Vous êtes sur la page 1sur 6

La Ley de Pareto, 80/20 ó clasificación ABC

El principio de Pareto es también conocido como la regla del 80-20 y recibe este nombre en honor
a Vilfredo Pareto, quien lo enunció por primera vez.

En la logísticapareto-1

Este concepto, 80-20 es de gran utilidad en la planificación de la distribución cuando los productos
se agrupan o clasifican por su nivel de ventas, también conocido como «Distribución A-B-C». El
primer veinte por ciento se denominan productos A, el treinta por ciento siguiente se denominan
productos B y el resto, productos C. Cada categoría puede distribuirse o almacenarse de forma
diferente. Por ejemplo, los productos A se distribuyen por toda la geografía en muchos almacenes
y con niveles altos de producto almacenado, mientras que los productos C se pueden distribuir
desde un único almacén central con un nivel de existencias mucho más bajo que el de los
productos A. Los productos B tendrían una estrategia de distribución intermedia con unos cuantos
almacenes regionales.

Cuando un almacén tiene un inventario grande, para concentrar los esfuerzos de control en los
artículos o mercancías más significativos se suele utilizar el principio de Pareto. Así, controlando
el 20% de los productos almacenados puede controlarse aproximadamente el 80% del valor de los
artículos del almacén. La clasificación ABC de los productos también se utiliza para agrupar los
artículos dentro del almacén en un número limitado de categorías, cuando se controlan según su
nivel de disponibilidad. Los productos A, 20% de los artículos que generan el 80% de los
movimientos del almacén, se colocarán cerca de los lugares donde se preparan los pedidos, para
que se pierda el menor tiempo posible en mover mercancías dentro de un almacén.

Vilfredo Pareto fue un sociólogo y economista

italiano del siglo pasado (murió en 1923) que enumero una curiosa regla la cual hoy en día parece
que ha resurgido con fuerza en los análisis de numeras disciplinas y sectores de nuestra sociedad.

Pareto observó que la gente en su entorno se dividía naturalmente entre los «pocos de mucho» y
los «muchos de poco», dividiéndose en dos grupos de proporciones aproximadas de 80:20 tales
que el grupo minoritario, formado por un 20% de población, ostentaba el 80% de algo y el grupo
mayoritario, formado por un 80% de población, el 20% de algo.

Regla en todos los ámbitos

Esta regla del 80/20 parece tener aplicación en prácticamente todos los campos en los que la
pongamos a prueba y ha sido estudiada y demostrada numerosas veces por estadistas. Así, en
nuestro trabajo por ejemplo, realizamos el 80% de nuestras tareas en el 20% de nuestro tiempo,
y tardamos el 80% del tiempo restante en hacer solo el 20% de lo que nos queda por hacer (de 8
horas de trabajo, realizamos la mayoría de nuestras tareas en solo 1,6 horas). Lo mismo aplica a
las ventas, el 80% de nuestros ingresos proviene del 20% de nuestros clientes. A nivel económico,
se ha estimado que la regla es aun mucho mas estricta, el 10% de la población posee el 90% de las
riquezas del mundo, y el 10% de las riquezas restantes se reparten entre el 90% de la población.
¿Interesante, no? ¿En que lado de la ecuación estamos nosotros?

Usando a Pareto en nuestro desarrollo personal

La regla de Pareto tiene aplicaciones en todos los campos, pero a nosotros nos interesa el
desarrollo personal y espiritual. ¿Cuantos programas, libros, meditaciones guiadas, cursos de
diferentes ámbitos, etc. seguimos a la vez? ¿Cuales de ellos tienen mas repercusión en nosotros y
cuales están quitándonos el tiempo y proporcionando pocos resultados? ¿En que podemos poner
nuestras energías para que el 80% de los resultados nos venga solo del 20% del esfuerzo que
hacemos?

Personalmente siempre trato de que tanto a nivel personal como profesional, mantener un
equilibrio en mi vida para conseguir, por ejemplo:

Trabajar ese 20% del tiempo que somos productivos para llegar al 80% de los resultados que se
espera de nosotros. Por ello una de las razones de trabajar libremente en casa o fuera de un
horario 9-18h es que puedes buscar que par de horas del día te van mejor para ser hiper-
productivo y conseguir los mismos resultados que si estuvieras 7 horas sentado en la oficina. Esto
se puede aplicar a cualquier ámbito profesional si se estudia con cuidado y se hacen algunos
cambios en tu rutina laboral actual.

Eliminar tareas, acciones, obligaciones, etc. que estén fuera de ese 20% que genera la mayoría
de cosas que solo nos quitan tiempo sin beneficios ni resultados óptimos.

Ejecutar aquellas acciones que proporcionan el 80% de los resultados que esperamos, es decir,
ir a lo grande, en vez de sumar poco a poco, focalizarnos en aquello que nos proporciona de
inmediato el mayor numero de resultados deseados. algo que se puede extrapolar a cualquiera de
las actividades que realizamos.

Optimizar nuestra vida, nuestras energías y nuestro tiempo


Con este principio en nuestra mente, y con solo un poco de esfuerzo y análisis, podemos llegar a
quitarnos de encima todo aquello que no es parte de ese 20% de actividad que nos genera el 80%
de los resultados. El cambio puede ser espectacular, pues de repente puedes ver liberado una gran
cantidad de tiempo que puedes usar para cualquier actividad por puro placer y diversión, o para
descansar o para lo que quieras. Sobretodo, para conseguir algo mas de paz mental al haber
reducido el nivel de estrés que puede generar el tener tantas cosas que queremos hacer a la vez,
sin que estas proporcionen los resultados óptimos que esperamos de ellas.

Optimizando nuestra vida, buscando nuestro propósito

Para los que queraís ir un paso más lejos, en la EMEDT tenemos un curso de Búsqueda y puesta en
práctica de nuestra misión en la vida, que auna todo este tipo de herramientas para optimizar
aquello que hacemos, y encontrar y poner en práctica aquello que hemos venido a hacer. Echa un
vistazo aquí al contenido.

CLASIFICACIÓN DE INVENTARIOS

La clasificación es una de las mejores medidas de control interno de inventarios, dado que de
aplicarse correctamente puede permitir mantener el mínimo de capital invertido en stock, entre
muchos otros beneficios.

CLASIFICACIÓN ABC

Vilfredo Pareto fue un sociólogo y economista italiano quien en 1897, afirmó que el 20% de las
personas ostentaban el 80% del poder político y la abundancia económica, mientras que el 80%
restante de la población (denominada "masas") se repartía el 20% restante de la riqueza y de la
influencia política. Este principio es

susceptible de aplicarse a muchos entornos, dentro de los cuales cabe destacar el control de
calidad, la logística (de distribución), y la administración de inventarios. En el control interno de
stock, este principio significa que unas pocas unidades de inventario representan la mayor parte
del valor de uso de los mismos.

En toda organización se hace necesaria una discriminación de artículos con el objetivo de


determinar aquellos que por sus características precisan un control más riguroso.
La Clasificación ABC es una metodología de segmentación de productos de acuerdo a criterios
preestablecidos (indicadores de importancia, tales como el "costo unitario" y el "volumen anual
demandado"). El criterio en el cual se basan la mayoría de expertos en la materia es el valor de los
inventarios y los porcentajes de clasificación son relativamente arbitrarios.

Muchos textos suelen considerar que la zona "A" de la clasificación corresponde estrictamente al
80% de la valorización del inventario, y que el 20% restante debe dividirse entre las zonas "B" y
"C", tomando porcentajes muy cercanos al 15% y el 5% del valor del stock para cada zona
respectivamente. Otros textos suelen asociar las zonas "A", "B" y "C" con porcentajes respectivos
del valor de los inventarios del 60%, 30% y el 10%, sin embargo el primer caso es mucho más
común, por el hecho de la conservación del principio "80-20". Vale la pena recordar que si bien los
valores anteriores son una guía aplicada en muchas organizaciones, cada organización y sistema
de inventarios tiene sus particularidades, y que quién aplique cada principio de ponderación debe
estar sumamente consciente de la realidad de su empresa.

CONTROLES PARA LAS ZONAS DE LA CLASIFICACIÓN

Control para ZONAS "A"

Las unidades pertenecientes a la zona "A" requieren del grado de rigor más alto posible en cuanto
a control. Esta zona corresponde a aquellas unidades que presentan una parte importante del
valor total del inventario. El máximo control puede reservarse a las materias primas que se utilicen
en forma continua y en volúmenes elevados. Para esta clase de materia prima los agentes de
compras pueden celebrar contratos con los proveedores que aseguren un suministro constante y
en cantidades que equiparen la proporción de utilización, tomando en cuenta medidas preventivas
de gestión del riesgo como los llamados "proveedores B". La zona "A" en cuanto a Gestión del
Almacenes debe de contar con ventajas de ubicación y espacio respecto a las otras unidades de
inventario, estas ventajas son determinadas por el tipo de almacenamiento que utilice la
organización.

Control para ZONAS "B"


Las partidas B deberán ser seguidas y controladas mediante sistemas computarizados con
revisiones periódicas por parte de la administración.

Los lineamientos del modelo de inventario son debatidos con menor frecuencia que en el caso de
las unidades correspondientes a la Zona "A". Los costos de faltantes de existencias para este tipo
de unidades deberán ser moderados a bajos y las existencias de seguridad deberán brindar un
control adecuado con el quiebre de stock, aún cuando la frecuencia de órdenes es menor.

Control para ZONAS "C"

Esta es la zona con mayor número de unidades de inventario, por ende un sistema de control
diseñado pero de rutina es adecuado para su seguimiento. Un sistema de punto de reórden que
no requiera de evaluación física de las existencias suele ser suficiente.

¿CÓMO REALIZAR LA CLASIFICACIÓN ABC?

La clasificación ABC se realiza con base en el producto, el cual expresa su valor por unidad de
tiempo (regularmente anual) de las ventas de cada ítem i, donde:

Di = Demanda "anual" del ítem i (unidades/año)

vi = Valor (costo) unitario del ítem i (unidades monetarias/unidad)

Valor Total i = Di * vi (unidades monetarias/año)

Antes de aplicar el anterior ejercicio matemático a los ítems es fundamental establecer los
porcentajes que harán que determinadas unidades se clasifiquen en sus respectivas zonas (A, B o
C).

Luego de aplicarse las operaciones para determinar la Valorización de los artículos, se procede a
calcular el porcentaje de participación de los artículos, según la valorización (suele usarse también
en cantidad, "particiapción en cantidad"). Este ejercicio se efectúa dividiendo la Valorización de
ada ítem entre la suma total de la valorización de todos los ítems.
luego se precede a organizar los artículos de mayor a menor según sus porcentajes, ahora estos
porcentajes se acumulan. por último, se agrupan teniendo en cuenta el criterio porcentual
determinado en la primera parte del método. De esta manera quedan establecidas las unidades
que pertenecen a cada zona.

Clasificación A.B.C.
En las empresas con variedad de artículos en almacén es importante dar prioridades y optimizar el
manejo y gestión de materiales. Es frecuente que las listas de almacén incluyan códigos de artículos,
que varían, en valor, desde unas pesetas hasta miles de ellas y que son consumidos a un ritmo desde
unos pocos al año hasta decenas de miles.

La clasificación ABC es una técnica que establece diferencias entre grupos de artículos que deben
ser manejados de una manera determinada, así como normas de manejo y rutinas para los
diferentes grupos.

El valor en volumen de un articulo es el consumo anual en unidades multiplicado por el precio


unitario. En un almacén pueden existir artículos de diversos, con lo cual la gestión puede ser más
eficaz si se centra en los de mayor importancia. De esta manera los artículos se clasifican en tres
grupos:

• Grupo A. Formado por los artículos de alto valor, que generalmente no sobrepasan el 20 % del
número total de artículos, representando, sin embargo, un valor del 70 al 80 % del inmovilizado.

• Grupo B. Formado por artículos de valor intermedio, que pueden representar entre un 30 y un 40
% del número total de artículos, no sobrepasando su repercusión en el inmovilizado, del 25 % del
total.

• Grupo C. Formado por artículos de poco valor, y que constituyen gran número entre el total de los
del almacén, representando solamente un pequeño valor del total de las existencias. Representan
un 85% del número de artículos y acostumbran a responder de sólo el 10%, aproximadamente, del
valor del volumen del almacén. Estos los llamamos artículos "C".

El método de trabajo basado en la clasificación ABC, significa que no tratamos todos los artículos de
compra de la misma forma, sino que asignamos una importancia especial a los artículos "A", menos
importancia a los "B" y la menor a los "C".

Debemos poseer pequeñas existencias de artículos "A", pedirlos en pequeñas cantidades, en


intervalos cortos de tiempo y haremos un seguimiento minucioso de los mismos.

En el caso de artículos "B" podemos tolerar unas existencias mayores porque su valor en volumen
es bajo y el capital inmovilizado pequeño.

Vous aimerez peut-être aussi