Vous êtes sur la page 1sur 2

RAYOS CATÓDICOS

La luminiscencia verdosa que aparece en la pared del tubo de Crookes siempre


aparece en el lado opuesto al cátodo, en frente a este. Cambiándose la
posición del cátodo y la del ánodo, de todas las formas posibles, ella siempre
aparece enfrente del cátodo.

DESCUBRIMIENTO DE LOS RAYOS CATÓDICOS


El descubrimiento de los rayos catódicos, que se produce durante los años
1858 y 1859, fue obra del matemático y físico alemán Julius Plücker (1801 -
1868), quién denominaría con este nombre a los rayos que emanaban de una
lámpara de vacío con la que se encontraba trabajando por aquel entonces.

La naturaleza de los rayos según Thomson


En el año 1897, el físico inglés Joseph John Thomson estudió el
comportamiento y los efectos de los rayos catódicos. En sus
experimentaciones observó que cuando en un tubo de vidrio que lleva soldados
dos electrodos conectados a una gran tensión (de 20000 a 100000 voltios) se
hace el vacío (aproximadamente 0,001 mmHg), al producirse una descarga se
aprecia una luminosidad o fluorescencia verdosa en la pared localizada frente
al cátodo, que los investigadores supusieron que era debida a la existencia de
unos rayos procedentes del electrodo negativo, que llamaron rayos catódicos.
Según las observaciones de Thomson, estos rayos:

Se propagan en línea recta.


Al colocar un imán, se produce un campo magnético el cual desvía a los rayos
catódicos. (Regla de la mano derecha)
Producen efectos mecánicos, térmicos, químicos y luminosos.
Si se pone unas aspas delante, las hace girar, demostrando así que el electrón
tiene masa.
Sus componentes, los electrones, son universales, puesto que, al cambiar el
gas contenido en el tubo, no cambia la naturaleza de los rayos.
El físico inglés J.J Thomson, en 1897, al estudiar las propiedades y los efectos
de los rayos catódicos, dedujo inicialmente su carácter corpuscular y su
naturaleza eléctrica negativa.
Una vez hecho el estudio de la relación carga/masa para tales partículas, se
obtuvo siempre el mismo valor (1,758796 × 1011 C/kg) fueran cuales fuesen
las condiciones en las que se produjeran los rayos y la naturaleza del gas
encerrado en el tubo. A propuesta del físico irlandés George Johnstone Stoney,
se bautizó a estas partículas con el nombre de electrones, suponiéndolas como
partículas elementales de la electricidad o, como se dice en la actualidad,
cargas eléctricas elementales.

Posteriores investigaciones de Milikan, en 1913, y de Hopper y Labby, en 1941,


permitieron obtener el valor de la carga eléctrica que poseen, así como también
deducir su masa.

Carga del electrón: -1,602 × 10-19 C


Masa del electrón: 9,1 × 10-31 kg

Propiedades y efectos de los rayos catódicos


Las principales propiedades de los rayos catódicos son las mostradas a
continuación:

Los rayos catódicos salen del cátodo perpendicularmente a su superficie y en


ausencia de campos eléctricos o magnéticos se propagan rectilíneamente.
Son desviados por un campo eléctrico, desplazándose hacia la parte positiva
del campo.
Son desviados por campos magnéticos.
Producen efectos mecánicos; la prueba de ello es que tienen la capacidad de
mover un molinete de hojas de mica que se interpone en su trayectoria.
Transforman su energía cinética en térmica, elevando la temperatura de los
objetos que se oponen a su paso.
Impresionan placas fotográficas.
Excitan la fluorescencia de algunas sustancias, como pueden ser el vidrio o el
sulfuro de zinc.
Ionizan el aire que atraviesan.

Vous aimerez peut-être aussi