Año nuevo

Nada que decir, la vida es terrible, pero justa, a nadie le importa quien eres en la ciudad, solo
saben de exigir y de gritar.

Vivir en la gran ciudad no es lo que los románticos esperan cuando llegan a sus parajes lúgubres y
asfálticos, nada que ver con los paisajes verdes y frescos de la campiña, ahí donde siempre he
querido vivir, donde se que la vid es tranquila pero nunca aburrida, ahí donde puedo ser uno con
la tierra, con la naturaleza.

Es difícil cuando uno siente que no encaja en un lugar, independientemente de hacerlo

perfectamente, siempre uno busca como desencajar, como salir de, pero nunca lo logra, uno es
exacto para el lugar, uno es gracioso, social, adecuado, pero nunca feliz.

31 primaveras han pasado y no he cumplido una sola vez aquellos propósitos de año nuevo, tal vez
soy muy ambicioso pidiendo la paz mundial y hacerme millonario, o tal vez he estado cerca de
lograrlo, pero siempre puede más…. ¿Qué estaba escribiendo?

Se dice que las cabañuelas descifran en los primero siete días del año el clima de todo el mismo,
sin embargo, algunas personas más minuciosas lo aplican también para su vida, tomando precisas
notas de sus estados de ánimo, que comieron, como se les trató, que les salió bien y que les salió
mal desde el más grande hasta el más ínfimo detalle tratando de predecir y sustentar sus
expectativas para el año… Martes primero, la sopa estaba fría aún después de calentarla, no
esperes que tus planes salgan tal cual los planeaste, jueves dos, una paloma zurró sobre mi saco,
espero buena suerte en general y gastos de lavandería importantes, cuidado con tu economía…

Esa gente que no festeja nada, no, no hablo de los testigos de Jehová, sino de aquellas personas
que no tienen motivos para estar particularmente felices en esas fechas, debe ser difícil estar solo,
pero aún más estar rodeado de la familia y amigos y sentirte solo o vacío.

Cada año busco un nuevo lugar para esconderme o salir de la rutina, usualmente el lugar se
encuentra dentro de mi mente sin embargo… cada día me vigilo mejor y he decidido mejor hacerlo
fuera de ella, tan difícil que es hacer viajes astrales, tan fácil que es solo dormir.

He dormido 24 horas continuas y mi esperanza de vida bajó abruptamente, respetar le régimen de

8 horas es importante pero nunca pensé que lo fuera tanto, ahora duermo 4 horas diarias
tratando de compensar la agresión perpetrada a mi templo de vida llamado cuerpo… no lo logré.