Vous êtes sur la page 1sur 21

Xilonen M. del C.

Luna Ruiz
Jacinto Armando Chacha Antele

Culturas musicales
de México
Vol. II
Producción:
Secretaría de Cultura
Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas

© 2018
Coordinación general: Jacinto Chacha Antele
Coordinación académica: Xilonen María del Carmen Luna Ruiz
Revisión de textos: Daniel Fernández Cotera

D.R. © 2018 de la presente edición


Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas
Av. Paseo de la Reforma 175, piso 12
Col. Cuauhtémoc, C.P. 06500
Ciudad de México

Las características gráficas y tipográficas de esta edición son propiedad


de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas
de la Secretaría de Cultura.

Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total


o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la
reprografía y el tratamiento informático, la fotocopia o la grabación,
sin la previa autorización por escrito de la
Secretaría de Cultura / Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas.

ISBN: 978-607-745-925-5

Impreso y hecho en México


Simpatía por la banda. Etnicidad y el consumo de la música banda entre jóvenes...

Simpatía por la banda.


Etnicidad y el consumo
de la música banda
entre jóvenes en Chiapas, México
Juris Tipa*

Introducción
La música banda forma parte de un conjunto de géneros musicales conoci-
dos en México bajo la denominación ‘música grupera’. Actualmente la músi-
ca grupera es un impactante movimiento cultural en varios sentidos: uno de
ellos le corresponde a la manera de cómo a través de esta música se expresa
una parte de la cultura popular mexicana, mientras el otro le corresponde a la
magnitud económica que esta música representa para las industrias cultura-
les tanto en México como en los Estados Unidos, y por lo último, la forma de
cómo lo grupero ha logrado insertarse firmemente en la vida cotidiana de la
población mexicana.
La función social de la música banda ha sido importante tanto para
los mexicanos radicados en México, como para aquellos que han emigrado a
otros países, principalmente a Estados Unidos, y que han encontrado en este
género un acervo de la identidad y la “tradición mexicana”, esencialmente en
lo que le responde a lo rural y lo que se considera parte de las “tradiciones
familiares” (Simonett, 2001). La música banda como parte del ‘movimiento gru-
pero’ empezó su auge comercial-masivo a los mediados de los años noventa
debido a los flujos migratorios de México a Estados Unidos, su difusión en los

* Licenciado en Sociología por la Universidad de Letonia; Maestro y Doctor en Antropología Social por la
ENAH donde forma parte de la línea de investigación “Jóvenes y sociedades contemporáneas”. Es coautor
del libro Juventudes, identidades e interculturalidad. Consumo y gustos musicales entre los estudiantes de la
Universidad Intercultural de Chiapas (2014). Actualmente es becario posdoctoral en el Centro de Investi-
gaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM.

254
Culturas musicales de México.Volumen II

medios de comunicación y el interés comercial de las demás industrias cultu-


rales en dicha música (Olvera Gudiño, 2014; Rivera Godina, 2015).
Actualmente no solo es un estilo musical considerado como propia-
mente mexicano, funcionando como una expresión y un fortalecedor de la
identidad nacional,1 sino también es uno de los géneros musicales más escu-
chados en México y, probablemente, entre los mexicanos en general. Según
los resultados de distintas encuestas sobre el consumo cultural y el consumo
de música (CONACULTA, 2004:122; Maldonado, 2014), la música grupera y la
banda cuentan con los mayores porcentajes de preferencia y con los menores
porcentajes de rechazo o desagrado musical, a diferencia de otros géneros
musicales. También los conciertos de la música banda son la opción más fre-
cuente entre los mexicanos a la hora de asistir a alguna presentación musical
en vivo (CONACULTA, 2010:33).
Utilizando metodología mixta, el presente estudio consiste de un aná-
lisis del consumo de la música banda en un contexto universitario y multiét-
nico. El objetivo principal de este análisis es ubicar el gusto, el desagrado y las
opiniones que tienen los jóvenes sobre la música banda y sus consumidores
en un mapa de desigualdades sociales definido por elementos como la etni-
cidad, el sexo y el estrato socioeconómico. De esta forma se puede vislumbrar
y entender cómo el género musical más preferido en México y, además, entre
la población joven, se convierte en un campo de luchas simbólicas enraizadas
en la compleja realidad social de los jóvenes en México contemporáneo y en
Chiapas en particular.

Del rancho para el mundo:2 los elementos estructurales


en el gusto por la música banda
La única encuesta a nivel nacional dedicada exclusivamente a las preferencias
musicales de la población mexicana fue realizada por la compañía Consulta

1 El estudio realizado por María Luisa de la Garza y Héctor Grad Fuchsel (2015) revela que la música ran-
chera junto con la música banda son los dos géneros musicales que, según los jóvenes en Chiapas, repre-
sentan a México. Considerando la popularidad de estos dos géneros musicales entre la población mexicana
en general, es difícil de imaginar que habrían otros estudios que pongan en cuestión la existencia de dicha
“representación musical” de la nación.
2 Título del álbum del cantante de música banda Espinoza Paz.

255
Simpatía por la banda. Etnicidad y el consumo de la música banda entre jóvenes...

Mitofsky en 2013. Para averiguar los gustos y los desagrados musicales fue uti-
lizada una lista con 27 géneros musicales los cuales, luego, fueron agrupados
en tres categorías: ‘alta afición’ (con más de 30% ‘me gusta’); ‘afición regular’
(entre 15% y 30% ‘me gusta’); y, ‘baja afición’ (con menos de 15% ‘me gusta’).
Entre los siete tipos de música de alta afición podemos encontrar géneros
musicales “esencialmente” mexicanos como la ranchera, la banda, la grupera
y la música norteña. Junto con estos, la ‘balada romántica’, la salsa y la cumbia
están entre los géneros más preferidos en México.
Según los resultados de la misma encuesta, la mitad de la población
mexicana que se encuentra entre 18 y 29 años de edad, al igual que entre 30
y 49 años de edad, expresan su preferencia por la música grupera (Maldonado,
2014). Aunque la música ranchera también goce de popularidad elevada en-
tre las tres cohortes etarias utilizadas en la encuesta, son las personas mayores
de 50 años de edad quienes—en su mayoría—prefieren a este género, mien-
tras la música banda es la más popular (53.5%) justamente entre la población
joven que se encuentra entre 18 y 29 años de edad.
Lo anterior significa que el gusto por la música banda puede ser consi-
derado como un fenómeno cultural entre la juventud mexicana. Tomando en
cuenta la importancia que tiene la música para los jóvenes en su autoadscrip-
ción identitaria y en la socialización entre pares (Urteaga, 2010:33; 2011:178-
179), parece ser indispensable averiguar cuáles son las lógicas de diferencia-
ción social que implica el gusto o el desagrado por la música banda dentro de
la realidad juvenil mexicana, sobre todo, la que está inmersa en diferenciacio-
nes étnicas y en la consecuente presión antagónica entre la cultura nacional y
las culturas ‘originarias’ (Giménez, 2000:49-53).
La preferencia por la música ranchera, en su mayoría, coincide con
bajo nivel de educación (primaria o menos) y el estrato socioeconómico bajo,3
gozando de popularidad arriba del promedio en las regiones con altos índi-
ces de marginación y pobreza (Maldonado, 2014). Algo parecido sucede con
la música banda y la grupera; aunque gozan de popularidad en todo México,

3 Consulta Mitofsky utiliza el sistema de siete estratos, agrupados en tres conjuntos. El primero (alto) in-
cluye al estrato A, B y C+, el segundo (medio) incluye a C y D+, mientras el último (bajo) contiene los
estratos D y E.

256
Culturas musicales de México.Volumen II

la preferencia por esta música prevalece en la región Sureste4 y, en el caso de


la música grupera, va acompañada con el estrato bajo y medio, y niveles de
educación primaria (o menos) y secundaria-preparatoria.
Lo anterior lleva a interrogar sobre la existencia de un imaginario sim-
bólico sobre los consumidores de la música banda y la música grupera en
general. De ahí surge la interrogante, si la preferencia por la música banda y el
desagrado por ella es un campo de lucha simbólica que refleja las desigualda-
des estructurales de la sociedad mexicana.

Simpatía por la banda: la etnicidad, el sexo, el estrato y la nación


Aspectos cuantitativos
Los datos cuantitativos de este estudio provienen de la encuesta aplicada
en 2015 a la población estudiantil de la Universidad Intercultural de Chiapas
(UNICH), en la sede principal “San Cristóbal de Las Casas”. La encuesta fue he-
cha con base en una muestra representativa (n=204), estratificada según el
idioma materno de la persona, el sexo y la carrera cursada en la universidad.
En el semestre enero–junio del 2015, la sede “San Cristóbal de Las Casas” con-
taba con 1088 alumnos, de los cuales 39% eran hablantes nativos del caste-
llano, mientras el restante 61% fue compuesto por hablantes de uno de los
idiomas regionales de Chiapas (tsotsil, tseltal, ch´ol, zoque o algún otro).
Para el presente estudio fue utilizada una lista de 28 géneros de mú-
sica, más la opción “otro”, donde la persona pudo indicar el género preferido
por si no lo pudo encontrar entre las opciones ofrecidas. Para agrupar de al-
guna forma las preferencias musicales de los alumnos de la UNICH, fue utiliza-
do el parámetro empleado por la Consulta Mitofsky, asociando el porcentaje
global indicado por un cierto género musical con el nivel de afición dentro
de la población total, de esta forma determinando los tres niveles básicos de
afición: alta, media y baja.
Dentro de la ‘afición alta’5 se encuentran seis géneros musicales de los
cuales predomina la música pop/romántica y la música banda (Diagrama 1).

4 Sobre todo, por la música banda.


5 Con más de 30% “me gusta”.

257
Simpatía por la banda. Etnicidad y el consumo de la música banda entre jóvenes...

Diagrama 1.
Algunas de las preferencias musicales de los estudiantes de la UNICH
¿Qué géneros musicales te gusta escuchar? (n=204) (respuesta múltiple )

50%
45%
39% 36% 36% 33%
27% 25%

La música Música Rock Cumbia Música Música Ranchera Corridos


pop y Banda clásica e electrónica
romántica instrumental “del antro”

Fuente: elaboración propia.

Aunque dentro de la ‘afición media’6 de forma firme se encuentran la música


ranchera y los corridos7 (entre otros géneros musicales), es la música banda
por la cual opta casi la mitad de la población estudiantil de la UNICH.
En cierta medida, el nivel de educación suele ser uno de los elementos
que determinan el espectro de los gustos musicales, como algo asociado con
el volumen del capital cultural adquirido y acumulado por la persona (Bour-
dieu, 2001:131-164). Esto también lo demuestra el estudio concluido entre los

estudiantes de la Universidad Veracruzana sobre sus preferencias musicales


(Casillas et al., 2014). Aunque los investigadores llegaron a la conclusión de
que la distribución de los gustos no es homogénea, los estudiantes mostra-
ron mayor preferencia por la ‘música clásica’ que el promedio nacional entre
jóvenes, mientras los dos géneros musicales de mayor preferencia seguían
siendo el pop y el rock en español y en inglés. En comparación con las y los
estudiantes de la UNICH, el panorama general es algo similar con la excepción
a la música banda que no predomina en los gustos de los estudiantes de la
Universidad Veracruzana.
En la presente encuesta fueron incluidas varias preguntas acerca de
los gastos de la persona, el tipo de vivienda, el nivel de educación de sus pa-
6 Con entre 15%-30% “me gusta”.
7 Cabe mencionar que las y los alumnos de la UNICH de repente utilizan la denominación “corridos” como
sinónimo de la música grupera.

258
Culturas musicales de México.Volumen II

dres, las pertenencias de familia y las pertenencias personales como coches y


equipos electrónicos. Entre estos, como el factor base para hacer el recorte de
estratos socioeconómicos, fue utilizada la pregunta sobre los gastos, basán-
dose en las nuevas prácticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI) donde suele ser priorizado el gasto en lugar de los ingresos. De esta
forma es posible detectar de una manera más sutil la situación económica de
la persona (o la familia), dado que los informantes de las encuestas tienen me-
nos incentivos a sub-declarar los primeros que los segundos (INEGI, 2013:2).
Basándose en estos datos, fueron establecidos cinco estratos socioe-
conómicos dentro de la población estudiantil de la UNICH. La preferencia por
la música banda va disminuyendo al ascender el estrato, aunque también
cuenta con el gusto de más de la mitad de los alumnos del estrato alto (Dia-
grama 2). Esto posiblemente se debe al tamaño de la muestra y el hecho que
en números reales el estrato alto de la población estudiantil de la UNICH está
compuesto por un número muy reducido de personas.

De forma correspondiente, el desagrado por la música banda crece al


ascender el estrato, aunque no de forma tan pronunciada como en el caso de
la música ranchera y los corridos (Diagrama 3).
Diagrama 2.
La preferencia por la ranchera, la banda y los corridos según el estrato
socioeconómico
¿Qué géneros musicales te gusta escuchar? (n=204) (respuesta múltiple)

Ranchera Música banda Corridos

61%
57%
48%
40% 43%
38%
33% 33% 31%
27% 29%
23% 25%
20%
13%

Bajo Medio bajo Medio Medio alto Alto


Fuente: elaboración propia.

259
Simpatía por la banda. Etnicidad y el consumo de la música banda entre jóvenes...

Diagrama 3.
El desagrado por la ranchera, la banda y los corridos y el estrato
socioeconómico
¿Qué géneros musicales no te gusta escuchar? (n=204) (respuesta múltiple)

Ranchera Música banda Corridos


71%
56% 57% 57%
46% 43% 44%
33% 36%
28% 28% 31%
22%
17% 16%

Bajo Medio bajo Medio Medio alto Alto


Fuente: elaboración propia.

Se puede concluir que los estudiantes de la UNICH son más tolerantes


hacia la música banda que a otros géneros relacionados como la ranchera y
los corridos. La preferencia por la música banda puede ser considerada trans-
clasista8 sólo a partir del parámetro que dentro de todos los estratos forma

Diagrama 4.
La preferencia por la ranchera, la banda y los corridos según la lengua
materna
¿Qué géneros musicales te gusta escuchar? (n=204) (respuesta múltiple)

Castellano Otra

51%

37%
32% 30%
19% 19%

Ranchera Música banda Corridos


Fuente: elaboración propia.

8 Sin diferencias porcentuales significativas entre distintos estratos.

260
Culturas musicales de México.Volumen II

parte de la ‘afición alta’, aunque con notables diferencias porcentuales entre


los estratos. Esto es bastante distinto del panorama nacional donde existen
mínimas diferencias porcentuales entre los estratos socioeconómicos en la
preferencia por este género musical (Maldonado, 2014). Así que, dentro de la
población estudiantil de la UNICH, el gusto por la música banda en cierta me-
dida está asociado con el estrato socioeconómico.
Según los rasgos etnolingüísticos de los estudiantes, la preferencia por
la ranchera, los corridos y la música banda es más alta entre los jóvenes cuya
lengua materna no es el castellano, sino uno de los idiomas regionales de Chia-
pas (Diagrama 4). En el caso de la música banda, esta preferencia llega hasta la
mitad dentro de este sector etnolingüístico de la población estudiantil.
El desagrado o la antipatía por estos tres géneros musicales según los
rasgos etnolingüísticos de los estudiantes muestran una situación inversa: se
pronuncia mucho más entre los alumnos cuya lengua materna es el castella-
no, aunque en el caso de la música banda, el desagrado es menor que por la
ranchera y los corridos (Diagrama 5). En otras palabras, los estudiantes de ha-
bla castellana son mucho más intolerantes hacia estos tres géneros musicales,
sobre todo, hacia la ranchera y los corridos.

Diagrama 5.
El desagrado por la ranchera, la banda y los corridos según la lengua
materna
¿Qué géneros musicales no te gusta escuchar? (n=204) (respuesta múltiple)

Castellano Otra

47% 48%
38%
30% 31%

18%

Ranchera Música banda Corridos


Fuente: elaboración propia.


261
Simpatía por la banda. Etnicidad y el consumo de la música banda entre jóvenes...

Diagrama 6.
La preferencia por la ranchera, la banda y los corridos musicales según el
sexo
¿Qué géneros musicales te gusta escuchar? (n=204) (respuesta múltiple)

Hombre Mujer

45% 46%

33% 31%

20% 19%

Ranchera Música banda Corridos


Fuente: elaboración propia.

De esta forma se puede afirmar que el gusto por la música banda, en


este caso, está asociado con el aspecto sociolingüístico de la persona. Quienes
expresan mayor preferencia por este género musical son los jóvenes cuya len-
gua materna no es el castellano, mientras que aquellos que expresan mayor re-
chazo hacia esta música son los jóvenes cuya lengua materna es el castellano.
Curiosamente, no existen diferencias en el gusto por la música banda
según el sexo biológico de las y los alumnos, aunque tales existen en el caso
de la ranchera y los corridos (Diagrama 6). De esta forma, la música banda
podría ser considerada como un género musical ‘andrógino’ o ‘unisex’, es decir,
preferido sin mayores diferencias porcentuales entre ambos sexos.
Sin embargo, la afirmación anterior puede ser cuestionada si elegimos
como el punto de partida el desagrado o la intolerancia. Las mujeres más fre-
cuentemente expresan antipatías hacia la música banda en comparación con
los hombres (Diagrama 7). También las antipatías hacia la ranchera y los corri-
dos son más frecuentemente expresadas por las mujeres. Aun así, la música
banda en comparación con la ranchera y los corridos es más tolerada tanto
entre las mujeres como los hombres.
262
Culturas musicales de México.Volumen II

Diagrama 7.
El desagrado por la ranchera, la banda y los corridos según el sexo
¿Qué géneros musicales no te gusta escuchar? (n=204) (respuesta múltiple)

Hombre Mujer

49%
47%

34%
29% 29%

20%

Ranchera Música banda Corridos


Fuente: elaboración propia.

Diagrama 8.
La preferencia por la ranchera, la banda y los corridos según la ubicación de
vivienda
¿Actualmente vives en San Cristóbal de Las Casas? (n=204)

Ranchera Música banda Corridos

60%
56% 56%

40% 40%
32% 32% 33% 33%
29%
19% 17%

Si Sí, pero regreso al lugar Sí, pero regreso al lugar No, vivo en el lugar
donde crecí por lo menos donde crecí por lo menos donde crecí
una vez a la semana una vez al mes

Fuente: elaboración propia.

263
Simpatía por la banda. Etnicidad y el consumo de la música banda entre jóvenes...

La preferencia por la música banda es más común entre los estudian-


tes que no viven o viven temporalmente en San Cristóbal de Las Casas, re-
gresando regularmente a sus lugares de origen (Diagrama 8). De esta forma
la preferencia tanto por la banda como la ranchera y los corridos en el caso
de los estudiantes de la UNICH es más común entre personas que no son de
San Cristóbal de Las Casas y, en su mayoría, provienen de poblaciones menos
urbanizadas y rurales.
La preferencia por la música ranchera, igual como por la música ban-
da es particularmente elevada entre los estudiantes que crecieron en algu-
na comunidad, o población rural, mientras la preferencia por los corridos no
presenta una diferencia entre los alumnos que crecieron en la ciudad o en la
comunidad (Diagrama 9.). No obstante, en este caso habría que tomar en
cuenta la ambigüedad de los términos ciudad-cabecera municipal y pue-
blo-comunidad, aunque de estos, la ‘comunidad’ usualmente está asociada
con las poblaciones étnicas.

Diagrama 9.
La preferencia por la ranchera, la banda y los corridos según el lugar donde
la persona creció
¿Dónde creciste? (n=204)

Ranchera Música banda Corridos

45%
41%

30% 30%
25% 24%
22%
20%
17% 18%
15% 15%

Ciudad Cabecera municipal Pueblo Comunidad


Fuente: elaboración propia.

264
Culturas musicales de México.Volumen II

Aspectos cualitativos
Los datos cualitativos de este estudio provienen de las entrevistas a profun-
didad, concluidas con estudiantes activos de la UNICH. En total fueron con-
ducidas 20 entrevistas con alumnos cuya lengua materna no es el castellano,
al igual que con los que son hablantes nativos de castellano, con hombres y
mujeres de las diferentes carreras de licenciatura que ofrece la universidad.
Algunas de las personas entrevistadas mencionaron de forma auto-re-
flexiva que la popularidad de estos tres géneros de música en las comuni-
dades y en contextos rurales tiene que ver con las industrias culturales de
entrenamiento, las limitaciones en la oferta de otras expresiones musicales
ya globalizadas y las adscripciones identitarias regionales de los jóvenes. Los
hombres que prefieren estos géneros musicales usualmente se identifican
con ella porque viven en contextos rurales, mientras este tipo de música está
masivamente popularizada a través de los medios de comunicación. Así que
su consumo está fomentado bidireccionalmente: tanto por las industrias cul-
turales como por las propias localidades:

—¿Y por qué es tan popular?


—Pues sí, cuando las autoridades piden algún tipo de música para las festivi-
dades, usualmente es la música banda y los corridos. Y también en las radios
suenan nuevamente lo que es el duranguense, el grupero, la verdad no sé qué
diferencia hay. Pero sólo van por esas y no por otras [Mujer, 20 años, hablante
de tsotsil].
—¿Y qué opinas, por qué la banda es tan popular?
—Creo que es una música que se escucha mucho en México, lo ves en la tele, la
oyes en la radio. A cualquier lugar donde vas se escucha eso y como vives en ese
ambiente, te vas acostumbrando y gustando, creo. A mí no me gusta ni el ritmo,
ni como se baila. Me parece chistoso [Mujer, 20 años, hablante de tsotsil].

Estas condiciones han provocado que el gusto por estos estilos musi-
cales entre los jóvenes es un ‘gusto adquirido’ y transgeneracional, o un ‘gusto
mediado por los otros cercanos’ y generacionalmente vertical (Tipa, 2013:257-
259), es decir, adquirido de los padres:
265
Simpatía por la banda. Etnicidad y el consumo de la música banda entre jóvenes...

—¿Cómo son los que escuchan los corridos?


—Pues viene mucho de sus papás, porque yo he conocido algunos primos o her-
manos de algunos compañeros míos que también escuchan este tipo de música,
así que la música viene de generación a generación. Son chicos de comunidades
por lo regular. Y creo que hay muy pocos que se ponen a analizar de qué es lo
que les dicen las letras de esa música [Mujer, 21 años, hablante de castellano].
—¿Y ahorita qué música escuchas?
—Escuchaba la música norteña, es lo que le gusta en Chamula, ¿no? Norteña,
duranguense. A mi papá le gustaba pura norteña, corridos. Siempre escuchamos
eso, todos los días. Es lo que llegaba. Desde que naciste sonaba eso y te acostum-
bras. Y como que te agarra la onda la música, como te enseñan todo. La forma
como sigue la canción, que tiene un sentido que llega a tu vida [Hombre, 21
años, hablante de tsotsil].

Tomando en cuenta que los contenidos discursivos de las canciones


no siempre, sino frecuentemente involucran connotaciones machistas, em-
poderamiento masculino y una latente objetivación de las mujeres, este tipo
de actitudes y acciones están simbólicamente legitimadas a través de la mú-
sica. Como los padres a menudo son las autoridades morales de sus hijos y la
preferencia por esta música a menudo proviene de ellos, está fomentada la
reproducción social de las relaciones asimétricas de poder entre los sexos y,
sobre todo, en los contextos étnicos y rurales donde más se escuchan dichas
corrientes musicales.
Al mismo tiempo, el gusto por la música banda es un fenómeno na-
cional y no sólo rural o étnico, pues sólo a 21% de la población mexicana no
le gusta la música banda, mientras 18.6% expresaron su rechazo hacia la ran-
chera (Maldonado, 2014). Es decir, estos géneros musicales son propiamente
mexicanos, independientemente de sus orígenes o mezclas porque en el ima-
ginario nacional se han convertido en parte esencial de ser mexicano:

—¿Es [la música banda] el estilo más popular en la UNICH?


—Sí, creo que… aunque suene a un estereotipo, pero la música banda la lleva
mucho el mexicano. Es la música que más llega a los rincones más apartados de
266
Culturas musicales de México.Volumen II

la sociedad. Es la música que más se escucha en todos lados. La que más llega
[Mujer, 20 años, hablante de castellano].
—¿Por qué crees que esta música [la banda] es tan popular?
—Es que lo que es la banda y la ranchera, es algo propio del país. A alguna per-
sona que le gusta heavy metal y el rock pesado, también ha escuchado Vicente
Fernández, porque es una música muy conocida en este país. Ya es parte de un
conocimiento que ya existe [Mujer, 21 años, hablante de castellano].

Afirmaciones como “es música muy mexicana” o “todos los mexicanos


escuchan la música banda” eran bastante comunes entre los jóvenes entre-
vistados. El consumo y el gusto por ese tipo de música son una celebración
de la mexicanidad y reafirmación de una identidad nacional, así que puede
ser considerado como uno de los símbolos de la nación mexicana. Su popu-
larización y consecuente popularidad entre “los rincones más apartados de
la sociedad” y, además, en “todos lados”, fácilmente podría ser interpretada
como una herramienta de una continua colonización y consolidación cul-
tural de la nación, sobre todo, considerando su elevada popularidad entre
la población étnica. Así mismo, no es un instrumento de inclusión o inte-
gración en términos multiculturales, sino en términos de una “mexicanidad”
singular como el destino identitario supuestamente único de la población
mexicana.
El gusto por la música banda y los corridos tiene un aspecto muy pecu-
liar en relación con el estrato socioeconómico simbólicamente representado
a través de la presentación estética de los intérpretes y las narrativas de las
canciones con las cuales algunos jóvenes suelen identificarse:

—¿Y según tu opinión, por qué la gente se siente tan atraída a esos géneros
musicales?
—Creo que por el estatus. Piensan que si tú escuchas banda, tienes dinero. Y si
tienes dinero, tienes mujeres y no sé qué tanta cosa. Creo que por eso a mucha
gente le llama la atención. Empezando con los músicos de banda son así, se pre-
sentan así –chamarras de cuero, botas muy caras, auto de lujo [Mujer, 20 años,
hablante de tsotsil].
267
Simpatía por la banda. Etnicidad y el consumo de la música banda entre jóvenes...

—… pues [las canciones de la música banda] te dicen que eres el más chingón
y siempre vas a salir ganando, con un carro chingón y viejas al lado, pues, y te
sientes grande. Y luego te tomas un tequila, ¿no? [Hombre, 20 años, hablante
de tseltal].

Además de una identificación con los artistas y las canciones de la mú-


sica banda por parte de los hombres, en algunos testimonios, las y los cola-
boradores habían indicado que existe una distinción de estatus al escuchar
esta música y vestirse como ranchero. Esto tiene sentido tomando en cuenta
que una de las características del estrato ‘alto’ entre la población estudiantil de
la UNICH es posesión de terrenos, tierras de cultivo y anímales de granja. Así
que, en el caso chiapaneco, uno debe que verse como un ranchero para ser
identificado como alguien que posiblemente pertenece a un estrato econó-
micamente favorecido.

Antes de partir:9 conclusiones


Además de las diferenciaciones y connotaciones étnicas que contiene el con-
sumo y el gusto por la música banda, la ranchera y los corridos, existen otras,
relacionadas con las identificaciones nacionales, el estrato socioeconómico
y el sexo-género. Esta relación entre la preferencia (o el desagrado musical)
y los elementos socioculturales y socioeconómicos conllevan varios matices
que no están basados tanto en los usos sociales de dicha música, sino rela-
cionados con los estereotipos y un imaginario social construido sobre el ‘otro’.
El gusto por la música banda, los corridos y la ranchera entre los alumnos de
la UNICH se ha convertido en un ‘indicador étnico’ porque en el imaginario
de los jóvenes existe una asociación entre la preferencia por estos géneros
musicales y la pertenencia étnica, al igual que entre la pertenencia étnica y
la ruralidad donde más se escucha esta música. Los jóvenes que indicaron a
la música banda y la ranchera dentro de sus preferencias musicales frecuen-
temente son hablantes nativos de algún idioma regional y los que no son de
San Cristóbal de Las Casas o viven ahí solo temporalmente.

9 Título del álbum de agrupación La Arrolladora Banda El Limón.

268
Culturas musicales de México.Volumen II

Por un lado, la masificación de estos géneros musicales a través de los


medios masivos de comunicación y su larga presencia en las comunidades, en
cierta medida, coincide con la intención histórica que han tenido las políticas
públicas orientadas hacia la diversidad cultural en México para “mexicanizar”
a las etnias y, de esta forma, asimilarlas en una nación mexicana culturalmen-
te consolidada. Muchos de los jóvenes entrevistados afirman que es casi in-
evitable que esta música no suene en las convivencias y festividades, al igual
que en la vida cotidiana en general. El consumo y el gusto por este tipo de
música en los testimonios aparecen como una celebración de la mexicanidad
e, indirectamente, como una afirmación de una identidad nacional, aunque
sea desde adscripciones identitarias regionales (chiapaneco, chamula, etc.).
En este sentido es muy pertinente la interrogante sobre una posible resig-
nificación simbólica de estos géneros musicales y en qué medida estos son
utilizados como instrumentos que refuercen las identidades regionales, hasta
étnicas, en lugar de ejercer identificaciones nacionales de forma singular.
El gusto por este tipo de géneros musicales (la banda, la ranchera, los
corridos) usualmente es transgeneracional y para muchos jóvenes varones es
un “gusto adquirido” de sus padres. Tomando en cuenta los contenidos discur-
sivos de esta música, que a menudo involucran connotaciones machistas, em-
poderamiento masculino y desprecio latente hacia las mujeres, este tipo de
actitudes y acciones están simbólicamente aprendidas y legitimadas a través
de la música y, posiblemente, fomentan la reproducción social de relaciones
asimétricas de poder entre los sexos, sobre todo, en los contextos étnicos y
rurales donde más se escuchan dichas corrientes musicales. De ahí se puede
explicar de por qué entre las mujeres se presentan altos porcentajes de recha-
zo hacia estos géneros.
Aunque las preferencias más elevadas por estos géneros musicales en-
tre la población estudiantil de la UNICH se encuentran entre los estratos bajo
y medio-bajo, existe una distinción de estatus al escuchar estos géneros y ves-
tirse como ranchero, porque una de las características del estrato ‘alto’ es la
posesión de terrenos, tierras de cultivo y anímales de granja. Por lo siguiente,
el consumo y la demostración del gusto por esta música también pueden in-
volucrar una manifestación de un estatus ascendente en términos simbólicos.
269
Simpatía por la banda. Etnicidad y el consumo de la música banda entre jóvenes...

A pesar de que el gusto por la música banda al nivel nacional aparece


como transclasista y andrógino o “unisex”, no lo es en su totalidad si se ex-
plora en poblaciones más pequeñas y socioculturalmente diversas, además,
utilizando como el indicador no solo el gusto por esta música, sino también el
desagrado o el rechazo. Así que la simpatía y la antipatía por la banda es algo
mucho más sofisticado que un sencillo “me gusta” o “no me gusta”.

Referencias
Bourdieu, Pierre (2001). Poder, derecho y clases sociales. España: Desclée de Brouwer.
Casillas, Miguel et al. (2014). “Las preferencias musicales de los estudiantes de la Universidad
Veracruzana”, en Sociológica 29(81):199–225. México: UAM.
CONACULTA (2004). Encuesta nacional de prácticas y consumo culturales. México. Puede
consultarse en: «goo.gl/REgszY». Visitada el 22 de abril de 2018.
_____ (2010). Encuesta nacional de prácticas y consumo culturales. México. Puede consultarse
en «goo.gl/emRPyg». Visitada el 22 de abril de 2018.
De la Garza, María Luisa y Héctor Grad Fuchsel (2015). “La representación musical de la
identidad nacional y regional entre jóvenes universitarios y preuniversitarios de
Chiapas”, en Valente, Heloísa de A. Duarte et al. [eds.], Música y territorialidades:
los sonidos de los lugares y sus contextos socioculturales. Actas del XI Congresso da
Associação Internacional para o Estudo da Música Popular Seção Latino-americana,
IASPM-AL. pp. 348-355. Sao Paulo: Letra e Voz. Puede consultarse en «goo.gl/
FsavRG». Visitada el 22 de abril de 2018.
Giménez, Gilberto (2000). “Identidades étnicas: estado e la cuestión”, en Leticia Reina Aoyama
[coord.], Los retos de la etnicidad en los Estados-Nación del siglo XXI, pp. 45-70.
México: CIESAS/INI/Porrúa.
INEGI (2013). “Cuantificando la clase media en México: un ejercicio exploratorio”. Puede
consultarse en «goo.gl/5cES3N». Visitada el 17 de mayo de 2017.
Maldonado, León Felipe (2014). México: ¿Qué música nos gusta? Blog en «goo.gl/QSnNCr».
Visitada el 22 de abril de 2018.
Negrete Prieto, Rodrigo y Ana Miriam Romo Anaya (2014). “Cuantificando a la clase media en
México en la primera década del siglo XXI: un ejercicio exploratorio”, en Realidad,
Datos y Espacio Revista Internacional se Estadística y Geografía 5(3):62-95. Puede
consultarse en «goo.gl/Hb7hAN». Visitada el 22 de abril de 2018.
270
Culturas musicales de México.Volumen II

Olvera Gudiño, Juan José (2014). “Música norteña, radio y migración”. Puede consultarse en
«goo.gl/SRi82j». Visitada el 22 de abril de 2018.
Rivera Godina, Ziayra (2015). “El consumo cultural de música grupera. Un espacio donde se
configura diferencia social y distinción simbólica entre individuos del municipio
de Zapopan, Jalisco” [tesis de Maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura].
México: ITESO-Universidad Jesuita de Guadalajara.
Simonett, Helena (2001). Banda. Mexican Musical Life Across Borders. Connecticut: Wesleyan
University Press.
Tipa, Juris (2013). “Los gustos musicales y los procesos identitarios entre los jóvenes
universitarios de la Universidad Intercultural de Chiapas”, en Devenir (24):251-272.
Chiapas: UACH.
Urteaga, Maritza (2010). “Género, clase y etnia. Los modos de ser joven”, en Rossana Reguillo
[coord.], Los Jóvenes en México, pp. 15–51. México: FCE/CONACULTA.
_____ (2011). La construcción juvenil de la realidad. Jóvenes mexicanos contemporáneos.
México: UAM-I/Juan Pablos.

271

Vous aimerez peut-être aussi