiencias reales, pues se basan en estereotipos, o por la misma ignorancia y poca
tolerancia y discriminación que aún prevalece.

He observado que las personas que aceptan la orientación sexual son en su mayoría la
gente joven, ya que estos son personas heterosexuales que han tenido vivencias y
experiencias de algún amigo o familiar gay.

EI: ¿Alguna vez ha sido discriminado por su orientación sexual?

AA: Sí, he sufrido de discriminación durante toda mi vida por alguna u otra persona,
pero he aprendido a sobrellevar esas situaciones, aunque he tenido momentos difíciles
en los cuales me he sentido frustrado pero gracias a mi mejor amiga, quien es “hetero”
ha sido para mí un gran apoyo y consejera.

EI: ¿Qué piensas de los derechos para la población LGBTI?

AA: Estos derechos se han luchado y han sido una verdadera expresión colectiva de
quienes sufrimos por las veces que nos han tildado, discriminado, abusado o violentado.
Son a ciencia cierta una muestra de que, aunque hagamos parte de las minorías en la
población, tenemos un reconocimiento y un amparo por medio de la comisión
internacional de derechos humanos.

EI: ¿Cuáles considera son derechos negados para la población LGBTI?


AA: El matrimonio, puesto que si es reconocido para el estado como unión de hecho,
pero todavía no es reconocida como tal. Por otro lado, aún se encuentra la negación
sobre la adopción como un derecho a tener un hogar, además, de dar la oportunidad a un
ser que fue abandonado.

EI: ¿Considera que su orientación sexual puede significar alguna limitación en el


ejercicio de sus derechos como ciudadano?

AA: No es una limitación. No lo podemos llamar de esa manera, es más que todo una
cuestión de respeto y tolerancia. El proceso de descubrimiento sexual para los jóvenes
cada vez más se hace “indispensable” como necesidad de comprender toda la
información precisa relacionada a su sexualidad, ya sea homosexual, bisexualo
heterosexual. En contexto es difícil deshacernos de esos prejuicios, sigue siendo un
tema del que no hablamos. Implica educación, información, investigación y que los
investigadores también declaremos nuestras propias limitaciones en términos de sesgos.
Igualmente, los medios de comunicación tienen un rol fundamental y empezar a
funcionar con base en la evidencia y no en creencias, prejuicios o ideologías,
seguramente las cosas va a cambiar. Pasarán años, generaciones seguro, pero llegará el
momento en que ser homosexual o heterosexual no será una pregunta. Se trata de ser
humanos.

Encuentro II

Entrevista realizada a Catalina Cardona, se auto reconoce como lesbiana y tiene 29 años
de edad.

Acordamos entrevistarnos con Catalina, en el Parque de Usaquén a las 09:15am, dimos


inició con un cordial saludo. Catalina muy amablemente decidió atenderme en un
tiempo máximo de una hora ya que debía volver a sus deberes laborales, es trabajadora
social. Nuestra entrevista fue realizada estilo charla con unas breves preguntas.

EI: En relación a su orientación sexual ¿Siente que debe ocultar dicha orientación en
algún espacio o momento de su vida diaria?
CC: No, en ningún caso me he visto con la necesidad de ocultar mi orientación sexual,
ya que todas las personas de mi entorno tienen conocimiento de ello, y lo que atañe a mi
vida laboral no me he visto en necesidad de ocultar si algún compañero pregunta. En
cuanto a las personas con las que hago trabajo de campo, igual si alguno de ellos me
pregunta les contestare con la verdad de mi orientación.

EI: ¿Cuál es su opinión sobre la discriminación?

CC: Que falta mucha educación aun. Estamos en un mundo cada vez más evolucionado
en donde lo diferente siempre es golpeado por insultos y desprecios, no solo las
personas lesbianas, homosexuales, bisexuales, transgénero, sino también aquellos que
son pelirrojos, negros, indígenas, gordos, flacos, y personas con discapacidades.

Hay discriminación por doquier y de aquellos que son discriminativos solo pienso que
algún día el destino les dé una enseñanza, porque lamentablemente el ser humano es así,
hasta que no vive las cosas en carne propia no aprende a respetar a los demás. Si porque
es una cuestión de respeto y tolerancia con los otros.

EI: ¿Alguna vez ha sido discriminado por su orientación sexual?

Sí, en mi adolescencia, yo estudie en un colegio católico de monjas y su población es


femenina. Allí fue muy duro, pues me trataban muy mal las monjas por mis
pensamientos diferentes y cuando expuse que me gustaban las mujeres fue chistoso en
parte porque me trataban como si yo fuera un demonio o algo así, (risas).

Pero luego con él tiempo mis padres tomaron la decisión de retirarme de este colegio y
ellos se educaron mucho en el tema para comprenderme, aun en la actualidad no me
entienden muchas cosas, pero no puedo decir que ellos han sido malos, pienso que
fueron duros como padres que debían orientarme para ser buena persona, considero que
lo lograron pues hoy por hoy soy una mujer muy estable emocionalmente y psicológica
y les estoy agradecida a ellos y al universo por permitirme ser una persona de bien e
independiente.

EI: ¿Qué piensas de los derechos para la población LGBTI?

CC: Soy una luchadora por lograr los derechos que las personas que pertenecen a mi
población obtengamos la equidad e igualdad de todos la mayoría de la población, estos
derechos son en la prueba aunque hagamos parte de las minorías en la población,
tenemos un reconocimientos y un amparo por medio de la comisión internacional de
Derechos Humanos (esta palabra encierra muchas cosas porque el mundo nos debe
respeto como personas) de LGBTI, a lo cual merecemos el amparo tolerancia y
aceptación.

EI. ¿Cuáles considera son derechos negados para la población LGBTI?

CC: Son muchas luchas que se han logrado constituir en el mundo como derechos
humanos de nuestra población, pero para nosotros es muy denigrante el tema de ser
tratados por nuestra orientación sexual como condición degradante y decadente para la
sociedad, esto porque hoy por hoy estamos viviendo como en los tiempos antes de
cristo, en conclusión es un tema muy extenso es nada más echar un vistazo a las noticias
y veras a lo que me refiero.

EI: ¿Considera que su orientación sexual, puede significar alguna limitación en el


ejercicio de sus derechos como ciudadano?

CC: No debe ser visto como limitación, es claro que somos minorías pero como
ciudadano no debe ser mi orientación sexual como un crimen siempre y cuando, yo no
atente contra otra persona o hurte algunas cosas. Pienso que algo que va más allá de ser
un problema como te lo he mencionado; es una cuestión de EDUCACIÓN y cuando me
refiero a ello es en todos los ámbitos, es educación en casa, colegio, trabajo, en la calle,
a donde vayamos para poder entender el contexto de lo que es ser lesbiana, gay,
bisexual o transgénero.

Encuentro III Entrevista realizada a Anderson Rodríguez, se autoreconoce bisexual y


tiene 35 años de edad.

Anderson solicito reunirnos en su casa en el barrio Rafael Núñez, este encuentro se


acordo a las 7:00pm, pues él se encuentra laborando durante la semana, dimos inició
con un cordial saludo.

EI: En relación a su orientación sexual ¿Siente que debe ocultar dicha orientación en
algún espacio o momento de su vida diaria?
AA: Soy una persona bisexual por lo cual es complicado manifestarlo a las mujeres con
las que he salido, pues en su mayoría son mujeres heterosexuales (muy bellas todas por
cierto, soy admirador de la belleza femenina), a diferencia de los hombres, ya que en su
mayoría son homosexuales y muy pocas veces he tenido relación con un hombre
heterosexuales porque en ese caso no son hetero sino más bien bisexuales, en fin
continuo mi vida es privada y muy personal, pienso que soy un hombre muy reservado
en muchos temas y este es uno de ellos.

EI: ¿En que otro aspecto de tu vida sientes que debes ocultar su orientación sexual?

AR: No, se trata de ocultar es una situación difícil de manejar a raíz de la sociedad tan
conservadora en la que me mueve diariamente, por lo regular mis amistades es un
entorno muy abierto tengo amistades de todo tipo y para todo entonces la mayoría de
ellos conocen mi orientación sexual.

EI: ¿Cuál es su opinión sobre la discriminación?

AR: Es un tema muy amplio pero aterrizándolo a la primera pregunta, no estoy de


acuerdo de ninguna manera con la discriminación y pienso que las personas que
someten a otras a estos actos de matoneo son esas personas precisamente las que
necesitan ayuda psicológica o psiquiátrica algo en ellos esconden y por ello se ven en su
subconsciencia a tacar al que es “diferente”.

EI: ¿Alguna vez ha sido discriminado por su orientación sexual?


AR: No, nunca como te repito soy muy reservado en temas de mi vida personal y esto
digamos que es como un mecanismo de defensa que use para poder blindarme de los
ataques de las personas. Porque me gusten las mujeres y también los hombres quizás es
un tema aún muy fuerte para muchos afrontar.

EI: ¿Qué piensas de los derechos para la población LGBTI?

AR: Todo lo que sea en defensa de la humanidad y lucha de ello estoy de acuerdo y a
gusto quizás hay personas que no entienden lo que es el respeto, la aceptación y la
libertad que tienes como ser humano de elegir tu sexualidad.
EI: ¿Cuáles considera son derechos negados para la población LGBTI?

AR: Son muchos la verdad no se respeta nada en muchos países y más en Latinoamérica
la gente todavía no quiere ver la realidad en la que vivimos y es que somos una
población, bueno que somos minoría pero a la final somos una población fuerte y como
sociedad debes aprender a convivir y bueno eso lo que ha llevado a muchas personas
mantenerse ocultas ante el mundo.

EI: ¿Considera que su orientación sexual, puede significar alguna limitación en el


ejercicio de sus derechos como ciudadano?

AR: No me limita soy una persona libre de decidir y así como tengo deberes de pagar
impuestos, elegir políticos para que nos gobiernen de esa misma manera tengo derechos
que en el ejercicio no son tenidos en cuenta para su aplicabilidad, pero que no son
desconocidos para ningún miembro de nuestra comunidad y tampoco lo es para el
mundo.

Análisis de Resultados

En general, algunas cuestiones que resaltan de la información recogida son:

1. La permanente concepción de minoría que presenta el discurso de cada una de


las personas entrevistadas, siguen viéndose como actores de la dinámica social,
segregados y disminuidos, lo que en aprte corresponde a la realidad social de un
país profundamente religioso y conservador, sin embargo entra en contradicción
con los avances que en materia legal y de derechos que ha tenido esta
comunidad, si bien, en porcentajes podría decirse que siguen siendo minorías en
comparación a la cantidad de personas heterosexuales, dicha condición, no ha
limitado su capacidad como movimiento social, para generar presiones en la
agenda institucional y lograr reivindicaciones para su colectivo.

2. Respecto a la vida privada y la esfera de lo público, si bien, todas las personas


generan distinciones al respecto más o menos claras (quien soy en lo privado no
necesariamente responde a mis funciones y roles en lo público), vale la pena
señalar que dos de los entrevistados mantienen en esferas separadas su vida
personal y el ámbito laboral, diferenciando relaciones, contactos, formas de
proceder y actuar, lo que en general puede comprenderse como una forma de
agenciar su intimidad, reforzando las brechas entre lo público y lo privado, en
aras de no recibir señalamientos o similares en escenarios de trabajo.

3. La discriminación, se presenta a través de las entrevistas, dependiendo del nivel


de exposición y apertura de las personas respecto a su orientación sexual, pero
al mismo tiempo es una constante en dimensiones de la vida cotidiana, de
formas sutiles y explícitas, escenarios como la familia, el trabajo, el grupo de
pares o incluso otros escenarios sociales son claves para la comprensión de esta,
así como de las formas propias de resistencia y agencia que cada sujeto realiza,
desde “performar” su actitud para parecer menos “gay”, hasta generar acciones
tipificadas en el estereotipo de su orientación sexual según sea el caso.

4. Los derechos que se han alcanzado para esta comunidad son producto de la
acción colectiva del movimiento, sin embargo, muchas veces queda en el papel
y la propia institucionalidad no responde de forma efectiva, siendo parte de la
violencia estructural que aqueja a las personas de esta comunidad.

5. De la misma forma, puede verse como estas personas han incorporado en su


discurso conceptos como la libertad, la igualdad y el respeto, que además de
haber sido reivindicaciones históricas de estos grupos sociales, ahora son
reclamos que desde lo subjetivo surgen y se proyectan no solo como reclamos
sino como formas de interpretar las relaciones intersubjetivas de quienes se
adscriben a estos colectivos.

6. La relación con las figuras parentales cumple un rol fundamental en la


construcción del sujeto y en el posicionamiento respecto a su identidad, por lo
que obligatoriamente la construcción de la subjetividad, para por estas
relaciones de socialización fundamentales, delimitando formas de apropiación
de la realidad, símbolos y representaciones que existen en el imaginario de los
sujetos y por tanto definen en muchos casos la visión que tiene de determinados
hechos, relaciones y posibilidades de acción.

Conclusiones
 Para poder comprender, todas las formas de discriminación que viven las
personas adscritas a esta comunidad, hace falta un proceso de acompañamiento e
investigación mucho más amplio que lo aquí desarrollado, sin embargo este
primer acercamiento permite comprender dimensiones subjetivas de la
discriminación, del “deber ser” social y de necesidades y reivindicaciones que
esta colectividad enarbola.
 Es preciso realizar una comprensión más particularizada de las formas de
resistencia y en sí mismo de las colectividades que integran la comunidad, así
como de las personas individuales que integran dichos grupos, pues diferencias
de clase, profesión, nivel educativo, capital social y cultural, dan un matiz
diferenciado no solo a las formas de discriminación que viven los sujetos, sino
también a las formas de agencia y resistencia que realizan.
 Puede decirse que existen diversas formas de discriminación hacia la comunidad
LGBTI, en primer lugar las desarrolladas en la vida cotidiana, siendo de diversa
intensidad, micro-discriminaciones (gestos, desplantes, o discriminaciones de
alta intensidad (violencia estructural, exclusión económica, cultural y social,
entre otras), sin embargo todas redundan en el ataque a la dignidad de sujetos
concretos con base en su orientación sexual, llegando constantemente a la
vulneración de derechos y libertades.

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