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Tema:

Dermatología – candidiasis.

Resumen:

Las Infecciones Vaginales son una alteración de las condiciones normales del aparato genital
femenino, su origen es multifactorial y se caracterizan clínicamente por cambios en el
volumen del flujo vaginal, cambios en el olor, irritación y prurito, las alteraciones de las
condiciones normales de la vagina se ven favorecidas por diversos factores entre los cuales
cabe destacar: deficiente higiene génito-anal, nueva o múltiples parejas sexuales,
independiente del número de coitos, baños en piscinas y tinas, embarazo, diabetes,
parasitosis, incontinencia urinaria o fecal, estrés, malformaciones congénitas del tracto
genital, uso frecuente de antibióticos, hormonas, preparaciones contraceptivas de uso oral o
tópico, medicación vaginal, deficiencia inmunológica, uso ropa ajustada, consumo de
cigarrillo, presencia de anticuerpos para Herpes Virus simplex y cambios en la flora
microbiana normal como la perdida de la producción de H2O2 de los lactobacilos.

Abstract

Vaginal Infections are an alteration of the normal conditions of the female genital tract, their
origin is multifactorial and are clinically characterized by changes in the vaginal discharge
volume, changes in the smell, irritation and pruritus, alterations in the normal conditions of
the vagina they are favored by several factors, among which are: deficient genitic-anal
hygiene, new or multiple sexual partners, independent of the number of coitus, swimming in
pools and tubs, pregnancy, diabetes, parasitosis, urinary or fecal incontinence, stress,
malformations congenital genital tract, frequent use of antibiotics, hormones, oral or topical
contraceptive preparations, vaginal medication, immune deficiency, use of tight clothing,
cigarette consumption, presence of antibodies to Herpes simplex virus and changes in the
normal microbial flora such as loss of H2O2 production of lactobacilli.

Palabras clave

Recién nacido, Candida albicans, candidiasis, candidemia, infecciones cutáneas


estafilocócicas, neonatología.
Keywords

Infant, newborn; Candida albicans, candidiasis, candidemia neonatology, staphylococcal skin


infections.

Desarrollo

Dermatología – candidiasis.

La infección vaginal es una enfermedad de distribución mundial convertida en un problema


de salud debido al aumento en su incidencia, constituyendo una de las complicaciones
médicas más frecuentes asociadas al embarazo y por las consecuencias que trae para la salud
de la madre y su producto. Abreu A, Lovio Z, Larrondo RJ. (1998). Es una infección
común del tracto genital inferior en las mujeres en edad reproductiva y representa una tercera
parte de todas las infecciones vulvo vaginales. En Estados Unidos es la causa más frecuente
de patologías infecciosas con un estimado de 5 a 7 millones de casos por año. Existen una
serie de factores que predisponen a las mujeres a adquirir dicha infección alterando el
ecosistema normal de la vagina, como el empleo de jabones o productos químicos para la
limpieza o aseo de la zona genital, la automedicación de antibióticos, la diabetes, las
conductas sexuales inadecuadas y las prácticas higiénicas deficientes del área genital y ano
rectal.

Características generales de las Dermatología – candidiasis:

 Viven en y a expensas de las secreciones, por lo que provocan lesiones en espacios


intertriginosos y las mucosas y semimucosas del organismo.
 Las lesiones que producen son húmedas y segregantes.
 Son sensibles a los álcalis, el medio ácido les favorece.
 En el examen directo se observan pseudohifas o pseudomicelios.
 Provocan lesiones en órganos internos.

Lesiones cutaneomucosas producidas por las Dermatología – candidiasis:

Según Bennett C, Plum F. Cecil. (1998). En la piel se afectan fundamentalmente las


superficies que retienen secreciones. El tercer espacio interdigital de la mano es colonizado
frecuentemente por estos gérmenes, observándose eritema y maceración del espacio, muchas
veces se constata exudación y el prurito acompañante es la regla. Los pliegues inguino-
crurales submamarios, infraabdominales, interglúteos y axilares se afectan por la Candida y
aparece el llamado intertrigo moniliásico; cualquiera de estos pliegues aparecerá
intensamente eritematoso y segregante, con algunos exudados algodonosos en su fondo y las
características micropústulas satélites en el borde de la placa. Este borde no se define, o sea,
se pierde paulatinamente con la piel vecina no lesionada, y se presenta el prurito como un
síntoma dominante y a veces insoportable en este tipo de patología. Los espacios
interdigitales de los pies pueden también estar afectados por estos gérmenes (generalmente se
afectan todos los espacios interdigitales de uno o ambos pies), se observa un macerado
húmedo en el fondo del espacio y eritema de las caras laterales de los dedos de los pies. La
piel plantar vecina puede decolarse, y es causa importante de invalidez para la marcha, pues
el prurito y el dolor dominan el cuadro.

En la mucosa oral provocan el perleche o boquera con eritema y fisuración pruriginosa, y a


veces dolorosa de las comisuras labiales; el muguet o sapillo, frecuente en niños, donde se
observa una mucosa oral enrojecida y sembrada de exudados algodonosos, es muy molesta y
puede interferir con la alimentación. La vulva y la vagina se afectan con muchísima
frecuencia, observándose enrojecimiento muy pruriginoso de estas áreas, y la presencia de
leucorrea blanquecina con pequeños grumos; asimismo se presentan anitis y anoproctitis,
balanitis y balano-postitis, otitis por Candida, y en no pocos casos conjuntivitis. Larrondo
RP, Hernández LR. (1984).

Las uñas también son colonizadas en muchas ocasiones por las Candidas. En estos casos el
reborde ungueal aparece inflamado y enrojecido (perionixis), en ocasiones doloroso, y si se
exprime suavemente se podrá observar la salida de una secreción de color blanco amarillenta
viscosa rica en Candidas. Es muy frecuente en diabéticos y en pacientes que someten sus
manos a humedad durante largos períodos.

Diagnóstico

Para Art H, Rhett D. (1995). El diagnóstico clínico muchas veces es evidente máxime
cuando se trata de un diabético, o de un paciente con alguna enfermedad que favorezca la
infección por Candida; no obstante, en ocasiones es necesario coordinar con el laboratorio
del policlínico o del hospital correspondiente para su confirmación.
Educación y prevención

Según Myskowski PL, Ahkami R. (1996). Las medidas educativas encaminadas a la


disminución de la incidencia de las candidiasis, así como la prevención en la transmisión y en
sus recidivas en la población general y en algunas poblaciones de pacientes en particular, son
elementos que deben integrar la labor diaria de los Médicos de Familia en cualquiera de sus
múltiples funciones.

Para Bouscarat F, Belaich S. (1996). La educación debe estar encaminada a los cambios en
los hábitos sexuales, a la evitación de la promiscuidad y de la liberalidad sexual, al
aprendizaje del correcto aseo oral y genital en la mujer, al correcto cuidado de los pezones
durante la lactancia, al uso individual de la ropa interior y del calzado que muchas veces son
usados por hermanos, parientes o amigos cercanos; además, es importante proporcionar
material a maestros y personal asistente durante las estancias en las escuelas al campo o en el
campo y enseñar el correcto secado de los pies, o sea, deben preconizarse las medidas de
educación en lo referente a este grupo frecuente de afecciones. Desde los círculos infantiles
hasta los comedores obreros debe programarse la educación hacia el uso individual de
cubiertos, vasos y jarros al igual que en los hogares, y para ello los Médicos de Familia
juegan un papel fundamental.

La prevención por su parte debe encaminarse hacia las medidas de prevención de la obesidad
y el control de la diabetes mellitus que constituyen funciones permanentes de la atención
primaria de salud en Cuba. Estas favorecen, indudablemente, la disminución de la incidencia
en las infecciones por Candida o Monilia. Se debe realizar examen dermatológico periódico a
aquellos casos con enfermedades como la diabetes mellitus, los obesos, los casos
seropositivos a VIH o en franco SIDA, a pacientes con cáncer o con tratamiento
inmunosupresor; así como también a aquellos en los que se haya presentado una candidiasis
previa, se le debe orientar colocar el calzado al sol y también los pies, por citar ejemplos
sencillos, y son medidas muy eficaces en la prevención de las moniliasis de los pies. El
cumplimiento de las normas de higiene del trabajo impedirá la frecuencia aumentada de
moniliasis en personal que se desempeña como auxiliar de limpieza, fregadores,
dependientes, y en oficios o profesiones en los cuales las manos permanecen húmedas por
largos períodos.
Medidas terapéuticas tópicas

Para Fitzpatrick TB. (1997). Independientemente de que existen cremas y pomadas con
potente acción antimoniliásica, en las lesiones cutáneas y mucosas por Candida, la piel se
presenta en estado agudo, o sea, con eritema y exudación; por tanto, las maniobras
terapéuticas tópicas iniciales serán a través de fomentos, las preparaciones alcalinas de
bicarbonato de sodio o biborato de sodio, así como también las que contienen violeta de
genciana acuosa son muy efectivas, y en muchas ocasiones erradican la infección por
Candida. Cuando el estado de la piel lo permita se podrán usar cremas o pomadas como la
nistatina, la natamicina, la ciclo-piroxolamina, el miconazol, el clotrimazol y el ketoconazol,
aplicándolas 2 ó 3 veces al día suavemente sobre las áreas afectadas.

En las mucosas, las embrocaciones y los colutorios con violeta de genciana, bicarbonato de
sodio o biborato de sodio resultan muchas veces curativos. Las preparaciones en gel
específicos para mucosas de ciclopiroxolamina, clotrimazol y miconazol tienen indudable
efecto antimoniliásico. Los comprimidos tipo óvulos vaginales de nistatina y clotrimazol
resultan muy efectivos en las colpitis por estos gérmenes.

Para las uñas se recomiendan las mismas cremas y pomadas mencionadas anteriormente; sin
embargo, resulta imprescindible que el paciente se abstenga de mantener sus manos
húmedas.

Medidas terapéuticas sistémicas

Segun Berkow R, Beers M, Fletcher A. (1999). El prurito es un síntoma que está presente
siempre en estas afecciones, por lo que el uso de antihistamínicos en las dosis habituales
siempre estará indicado.

En cuanto a los antimicóticos, el ketoconazol en comprimidos de 200 mg podrá usarse


siempre que las medidas tópicas fallen, o bien cuando exista una moniliasis extensa, que
entonces se recomienda una dosis de 200 mg diarios por 15 a 21 días para el control de la
mayoría de las afecciones producidas por estos gérmenes. No obstante, para las
vulvovaginitis y balanitis por monilias se recomienda 1 dosis de 200 mg 2 veces al día por 5
días, y para las onicomicosis por monilias debe prolongarse el tratamiento por 3 meses, si son
de las manos, y 6 si son de los pies.

Actualmente se recomienda el fluconazol (50, 100 y 150 mg) en dosis de 150 mg como
tratamiento único en las afecciones vulvovaginales y en genitales masculinos; en las otras
formas se podrán utilizar 150 mg semanales durante 3 ó 4 semanas con una efectividad alta.

Revisar siempre las contraindicaciones y efectos colaterales de estos imidazoles, máxime


cuando el Médico de Familia trabaja con población en todos los ciclos de vida, es algo que
no se puede olvidar.

Medidas terapéuticas de medicina natural y tradicional

Para Arenas R. (1996). Se recomienda una dieta con bajo contenido en azúcares y rica en
frutas y vegetales que aporten sobre todo vitaminas del complejo B y vitamina C. Los
alimentos que contienen o promueven la levadura como los productos horneados, el alcohol y
el vinagre deben evitarse hasta que se solucione el problema.

Las plantas medicinales que contengan berberina tienen efecto antimoniliásico, y entre estas
se destacan la hidrastia, la mahonia y el agracejo. Estas deberán ingerirse en forma de
infusión para tomar 2 ó 3 veces al día.21 Los cataplasmas de manzanilla y de romero tienen
efecto antiinflamatorio y antimoniliásico, y con esta preparación se evita el contacto directo
de la planta con la piel inflamada. Podrá usarse además la sábila en forma de óvulos o
supositorios. Otros productos naturales como el jengibre y la canela se recomiendan por otros
naturistas. La estimulación de los meridianos que intervienen en la función sexual, el bazo y
el estómago mediante digitopuntura, moxa, acupuntura o laserpuntura refuerzan la respuesta
inmunológica y favorecen la curación de la enfermedad. La aromaterapia con aceite de árbol
del té y la hidroterapia constitucional también podrán utilizarse.

Pitiriasis versicolor

Para Smith EB. (1998). La pitiriasis versicolor fue considerada siempre como una
dermatofitosis, incluso ha recibido el nombre de tiña versicolor; sin embargo, es una afección
producida por una levadura dimórfica y lipofílica saprofita de la piel humana que se
denomina Pitirosporum orbiculare u ovale. Esta bajo determinadas condiciones del terreno
adopta su forma patógena y produce enfermedad.

Los factores predisponentes para la pitiriasis versicolor son la alta humedad relativa y las
altas temperaturas, la piel grasienta, la hiperhidrosis, la herencia, el tratamiento con
corticoides sistémicos, el tratamiento inmunosupresor, la malnutrición por defecto o exceso y
las deficiencias en la inmunidad mediada por células.

Las máculas de la pitiriasis versicolor asientan de preferencia en el cuello, tronco y raíz de


los miembros, caracterizándose por pequeñas máculas de diferentes colores (de ahí la
denominación de versicolor), desde la hipocromía, pasan por el amarillo grisáceo, al rosado,
hasta el pardusco. No es infrecuente observar varios tipos de colores en un mismo paciente,
aunque por lo general se presenta en una sola variante. Un golpe seco y en ángulo agudo en
una placa provoca un desgarro característico denominado signo de la uñada; y
subjetivamente puede existir prurito más o menos intenso, que tiende a aumentar con la
exposición al sol o con la sudoración excesiva.

Diagnóstico

El diagnóstico de la pitiriasis versicolor se basa en:

Síntomas clínicos:

Signo de la uñada. Examen con lámpara de Wood: Se observa una fluorescencia naranja.
Examen micológico directo: Presencia de esporas redondeadas entre mallas de micelios.

Educación y prevención:

Para Cohen LM. (1998). Es importante explicar al paciente la etiología del cuadro y los
factores que la predisponen, pues si se presentan nuevamente las condiciones favorecedoras,
la enfermedad reaparecerá. La prevención debe encaminarse al control de la obesidad, la
dieta sana, el uso de ropas frescas y adecuadas para nuestro medio, y aconsejar que el
adecuado uso de algunos medicamentos previenen la aparición de esta afección.

Medidas terapéuticas tópicas:


La pomada de Whitfield con o sin azufre en frotaciones diarias durante 4 a 6 semanas es un
método sencillo para curar esta afección. También en zonas pequeñas de la piel se pueden
utilizar las pinceladas de bicloruro de mercurio, y en frotaciones diarias por el mismo tiempo.

Los preparados comerciales como el econazol, el miconazol, el ketoconazol, el bifonazol, la


ciclopiroxolamina y el sulfuro de selenio constituyen posibilidades excelentes en la
terapéutica de esta afección, siempre debe indicarse en forma de frotaciones fuertes en el área
lesionada, y en las áreas aledañas de piel aparentemente normal.8,17,19,20,25

Medidas terapéuticas sistémicas:

Solo utilizar en aquellos casos de grandes placas de pitiriasis versicolor, así como en los
casos en que todas las posibilidades terapéuticas locales hayan fracasado. Se recomienda el
ketoconazol (200 mg diarios durante 10 días), aunque se puede utilizar también el esquema
de 400 mg semanales durante 2 semanas con excelentes resultados.

Medidas terapéuticas de medicina natural y tradicional:

Para Larrondo RJ, Hernández LM, González AR, Larrondo RP. (1998). La estimulación
de los meridianos yin que intervienen en la función sexual, el bazo y el estómago mediante
digitopuntura, moxa, acupuntura o laserpuntura refuerzan la respuesta inmunológica y
favorecen la curación de la enfermedad.

Conclusión

Las anormalidades en los resultados del estudio de flujo vaginal y citología vaginal se
asocian principalmente a microorganismos y presencia de anormalidades de células
escamosas. Los hallazgos encontrados pueden servir como información descriptiva acerca de
la frecuencia de IV y LEICU en poblaciones universitarias para realizar seguimientos que
permitan implementar, continuar o mejorar programas de promoción de la salud sexual y
reproductiva, prevención, detección y tratamiento de enfermedades cervico-uterinas en
poblaciones jóvenes.

La revisión efectuada, nos muestra que la candidiasis es una infección vaginal muy frecuente
y aunque no es considerada como una enfermedad incapacitante, suele causar molestias que
llegan al extremo de alterar la conducta de la paciente, pudiendo ocasionar depresión, mal
humor y ansiedad; por la frecuencia que se presenta en los diferentes países
latinoamericanos, podemos deducir que, en casi todos ellos, es un problema común de salud
pública. Considerando lo anterior, se sugiere la elaboración, en cada nación latinoamericana,
de un canal endémico que permita conocer el comportamiento de la enfermedad y saber si su
naturaleza es endémica o epidémica, ya que en la actualidad, la incidencia y prevalencia del
padecimiento es desconocida en un poco más de la mitad de Latinoamérica.

Bibliografías
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