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Publicación semestral.

ISSN 1409-2522
Volumen 76 - Número 1
Julio - Diciembre 2016

Equidad de género en el campo musical:


una aproximación teórica
Karla María Abarca Molina

Esta obra está bajo una licencia Creative Commons


Reconocimiento-No comercial-Sin Obra Derivada
Artículos

Equidad de género en el campo musical:


una aproximación teórica
Dra. Karla María Abarca Molina
Instituto de Investigaciones en Arte, Universidad de Costa Rica
karla.abarca@ucr.ac.cr

Recibido: 18 de julio de 2016 Aprobado: 07 de noviembre de 2016

Resumen

El presente artículo hace una aproximación a los principios teóricos que dan lugar a lo que se conoce
como la equidad de género en el campo musical, con el objetivo de propiciar un mayor interés en pro-
fundizar sobre el tema y con esto generar cambios en las dinámicas laborales de quienes trabajan en esta
área. Tal y como se podrá conocer a través del presente trabajo, la visión que se tiene de la mujer a nivel
laboral en el campo musical varía de acuerdo a los roles que la misma ocupa dentro de esta disciplina.
Palabras clave: equidad, género, música, mujer, representación social.

Abstract
This article takes a theoretical approach to the principles of gender equality in the field of music, with
the aim of promoting a greater interest in learning more about the subject and thereby generate dyna-
mic changes in work of those working in this area. As it will be known through the present work, the
vision that is tended of the woman in labor level in the musical field varies according to the roles that it
occupies within this discipline.
Keywords: equity, gender, music, woman, social representation.

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Introducción Por tanto, el presente artículo busca atraer


El tema de la equidad de género se ha con- la atención sobre el tema de la equidad de
vertido en una prioridad en América Latina, género en el campo de la música, lo cual se
en especial ante la preocupación por brin- llevará a cabo realizando una aproximación
dar condiciones legales y laborales equita- teórica que va desde los conceptos más ge-
tivas para todas las personas sin distinción, nerales en este tema, hasta llegar a los apor-
principalmente a las mujeres, las cuales, ante tes teóricos que existen, de forma específica,
un estado patriarcal, se han visto invisibili- para el área de la música, dando un particu-
zadas. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos lar énfasis a la situación de las mujeres en la
realizados, el cambio que se espera en este disciplina. Esto con el objetivo de provocar
tema no se ha logrado del todo y esta situa- un mayor interés en abrir espacios de dis-
ción se agrava en campos laborales en los que cusión y análisis en torno a la situación del
la necesidad de condiciones de trato igualitario trato igualitario entre hombres y mujeres en
ha sido escasamente difundida. Tal es el caso el campo musical y, a la vez, que se da énfasis
de la música, que posee cientos de años de una a los aportes brindados desde la teoría de las
visión patriarcal, llena de reglas y protocolos representaciones sociales.
previamente establecidos y arraigados, los cua-
les han generado que la brecha entre hombres
y mujeres en este campo de trabajo sea cada La representación social del género
vez más grande, sin que existan espacios para
cuestionar o analizar dichas situaciones. Las representaciones sociales permiten
comprender y explicar cómo piensan las
Aunado a lo anterior, la cantidad de escritos personas y, por consiguiente, cómo organi-
que abordan directamente esta problemáti- zan su vida a partir de dichos pensamientos.
ca resultan ser escasos, en particular aque- Esta organización no se da solamente en el
llos que muestren la realidad de la inequi- plano de lo público, sino que cruza también
dad de género en el campo de la música el ámbito de los espacios más privados de
para Latinoamérica. Sobre esta situación su vida. Curiosamente, la representación
Lucy Green (1997), una de las principales social es la que permite que las socieda-
exponentes sobre la equidad de género en des vayan construyendo, lo que Gastron
este campo de estudio, ha considerado que (2003) ha denominado como "un conoci-
para poder comprender las dinámicas, jue- miento colectivo-social"; el mismo, se en-
gos de roles y situaciones que se entretejen cuentra atravesado, en gran medida, por su
en el escenario musical, en relación con el transmisión a través del lenguaje (p. 178).
tema de la equidad de género, es necesario, Las representaciones sociales de género se
primero, comprender cómo se insertan las constituyen en un aspecto que se encuentra
mujeres en la práctica musical. presente en todos los ámbitos de la vida y,

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de cierta forma, regulan el ordenamiento de derechos; desigualdad en representaciones


las relaciones sociales, así como el discurso culturales; desigualdad en cuanto a conse-
social imperante (Araya, 2001, p. 79). cuencias psicológicas, en las que se le asigna
el poder al hombre como ser “dominante”;
Sobre este tema, Martínez y Bonilla (2000) tendencia social o cultural para minimizar
han considerado que, a pesar de los cambios o negar la desigualdad en el poder (Komter,
generacionales, las personas continúan re- 1991, p. 52).
pitiendo modelos generalizados; por esto,
la construcción social se convierte, simultá- Cuando se habla de la desigualdad en las re-
neamente, en un proceso y producto de su presentaciones culturales es necesario dete-
representación social (p. 80). Este discurso nerse en el ámbito de las artes, que convoca
normativiza la existencia de dos sexos, im- el presente artículo, pues en este campo, en
poniéndole a cada uno de ellos una forma de ocasiones, se reproduce, en gran medida, la
actuar, según códigos sociales y culturales dinámica social imperante. No obstante, al
asignados (Araya, 2001, p.80). no ser tradicionalmente un punto de análi-
sis constante sobre esta temática, su efecto y
Nuevamente, Gastron citando a Palacios producción queda invisibilizado.
(1996) y a Moscovici (1961) ha llegado a
considerar que las representaciones sociales Por su parte, autores como Ramos (2003)
de género son las que van determinando los consideran que una de las principales difi-
roles que hombre y mujer deben cumplir en cultades a las que se han enfrentado para po-
la sociedad en la que se encuentran. Es de der definir, de manera adecuada, cuáles son
esta forma como la misma emerge, estable- las representaciones sociales de género que
ciendo un paradigma teórico que fundamen- existen en el campo y cómo han ido variando
ta, entonces, la manera en que se construye con el paso del tiempo, es el hecho del poco
la identidad de género (2003, p.178). Según estudio que existe en relación con esa temá-
Komter (1991), en estas expresiones sociales tica; lo anterior, referido a la misma como
y culturales se ha producido una asimetría un campo laboral profesional. Por ejemplo,
entre hombres y mujeres, basada en un in- se ha dado un particular énfasis en analizar
terés por darle mayor supremacía y poder al cuáles son las representaciones sociales de la
hombre. mujer en el campo literario, donde es posi-
ble evidenciar una degradación de la misma
Algunas de las desigualdades que este autor como una forma de transmitir las visiones
plantea son: desigualdad en cuanto a los re- sociales patriarcales en las que se busca sos-
cursos sociales, posición social, influencia tener el poderío masculino (Ramos, 2003, p.
cultural y política; desigualdad de oportu- 81).
nidades para hacer uso de los recursos exis-
tentes; desigualdad en el tema de deberes y Sin embargo, en el ámbito musical no existen

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estudios detallados que especifiquen el tema contra grupos étnicos desfavorecidos, pro-
de las representaciones sociales de género. A poniendo demostrar a través de las diferen-
pesar de esta limitante, el campo que más ha cias morfológicas” (p. 31).
sido estudiado es la ópera, pues al tener re-
lación directa con otras Bellas Artes como la De esta forma, aduciendo este tipo de expli-
Literatura y las Artes Dramáticas, de forma caciones se han atribuido al hombre habili-
indirecta ha salido a relucir como temática dades, cualidades y destrezas que, desde esta
dentro de los abordajes que autoras y auto- visión, no las posee la mujer por la diferen-
res han realizado de estas otras áreas. cia f ísica. Por consiguiente, este patrón se ha
ido consolidando a nivel social y busca jus-
tificar esa visión. Como lo indica González
El género y la equidad de género como (2004) las relaciones sociales establecidas se
conceptos constituyen en el medio comunicador entre
generaciones presentes y futuras (González,
Antes de abordar el tema de la equidad de 2004, p. 31). Sobre este tema Kabeer (2006)
género en la Música es necesario partir del considera que uno de los aspectos en los que
concepto de género, en la que se entenderá se ve mejor reflejada esta división social es-
como una construcción social lo que son los tablecida entre hombres y mujeres es en el
hombres y las mujeres, en una determinada campo laboral, donde existen distintas re-
cultura. Esa división por género en el nivel glas, normas y valores que gobiernan la divi-
social, le asigna entonces a hombres y muje- sión por género; así como la distribución de
res comportamientos, actitudes y destrezas recursos, responsabilidades, intervención y
que en supuesto deberán cumplir (Miranda particularmente del poder (p. 77). Basado en
y Peña, 2001, p. 77). Según autoras como esta división social entre hombres y muje-
González (2004), esta construcción social res surgió lo que se ha considerado como un
del género ha provocado una división, que nuevo paradigma, en el cual se busca un pro-
se ha basado en explicaciones dadas fun- ceso de transformación de las relaciones hu-
damentalmente desde lo fisiológico y otras manas, que se basa en una nueva democracia
explicaciones inspiradas en antecedentes y que se ha denominado equidad de género.
históricos, culturales y educativos (Gon-
zález, 2004, p.18). Calva (2007) considera que la equidad de
género queda claramente plasmada en el
Particularmente, se desea resaltar el aporte respeto a los derechos igualitarios para
que hace González con relación al aprendi- ambos géneros y esto ha de cumplirse tan-
zaje social, ante lo cual la autora indica que to en las esferas públicas, como en las pri-
“cabe recordar que la relación fisiología-po- vadas, incorporándose además, el respeto
tencialidad también ha sido utilizada para a las diferencias (Calva, 2007, p. 98). Lo
proveer justificaciones a la discriminación anterior implica, entonces, que todas las

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dinámicas de la distribución desigual del en la construcción de lo que la sociedad


poder; por ejemplo, en el campo laboral, percibe del ámbito musical: desde sus crea-
dichas dinámicas se modifican para buscar ciones hasta quien interpreta las obras; así
un trato igualitario entre hombres y muje- como la forma en cómo viven diariamente
res (p. 98). su quehacer musical las personas que labo-
ran en este campo.
Para autores como Miranda y Peña (2001), el
concepto de equidad de género surge cuan- Autores como Cabedo (2009) han conside-
do se da un total cambio paradigmático. Se rado que para tener una mejor comprensión
espera que se puedan asumir las diferencias de la relación entre la música y la equidad de
de género con libertad y respeto, lo que im- género, es necesario dar un vistazo a lo que se
plica una completa transformación (Miranda ha denominado la musicología feminista. Esta
y Peña, 2001, p. 77). En este caso particular, consiste en el estudio de los aportes musico-
se ha de partir de que, al hacer referencia a lógicos de hombres y mujeres en pro de co-
la equidad de género, se requiere entonces de nocer si estas últimas han sido discriminadas
una visión equitativa entre hombres y muje- en el campo musical. La musicología feminis-
res, donde ambas personas deben tener las ta propondrá, entonces, la redefinición de la
mismas oportunidades, derechos y libertades. categoría varón establecida como bien social
y buscará defender una justicia redistributiva
Para otras autoras como Carballo (2006), la de la creación y acción en el campo musical,
equidad de género se debe entender como siguiendo principios como los establecidos
una cuestión de derechos humanos, justicia por la teoría feminista (Cabedo, 2009, p. 3).
social y una condición necesaria para alcan-
zar una verdadera democracia (Carballo, Los principales estudios sobre este tema se
2006, p. 27). Esto implica considerar que el encuentran directamente relacionados con la
tema de la equidad de género no es algo que mujer y su producción musical, es decir, la mu-
queda meramente en una transformación jer compositora (Cabedo, 2009, p. 2). Se han
paradigmática y, por esto, social, sino que dado importantes aportes provenientes del
atraviesa el marco de derechos bajo los que psicoanálisis, principalmente de Michel Poi-
se encuentran protegidas todas las personas. zat, el cual es citado por Ramos (2003). Este
psicoanalista plantea que uno de los mejores
ejemplos de la discriminación por género era
la ópera, a la que se pensó como un género
Equidad de género en la música fundamentalmente masculino en cuanto a su
Cuando se habla de la equidad de género en recepción y composición (Ramos, 2003, p. 87).
la música parece una concepción única. Sin Brownlow y Kronik (1998), citando a Michael
embargo, al profundizar, es posible recono- Poizat (1992) consideran que existe una rela-
cer una serie de aristas que vienen a confluir ción directa entre la voz, la producción musical

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(composición de la ópera) y la concepción del de la mujer en el ámbito musical. Con esto


poder, lo que generó una visión de la mujer en se plantea otra problemática indiscutible,
la ópera asociada al rol de “seductora”, mater- la necesidad de que este proceso de apertu-
nal o como un ente “demoníaco”. Mientras que ra de dicho espacio no se convierta en una
los papeles o las funciones de las voces mas- nueva excusa para continuar haciendo divi-
culinas se encontraban pensadas en torno a la siones y perpetuar la discriminación. Para
fuerza, la rudeza y el control. ello surge la teoría de Butler (2001), quien
consideró que resulta imposible desligar el
Según este autor, la voz misma en la ópera, género de los aspectos culturales y políticos.
transmite una visión patriarcal, la cual, des- Por lo tanto, para darle un lugar a la mujer
de la visión de Poizat, es reproducida, curio- dentro del ámbito musical es necesario que
samente, por la o el mismo intérprete, quien el discurso musical sea universalizado. Así,
desde un lugar inconsciente, asume la función dentro del discurso, la figura de la mujer sea
que le ha sido asignada (p. 93). A partir de una reconocida como cualquier otro proceso de
visión como la propuesta por Poizat, es po- descubrimiento del arte (Butler, 2001, p. 35).
sible considerar que en un pasado, la ópera
ocupó una función social como reproductora Ramos (2003) en su libro Feminismo y Mú-
de una ideología patriarcal imperante. sica, desarrolla un análisis especializado de
cómo se viven las distintas formas de discri-
Otros autores como Arribas (1998) consi- minación de la mujer en el ámbito musical
deran que el sistema social que ha regido la de acuerdo a los roles que desempeña dentro
sociedad occidental durante tantos años di- de esta disciplina. De esta forma, se plantea
bujó un discurso musical que dio lugar a una que en el caso de las mujeres compositoras,
historia de la Música de modo patriarcal, en esta profesión ha sido quizás, donde más se
la que la mujer es exclusivamente enuncia- ha mostrado un interés por trabajar el tema
da, mas nunca reconocida como creadora y de la equidad de género. Esto hizo posible
pieza importante de la producción musical que se encontraran en importantes libros de
(Arribas, 1998, p. 29). A partir de toda esta historia de la música occidental, como es el
situación se crea la necesidad de definir al caso del Grout, en su última edición, en el
sujeto mujer en el discurso musical, en el que que se incluyó una serie de mujeres compo-
se exigirá la inclusión de una serie de lengua- sitoras (Ramos, 2003, p. 53).
jes que definan adecuadamente la categoría
mujer dentro del ámbito musical. Sin embargo, según esta autora uno de los
principales problemas que siguen enfrentan-
La realización ordenada definición de la mu- do las mujeres compositoras hasta el día de
jer no implica, solamente, el establecimien- hoy es la creencia social de que en su for-
to de un lenguaje inclusivo, sino también ma de componer existe lo que se ha llamado
un verdadero reconocimiento del trabajo un estilo femenino, el cual ha sido definido

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desde la teoría musical como una forma de masculino. Sin embargo, se suele resaltar la
escritura “suave” y con “poca fuerza” (Green, gracia y la delicadeza de las composiciones
2001, p.99). Esto ha generado que las muje- femeninas, con lo cual, nuevamente, se vin-
res compositoras no sean reconocidas por su cula la producción musical a características
trabajo, sino que, como ha ocurrido en otros dadas a la figura femenina.
campos académicos y de producción, se atri-
buye en forma solapada una discriminación Cuando se hace referencia a la mujer como
y desprecio hacia su trabajo al considerarlo intérprete se ha inferido que tienen un ni-
de menor calidad. vel de exposición un tanto distinto a la de
las compositoras, pues su exhibición posee
Siempre, sobre el tema de las mujeres com-
una connotación un poco diferente, ya que
positoras, Green (2001) ha considerado que
la misma variará según el contexto de la in-
uno de los primeros problemas que han en-
terpretación, el instrumento que ejecuta, la
frentado aquellas que se dedican a este tipo
posición que ocupa dentro de la agrupación
de trabajo es que se ven amenazadas por lo
a la que pertenece, así como la de la persona
que se ha considerado como femenino, pues,
oyente (Green, 2001, p. 58).
según la autora, existe una visión de cierta
forma arquetípica en cuanto a la figura del Esta misma autora considera que es de suma
compositor. Precisamente, se ha asociado importancia hacer una división entre los ro-
la creación musical a la creación masculina, les y la visión social que se tiene de la mujer
detrás de la cual siempre hay un compositor como cantante, de aquellas que se dedican a
también masculino (Green, 2001, p. 90), con la ejecución instrumental, ya que, por ejem-
lo que se le da al hombre la total potestad plo, el papel de la cantante además de que
de las capacidades creadoras a nivel musical, fue asociado a la “cultura general” de la mu-
excluyendo, con esto, los aportes de la mujer. jer –así como a roles específicos, justamente,
Para Green (2001) es tal el desprecio mos- como la ópera– lo mismo no ocurre con la
trado a lo largo de la historia por los aportes mujer instrumentista. Tal es el caso de aque-
musicales de las mujeres compositoras que lla mujer trompetista, quien debe sentarse
las críticas realizadas siempre terminan aso- en la fila de una orquesta donde quizás se
ciadas a aspectos de lo que, socialmente, se encuentre totalmente rodeada de hombres,
han considerado como femenino. lo cual, para un medio público, incurriría en
niveles de exhibición radicalmente diferen-
Cuando se refiere a las mujeres como com- tes y hasta considerados socialmente como
positoras existe una tendencia a considerar inapropiados (Green, 2001, p. 58).
el trabajo compositivo de las mismas como
poco creativo, poco claro y, en ocasiones, sin Sin embargo, la mujer, como cantante, en-
fuerza; entendiendo esto último por habili- frentará la discriminación por género a otro
dades y destrezas que han sido asociadas a lo nivel, pues debe trabajar con su cuerpo, con

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el que representará cada uno de los papeles género, se podría considerar que, en la labor
que, como cantante, tendrá que interpretar. interpretativa, la mujer ha sufrido discrimi-
Esto la hace, de cierta forma, presa fácil de nación. Este espacio ha sido también utili-
las críticas y cuestionamientos asociados a zado por grupos patriarcales para negar el
temas de la vivencia de su sexualidad; cues- acceso a la misma a otros espacios como lo
tionamientos de los cuales la intérprete se son la composición y la dirección orquestal.
libera, ya que entre su cuerpo y el públi-
co se interpone el instrumento que ejecuta Autoras como Giráldez (2002) han valorado
(Green, 2001, p. 60). que se hace necesario, cuando se analiza la
situación de las mujeres intérpretes, tener
Por su parte, autoras como Piñero (2002) en cuenta la representación social en tema
han apuntado que los conflictos históricos de género, ya que el lugar y el tipo de ins-
vinculados a esta labor se encuentran aso- trumento que la misma ejecuta cobra rele-
ciados a aspectos de intereses de poder, que vancia cuando se estudia desde el tema de
fueron reafirmados por leyendas; historias la equidad de género. Citando textualmente
que buscaban perpetuar la visión de la mu- a esta autora, indica que “[...] aunque en la
jer como ser inferior, la cual debe ser valora- actualidad la situación es diferente, dado que
da por su belleza y no por sus capacidades, cada vez más mujeres adquieren formación
en este caso musicales. Esta misma autora musical, los puestos de mayor responsabi-
considera que parte de la labor que el esta- lidad musical suelen estar en manos de los
do patriarcal ha ejercido sobre la mujer en varones” (Giráldez, 2002, p.20).
el campo de la ejecución instrumental, hizo
que los espacios interpretativos se redujeran Un ejemplo de ello es el trabajo realizado por
por siglos a las salas de sus casas, así como Bayton en 1997, en el cual encontró que el
de sus amistades (Piñero, 2002, p. 45). papel de la mujer en los grupos de rock ha
sido confinado exclusivamente a ser vocalis-
De igual forma, al impulsar a la mujer a la ta, al considerarse que la mujer no está pre-
labor interpretativa, también se le alejaba, parada para manejar toda la tecnología que
de una forma disimulada, de la posibilidad un intérprete varón sí podría utilizar (Bayton
de crear, componer, con lo cual, se crea otra citado por Giráldez, 2002, p. 20).
jerarquía. Así, la composición se encuentra
como uno de los puntos más altos de la pirá- Otro de los aspectos que son señalados tanto
mide musical y con los discretos espacios de por este autor como por Green (2001), es el
ejecución, se eliminaba a la mujer de poder hecho de que, en ciertos instrumentos, los
ascender a lo que se consideraría un espacio modelos sociales que se ofrecen en videos,
de poder (Piñero, 2002, p. 46). materiales de divulgación y propaganda co-
tidianamente son masculinos, lo que propi-
Por consiguiente, desde la equidad de cia que las mujeres suelan retirar su interés

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hacia estas actividades, pues no se sienten dirección, principalmente, coral –tal es el


identificadas al no visibilizarse a aquellas caso de la compositora y directora perua-
intérpretes, quienes, con éxito, sí se han de- na Rosa Alarco–, el autor no profundiza en
dicado a la ejecución del instrumento. Ade- la poca información que existe sobre ellas.
más, en algunos casos, los espacios ofrecidos Un aspecto que se considera interesante de
para aprender, de igual manera, están sien- resaltar es que en el recuento que Sánchez
do dominados por docentes varones, lo que (2011) realiza sobre compositoras y directo-
hace que exista un mayor número de hom- ras europeas y latinoamericanas, solamente
bres aprendiendo en las academias. aparece una en el ámbito de la dirección or-
questal, mientras que el resto han incursio-
Por último, cuando se hace referencia a la nado exclusivamente en la dirección coral.
mujer en puestos de dirección orquestal o
de banda, curiosamente es donde menos Si se retoma lo mencionado anteriormente
material teórico y de análisis existe, lo por Green (2001) se puede estimar que es
que se podría considerar coincidente con concurrente la visión de esta autora con lo
lo indicado por Giraldez (2002), pues este encontrado por Sánchez (2011), pues, al pa-
rol, junto al de la composición, son a los recer, la labor de la mujer se ha visto asocia-
que la mujer tiene menos acceso. A la vez, da al canto, ya que, desde la antigüedad, fue
es el tema menos tratado en la literatura uno de los limitados espacios musicales en
disponible sobre equidad de género en el los que se consideró que podría desenvolver-
campo de la música. Según autores como se, al ser visto como poco amenazante para
Sánchez (2011), una de las primeras mu- las estructuras de poder; lo anterior, aunado
jeres directoras del siglo XX fue Nadia a los roles ya establecidos, así como a la aso-
Boulanger, quien tuvo la oportunidad de ciación existente entre la mujer cantante con
dirigir orquestas como la Filarmónica Real aspectos como la belleza y delicadeza, muy
de Londres, Orquesta Sinfónica de Boston propios de un discurso patriarcal.
y la Orquesta Filarmónica de Nueva York
(Sánchez, 2011, p. 51). Boulanger, junto a Así, es necesario considerar la posibilidad
su hermana Lili, fueron también brillantes de una división entre el escenario enfrenta-
compositoras, sin embargo, su trabajo no do por las mujeres directoras en el campo
ha recibido el reconocimiento y la relevan- vocal y aquellas que se han dedicado o de-
cia que debería, a pesar de haber estudiado sean incursionar en el campo de la dirección
con compositores que sí han sido famosos, orquestal y de banda sinfónica. Sobre este
tal es el caso de Fauré. tema Flores (2009) explica que es de suma
importancia hacer una separación entre lo
A pesar de que Sánchez (2011) en su artí- que se conoce como el ámbito, las activida-
culo hace mención a algunas mujeres lati- des y el repertorio desarrollado por las muje-
noamericanas que abrieron espacios en la res en la música. Para ello, se definió como

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ámbito a los espacios en los que la mujer se por un lado, la persona educadora musical y
presentaba musicalmente, ya fuese públi- su vivencia de este tema y, por otro, la educa-
cos o privados. Por su parte, las actividades ción musical y su función como transmisora
tienen que ver con los roles desempeñados de ideologías que promueven, ya sea la equi-
(instrumentistas, directoras, compositoras, dad o inequidad de género.
etc.). Por último, el repertorio está directa-
mente relacionado con la música ejecutada Al referirse a la vivencia que tienen las per-
(Flores, 2009, p. 1). sonas que laboran en educación musical
sobre la equidad de género, autoras como
A partir de los elementos dados por Flores Cano y Díaz de Haro (2005) han estudiado
(2009) – y vinculándolo con las otras autoras que existe una falta de claridad en los estu-
citadas anteriormente– se podría considerar dios investigativos realizados. Por lo gene-
que una de las principales dificultades que ral, según estas autoras, son elaborados por
existen para tener un panorama más claro otras profesiones, por lo que los aportes no
de la situación de las mujeres directoras, en resultan ser tan concretos para ser aplica-
general, es que su rol se ha visto supeditado al dos como medidas remediales, tal como sí
ámbito en el que se encuentran, lo que nueva- ocurre con los estudios que hacen del mis-
mente haría coincidente el por qué es factible mo tema en otras áreas laborales (Díaz de
encontrar información acerca de las mujeres Haro, 2004, p. 163).
directoras corales y no así de las dedicadas a
los otros ámbitos de la dirección musical. Acerca de las investigaciones llevadas a cabo
en esta área se resalta que obedecen a una
especie de “visión compensatoria” para los
aportes de la mujer en el campo de la ense-
La educación musical y su papel en la
ñanza musical. Estas, hacen una particular
equidad de género
denuncia a los estudios realizados que se
Si bien el presente artículo incluye un aparta- han centrado en reivindicar a las educadoras
do que busca dar una mirada a la educación musicales del pasado, para que sean inclui-
musical y el tema de la equidad de género, das en los libros de estudio, sin embargo, los
se desea iniciar el mismo aclarando que este aportes en cuanto a la realidad vivencial de
corresponde únicamente a un acercamiento, las docentes que laboran actualmente no se
ya que la equidad de género en la enseñan- da.
za musical ha de ser considerada como toda
un área de estudio, la cual es merecedora de Como contraparte a las afirmaciones de estas
construcciones teóricas propias. Cuando se autoras se encuentran los aportes de la Dra.
aborda el tema de la equidad de género en la Roberta Lamb en la investigación de géne-
educación musical, es posible encontrar, en ro en educación musical, quien durante los
primera instancia, dos perspectivas básicas: años ochenta, noventa y hasta la actualidad

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ha dedicado buena parte de su labor profesio- La misma Lamb (1991), en otra de sus inves-
nal a la investigación de esta temática. Con una tigaciones, afirma que en muchas circuns-
gran cantidad de investigaciones, esta autora tancias el currículo establecido excluye a la
logra establecer un panorama sobre cuál es la mujer en cuanto a sus oportunidades para
situación de la mujer dentro de la dinámica de mostrar sus aportes a nivel de la enseñanza
la enseñanza y el aprendizaje de la música. Por musical. Tal es el caso de la inclusión de la
ejemplo, en su estudio titulado Discords: femi- pedagogía feminista o bien la incorporación
nist Pedagogy in Music Education (1996), dicha de modelos femeninos, como ejemplos, den-
autora muestra cómo un grupo de mujeres que tro del quehacer educativo.
laboran en educación musical, quienes fueron
Por su parte, cuando se refiere a la transmi-
investigadas a nivel etnográfico, consideraron
sión de ideologías por medio de la enseñan-
que el tema de la equidad de género no tuvo
za musical, se debe partir de la considera-
ninguna influencia en su elección de profesión. ción de que el género es una construcción
Sin embargo, fue posible demostrar que al social, cultural e histórica que tiene lugar en
momento del ejercicio, las actividades que rea- un tiempo y espacio determinados, así como
lizaban en su quehacer laboral sí se veían me- que se encuentra mediada por una cultura
diadas por la ideología patriarcal dominante, en la cual está inserta. Sobre este tema, Díaz
lo que, en algunas ocasiones, limitaba las ideas (2005) considera textualmente que “[...] la
y aportes en su labor profesional, al sentir que formación del profesorado aparece como un
quedaban en desventaja, por lo tanto, optaron elemento crucial para superar constructos
por una posición de resignación (p. 124). sociales que convierten la diferencia sexual
Con lo anterior, se busca ejemplificar que en fuente de desigualdad y discriminación”
tanto la elección profesional, así como las (p.4). El trabajo de Díaz se orienta propia-
oportunidades que se le brindan a la mu- mente a considerar como las y los profesio-
nales en educación musical deben ser ade-
jer en cuanto al ejercicio de su labor como
cuadamente formados para evitar convertir
docente musical, en ocasiones, se ven limi-
el espacio del aula en un medio de transmi-
tadas por la ideología patriarcal imperante.
sión de pensamientos discriminatorios y de
Si bien, quizás se puede percibir una cierta
desigualdad por género.
igualdad en cuanto al acceso de la mujer a la
profesión de educadora musical, según Lamb Díaz hace un particular énfasis en que el
(1996), al momento del ejercicio de la misma, personal docente de educación musical debe
las situaciones cambian y denotan, nueva- tener cuidado de limitarse a transmitir ex-
mente, la priorización de la figura masculina clusivamente conocimiento académico y,
sobre la femenina en cuanto a las oportuni- por ello, se olvide del compromiso ético, así
dad de aportes, puestos de jefatura, entre como formativo que tiene con el estudian-
otros elementos. tado. Además, este necesita garantizarle al

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mismo una formación humana adecuada, lo prever la reproducción de ideologías de géne-


cual toca directamente el tema de la equidad ro negativas.
de género.
Dentro de la formación musical en el aula
A modo de conclusión
existe una serie de elementos que tienen re-
lación directa con el tema de la equidad de Si bien, el tema de la equidad de género ha
género y que aparecen de forma explícita, sido una prioridad de estudio y luchas en los
así como implícita. Por ejemplo, el estudio y últimos años, existen campos laborales en
reproducción de planes de estudio así como los que las dinámicas que generan la inequi-
programas de las asignaturas que deben cur- dad no han sido profundamente analizados
sar los futuros (as) docentes, el simbolismo y difundidos, como es el caso de la discipli-
de género en el lenguaje asociado a la mú- na musical. Resulta interesante observar el
sica; el análisis de los procesos de enseñan- poco estudio realizado en las Ciencias Socia-
za-aprendizaje musicales en relación con les sobre la situación de la inequidad de gé-
cuestiones de género y, finalmente, los enfo- nero en la música. En especial, partiendo de
ques metodológicos empleados para el tra- que el arte se muestra como un espejo de la
tamiento de temas de género en la actividad realidad social imperante, así como en algu-
académica (Díaz, 2005, p.11). nos momentos de la historia; es en el medio
artístico donde se han tejido cambios impor-
Siempre, sobre este tema, Lines (2005), ci- tantes a nivel social.
tando a Green (s.f.), estima que hay que te-
ner presente que la enseñanza musical, en Sobre este aspecto resulta indispensable
especial en los niveles escolares, podría des- mencionar que, a partir la teoría de las re-
empeñar una función importante en cuan- presentaciones sociales, es posible tener
to a la reproducción de las ideologías de un acercamiento a la visión y el rol que la
género imperantes. Por esto, se considera ideología patriarcal imperante le ha dado
indispensable trascender la discusión exis- a la mujer dentro de las distintas profesio-
tente sobre la profundización de la música nes que conforman el campo laboral de la
como texto o como contexto, para com- música. Por lo tanto, se considera que para
prender que ambos elementos se conflu- poder realizar una adecuada definición de
yen en una espiral dialéctica (p. 17). la mujer en la disciplina se requiere un ver-
dadero reconocimiento de su trabajo. No
Así, es posible considerar que quienes labo- sólo debe ser analizado desde la visión del
ran en el campo de la enseñanza musical de- pasado (aportes históricos), lo cual, no deja
ben tener en cuenta tanto su formación pro- de ser relevante, sino que también tiene que
fesional y conocimientos, así como el lugar atenderse desde la realidad actual, toman-
donde laboran al momento de educar para do en consideración, tanto la profesión de

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ejecutante, canto, composición y dirección. Pursuits: Literary Mediations in moder-


Además, darle un particular énfasis al papel ns spanish narrative. Londres: Editorial
de la educación musical, la cual se muestra Lewisburg.
como aquella que tiene la capacidad de dar
Butler, J. (2001). El género en disputa. Espa-
valiosos aportes en cuanto al cambio de la
ña: Editorial Paidós.
ideología patriarcal imperante.
Cabedo, A. (2009). Música, género y paz: Ano-
En conclusión, es posible considerar que, si taciones a partir de los estudios musicoló-
bien existen suficientes elementos para ha- gicos feministas. España: Editorial Jaumet.
cer una construcción teórica de la equidad
de género en la música, tal y como se indi- Calva, N. (2007). Derechos y políticas socia-
ca en el artículo mismo, este tema cruza por les. México: Editorial Universidad Autó-
aspectos psicosociales, contextuales, histó- noma de México.
ricos y culturales. Por lo cual, es necesario Campos, S. (2008). Las mujeres en la práctica
desarrollar estudios que profundicen esa musical de Costa Rica entre 1790 y 1949. Re-
construcción de género en la música, pero cuperado de http://susancampos.wordpress.
desde cada una de las profesiones existen- com/2008/07/03/las-mujeres-en-la-practica-
tes dentro de esta disciplina. Con esto, se musical-de-costa-rica-entre-1870-y-1940/.
esperaría que cada área de esta disciplina
pueda establecer sus propias estrategias Cano, M. y Díaz de Haro, M. (2005). Los estudios
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