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La sombra del Caudillo es una obra que pertenece al realismo. El Realismo fue un movimiento artístico y
literario cuyo objetivo principal fue la representación objetiva de la realidad basada en la observación de
los aspectos cotidianos que brindaba la vida de la época.
El Realismo como corriente literaria surgió en la primera mitad del siglo XIX entre los escritores
franceses y como estilo no ha perdido vigor en la literatura contemporánea. Entre los años 1840 y 1880 el
realismo alcanza su período culminante. En Europa, este movimiento artístico y literario fue precedido
por el romanticismo y las corrientes que los siguieron fueron el simbolismo y el impresionismo. El
surgimiento y el desarrollo del realismo fue resultado de la agitada situación política que ocurrió en
Francia a raíz del derrocamiento de la monarquía burguesa de Luis Felipe y de la proclamación de la II
República en 1848 y, veinte años más tarde, en 1871, tras el advenimiento de la Comuna, de la
proclamación de la III República. Durante esta época surgen los movimientos obreros y proletarios que,
avalados por las teorías de Marx y Engels, se inspiran en nuevos sentimientos sociales y en nuevas ideas
políticas, cuya influencia también se dejaría sentir en el mundo artístico. El Realismo comenzaría,
efectivamente, como un movimiento del proletariado artístico. La representación del pueblo sin
idealismos, es decir, tal como era objetivamente, encerraba un cierto mensaje sociopolítico. Los autores
más destacados en Europa fueron: Guy de Maupassant, Dostoievski, Tolstói, Dickens y Balzac.
Cabe destacar que en Latinoamérica el Realismo no actuó de la misma forma que en Europa, donde se
opuso al Romanticismo; por el contrario, se integró amablemente a él. Esto se comprende por el contexto
histórico de América Latina a inicios del siglo XIX, ya que el Romanticismo no estuvo en contra de
atender las problemáticas sociales de la población americana, sino que inspiró las duras batallas
independentistas. En este sentido, resulta coherente que ambas estéticas hayan convivido en dicho siglo
irradiando, cada una a su manera, una mirada crítica sobre la realidad social y política. Los realistas más
conocidos en Latinoamérica fueron: Miguel Ángel Asturias, Ricardo Güiraldes, José Eustasio Rivera,
Rómulo Gallegos, Mariano Azuela y Martín Luis Guzmán.
El contexto histórico juega un papel muy importante en el surgimiento del realismo. En esta época había
muchas guerras civiles e internacionales y revoluciones que inspiraron a los escritores de esta corriente.
Las más destacadas fueron:
• Partido liberal
• Partido conservador
Los escritores liberales ofrecen una visión crítica de la sociedad contemporánea, mientras que los autores
conservadores suelen idealizar el ambiente.
Realismo social y crítico: Critica y denuncia los males sociales del hombre, vicios sociales y políticos, y
su impacto en el hombre americano.
• Novelas de la Revolución Mexicana. Reflejo del desorden y la anarquía que vivieron como
consecuencia de la Revolución.
• Novelas regionalistas o novelas de la tierra. Relatan la relación del hombre y su entorno y los
conflictos que existen dentro de este.
El realismo se refleja en el tema principal de La sombra del caudillo que trata el período
posrevolucionario. El autor describe de una manera muy satírica a los generales y políticos de la época. El
punto de vista del autor a la hora de describir a la sociedad mexicana es bastante pesimista. Hablando de
este texto, Juan Velasco Moreno destaca que La sombra del caudillo no es solo una crónica novelada de
las luchas por el poder político después de la Revolución, sin duda con esta obra Martín Luis Guzmán
demuestra ser el más complejo y perfeccionista de los realistas mexicanos.
Una de las características de esta obra literaria que la hace más realista es el hecho de que su autor
participó en la Revolución mexicana. En su obra podemos observar una serie de escenas y episodios
vividos de manera directa por el narrador; su mayor mérito es la vivacidad de esa reconstrucción literaria
-gracias a una prosa vigorosa y plástica- de experiencias reales en las que se entrecruzan el alegato
personal y el retrato histórico. En La sombra del caudillo podemos ver el México auténtico, visto desde
dentro. Uno de los críticos literarios más reconocidos, José Miguel Oviedo, reconoce que Guzmán "es un
buen observador, más apasionado que objetivo porque está aún muy cerca de lo que vivió.