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TRABAJO FINAL
PRESENTA:
ASESOR:
CAPÍTULO I
. El músculo cardíaco para que el corazón pueda cumplir su función debe poder
tanto relajarse, para permitir su llenado, como contraerse, para provocar la eyección
de la sangre. Esto no sería posible si no fuera porque su pared está formada, entre
otros tejidos, por músculo (el miocardio). Las células musculares o miocitos
cardíacos forman este tejido muscular y tienen en su interior las proteínas
responsables de la contracción y la relajación: la actina y la miosina, también
llamadas filamentos finos y filamentos gruesos, respectivamente. Estas proteínas
se disponen entrelazada mente, de forma que se pueden deslizar entre sí.
Este proceso ocurre de forma continua y ordenada en todas las células musculares
cardíacas, gracias a las uniones comunicantes entre ellas y al sistema de
conducción de los impulsos eléctricos. La actividad eléctrica del corazón El corazón
tiene un sistema de conducción cardíaco que permite que la orden de contracción
llegue a todas sus células musculares en una secuencia ordenada. Este sistema
está formado por el nodo sinusal, el nodo auriculoventricular, el haz de His y el
sistema de Purkinje.
. El circuito pulmonar funciona con unas presiones mucho más bajas que el
circuito sistémico. Por este motivo, el ventrículo derecho normal tiene unas paredes
mucho más finas que el ventrículo izquierdo. La hipertensión pulmonar no tiene
nada que ver con la hipertensión arterial. La hipertensión pulmonar es el aumento
de la presión en la arteria pulmonar, y puede darse tanto en niños, frecuentemente
asociada a enfermedades cardíacas congénitas (de nacimiento), como en adultos.
En éstos, si no se consigue revertir, acaba dañando la función del ventrículo derecho
y provoca una insuficiencia cardíaca derecha.
SISTEMA CIRCULATORIO
CAPÍTULO I
1.1 EL CORAZON
Con cada latido el corazón impulsa una cantidad (habitualmente, 60-90 ml) de
esa sangre hacia los vasos sanguíneos. Son fundamentalmente los ventrículos los
que se encargan del trabajo de impulsar la sangre. Las aurículas, en cambio,
contribuyen al relleno óptimo de los ventrículos en cada latido. El movimiento de
aurículas y ventrículos se hace de forma ordenada y coordinada, en un ciclo que se
repite (ciclo cardíaco) con cada latido, en el cual lo más importante, en primer lugar,
es el llenado de los ventrículos; posteriormente, tiene lugar su vaciamiento mediante
la eyección de esa sangre al torrente circulatorio. El ciclo cardíaco presenta dos
fases: diástole y sístole.
1.2 LA DIASTOLE
Existen otros muchos ruidos que se pueden auscultar, unos fisiológicos (o normales)
y otros patológicos (o anormales). Son normales, por ejemplo, un tercer ruido
después del segundo en personas jóvenes, o un segundo ruido que se aprecie doble
mientras la persona está inspirando. El músculo cardíaco Para que el corazón
pueda cumplir su función debe poder tanto relajarse, para permitir su llenado, como
contraerse, para provocar la eyección de la sangre. Esto no sería posible si no fuera
porque su pared está formada, entre otros tejidos, por músculo (el miocardio). Las
células musculares o miocitos cardíacos forman este tejido muscular y tienen en su
interior las proteínas responsables de la contracción y la relajación: la actina y la
miosina, también llamadas filamentos finos y filamentos gruesos, respectivamente.
Estas proteínas se disponen entrelazada mente, de forma que se pueden deslizar
entre sí.
tienen un sistema de tubuladuras que hacen que el calcio pueda llegar rápidamente
a cada fibrilla muscular, de manera que todas se puedan contraer en cada latido. La
contracción se produce de la siguiente manera: cuando a la célula muscular le llega
la orden de contraerse mediante un impulso eléctrico, se produce la liberación de
calcio en su interior. Este calcio permite que se fusionen la actina y la miosina. Al
unirse, la miosina utiliza energía para deslizarse sobre la actina, y la célula acorta
su longitud, es decir, se contrae. Para que se produzca la relajación, el calcio sale
de la célula muscular, lo que provoca que la actina y la miosina se separen, y cese
así la contracción.
Este proceso ocurre de forma continua y ordenada en todas las células musculares
cardíacas, gracias a las uniones comunicantes entre ellas y al sistema de
conducción de los impulsos eléctricos. La actividad eléctrica del corazón El corazón
tiene un sistema de conducción cardíaco que permite que la orden de contracción
llegue a todas sus células musculares en una secuencia ordenada. Este sistema
está formado por el nodo sinusal, el nodo auriculoventricular, el haz de His y el
sistema de Purkinje.
hace que el corazón lata entre 60 y 100 veces por minuto; dicho de otra forma, la
frecuencia cardíaca normal es de 60 a 100 latidos por minuto. Cuando ésta
disminuye por debajo de 60, recibe el nombre de bradicardia; y si aumenta por
encima de 100, se denomina taquicardia. Con el ejercicio se produce una
taquicardia fisiológica (o normal). De la misma forma, durante el sueño o la
relajación tiene lugar la bradicardia fisiológica. La regulación cardíaca El corazón
está dotado de un sistema de regulación intrínseco (propio) que genera
contracciones rítmicas adecuadas a cada situación del organismo. Éste no se
controla de forma voluntaria. Su regulación depende del llamado sistema nervioso
autónomo, que tiene dos componentes: el sistema simpático y el sistema
parasimpático.
Así, cuando se produce una situación en la que hay menos sangre de la que
debería, o las arterias no tienen la presión necesaria para irrigar los órganos, se
produce un aumento de la llegada de sangre al corazón, y una disminución de ésta
con respecto a otros órganos, como la piel o los tejidos del abdomen. Esto se
consigue gracias a la regulación del sistema nervioso autónomo, que permite que
las arterias coronarias aumenten su grosor, mientras que el de las arterias de otros
órganos disminuye. El sistema circulatorio Anteriormente se ha comentado que el
corazón y los vasos sanguíneos constituyen un sistema perfecto de riego
sanguíneo. Pues bien, en realidad, el aparato circulatorio se compone de dos
sistemas de riego conectados en serie: el circuito sistémico y el circuito pulmonar.
La circulación sistémica tiene como objetivo llevar la sangre a todas las células del
organismo para que puedan obtener el oxígeno y los nutrientes que ésta transporta,
así como recoger las sustancias de desecho.
Por lo tanto, la tensión dentro de las arterias va bajando lentamente. Cuanto más
larga sea la diástole, más puede bajar la tensión mínima. Esta relación de la presión
con el ciclo cardíaco se aprecia muy bien en las curvas de presión. La tensión
arterial normal en adultos jóvenes es de 120/70 (120 es la presión máxima o sistólica
y 70 es la presión mínima o diastólica). Se considera que una tensión es demasiado
alta, o hipertensión arterial, si es mayor de 140/90. La tensión arterial aumenta en
determinadas circunstancias fisiológicas o normales, como con las emociones o el
ejercicio.
Así, se obtiene de nuevo una sangre oxigenada lista para llevar de nuevo el oxígeno
a todo el organismo. De los capilares pulmonares, la sangre pasa a unas venas,
que finalmente forman las cuatro venas pulmonares y desembocan en la aurícula
izquierda. El circuito pulmonar funciona con unas presiones mucho más bajas que
el circuito sistémico. Por este motivo, el ventrículo derecho normal tiene unas
paredes mucho más finas que el ventrículo izquierdo. La hipertensión pulmonar no
tiene nada que ver con la hipertensión arterial. La hipertensión pulmonar es el
aumento de la presión en la arteria pulmonar, y puede darse tanto en niños,
frecuentemente asociada a enfermedades cardíacas congénitas (de nacimiento),
como en adultos. En éstos, si no se consigue revertir, acaba dañando la función del
ventrículo derecho y provoca una insuficiencia cardíaca derecha. El colapso o
choque circulatorio Cuando el sistema circulatorio no es capaz de aportar suficiente
riego a todo el organismo, se produce el colapso circulatorio o estado de choque
circulatorio (en inglés se denomina shock). El choque circulatorio se caracteriza por
la tensión arterial baja y la sensación de gravedad. Es una situación dramática en
la que no se aporta suficiente riego sanguíneo a los órganos, lo que puede llegar a
producir el fracaso multiorgánico y finalmente la muerte. El choque circulatorio
puede tener lugar por un fallo en cualquiera de los elementos que componen el
sistema circulatorio: los vasos sanguíneos, el corazón o el contenido del sistema
circulatorio. Cuando lo que falla es el contenido, se habla de choque hipovolémico.
Las causas más comunes son la deshidratación o la hemorragia. Cuando falla el
corazón, recibe el nombre de choque cardiogénico. La causa más frecuente es el
infarto de miocardio. Finalmente, cuando fallan los vasos, se llama choque
vasogénico o distributivo. Un ejemplo de este último es el choque anafiláctico,
producido a consecuencia de una reacción alérgica grave. Cada una de las formas
de choque tiene una respuesta adaptativa diferente; estas diferencias ayudan al
médico a identificar rápidamente cuál es la causa y así iniciar las medidas
convenientes de reanimación circulatoria.
´´PLASMA SANGUINÉO´´
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO II
El suero es el remanente del plasma sanguíneo una vez consumidos los factores
hemostáticos por la coagulación de la sangre.
Composición
• Sales minerales
• Nutrientes
• Gases disueltos
• Sustancias reguladoras
• Vitaminas
• Productos de desecho
Las funciones del plasma sanguíneo son vitales para la defensa inmunológica del
cuerpo del ser humano, ya que cumple un rol esencial en el proceso de coagulación
sanguínea y la irrigación de la sangre por todo el organismo.
Las sustancias que componen el plasma son agua (hasta 95% en volumen),
proteínas disueltas (albuminas séricas, globulinas y fibrinógeno), glucosa, factores
de coagulación, electrolitos (Na +, Ca2 +, Mg2 +, HCO3-, Cl-, etc.), hormonas,
dióxido de carbono y oxígeno.
Junto con el agua, la sal y las enzimas, el plasma humano también contiene
componentes importantes. Estos incluyen inmunoglobulinas (anticuerpos), factores
de coagulación, y las proteínas albúmina y fibrinógeno.
Las proteínas y anticuerpos del plasma también se utilizan para crear terapias para
enfermedades crónicas raras, como trastornos autoinmunes y hemofilia.
¿Cuáles son las funciones del plasma sanguíneo?
Función nutritiva
Estas sustancias se corresponden con la glucosa, los ácidos grasos, las vitaminas,
los minerales y los aminoácidos.
Función de transporte
Función homeostática
Es gracias a ésta que el organismo puede reparar los tejidos del cuerpo cuando son
dañados. Y, al mismo tiempo, es la encargada del crecimiento de nuevos tejidos.
Siendo las encargadas de una gran variedad de funciones corporales, estas sales
deben ser reguladas por el plasma porque un déficit de ellas produciría diversos
problemas corporales: inconvenientes en la contracción de los músculos y la
imposibilidad de los nervios para enviar las señales correspondientes al cerebro y
viceversa.
Función química
La existencia del plasma sanguíneo es de vital importancia para la vida de los seres
humanos. Por diferentes situaciones, al verse afectado el plasma sanguíneo, ésta
puede correr peligro. Por ello, el plasma puede ser donado de un sujeto a otro,
mediante la extracción de sangre.
PLASMA SANGUINÉO
CAPITULO II
2.1 El plasma
Es la fracción líquida y acelular de la sangre. Se obtiene al dejar a la sangre
desprovista de células como los glóbulos rojos y los glóbulos blancos. Está
compuesto por un 90 % de agua, un 7 % de proteínas, y el 3 % restante
por grasa, glucosa, vitaminas, hormonas, oxígeno, dióxido de carbono y nitrógeno,
además de productos de desecho del metabolismo como el ácido úrico. A estos se
les pueden añadir otros compuestos como las sales y la urea. Es el componente
mayoritario de la sangre, representando aproximadamente el 55% del volumen
sanguíneo total, mientras que el 45 % restante corresponde a los elementos
formes (tal magnitud está relacionada con el hematocrito).
El suero es el remanente del plasma sanguíneo una vez consumidos los factores
hemostáticos por la coagulación de la sangre.
2.2 Composición
El plasma es un fluido coloidal de composición compleja que contiene numerosos
componentes. Abarca el 55 %[cita requerida]del volumen sanguíneo. Está compuesto
por un 91,5 % de agua, además de numerosas sustancias inorgánicas y orgánicas
(solutos del plasma), distribuidas de la siguiente forma:
• Sales minerales
• Nutrientes
• Gases disueltos
• Sustancias reguladoras
• Vitaminas
• Productos de desecho
Las funciones del plasma sanguíneo son vitales para la defensa inmunológica del
cuerpo del ser humano, ya que cumple un rol esencial en el proceso de coagulación
sanguínea y la irrigación de la sangre por todo el organismo.
Las sustancias que componen el plasma son agua (hasta 95% en volumen),
proteínas disueltas (albuminas séricas, globulinas y fibrinógeno), glucosa, factores
de coagulación, electrolitos (Na +, Ca2 +, Mg2 +, HCO3-, Cl-, etc.), hormonas,
dióxido de carbono y oxígeno.
Junto con el agua, la sal y las enzimas, el plasma humano también contiene
componentes importantes. Estos incluyen inmunoglobulinas (anticuerpos), factores
de coagulación, y las proteínas albúmina y fibrinógeno.
Las proteínas y anticuerpos del plasma también se utilizan para crear terapias para
enfermedades crónicas raras, como trastornos autoinmunes y hemofilia.
2.4 ¿Cuáles son las funciones del plasma sanguíneo?
Estas sustancias se corresponden con la glucosa, los ácidos grasos, las vitaminas,
los minerales y los aminoácidos.
Es gracias a ésta que el organismo puede reparar los tejidos del cuerpo cuando son
dañados. Y, al mismo tiempo, es la encargada del crecimiento de nuevos tejidos.
Siendo las encargadas de una gran variedad de funciones corporales, estas sales
deben ser reguladas por el plasma porque un déficit de ellas produciría diversos
problemas corporales: inconvenientes en la contracción de los músculos y la
imposibilidad de los nervios para enviar las señales correspondientes al cerebro y
viceversa.
2.11 Función química
El plasma cumple la función de protección inmunitaria frente a las posibles
infecciones a las que el cuerpo puede exponerse.
CAPÍTULO III
Hay muchas formas de anemia, cada una con causas diferentes. La anemia puede
ser temporal o prolongada, y puede variar entre leve y grave. Consulta a un médico
si sospechas que tienes anemia, ya que esta puede ser indicio de una enfermedad
grave.
Síntomas
• Fatiga
• Debilidad
• Mareos o aturdimiento
• Dolor en el pecho
• Manos y pies fríos
• Dolor de cabeza
Al principio, la anemia puede ser leve y pasar inadvertida. No obstante, los síntomas
empeoran a medida que la anemia empeora.
Pide una consulta con un médico si te sientes fatigado sin causa aparente. Algunos
tipos de anemia, como la anemia ferropénica o la anemia por deficiencia de vitamina
B-12, son frecuentes.
La fatiga tiene muchas causas además de la anemia, así que no debes dar por
sentado que, si estás cansado, es porque tienes anemia. Algunas personas
descubren que tienen un nivel de hemoglobina bajo (uno de los indicios de la
anemia) cuando van a donar sangre. Si te informan que no puedes donar sangre
porque tienes un nivel de hemoglobina bajo, pide una consulta con el médico.
3.1 Causas
La anemia ocurre cuando la sangre no tiene suficientes glóbulos rojos. Esto puede
suceder si:
• Una dieta carente de ciertas vitaminas. Tener una dieta que sea
consistentemente baja en hierro, vitamina B12 y folato incrementa tu riesgo de
anemia.
La pérdida lenta y crónica de sangre por una úlcera o por otra causa puede
consumir toda la reserva de hierro del cuerpo y transformarse en una anemia
por deficiencia de hierro.
Complicaciones
3.5 Prevención
CAPÍTULO III
ANEMIA
Hay muchas formas de anemia, cada una con causas diferentes. La anemia puede
ser temporal o prolongada, y puede variar entre leve y grave.
3.1 Síntomas
Los signos y síntomas de la anemia varían según la causa de la afección:
• Fatiga
• Debilidad
• Mareos o aturdimiento
• Dolor en el pecho
• Dolor de cabeza
Al principio, la anemia puede ser leve y pasar inadvertida. No obstante, los síntomas
empeoran a medida que la anemia empeora.
La fatiga tiene muchas causas además de la anemia, así que no debes dar por
sentado que, si estás cansado, es porque tienes anemia. Algunas personas
descubren que tienen un nivel de hemoglobina bajo (uno de los indicios de la
anemia) cuando van a donar sangre.
3.2 Causas
La anemia ocurre cuando la sangre no tiene suficientes glóbulos rojos. Esto puede
suceder si:
Los glóbulos rojos contienen hemoglobina; una proteína rica en hierro que le otorga
a la sangre su color rojo. La hemoglobina les permite a los glóbulos rojos transportar
oxígeno desde los pulmones hacia otras partes del cuerpo y dióxido de carbono
desde otras partes del cuerpo hacia los pulmones para que pueda ser exhalado.
La mayoría de las células sanguíneas, incluidos los glóbulos rojos, se producen
regularmente en tu médula ósea; un material esponjoso que se encuentra dentro de
las cavidades de muchos de los huesos grandes. Para producir hemoglobina y
glóbulos rojos, tu cuerpo necesita hierro, vitamina B-12, ácido fólico y otros
nutrientes de los alimentos que ingieres.
El corazón es la bomba que impulsa la sangre a través del nódulo sinusal donde
sería el procesador en el cual el corazón está dotado de un sistema de regulación
intrínseco y un circuito pulmonar el cual funciona con unas presiones favoreciendo
a las células musculares o miocitos cardíacos que forman este tejido muscular
además las células obtienen el oxígeno y los nutrientes que necesitan de esta
sangre. La circulación sistémica comienza en el ventrículo izquierdo que forma parte
del nodo sinusal que es el responsable del latido cardíaco siendo así el calcio el
responsable de que el mecanismo de contracción y relajación para que el circuito
pulmonar funcione con unas presiones mucho más bajas
CONCLUSION
CAPÍTULO II
CELULAS
INTRÍNSECO TEJIDOS
SANGUÍNEAS
AURICULA: cavidad del corazón situada en cada uno de los ventrículos que
recibe la sangre de las venas.
CIRCUITO: está formado por el corazón y los vasos sanguíneos: arterias, venas
y capilares. Se trata de un sistema de transporte en el que una bomba muscular
(el corazón) proporciona la energía necesaria para mover el contenido (la
sangre), en un circuito cerrado de tubos elásticos (los vasos).
CUERPO: está compuesto por la cabeza, el tronco, las extremidades superiores
(brazos) y las extremidades inferiores (piernas.
TRASLUCIDO:
cuerpo que deja pasar la luz, pero no deja ver a través de su masa un tejido traslú
cido.
BIBLIOGRAFÍA
BIBLIOGRAFÍA
Anexo 1
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Anexo 2
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Anexo 3
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