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TEMA:

Demostración de la ecuación de la Braquistocrona en forma de cicloide

RESUMEN:

A muchos estudiantes se les habla del problema de la Braquistócrona y se les revela


cuál es la solución sin entrar en detalles sobre cómo llegar a ella y aquí le despejaremos
las dudas sobre este tema.

En este informe le presentaremos una maqueta en forma de cicloide y con canicas,


demostrando la ecuación de la Braquistocrona en un simple ejercicio y calcular el
tiempo de viaje en la trayectoria que minimiza la curva de la cicloide para variaciones
infinitesimales arbitrarias a excepción del origen y destino porque no existe variación y
así cumplir con las expectativas requeridas.
INTRODUCCION:

Este problema apareció por primera vez publicado en junio de 1696 en Acta Eruditorum
(primera revista matemática, fundada por Leibniz).

El problema de la Braquistócrona es el de encontrar el camino más rápido entre dos


puntos que puede seguir un cuerpo forzado a seguir dicho camino en presencia de un
campo gravitatorio uniforme y constante y en ausencia de fricción. Este problema,
propuesto por Johann Bernoulli a finales del siglo XVII, supuso un excelente estímulo
para el desarrollo de las técnicas del cálculo infinitesimal y el cálculo de variaciones.

La curva Braquistócrona es la trayectoria que minimiza el tiempo de viaje. En el


entorno de la Braquistócrona, para variaciones infinitesimales arbitrarias (salvo en los
puntos de origen y destino, donde no hay variación) δx(z) y δy(z) de las coordenadas
horizontales x(z) y y(z).
OBJETIVOS:

General:

 Analizar como la curva de baquistocrona incide en algunos ejercicios de


ecuaciones diferenciales

Específicos:

 Explicar conceptos e historia sobre la ecuación de la Braquistocrona de la


cicloide.
 Demostrar un problema de la curva de braquistocrona para conocer su solución .
 Mostrar una maqueta en la cual podamos observar un claro ejemplo de la curva
de braquistocrona para entenderla de unas manera más práctica .
MARCO TEORICO:

Historia

Este problema apareció por primera vez publicado en junio de 1696 en Acta Eruditorum
(primera revista matemática, fundada por Leibniz). Fue propuesto por Johann Bernoulli
y a finales del mismo año 1696 no se había presentado ninguna solución, excepto la del
propio Leibniz (editor de la revista) que lo resolvió el mismo día que lo recibió. Leibniz
persuadió a Johann Bernoulli a que prolongara el plazo en seis meses y vaticinó que el
problema sería resuelto por Jakob Bernoulli (hermano mayor de Johann), Newton, el
marqués de L´Hôpital y Huygens (pero éste había muerto en 1695). La profecía de
Leibniz se cumplió y, según parece, Newton también resolvió el problema el mismo día
en que lo recibió.

La solución que aparece aquí es la propuesta por Jakob Bernoulli. Esta solución es la
más profunda y contribuyó al germen de una nueva rama de la matemática, el cálculo de
variaciones. Este tipo de cálculo ha dado origen en nuestros días a la moderna teoría de
control, de importancia capital en la tecnología actual. Con ello se ha hecho bien cierta
la observación de Bernoulli de que cuestiones aparentemente frívolas pueden dar lugar
en Matemáticas a resultados de una envergadura totalmente insospechada.

El gran Galileo Galilei (1564-1642), astrónomo y físico italiano se preguntaba ¿qué


forma debe tener un canal metálico bien pulido que une dos puntos fijos A y B para que
sea mínimo el tiempo que invierte una bola metálica pulida en recorrerlo desde el punto
A hasta el punto B? A primera vista parecería que el canal debe ser rectilíneo pues sólo
en ese caso la bola recorrerá el camino más corto entre A y B. Pero se trata del camino
de tiempo mínimo y no del camino más corto y este tiempo, aparte de la longitud del
recorrido, depende también de la velocidad de la bola.
De esto es claro que el canal debe tener una forma cóncava, pero ¿cuál? La forma de la
curva fue manzana de la discordia entre matemáticos.

Hagamos un poco de historia y situémonos con Isaac Newton (1642-1727), el sucesor


de Galileo. Estamos en Inglaterra el día 29 de enero de 1697. Gran Bretaña recolectaba
las monedas viejas y lanzaba una edición nueva al mercado. Newton, presente en todos
lados y haciéndolo todo, inclusive, estudiar la metalurgia del acuñado de monedas para
mejorarla, regresa a casa buscando paz y quietud después de un día de trabajo agobiante
como administrador de la Casa de Moneda y encuentra una carta de Johann Bernoulli.
La carta le plantea el problema de las propiedades de la braquistócrona. Bernoulli sabía
de estas propiedades y tenía su solución propia. No hay duda, Bernoulli intenta
avergonzarlo. El administrador se sienta a trabajar desconociendo que este problema lo
han medio entendido, sólo al punto de proponer soluciones, cuatro personas en el
continente europeo en el transcurso de diez meses, entre ellos el hermano de Johann,
Jacob Bernoulli y L'Hôspital... El aceite de su lámpara de noche arde y, a eso de las 4 a.
m., ha terminado. El problema no sólo quedó resuelto, sino que, en un escaso par de
páginas, lo resolvió con elegancia y de manera definitiva. Isaac Newton tenía entonces
55 años.

Es uno de los primeros problemas de variaciones y su investigación fue el punto de


partida para el desarrollo del cálculo de variaciones.

La curva de Newton se muestra en la figura y es un arco de cicloide invertida.


Concepto

El problema de la Braquistócrona es el de encontrar el camino más rápido entre dos


puntos que puede seguir un cuerpo forzado a seguir dicho camino en presencia de un
campo gravitatorio uniforme y constante y en ausencia de fricción. Este problema,
propuesto por Johann Bernoulli a finales del siglo XVII, supuso un excelente estímulo
para el desarrollo de las técnicas del cálculo infinitesimal y el cálculo de variaciones.

A muchos estudiantes se les habla del problema de la Braquistócrona y se les revela


cuál es la solución sin entrar en detalles sobre cómo llegar a ella. Este artículo está
dedicado a esas mentes curiosas que tienen las herramientas adecuadas en sus manos
para resolver el problema, pero carecen todavía de la soltura adecuada para hacer un
buen uso de ellas y necesitan un empujoncito. El rigor a veces brillará un poco por su
ausencia y la notación será objeto de abuso, pero espero que los incautos lectores más
exigentes en el terreno matemático sean misericordes.

La curva Braquistócrona es la trayectoria que minimiza el tiempo de viaje. En el


entorno de la Braquistócrona, para variaciones infinitesimales arbitrarias (salvo en los
puntos de origen y destino, donde no hay variación) δx(z) y δy(z) de las coordenadas
horizontales x(z) y y(z), la variación ∂Δt del tiempo de viaje Δt ha de anularse como
condición necesaria de mínimo:

∂Δt = 0 ∫ (δx′ ∂I ⁄ ∂x′ + δy′ ∂I ⁄ ∂y′) dz;

∂Δt = −∫ [δx (d ⁄ dz) ∂I ⁄ ∂x′ + δy (d ⁄ dz) ∂I ⁄ ∂y′] dz.

En la última expresión, hemos hecho uso del hecho de que los puntos de origen y
destino son fijos:

δx(zA) = δy(zA) = δx(zB) = δy(zB) = 0.

Como las variaciones son, por lo demás, arbitrarias, la integral sólo puede ser nula si se
cumplen las siguientes condiciones a lo largo de toda la trayectoria:
(d ⁄ dz) ∂I ⁄ ∂x′ = 0;

(d ⁄ dz) ∂I ⁄ ∂y′ = 0.

Éstas son las ecuaciones de Euler-Lagrange del problema de diseño de la


Braquistócrona.

Una vez obtenidas las ecuaciones diferenciales junto con sus condiciones de contorno
(que consisten en obligar a la curva a partir del punto de origen y terminar en el punto
de destino), podemos pasar a integrarlas. Vemos que podemos integrar una vez sin
esfuerzo:

∂I ⁄ ∂x′ = Cx;

∂I ⁄ ∂y′ = Cy.

Cx y Cy son constantes de integración que podemos relacionar de la siguiente manera


con otro juego de constantes C y φ:

Cx = C cos(φ);

Cx = C sin(φ).

Las ecuaciones quedan, una vez desarrolladas, de esta manera:

x′ = C cos(φ) {[zA − z] [1 + (x′)2 + (y′)2]}1 ⁄ 2;

y′ = C sin(φ) {[zA − z] [1 + (x′)2 + (y′)2]}1 ⁄ 2.

Ambas ecuaciones tienen la misma forma salvo por factores constantes. Podemos
expresar la coordenada lateral y en función de la coordenada longitudinal x:

dy ⁄ dx = y′ ⁄ x′ = tan(φ).

Demostramos con esto que la Braquistócrona es una curva plana. Como elegimos los
ejes de coordenadas de modo que la coordenada lateral es nula tanto en el origen yA = 0
como en el destino yB = 0, deducimos que la coordenada lateral es nula a lo largo de
toda la trayectoria: y = 0. Podemos suponer que cos(φ) = 1 y asumir que la constante de
integración C puede tener cualquier signo. Con todo esto, la ecuación diferencial es,
finalmente:

x′ = C {[zA − z] [1 + (x′)2]}1 ⁄ 2.

Con unas pocas manipulaciones, la ecuación queda claramente en variables separadas:

dx = dz C (zA − z)1 ⁄ 2 ⁄ [1 − C2 (zA − z)]1 ⁄ 2.

Vamos a hacer un cambio de variable: σ ≡ C (zA − z)1 ⁄ 2. La ecuación diferencial


queda así:

C2 dx = −2 σ2 dσ ⁄ (1 − σ2)1 ⁄ 2.

Esta ecuación pide a gritos otro cambio de variable: σ ≡ sin(θ). Con este cambio, nuestra
ecuación mejora significativamente su aspecto:

C2 dx = −[1 − cos(2θ)] dθ.

Hagamos un último cambio para que la estética mejore un poquito: η ≡ −2θ. La


ecuación adopta finalmente este aspecto tan sencillito:

2C2 dx = [1 − cos(η)] dη.

Ahora sólo queda hacer una integral que es inmediata. La curva Braquistócrona tiene
esta forma en función de la variable η:

x = xA + [η − sin(η)] ⁄ (2C2);

z = zA − [1 − cos(η)] ⁄ (2C2);

ηA ≤ η ≤ ηB.

Ésta es la curva Braquistócrona. Se trata de una cicloide. Esta curva es algo más larga
que un camino recto, pero tiene la ventaja de que, al empezar en vertical, permite que el
móvil se mueva muy rápido desde muy pronto, lo que compensa la longitud extra.
La Braquistócrona es una curva cicloide

Es fácil comprobar que la condición de contorno de que la curva ha de pasar por el


punto origen se cumple con ηA = 0. Las otras dos constantes Cy ηB son algo más
difíciles de calcular y hay que conseguir sus valores numéricamente o gráficamente.
Puede ser útil introducir las variables auxiliares r (la distancia entre el punto de origen y
el punto de destino) y m (la pendiente de la línea recta entre el punto de origen y el
punto de destino) tales que:

r2 ≡ (xB − xA)2 + (zB − zA)2;

m ≡ (zB − zA) ⁄ (xB − xA).

Tenemos que resolver una ecuación trascendente para obtener ηB en función de m:

[cos(ηB) − 1] ⁄ [ηB − sin(ηB)] = m.

Una vez tenemos el valor de ηB, conocer C (o, mejor, 1 ⁄ (2C2)) es fácil:

1 ⁄ (2C2) = r ⁄ [2 + ηB2 − 2ηB sin(ηB) − 2cos(ηB)].

¡A partir de cierto valor de m, la curva desciende por debajo de zB y luego vuelve a


subir! En principio, tenemos un punto singular si expresamos la posición horizontal x en
función de la posición vertical z y nuestro cálculo queda bajo sospecha. Por otra parte, x
es una función monótona de η, así que parece que habría sido más riguroso deducir la
ecuación diferencial con z en función de x. Habríamos llegado al mismo resultado, cosa
que es fácil de comprobar.
MAQUETA DE LA CICLOIDE:

MATERIALES:

 Cartón.
 Plancha de madera.
 Pintura.
 Canica.
 Goma.
 Silicón.
 Cúter.
PROCEDIMIENTO:

Ejercicio.
CONCLUSIONES:

 Es un poco complejo el entendimiento de la ecuación de la Braquistocrona de


la cicloide, pero tenemos que aceptar que es de mucha importancia el cálculo
de la trayectoria más rápida desde el punto de llegada a su destino por ello se
utiliza esta ecuación que es de mucha utilidad para estos problemas.

 Al realizar la maqueta fueron pocos los inconvenientes al momento de hacerla


porque los hicimos con materiales de fácil acceso.

 En el momento de demostrar la ecuación sirvió de mucho realizar el


experimento primeramente en la curva plana, y luego con cronometro medir
hasta que llegue al final la partícula (canica), y se calculó por medio de la
ecuación de la Braquistocrona de la trayectoria de la cicloide, donde su pudo
determinar que es el de la trayectoria más corta.

BIBLIOGRAFIA:
https//es.m.wikipedia.org/wiki/Curva_braquistocrona
https://arquimides.matem.unam.mx/PUEMAC/PUEMAC_2008/rincon/curvas/html/br
aquis.html
www.sociedadelainformacion.com/fisica/cicloide/plantear.htm
http://www.academia.edu/11383957/Resolucion_analitica_del_problema_de_la_braq
uistocrona

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