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TÉRMINO EXCLUIDO

Se conoce como TÉRMINO EXCLUIDO a la D) Sombrero


palabra que no pertenece a un
determinado CAMPO SEMÁNTICO y al que E) Coronilla
sí pertenecen el resto de términos CLASIFICACION DE GÉNERO A ESPECIE: Se
propuestos excluye el término que no sea una especie
Ejemplo: perteneciente al género de la premisa.

CIENCIAS PREMISA BASE ALHAJA

a) Física A) Aro

B) Química B) Arete

c) Historia C) Collar

d) Astronomía D) Cofre

e) Astrología TÉRMINO EXCLUIDO E) Esclava

DE COGENERIDAD: Se excluye la palabra


que no sea específica y que no pertenezca
CLASIFICACIÓN DE TÉRMINOS EXCLUIDOS al mismo género que las demás.

DE SINONIMIA: Se excluye el término que CAOBA


no es sinónimo de los demás.
A) Cedro
ASTUTO
B) Roble
A) Pícaro
C) Ébano
B) Ladino
D) Pino
C) Tunante E) Helecho
D) Bribón DE CAUSALIDAD: Se excluye el término que
no presente la relación de causa-efecto con
E) Suspicaz
la premisa y viceversa.
DE AFINIDAD SEMÁNTICA: Se excluye la
DESGRACIA
palabra que no comparte el sema
coincidente de los demás. A) Pavor

ÁTICO B) Grito

A) Copa C) Abrazo

D) Angustia
B) Cima
E) Desesperación
C) Cúpula
DE RELACION MÚLTIPLE: Se excluye la B) Mar
palabra que no tenga ningún tipo de
relación lógica y necesaria con la premisa. C) Buque

D) Iceberg
BARCO

A) Proa E) Embarcación

I. EJERCICIOS

1- ABAD d) Doméstica b) Inventar

a) Superior e) Muchacha c) Embozar

b) Eclesiástico 5- HUESO d) Idear

c) Monje a) Fémur e) Tramar

d) Prior b) Húmero 9- GABÁN

e) Creyente c) Talón a) Saco

2- BABÉLICO d) Tibia b) Sobretodo

a) Inteligible e) Peroné c) Abrigo

b) Confuso 6- TRIÁNGULO d) carric

c) Caótico a) Rectángulo e) Levita

d) Enredado b) Acutángulo 10- HÁBER

e) Ambiguo c) Equilátero a) Sabio

3- CÁBALA d) Escaleno b) Doctor

a) Superstición e) Vértice c) Docto

b) Conjetura 7- ECLOSIONAR d) Sapiente

c) Aseveración a) Brotar e) Caudal

d) Suposición b) Romper 11- SEGUIDOR

e) Supuesto c) Aflorar a) Proclive

4- DAMISELA d) Incubar b) Adepto

a) Moza e) Abrir c) Correligionario

b) Fémina 8- FABULAR d) Partidario

c) Doncella a) Imaginar e) Émulo


12- BELLIDO c) Urbano 21- ¿Qué palabra no
pertenece al grupo?
a) Lindo d) Aplicado
a) Acuoso
b) Bello e) Considerado
b) Fructuoso
c) Venusto 17- INCÓMODO
c) Tedioso
d) Agradable a) Desagradable
d) Suntuoso
e) Hermoso b) Molesto
e) Oso
13- ACUCLILLARSE c) Ruidoso
22- ¿Qué palabra no está
a) Agacharse d) Enojoso directamente vinculada a
b) Encogerse e) Fastidioso las otras?

c) Acurrucarse 18- CELO a) Instrumento

d) Agazaparse a) Esmero b) Teclado

e) Esconderse b) Atención c) Aire

14- TÁCITO c) Dedicación d) Sonido

a) Sobreentendido d) Apareamiento e) Partitura

b) Implícito e) Empeño 23- ¿Qué palabra no se


relaciona con las otras?
c) Supuesto 19- CORTO
a) Grafía
d) Expreso a) Breve
b) Grafema
e) Hipotético b) Bajo
c) Grafología
15- FEROZ c) Resumido
d) Gramínea
a) Fiero d) Conciso
e) Gráfico
b) Bravío e) Lacónico
24- ¿Qué palabra es
c) Fecundo 20- TAPAR diferente totalmente por
su significado?
d) Bravo a) Cubrir
a) Erial
e) Salvaje b) Envolver
b) Erío
16- DEFERENTE c) Empañar
c) Eriazo
a) Cortés d) Vestir
d) Sinuoso
b) Comedido e) Abrigar
e) Baldío
25- ¿Qué término se 29- ¿Qué palabra es A) centrado.
puede eliminar del grupo? diferente totalmente por
B) acucioso.
su significado?
a) Tablilla
C) negligente.
a) Vanidad
b) Collarín
D) difuso.
b) Ínfula
c) Torniquete
E) azaroso.
c) Arrogancia
d) Peluca 3. Siempre leo sus
d) Soberbia libros porque es un
e) Cabestrillo
connotado pensador
e) Altura
26- ¿Qué palabra no caracterizado por el
pertenece al grupo? 30- ¿Qué término se rigor de pensamiento.
puede eliminar del grupo?
a) Mioma A) inocuo.
a) Verbo B) recordado.
b) Miositis
b) Sustantivo C) ignoto.
c) Miología
c) Adverbio D) ignaro.
d) Miopía
d) Sujeto E) conspicuo
e) Miodinia
e) Adjetivo 4. El convenio con la
27- ¿Qué palabra no está
empresa de agua
directamente vinculada a Marca la alternativa
potable no pudo
las otras? correcta que
cumplirlo porque quedó
corresponda a los
sin empleo
a) Concierto sinónimos de las
palabras subrayadas a) tratado
b) Público
1. No lo veíamos b) desorden
c) Música mucho porque nos
visitaba en forma c) economía
d) Micrófono
esporádica.
d) rechazar
e) Colas
A) fortuita.
e) desacuerdo
28- ¿Qué palabra no se
B) necesaria.
relaciona con las otras? 5. El expositor era un
C) permanente. erudito de la materia y
a) Cardiopatía aclaró toda duda.
D) continua.
b) Cardiólogo a) saber
E) intermitente.
c) Cardiografía b) ignorante
2. Siempre hace
d) Cardinal buenos trabajos porque c) cultura
es un individuo muy
e) Cardiaco d) inexperiencia
meticuloso.
e) docto
6. En los negocios, es 10. Quisiera contarte e) oprobio
lícito realizar mis cuitas de amor.
Benchmarking. 14. Fue una peripecia
a) optimismo inolvidable y que
a) legal quedaría en sus mentes
b) castigos para la perennidad.
b) válidar
c) zozobrar a) recordar
c) deshonesto
d) alegrías b) mortalidad
d) ilegal
e) desdichas c) perpetuidad
e) clandestino
11. Su nombramiento d) caducidad
7. Es capaz de aglutinar fue acogido por sus
a la gente más dispar. familiares con gran e) eternizar
beneplácito.
a) unir 15. Le gustaba ostentar
a) aprobación sobre las cosas que
b) juntar compraba.
b) consentir
c) separar a) exhibir
c) inclinación
d) extraviar b) exponer
d) desaprobación
e) separación c) recatarse
e) aquiescencia
8. Tenía curiosidad por d) pavonear
saber que le iban a 12. Como no se
regalar por su entendían, existía una e) revelar
onomástico. gran tirantez entre los
dos. 16. "La verdad existe
a) averiguar desde siempre, la
a) tensión mentira hemos tenido
b) sorpresa que inventarla".
b) rigidez Georges Braque, pintor
c) descuido
c) dureza francés.
d) estupefacción
d) entendimiento a) concebirla
e) interés
e) hostilidad b) pensar
9. El liderazgo no es
necesariamente innato. 13. Por su mal proceder c) plagiarla
se hizo merecedor del d) desaparecerla
a) ingénito escarnio de todos los
b) adquirido presentes. e) original

c) inherente a) censura 17. Es un asunto


bastante superficial
d) esencial b) reproche para merecer nuestra
c) elogio atención.
e) peculiar
d) crítica a) insulso
b) frívolo e insolente con quienes d) presencia
no comulgaban con sus
c) insubstancial ideas. e) cordura.

d) trascendental a) irritante 25. Casarse muy joven


es, por lo general, una
e) sensato b) acerbo rémora para lograr
18. En la euforia del grandes metas.
c) loco
momento se olvidó de a) facilidad
llamar a su amigo como d) amable
habían acordado. b) interrupción
e) agriar
a) lozanía c) chirimoya
22. Caminaba por el
b) animación parque con el donaire d) obstáculo
de sus quince años.
c) exaltación e) medusa
a) graciosa
d) vehemencia
b) desgarbo
e) malestar
c) esbeltez
19. Fue un momento de
incertidumbre, pero d) elegancia
muy pronto se despejó
la incógnita. e) garbo

a) barahúnda 23. Después de tantas


experiencias
b) batahola maravillosas has dejado
una huella indeleble en
c) seguridad mi vida.
d) dubitación a) deleitable
e) titubear b) imborrable
20. Se caracterizaba c) pasajera
por su fogosidad e
impertinencia. d) indisoluble

a) mesura e) destrucción

b) insolencia 24. Su necedad motivó


gran hilaridad entre los
c) descaro concurrentes.
d) frescura a) risa
e) grosería b) cólera
21. En el debate c) llanto
siempre se mostró acre
C OMPRENSIÓN LECTORA

LAS CUALIDADES DE ISH-HA

Ish-ha era un tonto. Era el hombre más tonto de toda la historia. Era tan tonto que, un día,
mientras estaba sentado en la rama de un árbol, se puso a serrarla por el tronco. Al poco, pasó
un hombre y le dijo que se iba a caer. Conque Ish-ha acabó de serrar la rama y se cayó al suelo
con ella. Luego salió corriendo detrás del hombre que le había dicho que se iba a caer, gritando
que debía de tratarse de un gran profeta, un vidente sin parangón en adivinar el futuro, por
haber profetizado tan infaliblemente que él estaba a punto de caerse, solo por haberlo visto
serrando sentado en la rama. Era un tonto de tal calibre que el Sultán se lo llevó a vivir a su
Corte, y le ofrecía grandes sumas de
dinero en recompensa de sus
muchas tonterías. Era tan tonto
que, cuando murió, se puso su
nombre a un barrio entero de la
ciudad, para que una estupidez
como la suya jamás fuese olvidada.
En los tiempos de Ish-ha el Tonto,
vivían en la ciudad de Fez quince
hermanos que eran ladrones. Uno
de ellos se metió una noche en la
casa de Ish-ha el Tonto y, como al
dueño de la casa se le tildaba de ser
el mayor tonto del reino, no le
importó hacer ruido. Después de
forzar la puerta de entrada, anduvo
por allí tropezando y dando golpes
sin ningún cuidado, como si
estuviese en su propia casa. Pero,
en una habitación interior, estaba
Ish-ha en la cama con su mujer y, al
oír cómo forzaban la puerta, ella lo despertó:
–¡Levántate! Hay un ladrón en casa. Pero Ish-ha solo gruñó, y le dijo que no lo molestara. Al
poco, ella oyó cómo el ladrón volcaba una pila de platos en la cocina, armando mucho jaleo,
así que despertó a Ish-ha otra vez:
–¡Levántate! Hay un ladrón y se está llevando todo lo que tenemos.
–¡No me molestes, mujer! –dijo Ish-ha muy alto, para que el ladrón le oyese–. ¡Qué más da
que haya un ladrón! He metido todo mi dinero en una bolsa de cuero que he escondido en el
fondo del pozo de la cocina. Nunca se le ocurrirá buscar allí. El ladrón, al escuchar eso, se quitó
toda la ropa y bajó al pozo. Entonces, Ish-ha salió sin hacer ruido, cogió la ropa del ladrón y se
volvió a la cama. No había ninguna bolsa de cuero en el fondo del pozo, y el agua estaba fría. Y
cuando el ladrón salió de allí, su ropa había desaparecido. Sabía de sobra que Ish-ha se la había
llevado, conque esperó tiritando a que Ish-ha se volviese a dormir, para poder deslizarse en la
habitación de dentro y recuperarla. Pero Ish-ha estaba ahora muy despejado y, cada vez que el
ladrón ponía la mano sobre el pomo de la puerta, empezaba a toser, que era tanto como
decirle: «Estoy despierto. Te oigo».
Así continuó la cosa hasta el amanecer, y el ladrón perdió la esperanza de recuperar su ropa. Si
no quería que se lo encontrasen de día paseando desnudo por las calles de Fez, tenía que irse
inmediatamente; y eso fue lo que decidió hacer. Pero, mientras estaba saliendo, Ish-ha lo oyó
y le llamó en voz alta: –Por favor, cierre la puerta al salir.
–Si consigues un traje nuevo por cada uno que intenta robar tu casa –le contestó el
ladrón–, creo que sería mejor que la dejaras abierta.
RICHARD HUGHES
En el regazo del Atlas (Adaptación)

LA INSIGNIA
Hasta ahora recuerdo aquella tarde en que al pasar por el malecón divisé en un pequeño
basural un objeto brillante. Con una curiosidad muy explicable en mi temperamento de
coleccionista, me agaché y después de recogerlo lo froté contra la manga de mi saco. Así pude
observar que se trataba de una menuda insignia de plata, atravesada por unos signos que en
ese momento me parecieron incomprensibles. Me la eché al bolsillo y, sin darle mayor
importancia al asunto, regresé a mi casa. No puedo precisar cuánto tiempo estuvo guardada
en aquel traje que usaba poco. Sólo recuerdo que en una oportunidad lo mandé a lavar y, con
gran sorpresa mía, cuando el dependiente me lo devolvió limpio, me entregó una cajita,
diciéndome: "Esto debe ser suyo, pues lo he encontrado en su bolsillo".
Era, naturalmente, la insignia y este rescate inesperado me conmovió a tal extremo que decidí
usarla.
Aquí empieza realmente el encadenamiento de sucesos extraños que me acontecieron. Lo
primero fue un incidente que tuve en una librería de viejo. Me hallaba repasando añejas
encuadernaciones cuando el patrón, que desde hacía rato me observaba desde el ángulo más
oscuro de su librería, se me acercó y, con un tono de complicidad, entre guiños y muecas
convencionales, me dijo: "Aquí tenemos libros de Feifer". Yo lo quedé mirando intrigado
porque no había preguntado por dicho autor, el cual, por lo demás, aunque mis conocimientos
de literatura no son muy amplios, me era enteramente desconocido. Y acto seguido añadió:
"Feifer estuvo en Pilsen". Como yo no saliera de mi estupor, el librero terminó con un tono de
revelación, de confidencia definitiva: "Debe usted saber que lo mataron. Sí, lo mataron de un
bastonazo en la estación de Praga". Y dicho esto se retiró hacia el ángulo de donde había
surgido y permaneció en el más profundo silencio. Yo seguí revisando algunos volúmenes
maquinalmente pero mi pensamiento se hallaba preocupado en las palabras enigmáticas del
librero. Después de comprar un libro de mecánica salí, desconcertado, del negocio.
Durante algún tiempo estuve razonando sobre el significado de dicho incidente, pero como no
pude solucionarlo acabé por olvidarme de él. Mas, pronto, un nuevo acontecimiento me
alarmó sobremanera. Caminaba por una plaza de los suburbios cuando un hombre menudo,
de faz hepática y angulosa, me abordó intempestivamente y antes de que yo pudiera
reaccionar, me dejó una tarjeta entre las manos, desapareciendo sin pronunciar palabra. La
tarjeta, en cartulina blanca, sólo tenía una dirección y una cita que rezaba: SEGUNDA SESIÓN:
MARTES 4. Como es de suponer, el martes 4 me dirigí a la numeración indicada. Ya por los
alrededores me encontré con varios sujetos extraños que merodeaban y que, por una
coincidencia que me sorprendió, tenían una insignia igual a la mía. Me introduje en el círculo y
noté que todos me estrechaban la mano con gran familiaridad. En seguida ingresamos a la casa
señalada y en una habitación grande tomamos asiento. Un señor de aspecto grave emergió
tras un cortinaje y, desde un estrado, después de saludarnos, empezó a hablar
interminablemente. No sé precisamente sobre qué versó la conferencia ni si aquello era
efectivamente una conferencia. Los recuerdos de niñez anduvieron hilvanados con las más
agudas especulaciones filosóficas, y a unas digresiones sobre el cultivo de la remolacha fue
aplicado el mismo método expositivo que a la organización del Estado. Recuerdo que finalizó
pintando unas rayas rojas en una pizarra, con una tiza que extrajo de su bolsillo.
Cuando hubo terminado, todos se levantaron y comenzaron a retirarse, comentando
entusiasmados el buen éxito de la charla. Yo, por condescendencia, sumé mis elogios a los
suyos, mas, en el momento en que me disponía a cruzar el umbral, el disertante me pasó la
voz con una interjección, y al volverme me hizo una seña para que me acercara.
-Es usted nuevo, ¿verdad? -me interrogó, un poco desconfiado.
-Sí -respondí, después de vacilar un rato, pues me sorprendió que hubiera podido
identificarme entre tanta concurrencia-. Tengo poco tiempo.
-¿Y quién lo introdujo?
Me acordé de la librería, con gran suerte de mi parte.
-Estaba en la librería de la calle Amargura, cuando el...
-¿Quién? ¿Martín?
-Sí, Martín.
-¡Ah, es un colaborador nuestro!
-Yo soy un viejo cliente suyo.
-¿Y de qué hablaron?
-Bueno... de Feifer.
-¿Qué le dijo?
-Que había estado en Pilsen. En verdad... yo no lo sabía.
-¿No lo sabía?
- No -repliqué con la mayor tranquilidad.
-¿Y no sabía tampoco que lo mataron de un bastonazo en la estación de Praga?
-Eso también me lo dijo.
-¡Ah, fue una cosa espantosa para nosotros!
-En efecto -confirmé- Fue una pérdida irreparable.
Mantuvimos una charla ambigua y ocasional, llena de confidencias imprevistas y de alusiones
superficiales, como la que sostienen dos personas extrañas que viajan accidentalmente en el
mismo asiento de un ómnibus. Recuerdo que mientras yo me afanaba en describirle mi
operación de las amígdalas, él, con grandes gestos, proclamaba la belleza de los paisajes
nórdicos. Por fin, antes de retirarme, me dio un encargo que no dejó de llamarme la atención.
-Tráigame en la próxima semana -dijo- una lista de todos los teléfonos que empiecen con 38.
Prometí cumplir lo ordenado y, antes del plazo concedido, concurrí con la lista.
-¡Admirable! -exclamó- Trabaja usted con rapidez ejemplar.
Desde aquel día cumplí una serie de encargos semejantes, de lo más extraños. Así, por
ejemplo, tuve que conseguir una docena de papagayos a los que ni más volví a ver. Más tarde
fui enviado a una ciudad de provincia a levantar un croquis del edificio municipal. Recuerdo
que también me ocupé de arrojar cáscaras de plátano en la puerta de algunas residencias
escrupulosamente señaladas, de escribir un artículo sobre los cuerpos celestes, que nunca vi
publicado, de adiestrar a un menor en gestos parlamentarios, y aun de cumplir ciertas
misiones confidenciales, como llevar cartas que jamás leí o espiar a mujeres exóticas que
generalmente desaparecían sin dejar rastros.
De este modo, poco a poco, fui ganando cierta consideración. Al cabo de un año, en una
ceremonia emocionante, fui elevado de rango. "Ha ascendido usted un grado", me dijo el
superior de nuestro círculo, abrazándome efusivamente. Tuve, entonces, que pronunciar una
breve alocución, en la que me referí en términos vagos a nuestra tarea común, no obstante lo
cual, fui aclamado con estrépito.
En mi casa, sin embargo, la situación era confusa. No comprendían mis desapariciones
imprevistas, mis actos rodeados de misterio, y las veces que me interrogaron evadí las
respuestas porque, en realidad, no encontraba una satisfactoria. Algunos parientes me
recomendaron, incluso, que me hiciera revisar por un alienista, pues mi conducta no era
precisamente la de un hombre sensato. Sobre todo, recuerdo haberlos intrigado mucho un día
que me sorprendieron fabricando una gruesa de bigotes postizos pues había recibido dicho
encargo de mi jefe.
Esta beligerancia doméstica no impidió que yo siguiera dedicándome, con una energía que ni
yo mismo podría explicarme, a las labores de nuestra sociedad. Pronto fui relator, tesorero,
adjunto de conferencias, asesor administrativo, y conforme me iba sumiendo en el seno de la
organización aumentaba mi desconcierto, no sabiendo si me hallaba en una secta religiosa o
en una agrupación de fabricantes de paños.
A los tres años me enviaron al extranjero. Fue un viaje de lo más intrigante. No tenía yo un
céntimo; sin embargo, los barcos me brindaban sus camarotes, en los puertos había siempre
alguien que me recibía y me prodigaba atenciones, y en los hoteles me obsequiaban sus
comodidades sin exigirme nada. Así me vinculé con otros cofrades, aprendí lenguas foráneas,
pronuncié conferencias, inauguré filiales a nuestra agrupación y vi cómo extendía la insignia de
plata por todos los confines del continente. Cuando regresé, después de un año de intensa
experiencia humana, estaba tan desconcertado como cuando ingresé a la librería de Martín.
Han pasado diez años. Por mis propios méritos he sido designado presidente. Uso una toga
orlada de púrpura con la que aparezco en los grandes ceremoniales. Los afiliados me tratan de
vuecencia. Tengo una renta de cinco mil dólares, casas en los balnearios, sirvientes con librea
que me respetan y me temen, y hasta una mujer encantadora que viene a mí por las noches
sin que yo la llame. Y a pesar de todo esto, ahora, como el primer día y como siempre, vivo en
la más absoluta ignorancia, y si alguien me preguntara cuál es el sentido de nuestra
organización, yo no sabría qué responderle. A lo más, me limitaría a pintar rayas rojas en una
pizarra negra, esperando confiado los resultados que produce en la mente humana toda
explicación que se funda inexorablemente en la cábala.
FIN

Julio Ramón Ribeyro

TEXTO I
Muy pocos pueden decir que fueron amigos de Borges: la amistad con él requería largo
tiempo, frecuentes contactos, precisas afinidades, la pertenencia a un círculo de relaciones
personales que no era muy amplio. Yo no fui uno de esos privilegiados. Sin embargo, la
naturaleza humana de Borges era de tal sencillez, cortesía y paciencia que, cualquiera que se le
acercaba tenía acceso inmediato. Más de una vez observé que, debido a su ceguera, le
era imposible conversar con más de una persona. Si alguien lograba ponerse a su lado y le
preguntaba o decía cualquier cosa, Borges podía quedarse en tiempo indefinido dialogando
con él, haciendo del interlocutor el centro absoluto de su atención. La pluralidad de voces
parecía confundirlo: prefería dirigirse a uno solo e ignorar a los demás. Por cierto, el diálogo
era muy desigual, no sólo porque Borges respondía la pregunta más candorosa con una
pródiga cantidad de narraciones, citas o bromas literarias, sino porque no le interesaba saber
con quién conversaba, pues para él era sólo una voz y esa voz se dirigía, como si fuese la
persona más importante del mundo.

01. El texto trata fundamentalmente sobre:


A) las cualidades y defectos de un poeta.
B) la biografía pormenorizada de Borges.
C) la personalidad de algunos escritores.
D) la importancia de la voz al hablar.

E) la descripción de una faceta de Borges.


02. Por la afirmación: “Yo no fui uno de esos privilegiados”, se puede sostener que al autor le
hubiese agradado:
A) ser parte del entorno de Borges.
B) ser un crítico severo de Borges.
C) difundir la obra de un literario.
D) estar siempre alejado del poeta.
E) ser muy bromista y memorioso.

TEXTO 2
"La carrera de las armas va en sentido contrario de la inteligencia. Y no sólo de la inteligencia
humana, sino de la inteligencia misma de la naturaleza, cuya finalidad escapa inclusive a la
clarividencia de la poesía. Desde la aparición visible en la tierra debieron transcurrir trescientos
ochenta millones de años para fabricar una rosa sin otro compromiso que el de ser hermosa, y
cuatro eras geológicas para que los seres humanos - a diferencia del bisabuelo Pitecántropo -
fueran capaces de cantar mejor que los pájaros y de morirse de amor. No es nada honroso
para el talento humano, en la edad de oro de la ciencia, haber concebido el modo de que un
proceso multimilenario tan dispendioso y colosal, pueda regresar a la nada de donde vino por
el arte simple de oprimir un botón."

01. Del texto se deduce que:


A) la inteligencia humana, en muchas oportunidades, ha sido utilizada para producir caos en la
vida del planeta.
B) la vida, producto de un extenso proceso de evolución, puede ser destruida en segundos,
por el inadecuado uso de los conocimientos científicos actuales.
C) la conservación de la vida está estrechamente ligada a los objetivos de los poderes
mundiales.
D) la carrera armamentista ha cambiado los objetivos sustanciales de la vida al priorizar la
violencia sobre la búsqueda de la paz.
E) en la era de la ciencia, el talento humano no se ha usado para mejorar las condiciones de
vida
TEXTO 3
A sangre fría (In Cold Blood) es la novela del escritor estadounidense Truman Capote.
Publicada en 1966. Esta obra inauguró la novela de no-ficción o novela periodística, género
que, según la pretensión del autor, debía tener “la credibilidad del hecho, la inmediatez del
film, la profundidad y libertad de la prosa, y la precisión de la poesía”. Dividida en cuatro
capítulos, la novela fue escrita por Capote a partir de una nota periodística: el 15 de noviembre
de 1959, en un pueblo de Kansas, cuatro miembros de la familia Clutter (un agricultor, su
esposa y sus dos hijos) fueron encontrados en su casa, asesinados. Tras leer la noticia en el
New Yorker, Capote emprende una investigación que duraría seis años para construir su
relato., basado en sus conversaciones con la gente del pueblo y con los propios asesinos ya en
prisión con quienes trabó amistad y a quienes visitó hasta el último día.

01. Del contenido del texto, se concluye que:


A) T. Capote es el pionero de la novela periodística.
B) T. Capote conocía a los asesinos de la familia Clutter.
C) A sangre fría es una obra del novelista T. capote.
D) T. Capote visitó a los asesinos una sola vez.
E) T. capote supo del asesinato gracias al New Yorker.

02. Si la novela A sangre fría de T. Capote no tuviera “la credibilidad del hecho”, entonces:
A) su autor sería más conocido en el mundo literario.
B) los asesinos hubieran sido liberados de inmediato.
C) esta obra no sería considerada una novela periodística.
D) la obra no tendría la profundidad de una obra literaria.
E) dicha obra sería encumbrada como una novela policial.

TEXTO 4
Aunque los sistemas de gobierno absoluto se han dado en muy diversas ocasiones a través de
la historia, usualmente el término se emplea para designar la forma de gobierno que primó en
los países europeos en los s. XVI, XVII y XVIII e incluso comienzos del XIX. En teoría, el poder del
rey era ilimitado, aunque contaba con un ejército permanente a su servicio y un cuerpo de
funcionarios que administraba el reino, recaudaba los impuestos y cuidaba de la
administración de la justicia. En la práctica, había de tener presentes una serie de limitaciones,
como los privilegios de la nobleza y del clero o las resistencias de la burguesía a la libre
imposición de impuestos por el gobierno, hechos que pervivieron como en Francia hasta la
Revolución Francesa.

01. Del contenido del texto, se infiere que:


A) El absolutismo reinó en los países europeos en los s. XVI, XVII y XVIII.
B) Tanto la nobleza como el clero compartían sus privilegios con el pueblo.
C) La burguesía asumió una resistencia tenaz a la Revolución Francesa.
D) La Revolución francesa causó la caída del absolutismo en Francia.
E) En el absolutismo, el rey estaba subordinado a un cuerpo de funcionarios.

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