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Lemas
Capacidad de aguante.
Confianza.
Autoestima.
Pone en contacto con nuestra propia energía a la fuerza y al poder. Fortalece la confianza en uno
mismo, la autoestima y la conciencia: «iYo soy, Y yo puedo!».
Nos enseña en qué situaciones negamos nuestra fuerza y no nos hacemos responsables de nuestra
vida. Nos ayuda a recuperar de nuevo esa fuerza innata que anida en nuestro interior, a
centrarnos en ella y a no permitir desanimarnos fácilmente.
Tú no eres la víctima del destino. Nadie te entrega indefenso al mundo «cruel». A lo mejor piensas
en el momento que te encuentras desamparado, que existen personas y situaciones que son más
poderosas y valiosas que tú, y que no puedes hacer nada.
Quizá eches la culpa a otros de tu situación. Pero si decides aceptar tu fuerza tendrás la vida entre
tus manos y podrás moldearla a tu gusto. Si eres consciente de tu propia fuerza y de tu poder,
podrás actuar de forma vigorosa sin tener que pelear, sin tener que justificarte.
Reconoce que ya es hora de que utilices tu fuerza para conducir tu vida como tú quieras.
¿En qué situaciones te sientes indefenso? ¿Por qué personas te sientes manipulado? ¿A quién
tienes que rendir cuentas? ¿En qué situaciones crees no tener ninguna oportunidad y tener que
resignarte o recapitular?.
¿ Qué sientes que no eres capaz de alcanzar? ¿Qué haces con tu fuerza en esos momentos de
debilidad?
Interpretación de la carta
La mujer que aparece en la parte derecha de la carta se encuentra inclinada hacia delante,
representando a una víctima indefensa y que además está encadenada.
Ella se ha resignado. Su cabeza cae sin fuerza y sin coraje hacia abajo.
La espada de la liberación aparece clavada tan solo a pocos metros de ella, pero esta mujer no la
ve, pues sus ojos están cerrados. La columna que se encuentra detrás de ella y que simboliza la
unión del cielo y la Tierra está agrietada.
El tigre que reposa al otro lado de la carta representa la fuerza. Él puede mostrarse relajado y
tranquilo, pues posee la fuerza necesaria para actuar y luchar en cualquier momento. Es rápido y
resistente. La columna que se encuentra detrás de él está entera, sin grietas. La planta que trepa
por ella es el símbolo de la vida que crece hacia arriba.
En el centro de la carta aparece el globo imperial, simbolizando el dominio sobre el mundo. Dentro
de este globo podemos observar el rostro de una persona que dirige su mirada hacia su interior,
pues se encuentra meditando en unión con su propio centro.
Al igual que una antena, la cruz del globo imperial emerge del chakra de la corona de esa persona.
Se muestra receptiva ante las ideas y la sabiduría de las leyes superiores, su saber y su poder
crecen a partir de la unión con una conciencia superior.
La mujer y el tigre forman los dos polos de la fuerza: la víctima y el luchador. El hombre en el
centro se encuentra fuera de los polos. No se siente desamparado pero tampoco debe luchar.
Posee el poder verdadero.
Libertad
Lemas
Transforma enredos mentales y emocionales y transforma el karma. Con su llama violeta libera
antiguas ataduras. Ahora serán posibles nuevos puntos de vista, una compresión más profunda y
otras formas de comportamiento.
Se podrá elegir libremente. Se entra en el juego de la vida, se aceptan los altibajos, sin dejarse
atrapar. Surge la libertad interior.
La energía de Saint Germain ayuda a ver la situación del momento desde otra perspectiva -y de
repente somos capaces de reírnos sobre aquello que hasta hace poco nos hacía sufrir.
En este momento te agobian estructuras de pensamiento adquiridas, intrigas con otras personas o
viejos modelos de comportamiento.
Te sientes atrapado, seguramente hace tiempo que te has propuesto cambiar y, sin embargo, no
lo consigues. Repites los mismos modelos de comportamiento, vives una y otra vez las mismas
situaciones.
Pero tú tienes libertad de elección. Cuando te liberes del pasado, cuando hayas superado las
intrigas emocionales, te podrás decidir libremente.
Y bajo libre elección se entiende también que te decidas por lo mismo que tienes en el momento.
¿En qué situaciones crees no tener libre elección? ¿Qué obligaciones y presiones parecen
agobiarte? ¿Entre qué proposiciones internas te sientes comprometido a decidirte? ¿Qué formas
de comportamiento repites a pesar de ser consciente de que quieres cambiar algo? ¿Con qué
personas te sientes tan comprometido que no te puedes liberar? ¿Qué provecho sacas del
sufrimiento?
Interpretación de la carta
En primer término, en la carta vemos una figura totalmente envuelta en un abrigo y que nos
recuerda por ello a una larva en su estado de transformación en crisálida.
Está sostenida por hilos y enredos. La figura se encuentra envuelta tan fuertemente en ese abrigo
tan elegante y bonito, símbolo de dogmas y relaciones humanas, que aparentemente no tiene
posibilidad de liberarse. Y, sin embargo, comienza a abrirse por la parte inferior.
Casi podríamos reconocer en ellas un rostro. En la parte superior de la carta se halla posada la
mariposa de la conciencia. Ha llevado a cabo la transformación, el sufrimiento que nos tenía
atrapados ha sido superado, lo ocurrido podrá ser analizado más fácil y libremente. En cualquier
momento la mariposa puede abandonar su posición y también volver a ella.
Las alas de la mariposa están sembradas de los pares de ojos atentos del observador. Estos
diferentes pares de ojos permiten analizar la vida desde diferentes puntos de vista, sin tener que
abandonar su posición. Entre sus antenas la mariposa sostiene un globo, símbolo de la perfección,
de la divinidad liberada.
La Luna es el símbolo del descenso del alma hacia la tierra, de lo que seremos y de lo que hemos
sido. Para el crecimiento del alma es inevitable subir al cuerpo terrenal (a través de la Luna) y
enfrentarse con las adhesiones y uniones al karma.
El ala de la derecha significa para todos una promesa de abandonar el circuito del karma de la
muerte y del nacimiento, liberarse de todas las ataduras. El hombre de la izquierda ha conseguido
esto, su ala simboliza la recuperada libertad.
Él está desnudo, se muestra desprotegido y libre. Su mirada hacia su interior denota la unión con
su ser más interno.
Lemas
Alimentarse.
Dar y recibir.
La energía de María
Ayuda a deshacer la ilusión de la división. Ella alimenta, nos permite reconocer que todo está
relacionado entre sí, nos confiere la sensación de sentimos amparados y protegidos. Nosotros
siempre nos hemos sentido acomodados, hemos sido queridos y obtenemos todo aquello que
necesitamos. De nosotros depende que lo aceptemos.
Esta energía nos enseña a cuidar de nosotros mismos y a encontrar la justa medida entre recibir y
dar.
Esta energía nos conduce hacia la unidad, hacia el amor todopoderoso, incondicional de la
diosa/madre de la tierra/ madre.
En tu situación resulta importante reconocer que no estás desligada, sino que estás relacionada
con la unidad, el amor y que te alimentas del manantial de la existencia. Se trata de aprender a
«tomar y dar», a tener en cuenta tus necesidades, a alimentarte a ti mismo y a dejar que te sientas
bien.
Quizá seas una persona que das gustosamente, pero que das demasiado sin pensar en ti mismo.
Sin embargo la solución no radica en dejar de dar. Tú quieres aprender a dar del manantial
inagotable del ser, alimentarte del flujo del amor. Aprende que «no dar» y «decir que no» también
pueden ser una expresión de dar.
En ocasiones a la otra persona se le ayuda más dejando que utilice su propia fuerza, que si se le da
aquello que nos está pidiendo. Y a veces es necesario tener el valor de decir «no» en el caso de
relaciones no muy claras.
¿Cuándo das más de lo que en realidad quieres dar? ¿Cuándo te sientes decepcionado al no recibir
una muestra de agradecimiento por tu ayuda? ¿Qué necesitas para sentirte de nuevo alimentado,
querido? ¿Qué relación o qué situación ya no te satisfacen, dónde se produce un cambio?. ¿ Te
sientes realmente querido y aceptado? ¿Estás dispuesto a recibir amor y ayuda?
Interpretación de la carta
Si unimos las tres figuras entre sí, formamos un triángulo: símbolo del espíritu divino. Los cuatro
símbolos en el borde del círculo representan una cruz, la unión y la relación con la materia.
De esta manera en la carta nos encontramos con la unión del cuerpo (cuadrado), el espíritu
(triángulo) y el alma (círculo). La paloma, símbolo del Espíritu Santo y de la paz, lleva en su pico un
corazón, símbolo del amor. Las iglesias y mezquitas se consideran hogares de Dios en la Tierra. Son
y (eran) al igual que Marta el receptáculo, el lugar en el que va a ser recibido lo divino.
Así se cierra un círculo: el espíritu (paloma) nos trae el mensaje de paz que es recibido por el
receptáculo terrenal (mezquita, iglesia). A partir de ahí surge un nuevo planeta, un nuevo mundo
que se funde con «el-estar-unido-con todo», con el ser uno solo (el vacío).
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