Vous êtes sur la page 1sur 3

Pontificia Universidad Javeriana

Antropología y Teología
Tema: Parcial
Integrantes: Trilce Gora, Paula Antonella Herrera, Alejandra Medina, Daniela Quintero, Daniela Rubio, Ricardo
Rueda.
Genocidio de la UP en el marco de la teoría mimética

En el presente texto se argumentará la veracidad del párrafo propuesto por el docente Carlos Angarita y,
de igual manera, se explicarán los conceptos requeridos para dar una mejor comprensión de la teoría
mimética de René Girard relacionada con el genocidio de la UP y el contexto histórico de los años 80 en
Colombia.

Para empezar, se dará una introducción al contexto histórico que permitió el surgimiento de la UP como
una tercera fuerza política, conformada por: sindicatos, la Juventud Comunista, sectores liberales, entre
otros sectores sociales y políticos que le apostaron a esta alianza. Sus orígenes se dieron a partir del
acuerdo de paz hecho por Belisario Betancourt y las FARC en 1984, lo que permitiría la postulación de
un líder político para las próximas elecciones, el cual fue Jaime Pardo Leal quien obtuvo los suficientes
votos para presentarse como posible candidato a la presidencia.

A medida que este proyecto político se desarrollaba, el apoyo de los sectores populares era cada vez
mayor tanto así que consiguieron un protagonismo en las principales instituciones estatales: en el año de
1986 consiguió la elección de 5 senadores, 9 representantes a la cámara, 14 diputados departamentales,
351 concejales y 23 alcaldes municipales (El genocidio de la union patriotica , 2018) y se constituyó
como la principal fuerza de oposición al modelo político hegemónico y bipartidista, generando que los
actores pertenecientes a este modelo se alarmaran y empezaran a buscar alterativas que permitieran
truncar dicho proyecto.

Así pues, deciden formar una acción sistemática en contra de esta Tercera Fuerza con la idea de
satanizar, criticar y rechazar hasta el punto de exterminar dicho partido, por medio de la construcción
social conocida como chivo expiatorio, la cual, según la teoría de René Girard (2011): “designa la
ilusión unánime de una víctima culpable, producida por un contagio mimético, por la influencia
espontánea que los miembros de una misma comunidad ejercen los unos sobre los otros” (p.266).

De acuerdo con lo expuesto, es correcto argumentar que la UP quería resolver las problemáticas del país
desde bases ideológicas pacíficas y con fundamentos epistemológicos, negándose a pertenecer al
desarrollo violento a partir de la figura designada como gemelo de violencia, la cual es retomada por
Agustín Moreno Fernández (2013) desde la teoría mimética, planteando así que:
La persecución colectiva empezaría a gestarse también gracias a la especial capacidad mimética
humana, en este caso, a la progresiva focalización de la hostilidad sobre determinados
individuos, gracias a que determinados modelos son imitados en su violencia contra otros, lo cual
hace que tras el caos total emerja una cierta organización (p.7).

En consecuencia, se constituyeron las víctimas del histórico genocidio de esta fuerza alternativa a partir
de una persecución gestada por fuerzas paramilitares que habían surgido de alianzas entre terratenientes,
empresarios, sectores de las fuerzas armadas y las élites de los partidos tradicionales. Lo dicho se
evidencia en el documental de O´Shanahan y Antequera, La historia que no contaron, porque es una
representación bastante crítica en cuanto a los asesinatos sistemáticos de sus principales líderes y
defensores.

Por consiguiente, este lamentable acontecimiento se tradujo en una pérdida de la esperanza y en una
impotencia del pueblo al ver como todos sus voceros y representantes morían en manos de la
intolerancia y el miedo al cambio propugnados por el Estado colombiano. No obstante, la violencia se
recrudeció y se convirtió en una violencia indiferenciada, debido a la multiplicidad de actores armados
tales como grupos guerrilleros y paramilitares, los cuales tenían un fuerte deseo de apropiación que
giraba en torno al ejercicio del poder, sin importar los medios para conseguirlo.

En conclusión, la historia de Colombia ha estado profundamente permeada por el rechazo violento a la


constitución de un nuevo Estado, en el cual sería posible una convivencia menos marcada por la
desigualdad, la intolerancia y la discriminación. También, es importante resaltar que Colombia ha
perdido muchas oportunidades en cuanto a lo diferente que serían las dinámicas sociales actualmente
sino se hubieran dilapidado vidas tan valiosas.

Nuestro deber como colombianos es tener muy presente en nuestra memoria la historia que nos ha
constituido, dándole un carácter crítico que nos guíe a la deconstrucción de nuestra sociedad actual a
partir de acciones pedagógicas y sociales dirigidas a toda la nación. En palabras de Carlos Angarita
(2013):

la afirmación de los derechos humanos y la democracia, en nuestro país sólo es factible desde un
enfoque crítico. Esta perspectiva reclama previo el desvelamiento del poder opresor de las élites
que basan su poder en fuerzas superiores abstractas, llámense dios, Estado social de derecho o
libre mercado (p.13).
Bibliografía:

Girard, René (2011). Sanglantes origines. Editorial Flammarion. París.

Moreno, Agustín (2013). Descripción y bases del mecanismo de chivo expiatorio en la teoría mimética
de René Girard. ENDOXA, Series Filosóficas, n°32, 2013, pp.191 - 206. Madrid.

Ayoze O´Shanahan y Erika Antequera. Video Documental La historia que no contaron. Corporación
Reiniciar, Colombia, 2009. Disponible en http://www.youtube.com/watch?v=dutvL53_dVg

Angarita, Carlos. Barbarie y Derechos Humanos en Colombia. Restrepo, Manuel (ed.). Derechos
Humanos, barbarie, paz, UPTC, 2013, pp. 17-39. Tunja.

Vous aimerez peut-être aussi