Vous êtes sur la page 1sur 6

LA IMPORTANCIA DE LA MUJER EN LA SOCIEDAD

NEDYS TAVERA SÁNCHEZ

PROFESOR: CAMILO ANDRÉS BERRIO MURCIA

UNIVERSIDAD PEDAÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA


FACULTAD SECCIONAL CHIQUINQUIRÁ
ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
SEMESTRE II
ÉTICA Y POLÍTICA
CHIQUINQUIRÁ BOYACA
4 DE SEPTIEMBRE DEL 2018
INTRODUCCIÓN
En los profundos cambios sociales, políticos, económicos y culturales observados en
las últimas décadas, específicamente en los países latinoamericanos, se fundamenta el
interés de abordar la evolución de los derechos humanos de la mujer en el contexto de
la sociedad.
La génesis de la raza humana está estrechamente ligada a la capacidad de dar vida, de
crear otro ser y de influir de manera determinante en generaciones enteras y, por lo
tanto, en la estructura del mundo. Por su parte, la mujer ha orientado una especial
atención e interés hacia la maternidad que, a pesar de su evidente importancia, en
muchas ocasiones se torna en una condición que pasa inadvertida.
LA IMPORTANCIA DE LA MUJER EN LA SOCIEDAD
La dignidad intrínseca de todas las personas está reconocida en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos de 1948. En este documento se indica que todos
los derechos y libertades deben aplicarse sin ningún tipo de distinción, ya sea religiosa,
cultural o sexual. Esto implica que hombres y mujeres se encuentran en un plano de
igualdad.
La importancia de la mujer resulta tan trascendente que se torna complejo y
virtualmente imposible de describir con las limitaciones que impone el vocabulario.
Desde una restricción puramente biológica, la mujer es la persona de sexo femenino,
definido a partir de la presencia de dos cromosomas X en las células somáticas. Sin
embargo, en un contexto más amplio, la concepción global de lo femenino excede las
fronteras de la biología y discurre por caminos históricos, conductuales y culturales, que
permiten un abordaje diferente de la mujer en la sociedad occidental de nuestros días.
Más allá de la sorprendente diversidad que caracteriza a las naciones y los pueblos del
mundo, se reconoce desde tiempos históricos una gran diferencia en el rol cultural de
mujeres y varones que se hizo manifiesta hasta fines de la Edad Moderna. A partir de
entonces, la participación de la mujer en distintas tareas que se encontraban
reservadas para los hombres se vio acompañada de una progresiva tendencia a la
igualdad de derechos y de oportunidades, que ha llegado a su expresión más
trascendente desde la segunda mitad del siglo XX.
Es evidente que el siglo XX significó un notorio cambio en las condiciones sociales y
políticas de las mujeres. Ello se demuestra a partir de algunos acontecimientos, entre
los cuales se destaca la celebración, por primera vez, en algunos países de Europa,
como Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, del Día Internacional de la Mujer (8 de
marzo de 1911). Este acontecimiento pudiera tener sus orígenes en la propuesta
realizada a las mujeres por la comunista alemana Clara Zetkin (desde 1890), en la cual
se les hacía un llamado a tomar su lugar en la lucha de clases y, concretamente, a
participar en la revolución socialista. Ello, de alguna manera representaba la lucha por
la igualdad, por la liberación de la mujer proletaria y, por el respeto al género. En 1921
se celebró en Moscú, la Conferencia de las Mujeres Comunistas que eligió el día 8 de
marzo para celebrar el Día Internacional de las Obreras. A partir de esta Conferencia,
en la fecha indicada se conmemora la lucha y conquista de las mujeres en cuanto a
derechos humanos bajo condiciones de igualdad, tales como el derecho al voto, a la
ocupación de cargos públicos, a la formación profesional, al trabajo y a la no
discriminación en materia de género.
Otra demostración del avance derivado de las luchas de la mujer en el contexto de los
derechos humanos se evidenció en 1948 con la Declaración Universal de los Derechos
Humanos por parte de la Organización de las Naciones Unidas. Esta Declaración
Universal resume un ideal de carácter común, tanto para los hombres como para las
mujeres. Orlando Taleva (2004) resalta de la misma, las expresiones siguientes:
Toda persona, como miembro de una sociedad, tiene derecho a la seguridad social y a
obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de
la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos
económicos, sociales y culturales indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de
su personalidad.
El reconocimiento legal de los derechos de la mujer es un avance incuestionable, pero
los tratados internacionales y las leyes sirven de poco si no se ponen en práctica. Por
otro lado, todavía existen muchos prejuicios y obstáculos que dificultan la igualdad real
entre hombres y mujeres.
Todavía existen trabajos típicamente masculinos y femeninos, mujeres que renuncian a
su vida profesional para cuidar de sus hijos, distinciones de salario entre ambos sexos y
falta de recursos y apoyos para que la igualdad sea efectiva. Así, el papel de la mujer
en los años actuales se reparte entre ámbitos que conciernen en forma prioritaria a la
feminidad, como la maternidad y la crianza de los niños, por un lado, y aquellas
condiciones que surgen de la mayor presencia en áreas profesionales, docentes,
políticas y directivas. Este doble desempeño da lugar a algunas consecuencias
deletéreas, como un porcentaje de casos de estrés más elevado y el surgimiento de
conflictos en la esfera psicológica.
Es importante ver a la mujer como un ser humano, que posee necesidades más allá de
las fundamentales; si bien, ser mujer tiene la connotación de otorgar vida, ser esposa,
ser hija, también posee naturalmente la opción de tomar decisiones, sobre su ser y su
hacer; marcando así sus libertades en su desarrollo profesional y personal. Esto
determinado, porque la mujer en un contexto de desarrollo, genera sus propias formas
de organización, sus concepciones políticas, prácticas sociales, conductas y normas
sobre los cuales arraiga su ser, posee comportamientos, capacidades, habilidades y
actitudes, que no deben ser impuestas por una sociedad, por lo contrario, la sociedad
se comienza a transformar desde la tensión generada por los cambios liderados por la
mujer.
Por consiguiente, reducir la importancia de la mujer a un único aspecto consiste en una
verdadera minimización. Cualquier enfoque del tema resultará en todos los casos tan
sólo una sutil expresión de la totalidad de esta realidad compleja, cambiante y en franco
crecimiento hacia un mejor escenario futuro.
CONCLUSIÓN
En definitiva, la mujer juega un gran rol en nuestra sociedad. No hay que despertar
siempre la idea de que el hombre o la mujer esté más capacitada para lo que sea. Es
cierto que cada uno de los sexos tiene algo particular que aportar en la vida social. A
veces olvidamos que la vida se complementa, no se compite. Tal vez olvidar ese
principio es lo que nos frena a valorar a tantas mujeres de hoy.
La mujer ocupa un lugar central en la familia, esté está conformada de la manera que
esté. La mujer tiene la función más importante en la crianza de los niños por lo tanto la
importancia de la mujer en la sociedad debe ser elevada al nivel que le corresponde, la
mujer es totalmente independiente y es capaz de lograr objetivos de independencia y
superación.
Actualmente, el desempeño de la mujer ha cambiado y se ha adecuado al contexto
mundial. Cada vez más mujeres tratan de estudiar más años u optar por una mayor
preparación académica para conseguir un trabajo que le proporcione estabilidad y
sustento económico adecuado.
INFOGRAFÍA
https://www.importancia.org/mujer.php
https://repository.unimilitar.edu.co/bitstream/10654/13247/1/ensayo%20final%20especia
lizacion%20Jenniffers.pdf
http://www.la99.com/web/content/%C2%BFcu%C3%A1l-es-la-importancia-de-la-mujer-
en-nuestra-vida#.W48BB-hKjIU
https://es.slideshare.net/laumexmartin/el-papel-de-la-mujer-en-la-sociedad
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-57952010000300012

Vous aimerez peut-être aussi