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Papers 66, 2002 275-291

Ressenyes

TEZANOS, José Félix


La sociedad dividida. Estructuras de clases y desigualdades
en las sociedades tecnológicas
Madrid: Biblioteca Nueva, 2001

En sintonía con la dilatada carrera profe- les y estructurales, esbozando los princi-
sional del profesor Tezanos, en este tra- pales elementos que configuran a las nue-
bajo se aborda de nuevo el problema de vas sociedades y su correspondiente para-
la estratificación y las desigualdades socia- digma analítico e interpretativo.
les. Aunque son ya varias las decenas de El tema tratado puede exponerse como
libros que ha publicado sobre el tema, un análisis de las nuevas formas de desi-
aquí lo hace desde una perspectiva dife- gualdad aparecidas en las sociedades tec-
rente, al relacionar las teorías clásicas con nológicas avanzadas. La estructura formal
las emergentes formas de exclusión social, del texto se compone de doce capítulos,
auscultadas éstas en importantes y recien- incluido el introductorio, en los que se va
tes trabajos de observación de la realidad adentrando en los diferentes aspectos rele-
española contemporánea. La investiga- vantes del análisis del proceso social vis-
ción que dirige, especialmente, desde el lumbrado. La secuencia aparece ordenada
año 1995, sobre Tendencias sociales de por un hilo conductor que se inicia pre-
nuestro tiempo, le ha permitido disponer sentando el problema de la incidencia
de un bagaje de información empírica, de la tecnología en las nuevas formas de
con el que reflexionar y exponer algunas estratificación, para continuar con una
de las principales disfuncionalidades de presentación de las principales formas
la estructura social emanante. En reali- adoptadas por ésta, tanto de las que que-
dad, esta obra se concibe como parte de dan al margen del mercado como de las
una trilogía que pretende profundizar en que están dentro del mismo. Finalmente,
sendos referentes fundamentales para el se retoman los aspectos más globales para
futuro inmediato de las sociedades con- reconceptualizar el problema de las desi-
temporáneas: las desigualdades, las muta- gualdades emergentes.
ciones en el mercado laboral y, finalmen- En realidad, sobre el conjunto de la
te, el escenario de las democracias ante el obra se pueden atisbar dos niveles dife-
nuevo siglo. Esta primera entrega se refie- rentes de tratamiento que permiten abrir-
re precisamente a los aspectos más globa- se a dos tipos distintos de lectores. Por un
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lado, el analítico en sí mismo, en el que y pedagógica exposición de datos empí-


expone su reflexión sobre la situación ricos, para plantear la cuestión de cuál es
social y las correspondientes tendencias el marco analítico necesario para inter-
de futuro y, por otro, los aspectos con- pretar esta situación.
ceptuales y metodológicos. El primero La propuesta teórica del autor se basa
explica el tono expositivo sencillo en el en concebir las sociedades tecnológicas
que se desenvuelve el texto en su con- avanzadas como una nueva etapa en la
junto, los numerosos ejemplos tomados historia de la humanidad, superando así la
de la realidad más cotidiana, pensando en fase industrial. En ella, la ciencia y la tec-
un público amplio, no necesariamente nología desarrollan un importante papel
versado en estas temáticas, pero sí con en la configuración de la estructura social,
inquietudes políticas, sociales o intelec- tanto en la transformación del modo de
tuales. En el segundo se dirige funda- vida de la población como en la genera-
mentalmente al lector más académico, ción de nuevas formas de desigualdad.
familiarizado con las problemáticas de los Pero, fundamentalmente, se ha llegado a
conceptos, las taxonomías y las teorías clá- un nivel de bienestar social que, lamen-
sicas sobre clases, estratificación y desi- tablemente, a pesar de su extensión y cali-
gualdad. Ello le obliga a no perder el rigor dad, ha dejado fuera a importantes con-
y a mantener permanentemente los gui- tingentes poblacionales: los excluidos.
ños hacia los debates teóricos usuales en Además, existen otros colectivos que, sin
este ámbito científico. Sin embargo, poder decir que están fuera del mismo,
ambos niveles se hallan bien entrelazados, se encuentran en situación de clara vul-
superando con maestría la dualidad con nerabilidad, con empleos temporales, con-
la que se manifiesta expresamente críti- tratos precarios y en sectores obsoletos.
co, que separa el mundo de los expertos Así mismo, de entre los que podemos
del de la opinión pública. No existen considerar como integrados, se incre-
grandes saltos, aunque sí son perceptibles mentan los riesgos de dualización, tanto
capítulos y, sobre todo, epígrafes, que van entre los miembros de las clases medias
a despertar más interés en unos u otros. como de trabajadores, por lo que se dibu-
En el nivel analítico se lee que la his- ja una línea que separa a los acomodados
toria de la humanidad se caracteriza por y con perspectivas optimistas, de los insa-
una permanente presencia de desigual- tisfechos y con riesgos nítidos. De ese
dades sociales. Éstas han adoptado for- modo, el autor señala cuatro bloques de
mas específicas en cada momento y con- conclusiones fundamentales: la acentua-
texto cultural y, en las sociedades ción de las desigualdades en todo el
industriales, han despertado un especial mundo, la mayor sensibilización con esa
interés sociológico en cuanto al sistema problemática, la pérdida de entidad de la
de clases generado. Con todo, reciente- autoidentificación con una clase social y
mente se ha extendido la creencia de que el incremento de las movilizaciones y pro-
ese sistema de estratificación era propio testas originados por situaciones desigua-
de unas sociedades en una fase de desa- litarias.
rrollo ya superada. A ello se ha añadido La pervivencia y el acrecentamiento de
la percepción de que el orden capitalista es todo lo anterior es percibida tanto por la
el más igualitario de los realmente posi- opinión publica como por los expertos,
bles y, sin embargo, tanto la percepción algo que se demuestra con los datos pro-
colectiva como los propios datos insisten venientes de las encuestas y delphis ela-
en que, lejos de reducirse, los desajustes borados por el equipo de investigación
se han incrementado. El profesor Tezanos sobre tendencias sociales. Sin embargo,
va argumentando esta tesis con una rica la falta de unanimidad en tal percepción
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se encuentra explicada por la existencia la sociología académica. Surge, así, una


tanto de inercias interpretativas del pasa- necesidad de repensar la utilidad de ins-
do como por la carencia de herramientas trumentos tan recurridos como la cate-
teóricas y conceptuales capaces de goría de clases, hasta otros, más moder-
discernir los principales elementos confi- nos, como la conveniencia de referirse a
guradores de la nueva compleja realidad determinados sectores poblacionales como
social. Esto conlleva, por un lado, un excluidos. Estos dos conceptos, clases y
esfuerzo político por entender y superar exclusión, merecen buena parte de la aten-
esa situación, pero, por otro, un esfuerzo ción del autor y suponen el eje central del
académico y científico, por deshacerse de conjunto de la obra, tratados de forma
todo el lastre conceptual necesario para genérica en los capítulos cuarto y quinto
poder analizar la nueva sociedad desde los y desarrollados matizadamente en los capí-
parámetros que la definen. Así lo formu- tulos siguientes.
la al abrir un interrogante en el que situa- Las clases sociales aparecen redefinidas
ría el análisis de las sociedades industria- como una categoría útil para entender la
les y de sus nuevas clases desde la estructura social de las sociedades indus-
perspectiva y las categorías existentes en triales, pero con una base que incluye,
las sociedades agrarias. De ahí el interés más allá de los aspectos posicionales en
por releer la obra desde ese segundo nivel, las estructuras laborales y de poder, otros
el metodológico, en el que se propone una referidos a los contextos espaciales y socio-
clara revisión de las teorías y los concep- culturales de sus actores. Como sintetiza
tos clásicos. el autor, supone una adición de tres nive-
Los cambios recientes discernibles en les: el objetivo, como posición laboral, de
la evolución de las sociedades industria- oportunidades de vida y en el mercado;
les maduras conlleva centrar la mirada el subjetivo, como percepción de su posi-
sociológica hacia tres centros de aten- ción, y el actitudinal, como opción de
ción: el carácter y la intensidad de las solidaridad con sus partenaires de clase y
transformaciones tecnológicas; las desi- la acción conjunta en sí misma que lle-
gualdades generadas, y, finalmente, el van a cabo.
interés político y científico por el análi- Sin embargo, la categoría de clase se
sis de todo ello. La incidencia de lo pri- ha «escolastizado» hasta extremos absur-
mero es asumida de forma generalizada; dos. Matiza, incluso, los elementos que
lo segundo es discutido y confuso, y el considera claves para explicar la crisis del
interés generado sufre un proceso de ago- modelo teórico de análisis de clase y, a ese
tamiento y desazón por la falta de con- respecto, señala los cuatro siguientes: la
clusiones consensuadas entre los analistas. mayor presencia de variables sociales aje-
Este languidecimiento académico puede nas a la categoría clásica de clase para
estar tocando fondo, puesto que la socie- explicar los posicionamientos ideológi-
dad del nuevo milenio estará formada cos, como, por ejemplo, la edad; la ines-
por conglomerados sociales más com- pecificidad de esa voluminosa cantidad
plejos, con mutaciones más rápidas e de población que se concibe como clases
intensas, y con repercusiones más glo- medias; la intensificación de los procesos
bales. De ahí la visión optimista del desa- de dualización social en múltiples ámbi-
rrollo de una sociología de las desigual- tos, y, finalmente, la carencia de una ima-
dades que supere buena parte del gen clara de lo constitutivo de una clase
discurso tradicional sobre la estratifica- social.
ción y las clases sociales. El elemento fundamental de estratifi-
La dinámica social reciente precisa un cación es, no obstante, el poder; pero éste
examen de las taxonomías empleadas por entendido más allá de la esfera jurídico-
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administrativa, para alcanzar a todas las una naturaleza específica diferente, aunan-
facetas de la vida social. De esta forma, do en su formulación, un elemento des-
no sólo aparece un distanciamiento del criptivo de una situación dada y otro ele-
autor del unidireccionalismo de la orto- mento tendencial del proceso social que
doxia marxista clásica, sino de weberia- lo genera y que siempre lleva, estructu-
nismo politológico, centrado en exceso ralmente, hacia un horizonte polarizado
en las élites. El actual momento de tran- o dualizado entre el colectivo de los favo-
sición entre dos modelos de sociedad no recidos por el sistema de los desfavoreci-
permite fijar unas categorías de estratifi- dos por el mismo.
caciones claras, ni para los analistas ni para El hecho de que la obra aparezca con-
la propia percepción social de la pobla- cebida como una reflexión a partir de los
ción. Es preciso incluir, inicialmente, toda resultados de varios años de investigación
una serie de ámbitos y variables que pue- empírica y de un largo proceso de reca-
den ser indicativos y, en su momento, más pacitación de la robustez de los modelos
concluyentes, sobre su papel en la confi- teóricos al uso, explica la riqueza de datos
guración de las nuevas clases sociales. y, muy especialmente, la abundancia de
Tezanos trabaja, entre otras, con variables esquemas y cuadros sintéticos que pre-
biológicas (edad, sexo, raza), culturales tenden resumir o ilustrar los principales
(etnia, origen, creencias, ocio), económi- elementos que intervienen en su análisis.
cas (propiedad, ingresos), educativas (cua- Son, en este sentido, más de una trein-
lificaciones, capacidades), relacionales tena el número de cuadros resumen que
(entornos de inserción, familia, grupos), pueden encontrarse a lo largo de las casi
espaciales (naciones, regiones, barrios) y cuatrocientas páginas de este libro. A
ocupacionales (tipo de trabajo, estabili- éstos habría que añadir medio centenar
dad, paro, etc.). Queda por descubrir la de gráficos y tablas de datos que ilustran
relevancia concreta de todos estos ele- el discurso expositivo. Todo ello, además,
mentos como componentes de la acción. acompañado de un enfoque versátil pen-
Sin embargo, queda también patente la sado tanto para el lector avezado como
tendencia a localizar estructuralmente a para el que se acerca a estos temas con
determinados sectores poblacionales en menor asiduidad. Huye del abuso de las
la periferia del sistema socioeconómico. citas y de lo que él llama el «círculo tedio-
Estos sectores pueden considerarse como so de las “relecturas” clásicas», para sus-
infraclases o, utilizando el término de tituirlo, como estrategia rupturista, por
moda, excluidos. Éste será motivo de refle- el estudio y la comprensión de la socie-
xión, para el autor, fundamentalmente en dad en sí misma.
el capítulo quinto. De esta forma quedan presentadas las
A pesar de la indefinición que rodea a tres contribuciones fundamentales de esta
este último concepto, no es difícil con- obra: por un lado, su lúcida propuesta
venir que se trata de caracterizar a deter- analítica sobre el futuro inmediato de
minados segmentos sociales que se ubi- nuestras sociedades contemporáneas; por
can al margen de unos determinados otro, su contribución académica al actual
niveles de bienestar social del que sí goza empleo de categorías y conceptos estrati-
el conjunto de la ciudadanía. Se trata de ficacionales, y, por último, y no por ello
un concepto con unas características espe- menos importante, el acercamiento de la
cíficas, diferenciable tanto de los de des- sociología y del análisis teórico a un públi-
viación, como de marginación, segrega- co amplio y diverso, con un lenguaje ase-
ción, discriminación, estigma, alienación quible y riguroso.
o pobreza y, aunque coincida como atri- Esta obra supone, además, la activa-
buto conjunto de cualquiera de ellos, tiene ción de una disciplina que, como el pro-
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pio autor reconoce, está atravesando camente sociológica, con un futuro aca-
actualmente una fase de crisis pero a la démico que cabe calificar, sobre todo, de
que espera un inmediato resurgimiento; necesario.
se trata, por emplear sus propias pala-
bras, de una sociología de las desigual- Manuel García Docampo
dades, como una contribución específi- Universidade da Coruña

FAJERTAG, Guiseppe; POCHET, Phillipe (eds.)


Social Pacts in Europe. New Dynamic
Bruselas: European Trade Union Institute, 2000

Durante la década de 1990 los pactos la regulación salarial tomando un largo


sociales han constituido un punto impor- periodo de análisis, de 1970 a 1998. El
tante en el proceso de convergencia y libro resulta muy interesante por el esfuer-
europeización de las relaciones laborales. zo de análisis comparado, así como por
El Instituto Sindical Europeo ha dedica- la contribución de prestigiosos expertos
do dos publicaciones a esta temática, la vinculados a distintas universidades y cen-
presente que citamos arriba y una ante- tros de estudios de los sindicatos europeos.
rior titulada Social Pacts in Europe, publi- A pesar de la variedad de autores y de
cada en 1997. experiencias nacionales estudiadas, pode-
El libro se divide en tres partes. En la mos adelantar la existencia de una tesis
primera tenemos un capítulo comparati- común. Esta tesis sostiene la idea de una
vo de Janine Goestchy sobre el empleo nueva generación de pactos sociales en los
y la seguridad social, así como otro capí- noventa y en el nuevo escenario posterior
tulo comparativo de Anke Hassel y a la unión monetaria europea. Este nuevo
Bernhand Ebbinghaus que trata de expli- escenario supone fuertes restricciones
car los vínculos entre la modernización externas que limitan la capacidad de
salarial y la reforma de la política social. maniobra de los actores en los sistemas
En la segunda parte tenemos once capí- de relaciones laborales. Otra argumenta-
tulos que informan sobre la diversidad y ción interesante es la reemergencia del
variedad de los pactos a nivel nacional neocorporativismo, aunque también con
(Serafino Negrelli, Italia; E. Arcq y características distintas las de las décadas
P. Pochet, Bélgica; Jens Lind, Dinamarca; de 1960 y 1970.
T. Kauppinen, Finlandia; B. Bispinck y
Th. Schulten, Alemania; Ch. A. Ioannou, ¿Neocorporativismo o americanización
Grecia; R. O’Donnell y C. O’Reardon, de las relaciones laborales?
Irlanda; A. Hemerijck, M. Van der Meer
y J. Visser, Holanda; J.E. Dolvik y En los distintos capítulos hay un elemento
A. Martin, Suecia y Noruega; M.P. común que nos permite hablar de euro-
Campos Lima y R. Naumann, Portugal, peización de las relaciones laborales. Ese
y S. Pérez, España). Y en la tercera parte elemento común no es otro que las res-
se recogen de nuevo dos artículos com- tricciones impuestas por los criterios de
parativos, uno de Andrew Martin sobre convergencia de Maastricht, por el pro-
el desempleo y la política macroeconó- ceso de unión monetaria y, sobre todo,
mica supeditada a la unión monetaria por el cambio de régimen monetario. La
europea y otro artículo de Franz Traxler, convergencia en un mercado único y
que realiza un estudio comparativo sobre la mencionada unión monetaria han

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