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UNA HISTORIA DEL TURISMO. Turismo, Estado y Sociedad en el Perú, 1800-2000.

Fernando Armas Asín.

Nuestra investigación partió del hecho de que no existía en el Perú una historia del turismo,
salvo pequeñas menciones en textos dispersos. Extraño en un país con una tradición de
desarrollo bastante larga de esta actividad. Y más aun tomando en cuenta la existencia de
diversos estudios en Europa, Estados Unidos y América Latina sobre el particular.

El objetivo fundamental del trabajo fue comprender, describir y analizar el proceso de desarrollo
de la actividad, desde sus orígenes hasta el final del siglo XX, centrándose por cierto en algunos
aspectos relevantes que fueron seguidos de cerca: el desarrollo lento y progresivo de los
destinos turísticos en el Perú, el interés de las personas por visitarlos, las políticas públicas en
torno a la actividad, el rol del empresariado del turismo en sus distintas ramas –hoteles,
agencias, restaurantes, transportes-, y las problemáticas de impacto en las zonas de desarrollo.

Para ello primero se abordó una discusión esencial –teorización surgida en Europa y que hemos
pretendido traerlo al país-: cómo nació el turismo contemporáneo, si surgió propiamente en una
realidad particular del hemisferio norte o si se puede hablar de desarrollos tempranos
simultáneos en esta parte del mundo. Pensando el Perú del siglo XVIII e inicios del siglo XIX se
subrayó su aparición –digamos de un turismo nacional – de la mano de las elites aristocráticas y
la cultura del ocio existente entre ellos. Aparecieron entonces una serie de lugares de interés –
como los baños de mar de Chorrillos o la distracción de los paseos de Amancaes- que en mucho
se parecían a los desarrollos paralelos europeos como los baños de Bristol o los lugares de
descanso del Mediodía francés. Hubo sin embargo una ruptura esencial que fue la revolución
industrial, a inicios del siglo XIX, que marcó el inicio de una divergencia posterior entre la
periferia del mundo y el centro del mundo en pleno desarrollo económico, y ello explicó de por
sí que luego los grandes desarrollos de la industria del turismo provenga solamente del
hemisferio norte. Así desde mediados del siglo XIX viajeros extranjeros que recorrieron el país
marcaron la pauta de ese nuevo turismo, de Europa y Norteamérica, hacia el mundo y su mirada
fue una mirada foránea que promovió una cierta idea sobre el Perú en sus respectivos países.
Por supuesto, con ellos llegaron a Lima los primeros hoteles y restaurantes modernos.

Pero era este un turismo incipiente. El verdadero desarrollo contemporáneo habrá que
esperarlo a inicios del siglo XX. Hay tres hechos esenciales que lo marcan en el primer tercio de
ese siglo. Primero es la acción de las empresas de transportes extranjeras en el país, empresas
como la Peruvian Corporation, empresa de ferrocarriles del surandino y del centro; o de las
empresas navieras –como la Grace Line- deseosas de complementar su negocio comercial
trasladando pasajeros norteamericanos al Perú. Segundo, en la acción del Estado desde la
década de 1920 –con el gobierno de A.B. Leguía- que a través de la inversión pública en vías
transitables va abriendo diversos lugares del país a la llegada de visitantes. Tercero, es el
surgimiento del Touring Club Peruano, desde 1924, que promociona conocer el Perú e influye
en el desarrollo del turismo interno, de clases medias urbanas, que a través de autos y otros
medios recorren el país. Por cierto las elites locales y su interés por el turismo también lo
complementan. Resultado práctico de esta combinación de factores es que antes de 1930 ya
tenemos el desarrollo embrionario de un turismo receptivo y de un moderno turismo interno
en el país.
Luego el proceso no hace más que profundizarse, a lo largo de los años de 1930 y 1940, con la
creciente acción del Estado, mediante la creación de más vías, de los primeros aeropuertos, de
la Corporación Nacional de Turismo (1946-1950), para promover el turismo interno y receptivo,
o la creación de los primeros hoteles de turistas. Por el lado de la inversión privada, se
multiplican los hoteles en el surandino y en ciertas ciudades del Perú de fácil acceso –la sierra
central, la costa-. Las agencias extranjeras en combinación con las empresas navieras y aéreas
traen a los visitantes del exterior; y en autos y aviones las clases medias peruanas se movilizan,
siguiendo las guías camineras o turísticas que el Touring va creando. Ya entonces Cuzco,
Arequipa, Puno, o Lima son los lugares de destíno favoritos.

Entre 1950 y 1980, en el contexto de la aparición del turismo masivo mundial, el jet y los
modernos cruceros, en la era de los tours operadores mundiales, el proceso simplemente se
vuelve complejo. Las políticas publicas –en los años del gobierno de Belaúnde, del gobierno
militar luego- buscan planificar y dirigir el proceso, sea a través de entidades específicas –como
CoturPerú- sea a través de la publicidad masiva –como la de Foptur-, de mayores inversiones en
infraestructuras –como hoteles de turistas- o de la planificación de los espacios de desarrollo –
por ejemplo, a través del Plan Copesco, para el surandino-. Al mismo tiempo que los lugares de
destíno se transforman social y económicamente –el caso del Cuzco es evidente- así como
también surgen diversos nuevos destínos locales para el turismo interno, ofreciéndose
socialmente para los visitantes que por miles se movilizan por el país. Los empresarios locales –
de agencias, hoteles, restaurantes, entre otros- cada vez tienen más presencia pública, los
gremios se mutiplican y el turismo se convierte en una actividad esencial de la vida económica
del país.

Sin embargo hubo muchos retos que superar. Problemas con el desarrollo de los espacios
turísticos, patrimoniales y con fenomenos socio-políticos diversos. Precisamente la investigación
ahonda el impacto que tuvo para el turismo la década de 1980 e inicios de la siguiente, con la
violencia politica en el Perú aunada a las constantes crisis económicas y los desequilibrios
sociales ocasionados. Los impactos sobre la actividad son analizados, aunque resaltando –
merced a las políticas privadas y públicas implementadas- que a pesar de los problemas que
sufrió el turismo receptivo, el turismo interno supo mantener a flote la infraestructura existente.
Finalmente la investigación cierra en los años de la década de 1990 cuando, en un escenario
politico y social nuevo, las nuevas políticas publicas, y un contexto internacional de
transformación de las empresas del negocio, el turismo enrumba a sus actuales características.
Por supuesto se resaltan algunas preocupaciones últimas que la acompañan desde fines de ese
siglo.

Así pues la investigación ha pretendido construir un texto que describa en el largo plazo de dos
siglos el desarrollo del turismo en el Perú. Nuestro interés es que sirva como referente para los
estudiosos, estudiantes y público en general interesados en estas materias.

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