El poder sólo tiene sentido si se convierte en virtud cuando se pone al servicio de

los demás. Andrés Manuel López Obrador.

PUNTO DE VISTA
LA COHERENCIA
Por Ricardo Villa Sánchez

En los tiempos del chapoleo, en algunas de las marchas de siempre, por la Paz, la
democracia, los derechos o la justicia social, varios amigos, voluntarios, desde
temprano, repartían publicidad en las calles. Avanzada la tarde, apareció, con su
familia y su perro ─un sano cocker spaniel, naranja ruano─, el dirigente de turno,
cuando ya todos llegaban a una Plaza de Bolívar a reventar. Los compañeros, se le
acercaron a saludar, ya cansados de la caminata. Con una sonrisa impostada, cruzó
algunas palabras, les preguntó cosas comunes y los despachó. Antes de irse, ellos
le increparon que aún no habían comido nada, por estar repartiendo volantes de
campaña, sin tener un peso en el bolsillo. El hombre, les contestó: “Todo sea por
la causa”. Encogidos de hombros, siguieron su camino. Más adelante, uno de ellos,
escuchó cuando uno de los hijos del político, le armó un escándalo, porque tenían
que comprarle un helado a su mascota; el hombre, sonriente, sacó un fajo de
billetes de su bolsillo, le entregó un par a su escolta de anteojos oscuros,
ordenándole le trajera al perro, un cono de McDonald’s. Al rato volvió diligente el
tipo, que todos pagamos con nuestros impuestos, y le dio el postre, mientras mi
amigo agachaba la cabeza, profería juramentos, mandando a la M la causa, y
botaba a la basura, los pocos volantes que le quedaban.

A la gente no le importa que tú te equivoques en política, lo que le importa es si

eres consecuente o inconsecuente, dijo Jaime Bateman Cayón. Le atañe, la
coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace. Que el dirigente, con la mano
en el corazón, piense como un hombre de acción y actúe como un hombre de
pensamiento. Líderes que prediquen y practiquen. Sean creíbles. Con ética,
decencia, disciplina, principios, y sin ambigüedades, den ejemplo, en cumplir la
palabra empeñada de que con sus propuestas, gestiones, debates y acciones,
generen bienestar, desarrollo y vida digna. No sólo se les pide que sean
consecuentes en la vida de las luces o en determinadas coyunturas políticas, sino
que sean íntegros en sus alianzas, en sus comportamientos sociales, en su servicio
público, hasta en su intimidad; remember, no hay nada oculto bajo el sol.

La coherencia, poderosa palabra que permite evitar la vanidad, el narcisismo, el

sectarismo o el culto a la personalidad. Les pone límites a los que creen siempre
tener la razón, hasta impedir la iniciativa, el control social o la participación
ciudadana, bajo la premisa perversa de que quien no está conmigo es mi enemigo
porque piense diferente o decida votar por otra opción; o, en últimas, para que no
termine por calzarles la frase de que no hay peor perverso que el converso, cuando,
en su vida, ─así piensen que lo que hacen está bien─ se vuelvan una caricatura de
sí mismos, o sean comprados, cooptados o derrumbados, para convertirse en lo que
antes combatían, o hasta lleguen a negar sus orígenes, en frente de sus
simpatizantes y militantes, y en medio del charco de aduladores de ocasión, o por
interés, que los inflan, los alejan de la realidad; gente que los apoya o se incluye
en un proyecto político, pero, de quienes, óiganlo bien, no son sus dueños, ni
mucho menos de las instituciones o dignidades que regentan, fruto de un mandato
ciudadano, al que le deben rendir cuentas en la democracia.

Es así que, por ejemplo, si pregonan que los recursos públicos son sagrados, luego
el erario no se toca. Si uno lucha contra la corrupción, no puede aprovecharse de
sus posiciones de liderazgo, para beneficio propio o para saciar sus placeres y
ambiciones personales. Si cree en la Paz, no puede ser violento, incitar al odio o
quebrantar acuerdos. Si va por la justicia social, debe cooperar, ser solidario, y
redistribuir el conocimiento y la riqueza. Si el poder, llena de privilegios, no
pueden convertirse en una nueva élite, ni embriagarse con sus mieles, para atentar
contra la dignidad de quienes lo acompañan, maltratar a los más débiles o violar
sus derechos. Nunca se les olvide, la coherencia en este año electoral, a quienes
muchos hemos depositado nuestra confianza, compromiso y esperanza.

@rvillasanchez

Santa Marta 20 de enero de 2019.

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