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1-INTRODUCCION
Por eso creemos que las catástrofes debieran incorporarse de una forma más
integrada a los esquemas interpretativos de la historia y se debiera superar el relato de
corte anecdótico, es decir, debiera ponerse mas atención a sus impactos en escalas
ampliadas geográficas y temporalmente.
Lo Temporal y lo Espacial
Las Fuentes
Cambios a largo plazo: cambios climáticos, cambios en los niveles del mar,
Cambio de relieve (ciclos de erosión), cambios en la flora y la fauna, etc.
Cambios a corto plazo: rotación diaria (ciclos diarios) y traslación estacional de
la tierra (ritmos estacionales).
En las latitudes medias, zona donde se localiza La Argentina, sufren constantes
cambios ambientales. Los geógrafos denominan “incertidumbres” a esos cambios en los
vientos planetarios del oeste, que son fluctuaciones a corto o largo plazo que produzcan
la inestabilidad característica de los climas de nuestro territorio.
Desde el punto de vista hídrico, la provincia de Santiago del Estero este incluida
en su mayor parte dentro de la región semiárida. La determinación planimetría de esta
superficie ha arrojado un valor igual a 87,6% del total. El resto que no participa de estas
características, pertenece al tipo subhumedo en un 12,4%.
Riesgo y Vulnerabilidad
La provincia y la región del NOA, como otras, han sido afectadas por la
aparición de fenómenos naturales pero este no solo se explica por su factor
desencadenante, es decir, el fenómeno natural o la amenaza que le da origen (lluvias,
inundaciones, sequias, tornados, sismos, etc.) sino principalmente el marco
socioeconómico cultural y político que determina el efecto final.
Otra característica del noroeste prehispánico fue la de ser la región del país
argentino mas evolucionada culturalmente, con poblaciones sedentarias agro alfareras,
hecho al que contribuimos la influencia de dos grandes culturas andinas.
La influencia Tiwanaku se hizo desde 650 al 950 de nuestra era, hasta la zona
lindante con Jujuy. Gracias a esta vecindad, y no obstante no haber conquista territorial,
Tiwanaku influyo sobre las comunidades del noroeste argentino, contribuyendo u
homogeneizando e integrarlas culturalmente a un área mayor.
Siglos después, se hizo sentir la influencia del imperio Inca o Tawantinsuyu con
mucha más intensidad por esta acompañada por una conquista territorial y efectiva, y no
obstante ejercerse solo desde 1480 hasta 1532 en que llegaron los españoles. El
Tawantinsuyu fue la cumbre y el capítulo final del proceso cultural surgido en el área
nuclear (…) se dividía políticamente en cuatro provincias: Kunti Suyu (norte), Chincha
Suyu (oeste), Anti Suyu (este) y Kolla Suyu (sur). El sector de actual Argentina
incorporado al Kolla Suyu fue el área valliserrana del norte y del centro-oeste, desde la
frontera de Jujuy y Salta con Bolivia, hasta el Rio Diamante, en Mendoza; y desde la
cordillera de los Andes hasta la línea irregular al este, aproximadamente 66º de Long.
Oeste.
Este fue el cimiento social y cultural del noroeste argentino que encontraron los
conquistadores a su llegada, desde el cual iban a expandirse hacia el este y el sur: una
región integrada política y culturalmente, dotada de comunicación vial y lingüística,
habitada por comunidades sedentarias, de economía productiva. A estas ventajas debe
agregarse la influencia decisiva ejercida por las características físicas de la región.
Ubicada, aproximadamente entre los paralelos 22º y 30º, y entre los meridianos 73º y
63º, posee una geografía variada, resultado de una combinación de llanuras, valles y
montañas, generadora de una gran variedad de ecosistemas que van desde la selva
subtropical a la puna, originando igual diversidad de recursos naturales (…) favorable
para el asentamiento humano que, en el caso de los conquistadores españoles, era un
escaso el número de gente que debió ingeniárselas para adoptarse y arriesgarse en una
tierra completamente nueva para ellos.
Entre 1543 y 1546 descubrió la ruta entre Cuzco y el Rio de la Plata que abrió
nuevos horizontes a la historia del país y, a partir de 1550, inicio su poblamiento
efectivo desde el noroeste. Fundó ciudades; promovió la apertura de un puerto en el
litoral rioplatense para tener salida al mar; introdujo especies animales y vegetales;
desarrollo industrias; abrió caminos que permitían una inédita circulación norte-sur y
este-oeste. Era un proyecto de país que, desde su centro geográfico, se comunicaba
Radialmente con las regiones circunvecinas a través de la promoción de un activo
desarrollo económico, pero dos ordenanzas reales de 1594 lo frustraron al prohibir el
movimiento comercial y de pasajeros por los puertos sobre el Rio de la Plata”.
Como región histórica, el Tucumán colonial había actuado como una doble
frontera en el espacio imperial español: como frontera política y económica, y como
frontera de guerra frente a los ataques de las poblaciones nativas valliserranas del oeste
y chaqueñas del este, la que en gran medida condicionaba la sobrevivencia de sus
pobladores librados a su suerte.
“La historia reservo a Santiago del Estero un lugar singular entre las ciudades
argentinas, dado que su carácter de establecimiento inicial en nuestro territorio (…) le
exigió un papel fundador y protector en el noroeste durante el primer siglo y medio de
su existencia. A esta etapa, que una periodización caracterizaría como hegemónica, ya
que era cabeza de la gobernación de Tucumán, Juries y Diaguitas, como se denominaba
entonces a la región, sucedió otra de estancamiento, que se tradujo en pérdida de poder
político. Este retraimiento fue provocado por el rápido crecimiento de nuevas áreas de
producción y centros comerciales en Córdoba y Buenos Aires. Significo, por lo tanto,
descrecimiento relativo, un crecimiento más lento, cuya consecuencia principal
consistió en que frustro el propósito explicito de Santiago del Estero de ejercer su
dominio sobre una región mas vasta” (6)
IV. PROBLEMAS AMBIENTALES HISTORICOS EN UNA POBLACION
VULNERABLE
En cambio la inundación está vinculada con el aumento del caudal de los ríos y
su posterior desborde cuando producen lluvias mucho más frecuente que lo habitual,
también existen otros factores, además de las lluvias, que aumentan el riesgo de
inundaciones, como las formas y pendientes del relieve y las condiciones de absorción
del suelo.
En los párrafos que siguen se recurrirá a fuentes documentales, como las Actas
Capitulares (7) de Santiago del Estero, relatos de viajeros en los más variada
bibliografía de como estas variaciones climáticas y sus efectos impactaron en las
sociedades coloniales, en los primeros años de vida independiente, acercando además
estadísticas del presente. El área de estudio abarca la denominada diagonal fluvial
santiagueña recorrida por los ríos Dulce y Salado donde se forman (o formaban) esteros
y bañados.
Retornando las ideas del comienzo, el clima como fenómeno natural, sería el
responsable de la miseria y penuria de la población en los periodos de los meses cálidos
y húmedos. Desde esa óptica, la sequia o las inundaciones como fenómeno natural ha
sido usada como razón para esconder la condición real de vulnerabilidad de la
población, afectada periódicamente por estos fenómenos.
“Por esta (ciudad) de Santiago del Estero pasa un rio caudaloso; con las avenidas
acostumbra a regar una gran suma de tierra y a dos años que no las baña y así los
naturales como los españoles pasan una necesidad de mantenimiento y no tener remedio
de sacar acequias por haber ahondado el rio…”
Esta observación está fundada en un ciclo de sequia del que no están libres las
ciudades de Tucumán y Córdoba.
Un caso extremo fue la gran seca (sequía) sucedía en 1787 y 1789 que tuvo una
(gran) extensión superficial y provoco decesos a causa de la falta de alimentos. (12)
Según el Ing. Juan J. Burgos, la región en la que se ubica a Santiago del Estero,
se ha ido calentando desde, los siglos XVII y XVIII, constituye un periodo seco. En el
siglo XX, se ha caracterizado por ser acentuadamente seco, consecuencia de sequías
cada 8, 10 o 12 años.
Cuadro II: Cronologías de sequías en Santiago del Estero, siglos fines del siglo
XVIII, XIX y XX.
Las inundaciones
Siglo XVI
Siglo XVII
“Luego que llegue a esta ciudad, que fue por fines de agosto de 627, fueron las
inundaciones de su rio tan grande que a diez y siete del mes de febrero del año siguiente
se llevo una gran” parte de esta ciudad, rompiendo los reparos antiguos y uno moderno
que con acuerdo del cabildo y de mi orden se hizo (…) Entre las casas que se llevo
fueron las casas reales y el templo de Nuestra Señora de las Mercedes, que era el mejor
edificio y comento, con otras muchas casas de las mas principales de esta ciudad. Y
aunque la fuerza del agua fue tan grande y apresurada que no daba lugar a cosa alguna,
se procuro por mi parte acudir, de manera que fue Dios servido que no pareciese ni
padeciese lesión ninguna persona en tantas casas y maderamiento como caían y de todos
se escapo gran parte de las maderas y toda la hacienda y ajuares de casa, y estuvo a
punto de que sus prevendados destechasen en la iglesia catedral, a cuya instancia y
petición les fue por entonces permitido que se mudasen y recogiesen al hospital de esta
ciudad, donde recogieron el retablo que quitaron de su altar mayor.
Pidioseme luego a voz general de todos que tratase de mudar esta ciudad a un
sitio seguro del rio a donde pudiesen tener buena acequia, porque estas dos cosas lo
tenían pobres y consumidos (…) por la inconstancia del rio, mala calidad de su acequia
y terreno y porque habriendose de edificar treinta y cuatro casas de esta ciudad, que es
casi la mitad de ella y hacerse de nuevo (que tanto se han llevado las avenidas) siendo
de las mas principales y entre ellas el convento de las Mercedes, casas reales, iglesia
catedral, que es fuera mudarse… (15) El mencionado traslado a tres leguas nunca se
concretó.
Siglo XVIII
Las actas capitulares hacen referencia a la crecida del rio dulce en el año 1752, a
la creciente y rotura de la compuerta de la acequia en 1758, las excesivas lluvias de
marzo de 1764. (18)
(…) Los desbordes y cambios del curso del Salado se producían habitualmente
en la época estival coincidencia con las máximas precipitaciones, pero en este siglo se
produce una intensificación de los eventos extremos (alternancia de años secos y años
húmedos) (…) A esto se debe agregar que en los ciclos de caudal bajo se produce una
acumulación del material que arrastra el rio, “cegando el cauce” (obstruyendo el cauce).
Cuando el rio crece, en época de grandes precipitaciones, encuentra dificultades para
continuar su curso normal, abriendo entonces uno nuevo”. (20)
Siglo XIX y XX
Hasta 1940 el rio dulce pasaba por la ciudad creciente de hasta unos 3000
m3/seg. La construcción del embalse de Rio Hondo, redujo notablemente el caudal
hasta llegar a lo que es el rio en nuestros días. La poca influencia de aguas que corre, los
desvíos naturales o provocados, permitieron que la gente se instale en su lecho. Por ese
mismo lecho cuando el rio crece deja cientos de evacuados en toda la provincia.
Porque más allá de la ciudad capital, no existe una zona fija por donde pueda
pasar el rio, ni rebordes que puedan encauzarlo. Cuando hay crecientes, el curso del rio
se desborda y arrasa, sobre toda en la zona de bañados.
A principio del siglo XX, se tienen registro, de la creciente de 1910, que provoca
la caída de una parte del puente del ferrocarril central argentino. En 1916, se produce
una creciente que sin ser extraordinario llegan a avanzar el terraplén de cintura
construido en 1911. Otra creciente se produce en 1920-1921 (22). Pero en el año 1974,
Santiago del Estero sufrió la mayor inundación de los últimos cincuenta años, donde
fueron evacuados casi noventa mil personas y las pérdidas materiales fueron
millonarias.
Los terremotos
El Niño-La Niña
Uno de los fenómenos que más han llamado la atención respecto del cambio
climático global del pasado y en la actualidad, es la oscilación meridional de El Niño
(ENSO).
Lo que si podemos hacer es inferir lo que paso en otros lugares con lo que pudo
pasar en Santiago del Estero, estableciendo analogías como con la producción
agropecuaria de la actualidad. Existen estudios de los estragos que provoco El Niño en
diversas épocas de la historia preincaica del Perú desde hace 1300 años A.C., se sabe
que las excesivas precipitaciones cambiaron los patrones de subsistencia y
asentamiento, como lo hace también cuando ocurre los periodos de sequia (La Niña).
Creemos necesario, incorporar este título con que José L. Grosso (2008:64-70)
nos aporta valiosa información, cartografía e interpretaciones, que nos ayuda a
enriquecer el presente trabajo que nos ocupa. Lo cual nos permitirán complementar y
contrastar con los aportes históricos y la información de las fuentes.
Los cambios de cauce de los ríos Salado y Dulce han dejado sus marcas en toda
el área, atravesadas por hondonadas, lechos secos y arenosos, unos más recientes, otros
muy antiguos. Los caminos mesopotámicos están trazados sobre un palimpsesto de
antiguos cauces y caminos. En cualquier lugar, los lugareños establecen relaciones que
remiten a un pasado próximo, 25,50 años, y que suponen la ubicación de esa población
en un sitio diferente, y una red de caminos ya inexistentes y obstruidas. No hay rutas
fijas y estables con la que sea posible recorrer todas las historias pasadas; cada una de
esas historias supone la reconstrucción del mapa en lapsos de tiempo de 5,20 o 30 años.
Las localidades son tramadas en una nueva red tras cada inundación y según el curso
posterior que toman los ríos. La pendiente noroeste-sudeste de esta llanura de unos 200
km de ancho y unos 300 km de largo es muy suave. En ella han rodado siglo tras siglo
las aguas, sin obstáculos aleatoriamente.
El mismo año 1785, el Salado retoma ese anterior (Palomeque 1992) (ver mapa
nº IX). En 1807, el párroco de Matará, Don Juan Antonio Paz testimonia que años atrás
el pueblo de indios de Mopa se habría agregado al de Matará cuando el Salado se desvió
y los indios tomaron el rumbo que les pareció, y más tarde volvió a desviarse de Matará
hacia el este, con lo cual se dispersaron muchos indios y el pueblo se mudo al norte,
para reubicarse a sus orillas. También los indios del pueblo de Guañagasta se hallaban
dispersos por Paso Grande, Gramilla y Bracho, un poco más al sur debido a este desvió
del Salado. (Ver mapa nº X)
Estos son algunos de los cambios de curso, tal vez los más significativos en
términos macro-regionales, pero en verdad cada localidad tiene una historia de rio
propia, que la rodea fantasmalmente con sus brazos muertos. Nadie habla de tiempos
pasados sin marcar en primer lugar el mapa de los ríos. La “mesopotamia santiagueña”
parece más bien una piel surcada de arrugas, una página traumada por ríos ausentes,
trazo sobre trazo.
De 1950 en adelante, ambos ríos han comenzado a ser contenidos y derivado por
diques y canales. Sus caudales de agua, sobre todo el del Salado, se ha visto
disminuidos y estabilizados. Se hace difícil imaginar hoy la antigua potencia de las
crecientes; no obstante, el Dulce, en época de muchas lluvias, amenaza desbordarse, y
en los últimos años se encuentra en una nueva evolución, volcándose su mayor caudal
en un brazo que nace en Tacopozo, con orientación sudoeste: el Saladillo del
Rosario…” (Ver mapa nº XV)
V. CRISIS DE SUBSISTENCIA Y EPIDEMIAS
Dice Manuel M. Cervera: “Todos cuantos dan noticia del Plata, señalan estas
pestes continuas que disminuían a los indios, desde el P. Techo, quien da mayores
noticias, al P. Xarque, quien escribía en los comienzos del siglo XVIII y describe la
costumbre de los indios del chaco, poco envidiables, y los que Vivian de la guerra y el
pillaje; Fray Lizárraga, el P. Lozano y otros prosiguen diciendo: Señalemos el Lozano,
peste terrible de viruela en Santiago del Estero en 1577; y en 1587 de insolación
murieron cantidad de indios y muchos españoles, tras varios años seguidos de invasión
de langostas que provocaron hambre, muertes y huidas…” (Cervera, M. “Historia de
Chile población y curatos. Cap. 20).
En 1609 una peste no calificada estalla entre los indios de Córdoba y llega a
Santiago del Estero, tal como sucede reiteradamente en siglos inmediatos siguiente con
otras epidemias, algunas verdaderamente diezmantes como las de viruela para las
poblaciones indígenas, de cierta consideración seria esta para que, impotentes con todos
ante el flagelo, tuviera”… que huir de esta ciudad el P. provincial de los jesuitas a la
ciudad de San Miguel de Tucumán…”, según refiérase el P. Lozano. (27).
“El año pasado (1718) la peste viruela ha causado aquí (córdoba) atroces
estragos hasta 300 millas a la redonda y se ha llevado muchos miles de personas
(17.000 indios). Dicha calamidad la han traído a estas tierras los barcos ingleses desde
África con seiscientos negros (…) solo nuestro colegio ha perdido trescientos
veinticinco de esos esclavos negros tanto en la ciudad como en el campo, en nuestras
haciendas, de modo que los campos y tierras de labor estén yermos porque nadie los
cultiva…” (28).
Siglo XX
Análisis demográfico
Para la región del Tucumán, mas allá de las polémicas sobre las poblaciones
estimadas, no hay una idea exacta del costo demográfico de la conquista. Las fugas,
migraciones y el mismo ocultamiento de indios las vuelven inseguros, de todos modos
las cifras que denuncia el siguiente cuadro, es que la despoblación indígena constituía
un fenómeno real.
Ciudades-
Años
En las cuatro primeras ciudades fundadas hasta 1582 se nota una disminución
del 20% entre 1582 y 1596; en los once años siguientes el porcentaje aumenta al 43%.
En las cuatro ciudades fundadas posteriormente, la caída entre 1596 y 1607 es de un 70.
35
En 1551, cuando Villagra baja del Perú y pasa por Tucumán y Cuyo, lleva
consigo a Chile 500 o 600 indios encollerados y cargados y se le hace responsable de la
muerte de buena parte de ellos. Su enemigo Núñez del Prado no le va en zaga, según un
testigo de la época “a la salida de Tucumán el dicho Juan Núñez del Prado mando ir a
ranchear los pueblos de los indios que servían para tener gente para llevar las cargas, e
se trujo mucho gente en prisiones e los repartieron para llevar dichos cargas y este
testigo les vio llevar e cadenas hasta el dicho asiento del Calchaquí, y en el dicho
asiento de Tucumán, antes que se levantasen, vinieron algunos caciques con ovejas a
rescatar alguna gente suya, y algunos los rescataban y otros no se las querían dar…”
(36). Hacia el final de la conquista, Ramírez de Velazco lleva 600 “amigos de la tierra”
cuando entra a pacificar la zona cordillerana (1588) y una cantidad similar conduce
Argañaraz cuando fundó Jujuy.
El tributo como única carga del indio comenzó a aplicarse en otras zonas
americanas a partir de la segunda mitad del siglo XVI, en el Tucumán y el Litoral fue
demorado hasta 1612.
También a valorizar esas huellas que impactaron en ese pasado para entender
más el presente, pero no solo de los aspectos materiales, constructivos de una ciudad,
sino a través de las invocaciones, cultos y sobre todo los comportamientos.
Con respecto a esto último los impactos y reacciones ante la esquías, nos llamó
más la atención, los efectos que provocaban en las comunidades, estando en situaciones
muy vulnerables, como en la búsqueda de determinado tipo de acciones emprendedoras
para aminorar sus efectos: las sequias impactaban de diferentes maneras según la
posición de los agentes mismos dentro de la estructura social. Las diversas
consecuencias se podrían manifestar en la paralización de la producción agrícola, tanto
de aquellas destinadas a la exportación, como a las que atendía las necesidades internas,
o en la disminución de la ganadería a causa de perderse los pastizales requeridos para
los rebaños.
Por último coincidimos con Grosso, José L. (2008:71), cuando afirma que la
historia de las migraciones santiagueñas, como se ve, no comienza en el siglo XX,
fundamentalmente a esta agencia natural de los ríos. Un poder expulsor ambiental,
agudizado en cada época por un factor sociopolítico.
¿Qué haremos esta vez los santiagueños?, ¿se buscarán las soluciones definitivas
a los problemas descriptivos, nos iremos a otros lugares, o buscaremos más santos?
Citas Bibliográficas