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Secretaría del Trabajo y Previsión So-

cial. Subsecretaría "B". Unidad Coor-


dinadora de Políticas, Estudios y Esta-
dísticas del Trabajo.
Secretaría del Trabajo y Previsión Social

Lic. Arsenio Farell Cubillas A


Secretario L ,no.e6 c19NO

Lic. Manuel Gomezperalta Damir6n


~o/V/l /1':;', Presentación
Subsecretario eA»

Lic. Emilio Lozoya T halmann


Subsecretario eB»
La reedición de este volumen en la colección Cuadernos
Lic. Jorge Bastarracbea Sabido Obreros, del acervo histórico de la Secretaría del Trabajo y
Oficial Mayor Previsión Social, busca divulgar, en la forma más amplia
posible, testimonios sobre diversos aspectos del movimiento
Lic. Carlos Pérez García
Coordinador General de Políticas,
obrero mexicano, en cumplimiento de la fracción XI del
Estudios y Estadísticas del Trabajo artículo noveno del Reglamento Interior de la STPS, que
confiere esta facultad a la Unidad Coordinadora de Polí-
© Secretaría del Trabajo y Previsión Social ticas, Estudios y Estadísticas del Trabajo (UCPEET) de la
Subsecretaría «B» Subsecretaría «B».
Unidad Coordinadora de Políticas, En esta colección, la UCPEET considera pertinente ofre-
Estudios y Estadísticas del Trabajo. cer al lector los títulos temáticamente más significativos
para la conmemoración del centenario del Primero de Mayo.
Portada: ~ortesía de Myriam Cerda
Igualmente, se pretende sirva como instrumento de apoyo
Primera Edición: 1940 para los cursos de formación sindical y cooperativa, que
Segunda Edición: CEHSMO, 1977 imparte dicha unidad, y a los procesos de capacitación y
Tercera Edición: UCPEET/STPS, 1986. actualización de los trabajadores, con objeto de que se difun-
da entre ellos el conocimie.nto de nuestra literatura obrera.
ISBN 968·813·253·5

Impreso y hecho en México

Printed and made in ~exico

Las opiniones expresadas son de la responsabilidad


exclusiva de sus autores y ,no 'representan
necesariamente las de la STPS.
La tragedia del 7 de enero

La inquietud de los trabajadores se desborda en una explo-


sión de donde se deriva el sacrificio de muchas vidas.
La religión, la política y las cuestiones económicas se
confunden a principio de la lucha, hasta que las activida-
des se encauzan hacia un sendero de lucha social definida.

JOSÉ ORTIZ PETRICIOLI

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Biblia e a u anuel Oro~co y Berra"
Presentación
a la segunda edición

José Ortiz Petricioli nació el año de 1898 en San José Aca-


tenco, estado de Puebla. Muy joven, en el año de 1914, ini-
ció su carrera periodística en El Pueblo y poco después, en
1915, participó activamente en el movimiento revolucio-
nario con el grado de subteniente en el Batallón "Pablo
González", de la División Oriente.
Ya iniciado en las lides periodísticas, colaboró en 1919 en
El Monitor Republicano, fundado con el objeto de apoyar
la candidatura del general Alvaro Obregón a la presidencia
de la República. El mismo año ingresó en el Grupo Cultu-
ral de la Casa del Obrero Mundial, filial de la Confedera-
ción Regional Obrera Mexicana.
Junto con Juan Rico, fundó en 1921 el periódico La Lu-
cha y a principios de 1922, con Felipe Carrillo Puerto, La
Tierra, en Yucatán. Continuó activamente su carrera perio-
dística y asumió la dirección de El Sol, en 1925.
En el lapso que media de 1926 a 1930, presidió la Co-
misión Local Agraria en el Estado de México, sin que por
ello dejara de ejercer el periodismo colaborando con N ove-
dades.
NOTA: En la edición de 1977, salvo mínimos cambios, se han conservado Durante doce años tuvo a su cargo la redacción del sema-
el contenido y la redacción originales. nario Germinal, de Puebla, órgano oficial de la Confedera-

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ción de Sindicatos Obreros y Campesinos de dicho estado,
sin que ello afectara su colaboración con los diarios Excélsior
y El Universal.
Sus inquietudes, lo llevaron a fundar periódicos tales
como 12 de Mayo y Atlas, órgano este último de la Agru-
pación de Trabajadores Latinoamericanos Sindicalistas.
1
Independientemente de sus actividades habituales, escri-
bió varios libros de versos y entre 1925 y 1965, trabajó en Preámbulo
la preparación de las Memorias del Comité Central de la
CROMo
Fue miembro fundador del Comité Técnico y de Distri-
bución de Fondos de este centro. Escribir sobre los acontecrrruentos registrados el día 7 de
Después de una vida fecunda y activa, falleció el 19 de enero de 1907 resulta un poco difícil, dado que todas las
febrero de 1975. versiones narradas en relación con esta jornada determi-
nante del movimiento obrero organizado en nuestro país
han sido inexactas en su mayor parte, pues en unas ha cam-
peado la ignorancia sobre los acontecimientos y en otras
una pasión que obligó a los narradores a faltar a la verdad
en varios detalles. Por otra parte, la dificultad estriba en que
los pocos supervivientes que quedan de esta jornada no se
habían puesto de acuerdo sobre fechas y sucedidos cronoló-
gicamente; de ahí una disparidad de narraciones que ocultan,
tal vez sin un fin premeditado, el punto de vista exacto
sobre los orígenes de lo que a través del tiempo ha que-
dado consagrado como un gesto glorioso de la clase traba-
jadora.
En nuestra calidad de periodistas al servicio de la causa
que defiende la CROM, hemos querido hacer un breve
estudio de las condiciones en que se encontraba el proleta-
riado de la región de Orizaba, el trabajador textil, sin preten-
der dar una versión matemáticamente exacta de los aconte-
cimientos. No creemos haber hecho, en el trabajo que

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r------------- --- -

presentamos a la consideración de los que gusten de estudiar La inquietud no encuentra cauce


estos asuntos, una obra milimétricamente histórica, porque
como ya decimos, hay innumerables dificultades con las De las informaciones recogidas se puede llegar a las siguien-
que se tropieza desde el momento en que se desee hacer una tes conclusiones: el problema, fincado en inquietudes de
detallada relación de la tragedia. carácter económico, se ramificó, por el año de 1906, abar-
A fuer de periodistas sin apasionamientos, seguimos un cando la cuestión religiosa y la política, esencialmente, aun
camino distinto al que siguieron todos los que han hablado cuando no eran esas cuestiones las adecuadas para resolver
de este asunto. Hicimos dos entrevistas personales a testigos tales desasosiegos.
oculares de los acontecimientos, pero más tarde reunimos El desbordamiento de las ambiciones de las compañías
en un salón del Sindicato de Obreros y Artesanos Progresis- explotadoras de la industria textil en todo el país y, en par-
tas de Santa Rosa, a los que consideramos nos dieran luces ticular, en la región de Orizaba, llegó a tal extremo, que
más claras sobre lo que nosotros pretendíamos, a efecto de los obreros se sintieron molestos en grado superlativo,
lograr, con la discusión, unificar el criterio y llegar, hasta pues los pagos jornales eran completamente exiguos y las
donde la memoria de nuestros compañeros lo permite, a responsabilidades reintegrables en dinero fueron muchas. Un
fechas exactas. Hubo, como es natural, dentro de la discu- tejedor, con dos telares, trabajando de seis de la mañana a
sión algunas contradicciones, pero éstas quedaron aclaradas nueve de la noche, exceptuando treinta minutos al mediodía
tan pronto como pusimos atención en ellas. para tomar los alimentos, ganaba solamente siete pesos a la
Uno de los narradores no pudo precisarnos una fecha, semana como máximo. Por otra parte, cada uno de los des-
pero en el transcurso de la conversación la dijo, repentina- perfectos que sufrían los telares, desperfectos consistentes
mente, casi maquinalmente. Y esa fecha nos era muy im- en roturas de piezas, etc., etc., eran por cuenta del obrero
portante para llenar una laguna que teníamos en nuestra encargado de la máquina. De manera que si desgraciada-
información que le hemos dado el aspecto más o menos mente se rompía una "catarina", la empresa cargaba al tra-
cronológico. Así pues, creemos que la exposición que demos bajador la cantidad de cinco pesos, y ganando el obrero siete
en este artículo, por proceder de las fuentes donde la toma- a la semana, resultaba que el sábado salía de su trabajo sólo
mos, tiene grandes visos de veracidad, aun cuando debe con dos pesos de raya. .
tener algunos errores dado el tiempo transcurrido desde esa La jornada era inhumana, pues independientemente de
fecha y dado, también, que gran parte de los entrevista- las horas de costumbre, especialmente los sábados, se tra-
dos no estuvieron en cada uno de los actos desarrollados y, bajaban horas extraordinarias de manera obligatoria hasta
por tanto, es necesario hacer concordar los datos obtenidos las once de la noche, hora en que eran pagados los jornales.
.entre todos siguiendo el plan que trazamos con antelación. Las empresas tenían muchas otras disposiciones que estudia-
remos cuando llegue el momento de dar a conocer el instante
en que el problema fue enfilado hacia su verdadera resolu-

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ción desde el punto de vista económico, y que provocaron me~os.agrupados, la esperanza de redimirse de las garras
entre los trabajadores un sensible malestar obligándolos a capiralistas, aun cuando la organización sindical de resisten-
buscar la forma de remediado. cia n~ h~biera sido planteada con toda claridad por falta de
Como punto fundamental para el estudio y planeamien- conocumentos sobre la materia.
to de las ansiedades y zozobras producidas por la situación ~a n~cesi?ad de defensa contra la explotación de que eran
de esclavitud en que vivían, los trabajadores pensaron que objeto indujo a los trabajadores a buscar lo que ya dijimos,
solamente unidos en un grupo podrían hallar la reforma de y ello se debió a que mientras Rumbia predicaba y aconse-
sus medios de existencia. De manera pues, que de las nece- jaba la rebelión, los sacerdotes de otras iglesias recomenda-
sidades de combatir a un enemigo común, en este caso, como ban la sumisión completa tanto al poder capitalista como al
siempre, a las compañías propietarias de las fábricas en la gobierno.
región, nació la idea de agruparse en forma de resistencia,
unificando el criterio de todos los obreros hacia una exacta
comprensión de sus problemas.
Biblioteca "
Pero la falta de orientación hacia la forma de lograr la
unificación hizo que los primeros organizadores se agrupa-
ran en torno de un centro religioso (protestante, evangelis-
ta), dirigido entonces por José Rumbia, en su calidad de
pastor. En este lugar fue donde los trabajadores pensaron
en organizarse a efecto de estudiar y remediar sus inquie-
tudes y bajo las prédicas del pastor a que nos hemos refe-
rido, se logró que un buen número de obreros de la fábrica
de Río Blanco se congregara para formar el núcleo que, en
el mes de abril de 1906, tomó el nombre de Gran Círculo
de Obreros Libres, del cual fue presidente Manuel Avila.
Hasta aquí, aun cuando hayan existido otras causas, hasta
el momento desconocidas, el motivo principal, la base fun-
damental para buscar el apoyo entre sí, fue determinado por
una situación difícil de carácter económico. La mira de los
trabajadores se tendió hacia la resolución de los problemas
de esta índole, pero se acercaron al centro religioso de José
Rumbia porque en ese lugar encontraron una doctrina de
menos sumisión, y el propio pastor hizo concebir a los pri-

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La cuestión política

Quizá los trabajadores ya sentían un odio muy acendrado


en contra del gobierno del general Díaz, porque algunos
movimientos esporádicos, en diversos lugares del país, fue-
ron ahogados en su cuna. A mayor abundamiento, y como
para formar alrededor de las empresas propietarias de las
fábricas una muralla de defensa, los patrones hicieron correr
las versiones de que el general Porfirio Díaz, Presidente
de la República en aquel tiempo, tenía invertidos grandes
intereses personales en las compañías explotadoras, y que
debido a ello, nadie podía elevar protestas de ninguna clase,
sin caer en el desagrado del gobierno que castigaba tales
gestos con la deportación al famoso Valle Nacional, a Quin-
tana Roa, o a luchar contra los mayas irreductibles.
Dada la inquietud, basada en la desproporcionada repar-
tición de la riqueza y del producto de ella, no encontrando
un cauce lógico a su remedio, y por falta de conocimientos,
pues en esa época la instrucción impartida por el gobierno
era sumamente raquítica sin contar con la presión hecha
por algunos sacerdotes de acuerdo con los capitalistas, se
vio precisada como decimos antes, a refugiarse en una doc-
trina menos conservadora. Además, como el movimiento

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iniciado por Ricardo Flores Magón estaba desenvolviéndose
rápidamente, los propios trabajadores de la región de Oriza- que profesaba. En el mismo caso se hallaron todos los hom
ba, viendo en él una esperanza de liberación económica, se bres que no estaban de acuerdo con la religI·ó -
éPOC . b ., d n que en esa
le adhirieron ya en calidad de Gran Círculo de Obreros a prrva ~, vien ose forzados a hacer juntas secretas para
propagar sus Ideas.
Libres, secundando el movimiento enderezado, propiamente,
contra el régimen dictatorial del general Díaz.
El aspecto político de la lucha entablada por el grupo
encabezado por Flores Magón es ampliamente conocido. Sin
embargo, de las pláticas que tuve con algunos de los que Biblie cea H ~ Cin el D;o:;;o y Borra"
formaron la Mesa Directiva del Gran Círculo de Obreros
Libres, fundado en Río Blanco en abril de 1906, se despren-
de que la táctica empleada por el grupo revolucionario era
la de agitar a los trabajadores, basándose en el desasosiego de
que hemos hablado, llevándolos a huelgas parciales en dis-
tintos lugares del país, a fin de llegar, en caso necesario, a
un movimiento de carácter general y dar al traste con el
régimen porfirista.
El ofrecimiento de un cambio de régimen tendría forzosa-
mente que lograr adeptos entre los explotados, pues ya se
dijo que los empresarios en defensa de sus intereses, argu-
yeron en voz baja, desplegándolo como rumor, que el presi-
dente de la República era accionista muy importante en las
compañías. Así pues, la esperanza abrió nuevos horizontes
a los trabajadores y se decidieron a luchar de manera deci-
dida en favor de su propia causa. El grupo de Flores Magón
involucró, probablemente siguiendo una táctica marxista,
dentro del carácter político, el económico, y los trabajadores
aprovecharon el religioso, en el caso de Río Blanco, para
procurar su engrandecimiento. Creemos que la actitud de
José Rumbia al prohijar en su centro religioso a los trabaja-
dores, obedeció al deseo de hacer prosélitos para la doctrina

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III
La formación del Gran Círculo
de O breros Libres

Como una demostración de lo que estamos diciendo, y según


datos que nos proporcionó e! compañero Pablo Gallardo,
unido con Lucrecia Toriz en e! mes de abril de 1906 (no
podemos precisar la fecha porque la olvidó nuestro infor-
mante) , quedó integrado, en la casa de Andrés Mota, mismo
lugar donde el señor José Rumbia daba sus conferencias, e!
Gran Círculo de Obreros Libres, cuyo presidente fue el señor
Manue! Ávila y vicepresidente José Neira.
Como ya hemos dicho el grupo de trabajadores de Río
Blanco buscaba la unificación para modificar su estado de
vida, procurando un mejoramiento de carácter colectivo y
e! señor José Rumbia, en la casa citada, reunía a un núcleo
bastante crecido: eran cerca de doscientos trabajadores, para
darles clases de civismo dentro de un tono revolucionario
y obrerista.
Estas enseñanzas, aunque rudimentarias, hicieron que se
determinara la formación de! Gran Círculo de Obreros Libres
cuyos funcionarios principales ya dejamos anotados. El Círcu-
lo de Obreros Libres se habría de enfrentar desde luego, por
lo que se refiere a la cuestión política, con e! gobierno del

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Biblioteca" ~n~;l:.
~:~Qy Berra'~
dara, había presentado su renuncia al Círculo. El estado de
general Díaz, y por otra parte con el mejor~,miento ?e .los
ánimo de Avila seguramente estaba en condiciones desas-
trabajadores, tomando como base la cuestión economica,
trosas debido a asuntos personales, pues antes de suicidarse
sin contar con la condición en que se encontraban de ver- dio muerte a su novia.
daderos esclavos, pues los principales maestros de las fá~
bricas eran extranjeros y trataban a los mexicanos como SI La presencia de Avila como dirigente del Gran Círculo
de Obreros Libres debe haber durado cuando más veinte
fueran bestias de carga.
días, pues nuestro informante no recuerda exactamente las
A los pocos días de haber resultado electo presidente ~el
fechas a que estamos haciendo mención.
Gran Círculo de Obreros Libres el señor Manuel Avda,
surgió una desorientación porque este que fue designado Tan pronto como se supo la desaparición de Manuel Avila
presidente no se decidió a marchar contra el régime.n.~e asumió la presidencia José Neira, y en honor de la verdad
gobierno, y en virtud de decepciones personales, se sUl~ldo. toda . l~, preparació? revolucionaria y toda la fuerza que
Inmediatamente después se volvió a reunir el grupo inte- adquirió el grupo mregranre del Gran Círculo de Obreros
grante del Círculo de Obreros Libres y eligió ya en form~ Libres, se debió a la tenacidad incansable de este luchador
completa su Mesa Directiva, resultando integrada en la SI- que acaba de fallecer, y a quien no pudimos entrevistar
guiente forma: vicepresidente en funciones de pr~sidente, como lo deseábamos, debido a su enfermedad. Todavía abri-
José Neira; secretario, Porfirio ~eneses; pros~cretano, Juan gamos la esperanza de que su esposa nos permita copiar
A. Olivares; tesorero, Juan c. LIra; vocal pnmero, Genaro .algunos de los documentos que tiene y en ese caso los dare-
Guerrero, y vocal segundo, Pablo Gallardo. mos a conocer oportunamente.
Una vez fundado el Círculo, en la casa de Andrés Mota, En la asamblea en que Neira asumió la presidencia por
en Río Blanco, y bajo la dirección, se puede decir espiri- acuerdo de los allí congregados, se acordó la fundación del
tual de José Rumbia, los compañeros empezaron a celebrar periódico Revolución Social y el personal directivo quedó
juntas con toda regularidad y a esu:diar detenid~mente la integrado en la siguiente forma: director, José Neira; admi-
forma de resolver sus problemas, asi como a forjar los es- nistrador, Porfirio Meneses y agente de ventas, Juan A.
tatutos que deberían regir al propio Círculo. Desgraciada- Olivares. Este periódico semanario, sólo pudo lanzar al pú-
mente no pudimos encontrar un ejemplar de éstos, porque blico tres números y otros tantos fueron repartidos de ma-
al parecer no se editaron. nera secreta. José Rurnbia intervino directamente en la
confección de este vocero que la opresión suprimió de ma-
nera drástica.
El suicidio de Manuel Ávila El Círculo siguió funcionando con toda normalidad en la
casa del propio Andrés Mota, hasta que surgió el incidente
El señor Manuel Avila, electo presidente, fue declarado ?~- de que damos cuenta en seguida.
sertor del grupo porque el domingo antes de que se SUlCl-
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Cláusulas del reglamento
en los Estatutos, y los demás funcionarios los elegía la
asamblea de la sucursal formada.
Entre las cláusulas del reglamento interior del Gran Círculo
de Obreros Libres existía una que decía más o menos lo
siguiente: "El miembro del Círculo que expresare su dis- Las autoridades municipales
gusto con palabras agrias será destituido". Se presentó un
incidente y el señor Andrés Mota, propietario de la casa Para po~~r dar u~a idea general de la situación política y
donde se fundó el Círculo se expresó en la forma castigada de opresion que. remaba en toda la región fabril de Orizaba,
por los Estatutos y en esa situación fue necesario buscar y antes de seguir adelante en la narración de estos aconte-
nueva casa y ésta fue encontrada en Nogales, patio de El círnientos, es necesario hacer constar que los funcionarios
Fénix, lugar donde vivía Juan Pérez Loredo miembro del municipales eran altos empleados de las fábricas; por ejem-
Círculo. Este local está ocupado actualmente por la Organi- plo, en Río Blanco el presidente municipal era Adolfo B.
zación Obrera de Nogales. De manera, pues, que el cambio Peirot, que era al mismo tiempo tenedor de libros de la
de domicilio se debió, además de las intemperancias de fábrica de ese lugar; en las mismas condiciones se encontra-
Andrés Mota; a la vigilancia y persecución de parte de las ban ~~s autorida~:s de Nogal~s y de Santa Rosa, pues la
autoridades locales. ~lecclOn democrática no era sino un engaño al pueblo y
Jamás resultaba electo el funcionario que los habitantes de-
Las labores que cada uno de los miembros del comité,
cidían designar.
pudiéramos llamarle así, o directiva, se designaron, quedan-
Por otra parte, esas autoridades estaban sometidas de ma-
do perfectamente delineadas, de manera que el presidente
nera dir~cta al jefe político del distrito de Orizaba, que en
inició desde luego el establecírniento de sucursales del Gran
aquella epoca era Carlos Herrera, sustituido más tarde, des-
Círculo en los distintos lugares cercanos a Río Blanco.
pués de los trágicos acontecírnientos del 7 de enero de 1907,
Siguiendo la línea de conducta marcada en este sentido, el por el coronel Francisco Ruiz.
domingo 10 de junio de 1906 quedó constituida en Santa
. Como dato complementario cabe recordar que el admi-
Rosa, hoy Ciudad Mendoza, la primera sucursal con los
nistrador de la fábrica de Río Blanco, lugar donde se ini-
siguientes funcionarios: presidente, Manuel Olivera; vice-
ció l~ trágica jornada del 7 de enero, se llamaba Jorge
presidente, Samuel A. Ramírez; secretario, José Munguía; Harkington.
tesorero, Antonio Raya y vocales Juan Vázquez y Gabriel
Reza. Esta sucursal tuvo en su seno desde su fundación, más
de cien socios.
Cabe anotar que en todos los casos, el presidente de las
sucursales era designado por José Neira; así estaba previsto

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Biblioteca u Manuel C~~:~Qy Borra "
IV
El pacto

Tan pronto como fue organizado el Gran Círculo de Obre-


ros Libres, sin que hayamos logrado saber la conexión a
pesar de nuestra insistencia en encontrada, se establecieron
relaciones directas con el Comité presidido por Ricardo
Flores Magón, y se llevó a cabo la firma de un pacto cuyo
articulado es el siguiente:

l. Se constituye el Gran Círculo de Obreros Libres con el per-


sonal que suscribe, estas resoluciones. La Mesa Directiva man-
tendrá relaciones secretas con la Junta Revolucionaria que reside
en Sto Louis Mo., E.u.A., de la cual es presidente Ricardo Flores
Magón; vicepresidente, José Sarabia; secretario, Antonio l. Vi-
llarreal; tesorero, Enrique Flores Magón; primer vocal, profesor
Librado Rivera; segundo vocal, Manuel Sarabia; tercer vocal,
Ladislao Bustamante.
Trabajará tal organización por los obreros del país, y, con los
elementos que los correligionarios le proporcionen; luchará por
todos los medios contra los oprobios del capitalismo y la dicta-
dura de Porfirio Diaz.
Il. Los trabajadores que estén de acuerdo con estas resolucio-
nes y anhelos de bienestar y la libertad de la patria, constituirán
en las poblaciones donde residan sucursales dependientes de
esta matriz.

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llegaron de la Junta Revolucionaria a que estamos aludien-
III Las sucursales o ciudadanos que se conter:ten con las pre-
. l' 1 comunicarán a esta matf1Z; esas sucursales do, y las relaciones fueron las que dieron al Círculo de
sentes reso UC10nes o la' ist« a Obreros Libres, la tendencia política en contra del régimen
o ciudadanos enviarán mensualme~te a. matrtZ para que e,
su vez la envíe a la Junta Revolucwnaf1a de que habla la. Clau~u: de Po~firio I?iaz,. tomando como base la caida de éste, para
la 1 según los recursos de cada uno. ~o. que ~e1e s~l ~nveí:"¡~ remediar la inquietud en que estaban debatiéndose los tra-
en los gastos qtJe requiera el cumpl1lfl'!'1ent~ e a ausu
bajadores.
por parte de la aludida Junta Revoluctonana.
Independientemente de que el gobierno tendría que con-
IV lA Junta, aparte de sus trabajos propios, 'p~ocura~á ~l ~o:
siderar como subversiva toda labor que se desarrollara desde
;nto de ptJblicaciones oposicionistas en MeXt-co, dHtrtb1!wa
fondos entre los líderes liberales, sostendrá a los que laf d1c~a- el punto de vista económico, el movimiento iniciado por los
dtlra encarcele y despoje, y si se dan cas.os de que tm unCl0- trabajadores tuvo la agravante, para el grupo que estaba en
nario pierda su posición por haber cumpltdo con su deber, tam- e~ pode~, de haber tratado de echar por tierra el régimen
bién lo ayudará. dictatorial, atacando multitud de intereses de los funciona-
V. La Mesa Directiva guardará absoluto secreto sobre los nom- rios que formaban parte de este régimen.
bres de los adeptos que firmen este pr~grama .secreto. No comu- Es por ello que las autoridades civiles y militares tendrían
nicará entre sí a las distintas agrupaCIones smo al conv,enct':e
de que son verdaderamente fieles a la ca1!sa. Pero S1 a gu~ que tomar una decisiva participación, hasta hacer desapare-
miembro no desea en ningún caso ser comumcado con los demás cer lo poco que quedaba del Gran Círculo de Obreros Libres
se servirá declarado y la Mesa respetará su voluntad. después de culminar con la tragedia del 7 de enero de 1907-
Río Blanco, 16 de junio de 1906.
No se llegó a la inattguración del nueuo local
Este documento lo tomamos del libro denominado r:a Una vez conseguido el nuevo local donde deberían radicar
Huelga de Río Blanco, firmado por los hermanos German
las. oficinas del Gran Círculo, dicho lugar elegido estaba
y Armando List Arzubide, y como nuestro lector p~ede ver
ubicado en el patio de El Fénix, en Nogales, donde se acor-
tiene fecha 16 de junio de 1906, y creemos q~e eXIste:una
dó fuera celebrada una sesión solemne para inaugurado, y
equivocación en cuanto a aquélla, porque segun los 1ll.fo~-
al efecto, José Neira citó a reuni-ón a las 10 de la mañana
mes que nosotros recabamos, el. 16 de juni? ya no existia
del jueves 14 de junio, dia festivo (¿Corpus?). Con este
integrado totalmente el grupo dIrect~r de~ ,Cuculo de Obre-
motivo un numeroso grupo de trabajadores se dedicó a ador-
ros Libres como lo narramos a connnuaoon-
nar el salón, poner asientos, a levantar un estrado con la
Efectiv;mente, según nos platicaron algu.nos de los su-
pervivientes de esta jornada, el pacto fue fIrma,do por los intención de presentado en las mejores condiciones, pero
principales elementos pero en fecha muy. an~enor, Y estu- el tiempo pasaba y José Neira no llegaba al lugar de la
vieron recibiendo correspondencia y pubhcaclOnes que les reunión. Pocos momentos antes de las 10 de la mañana

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se recibió un recado del propio Neira, manifestando que Meneses, además de éste, Neira, Olivares, Guerrero y el que
debería suspenderse definitivamente la sesión inaugural por-
kabla, y al darse cuenta de que los seguían los rurales y la po-
i1cí~, el grupo se disp~só y sólo entraron a la casa de Morales,
que, según se sabe, tuvo amenazas de parte de las autorida- Neir«, Meneses y Olivares.
des para que tal acto no se celebrara.
Guerr~ro y yo -sigue diciendo Gallardo-, nos quedamos fuera
Los trabajadores ya reunidos en el Gran Círculo habían y tuv~mos que hacer el papel de distraídos cortando ramas de
tenido necesidad de enfrentarse con las amenazas de parte los árboles y florecillas,. con el objeto de q~e la policía no nos
de las autoridades locales; en algunos casos, el jefe políti- molestara, pero no pudtmos entrar, por más que lo intentamos
co de Orizaba había llamado a diversos miembros de la a la casa de Morales, porque hubiéramos despertado sospechas ;
tal vez hubieran aprehendido a los que adentro estaban. Entre-
directiva tratando de convencerlos para abandonar la empre- tanto las horas pasaron y por la noche, según informes que
sa y denunciar a sus compañeros, Pero los directores siguie- tengo, como a las dos de la mañana, Neira fue sacado junto con
ron firmes en su actitud rebelde. los otros dos compañeros escondidos con rumbo a Maltrata de
El compañero Pablo Gallardo nos hizo una relación más don!-e pertiero» a la ciudad de México y después a los Est~dos
Unidos a reumrse con la Junta Revolucionaria de los hermanos
o menos detallada a partir de este momento, y nos dijo lo Flores Magón.
siguiente:

Todo el grupo, que en su mayor parte se componía de obreros El solar de José Morales estaba ubicado en el lugar de-
de la fábrica de Río Blanco estaba reunido en Nogales, ador- nominado entonces Motzorongo. De esta manera el día 15
nando el salón y haciendo los preparativos para que el acto de de junio de 1906 por la Persecución tan encarnizada de
la inattguración fuera en verdad solemne, pero como a las nueve parte de las autoridades, quedó desintegrado el Gran Círculo
y media recibimos un recado de Neira por medio del cual nos
de Obreros Libres que tan fugaz vida tuviera y que sin
decía que saliéramos todos del salón, porque se suspendía la
asamblea en virtud de alguna contrariedad suscitada con las auto- e~bargo, podemos considerar como la piedra básica, el ci-
ridades de Orizaba a donde había sido llamado. Al principio nos miento sobre el cual se levantó días más tarde el gesto
resistimos y contestamos a Neir« que la asamblea debería ejec- heroico de los trabajadores que culminó con la tragedia del
tuarse a pesar de todo, pero al final acordamos trasladamos a 7 de enero de 1907.
Río Blanco y salimos en grupos nutridos hacia la población cero
cana. Nosotros no nos dimos cuenta sino hasta el salir, de que en
la plazuela de frente al local, ocupado hoy por el jardín de
Nogales, entonces era el paradero de coches de Orizaba deno-
minado El Urbano, estaban los rurales en actitud hostil, disol-
viendo a los grupos que salían de las oficinas. Seguimos hasta
Río Blanco, los miembros de la Mesa Directiva, y en la casa de
Porjirio Meneses encontramos a Neira, y allí acordamos que los
directivos únicamente, se reunieran en el solar de José Morales
más arriba del Puente de los Patos, dentro de la jurisdicción
de Nogales. Después de este acuerdo, salieron de la casa de

28 29
v
Lucrecia T oriz

La señora Lucrecia Toriz fue esposa del compañero Pablo


Gallardo, y éste nos narró la vida que con ella llevaba y
no pudo ser más calamitosa, dado el carácter de aquélla.
Pero más vale que dejemos la palabra al propio interesado,
porque nadie como él puede decirnos el criterio íntimo
formado con motivo de actos privados en los cuales se refle-
ja la verdadera ideología de esta mujer.
Antes de seguir adelante, es necesario hacer la aclaración
de que si vamos a ocupar unas cuantas líneas con la perso-
nalidad de esta señora es: primero, porque no fue una de
las precursoras del movimiento obrero, y segundo, porque
queremos destruir ese error ya que no sólo ho ayudó a los
rebeldes de aquella época sino que sirvió de instrumento a
los funcionarios del gobierno para encarcelar y expulsar
de la región a algunos de los más entusiastas luchadores de
la causa del pueblo.
Pablo Gallardo nos dijo:

Cuando yo fui electo miembro de la Mesa Directiva del Círculo


de Obreros Libres, tuve como primer opositor al desempeño de
mi comisión a Lucrecia. Constantemente me reprochaba el hecho
de que yo perteneciera a ese grupo y de noche, en mis horas

31
Biblioteca "t4anuel OrazcO y Berra~ .
desocupadas -trabajaba de día-, tenía que hacer los traba10s bajadores, porque a pesar de pertenecer a ellos, no supo
de estadística y los recibos correspondientes, porque nos habíamos
entender su posición ni dar a sus hijos esa firmeza de criterio
fijado la cuota de $0.25 por matrícula o inscripción y $0.15
semanarios de cuota ordinaria para el sostenimiento de los gastos que el padre sustentó.
que tuviera el Gran Círculo de Obreros Libres. Entonces usá- y aun a trueque de romper el orden cronológico que
bamos todavía luz de petróleo y yo me ponía a trabajar en la más o menos hemos llavado en nuestra narración, es nece-
documentación a que me refiero, después de que Lucrecia ter- sario brincar el periodo comprendido de junio de 1906 a 7
minaba sus labores en la cocina o en el lavadero. Pero siempre
de enero de 1907 para explicar la participación que ella
provocaba 1m disgusto el hecho de que yo siguiera con la luz
encendida hasta la media noche, dado que ella buscaba siempre tuvo personalmente en la tragedia, de donde han partido
la manera de conoencerme de que no tenía yo razón para actuar las falsas versiones que se le atribuyen en el sentido de ser
dentro del Círculo. Llegaron las cosas al extremo que ella llegó la precursora de las libertades y conquistas que hoy tienen
a amenazarme diciéndome que si no me separaba del grupo de los trabajadores.
"bandidos", me denunciaría ante las autoridades. Como no me
separé porque mi ideología era firme, ella me denunció como El día 7 de enero de 1907, los trabajadores de Río Bla ..'1Co
vocal del Círculo y después de la persecución tan terrible, que incendiaron la tienda de raya de Victor Garcin (de esto
culminó con la dispersión de los directores del Círculo, el 15 hablaremos en otro capítulo), y al saberse la noticia en
de junio, fui aprehendido y llevado a la Jefatura de policía de la casa de Lucrecia y al 'ver que no estaban con ella todos
Orizaba. No pararon ahí mis desventuras provocadas por la ac-
sus hijos, salió a buscar los que faltaban, temerosa de que
titud de esta mujer, porque al no poder obligarme a dar alguna
declaración que comprometiera a los demás elementos del Círculo, les hubiera ocurrido algo; y como era muy conocida entre
recordando una de las cláusulas de nuestros Estatutos por medio los trabajadores que estaban amotinados aunque no preci-
de la cual nos comprometíamos a arrostrar solos las consecuen- samente por su actitud de revolucionaria, sino como esposa
cias de nuestra actitud ante las autoridades, fui enviado a San de Gallardo, llegó saludando a todos los que a su paso
Juan de Ulúa, y de allí, como soldado, en uno de los muchos
encontraba hasta colocarse al frente del grupo que se hallaba
batallones que se integraban con los elementos rebeldes al go-
bierno. Algún tiempo después, ya pasada la tragedia del 7 de contemplando el incendio de la tienda. Ella se vio obligada
enero, volví a Orizaba y nuevamente Lucrecia Toriz, al tratar a sumarse a las filas de protesta por la exaltación momen-
yo de ver a mis hijos, volvió a denunciarme y fui reintegrado tánea y según algunos camaradas la vieron que efectivamente
al ejército de donde yo me había fugado tanto por venir a asis- principió el avance con la columna de trabajadores con
tirla en la enfermedad que ella me dio a conocer, como por no
poder seguir soportando los rigores de la campaña de Quintana rumbo a la villa de Nogales.
Roo. • A partir de este momento nadie la volvió a ver. Los ca-
maradas que desde Río Blanco hasta Nogales desfilaron,
Hasta aquí, hemos hablado a grandes rasgos de la acti- no recuerdan que Lucrecia haya estado presente cuando el
tud asumida por Lucrecia Toriz en el terreno que pudiéramos incendio de la tienda de Garcin en esta última villa. Más
llamar hogareño, pero en su vida pública fue la absoluta bien parece que en la primera oportunidad que tuvo, aban-
negación de todo lo que constituyera el bienestar de los tra- donó la columna y regresó a su casa, para no volver a

32 33
ocuparse más de las cuestiones obreras. En los días siguien- dolor, surgida de la p~ebe como la viva encarnación de aquella
tes, para nada intervino en las pugnas que los trabajadores hora, y avanzaba hostil contra los defensores del privilegio ...
sostuvieron por su mejoramiento y se dedicó a vivir su
propia vida alrededor de sus hijos, sin preocuparse de 10 El párrafo que transcribimos nos muestra de una manera
que e! pueblo perseguía. clara y precisa que los señores Arzubide falsearon los hechos
Nadie vio ningún acto que pudiera hacerla distinguirse y la prueba de ello es que no llevaron los trabajadores como
símbolo la bandera roji-negra, pues en esta época todavía
como ahora se pretende hacer creer; nadie se dio cuenta de
que tuviera gestos de rebeldía y que ellos fueran un incen- no era considerada como emblema de los trabajadores; e!
tivo para que los trabajadores siguieran en su lucha. Enton- pabellón que llevaban los huelguistas era el tricolor, y
ces ¿de dónde surge la personalidad de Lucrecia Toriz como el grito de guerra era el de ¡Viva México!
precursora del movimiento obrero? Vamos a estudiar esta De manera que si en un detalle tan importante históri-
pregunta. camente hablando, en aras de una pasión que podría justi-
Revisamos con minuciosidad todas las crónicas de la épo- ficarse cuando se habla de! futuro, pero no cuando se relata
ca; consultamos lo poco que se ha escrito sobre este par- lo pasado, se falsean los hechos en tal forma, es absoluta-
ticular y en ninguna parte encontramos su nombre de donde mente fácil concluir que sólo una cuestión de carácter per-
pudiéramos desprender su heroicidad en la tragedia a que sonal o de interés político hace surgir a Lucrecia Toriz como
estamos aludiendo. El Imparcial, fechado el viernes 11 de heroína en aquellos hechos y olvidar completamente la
enero de 1907, publicó una nota en la que dice que la figura, esa sí, grande, de Anselma Sierra que recibió en el
mujer que iba al frente "azuzando" a los trabajadores, que Puente de los Patos a los rurales, haciéndoles fuego con una
fue aprehendida e internada en la cárcel de Río Blanco y pistola que tenía y que a resultas de esa actitud tuvo que
pocos días después libertada es Margarita Martínez y una huir para siempre de Santa Rosa, lugar de su residencia,
señora de nombre Juana, cuyo apellido no quedó consignado. y morir en lugares lejanos a esta villa. No queremos por
De manera pues, que sólo el deseo de falsear la verdad supuesto opacar lo que hubiera podido hacer Lucrecia el 7
hace que en e! libro llamado La Huelga de Río Blanco los de enero. Repetimos que en verdad desfiló entre los com-
hermanos List Arzubide hubieran escrito el siguiente pá- pañeros de Río Blanco hacia Nogales, pero hasta ahí nada
rrafo: más: es decir, que al llegar a Nogales ya no se le volvió
a ver y la mejor prueba es que no sufrió ninguna de las
... iba a sonar la hora de la matanza, cuando entre la turba, consecuencias de la actitud presuntamente asumida y que
desgreñada, haraposa, en el rostro el gesto de la rabia, el puño pudo seguir viviendo tranquilamente en Río Blanco hasta
tendido hacia los sicarios, y levantando en alto una bandera
roji-negra, una mujer se adelantó increpando a los soldados. Era volver a denunciar, por segunda vez a su marido, Pablo
la.!magen misma de la miseria: Lscrecia Toriz, la hija del pueblo; Gallardo, como desertor del ejército cuando éste llegó a
h~1a,esposa y madre de obreros, cuyo hogar no conoció sino el Río Blanco porque ella le pidió ayuda por estar enferma.

34 35
En la misma villa de Nogales hay una escuela que lleva seguir siendo presidente de la sucursal del Círculo de Obreros
el nombre de Lucrecia y en México, según noticias que Libres, se pidió a Río Blanco que designara uno nuevo,
tenemos, se le ha levantado un monumento como precurso- recayendo el nombramiento en Rafael Moreno, que aunque
ra del movimiento obrero. si bien es cierto no era trabajador de la fábrica, sí era un
simpatizador ferviente de la modificación del régimen. Como
José Morales, presidente swtituto
vicepresidente quedó Manuel Juárez. No tenemos exacta-
mente la fecha en que tales designaciones se hicieron, pero
Ya dijimos que el 15 de junio quedó prácticamente desin- deben haber sido pocas semanas después, porque el 18 de
regrado el grupo directivo del Gran Círculo de Obreros julio de 1906 dio principio una serie de paros o huelgas
Libres, pues los principales organizadores se vieron obli- hechas por los trabajadores, por el problema que ya dejamos
gados a abandonar la región: unos hacia México, otros con- anotado, movimientos que fueron preparando el terreno para
signados al servicio de las armas, otros más, como José C. llevar a cabo el que culminó con la tragedia.
Lira, fueron llevados presos a Orizaba y otros encarcelados En las discusiones de los problemas de carácter económico
en San Juan de Ulúa de manera, pues, que los principales los trabajadores presentaron los siguientes: las responsabili-
organizadores desaparecieron del plan de actividades por las dades en efectivo por las piezas que se rompieran; la forma
razones ya expuestas. Sin embargo, la lucha emprendida no de registro de los trabajadores a la hora de salir a tomar sus
debía morir y los trabajadores lograron en parte rehacerse alimentos; las jornadas inhumanas, que eran: en hilados en
y José Morales, aquel en cuya casa debía haberse hecho la dos turnos de las seis de la mañana a las ocho de la noche
última junta, se autodesignó presidente del Gran Círculo y de las ocho de la noche a las seis de la mañana; en tejidos
de Obreros Libres en sustitución de José Neira. No tenemos de las seis de la mañana a las nueve de la noche.
noticia exacta sobre la determinación que tomó Morales, La tarifa de responsabilidades reintegrables en efectivo era
pero sí nos han dicho algunos de los supervivientes que la siguiente, en parte: por rotura de un pasatrama $0.25;
no fue electo en ninguna asamblea, sino que José Neira fue por alguna canilla tirada en el suelo $0.10; por la reja del
quien expresó su deseo de ser sustituido por aquél. pasatrama $0.20; por rotura de una lanzadera $1.00; por
Ya en este terreno la situación, los trabajadores enfilaron rotura de alguna pieza de los árboles de los chicotes $0.50;
hacia el plan económico la solución de sus problemas y en por rotura de una catarina $5.00; por mala limpieza, según
Santa Rosa, hoy Camerino Mendoza, en virtud de las difi- juicio del jefe del departamento, $0.50.
cultades surgidas entre los trocileros y la empresa por mal Es necesario hacer notar que con la jornada de que se
material principiaron a hacer reuniones en la casa de uno habla, en el departamento de tejidos, y con dos telares, el
de los trabajadores de apellido Montiel en el lugar llamado trabajador sólo ganaba $7.00 a la semana. En el departa-
Vista Hermosa, para cambiar impresiones sobre el particular, mento de estampado el obrero que llegaba a sacar un sueldo
y en vista de que Miguel Olivera había declarado no querer máximo, cosa inusitada, alcanzaba a $4.20 a la semana.

36 37
Además, cuando se acercaba una fiesta católica o de otra a la cabeza para que el tiempo les alcanzara. De manera,
índole, la empresa mandaba poner un cartel en todos los pues, que para muchos, la media hora para los alimentos no
departamentos o en la puerta, anunciando que exactamente existía y debían de seguir trabajando toda la tarde con solo
la víspera habría velada forzosa hasta las once de la noche, el ligero desayuno que tomaban a las cinco y media de la
además de quirarles la contribución correspondiente en efec- mañana. Por este detalle podrán darse cuenta nuestros lec-
tivo, para los festejos o ceremonias del día siguiente. Los tores de que las labores eran agotadoras y a eso debía agre-
sábados la velada era forzosa porque a los trabajadores se garse la mezquina alimentación dados los salarios de enton-
les pagaba sus jornales hasta las once o doce de la noche. ces y más todavía que en algunas ocasiones no podían tomada
Casi todos los maestros de los talleres eran extranjeros; ni siquiera con oportunidad.
de manera que adictos en forma incondicional a las empre- A los exiguos sueldos que los obreros sacaban al final de
sas, ejercían pésimo trato a los trabajadores a quienes consi- la semana, siempre había un descuento que hacerles, pues
deraban como seres inferiores, sin contar con que se les tenían la obligación de cooperar para toda clase de festejos,
daba el trabajo a titulo de caridad, para que no murieran especialmente por lo que se refería a los religiosos.
de hambre. Estos hombres que llegaron a México en con- Sería prolijo enumerar la serie de molestias que los tra-
diciones absolutamente miserables, como en el caso de Gar- bajadores tenían en relación con las empresas donde presta-
cín, lograron hacer buenos capitales a costa del sacrificio de ban sus servicios, además de que no tenemos con toda exac-
nuestros compatriotas, pero jamás reconocieron, ni después titud los datos, y sólo nos concretaremos a exponer, a vuela
de su derrota, que debían gratitud a un país que los había pluma, estos casos ya anotados, pues resulta inútil agregar
recibido con los brazos abiertos, proporcionándoles los me- a ellos la falta de libertad individual para los trabajadores
dios de llegar al lugar donde llegaron por su riqueza. porque esas condiciones, producto del medio en que vivía
El cuerpo de rurales tenía en todas las fábricas (hacemos el pueblo bajo el régimen dictatorial del general Díaz, son
notar que estamos hablando especialmente de Santa Rosa completamente conocidos por todos los mexicanos. En el
que es el lugar de donde tomamos últimamente los datos), terreno personal de las libertades, los trabajadores tenían
gente al servicio de las factorías para hacer los registros de prohibido leer periódicos, recibir visitas en su casa, que no
los obreros a la salida de sus labores. Entrando los trabaja- fueran del agrado de la fábrica y, además, la obligación im-
dores a las seis de la mañana tenían media hora para al- prescindible de hacer sus compras en la tienda de raya, que
morzar, a las doce del día, pero como eran más de mil qui- en la época a que nos referimos pertenecía a Víctor Garcín.
nientos los obreros de Santa Rosa, resultaba que los que se A este señor pertenecían las tiendas de raya ubicadas en Río
formaban hasta el final de la fila, casi no les alcanzaba el Blanco, en Nogales y Santa Rosa.
tiempo de tomar sus alimentos, pues la media hora se
computaba a partir del momento en que sonaba el silbato.
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En ese momento se formaba la fila y todos pretendían ir

38 39
VI
Una comisión en México

La misma situación imperante en la región de Orizaba,


existía en diversos estados de la República, especialmente
en Puebla y Tlaxcala, donde según el folleto publicado por
el compañero Fernando Rodarte, 7 de enero de 1907 Puebla-
Orizaba, editado por Alfredo del Bosque, se había nombrado
una comisión integrada por Pascual Mendoza, Santiago Cor-
tés, Adolfo Ramírez y Antonio Espinosa para que en re-
presentación de la mayor parte de las fábricas de esa re-
gión, entrevistaran al señor presidente de la República a
efecto de resolver la situación tan angustiosa de los traba-
jadores. Como los dos grupos que se siguieron denominando
Círculo de Obreros Libres, el de Puebla y el de Río Blanco
se encontraban en perfectas relaciones y se habían prome-
tido mutua ayuda, unificaron la comisión y por parte de
Río Blanco se sumaron a nombre de los obreros de la re-
gión orizabeña los compañeros José Morales y José María
Mendoza para que en el mes de diciembre de 1906 se
llevara a cabo la entrevista con el primer mandatario de
la nación.
Algunos compañeros asientan que la huelga de Puebla
y Tlaxcala debería ser sostenida y ayudada económicamente

41-
cada. uno de los lugares de la República donde había una
por los trabajadores de Orizaba, ~ro :s el. caso. que la acti-
fábrica del ramo textil existían dificultades entre patrones y
tud de los obreros poblanos y orizabeños Iba siendo secun-
obreros.
dada de tal manera, en todo el país, que el día 2 de enero
de 1907, en el Estado de México estalló un .movÍ1~iento Las crónicas periodísticas de la época y artículos edito-
similar en las fábricas de María y La Industria N acional. riales, ~~eron, q~e la ~ctitud de los trabajadores era huelguis-
Un periódico de la época asienta que los trab~jadores fuero? ea. QU1za habla mteres de parte de los periodistas, todos ellos
al movimiento porque sabían que los de Orizaba consegui- al servicio del gobierno, de culpar de la situación prevale-
rían algunas mejoras y. que ellos también ?e~eaban obt~- ciente a los trabajadores, pero la verdad es que era tal la
nedas. En el caso especial del Estado de México, el mOVI- explotación que no hubiera sido posible seguida soportando
miento no duró mucho tiempo porque el día 4 de enero del si~ tener un gesto de rebeldía. Pues en cada lugar del país
mismo año, el presidente de la Liga de Obreros de Toluca existía el mismo conflicto, agudizado en Puebla, Tlaxcala
giró órdenes telegráficas para que se reanudaran las labores, y toda la región de Orizaba, fácil es llegar a la conclusión
de que ningún grupo podía prestarse ayuda económica entre
cosa que se llevó a cabo.
sí aunque los deseos fueran vehementes.
Fernando Rodarte, en la narración a que aludimos antes,
nos asegura que no hubo huelga propiamente dicha, sino un . De ~na manera o de otra, es decir, fuera huelga o paro
paro hecho por los industriales para evitar que los obreros industrial, con los movimientos escalonados, iniciados en
de la región orizabeña ayudaran económicamente a los de julio de 1906 en la región de Orizaba, los obreros se deba-
Puebla y Tlaxcala, pero existe el antecedente de que en Santa tían en un ambiente de miseria tanto por la falta de ingresos
Rosa, por ejemplo, los movimientos huelguísticos fueron en numerario como porque la tienda de raya se negaba a
constantes a partir del 18 de julio de 1906, tal como ya lo pr~porciona~les provisiones de boca, ya que Garcín, propie-
dejamos asentado. Estos movimientos de protesta no fueron tarro de vanas de ellas, era un protegido por las empresas.
generales, -sino por secciones y por fábricas, en t~da la re- Sin embargo, durante algún tiempo y como lenitivo a la
gión y se sucedieron con frecuencia hasta que a finales del situación tan difícil, Arturo Ortega, de Nogales y Guillermo
año, los industriales se negaron a entrar en arreglos con sus Ortega, de Santa Rosa, estuvieron ayudando a los trabaja-
dores, proporcionándoles víveres, como maíz, frijol y azúcar,
obreros, esperando el fallo que habría de emitir el presi-
hasta donde sus posibilidades lo permitían. Estas mercancías
dente de la República y decretaron el cierre de las factorías
fueron vendidas a crédito y es de justicia agradecer tal gesto
persiguiendo rendir por hambre a los rebeldes.
a los mencionados, porque había un completo desdén para
Si bien es cierto que existía un compromiso de mutua
todos aquellos que se hallaban afiliados al movimiento reivin-
ayuda entre los elementos que formaban los diferentes gru-
dicador.
pos obreros en todo el país, compromiso sugerido y quizá
De todas maneras, era necesario buscar una solución a la
firmado, debido a la labor hecha por el Comité Revolucio-
grave situación en que se encontraban los trabajadores, y
nario presidido por Flores Magón, también es cierto que en

43
42
Biblioteca "M nual Cd:CO y Borra"
creyendo éstos que las más altas autoridades del país les que percib~~ los t:ab~jadore~ de su clase, en las demás fábricas
harían justicia, nombraron la Comisión a que antes nos re- de una regson o distrito [abril, en donde las condiciones de vida
ferimos, integrada por dos de sus más genuinos represen- " de trabajo sean idénticas.
tantes, a fin de que entrevistaran al general Díaz y fuera ll. Los d~;nás tra~aja~or.es de las fábricas, no comprendidos
este funcionario quien resolviera la situación por medio de en la fracc1O'I}anterior, m~lttJlendo los maestros, cabos, etc., serán
un fallo arbitral, puesto que con los industriales no se había pagados. segsen los convenios que celebran con los administradores
respecuoos. .
podido llegar a ninguna conclusión que dejara satisfechas las
demandas. Ill., La nivelación de los sueldo: a que se refiere la fracción 1,
En estas mismas condiciones llegamos hasta el 4 de enero sera sobre l~ base de aceptar para cada región el promedio de las
de 1907 en que según las noticias publicadas, los industriales tarifas ya ajustadas en cada región para productos de igual clase.
de Puebla se reunieron para resolver el estado de huelga en IV. . S.e establecerá el sistema de pagar promedios a juicio del
esa entidad. Los trabajadores comisionados entrevistaron al admtntstrador, a los obreros que produzcan más y mejor de lo
señor Ramón Corral, vicepresidente de la República y segu- que norma/mente hacen sus compañeros.
ramente sin que podamos afirmarlo categóricamente, ese día V. Los industriales ofrecen al Presidente realizar las reformas
les fue entregado el fallo presidencial. El Imparcial de fecha a que se reliere esta cláusula lo más pronto que sea posible.
5 de enero, publicó el fallo aludido que por ser un docu-
Artículo 3. Se es~ablecerá en las fábricas el sistema de dar a
mento de trascendental importancia publicamos íntegro a
cada ob~ero una libreta, con las contraseñas necesarias para m
pesar de ser ya conocido. atttentz~tdad y en la cual se anotarán los datos que se consideren
El documento a que nos referimos dice textualmente así: necesarios :especto a /a ~tlena conducta, laboriosidad y aptitttdes
~el operario. Las anotac~ones que el administrador haga en las
Artículo 1. El lunes 7 de enero de 1907 se abrirán todas las hb:etas, las hará constar e1Z un registro y se tendrá el mayor
fábricas que actualmente están cerradas en los estados de Puebla, cuidado en que sean enteramente imparciales y verdaderas Cuan.
Veracmz, [alisto, Querétaro, Tlaxcala JI Distrito Federal; todos c!o u~ ob~ero Pierda Slt libreta se le dará otra a Slt cost; en la
los obreros entrarán a trabajar en ellas sujetos a los reglamentos tntel~gel1Cta de que el valor de ella no exceder'a d e cmceenia
.'
vigentes el día de clausurarse o que sus propietarios hayan dicta- centav~s. ~?S obreros, cuando ingresen en una fábrica, tendrán
do posteriormente, JI a las costumbres establecidas. ~ obl;g~uon de ~resentar Slt libreta al administrador, y éste
eb~r~ ftrmar la hbreta al aceptar al obrero y también cuando
Artículo 2. Los industriales dueños de dichas fábricas por medio el ulttmo se haya separado de la fábrica.
de los representantes que se hallen en esta capital, ofrece al
Presidente de la República, contÍ11uarhaciendo el estudio que han ArtÍ~ul~ 4. Ofrecen los señores industriales al PresidenJe de la
emprendido desde antes de la huerga actualmente de los obreros, Repu,bh~a, oC1,¿par~e desde:luego en estttdiat· los reglamentos de
C011objeto de enviar las tarifas de todas las fábricas, sobre las las fabrtcas,. para mtrod~tctr en ellas las reformas y modificacio-
bases siguientes: nes que esumen com/eruentes, tamo para garantizar los intereses
y [a buena marcha .de sus establecimientos, como para mejorar
l. Los obreros que trabaja11 en las máquinas de preparación,
hasta do~~e sea pos~ble, la .sitt~ación de los obreros. Especialment~
hilados y tejidos, en una fábrica, recibirán salarios iguales a los 111troductran las mejoras ssgzaentes,

44 45
1. Las multas que se establezcan por falta de cumplimiento de Artículo 6. Los industriales procurarán mejorar las escuelas que
los obreros y por otras que se expresará,,!.en los reE¡lamentos, ,se hay .actualmente en.~as fábricas y crearlas donde no las haya, con
destinarán íntegras a un fondo para aUXIliar a las oiadas y buér- el fm de que los htJos de los obreros reciban educación gratuita.
fanos de los obreros.
Artículo 7. No se admitirán niños menores de siete años en las
ll. No se harán descuentos a los obreros para pago de medici- fábricas para trabajar, y mayores de esa edad sólo se admitirán
nas, para fiestas religiosas y profanas ni para otros fines. Cada con el consentimiento de sus padres, y en todo caso no se les dará
fábrica pagará un médico por "iguala" para que lo ocupen los tr~bajo sino una parte del día para que tengan tiempo de concu-
obreros que lo deseen. rrz« a las escuelas hasta que terminen su instrucción primaria
elemental, Se recomienda a los gobernadores de los estados res.
lll. Solamente se cobrarán a los obreros las lanzaderas, y otros pec!wos, y a.la .Secretaría de Instrucción Pública, por lo que se
materiales de las fábricas que se destruyan por su culpa, pero reft~r~ al ptStrtto Federal que establezcan las reglamentaciones
no los que se rompan o concluyan por el uso a que están desti- y vtgtl~ncta de las escuelas de las fábricas, de manera que quede
nadas. Esto se determinará por el administrador, tomando en garanttzada la educación de los hijos de los obreros.
consideración los informes de los maestros.
Artícul? 8. Los obreros deberán aceptar que los jefes políticos
IV. Los obreros podrán recibir en Stt habitación a las personas respect~~o~, nombren p~rsonal que se encargue de la dirección de
que estimen conveniente, quedando a cargo de la autoridad los los periádicos .que publtquen, con el objeto de que en ellos no se
reglamentos que sean necesarios para la conservación d~l orden, deslicen mJu,rtas para nadie, ni se publiquen doctrinas subversi-
de la moral y de la higiene y la manera de hacerse cttmpltr. v~s que ex~~t~ a los mismos obreros. Éstos podrán escribir e11
V. Cuando un obrero sea separado de la fábrica por causas que dichos pe:todtcos, dentro de .esos límites, todo lo que gusten,
no constituyan delito o de los que castigan las leyes o están ~on ~l objeto, ~e levantar el nwel de las clases trabajadoras y de
tnsptrarles habttos de compañerismo, de orden y de ahorro.
previstos en los reglamentos de las fábricas, tendrán un plazo de
seis días para desocupar la casa que esté ocupando, contándose Artículo 9. Los obreros quedan comprometidos a no promover
este plazo desde que se pague su raya. Cuando su separación se huelgas, y menos intempestivas, puesto que en la cláusula V se
verifique por causa que amerite castigo impuesto por la Ley o e~tablece la forrn:a de qu~ hagan conocer sus quejas y sus solio
porque en los registros de los obreros que se acostumbren a las citudes, con el fm de sattSfacerlas hasta donde sea jttsto.
entradas y salidas de las fábricas, o que cometa cualquiera otra
de las infracciones que motiven esos registros, deberá desocupar El mismo periódico, El 1r:zPa:;ial, co.n fecha del domingo
la casa en el mismo día que se le pague su raya.
6 de en~~o de. 1907, publicación que podemos considerar
Artículo 5. Los obreros que tengan alguna reclamación o soli- como oficial, dio una nota haciendo el resumen de las huel-
citud que hacer, la presentarán personalmente por escrito, que ga~ de los hilanderos registradas en la República, en la si-
formularán ellos mismos al administrador, quien deberá coma- guienre forma:
nicarles la resolución que se dicte a más tardar en término de
quince días. Los obreros quedarán obligados a continuar en el Coahui!a, 7,. Calima, 2; Chiap~s, 1; Chihuahua, 3; Toluca, 8;
trabajo durante el tiempo que dilatare la resolución, y si cuando Gu.anaJu~to, 6,. Guerrero, 2; Hidalgo, 3; Jalisco, 5; México, 8;
ésta se les dé a conocer no quedaren satisfechos, podrán sepa- Mtckoacan, 4; Nuevo !-eón, 4; Oaxaca, 1; Puebla, 32; Querétaro,
rarse del trabajo. 4; Sinaloe, 1; San Luis Potosí, 1; Sonora, 1,. Tlaxcala, 9; Vera.

46 47
crez, 13; Tepic, 2; Distrito Federal, 11. Todo lo que hace un
total de 93 fábricas. Algunos de los supervivientes de los c
ya, nos dijeron que entre las cosa~ que Josf ~~r;l~~ ~u~t,n
Este informe viene a confirmar, de manera absolutamente ~o;o %alar~ón de orgullo, era un retrato del generat
.e tea o a el personalmente. La verdad es que durant aZ
¿i la
completa, que en Orizaba lo que se registró fue una huelga
tiempo que josé M 1 f' e e 1
de parte de los trabajadores, y que todas ellas fueron el e 1 e ora es ue presidente sustituto del G
producto tanto del desasosiego como de la agitación revo- talbrlceou de Obreros .Libres logró engrandecer su casa y r:~
lucionaria hecha por el grupo presidido por los hermanos cer una gran tienda T b f '
el dí 7 d ' } arn as cosas ueron quemadas
Flores Magón, quienes, como decíamos al principio, su obra la. e enero a las 10 de la noche probablemente
social es completamente conocida, pero se creyó que debería ~os mismos rurales obedeciendo órdenes' superiores A p p~r
aparejarse el cambio de régimen político con el cambio de .e. ent~nces José Morales no volvió a tener r: arnr
régimen económico. Naturalmente que por instinto de con- tlClpaclOn en los asuntos obreros. n111guna par-
servación los dos regímenes se vieron obligados a unirse y
a luchar con todos las fuerzas con que contaban para tratar
de ahogar, aunque sin conseguido, el movimiento libertario
de los trabajadores en pro de una vida más humana.

Los obreros in conformes

El domingo 6 de enero se llevó a cabo un mitin en el Teatro


Gorostiza de la ciudad de Orizaba y en él, José Morales
informó a los obreros reunidos sobre el fallo pronunciado
por el presidente de la República. Se dio lectura al docu-
mento que hemos transcrito y los obreros quedaron incon-
formes, y la mayor parte se negó a entrar a sus labores al
día siguiente, tal como el fallo lo ordenaba, sosteniendo
que las cláusulas dictadas por el general Díaz, no resolvían
en ninguna forma el conflicto planteado y en cambio entre-
gaba atados de pies y manos los intereses de los trabajadores
a los grupos patronales. En esa misma reunión José Morales,
fue tildado de traidor a los ideales de los trabajadores y
expulsado de su seno, considerándolo indigno de pertenecer
a él.

48
49
VII
El día 7 de enero

El 7 de enero, a las cinco de la mañana, como de costum-


bre, todas las fábricas de la región de Orizaba silbaron
previniendo a los trabajadores que a la hora usual, las fá-
bricas se habían abierto y que deberían entrar a sus labores.
La mayor parte de los obreros, ya así se había notado du-
rante el mitin en el teatro Gorostiza, estaba inconforme
con la resolución adoptada por el gobierno, y decidió no
entrar a trabajar, especialmente en la fábrica de Río Blanco
que fue donde se inició la protesta, que más tarde se gene-
ralizó.
En la fábrica de Santa Rosa entraron algunos obreros,
pero pocos momentos después se salieron abandonando la
fábrica.
Algunos de los testigos presenciales de los hechos nos lo
narran de la siguiente manera:
"Empezaba apenas a clarear el día. Eran como las seis
de la mañana. A la entrada de la fábrica de Río Blanco,
vigilada por el cuerpo de rurales se amotinó la gente, y
muchas mujeres, ocultas entre los árboles, aplicaron la ac-
ción directa en contra de los trabajadores que pretendían
reanudar las labores, de manera que se logró que la mayo-

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nuevamente a la tienda. El señor Garcín insistió en la in-
ría de ellos siguieran en pie de huelga, de con~ormidad con
tención de que el pan fuera llevado a la fábrica, y volvió
el criterio sustentado en el mitin del día antenor,
a mandar al mismo panadero con una nueva canasta de
Frente a la fábrica se encontraba la tienda de raya del
mercancía, pero los trabajadores repitieron las esc~?as an-
señor Víctor Garcín; en esta tienda además de vender toda
teriores. Inmediatamente después que el mozo salto de la
clase de artículos de primera necesidad se vendía pan, y
tienda, V íctor Garcín se creyó en peligro y entonce~ cerró
como a las seis de la mañana, salió de la tienda un pana-
las puertas de la tienda, lo que originó que los trabajadores
dero cargando una canasta, y se dirigió a la fábrica, segu-
gritaran: ¡No cierren, no somos ladrones!
ramente con la intención de llevar el pan para los emplea-
dos de la factoría. El mozo no tomó en cuenta que tenía En la precipitación de cerrar el establecimiento, los pro-
que pasar en medio de una muchedumbre con el ánimo pietarios se olvidaron de poner las made.ras a uno de los
completamente caldeado por las injustic,ias sufridas, y ~;e- aparadores, dejando al descubierto el cristal. ~ntonces,. ~
yendo, ingenuamente, que su paso no sena una provocacion, también se ignora quién fue, uno de los ~uelgUlstas arrojo
se decidió y siguió adelante tratando de atravesar el grupo una piedra haciendo pedazos el vidrio. Esta fu.e la señal
de compañeros huelguistas. para el motín. Por el cristal roto alg,:nos trabajadores pe-
netraron al interior de la tienda y abriendo las puertas co-
Existe la circunstancia de que con anterioridad, algunas
menzaron a saqueada tirando en mitad de la calle toda la
mujeres se acercaron a Víctor Garcín pidiéndole víveres a
mercancía.
crédito y este señor, probablemente de acuerdo con las em-
Cuentan que el señor Garcin, víctima de un profundo
presas para presionar por hambre a los trabajadores, negó
pavor, salió por la parte trasera de la tienda y el mismo
la mercancía solicitada y en cambio prodigó una andanada
mozo que trató de llevar el pan a la fábrica lo metió dentro
de insultos a las solicitantes. La actitud de éste, extranjero
de un costal, lo cargó y se dirigió a la fábrica protegido
a mayor abundamiento, había creado un odio hacia. él. de
por los rurales en donde el fugitivo se escondió hasta des-
parte de la multitud, de manera pues, que los acontecuruen-
pués de que pasó el motín.
tos que posteriormente se sucedieron, no fuero~ sino el de~-
En el periódico El País del viernes 11 de enero, el señor
cargo de la cólera popular en contra de qUlen se habla
Garcín, seguramente avergonzado de su fuga, declaró por
enriquecido por la explotación inmoderada de aquellos a
quienes les negaba el derecho a vivir. medio de una carta que él había salido de la tienda valien-
temente en medio de los huelguistas.
Decíamos que el mozo de la panadería se aventuró a
pasar entre los huelguistas y precisamente a unos cuantos Durante el saqueo de la tienda algunas voces se oyeron,
insinuando la quema del establecimiento y los que estaban
metros de la puerta de la fábrica, alguno de los trabajadores,
en el interior aprovecharon algunos botes de materias in-
que no fue posible saber quién, dio un golpe a la canasta
flamables y le prendieron fuego.
y el pan cayó al suelo. La mercancía fue pisoteada y el
~10Z0 se vio obligado a abandonar el canasto y dirigirse Todas estas escenas se sucedieron rápidamente y los ru-

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Biblioteca Manuel Om2~O y Borra"


ti
rales, que estaban de guardia en la fábrica, no intervenían Cuando los trabajadores llegaron a Santa Rosa persegui-
todavía seguramente por falta de instrucciones para ello, dos por los soldados del Trece Batallón y los R~al~s, se
porque nadie podía prever los acontecimientos que se iban encontraron con la señora Anselma Sierra, propietana de
a desarrollar. El incendio provocó como era natural mayor una tiendita, que en esa región se le llama «changarro»,
exaltación y la venganza popular se enfiló, especialmente, quien al darse cuenta de la persecución tan encarnizada de
en contra de Víctor Garcín y en esas condiciones los traba- que eran objeto los obreros, regresó a su tienda y se armó
jadores comenzaron a amotinarse y a desfilar con rumbo de una pistola, y parapetada en el Puente de los Patos,
a Nogales, donde como ya dijimos, había otra tienda de puente que era entonces el límite entre Río Blanco y No-
raya, así como en Santa Rosa, de! mismo propietario. gales, hizo fuego contra los soldados.
En los momentos en que desfilaba el grupo hacia No- La superioridad de las armas deberían vencer la resisten-
gales fue vista, por la única vez, Lucrecia Toriz, porque la cia de los trabajadores, y Anselma Sierra tuvo que huir, a
que llevaba una bandera tricolor, lanzando gritos de ¡Viva campo traviesa, hacia Maltrata para desaparecer posterior-
México!, era Margarita Martínez, quien sí acompañó a los mente de la región orizabeña para siempre, pues no pudo
trabajadores hasta Nogales donde la tienda de raya sufrió jamás regresar a Santa Rosa porque las persecuciones se
la misma suerte que la primera. continuaron hasta mucho tiempo después.
A las diez de la mañana llegó a Río Blanco el jefe po- Los trabajadores, inermes en su mayoría, ignorantes de
lítico de Orizaba señor Carlos Herrera con una compañía cómo podrían defenderse de la feroz acometida, se dispersa-
del Trece Batallón, la que siguió hacia Nogales y se ordenó ron y los de Río Blanco buscaron refugio en los montes
que las tropas abrieran fuego contra los trabajadores. La cercanos. Al abrigo de los peñascos y de los árboles pasaron
primera descarga hecha por las fuerzas del Trece Batallón toda la noche del 7 de enero. Las esposas de algunos ante
y por los rurales fue en e! Callejón del Arco, en Nogales, el temor a la fuerza bruta, no permitían que sus familiares
donde en la actualidad está el frontón. bajaran del monte y hasta allá les llevaron su alim~ntación.
Entonces fue cuando cayeron en realidad las primeras Como a las diez de la noche, los que estaban refugiados en
víctimas, como a las once de la mañana después de que fue e! cerro oyeron un estruendo y poco después vieron las luces
quemada la tienda de raya. de un incendio. Emisarios que les llegaron procedentes de
La columna se dirigió hacia Santa Rosa, lugar donde los Río Blanco, les informaron que e! incendio provenía de
trabajadores también estaban ya amotinados y habían incen- la casa de José Morales. Tampoco se logró saber si ese in-
diado la tienda «El Modelo» propiedad del tantas veces cendio fue provocado por los trabajadores que consideraron
mencionado Garcín. Esta tienda estaba ubicada donde poste- a José Morales como traidor o por las fuerzas federales
riormente existió la casa de Camerino Z. Mendoza. La co- que trataron de arrasar todo lo que a trabajadores organi-
lumna fue perseguida, acosada y diezmada en el trayecto de zados se refiriera. La prensa de esa época sostiene que Ma-
Nogales a Santa Rosa. nuel Juárez fue quien provocó este incendio, pero no es de

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creerse tal versión, dado que los diarios eran completamente
parciales en favor de la dictadura.
Un estado de intranquilidad, un constante choque nervio-
so, dominó toda la noche del 7 de enero en las tres villas:
Nogales, Río Blanco y Santa Rosa, porque a cada momento VIII
se oían descargas de fusilería y era fácil suponer que estas
descargas eran lanzadas en contra de los trabajadores.
El saldo sangriento de esta jornada fue muy grande; a El asesinato de Rafael Moreno
pesar de que las fuerzas impidieron que los habitantes se
dieran cuenta de la cantidad de muertos, algunos lograron
contemplar escenas verdaderamente macabras. Nos informa-
ron que en la estación de Río Blanco concentraron cinco El Imparcial fechado el jueves 10 de enero de 1907, pu-
plataformas llenas de cadáveres y que uno de ellos iba en- blica una nota que dice:
vuelto en la bandera tricolor. A las cinco de la tarde de
ese día de dolorosos recuerdos, partió un tren con rumbo Orizaba, enero 9 de 1907, a las 2.30 p.m. Informa el jefe po-
a Veracruz llevando gran cantidad de muertos para ser arro- litico que hoya primera hora un grupo de obreros se presentó
jados al mar. Ni siquiera a ser sepultados tenían derecho en actitud hostil a Santa Rosa. La fuerza hizo uso de sus armas
y resultaron cinco muertos, entre ellos Rafael MoreilO y Manuel
los trabajadores.
Juárez, presidente y vicepresidente de la sucursal del Círculo de
El martes ocho de enero llegaron a Orizaba el general Obreros Libres en Santa Rosa. Moreno y Juárez habíanse rebe-
Joaquín Mass y el coronel Felipe Mier, con el Diecisiete lado contra el presidente de la Matriz Obrera, José Morales
Batallón. El general Rosalino Martínez, subsecretario de llamándolo traidor por el hecho de haber aceptado las bases
Guerra también llegó a Santa Rosa en las primeras horas resueltas en esa capital. Juárez instigó para que fuera quemada
de la madrugada del martes ocho de enero. Ese mismo día la casa de Morales. El mismo Jttárez organizó la huelga hace
poco, que dttró tres semanas desoyendo las palabras de las auto-
fue sustituido el jefe político de Orizaba, señor Carlos Herre- ridades. Se han abierto los talleres con poca asistencia de obre-
ra, por el coronel Francisco Ruiz. ros. Todo está tranquilo hoy.
Durante los dos días siguientes al siete de enero, la agi-
tación no se calmó y los elementos del gobierno tenían
instrucciones de asesinar o fusilar a todo el que se hiciera El corresponsal.
sospechoso. De este modo resultó tanta gente muerta, víc-
tima de órdenes inconscientes." A pesar de las informaciones que transcribimos, los he-
chos, en relación con la muerte de los compañeros Moreno
y J uárez fueron de distinta manera.

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¡ateca "Manuel G¡'llZi!O y Berra'~
Veamos cómo los narran los testigos presenciales: Lo qne nos dijo doña Perfectita

El martes ocho de enero, a las nueve de la mañana fueron . ~on el deseo de ampliar con impresiones de los super-
aprehendidos Rafael More1zo, en su casa habitación; vivía en vrvientes nuestra narración, buscamos a la señora Perfecta
la Auenid« ]uárez, pasando el límite con Nogales, y Manuel Macías, para que nos ilustrara sobre lo que ella hubiera
]uárez en la su')/a. El aprehensor de este último fue Juan Gon-
visto. Nos sirvió de guía el compañero Nicolás Villa. Lle-
zález dirigiendo a un grupo de la policía.
gamos a la casa de la señora y hablamos con ella. Ya está
Durante todo el día las autoridades no permitiéron que nadie muy anciana, le falta el oído y cuando en alas de la con-
hablara con los detenidos qtte se encontraban presos en el cuar·
tel, y al día siguiente a las cinco de la mañana, los llevaron v~rsación la llevamos a contemplar escenas retrospectivas,
frente a la puerta de la fábrica en Santa Rosa. Una vez en ese VImos sus ojos llenos de lágrimas, como si volviera a vivir
lugar los mrales les dijeron que en virtud de que no tenien aquellos instantes trágicos que sirvieron de cimiento a lo
delito de ninguna clase podían irse a sus casas. ]uárez y Mormzo que es-ahora la organización obrera.
emprendieron el camino y a unos cuantos metros, fueron acri-
Perfectita fue parienta política de Anselma Sierra. Y a
billados a balazos. Se les aplicó la ley que desde entonces hasta
nuestros días se conoce con el nombre de Ley Fuga. More'no nuestras preguntas y haciendo un esfuerzo de memoria nos
apenas si tuvo tiempo de caminar unos mantos pasos y precisa- dice: '
mente en la esquina donde estuoo ubicada la tienda del señor
Garcin, antes de atravesar el puente divisorio con Nogales, don-
Serían: como las siete y media de la mañana mando yo regresaba
de existe actualmente un desnivel y junto a la puerta de la de m~ mandado. Ya me habían dicho que en Río Blanco estaban
fábrica que queda frente a la carretera, cayó muerto. Manuel saqueando el comercio. Mi comadre ]ustina me dijo: ((Ya está
]uárez sí pudo alcanzar a pasar el pttente y murió en jurisdic-
ardiendo Río Blanco". Efectivamente dirigí la vista en la di-
ción de Nogales. recc~ón que. me dijeron y vi una gran humareda, entonces me
met; .en "!lt cas~ a dejar la compra. Momentos después volví
El viernes 11 de enero según declaraciones oficiales, ema- a salir, v~ que mce~dMban la tienda del señor Garcín 'J que
los .trabaJadores habMn sacado una caja fuerte y trataban de
nadas de las autoridades locales, y por órdenes del gobierno
abrirla. No lo. lograron hacer porque la caja fuerte era muy
de México, fue clausurado el local que ocupaba el Gran grande y de [ieero. Después de esto vi llegar a los federales y
Círculo de Obreros Libres en Nogales. Anselma Sierra salió de su "changarro" y parapetada en el
Para terminar esta corta crónica, queremos fijar la aten- puente comenzó a disparar su pistola.
ción en que El País, fechado el 12 de enero de 1907, pu- No apreh~ndie.,on a Anselma y tuvo que huir. El ((changarro"
blica una noticia afirmando que un teniente y diez rurales estaba Itb,cado en lo que antes era la quinta Nogales pasando
fueron pasados por las armas, el propio día, porque se ne- el Piten te, que servía como límite a Nogales y Santa Rosa.
garon a hacer fuego contra los trabajadores. No ~s verdad -sigtte diciendo la señora-, qtte los trabajadores
httb~eran robado algo, porque cuando los federales llegaron es-
cogieron la mayor parte de la mercancía y mucha de ella la

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arrojaron al río. Los federales entraron por el rumbo de la esta-
cián y recogieron la caja fuerte la que según supe después fue
abierta y se encontró en ella mucho dinero.

Le pedimos a la señora que nos narre su impresión cuan-


do la muerte de Rafael Moreno y Manuel Juárez, y la
viejecita se estremece al recordar aquellas escenas:
IX
Los mataron por la espalda -nos dijo-, después de baberles Conclusiones
dicho que iban libres. Y el señor More1w era un hombre muy
bueno, muy leal, mtty honrado, y murió en la "bajadita", frente
a la fábrica. [uárez mltrió an poco más allá del puente.
Después de leer este ensayo histórico, tal vez incompleto
Media hora de charla, triste por cierto, tuvimos con la
y escaso de detalles porque sobre esto poco se ha escrito,
señora. Removimos con los recuerdos muchos sentimientos
el lector puede llegar a las siguientes conclusiones:
que laceraron el corazón de la viejecita. Su memoria, a pesar
de las fallas que ya tiene, ella misma nos lo dijo, volvió a Primera. Existía un estado de inqtúetud entre los trabajadOt'es,
poner ante sus ojos las escenas de horror que hace tantos debido a las condiciones económicas en que se encontraban.
años contemplaron. Y al notar que nuestro deseo de inves- Segunda. Estudiando la forma de resoloer el problema econá-
tigadores deprimía a la señora, nos despedimos de ella lle- mico llegaron a la conclusión de que era necesario unificarse.
vando un dato que es de gran importancia para nosotros: Tercera. Por falta de conocimientos y de tina tendencia deter-
minada hacia la lucba de emancipación social, se vieron obli-
Los obreros no robaban.
gados a tmine, dentro de un centro religioso, al movimiento
Posteriormente, haciendo nuevas investigaciones, logra- et~cabezad? por el Comité pr~sidido por Flores Magón, que si
mos saber que cuando las cajas del señor Garcín fueron bien es cierto que su tendencia de liberación económica estaba
abiertas se encontraron más de $160,000.00 en efectivo y completamente definida, también es cierto que aparejaba el
acciones. Eso prueba que el movimiento decretado por los cambio de régimen económico, al cambio de régimen político.
trabajadores de la región de Orizaba no fue con fines de Cuarta. Lucrecia Toriz no fue, en manera alguna, precursora de
1(/ tragedia del día 7 de enero, y
robo, sino ejerciendo un legítimo derecho de defensa con-
Quinta. No hubo, por último, víctimas en Río Blanco. sino
tra la inicua explotación de que eran objeto.
hasta desp~és de que se inició el tumulto, porqtte ya dijimos
que la prnner« descarga en contra de los trabajadores, hecha
por las fuerzas del gobierno, ftte en el callejón de los Arcos en
Nogales.

Desde hace muchos años teníamos el íntimo deseo de


escribir algo sobre esta gran tragedia, la cual podemos con-
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siderar como crrruentos de la organización obrera en la
región de Orizaba. En muchos otros estados, tal como apun-
tamos brevemente en nuestra narración, se sentía la misma
inquietud y la misma ansia de liberación, pero la región
orizabeña, la Pluviosilla, de maravillosas perspectivas, fue
la elegida por el destino para fincar los primeros pasos ha-
Bibliografía
cia la construcción de la CROM, este gran edificio social
donde cada uno de los trabajadores, cual más cual menos,
ha puesto su contribución para construido, parte de sus en-
tusiasmos y de sus anhelos, fragmentos de su espíritu azo- La Huelga. de Río Blanco.
tado por la miseria, para que sirva como blasón a las gene- Armando y Germán List Arzubide.
raciones venideras y como broquel donde se estrellan las 7 de enero de 1907.
ambiciones bastardas. Fernando Rodarte.
Esta misma obra que ahora terminamos, este ensayo his- Periódicos de la época.
tórico que más bien es una reseña incompleta, es nuestro
grano de arena para el conocimiento de los problemas que CoNTRIBUYERON
agitan a la clase trabajadora. No tiene más importancia Clementina Santoyo.
que dejar caer un rayo de luz, difuso si se quiere, sobre Nicolás Villa.
acontecimientos que habrán de normar para siempre la ac- Pablo Gallardo.
tuación del obrerismo organizado en lo futuro. Perfecta Macías.
Sobre esta misma cuestión, tan amplia porque abarca un Irineo Gutiérrez.
conglomerado muy grande de obreros, se podrían bordar Florentino Enríquez,
miles y miles de razoriamientos que llevaran al convenci- lferminio Guerrero.
miento de cuantos lo leyeran, el pensamiento filosófico de Irineo Silva.
las doctrinas sustentadas por el movimiento obrero en su Lucio Villegas.
\ iniciación. Pero nuestra capacidad intelectual nos impide Antioco Mosqueda.
hacer una obra de tal magnitud, en la que deben cooperar Ramón G. Camarilla.
todos los que puedan dar un dato, una frase o una fórmula, Antonio Reina.
que marque a los futuros luchadores la ruta que deben ESCRITO
seguir hacia su completa liberación económica. Por órdenes del Comité Central de la CROM

BibJioteca u Manuel Orozco y Borra" SUGERIOO


Por Eucario León.

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La tragedia del 7 de enero, número 5
de la colección Cuadernos Obreros de la
STPS/UCPEET, se terminó de imprimir
en el segundo semestre de 1986 en TALLE-
RES GRÁFICOS DE LA NACIÓN, Av. Canal
del Norte 80, CP 06280 México, D.F.
El ti raje consta de 1,500 ejemplares, más
sobrantes para reposición. Responsable de
la publicación: Subcoordinación de Pro-
gramas Institucionales y Documentación
de la UCPEET. Los encargados de la edi-
ción fueron los Departamentos de Edición
y de Publicaciones Laborales de la Direc-
ción de Documentación y Publicaciones
de la UCPEET, Dr. Vértiz 96, colonia de
los Doctores CP 06720, Delegación Cuauh-
témoc, México, D.F. La edición estuvo
al cuidado de Eduardo Osuna.

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