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ESCUELA NACIONAL DE CONSERVACION, RESTAURACION Y MUSEOGRAFIA

“MANUEL DEL CASTILLO NEGRETE”

INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGIA E HISTORIA

Portafolio de Experiencia Profesional

REFLEXION ACADÉMICA

Conservación Arqueológica. Desarrollo disciplinar plasmado en la preservación


del Altar a Mictlantecuhtli, El Zapotal, Veracruz

TRABAJO DE TITULACIÓN QUE PRESENTA

Ana Bertha Miramontes Mercado

PARA OPTAR POR EL GRADO DE

Licenciatura en Restauración de Bienes Muebles

Asesoría: Dra. Emma Isabel Medina González

CIUDAD DE MEXICO 2018


Índice
Introducción ..................................................................................................................... 3
C o n s e r v a c i ó n y R e s t a u r a c i ó n . C o n t e x t o a c t u a l ........................................... 5
C o n s e r v a c i ó n A r q u e o l ó g i c a . D e s a r r o l l o I n d i v i d u a l ................................... 10
A l t a r a M i c t l a n t e c u h t l i . E s t u d i o y C o n s e r v a c i ó n ........................................ 14
Antecedentes de conservación e investigación ............................................. 17
Planteamiento del Problema ............................................................................... 20
Causas de deterioro .............................................................................................. 21
Mecanismos de alteración ................................................................................... 22
Intervención de conservación ............................................................................. 23
Registro ................................................................................................................. 24
Investigación en laboratorio ............................................................................ 25
Conservación directa ......................................................................................... 27
C o n c l u s i ó n ................................................................................................................ 28
F u e n t e s c o n s u l t a d a s ............................................................................................. 30

2
Introducción
Elegir la restauración de bienes muebles e inmuebles por destino como profesión es
una decisión que introduce hasta el núcleo del ámbito cultural, a través del patrimonio
arqueológico, histórico, artístico y paleontológico.
Existen diversos caminos para ejercer la profesión que serán elegidos por
causas generalmente subjetivas relacionadas con el interés de cada estudiante o las
oportunidades profesionales que se presenten ante el pasante o profesionista, sin duda
la especialización es deseable y puede alcanzarse a partir de la academia y por
supuesto la experiencia profesional.
La Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM),
del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en el plan de estudios de 2003
ofrecía una amplia formación académica que preparaba profesionistas capaces de
resolver técnicamente una amplia diversidad de problemas de conservación que
afecten al patrimonio cultural mueble e inmueble por destino. En su etapa final ofrecía
diversas opciones de especialización entre las que se encontraba la conservación
arqueológica, disciplina que elegí en mi último semestre de la licenciatura y
afortunadamente pude ejercer iniciando en el Proyecto Templo Mayor, en su séptima
temporada de trabajo, bajo la tutela de la Dra. Alejandra Alonso Olvera y el Dr.
Leonardo López Lujan, Director del proyecto.
Un año más tarde tuve la oportunidad de integrarme al Instituto Nacional de
Antropología e Historia, al ganar el concurso de oposición por una plaza categoría B, es
decir, como restaurador-conservador, para laborar en el Centro INAH Veracruz. Lugar
que me ha permitido incrementar mi experiencia profesional y aportó el caso más
importante en el que he trabajado, la conservación del Altar a Mictlantecuhtli, escultura
prehispánica, elaborada en tierra que en su disposición estética incluye escultura,
elementos arquitectónicos y pintura mural que en conjunto representan un discurso
alusivo al Mictlan o inframundo.
Este bien cultural puso a prueba toda mi formación profesional, hasta ahora es el
caso más complejo al que me he enfrentado, por encima del inmenso universo de

3
bienes arqueológicos recuperados en las excavaciones del Templo Mayor de
Tenochtitlan, la conservación de los bienes asociados a la estructuras prehispánicas de
la zona arqueológica de Ek’ Balam, en Yucatán, y de los bienes descubiertos en la
estructura K2 del sitio arqueológico de Uxul, enclavado en la biosfera de Calakmul, en
el Petén Campechano.
Reflexionar sobre el ámbito profesional de la conservación y restauración en
México, permite aplicar premisas de la filosofía de la cultura para entender porque es
importante para la sociedad conocer y preservar el patrimonio cultural, pero esta
pregunta cobra una particular importancia cuando se aplica a los bienes arqueológicos,
pues son muestra material y simbólica de un pasado al que se le han adscrito distintos
valores, supeditados al devenir histórico del País.
Lo anterior dará lugar a una breve reflexión sobre la institucionalización de la
cultura y en lo particular del patrimonio prehispánico-arqueológico, que requerirá de la
revisión de los estatutos fundacionales del INAH, así como evaluar su actuar en el
presente con el objetivo de comprender el impacto del patrimonio prehispánico en los
componentes positivos de la identidad mexicana.
Así mismo se revisará la conservación del monumento prehispánico conocido
como el altar al dios Mictlantecuhtli por tratase de un bien único por su composición
material, formal y discursiva, lo cual requirió una metodología de investigación enfocada
a identificar las causas de deterioro presente en el bien, para tomar las decisiones
correctas en cuanto a su conservación.
La conservación arqueológica es una disciplina que exige la constante
actualización del restaurador especialista, pues cada caso será particular, ya sea por su
materialidad, significado, contexto, grado de deterioro y la conjunción de dichos
factores.
La realidad actual, requiere de programas de investigación y proyectos de
conservación que garanticen la permanencia del patrimonio arqueológico con el objetivo
de incrementar los conocimientos respecto al hombre en sociedad, su evolución y
alcances, para contribuir al incremento de conocimientos de un momento y espacio
particular de interés que permita enriquecer la memoria actual respecto a las
sociedades que nos antecedieron.

4
La conservación arqueológica requiere de equipos multidisciplinarios con el fin de
desarrollar metodologías de investigación que aporten datos respecto a las
características materiales, simbólicas, grado de deterioro y posibles materiales de
conservación que garanticen la permanencia de los bienes, sin alterar las
características materiales, formales y epistemológicas.
Finalmente, la experiencia profesional en el ámbito de la conservación
arqueológica en la reciente década de 2008 a 2018 dará muestra de un ejercicio de la
restauración profesional, responsable, enfocado al fortalecimiento de la investigación
para la conservación, con capacidad para estructurar programas y proyectos de
conservación y restauración.

Conservación y Restauración. Contexto actual


El hombre es un animal racional que parte de la introspección y del conocimiento de sí
mismo para entender su entorno, tiene la capacidad de expresarse a través del
lenguaje y el símbolo el cual plasma sobre material que más tarde será considerado
patrimonio cultural.
El México antiguo en cualquiera de sus etapas históricas tuvo una amplísima
producción cultural que además de ser muestra de avances tecnológicos, científicos,
estéticos e ideológicos, documenta el interés entre las propias culturas prehispánicas
por los vestigios del pasado, es decir, de sociedades predecesoras. Tal es el caso de la
sociedad Mexica que muestra su interés en la ciudad abandonada siglos antes por la
sociedad Teotihuacana, al realizar exploraciones, excavaciones y recuperación de
bienes culturales que posteriormente fueron encontrados en la modernidad por
arqueólogos y que actualmente se encuentran integrados a las colecciones
características de la producción cultural mexica.
El territorio mexicano ha sido reconocido desde la llegada de los españoles como
portador de grandes ejemplos materiales de una inmensa y diversa cultura, en ese
momento viviente, que más tarde se integraría a un proceso cultural sumamente
agresivo pero al mismo tiempo considerado el origen de una muy afortunada
producción material característica del periodo virreinal, que permitiría en su evolución

5
una matización cultural que en conjunto representa a la actual sociedad mexicana y su
devenir histórico.
En la línea del tiempo, el periodo prehispánico cobra una importancia particular debido
a que todo el actual territorio mexicano se encontraba ocupado por diversos grupos
sociales que alcanzaron organizaciones complejas y hoy en día es posible dar lectura a
las prácticas culturales a través de los vestigios arquitectónicos, pero sobre todo de la
producción material mueble o inmueble por destino.
El patrimonio arqueológico de México, además de ser considerado como testigo
de la evolución histórica del País, representa un fuerte elemento de caracterización o
identidad, de manera interna entre las propias comunidades y sociedades, y de manera
integral ante el mundo. De acuerdo con la carta de Venecia, este tipo de patrimonio dá
testimonio de una civilización particular, de una evolución significativa, adquiriendo así
con el tiempo, una significación cultural1.
Por el papel que el patrimonio cultural ha desempeñado en la historia de México
en la configuración de la cultura nacional y de la identidad de los mexicanos, éste se
considera un bien público. Por ello se privilegia su uso social, y su protección y
salvaguardia tiene un carácter federal2.
La redacción de carta de México en defensa del patrimonio cultural, ya
expresaba una profunda preocupación ante la tendencia homogeneizadora que
amenaza uniformar los modos de ser, de hacer y de sentir de todos los pueblos de la
Tierra, con la consecuente pérdida de las características distintivas que los singularizan
y les permiten expresarse a través de la creatividad propia3.
Una de las acciones, propuestas en la carta, para encarar dicha situación es la
de comprender que es indispensable incluir en todos los programas de desarrollo
nacional y regional una preocupación activa por la defensa del patrimonio cultural,
representado tanto por las creaciones heredadas del pasado, como por el legado de

1
ICOMOS. Carta de Venecia consultada en: https://www.icomos.org/charters/venice_sp.pdf, el 04 de
diciembre de 2018.
2 Maya Lorena Pérez Ruiz, “Patrimonio, diversidad cultural y políticas públicas”, en: Diario de Campo,

Número 7, Nueva Época, enero-marzo, México, 2012, p. 13, http://diariodecampo.mx/wp-


content/uploads/2015/12/Diario-de-Campo-7.pdf
3_____. Carta de México en defensa del Patrimonio Cultural, México, 1976, consultada en:

https://ipce.culturaydeporte.gob.es/dam/jcr:ac2be1f7-0204-4153-a77a-19d4e580bac9/1976-carta-
mexico.pdf

6
talentos y capacidades creativas en las poblaciones vivientes. Así como garantizar a
cada una de las comunidades lo medios de conservar y, desarrollar en libertad, su
patrimonio cultural y defenderlo contra las presiones deformadoras de la
mercantilización del turismo y de otras formas de agresión4.
Será tarea de dos disciplinas que lideran el hallazgo, recuperación, conservación
e interpretación de los vestigios materiales provenientes de las culturas prehispánicas,
es decir, la arqueología y la conservación y restauración, específicamente de la
conservación arqueológica.
Es el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el encargado de investigar,
proteger, conservar, restaurar, así como promover y difundir el patrimonio cultural, así
se caracteriza en el artículo 2o de la Ley Orgánica del INAH, decretada el 3 de febrero
de 1939 por el entonces Presidente Lázaro Cárdenas5. Además él INAH tiene la
facultad de aplicar la Ley de Monumentos y Sitios Históricos, Artísticos y Arqueológicos
en favor de su estudio, salvaguarda y divulgación.
El INAH cuenta con una estructura organizacional en materia de conservación de
bienes muebles e inmuebles por destino encabezada por la Coordinación Nacional de
Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) y representantes en la mayoría de los
Centros INAH de cada estado de la República.
La CNCPC cuenta con un departamento de Conservación Arqueológica In Situ,
que organiza el trabajo a nivel nacional, genera programas de atención al patrimonio
cultural descubierto y a los proyectos arqueológicos institucionales que solicitan apoyo,
así mismo, en las áreas de talleres se atienden todo tipo de colecciones arqueológicas
desde vestigios compuestos de materiales orgánicos como textiles, cestería, papel,
madera, restos humanos, hule, copal, restos botánicos, entre otros materiales e
inorgánicos como cerámica, pintura mural, piedra y metales, así como especialistas que
laboran en los museos institucionales con acervos arqueológicos. Esta estructura se
ramifica con base en las necesidades de la institución y de la sociedad, actualmente
existen proyectos arqueológicos que incluyen profesionistas en conservación y

4Op. Cit. Carta de México.


5
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), “Ley Orgánica del Instituto Nacional de
Antropología e Historia”, México, 1939, consultada en:
https://www.gobiernodigital.inah.gob.mx/Transparencia/Archivos/loinah.pdf, el 30 de noviembre de 2018.

7
restauración, con especialización en conservación arqueológica, que pueden formar
parte del Instituto como personal adscrito o como eventuales en el periodo de duración
del proyecto.
El INAH, en el Manual de Organización define a la conservación como todas
aquellas acciones realizadas para salvaguardar el patrimonio cultural respetando sus
valores y significados, y garantizando su acceso y disfrute para generaciones presentes
y futuras. El término “conservación” es genérico e incluye la conservación directa,
preventiva y la restauración. También la define como el conjunto de operaciones
interdisciplinarias que tienen por objeto evitar el deterioro del patrimonio cultural
tangible y garantizar su salvaguarda para transmitirlos a generaciones futuras con toda
la riqueza de su autenticidad. La conservación se integra con acciones preventivas,
curativas y de restauración6.
Restauración se define como las acciones aplicadas de manera directa a un
monumento estable, que tenga como objetivo facilitar su apreciación, comprensión y
uso. Así mismo la restauración son las operaciones programadas que actúan
directamente sobre el bien. Estas actividades se aplican cuando el patrimonio ha
perdido parte de su significado o características originales y se interviene de manera
científica y rigurosa para transmitirlo a las generaciones futuras con toda la riqueza de
su autenticidad. La restauración es la actividad extrema de la conservación 7.
La conservación arqueológica es la profesión dedicada a la preservación de
objetos, estructuras y sitios considerados con valor arqueológico. Estos materiales son
recursos primarios para entender e interpretar el pasado. Los vestigios arqueológicos
pueden provenir de contextos terrestres y submarinos, probablemente elaborados por
una amplia variedad de materiales inorgánicos y orgánicos que pueden incluir metales,
piedra, cerámica, hueso, madera, plantas, fibras y piel o cuero. El momento en el que

6
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Manual General de Organización del Instituto
Nacional de Antropología, consultada en: https://www.normateca.inah.gob.mx/pdf/01542137063.PDF, el
30 de noviembre de 2018.
7 Ibidem.

8
estos materiales son descubiertos están en riesgo de sufrir un rápido e irreversible
deterioro8.

La conservación arqueológica puede ejercerse en distintos contextos, el más desafiante


es el que se realiza en campo, colaborando con arqueólogos y otros especialistas
enfocados en conservar los contextos arqueológicos, los materiales y su asociación con
el claro propósito de obtener, registrar y conservar la mayor cantidad de datos
culturales, para el conservador de bienes arqueológicos, el mejor de los escenarios del
ejercicio de la profesión es el que inicia en la excavación, pasa por el laboratorio taller
en donde se conservan los bienes y finalmente se restauran, embalan o se exhiben. Sin
embargo, el proceso de conservación arqueológica se realiza en varias etapas y en
ocasiones son realizadas por distintos especialistas que pueden participar en campo y
estabilizar únicamente para trasladar a un laboratorio-taller, de centros de trabajo o
museos, con ambientes controlados que favorecen la conservación y garantizar la
permanencia de los bienes.
El ejercicio profesional de la conservación y restauración conlleva una reflexión
teórica que responde a las preguntas ¿por qué conservar? y ¿qué conservar?.
La evolución de la humanidad implica una serie de expresiones materiales e
inmateriales que se interpretan como huellas de un avance ideológico, tecnológico,
estético, científico, etcétera que significan un devenir cultural.
La UNESCO define al patrimonio cultural en su más amplio sentido como un
objeto que es a la vez un producto y un proceso que suministra a las sociedades un
caudal de recursos que se heredan del pasado, se crean en el presente y se transmiten
a las generación futuras para su beneficio, abarca no sólo el patrimonio cultura, sino
también el natural e inmaterial9.

8 Definición de conservación arqueológica por el American Institute for Conservation of Historic and
Artistic Works, en: http://www.conservation-us.org/specialty-topics/archaeological-
conservation#.XAF30egzbIU, consultado el 30 de noviembre de 2018.
9
Organización de las Naciones para la Educación y la Ciencia y la Cultura. Indicadores UNESCO para el
desarrollo. Manual Metodológico ,UNESCO, Francia, 2014, p. 132., consultado en :
https://es.unesco.org/creativity/sites/creativity/files/digital-library/cdis/Patrimonio.pdf, el 06 de diciembre de
2018.

9
Para Cesare Brandi el ejercicio de la restauración se define como cualquier
intervención dirigida a devolver la eficiencia a un producto de la actividad humana 10, en
su libro Teoría de la Restauración, profundiza su reflexión y se concentra en la
restauración de obras de arte, pero su definición primigenia permite que una corriente
occidental sea tan amplia para ser aplicada en la conservación de objetos
arqueológicos en el contexto mexicano, el cual considera fundamental proteger,
estudiar y conservar el patrimonio arqueológico vestigio de las culturas
mesoamericanas.

Conservación Arqueológica. Desarrollo Individual


Elegí la conservación arqueológica por la diversidad de materiales y contextos, que me
convertirían en una mejor restauradora, preparada para enfrentarme a todo tipo de
casos de conservación, pues la disciplina aporta bases sólidas de investigación pues
cada caso es diferente, aunque compartan similitudes cada bien arqueológico cumple
con una particularidad que obliga a desarrollar metodologías de investigación
específicas que permita la toma de decisiones adecuadas en cuanto a los métodos y
materiales de conservación, --además de considerar una romántica afección a las
zonas arqueológicas, después de visitar algunas zonas arqueológicas durante la
infancia--, y de ser practicante en las zonas arqueológicas de Teotihuacan, Mayapan y
Ek´ Balam.
La formación académica que recibí en la ENCRyM me preparó para realizar
acciones de conservación preventiva y directa en el tratamiento de materiales
arqueológicos recién liberados, así como en materiales estabilizados que continúan un
proceso de degradación normal.
El proyecto Templo Mayor (en colaboración con la ENCRyM y la CNCPC), me
dió la oportunidad de trabajar con un universo inmenso de materiales arqueológicos,
desde la planeación de los frentes de excavación, hallazgo, liberación, extracción,
estabilización, embalaje e incluso exhibición.
El caso más relevante fue la coordinación de la restauración de dos cuchillos
rostro que representan al dios Ehécatl-Quetzalcoatl, debido a que los materiales se
10
Cfr. Cesare Brandi. Teoría de la Restauración, Ed. Alianza, España, 1988, pp. 152.

10
encontraban anegados, el proceso de estabilización se realizó en campo y se concluyó
en las instalaciones del Museo del Templo Mayor. Las Arqueólogas Ximena Chávez y
Alejandra Aguirre encargadas de la excavación realizaron una liberación meticulosa y
un registro altamente detallado por niveles que permitió reconocer la asociación entre
elementos y posteriormente la integración de los mismos, en un discurso simbólico que
permitió recuperar una práctica cultural frecuente, pues fue posible reconocer
elementos similares en ofrendas anteriormente excavadas.
En este caso, el trabajo se realizó en equipo pues el hallazgo tuvo lugar durante
el periodo de impartición del seminario taller de conservación arqueológica, por lo tanto,
las profesoras y alumnas realizamos la estabilización de cada elemento, es decir, una
base de copal con navaja de sílex o pedernal, otra navaja de sílex o pedernal, pelo de
mono, dos sartales de caracoles, cuatro elementos de obsidiana, dos cascabeles de
cobre, cuatro pendientes de concha, dos pectorales de caracol cortado en sección, dos
sartales de pelo de mono araña con cuentas de piedra verde y las representaciones de
dos punzones elaborados en lamina oro (alusivos al punzón de hueso con el que se
auto sacrifica Quetzalcóatl, en el mito de la creación).
Una vez concluida la estabilización de cada material se integraron para
conformar la representación del dios mexica del viento, el proceso de articulación de los
elementos se realizó con base en el registro arqueológico, con la participación activa de
las arqueólogas y con base en la investigación bibliográfica, es decir, consultando
códices y estudios iconográficos, así mismo se contó con la colaboración de
especialistas para la identificación de los elementos conquiológicos y la identificación
del animal de procedencia del pelo.
Una vez concluida la restauración de los elementos, se colaboró con
museógrafos para la elaboración de soportes adecuados que permitieran la correcta
apreciación de cada elemento que conforma a los personajes. Hoy se exhiben de
manera permanente en el Museo del Templo Mayor, del INAH, en la sala denominada
Tlaltecuhtli y las ofrendas asociadas, acompañando al monolito de la diosa de la tierra y
los vestigios de otras ofrendas. Mi trabajo y los resultados obtenidos fueron publicados
en la revista Arqueología Mexicana, en el número 103, titulado Augurios y Profesías
Mayas, periodo mayo-junio, año 2010, en las páginas de 70 a 75.

11
La conservación de vestigios asociados a estructuras o los denominados
inmuebles por destino requiere de un desempeño distinto dado que los bienes han sido
liberados, en varias ocasiones, décadas antes al momento de intervención, en el mejor
de los casos su estabilización fue realizada por especialistas en conservación
arqueológica, pero en otras recibieron primeros auxilios por parte del proyecto de
arqueología y posteriormente interviene un conservador-restaurador, en otros casos es
el estado de conservación y el medio ambiente o los factores de intemperismo a los que
quedó expuesto el bien, los que contribuyen a la conservación del mismo.
El Proyecto de Conservación de Elementos Decorativos y Recubrimientos de la
Zona Arqueológica de Ek´Balam, Yucatán, dirigido por la Doctora Alejandra Alonso
Olvera, me permitió aplicar e incrementar mis conocimientos y experiencia como
especialista en conservación arqueológica, pues se trata de un proyecto iniciado
formalmente en el año 2000, y ha tenido la fortuna de tener temporadas continuas hasta
el momento de mi integración y continúan hasta la actualidad. Participé en tres
temporadas de trabajo de 2011 a 2013, donde me desempeñé como jefa de campo,
coordinando la intervención de la fachada teratomorfa, ubicada en la estructura llamada
Acrópolis, que enmarca la entrada a una habitación que fue utilizada como mausoleo
para el gobernante Ukit Kan Lek Tok´ y otros bienes asociados ubicados en distintos
cuartos o elementos arquitectónicos se caracterizan como modelados de cal y arena o
mejor conocidos como estucos.
La intervención se realizó con el objetivo de garantizar la permanencia de la
colección de estucos, pintura mural, aplanados que representan un discurso simbólico
vestigio de un momento histórico que relata la importancia de la ciudad de Ek´Balam
como capital del reino de Talol, el cual tuvo su máximo auge durante el gobierno de Ukit
Kan Lek Tok´, responsable del florecimiento estético de la ciudad de Ek´Balam, el cual
se dio en el periodo Clásico Tardío11. Además de conocer los materiales constitutivos,
las técnicas de manufactura y la tecnología empleada en su producción.
El conocimiento obtenido de la aplicación de metodologías de investigación,
sobre los materiales constitutivos, las técnicas y las herramientas utilizadas

11
Cfr. Vargas de la Peña, Leticia, Víctor Rogerio Castillo Borges, “Ek’ Balam y el reino de Talol. Origen y
legado”, en: Los mayas del oriente de Yucatán, en: Arqueología Mexicana núm. 145, periodo mayo-junio,
ed. Raíces, pp. 38-44.

12
originalmente, permite al conservador articular procesos y materiales de conservación
adecuados para la intervención de los vestigios arqueológicos y salvaguardar su
autenticidad.
El Proyecto Arqueológico de Uxul, Campeche, dirigido por los Doctores Nicolai
Gruve y Kai Devendahl, de la Universidad de Bonn de Alemania en colaboración con el
INAH, reunió tres casos de conservación arqueológica que me aportaron un enorme
crecimiento profesional, pues fui invitada como especialista en conservación
arqueológica.
El hallazgo que motivó mi invitación, fue la tumba de un joven noble llamado
Yootoh Tilh, encontrada en uno de los frentes de excavación de la estructura K2 en la
que se conservaron los restos óseos, ejemplares conquiológicos trabajados y una
colección diversa de objetos cerámicos que presentaron diversos casos de
conservación por el tipo de decoración y estado de conservación.
Simultáneamente fui responsable del reenterramiento de los acabados
arquitectónicos con color que se liberaron en otros frentes de excavación de la
estructura K2. En la temporada subsecuente continuó la investigación arqueológica en
el grupo K en la estructura K2, que contaba con más vestigios de acabados con color y
un ejemplo de pintura mural que representaba a un personaje denominado el pescador
por los atributos iconográficos que presenta. En esta ocasión fui responsable de la
estabilización de tres frentes de estabilización de acabados arquitectónicos con color y
de la pintura mural, únicamente con el apoyo de personal auxiliar que capacité en la
preparación de los materiales de conservación y en la ejecución de procesos tales
como consolidación, integración estructural a partir de la elaboración de resanes y
ribetes y la protección de los vestigios realizando sistemas de reenterramiento en los
que fue necesario incorporar muretes de piedra con juntas secas. En mi última
intervención tuve la oportunidad de desarrollar y aplicar un programa de conservación
de estelas y elementos esculpidos en piedra, que requirieron procesos como limpieza,
fijado y en algunos casos resanes, pero en todos los elementos se incorporaron
elementos como geotextiles y distintas granulometrías de gravillas y grava para generar
estratos amortiguantes de humedad y erosión. Para cada elemento se construyeron
cubiertas con materiales existentes en las localidades cercanas.

13
La participación que tuve en el Proyecto Arqueológico Uxul, Campeche fue
importante en varios sentidos, con base en la colaboración entre arqueólogos y la
especialista en conservación, fue posible interpretar los elementos discursivos
presentes en algunos elementos de la colección de cerámica y en la pintura mural,
además de garantizar la permanencia de los bienes para continuar estudiándolos y
difundir los datos obtenidos a la sociedad.
Estas tres experiencias de conservación arqueológica fortalecieron mi formación
académica, me dotaron de herramientas profesionales que me permitieron desarrollar
un perfil profesional amplio que me permite observar un problema de conservación y a
partir de su análisis preliminar, proponer una metodología de investigación respecto a
su materialidad, simbolismo y grado de deterioro, con el objetivo de realizar propuestas
de intervención que permitan recuperar los elementos discursivos a partir de la
estabilización de los daños materiales, con materiales de conservación que no
modifiquen las características físico-químicas y formales del bien.

Altar a Mictlantecuhtli. Estudio y Conservación


La década de 1970 fue muy importante para la conservación del patrimonio cultural a
nivel internacional y especialmente en México.
Uno de los hallazgos más importantes en Veracruz y el país, tendría lugar en el
año de 1971, en una pequeña comunidad denominada El Zapotal Número 1, ubicada
en la región centro sur del estado, el hallazgo de una ofrenda monumental en la que
predominaban elementos cerámicos que representaban deidades asociadas al
inframundo, según los mitos mexicas, así como otros elementos de uso ritual.
Dicho hallazgo motivó la continuación de la investigación arqueológica, al año
siguiente 1972 se encontró, el bien excepcional hoy conocido como el altar al dios
Mictlantecuhtli. Este mismo año tuvo una particular importancia pues durante la
Convención para la Protección del Patrimonio Cultural y Natural, celebrada en París se
aprobó la institucionalización del término de patrimonio cultural de la humanidad, de
manera unánime por los miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la

14
Educación, la Ciencia y la Cultura12, con varios propósitos de entre los cuales se
enfatizan los de sistematizar las normas y recomendaciones para la protección y
conservación de obras artísticas y monumentos, conservar y rehabilitar las zonas ricas
en construcciones y objetos de valor artístico y cultural, y prioritariamente establecer
una normatividad internacional para compatibilizar las necesidades del desarrollo y la
modernización con las de conservación y protección de sus bienes artísticos y
culturales13.
El altar al dios Mictlantecuhtli, evidencia cultural de las denominadas Culturas
del Golfo de México, es un bien constituido por distintas técnicas: arquitectura de tierra,
pintura mural y escultura. Todas ellas integradas por materiales de distinta naturaleza
(tierra arcillosa, enlucidos de cal y arena, pigmentos y, probablemente, aglutinantes de
origen orgánico) que fueron articulados para expresar un discurso religioso, ideológico y
cultural.
El adoratorio al dios Mictlantecuhtli forma parte del sitio arqueológico
considerado un importante asentamiento prehispánico, constituido por estructuras
arquitectónicas monumentales elaboradas en tierra. Posiblemente se trate de un
complejo urbano-arquitectónico correspondiente al periodo Clásico tardío (300-900 d.
C.) por el tipo de distribución, monumentalidad y por tratarse de un conjunto
correspondiente a la zona denominada cómo La Mixtequilla, cuyo auge se desarrolló en
dicho periodo14.
El sitio, zona arqueológica y museo se ubican, a 75 km al suroeste del puerto de
Veracruz. Culturalmente se encuentra cercano al sitio Cerro de las Mesas y otros sitios
pequeños pertenecientes a la cultura de Remojadas15.
Entre la arquitectura monumental de El Zapotal Núm. 1, destacan dos estructuras
denominadas “El Cerro del Gallo” ubicada al sur de la comunidad (se trata del edificio
de mayores dimensiones en todo el complejo) y “El Cerro de la Gallina” ubicado al
norte, ambas asociadas a plataformas y estructuras de menores dimensiones.

12
Pérez Ruiz, op. cit. 2012, p. 6.
13 Ibidem, p. 5.
14
Barbara L. Stark. “Formal Architectural Complexes in South-Central Veracruz, Mexico: A Capital Zone?,
en: Journal of Field Archaeology, Vol 26, Maney Publishing, USA, 1999, p. 197-199.
15 Xochitl del Alba León Estrada. Enterramientos Prehispánicos en el sur de Veracruz, Tesis de maestría,

Facultad de Filosofía y Letras, UNAM, México, 2010, p. 140.

15
La plataforma asociada a la estructura de la Gallina se reconoce con el número II
y fue excavada en la década de 1970´s, por el arqueólogo Manuel Torres Guzmán
(investigador de la Universidad Veracruzana). Esta estructura presenta
aproximadamente 76 m de largo por 35 de ancho por 4 de altura16.
El conjunto escultórico-pictórico fue encontrado como parte de una etapa constructiva
anterior a la plataforma II, al respecto el Arqueólogo Torres propone que el conjunto
escultórico-pictórico, así como los entierros y las ofrendas asociadas pertenecen al
periodo clásico tardío de las culturas Totonaca y Olmeca17.
El altar se encuentra integrado por materiales de distinta naturaleza y dos
técnicas de factura:
1. Construcción en tierra, en el caso del basamento, los elementos
arquitectónicos y la escultura. Se infiere que cada elemento fue realizado por
confinamiento y compactación de barro mezclado con arenas y limos, es
probable que los muros se elaboraran con la técnica de encofrado (no se
aprecian juntas en los cortes de la parte superior de los muros) (Schneider,
2001:163) y la escultura requirió de modelado, moldeado y pastillaje para su
conformación.
2. Enlucido o base de preparación de cal y arena 18, pigmentos y
probablemente aglutinantes de origen orgánico para la producción de la
pintura mural y la capa pictórica de la representación escultórica.
El conjunto escultórico-pictórico se compone de un basamento, sumamente alterado
por el proceso de excavación aplicado en 1972, del cual se desplanta un conjunto de
elementos arquitectónicos compuesto por dos secciones de dos muros dispuestos en
ángulo de 90° flanqueando la representación antropomorfa sedente de un ser con el
rostro, el tórax y los brazos descarnados, mostrando el cráneo de frente, las costillas,

16 Ibidem, p. 132.
17
Cfr. Manuel Torres Guzman. Informes preliminares. Zona arqueológica El Zapotal. 1971, p. 6,
1972, p.3. Material inédito, Archivo técnico, Centro INAH Veracruz, México, 1996.
18
Claudia Loera Loera. La representación del Inframundo: Registro de la Pintura Mural de “El Zapotal”,
Veracruz, Material inédito del proyecto La Pintura Mural en México, Instituto de Investigaciones Estéticas,
UNAM, México, 2008, p. 1. Documento disponible en la dirección:
http://www.pinturamural.esteticas.unam. mx/sites/default/files/representaci%C3%B3n_inframundo.pdf

16
las vertebras, el húmero, el cúbito, el radio, el corazón y la lengua. Las manos, piernas
y pies fueron representados con piel.
Sobre el cráneo lleva un tocado que se compone de dos bandas a la altura del
hueso frontal que a su vez llevan representaciones zoomorfas, de estos elementos se
ramifican diferentes elementos geométricos y probablemente fitomorfos que se
ramifican en tres niveles simétricos, que ha modo de remate llevan representaciones de
perfil, probablemente, de animales mitológicos.
La pintura mural y la capa pictórica presentan una paleta cromática en la que
predomina el uso de tierras, se aprecia la utilización del amarillo ocre, rojo óxido, negro,
blanco, azul y anaranjado claro y fuerte. Se infiere que los pigmentos fueron aplicados
por la técnica al temple, debido a que únicamente se aprecia un enlucido muy delgado,
de textura rugosa y porosa, en el que hasta ahora no se han identificado huellas de
“tareas”. En cuanto a los efectos logrados con el color se aprecia el uso de veladuras,
así como una saturación importante del color en el fondo y en el guardapolvo. Es difícil
considerar la brillantez u opacidad del color debido a que presenta una capa de
polímeros sintéticos que fueron aplicados en intervenciones anteriores.

Antecedentes de conservación e investigación


El avance de la conservación arqueológica está documentado por todos y cada uno de
los especialistas que han contribuido al avance de la disciplina. El Altar a
Mictlantecuhtli, además de su importancia cultural, resulta un documento que da
testimonio de importantes pasos en el ejercicio de la conservación arqueológica.
Desde el hallazgo de este conjunto se han realizado diversas intervenciones de
restauración, estudios de materiales y algunos registros del discurso pictográfico, desde
perspectivas disciplinares, que han contribuido a la conservación del bien pero no
logran aportar una visión global e interdisciplinaria que aporte una solución a largo
plazo para la conservación, estudio y divulgación de tan importante conjunto
escultórico-arquitectónico-pictórico. Sin embargo son referencias obligadas que aportan
conocimientos fundamentales para el discernimiento del conjunto tanto material, como
estético.

17
Las intervenciones inmediatas al hallazgo del conjunto fueron realizadas por
personal del entonces Centro Paul Coremans (hoy la CNCPC-INAH) y se centraron en
la estabilización de la capa pictórica y del barro sin cocción, las de mayor impacto
fueron realizadas en 1972 y 1974 con el objetivo de recuperar la estabilidad estructural
de la escultura, ya que identificaron que la parte superior de la misma presentaba un
desplome hacia el frente del conjunto.
Al respecto Charles Hett reporta en 1972 después del hallazgo del conjunto escultórico-
pictórico lo siguiente:
… Para evitar que la placa alrededor de la pieza se caiga abrieron
ranuras en la parte de atrás y se introdujo varilla corrugada en forma de
“V” estás varillas están ancladas a una profundidad de 20 cms. Con una
mezcla de cemento y arena y están fijados dentro de la pieza con la
misma mezcla19,…
En el mismo reporte, Hett recomienda conservar los soportes agregados y propone
realizar monitoreo de conservación a partir de la toma en mosaico de radiografías.
Para 1974 se reporta nuevamente la intervención del bien, con el fin de corregir
problemas estructurales que afectan al tocado, cráneo y tórax de la escultura. Al
respecto Alicia Islas Jiménez reporta los siguientes procesos realizados:
 Remoción de una placa posterior al cráneo de 40 cm para tener acceso al interior
de la escultura, seguida de la inserción de alfileres, colocados al frente, que
servirían como guía para dejar de eliminar material. Posteriormente se eliminó
material original del núcleo dejando paredes de un espesor de 1 a 2 cm. El
interior se consolido con Paraloid® en solución en toluol-xilol al 10%20.
 Finalmente se colocó un soporte que el Restaurador Jaime Cama reporta como
un poste de acero inoxidable forrado con un tubo de PVC, relleno con fibra de
vidrio y resina epóxica, que penetro 1.50 m y se cortó a la altura de la cabeza, el
espacio periférico al soporte auxiliar se rellenó con espuma de poliuretano rígido,

19
Charles Hett. Reporte de una visita al sitio de “El Zapotal” edo. de Veracruz. Material inédito, archivo
técnico de la CNCPC-INAH, Centro INAH Veracruz, México, 1972, p. 6.
20
Alicia Islas Jiménez. Informe general de los trabajos de restauración desarrollados por el grupo
comisionado a la zona del Zapotal, Veracruz, Material inédito, archivo técnico del Centro INAH Veracruz,
México, 1974.

18
alternado con láminas de papel o cartón Honey-Comb® adhiriéndolos entre sí
con espuma liquida21.
Cómo parte de las actividades en la temporada de campo de 1976, dirigidas por el
arqueólogo Torres se construyó un inmueble destinado a proteger el conjunto del altar y
parte de la colección de piezas y ofrendas encontradas en asociación al conjunto.
En las décadas subsecuentes, es decir 1980, 1990 y hasta el 2000 se realizaron
diversas intervenciones de limpieza, consolidación y resane de la pintura mural con
polímeros sintéticos, en el archivo técnico de la CNCPC es posible encontrar los
reportes realizados por restauradores como Nishimura (1972), Arroyo (1973), Espinosa
(1973), Ramírez (1981), Araujo (1989, 90, 91, 92, 97), Soto (1992), Amora (1997) y
Chan (2001).
A partir del mes de noviembre de 2011, con apoyo de la CNCPC y del Centro
INAH Veracruz se implementó el Proyecto de Conservación de Pintura Mural
Prehispánica del estado de Veracruz (PCPMPVer), el cual incluyó en el programa de
trabajo el sitio arqueológico de El Zapotal por contar con el discurso pictórico que
acompaña a la representación escultórica de Mictlantecuhtli.
Con el diagnóstico realizado se evidenció que es uno de los ejemplos más ricos
de pintura mural y escultura policromada prehispánica del estado de Veracruz.
Ante la importancia del conjunto escultórico-pictórico, la CNCPC en colaboración
con el Centro INAH Veracruz, crean el proyecto Estudio y Conservación del Conjunto
denominado “El altar a Mictlantecuhtli”, iniciando actividades en agosto de 2014.
Estas actividades se desarrollaron con base en una metodología de investigación
que tuvo el principal objetivo de documentar cada aspecto material que constituye al
conjunto escultórico-pictórico para identificar su naturaleza y el grado de deterioro
presente con el fin de recuperar su estabilidad estructural y los valores históricos,
culturales, tecnológicos, estéticos y discursivos adscritos al bien, así como implementar
un plan de conservación que garantice la conservación del conjunto en asociación al
contexto arqueológico.

21
Jaime Cama Villafranca. “Zapotal: Un ejemplo interdisciplinario de conservación” en: Cuadernos de
Arquitectura Mesoamericana, número 3, División de Estudios de Posgrado, Facultad de Arquitectura,
UNAM, México, 1984, p. 90.

19
Se realizaron estudios de imagenología, como fotografía tradicional, fotografía
especializada con luz infrarroja, fotografía y video aéreo, radiología digital portátil y
fotografía con cámara térmica. También se ejecutaron estudios de prospección remota,
con la técnica de radar de penetración, asesorados y dirigidos por Luis Barba
Pingarrón, investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
Se realizó un levantamiento topográfico de la plataforma prehispánica en la que
se ubica el altar y se realizó un levantamiento arquitectónico del edificio contemporáneo
y se levantaron datos para la elaboración de un diagnóstico del inmueble. También se
obtuvieron datos estadísticos de la medición de la humedad y temperatura al interior del
inmueble.
Se realizó el registro gráfico de los efectos de deterioro con el fin de identificar
claramente las áreas afectadas y se continuó con el registro gráfico de los elementos
bidimensionales.
Los resultados indican que el conjunto no presenta alteraciones negativas que
pongan en riesgo la estabilidad estructural del bien, tampoco se encontraron fallas
estructurales en el edificio.
Fue posible identificar las principales causas de deterioro y los mecanismos que
afectan de manera superficial y localizada, al basamento, al arranque de los muros y la
sección inferior del tocado de la representación antropomorfa, así como a las secciones
de los pies y el maxtlatl.

Planteamiento del Problema


La región de ubicación del bien se clasifica como un ecosistema tipo selva
subcaducifolia, “bosque tropical caducifolio” y bosque tropical perennifolio, de clima
cálido subhúmedo con lluvias en verano (la precipitación pluvial media estatal es de
1500 mm y algunas referencias generales indican que la zona alcanza 2565 mm), este
tipo de clima presenta una temperatura máxima promedio de 32°C, mientras que la
mínima promedio es de 13°C.
El Zapotal y el altar se construyeron sobre un tipo de suelo constituido por
depósitos de aluvión (SGM, 2008), formado por material detrítico trasportado y
depositado de manera transitoria o permanentemente por una corriente de agua, que

20
puede ser repentina. Este tipo de suelo se caracteriza por ser sumamente impermeable
susceptible a inundaciones.
Edafológicamente, el área que corresponde al Zapotal, presenta un tipo de suelo
primario tipo Chernozem (tierra negra, suelo altamente alcalino) y suelo secundario
Vertisol. Los Vertisoles se caracteriza por su alto contenido de arcilla, por ser
expandible en húmedo, colapsable en seco y la pérdida de humedad genera grietas en
la superficie o a determinada profundidad (INEGI, s/a:20). Las arcillas características
del Vertisol son las esmectitas, ya que se presentan en porcentajes mayores al 30% de
la composición mineralógica y se consideran las causantes de la expansión y
contracción de este tipo de suelos (Licerio 2006:4) por su alta capacidad de absorción
de agua y la modificación del volumen de acuerdo a la cantidad del líquido absorbido.
El Altar se encuentra asociado de forma inmediata a la estructura piramidal
denominada “El Cerro de la Gallina”, ubicada al norte del conjunto y forma parte de una
subestructura de la Plataforma 2. Ambos edificios fueron construidos por confinamiento
y compactación de tierra y fibras naturales.
El Altar fue liberado y conservado en su sitio22, cuenta con un edificio emplazado
en el interior de la Plataforma 2. El inmueble construido con materiales modernos aísla
al altar del medio ambiente natural.

Causas de deterioro
La principal causa de deterioro la constituye la parte metálica de la techumbre a la que
en adelante nos referiremos como cubierta, la cual se constituye de láminas de zinc. El
techo del edificio se encuentra dispuesto a cuatro aguas, se constituye de un bastidor
de madera en excelente estado de conservación, sobre el cual se observa un entablado
que cierra el espacio al interior y sobre él se encuentran colocadas de manera
traslapada lo que evita filtraciones de agua, no obstante el entablamento presenta un
tratamiento impermeabilizante.
Aunque la madera es un excelente amortiguador térmico, no es suficiente dado
que el resto del edificio está elaborado con materiales modernos como varillas

22
Op. cit. Torres Guzmán, 1972, p. 3.

21
metálicas, block y cemento que también son buenos conductores de calor, además de
no gozar de la ventilación mínima necesaria. Estos materiales y el reducido espacio
generan un microambiente con cambios constantes que no permiten a la materia del
conjunto encontrar un equilibrio con el medio.
Las excavaciones realizadas en los 1970´s, fueron trincheras monumentales
sumamente invasivas que no fueron cerradas y por el contrario fueron aprovechadas y
extendidas para construir un edificio destinado a la protección del conjunto escultórico-
pictórico, que a su vez fungiría cómo museo. Esto generó dos marcadas pendientes
dirigidas hacia el edificio, al cual se le construyó un canal de desagüe que ayuda a
conducir el agua de lluvia lejos del inmueble pero no existe control alguno de las aguas
dispersas o provenientes del manto freático que continúan su flujo hasta el área
correspondiente al conjunto escultórico-pictórico.
Las principales fuentes de humedad son: a) un manto freático muy cercano a la
superficie, b) agua dispersa, proveniente de la precipitación característica de la región,
que impacta de acuerdo al temporal. Se infiere que es canalizada y contenida al suelo y
basamento del altar por la irregularidad del terreno (producto de las excavaciones
arqueológicas) , por la presencia de un piso constituido de un firme de cemento y
losetas de concreto pulido y por el efecto térmico producido por la techumbre del
edificio contemporáneo.

Mecanismos de alteración
El inmueble contemporáneo ha protegido al altar de los efectos de intemperísmo, sin
embargo, el piso constituido de una plancha de concreto, recubierto con losetas de
concreto, que enmarcan el suelo de tierra apisonada del conjunto provoca un efecto
negativo, que obliga a que el agua contenida en el suelo fluya hacia la zona con mayor
porosidad, es decir, el altar.
La acción de la humedad se complementa con los constantes cambios de
temperatura que en este caso presenta un comportamiento muy particular debido a los
siguientes agentes: a) el conjunto se encuentra en una región de clima cálido
subhúmedo, b) los materiales del inmueble que lo protegen presentan propiedades
térmicas que favorecen la formación de un microclima que acelera la evaporación de

22
agua contenida en el sustrato arcilloso, que además fluctúa respecto a los diferentes
materiales contemporáneos y que constituyen al conjunto.
La evaporación del agua es favorecida por los constantes cambios de
temperatura en el interior del inmueble (construido con materiales contemporáneos
probablemente block, cemento, elementos estructurales de metal, techumbre de
bastidor de madera y cubierta de lámina de zinc).
La interacción del agua con el material arcilloso y otros componentes arenosos
implica el arrastre y disolución de sales que al llegar a la superficie e interactuar con los
factores de humedad y aireación se cristalizan afectando parte del soporte, el enlucido y
la capa pictórica del altar, generando, principalmente, perdida de material23.
Se observó que las zonas con mayor alteración, son las de mayor porosidad y se
ubican en el basamento, el arranque de los muros del altar y en la sección
correspondiente a las manos, las extremidades inferiores del personaje antropomorfo,
el arranque de los elementos verticales del tocado y el maxtlatl. En la sección
correspondiente a los elementos de la escultura se ubica un murete de cemento y
tabique elaborado como parte de la intervención de 1974.

Intervención de conservación
A partir del mes de mayo de 2015 se desarrollaron actividades de conservación directa
en el conjunto escultórico, pictórico y arquitectónico, específicamente se intervino el
basamento, parte de la representación del dios Mictlantecuhtli y una sección
correspondiente a la pintura mural, por tratarse de los elementos con mayor grado de
deterioro. El principal objetivo de esta intervención fue el de estabilizar la materia en
riesgo de pérdida próxima.
Los estudios realizados indican que el conjunto se encuentra estable
estructuralmente, sin embargo, sufre una dinámica de deterioro que pone en detrimento
la materia superficial del basamento, la zona del arranque de los muros y en la parte
inferior de la escultura, en este caso afectando las características formales de la
representación antropomorfa.

23
Cfr. María Teresa Doménech Carbó, Dolores Julia Yusá Marco. Aspectos Físico-Químicos de
la Pintura Mural y su Limpieza, Universida Politecnica de Valencia, España 2006, p. 38.

23
Las actividades se ejecutaron en tres fases: registro, investigación en
laboratorio e intervención directa.
La fase de registro se realizó con el fin de dar continuidad a las dos temporadas
anteriores (2013 y 2014) para monitorear el avance del deterioro e identificar
plenamente las zonas con mayor pérdida de material, además de documentar las
características formales del conjunto.
La fase de investigación en laboratorio tuvo el objetivo de evaluar y clasificar
el tipo de tierra que conforma al conjunto escultórico-pictórico y cuatro muestras de
tierra de la región que serían aplicadas como materiales de conservación a partir de los
resultados aportados.
La fase de intervención se desarrolló con base en los resultados obtenidos de
las temporadas anteriores; en la intervención únicamente se aplicaron materiales de
conservación en las zonas que presentaban faltantes o zonas de alto riesgo de pérdida.
Los materiales de conservación se aplicaron en las zonas que presentaban
mayor pérdida de material por disgregación, delaminación y exfoliación que a su vez
causaban pérdida de volumetría y/o forma.

Registro
Durante las temporadas de 2013 a 2015 e realizaron una serie de estudios enfocados a
la documentación del conjunto escultórico-pictórico para reconocer al bien cultural en
asociación con su contexto inmediato con el fin de entender con mayor precisión su
importancia y para analizar si el entorno aporta de manera directa o indirecta causales
de deterioro. Asimismo fue posible examinar las características en cuanto su factura,
elementos plástico-artísticos y formales, así como identificar los efectos y causas de
deterioro que ponen en detrimento la integridad del bien.
Se realizó registro de las características físicas y químicas del bien, así como su
alteración con el objetivo de profundizar los conocimientos en torno a la factura y los
materiales constitutivos del mismo, además de monitorear el grado de deterioro y la
velocidad con la que aumenta. Para continuar con la obtención de la mayor cantidad de
datos en cuanto a los materiales constitutivos del conjunto se realizó un levantamiento
del color de la tierra con base en la tabla Munsell.

24
Se realizó registro de los efectos de deterioro de manera gráfica y fotográfica, así
mismo, se realizó un levantamiento con un escáner tridimensional marca Leyca y un
estudio fotogramétrico.
Se profundizó el estudio de las curvas de nivel del contexto inmediato para
identificar pendientes críticas que canalicen el agua en dirección al museo que alberga
al conjunto.

Investigación en laboratorio
Identificación de materiales constitutivos y evaluación de materiales de conservación
El reconocimiento de los materiales constitutivos es uno de los datos indispensables
para entender al bien, entender la dinámica de deterioro y estructurar un método
adecuado de conservación-restauración, además de considerarse información
indispensable para elegir los materiales de conservación idóneos.
Dado que el altar a Mictlantecuhtli es un bien compuesto en su mayoría por tierra
fue necesario aplicar métodos de investigación tomados de la geología, tales como
análisis granulométrico y límites de Atterberg con los que se evaluó el límite líquido y
plástico para determinar si la tierra original y los materiales destinados a la
conservación presentaban características similares.
De manera complementaría se realizaron observaciones al microscopio
estereoscópico y petrográfico. Las muestras observadas al microscopio petrográfico
permitieron reconocer la presencia de cal a modo de polvo micrítico, en las muestras de
tierra de la región no se encontró este compuesto.
Se realizaron pruebas de pastas o morteros con los diferentes tipos de tierra
analizada con el fin de identificar cuál de ellas presenta la mayor estabilidad al
mezclarlas con agregados como arena de río y adicionando porcentajes bajos de cal.
También se realizaron pruebas de contracción de morteros con las que fue posible
elaborar la pasta adecuada para minimizar la contracción de la tierra arcillosa.

Análisis granulométrico
Este estudio se realizó bajo la asesoría del Geólogo Luis Abel Jiménez Galindo,
investigador del laboratorio CODICE de la CNCPC-INAH. El estudio se realizó con un
equipo de cernido con mallas de apertura desde 0.84 mm hasta 0.045. La separación

25
de materiales se realizó con una máquina de cernido eléctrica durante periodos de 15
minutos, durante hora y media.
También se realizó en cuatro muestras de tierras provenientes de una planicie en
la comunidad de La Roja, Tlalixcoyan, Veracruz, que se encuentra a 5 kilómetros hacia
el oeste de El Zapotal Núm. 1, con el propósito de valorarlas como materiales de
conservación. Se prefirió está región por su cercanía y porque geológica y
edafológicamente presentan un mismo tipo de suelo. Todas son de estratos
superficiales o de muy poca profundidad.
Los resultados indican que las muestras del material original presentan mayor
porcentaje de arenas seguido de un porcentaje bajo de limos pero mayor al contenido
de arcillas que también presentan un porcentaje bajo de manera global (en este caso
refiriéndonos únicamente al tamaño de las partículas, no al termino de arcilla como
compuesto mineralógico reactivo ante la presencia o ausencia de agua).

Límites de Atterberg
Con el fin de complementar el conocimiento de los materiales tanto originales como de
conservación se realizaron estudios para conocer la plasticidad. El estudio realizado es
conocido como límites de Atterberg con los que es posible medir los límites de
consistencia del suelo para su clasificación, en este caso se valoró el límite líquido y el
plástico con el fin de conocer la estabilidad del material original y la de materiales de
conservación. Este método se realizó con la asesoría de la Maestra Nora Ariadna
Pérez Castellanos.
Los resultados indican que las tres muestras de tierra original no son plásticas,
condición que probablemente se debe al grado de deterioro de la tierra pues las arcillas
son las partículas más finas y pueden ser arrastradas por el agua generando una
lixiviación, mientras que las cuatro muestras de tierra de la región presentan mediana y
alta plasticidad a pesar de contener un porcentaje bajo de arcillas, por lo tanto se infiere
que la tierra de la región contiene arcillas reactivas a la presencia de agua.
La clasificación y evaluación de las muestras del original permitieron identificar
que la estabilidad de la tierra se debe en gran medida al alto porcentaje de arenas.
Las muestras con mayor plasticidad se mezclaron con gravillas para generar
pastas. También se realizaron pruebas con cal, sin embargo, los resultados se

26
consideran negativos ya que no hay una reacción positiva entre la cal y la arcilla por lo
tanto la presencia de cal no aumenta la resistencia de las pastas.
El proceso experimental permitió seleccionar el tipo de tierra como material de
conservación y se descartó el uso de la cal como aditivo.

Identificación de materiales producto del deterioro


Por otra parte se identificaron los tipos de sales cristalizadas en la superficie del
basamento, los muros y la escultura. En este caso la identificación se realizó in situ con
tiras reactivas y fue posible identificar de forma general que la mayor cantidad de sales
son cloruros, seguidas de sulfatos y en menor cantidad de nitratos y fosfatos. Con base
en los datos obtenidos de la identificación y medición de sales cristalizadas en el
original se realizaron pruebas de eliminación de sales con un método químico por
diferencia de conductividad con placas de agar agar grado alimenticio.

Conservación directa
Dado que el soporte del conjunto en general presenta un buen estado de conservación,
es decir, se encuentra estable estructuralmente, los procesos de conservación se
enfocaron en atender el deterioro que afecta a la superficie del basamento, en la zona
correspondiente al arranque de los muros y en los elementos ubicados en la parte
inferior de la escultura.
Las acciones de conservación se dirigieron a la recuperación de la cohesión
perdida que afecta las capas superficiales del basamento, los muros y la escultura.
El control de la pérdida de material requirió de una metodología en la que se
realizó eliminación de sales, sobre superficies estables que presentan enlucido por
diferencia de conductividad con placas de agar agar grado alimenticio y por arrastre con
ayuda de brochas de pelo suave (pelo de camello); compactación de material que
presentaba pérdida moderada de cohesión pues al tratarse de un bien manufacturado
en tierra fue posible compactar el material original únicamente humectando la superficie
con vapor de agua para romper la tensión superficial, posteriormente se aplicó una
solución de arcilla extraída de la tierra M5 y alcohol al 50% con aspersores que
producían una brisa fina y la compactación se realizaba mecánicamente únicamente
con la fuerza de las manos; integración formal, proceso aplicado en las secciones del

27
basamento que presentaban orificios y en la escultura en las secciones con pérdida de
volumetría. Estás zonas fueron resanadas con el fin de integrarlas estructural y
visualmente; integración de faltantes o volumetría en secciones del basamento que
presentaban pérdida de material considerable que se percibía como elementos
perdidos, resulta importante mencionar que se realizó aplicando una técnica de
construcción de arquitectura en tierra denominada Tierra Apilada Compactada (TAC)
que consistió en la elaboración de una pasta de tierra de la región con arena gruesa o
de primera calidad y gravilla fina o de segunda calidad de tepezil (agregados de ceniza
volcánica) en proporción de 1 volumen de tierra, por 1 volumen de tepezil de primera
calidad y 1 volumen de tepezil de segunda calidad, no se agregó agua debido a que la
humedad de la tierra fue suficiente para realizar la mezcla de materiales. La pasta se
trabajada en esferas compactas que posteriormente se apilaron con ayuda de una
pequeña cimbra, la compactación se realizó por percusión con palas de bambú o
madera. Este proceso permitió detener la perdida acelerada de material en la sección
sur y norte-oeste del basamento.
Para concluir la intervención se realizó integración cromática para mimetizar las
intervenciones con el original, se aplicó un delgado acabado a modo de enlucido con el
fin de recuperar la unidad del bien y permitir que el espectador tenga una correcta
lectura de la imagen. Este proceso se realizó con la aplicación de forma manual de una
pasta de arcilla y tierra original que se obtuvo de material con pérdida de cohesión y
ubicación.

Conclusión
La conservación y restauración de patrimonio cultural es una responsabilidad social que
lidia con la memoria colectiva, el devenir histórico del país, el desarrollo humano, las
posturas políticas del país, el desarrollo económico y por tanto con las crisis monetarias
ya que impactan el desarrollo cultural.
El patrimonio arqueológico además de ser reconocido como los vestigios
materiales de las culturas prehispánicas, representa una serie de comportamientos

28
habituales que igual que en la actualidad estaban condicionados a una serie de
elementos culturales colectivos que guiaron los sucesos hasta convertirlos en la
realidad actual.
Los bienes arqueológicos se integran a esta realidad actual cambiando por
completo los valores con los que fueron creados, aunque podemos hacer una
interpretación, en la mayoría de los casos no contamos con las fuentes suficientes para
acercarnos a la valoración original, sin embargo, se integran a una sociedad actual,
sumamente compleja en sus valores, insertos en realidades colectivas abismalmente
diferentes.
Entre ambas realidades existe un puente obvio que no siempre es analizado
durante las investigaciones, intervenciones y durante el uso o disfrute de los mismos y
es el proceso cultural, es el desarrollo cultural el motor para continuar con la
investigación antropológica y la conservación arqueológica.
Entonces cabe reflexionar que la cultura sería la dimensión simbólico-expresiva
de todas las prácticas sociales, incluidas sus matrices subjetivas y sus productos
materializados en forma de instituciones o artefactos. Se puede decir que la cultura es
el conjunto de signos, símbolos, representaciones, modelos, actitudes, valores, etc.,
inherentes a la vida social24.
La cultura hace existir una colectividad en la medida en que constituye su
memoria, contribuye a cohesionar sus actores y permite legitimar sus acciones. Lo que
equivale a decir que la cultura es a la vez socialmente determinada y determinante, a la
vez estructurada y estructurante25.
Por otro lado, Giménez define al patrimonio cultural como una selección
valorizada de la cultura, esto queda confirmado en cada museo que visitamos pues
únicamente vemos una muestra de una vasta cultura simbolico-material.
Cada caso en el que me he desempeñado los bienes presentan una
particularidad que los hace únicos, sin embargo, el Altar a Mictlantecuhtli es un bien
impar en el estado de Veracruz y en el país, por lo tanto conservarlo resulta de gran

24
Cfr. Gilberto Giménez. “Territorio, cultura e identidades. La región socio-cultural”, en: Rocio Rosales
Ortega, Coord. Globalización y regiones en México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Programa
Universitario de Estudios sobre la Ciudad, UNAM, México, 2000, p. 27-28.
25
Gilberto Giménez. Op. cit.

29
importancia cultural debido a que es el único conjunto elaborado en tierra, hasta ahora
descubierto, en el que convive arquitectura, pintura mural, escultura y policromía.
Para concluir el caso técnico del Altar a Mictlantecuhtli, los trabajos de
conservación realizados durante la temporada 2015 garantizan la permanencia del bien
pues se recuperó la estabilidad perdida en el material superficial del basamento, en los
elementos de la parte inferior de la escultura y en la zona del arranque del muro interior
oeste. Asimismo, las actividades de conservación deben continuar debido a que el
conjunto se encuentra a condiciones de humedad y temperatura inestables que infieren
directamente en la degradación del material superficial. Será de gran importancia
realizar monitoreo y mantenimiento con el fin de garantizar a largo plazo la estabilidad
del bien y de los materiales de conservación agregados.
Resulta sumamente importante recomendar que las actividades de conservación
a futuro se enfoquen en el mejoramiento del edifico contemporáneo que protege al bien
para generar las condiciones de conservación adecuadas, es decir generar un ambiente
estable, así como estudiar, proteger y conservar el contexto arqueológico con el fin de
controlar las causas de deterioro que infieren en la conservación del altar.

Fuentes consultadas
Barbara L. Stark. “Formal Architectural Complexes in South-Central Veracruz, Mexico: A
Capital Zone?”, en: Journal of Field Archaeology, Vol 26, Maney Publishing,
USA, 1999, pp. 197-225.
Cesare Brandi. Teoría de la Restauración, Ed. Alianza, España, 1988, pp. 152.

30
Charles Hett. Reporte de una visita al sitio de “El Zapotal” edo. de Veracruz. Material
inédito, archivo técnico de la CNCPC-INAH, Centro INAH Veracruz, México,
1972.
Claudia Loera Loera. La representación del Inframundo: Registro de la Pintura Mural de
“El Zapotal”, Veracruz, Material inédito del proyecto La Pintura Mural en México,
Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, México, 2008. Documento
disponible en la dirección: http://www.pinturamural.esteticas.unam.
mx/sites/default/files/representaci%C3%B3n_inframundo.pdf.
Definición de conservación arqueológica por el American Institute for Conservation of
Historic and Artistic Works, en: http://www.conservation-us.org/specialty-
topics/archaeological-conservation#.XAF30egzbIU, consultado el 30 de
noviembre de 2018.
Gilberto Giménez. “Territorio, cultura e identidades. La región socio-cultural”, en: Rocio
Rosales Ortega, Coord. Globalización y regiones en México, Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales, Programa Universitario de Estudios sobre la
Ciudad, UNAM, México, 2000, p. 27-28.
ICOMOS. Carta de Venecia, consultada en:
https://www.icomos.org/charters/venice_sp.pdf, el 04 de diciembre de 2018.
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Ley Orgánica del Instituto Nacional
de Antropología e Historia, México, 1939, consultada en:
https://www.gobiernodigital.inah.gob.mx/Transparencia/Archivos/loinah.pdf, el
30 de noviembre de 2018.
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Manual General de Organización
del Instituto Nacional de Antropología, consultada en:
https://www.normateca.inah.gob.mx/pdf/01542137063.PDF, el 30 de noviembre
de 2018.
Jaime Cama Villafranca. “Zapotal: Un ejemplo interdisciplinario de conservación” en:
Cuadernos de Arquitectura Mesoamericana, número 3, División de Estudios de
Posgrado, Facultad de Arquitectua, UNAM, México, 1984, p. 89-91.

31
Leticia Vargas de la Peña, Víctor Rogerio Castillo Borges, “Ek’ Balam y el reino de
Talol. Origen y legado”, en: Los mayas del oriente de Yucatán, en: Arqueología
Mexicana núm. 145, periodo mayo-junio, ed. Raíces, pp. 38-44.
María Teresa Doménech Carbó, Dolores Julia Yusá Marco. Aspectos Físico-Químicos
de la Pintura Mural y su Limpieza, Universidad Politécnica de Valencia, España
2006.
Manuel Torres Guzmán. Informes preliminares. Zona arqueológica El Zapotal.
1971,1972, 1973, 1974, 1975, 1976. Material inédito, Archivo técnico, Centro
INAH Veracruz, México, 1996.
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