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La memoria y los sueños

Carolina Aguila Mejía

Filosofía de la mente

10/12/18

Para el presente ensayo, se tomará, en primer lugar, la afirmación hecha por Descartes

acerca de los sueños como manera de cuestionar la realidad. Esto con el fin de dar

apertura a otro asunto que se hablará aquí, a saber, la relación de los sueños con la

memoria desde los descubrimientos actuales. Después, nos centraremos en la

memoria, para esto se introducirá a la posición de Hume respecto al conocimiento a

través de la experiencia y en ella se ve inmersa la necesidad de la memoria. El objetivo

principal será identificar la importancia de esta última en nuestra constitución de

identidad y conocimiento, para esto se tomarán las consideraciones contemporáneas

sobre la memoria para concluir con un punto de vista filosófico que se encuentra

siempre entrometido en este tipo de temáticas.

El filósofo francés, René Descartes, realizó un método para mejorar el conocimiento en

su Discurso del método. Uno de los puntos que ofrece en este método es nunca admitir

alguna cosa como verdadera sin conocer la evidencia de que así sea, el interés de

Descartes es, como lo redacta en su libro “saciarse de verdades y no contentarse con

falsas razones” (2012, p.114). Por lo tanto, quizá con esto se podrá explicar la razón

por la cual, más adelante, duda de la realidad por razón de los sueños, explica

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[…] considerando que todos los pensamientos que nos vienen estando despiertos pueden

también ocurrírsenos durante el sueño, sin que ninguno sea verdadero, resolví fingir que

todas las cosas que hasta entonces habían entrado en mi espíritu no eran más

verdaderas que las ilusiones de mis sueños. (2012, p.123).

Desarrollando esta cita, podemos destacar diferentes conceptos: verdad, ilusiones,

sueños. Descartes cuestiona la realidad a partir de los sueños, básicamente dice que,

si lo pensamientos de los sueños se muestran como reales, al igual que estando

despiertos; siendo los sueños falsos, la vigilia también puede ser una ilusión. Pero

¿qué son los sueños? ¿cómo podemos distinguir los sueños de la “realidad” o

viceversa?

Primero, tendremos que intentar dar una definición de los sueños. Cuando dormimos,

muchas neuronas están ocupadas en el sueño. De esto están hechos los sueños:

billones de diminutos arcos eléctricos que crean imágenes, emociones y sueños. Se ha

discutido el porqué y como soñamos, también se han dado múltiples interpretaciones a

estos. No obtante, una de las razones tomadas como más probables es que forma

parte de la creación de recuerdos. Cuando dormimos, el cerebro elige cuál recuerdo

reciente guardar y cuál borrar. Estos selectos recuerdos viajan por las rutas neuronales

del cerebro para ser guardados en la memoria a largo plazo, pero en el camino chocan

con otros recuerdos. Estas combinaciones producen las imágenes que vemos en los

sueños (2018, Davis). Los sueños nos resultan familiares porque vienen de vivencias

reales, sin embargo, a su vez son extraños y diferentes.

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Para continuar con esta relación, expondré brevemente las 5 fases mientras dormimos:

La primera, es llamada “sueño ligero” las personas pueden responder a estímulos

externos con movimientos corporales. La segunda, “sueño intermedio”, el ritmo

cardiaco, respiración y presión bajan, no hay conciencia de estar despierto, por lo que

nuestro sistema nervioso bloquea las vías de acceso de la información sensorial. La

tercera etapa, en esta las ondas sensoriales superlentas liberan químicos reparadores,

aquí hay una mayor profundidad de sueño. En la cuarta, es la más profunda de todas,

es complicado despertar a alguien en esta etapa, según los científicos, en esta etapa

sueñas, pero casi no lo recuerdas. En la última etapa, la llaman REM (Rapid Eye

Movement), es cuando ocurren los sueños más reales.

Entonces ¿para qué está el sueño? Éste nos ayuda a procesar los recuerdos,

pensamientos y sentimientos más íntimos (2018, Davis). Teniendo en cuenta lo último,

es necesario precisar que aunque no sea precisamente filosófica, esta información es

bastante útil. Lo que interesa acotar en esta parte, es que, los sueños se pueden

estudiar desde nuestras limitaciones epistemológicas ¿podemos afirmar que la

“realidad” existe? Primero habría que definir en qué sentido.

Con la información que ha logrado concluir la ciencia, podemos, por lo menos,

distinguir los sueños de la realidad. La realidad, así como nuestra existencia, es

indemostrable; simplemente por el hecho de que ante todo podemos dudar. Sin

embargo, podríamos aceptar algunas premisas mínimas. Aunque dudemos de toda

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existencia -en sentido exterior a nosotros- sabemos que las cosas nos afectan (de otra

manera cualquier escéptico se aventaría por la ventana simplemente porque esto no es

real, sin embargo, está consciente que corre el peligro de morir o por lo menos quedar

fuertemente lastimado). Por lo que, ante estas afectaciones, podemos aceptar

mínimamente que dentro de este mecanismo que denominamos realidad existen otros

mecanismos, como los sueños que, entre otras cosas, son una combinación de

recuerdos. Los recuerdos, más específicamente, la memoria, constituye otra manera de

relacionarnos con el mundo y formar nuestra persona, quizá una de las principales

maneras.

La memoria constituye a la identidad del ser humano y no sólo eso, en ella también se

da la experiencia. Uno de los autores que dio importancia a la experiencia fue David

Hume. Este filósofo en su libro Investigación sobre el conocimiento humano describe

que todos los objetos de la razón e investigación humana pueden, dividirse en dos

grupos: relaciones de ideas y cuestión de hecho.

Para las primeras, las relaciones de ideas, pueden darse y entenderse por la mera

operación del pensamiento. Es decir, no se necesitaría la relación con el mundo para

poder decidir este tipo de conocimiento, es independiente a todo lo que existe. Como

ejemplo de este primer punto podemos encontrar las disciplinas como matemáticas o

geometría, las cuales basan sus leyes en procedimientos mentales y conceptos

abstractos. Hume(2015) dice “aunque jamás hubiera habido un circulo o un triángulo en

la naturaleza, las verdades demostradas por Euclides conservarían siempre su certeza

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y evidencia” (p.65). Este tipo de grupo, tiene la regla de la no-contradicción, es decir,

no se puede afirmar lo contrario al mismo tiempo, en el caso de hacerlo, sería falsa esa

afirmación.

Por otro lado, se encuentran las cuestiones de hecho, las cuales no tienen el mismo

proceder que las primeras, tampoco su evidencia de verdad, por muy grande que sea,

es de la misma naturaleza que la precedente(p. 65). Este tipo de conocimientos no

admite contradicción, entonces diferentes opciones son posibles al mismo tiempo y no

se contradicen, por lo que no hay falsedad en ninguna opción. Para este caso se aplica

el principio de causalidad, La manera de razonar en esta segunda clase, verá su

fundamentación en la causa y el efecto, resultando así un nexo totalmente necesario.

Así mismo, aquí implicamos la inferencia como paso deductivo ante los hechos

presentados. Es decir, si veo la luz encendida al llegar a mi casa, puedo inferir que mis

padres han llegado antes que yo, pues había dejado la luz apagado y ahora se

encuentra encendida.

Más adelante dirá Hume (2015) que “la mente nunca puede encontrar el efecto en la

supuesta causa por el escrutinio o examen más riguroso, pues el efecto es totalmente

distinto a la causa y, en consecuencia, no puede ser descubierto en él” (p. 69), de la

misma forma, la representación imaginativa de los efectos se verá totalmente arbitraria,

ya que será necesaria siempre la experiencia para deducir la consecuencia de la

causa.

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Según Hume, sólo después de una larga cadena de eventos uniformes alcanzamos la

seguridad respecto a un acontecimiento particular. Es la experiencia la que nos

mostrará esta serie de eventos similares y nos hará absorber un conocimiento nuevo

respecto a la naturaleza. ¿Pero cómo es posible tener experiencia sin memoria?

Bueno, no es posible, entonces ¿Cuál es el papel de ésta respecto al aprendizaje,

conocimiento e incluso identidad. Ya se habló de la concepción de los dos autores a

grandes rasgos, ahora, entraremos en un concepto muy importante: la memoria.

Para explicar la memoria, nos remitiremos a la breve, sencilla y dinámica explicación

dada en el programa Brainchild(2015), aquí describen que el cerebro contiene de 80 a

100 millones de neuronas y se comunican constantemente para mantener el cuerpo y

la mente fuertes. Los científicos creen que los recuerdos no se almacenan en las

neuronas en sí, sino en los patrones de señales entre ellas. Así como una huella digital,

cada recuerdo puede tener su patrón particular. Con 100 billones de conexiones, el

cerebro tiene la capacidad de almacenar una infinita cantidad de información. En

relación a guardar toda la información mientras, por ejemplo, observamos algo, no es

posible. El cerebro no lo percibe todo al mismo tiempo, porque estamos hechos para

enfocarnos en una tarea. Por lo que aunque los ojos perciben un gran campo enfrente

de nosotros, solo prestamos atención a una cosa a la vez, esto funciona como el lente

de una cámara.

La memoria es lo que nos permite llevar al proceso de entregar lo vivido en la vida a

nuestro conocimiento, tan solo con pensar que si alguna vez te quemas con una olla, la

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próxima vez tendrás más cuidado con ésta. Pero ahora, tomemos el problema que la

memoria nos da: no es perfecta.

La memoria se ve alterada pro diversos factores, tal ves como el estado de ánimo o las

emociones. Esto afecta al conocimiento empírico y hace subjetivo todo lo que

conocemos por medio de las experiencias. El mismo evento captada por dos personas

será necesariamente recordado diferente porque a las dos les afectó de forma distinta y

tenían una disposición diferente. Pensémoslo así, hay un experimento respecto a esto.

Crearon un robo falso con un grupo que no sabia, la historia de lo que sucedió fue

distinta con cada uno, según lo que se podía contrastar con el video del robo. Los que

se ven más afectados en este mecanismo falible son disciplinas sociales tales como la

historia, la cual se basa en la memoria de la gente. Aun así, aunque exista la tecnología

de hoy, como los teléfonos para grabar, se seguirá percibiendo distintos los eventos,

aunque ya no es necesario traerlos de la memoria.

Parece bastante importante realizar en filosofía una cierta actualización de lo que otras

materias o disciplinas han trabajado sobre los temas que nos interesa abordar. Sobre

todo si responde a alguna cuestión filosofía o pone en la mesa una cuestión nueva a

abordar. En este caso, nos servimos a muy grosso modo, de las consideraciones

científicas. Si ya se tienen identificadas ciertas etapas del sueño ¿no se pueden utilizar

en el círculo filosófico para mejorar nuestro pensamiento respecto a lo que se esta

realizando.

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Referencias:

Hume, D. (2015). Investigación sobre el conocimiento humano. Madrid, España:

Alianza editorial.

Descartes, R. (2012). Obras completas: Discurso del método. Madrid, España: Gredos.

Tirapu-Ustárroz J.(2012). Neuropsicologíade los sueños. Rev Neurol; 55: 101-10.

Davis, A. & Kolber, J. (2018, November 02). Retrieved December 10, 2018, from https://

www.netflix.com/title/80215086

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