Mapeo de la emoción en el cerebro.

Según un nuevo modelo radical de emoción en el cerebro, un tratamiento actual para los
problemas de salud mental más comunes podría ser ineficaz o incluso perjudicial para
aproximadamente el 50 por ciento de la población.

Desde la década de 1970, cientos de estudios han sugerido que cada hemisferio del
cerebro alberga un tipo específico de emoción. El sistema neural para las emociones
relacionadas con acercarse y relacionarse con el mundo, como la felicidad, el orgullo y
la ira, vive en el lado izquierdo del cerebro, mientras que las emociones asociadas con la
evitación, como el disgusto y el miedo, se encuentran en la parte derecha.

Pero esos estudios se realizaron casi exclusivamente en personas diestras. Ese simple
hecho nos ha dado una comprensión sesgada de cómo funciona la emoción en el
cerebro, según Daniel Casasanto, profesor asociado de desarrollo humano y psicología.

Ese modelo de larga data, de hecho, se invierte en personas zurdas, cuyas emociones
como el estado de alerta y la determinación se encuentran en el lado derecho de sus
cerebros, sugiere Casasanto en un nuevo estudio. Aún más radical: la ubicación de los
sistemas neuronales de una persona para la emoción depende de si son zurdos, diestros
o en algún punto intermedio, según muestra la investigación.

"El viejo modelo sugiere que cada hemisferio está especializado para un tipo de
emoción, pero eso no es cierto", dijo Casasanto. “Las emociones de aproximación se
manchan en ambos hemisferios de acuerdo con la dirección y el grado de su
habilidad…. El gran cambio teórico es que estamos diciendo que la emoción en el
cerebro no es su propio sistema. La emoción en la corteza cerebral está construida sobre
sistemas neuronales para la acción motora".

El estudio, "Enfoque de la motivación en la corteza cerebral humana", apareció el 18 de

junio en Transacciones filosóficas de la Royal Society B: Ciencias biológicas. El primer
autor del artículo, Geoffrey Brookshire, fue un doctorando en el laboratorio de
Casasanto en la Universidad de Chicago y un estudiante visitante de doctorado en el
laboratorio de Casasanto en Cornell.

La idea para la teoría de los investigadores, llamada hipótesis de "espada y escudo", se

deriva de la observación de Casasanto de que usamos nuestras manos dominantes para
acciones orientadas hacia el acercamiento, mientras que las manos no dominantes se
usan para evitar movimientos.

"Manejarías la espada en tu mano dominante para realizar acciones relacionadas con el

ataque como apuñalar a tu enemigo y usar el escudo en tu mano no dominante para
defenderse del ataque", dijo. "Tu mano dominante obtiene lo que quieres y tu mano no
dominante aleja lo que no".

Los investigadores teorizaron que las emociones de aproximación y evitación se basan

en sistemas neuronales para acciones de aproximación y evitación.

"Si esta hipótesis de la espada y el escudo es correcta", dijo, "entonces deben seguir tres
cosas: la motivación del acercamiento debe estar mediada por el hemisferio izquierdo en
los diestros fuertes, como lo ha sido en toneladas de estudios previos. Pero debería
revertir completamente en zurdos fuertes. Para todos los que están en el medio del
espectro de manos, las emociones de acercamiento deben depender de ambos
hemisferios".

Casasanto y Brookshire probaron esta idea al estimular los dos hemisferios de los
cerebros de 25 participantes sanos con una corriente eléctrica sin dolor. El objetivo era
ver si podían hacer que los participantes experimentaran emociones relacionadas con el
enfoque, incluido el entusiasmo, el interés, la fuerza, la emoción, la determinación y el
estado de alerta, dependiendo de qué hemisferio del cerebro se estimulara y si eran
diestros o zurdos o en algún lugar de Entre. Los participantes en el estudio fueron
eliminados durante 20 minutos al día durante cinco días e informaron antes y después de
los cinco días de la fuerza con la que sentían emociones como el orgullo y la felicidad.

El experimento funcionó y corroboró la primera prueba de los investigadores de la

hipótesis de la espada y el escudo utilizando imágenes del cerebro. Los fuertes de la
derecha que fueron atacados en el hemisferio izquierdo experimentaron un aumento en
las emociones positivas. Lo mismo hicieron zurdos zurdos en el hemisferio derecho.
Pero cuando los zurdos son atacados en el hemisferio izquierdo, o los diestros en el
derecho, "no ves ningún cambio o un detrimento en la experiencia de estas emociones",
dijo Casasanto.

El trabajo tiene implicaciones para un tratamiento actual para la ansiedad y la depresión

recalcitrantes llamada terapia neural. Similar a la técnica utilizada en el estudio y
aprobada por la Administración de Medicamentos y Alimentos, implica una
estimulación eléctrica leve o una estimulación magnética en el lado izquierdo del
cerebro, para estimular las emociones relacionadas con el enfoque.

Pero el trabajo de Casasanto sugiere que el tratamiento podría ser perjudicial para los
pacientes zurdos. La estimulación de la izquierda disminuiría las emociones de
aproximación de la vida. "Si le da a los zurdos el tratamiento estándar, probablemente
los vaya a empeorar", dijo Casasanto.

"Y debido a que muchas personas no son ni diestramente zurdas ni zurdas, la

estimulación no hará ninguna diferencia para ellos, porque sus emociones de
aproximación se distribuyen en ambos hemisferios", dijo.

"Esto sugiere que los derechistas fuertes deben obtener la norma Al tratamiento, pero
representan solo el 50 por ciento de la población. Los zurdos fuertes deberían recibir el
tratamiento opuesto, y las personas en el medio no deberían recibir el tratamiento en
absoluto ".

Sin embargo, Casasanto advierte que esta investigación estudió solo a participantes
sanos y se necesita más trabajo para extender estos hallazgos a un entorno clínico.