Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
MODERNA
DE GALICIA
JOSÉ CARLOS GARCÍA VEGA – CURSO 2017/2018
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
1
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
2
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
Para la primera interactiva hay que traer en un folio impreso qué texto vamos a
escoger, este ya leído, con un esquema de qué ideas hemos extraído, cómo lo vamos a
comentar, cómo vamos a proceder, etc. También algo de bibliografía.
Tema introductorio
El primer mapa que tenemos de Galicia es el de Fernando Ojea, de principios del
siglo XVII. Está integrado en el famoso Atlas de Abraham Ortelio. Fernando Ojea era
un fraile dominico que posiblemente aprovechó material antiguo para realizar este mapa.
Desde la Edad Media había cartularios y portuarios, la gente del mar tenía que conocer
los puertos y la línea costera. La monarquía hispánica, desde la Casa de la Contratación de
Galicia disponía de buena información cartográfica. Representar, en cambio, el territorio
interior, era muy difícil. Hasta el mapa del XIX de Fontán esto es tremendamente
complicado. En cambio desde finales de la Edad Media tenemos información sobre las
características y dificultades de cada puerto, las escalas habituales (Bayona, A Coruña,
etc.)
Otro valor que podía tener para que las líneas de costa se conocieran bien son las
elaboraciones de otros países sobre ellas, dado el interés militar que podían suscitar.
Drake cuando ataca A Coruña sabía dónde estaba y cómo era… También en el siglo
XVII Luís XIV conocía las costas gallegas gracias a espías enviados que tomaban nota
de todo lo necesario. Los mapas que se realizan desde el punto de vista del reino británico
se ven del revés. Tenemos un ejemplo de Galicia Norte en el atlas de Teixeira, de 1634. A
finales del siglo XVII muchos puertos que antes eran navegables empiezan a dejar de
serlo. En este mapa de Teixeira podemos apreciar algunos dibujos de barcos que nos dan
idea de lo que cada puerto podía admitir en cantidad de barcos.
En el momento en que se cree la Real Academia de la Historia se le da como función,
entre otras, la de elaborar mapas del territorio. Otra obra de referencia es la Historia
Eclesiástica del padre Flórez. Esta obra hace una historia de todas las diócesis de Galicia,
y eso obligaba a cada una a portar un mapa de la misma. Gracias a esos mapas,
recopilados en la Real Academia de la Historia, a mediados del siglo XIX tenemos el
Mapa de Galicia de Fontán de 1845. José de Cornide es un ilustrado de la historia que
se dedicó a lo largo de toda su existencia a recopilar datos de carácter geográfico. Hay
que decir también que el Padre Sarmiento promocionaba que se hicieran fichas de las
características de cada parroquia. De esta manera un conde de Ourense se puso en
contacto con numerosos sacerdotes para obtener informaciones de varias parroquias. En
fin, la conclusión de todo el proceso es el mapa de Fontán de 1845.
Hay que tener en cuenta que la configuración territorial de Galicia hasta entonces
era bastante desconocida, y que ello dificulta tremendamente la gobernabilidad. Si bien
ello fue beneficioso de cara a zafarse de la invasión francesa del siglo XIX, porque no
disponían apenas, en consecuencia, de información del territorio interior, dificultó la
gobernanza efectiva.
Así pues, primera cuestión: Galicia en Época Moderna es muy desconocida para la
monarquía española, y por tanto difícil de controlar.
3
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
4
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
Una definición de qué era Galicia en época moderna es casi imposible en un solo
plumazo. Hay muchísima literatura donde se subraya la terriblemente negativa imagen
que los gallegos tenían en los siglos XVI y XVII. Generalmente se trata de
investigadores de historia de la literatura que dan por buena la imagen que la literatura
da. En efecto, en estos siglos, si leemos lo que se escribe de Galicia en Portugal y Castilla
la imagen es negativa. Por dos razones:
Inexistencia de una nobleza potente con presencia en la corte.
Imagen que se tenía de los gallegos que llegaban a trabajar estacionalmente para las
siegas a Portugal y Castilla. Lo que la gente de fuera veía a los gallegos emigrantes,
pobremente vestidos, etc.
Cuando observamos esas apreciaciones lo que tenemos que ver es que no era tanto
una perspectiva negativa como una poco positiva. Los Irlandeses, los Vascos o los
Navarros compartían esta imagen hacia el exterior, y con causas semejantes. El prejuicio
Portugués tiene un componente político, y a los grandes literatos portugueses debemos
los peores insultos. En el siglo XVI la gran literatura épica portuguesa habla de Galicia
como bárbaros, incultos, sin ciudades, sin seguridad pública, sin elegancia, saber estar,
etc. Un componente de reproche histórico, etc. En el siglo XVII la idea sobre los gallegos
desaparece porque la emigración gallega a Portugal disminuye muchísimo debido a la
guerra. Cuando se recupere en el siglo XVIII al parecer empieza a cambiar la imagen
como un individuo muy trabajador, que cobra poco, que se sacrifica, etc. Cambio en el
tipo de emigrante, que irá a las ciudades, que presta servicios importantes, etc. Eso se ve
en la literatura, el teatro y hasta la incipiente prensa. En el siglo XIX se puso sobre la
mesa en el parlamento portugués sobre si los gallegos eran o no realmente seres
humanos.
El prejuicio desde Castilla y Andalucía. Son famosas las frases de la literatura del
siglo de Oro castellano sobre el gallego ignorante, que no sabe escribir, irrisorio, etc.
Lope de Vega dudaba sobre si las gallegas eran animales o personas, y lo mismo ocurrirá
con las irlandesas, por ejemplo. Lo cierto es que hay una imagen muy extendida que
habla muy negativamente de la población gallega. En Madrid en las posadas veían a los
emigrantes que desempeñaban labores muy serviles. El caso de Tirso de Molina es
curioso, porque cuando viaja a Galicia realiza un cambio radical de perspectiva. Escribe
María Hernández La Gallega. Habría muchísimos otros casos, pero en el siglo XVIII
cambia la imagen también, y por el mismo motivo que en Portugal. Se considera que los
hombres eran muy honrados, trabajadores y sacrificados. En este teatro cómico de los
sainetes de finales del siglo XVIII hay una imagen positiva, y positiva también la de las
mujeres, que aparecen ya protagonizando episodios más favorecedores.
Otra forma de ver lo que se pensaba de los gallegos es la que transmiten los
visitantes. Galicia era de las zonas menos visitadas. El Camino de Santiago era menos
concurrido. Es un territorio que nunca fue visitado por un rey reinante desde que lo
hiciera Juana La Loca. En 1476 los Reyes Católicos visitan Galicia, y su visita tiene una
gran trascendencia. Es una visita de carácter político pero suficiente para adquirir una
5
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
idea clara de lo que era Galicia. La siguiente visita es la mencionada de Juana la Loca,
que es más bien accidental.
Carlos V estuvo también. Hizo las famosas cortes de Santiago en el convento de San
Francisco, esto es, fuera de la ciudad, lo cual tiene una importancia simbólica, dada la
rivalidad existente con el arzobispo de la ciudad.
Felipe II también llega de príncipe, un viaje de paso sin ningún tipo de carácter
político. Desde ahí hasta Alfonso XIII nunca más. Felipe III amagó con venir en el año
1713, pero no había ninguna voluntad de recibirlo. Él tampoco tenía mucha de ir, de
manera que finalmente no se hizo. Ni siquiera grandes ministros de la monarquía
vinieron nunca.
Esto no significa que fuera determinante en el desconocimiento de Galicia, pero
desde luego algo influyó. Entonces, fuera de la monarquía, quien llega son visitantes
extranjeros. Presentan una imagen muy oscilante y tampoco son una fuente del todo
segura. Desde el punto de vista histórico son unas fuentes que miramos siempre con
lupa. Los mal llamados peregrinos de finales del XVI, por ejemplo, variarían mucho sus
perspectivas en función de su lugar de procedencia. No es lo mismo alguien de la
Toscana, de Florencia, que alguien de Francia o de Inglaterra. Cosme de Medici da una
imagen nefasta de Galicia, mientras que un artesano pobre de Francia nos dice que es un
lugar muy bello y proporciona una imagen positiva.
Más interesantes son las visiones que dan los viajeros ilustrados del último tramo
del siglo XVIII. (VER LIBRO DE MARCO CICERÓN EN LA BIBLIOGRAFÍA). En
esos viajeros ilustrados es donde encontramos más la realidad urbana… mientras que
Galicia es fundamentalmente rural. No hablan mucho del rural porque no les interesa,
parten de que es bastante igual en todas partes. La vida de las ciudades que nos cuentan
está condicionada porque, en contraste con las europeas, son muy pequeñas y atrasadas.
Hablan de las dificultades de los caminos, de alojamiento, para comer, cuestiones
sanitarias… pero en general no dan una imagen negativa. Un territorio pobre, muy
analfabeto, pero, en fin, no peyorativa.
Hay una cierta propensión a hablar de Galicia en clave de autocastigo. En realidad los
Reyes Católicos practicaron la misma subyugación, o en el mismo grado, o con la misma
propensión, en todas partes de su corona. La conciencia de qué es Galicia podemos
recogerla en dos vías fundamentalmente: a) la construcción de un relato histórico y b)
las señas de identidad que pudiera tener Galicia en la Edad Moderna.
Faltaba algo básico en Galicia, y es que hubiera una corografía o descripción, una obra
donde se explica el territorio de un espacio político o de una ciudad. Si esto no se
desarrolla va a ser difícil que se haga una crónica. En la primera mitad del siglo XVI
todos los territorios de la monarquía hispánica las están redactando. Empieza sobre todo
Valencia, con varias crónicas que se publican inmediatamente. Fueron más rápidos los
que se tenían que hacer perdonar algo por parte de la monarquía. Empezaban declarando
su fidelidad a la corona.
Pero Galicia no participa en la Guerra de las Comunidades, tenemos que esperar hasta
bastante después para tener un relato de esas características. Sagrario Molina era un
6
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
andaluz sito en Mondoñedo que publica en 1550 una descripción de Galicia. Un libro
que se plagia, copia y reedita muchas veces durante la Edad Moderna. Es bastante
decepcionante, porque una parte muy notable está en verso; los errores sobre Galicia son
monumentales, etc, pero consiguió información. Tenemos una corografía. Empieza
describiendo la zona desde el punto de vista físico, proclamando su fidelidad, su alto
grado de cristianización, tierra no manchada ni de judíos ni de moros, con un campesinado
muy abundante, que para la gente del XVI es el representante de lo que es ingenuo, no
maleado y que conserva las esencias anteriores a la llegada de los romanos (perspectiva
negativa del relato romano). Luego aparecen los santos a los que dio Galicia nación, los
grandes eclesiásticos, la nobleza, reyes, etc. Da una idea de la grandiosidad de Galicia. Es
una obra oficialista encargada por el Capitán General de Galicia.
Álvaro de Cadaval en 1569 también pretende hacer una descripción, y quería
acompañarla de dibujos y/o pinturas, aunque no se llegó a materializar.
En cuanto a crónicas, hubo muy pocas historias y muy pocos historiadores. Sobre
todo lo que hay es en el ámbito eclesiástico, y se centran muy especialmente en lo urbano.
En Galicia de todas formas hay pocas crónicas urbanas, cosa muy extendida en el resto
de la corona. En Castilla las ciudades tienen mucha importancia, porque lo que está
representado en las cortes en Época Moderna son las oligarquías urbanas, esto es, el
peso político recae en las ciudades. La antigüedad, el tamaño y la riqueza de su ciudad
hacía que los representantes hablasen antes e impusiesen o no sus intereses ante la
corona. A las ciudades gallegas las representó Zamora hasta 1691, y además los
ayuntamientos urbanos de Galicia eran muy pobres. Entonces difícilmente se podía
financiar una crónica si no se tenían medios. Por eso la cronística urbana gallega es más
débil. Un texto muy peculiar es el de Vasco de Aponte de 1530, que no podemos
denominar exactamente una historia de Galicia, sino más bien un nobiliario, pero en fin,
es lo que tenemos. No dice grandes barbaridades, es bastante verosímil, y un relato
digno. Va de genealogía en genealogía. Hay que esperar a finales del siglo XVI para que
haya un interés real por la historia de Galicia.
A finales del XVI en el reinado de Felipe II la monarquía empieza ya a ser algo débil
debido al famoso sistema tributario que se empieza a imponer con la recaudación de los
millones, muy condicionado por las oligarquías y que debilita el control sobre las
ciudades. Felipe va a intentar contentar a una serie de territorios concediéndoles una
serie de instituciones propias. El conde de Gondomar, de Astorga, convirtió a Galicia y
el gallego en su corte personal, su entorno para hacerse valer ante el rey. En ese entorno
empiezan a aparecer una serie de figuras que dan lugar a varios textos muy interesantes.
El primero de ellos es Fernando de Oxea, que en 1615 desarrolla una Historia de
Galicia, pero es incapaz de hacerla, y lo que hace es una historia del Apóstol Santiago
que, leída de determinada forma, es en realidad una historia de la nboleza de Galicia.
Otra figura es Fray Anastasio de Lobera. En 1604 escribe también una historia, que
conservamos a fragmentos. Denuncia la pobreza de Galicia, habla de la gravedad de la
emigración, culpa a los obispos y monasterios, etc. Esta obra no llega a concluirse y no
se imprime. Es interesante porque sus ideas son retomados por otros.
7
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
Mauro Castellá Ferrer escribe otra historia del Apóstol Santiago en 1610. Es un
relato en el que de nuevo de lo que se habla es de la nobleza.
Tras esta primera fase que tenía por objetivo la recuperación de Galicia para intentar
la recuperación del voto en las cortes para Galicia hay un vacío considerable, y no se
retoma la construcción identitaria de Galicia hasta el periodo de 1642-1655, en plena
guerra con Portugal, cuando aparece realmente un relato de la historia de Galicia.
Merced a la guerra con Portugal aparece nuevamente una reivindicación. La Junta del
Reino de Galicia no estaba por la labor de aportar hombres y financiación para la guerra
con Portugal, y por tanto no se participa. Entonces empiezan las acusaciones de cobardía,
que se deben fundamentalmente a Quevedo, quien tilda de cobarde a Galicia, y eso por
parte de la nobleza gallega se ve como un insulto. Es cuando aparecen una serie de
crónicas e historias de Galicia.
Tenemos a Fernández Boán, Antonio Rodríguez de Novoa, Benito Vázquez (1628-
1684); Fray José de Burgariños; Fray Felipe de La Gándara: primer cronista de Galicia
en 1654.; Álvarez Sotelo (1648-1712); Huerta y Vega (1733-1736) y Pascasio Fernández
de Seguín (1750). Reivindicación por parte de las oligarquías urbanas de la hidalguía
universal a cambio de su apoyo a Felipe II. (buscar dónde se encaja esto)
La nobleza autóctona no tiene una conciencia de que tiene un error de base que le
impide prosperar, y lo mantendrá hasta el siglo XVIII. Tras esta fase hay una nueva fase
de ausencia de crónicas, y no se recuperan hasta el dicho siglo. En esta nueva fase hay
que señalar dos autores: las ideas de Benito Vázquez y Álvarez Sotelo. Coincidieron
ambos con Philipp O’Sullivan, que vivió en Santiago, desarrolló aquí buena parte de su
vida, exiliado, y hace una crónica reivindicativa de Irlanda, e influye con ello a Vázquez
y a Sotelo. Hablan de por dónde se escapa la riqueza de Galicia y por dónde llega también.
Esta herencia llega al XVIII a través de Rio Boi Seixas, cuya obra nunca se publicó, que
es de donde el Padre Sarmiento sacó la mayor parte de su producción. Hay ya una
reivindicación de la lengua gallega.
Huerta y Vega acabará consiguiendo el puesto de cronista de Galicia y redacta dos
volúmenes muy decepcionantes. Llega hasta 1200, y ahí acaba su historia. Nunca llega a
hacer el tercer volumen. Se considera muy valioso porque hizo dibujos de muchas
lápidas, miliarios, etc, perdidos. Fue expulsado por falsario de la Real Academia de la
Historia. Desde entonces hay otro parón, hasta el siglo XIX.
En el último tramo del XVIII, con la Ilustración, la crónica cambia de sentido
radicalmente, en Europa había una idea academicista de la historia, y este tipo de historia
reivindicativa no tiene mucho sentido. En Galicia faltaba formación para trabajar con la
documentación de que disponían. Fray Atanasio de Lobera, que era un visitante asiduo
de archivos intentó hacer algo con la documentación moderna en Galicia, pero no lo
consiguió. Segundo, había archivos, pero los monasterios tenían un concepto concreto
de archivos, con carácter administrativo. Son los benedictinos, sobre todo los de San
Martín Pinario los que empiezan a organizar el archivo con un carácter histórico. El
primer intento de que Galicia contase con un Real Archivo es de su parte. La Junta tomó
8
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
la idea y fundó el archivo de la real audiencia en Betanzos, pero de todas formas no había
formación para tratar este tipo de cuestiones.
El problema es que conforme iba avanzando el tiempo iba creándose un relato de la
conciencia de Galicia pero que en el siglo XVIII se interrumpe y que no se retoma hasta
finales del siglo XIX.
Fray Jerónimo Román escribe una primera obra hiper crítica basada en
documentación.
El origen del escudo del reino de Galicia es bastante desconocido, no hay nada que
explique la aparición del cáliz en el centro del escudo. En 1806 la audiencia de Galicia
reivindica en Lugo la imagen del cristo sacramentado. Es un escudo que va a aparecer
en muchísimos sitios. En el famoso Salón de los Reinos del palacio del retiro, que no se
conserva por un incendio.
La falta de capitalidad. Galicia no tenía capital. Digamos que son siete provincias,
cada una con su capital, Santiago una referencia universitaria y religiosa, pero no
polñitica, y Coruña la sede de la Real Audiencia de Galicia desde 1763, pero eso es una
referencia monárquica, no una capitalidad política. En Galicia los gobernadores vivieron
A Coruña de alquiler hasta 1763, y en Santiago en palacetes francamente pobres. No
eran virreyes, eran temporales, vinieron a Galicia sin sus familias. Entonces no
constituyeron una especie de corte como había en Zaragoza o en Valencia. Esto va a
remediarse a mediados del siglo XVIII. En Galicia faltaba un elemento identificador de
la corona que garantizase una capitalidad reconocida. En 1726 se establece en Ferrol la
Capital del Departamento Marítimo del Norte, aunque para hacerlo efectivo hay que
construir el arsenal a mediados del siglo XVIII. Esta ciudad se convierte en una sede
efectiva de la monarquía, pero no en una capital tampoco. Por tanto un segundo elemento
muy difuso, el de la capitalidad.
El último elemento, la cuestión de la lengua. La idea que se tenía de la lengua como
elemento identitario. A finales del siglo XV tenemos la progresiva desaparición de las
lenguas locales frente a los idiomas útiles. Las lenguas son arrastradas por la importancia
de la imprenta. Los impresores no vendían nada en idiomas sin cultura escrita, de manera
que pasaron a publicar en los idiomas donde tenían seguridad. Esto coincide con la
construcción de los estados modernos y la imposición de una lengua de referencia con la
monarquía. En el caso de la monarquía hispánica se impone de facto el castellano por ser
la más moderna, y en Portugal se impondrá el portugués del norte. El caso del castellano
es muy fácil de explicar. La primera lengua con una construcción ortográfica correcta.
Otra faceta muy importante: que una cosa significara lo mismo y se pronunciara igual
para todos. Las lenguas también aportan seguridad jurídica, y en un mundo moderno y
donde todo va a pasar por escrito esto no es baladí. Esto es muy importante también en
el mundo comercial y mercantil. La seguridad jurídica ya no se vale del latín, porque la
gente ya no lo entiende.
Las lenguas que quedan, pues, son las que sobreviven. En Galicia no hubo ningún
momento de imprenta en gallego. Aquí en 1600 la tasa de alfabetización si llega al 2%
ya es mucho. El gallego se mantiene por parte de todos los grupos sociales pero no se
9
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
utiliza por escrito. La primera vez que aparece como algo identitario es en Fray Atanasio
de Lobera, hace una alabanza del gallego que no tiene nada de científico, alabando la
sonoridad, la belleza… y la antigüedad, porque dice que seguramente provenga de los
griegos y que probablemente hablaba Adán en el paraíso.
Entonces, la idea de que había sido iventada por los griegos vuelve a aparecer en
Benito Vázquez, y ahí es donde adquiere una nota identitaria. Lobera echa la culpa a los
Reyes Católicos de la desaparición del gallego. En la literatura portuguesa sin embargo
se arremete contra el gallego, y se dice que al gallego le faltaba la imprenta, literatos y
gente culta que la hablase. Da en el clavo, aporta un elemento crucial: el gallego se
conserva por todas partes porque hay pocas ciudades, y en estas suele hablarse la lengua
de la cultura escrita. Se inicia la responsabilización de los Reyes Católicos de la
desaparición del gallego. El gallego desaparece las actas del cabildo de Santiago en 1460,
antes de la llegada de los Reyes Católicos. Los arzobispos eran foráneos. Luego sucede
la llegada del sistema judicial de la monarquía, y la ley de 1480 impedía que tú fueras
juez donde tú habías nacido, y por tanto no había jueces gallegos en Galicia. Para evitar
que se coaligaran con las oligarquías locales. La gente declaraba en gallego y los
redactores pasaban al castellano. Sarmiento reivindica pues el gallego, porque no tiene
mácula judea, morisca o portuguesa y que se parece tanto al latín que permite aprenderlo
rápido. Así que es importante para la formación de los niños.
Entonces hasta el siglo XVIII no tenemos una verdadera reivindicación identitaria
del gallego. Pero llega tarde, porque llega la revolución francesa.
EL LUNES TENEMOS UN TEXTO EN EL AULA VIRTUAL PARA IR
EMPEZANDO A HACER COMENTARIOS
–
Los apuntes de encima son los que tomé en la primera y segunda clase, cuando ella dijo que
no había que tomar nota. Lo de abajo se corresponde con el tema que ella subió al aula virtual
–
Galicia era un espacio bien definido de la monarquía hispánica, que mantuvo su
apelativo de Reino. Su ubicación de difícil acceso facilitó que conservara su identidad.
Para la Corona era una de las 22 provincias de Castilla, sin una capital oficial, que se
dividía a su vez en siete provincias -Santiago, Coruña, Betanzos, Mondoñedo, Lugo,
Ourense, Tui- con capitales en las ciudades más importantes. Por debajo se situaban las
jurisdicciones y cotos señoriales y los pocos espacios de directo dominio de la Corona.
En paralelo, la administración eclesiástica era mucho más racional y resolvía la relación
entre el poder y los gallegos a través de su eficaz red informativa.
Durante la Edad Moderna, Galicia fue objeto de descripción en algunos mapas de
calidad cuestionable, como el de fray Hernando de Oxea publicado en 1603 en el
Theatrum orbis terrarum de Abraham Ortellius. Luego hubo otros realizados por
extranjeros (G. Cantelli, 1696; N. de Fer, 1708; J.B. Nolin, 1762- y numerosas cartas
náuticas debido al interés de la circulación por mar. La calidad fue en aumento durante
el XVIII y en 1786-1787, Vicente Tofiño publicó el levantamiento de la costa de Galicia,
10
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
y en los diferentes volúmenes publicados en 1763 y 1767 de la España Sagrada del padre
Flórez se fueron publicando los de las diócesis gallegas y José de Cornide el mapa general
de Galicia, entregado en 1772 a la Real Academia de la Historia y utilizado por el
cartógrafo Tomás López para hacer el Mapa geográfico del Reino de Galicia que publicó
en 1784. El más completo será el de Domingo Fontán.
Galicia no era un país frecuentado por foráneos, pero existen algunos relatos de
viajes hechos por diplomáticos, militares, eclesiásticos, médicos, patricios, comerciantes
y mercaderes: de Italia, Fabrizio Ballerini y Silverio Rettabeni (1588/89), Domenico
Laffi (1666, 1670 y 1673), Cósimo de Médicis (1668-69), Nicola Albani (1743/45); de
Alemania, Arnold von Harff (1496); de Francia, Jean de Tournai (1488/89) y un goteo
constante después y en la segunda mitad del XVIII, los de procedencia anglosajona: John
Adams (1779), James Bruce (1757), Edgard Clarke (1760), el mayor William Dalrymple
y Robert Southey (1774), y en especial el cónsul Alexander Jardine.
La trayectoria histórica de Galicia no se conocía muy bien. El primer intento
realizado y publicado es la Descripción del Reino de Galicia del licenciado Sagrario Molina
(1550), hecha para el Gobernador de Galicia. Molina pretendió hacer “una breve suma
de lo que este reino contiene y apuntar algunas cosas tan notables de él que, oídas en
otras partes, estimen en mucho lo que aquí, por la continua comunicación, tenemos en
poco” y las expuso en cinco partes que se referían a cuerpos santos y reliquias,
singularidades, accidentes geográficos y linajes del Reino; según afirma en el texto, el
autor se basó en una visita personal, en información oral y en las lecturas de los clásicos,
y contiene graves errores. No era fácil describir un territorio tan amplio como Galicia y
otros autores lo intentaron también pero sin conseguirlo: fray Atanasio de Lobera abría
su Historia de Galicia (1604) da con precisión los límites, ríos, montes y condiciones
naturales desde su experiencia personal sobre el terreno y lo mismo hicieron otros
historiadores de Galicia, pero no hubo un proyecto colectivo hasta que la Academia de
la Historia, a partir de los datos del Catastro de La Ensenada y del censo de
Floridablanca de 1787, dio listados de feligresías y pueblos, jurisdicciones, derechos de
presentación, etc.
En Galicia apenas hubo historias urbanas, ya que ciudades y villas no hicieran
esfuerzos por tener sus propias crónicas, y el propio reino tardó en tener una historia
completa. Debe tenerse en cuenta que la actual red de archivos gallegos se constituyó a
partir de la Desamortización y que las bibliotecas no contenían quizá los libros más
adecuados para hacer una obra de calidad que pudiera publicarse.
Los hidalgos y civiles se interesaron por las genealogías y que los religiosos se
ocuparon sobre todo de sus órdenes y los obispos y canónigos de sus propias iglesias.
Pero buena parte de la historia civil fue escrita por eclesiásticos: dos dominicos, fray
Felipe de la Gándara y fray Juan Pacheco, fueron cronistas del Reino de Galicia y buena
parte de las “historias de Galicia” fueron obra de frailes y monjes que trataron de ganarse
a la nobleza cortesana, a las oligarquías urbanas e incluso a minorías emergentes como
los indianos ricos, pero que también escribían historia por un sentido de continuidad y
de propiedad colectiva sobre lo que guardaban en sus archivos. Sin embargo, la historia
11
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
12
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
13
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
después del episodio en el que santa Teresa había desplazado a Santiago; y el crecimiento
del mercado de hábitos de órdenes militares y la consiguiente necesidad de elaborar
genealogías para quienes quisieran comprarlos.
En la Xunta de 1654, fray Felipe de La Gándara, quien por entonces decía haber
escrito una “historia eclesiástica de Galicia”, dedicada al conde de Lemos y al Reino, y
una “historia de Galicia”, fue nombrado primer cronista del reino. Fray Felipe era quien
defendía los intereses de las oligarquías y la reivindicación estamental. Su delirio
apologético reúne todos los tópicos de la historiografía barroca, desde Noé como
poblador de Galicia, hasta la participación de los antecesores de las familias gallegas en
las grandes batallas medievales, para demostrar su valentía, su lealtad a la Corona y su
defensa del cristianismo frente al Islam. Lo más atractivo de sus textos es que se adentra
en la Edad Moderna, por lo que Gándara tuvo que enfrentarse a sucesos en los que sus
linajes no siempre habían sido heroicos, leales y unánimes: la revuelta irmandiña, que
había cuestionado “todo dominio de señores en Galicia”; la rebelión comunera en la que
los gallegos fueron fieles a Carlos V; la respuesta a los ataques de Drake en tiempos de
Felipe II, y sobre todo, la colaboración con Felipe IV en sofocar la rebelión de los
catalanes, “ingratos a un rei benevolo i pio”, y en la guerra con Portugal, atribuyendo la
toma de Salvaterra y de Tui a las malas artes de los portugueses y no a la desidia de los
gallegos. Es decir, Gándara recorre la evolución histórica de la fidelidad monárquica de
Galicia, identificada esta con su nobleza.
La otra línea de defensa de Galicia reaparece a mediados del XVII gracias a los
autores jesuitas, que dan un giro a favor del Reino atribuyendo a los nobles -y al clero-
la responsabilidad de la pobreza de los gallegos. Parte del discurso jesuítico procede del
contacto con cronistas irlandeses refugiados en Galicia en especial Felipe O’Sullivan
Beare, cuya Historia Catholicae Iberniae (Lisboa, 1621) vincula la historia Irlanda y de
Galicia a través de las leyendas milesias, la colonización de Irlanda por Breogán y la
evangelización de Irlanda por el Apóstol Santiago, además de introducir la tesis del
origen céltico de Galicia. A estas novedades responde la Historia de Galicia del padre
Benito Vázquez (1628-1684), escrita hacia 1653, que exalta la fertilidad de Galicia en
contraste con la pobreza de sus habitantes, motivada por la “opresión que el vulgo padece
de los nobles” y las rentas excesivas debidas a “la liberalidad” con que los reyes habían
premiado “los servicios de los cavalleros”, denuncia las riquezas de obispos, cabildos,
parroquias y encomiendas militares – incluso sugiere que “se repartieran con alguna
ygualdad”-, y la sangría de las levas, en especial las de la guerra con Portugal. Vázquez
hace hincapié en que Galicia “hubo reyes propios”, aunque forma parte de Castilla y
defiende la creación de la Real Audiencia por los Reyes Católicos, para contener la
prepotencia de los señores, y la del tribunal de la Inquisición por Felipe II para defender
a Galicia de la herejía.
La reivindicación social y política de Galicia –sin separación de Castilla- se ve
también en el jesuita Álvarez Sotelo (1648-1712), autor de una Historia de Galicia,
mediocre y laudatoria en su contenido, da a los celtas como pobladores de esta tierra y a
los gallegos como pobladores de Escocia, Inglaterra o Irlanda. La apología del idioma,
14
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
15
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
institucionales, ni por falta de documentos, sino por la falta de formación de los posibles
autores, por la ausencia de unos principios críticos de manejo de fuentes y por la
resistencia a abandonar las seguridades que aportaban los textos bíblicos y clásicos, la
crónicas medievales e incluso las falsificaciones, en tanto que corroboraban los
contenidos de todo lo anterior. Esta resistencia era sostenida por grupos clericales y
nobiliarios interesados en mantener su posición en la sociedad y que eran también los
que leían, para satisfacer su curiosidad y su necesidad de entretenimiento, y que escribían
historia, para reconocerse a sí mismos en los valores del pasado y hacer que los demás
se los reconociesen. Galicia no pasaba de ser para ellos un territorio propio y un
instrumento de su poder.
16
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
17
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
perdieran, porque pone libro número 1. En el interior de Lugo y de Ourense y otros sitios
hay que esperar a mediados del XVII. Se apuntaba a los niños bautizados, pero en papeles
sueltos, no en libros, y la mayor parte de las veces eso se perdía. Otras los sacerdotes no
sabían leer o escribir. Para reconstruir lo que pasa en la primera mitad del XVII tenemos
serios problemas. Así pues, los archivos parroquiales eran pocos, mal llevados, y muchas
veces solamente se conservan los registros de nacimientos, menos de matrimonios y ya
no digamos de muertos. Lo que sabemos, pues, antes de 1680 de la población de Galicia
es poco y fragmentario. 2
Como decíamos en la pasada clase, Galicia carece de censos de población que se
puedan llamar así, disponemos de alguna fuente de tipo fiscal y demás, tenemos un déficit
de información, y los parroquiales constan de bautismos, matrimonios y defunción. Sobre
todo lo que está peor es la Galicia interior, porque se trata de parroquias muy pequeñas
a la que van los clérigos peor preparados. Hoy en día todos estos archivos están
concentrados en sus respectivas diócesis. En Lugo fue el primero que se concentró y el
último fue Tui. Los mormones han hecho una recopilación de todas las parroquias
europeas.
Tenemos de todas formas una idea bastante verosímil del comportamiento
demográfico de la Galicia del Antiguo Régimen, que ha permanecido quasi invariable
hasta hoy. El Estado Moderno depende de la información, y por eso en el siglo XVIII se
inicia una gran recopilación de información. Se inicia en plena guerra de sucesión. En las
zonas fieles a los borbones se hizo una incipiente renovación fiscal y modernización del
Estado. De este momento son los primeros modernos de los que goza Galicia. En primer
lugar los padrones de calle-hita (casa por casa) de 1708-1709. Por otra parte la gente supo
desde un primer momento que tenía datos de carácter fiscal. La gente mentía en el
número de niños, si bien no en el número de niñas – cuestiones de reclutamiento –. Este
se conserva solo en el archivo de Santiago. Es la primera fuente que nos dice cuándo un
individuo estaba ausente, esto es, emigrado, temporal o permanentemente.
Luego tenemos el famoso censo de Uztáriz de 1717, que es como el anterior, de
carácter fiscal, y de muy mala calidad. La gente mintió, como en el anterior, más de lo
que dijo la verdad. La gran fuente demográfica del siglo XVIII es el Catastro de la
Ensenada de 1752/1753. Es el más grande de toda Europa. Precisamente, como es tan
grande, el valor demográfico es mucho para estudiar las estructuras familiares. Nos dice
el tamaño de la casa, de qué trabajan, etc. Esto significa que, haciendo estudios de
carácter comarcal, podemos poner en relación el nivel de vida con el tamaño de la casa.
Tiene fallos, por supuesto, e intuimos que hay ocultación también en hombres en edad
de ser llamados para milicias. Luego vienen ya los censos de carácter totalmente
moderno, anónimos, de manera que la gente ya no mentiría. El primer intento es el
llamado Censo de Aranda de 1768. Se preguntaba al sacerdote por los habitantes de su
parroquia, y los sacerdotes entendieron mal y respondieron en almas, esto es, los niños
menores de 7 años no contaban. Hubo que rehacerlo, lo que nos da el Censo de
18
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
que provoca mortalidad y hay mortalidad que provoca crisis. Hay un cambio climático,
el famoso pequeño invierno europeo. Las cosechas son peores, pero la población sigue
aumentando, así que hay más escasez. Además si a esto sumamos los contagios de peste
y otras enfermedades entendemos la alta mortalidad. Cuando se hace el censo de Galicia
de 1591 justo en vísperas de que empiece la crisis sabemos que Galicia, dentro de lo malo
de la peste finisecular, que se llevó por delante a buena parte de la población Europea,
salió poco damnificada, sobre todo el contagio es urbano y más en zonas de costa. El
interior no sufre tanto porque está peor comunicado. Perderían algunas áreas el 20% de
su población. La crisis de finales del siglo XVI barre a la población más vieja y más
nueva. Mucha gente que habría tenido que esperar para casar puede ahora hacerlo antes.
En las zonas más occidentales empieza a entrar el maíz hacia 1610, sobre todo en el
sur, por influencia de Portugal, y en el norte por influencia de Asturias. Se calcula que
en 1708 Galicia debía de estar sobre 1.100.000 personas. Esto es, un crecimiento enorme
en el siglo XVI. Luego la primera mitad del XVIII, hasta hacernos llegar en 1787 a
1.346.000 individuos, la más alta hasta el momento. En la segunda mitad del XVIII hay
síntomas de estancamiento económico-demográfico y ralentización del crecimiento,
quedándose atrás respecto de otras zonas a lo largo del siglo XIX. Eso es un fenómeno
imparable. Tenemos que tener en cuenta estas cifras, pero sobre todo de ese 13% de
Galicia sobre el total de la España peninsular. Esto tiene trascendencia desde todos los
puntos de vista. Hay excedente demográfico, lo que da lugar a mayor emigración, si bien
en Andalucía ocurre lo mismo y no emigran.
La primera consecuencia de esto es relativa a la fiscalidad. No sabremos si estaba
sobrecargada o no en función de su pago de impuestos. Tenía el 13% de la población y
pagaba menos del 6%. La segunda cuestión es la militar. Llegado el momento tendremos
que preguntarnos si Galicia aporta el 13% de los hombres que le tocarían en una leva
militar. ¿Había un número proporcional de escuelas? ¿había los servicios proporcionales
a este volumen de la población?
Es una población eminentemente rural, en 1787 la población que vive en núcleos de
más de 5.000 personas es el 2,2% del total de la población. Asturias tenía un 11% y
España en total un 23%, cual tiene que ver con Andalucía, una de las zonas más
urbanizadas. En efecto, esta es una característica que no cambia en la Edad Moderna,
aunque el dinamismo urbano de Época Moderna, sobre todo del XVI, parece ser notable.
La importancia también de la pesca, para el abastecimiento de las ciudades gallegas, etc.
Las del interior de las rías. En el siglo XVI esto es de signo positivo, después
paulatinamente van teniendo serios problemas con el enfriamiento. En el siglo XVII
sabemos poco de lo que sucede en las villas. Santiago se recupera tras la peste y tiene
una evolución que parece no ser mala. Son ciudades que crecen con bastante lentitud las
gallegas sobre todo – Coruña y Ferrol escapan un poco del esquema –.
Ferrol y Coruña cambian de comportamiento. Hasta 1752 la ciudad más grande de
Galicia es Santiago y en 1787 Ferrol pasa de los 26.000 y si se suma la Graña pasa a los
28.000. Era una ciudad que se iba construyendo poco a poco y había que acoger a un
gran número de hombres dedicados a la marina y la construcción naval. La oscilación
20
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
21
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
22
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
Galicia occidental superpobladas es muy alta. El matrimonio entre primos anulaba que
en la siguiente generación se volviera a emplear la misma estrategia. La afinidad de
parentesco estaba muy castigada por la Iglesia y había que comprar una dispensa de 4º
grado. En familias muy ricas hasta se podían pedir mayores dispensas, enviándose la
solicitud a Roma. Para los matrimonios de hermanos con hermanos. Buscar los
matrimonios a trueque, para evitar que uno de los hijos herede. Tenemos dos familias: la
estrategia consiste en que previamente cada una de ellas sabe lo que tiene la otra. El
heredero de la 1 casa con el segundón de la 2, y va a vivir a la casa uno, y el segundón
de la 1 con el heredero de la 2, que se va a la suya. Así se intercambiaban las tierras y
más o menos quedaban igual que antes de heredar en tamaño. Lo que se hacía era que ya
no se partía.
Entonces en la Galicia occidental tenemos un sistema hipercontrolado. La
agricultura hortícola que para nosotros es de lo más normal para gente de Época
Moderna no lo es. Entonces, la situación de sobrecarga demográfica es extrema dada la
incapacidad de la agricultura para sustentar altos crecimientos demográficos. Hay
también un control postnupcial que es la mortalidad infantil. Es difícil de estudiar porque
los curas no tenían la obligación se asentar en las partidas de defunción a los niños que
no han hecho la comunión. Se apuntan almas de confesión y comunión, esto es, los niños de
antes de 7 años no cuentan. Hasta el XVIII no se los apunta. En la Galicia occidental
podemos decir que hay una mortalidad infantil suave, de un 40% de niños antes de 8
años. En zonas como Andalucía es bastante mayor. El número de niños que nacía por
familia era menos de 4, y de esos cuatro moriría una parte importante, de manera que la
autorregulación de la población tenía este mecanismo.
En cuanto al abandono de los niños, la mayor parte de los casos los que se
abandonaban eran varones, para regular la demografía de manera postnatal. Lo de la
natalidad es muy fácil de explicar, que no sea muy alta. Esto es porque si la edad de
casamiento es tardía y además hay que tener en cuenta los períodos intergenésicos, nos
da que el cuarto niño era normalmente el último porque no daba tiempo a más.
En cuanto a la otra Galicia, la Galicia oriental, Lugo y Ourense, tiene un
comportamiento completamente diferente, porque el maíz no llega ás que algunas zonas
concretas de Ourense. El maíz es un producto que viene de América, se adapta a donde
se puede adaptar, y los cálculos vienen calculando que cada 10 años el maíz logra avanzar
unos 10 metros de altitud, pero llega un momento en que ya no puede continuar. La
dorsal gallega es una barrera muy importante en este aspecto. Tampoco por Ourense
tendrá mucha expansión, ocupándose las tierras buenas en viticultura. En Lugo se sigue
con el centeno, donde el crecimiento es muy lento.
En la oriental hereda más el hijo mayor, lleva la mejora larga. La legítima, 2ºs y 3ºs
tienen difícil lo de casar, suele ser un matrimonio tardío. Predominio de un enorme
celibato masculino y femenino. Tienen un concepto de linaje más que de familia. De
familia amplia. Aquí la nupcialidad es muy controlada pero por otra vía muy diferente
que es la del celibato. Esto va a haber que mirarlo bien en la bibliografía.
23
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
24
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
Baixo Miño
Esta es el área de Galicia de mayor emigración, superpoblada, que acaba teniendo
que expulsar mucha población. (Gráfica).
Evolución de la Galicia Occidental
(Gráfica). Un modelo algo menos dramático que el anterior pero también muy
drástica y con una emigración tremenda.
Ourense: Celanova
(Gráfica). El maíz llega tarde, y tiene un crecimiento diferente. Con todo esto lo que
queremos señalar es que no hay un comportamiento único desde el punto de vista
demográfico, sino que hay muchos, y que hay una enorme repercusión de cara a la
emigración.
Las migraciones
(tabla). En la Edad Media los gallegos ya emigraban. Sabemos, sobre todo por la
literatura del siglo XVI y por alguna otra fuente que se comentará que los gallegos
participaban mucho en las siegas de Portugal y de Castilla. Volvían si podían. La fuente
fundamental que manejamos es la de los hospitales de las zonas de acogida en que los
análisis que se hicieron hace años en Talavera de la Reina, Segovia, León… la población
mayoritaria que ingresaba en los hospitales eran gallegos. En Medina del Campo se
descubrió además a través de los libros de matrimonio que la mayor parte de los foráneos
que contraían matrimonio con gentes del lugar eran gallegos también. Estamos
hablando del siglo XVI.
Esta fuente nos da una imagen alterada de la emigración. Las fuentes hospitalarias
son algo generalizado. Los hospitales atendían a quienes se presentaban con una
dolencia, y ya en el XVI los gallegos son, de la gente de fuera, la mayoritaria. En el
Hospital Real de Santiago (tabla) los extranjeros eran una minoría. En cuanto a las actas
de matrimonio, recogen a todos aquellos que se casan. Pero estos dos indicios son muy
complicados de análisis, no nos da más que un rastro muy escueto de lo que podía ser la
emigración. Nos dice que en estas zonas había gallegos, pero nada más. Muchos no dejan
rastro documental, los sanos, los que regresan y no se casan allí, etc. Por tanto no
tenemos mucha idea de dónde procedían, y la inmensa parte de los emigrantes no
aparecen reflejados. Un conjunto de hombres que emigraban estacionalmente a Castilla
no regresaban nunca a Galicia. Esto es algo a tener en cuenta porque es un fenómeno de
emigración definitiva – accidental –.
En el XVII sí que tenemos muchos más datos. No tanto en Galicia como en el resto
del país, en áreas de llegada. Nos encontramos con un panorama migratorio bastante
más complicado. Por una parte continúan los movimientos estacionales, pero hay un
problema muy serio que hace que las áreas tradicionalmente receptoras de gallegos dejen
de serlo. Una Castilla en crisis no necesita tanta mano de obra como necesitaba antes.
Galicia está creciendo demográficamente, y por tanto se necesitan zonas para irse, pero
no hay suficientes, y va a empezar un segundo modelo hacia Andalucía. La emigración a
Andalucía es diferente, ya supone un viaje muy notable, a pie o en barco. El área suroeste
25
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
de Galicia lo hace en barco, aunque sea algo más caro. En el siglo XVII hay muchos
gallegos en la Andalucía oriental (Área Granada-Almería-Málaga). Van sobre todo a
trabajar en ciudades aprovechando el vacío que dejaron los moriscos. Durará poco,
porque tan pronto se restablezca la población no van a necesitar tanta mano de obra.
La Andalucía occidental será el siguiente lugar de llegada. Sevilla, ya en el XVII, es
un destino muy importante. Los gallegos y los portugueses son la mayor parte de los
migrantes llegados. En la segunda mitad del XVII la zona de recepción será sobre todo
la zona rural de Sevilla, los latifundios rurales y las áreas vitícolas. Sobre todo en la
segunda mitad del siglo XVII además los gallegos están en la ciudad de Cádiz, dedicados
sobre todo a oficios urbanos, gente no cualificada, que procede del norte. No había
gallegos en la cultura del olivo, no los dejaban ni varear, solo podían recoger la oliva.
Igual que en la vendimia iban a la cosecha, pero no trabajaban en los trabajos
especializados. Segar sí podían. Los grandes latifundios del sur necesitaban mano de obra
durante bastantes días. Lo que hacían era enlazar trabajos diferentes. Cuando iban
andando hacia Andalucía iban haciendo cosas importantes: iban vendiendo los productos
que se hacían en su propia casa. Eran los famosos sogueros de Ourense, por ejemplo, los
hacedores de cuerdas de lino. Compraban fibra por el camino y hacían cuerdas de otro
tipo, y cuando volvían de Andalucía las hacían con sisal y pita. Es un ejemplo de
aprovechamiento del viaje para acumular riqueza y rentabilizarlo.
Los que no eran sogueros eran merceros. Otros transportaban los lienzos que hacían
sus mujeres, que vendían en las primeras ferias que encontraban. Iban comprando y
vendiendo conforme hacían el camino. En Extremadura trabajaban por temporadas en
el cuidado de los cerdos de las dehesas. Es un trabajo no cualificado. Luego ya iban
llegando a Andalucía. Cádiz, que desde mediados del siglo XVII es la cabeza del mercado
americano por el agotamiento del Guadalquivir y de Sevilla como lugar de recepción y
emisión de los buques para América. Los gallegos serán aguadores, mozos de cordel,
sobre todo en el puerto, subiendo mercancías a los barcos, un trabajo no cualificado que
se hacía por tres o cuatro años y luego se volvía a Galicia. Volvían a marcharse, y
regresaban, así hasta que tenían 40 o 45 años. A donde no se podía ir era a Portugal en
este momento, no necesitando mano de obra y siendo un país rival. Será en el siglo XVIII
cuando se abra ese tipo de migración para los gallegos.
Lisboa y Oporto se encuentran con que necesitan mucha mano de obra, recordemos
la capacidad vitivinícola del ámbito del Duero tras el tratado de Methuen entre Portugal
e Inglaterra en el siglo XVIII.
Tenemos que poner en cuestión las cifras que se nos ofrecen en cuanto a migración.
Aparecen estos datos en discursos políticos de la época, estimaciones y demás. En el siglo
XVII tenemos un movimiento que no afecta a toda Galicia sino solo a la occidental, sobre
todo a las zonas más ricas y densas demográficamente, fundamentalmente hacia Castilla
– especialmente Madrid capital – y las siegas. En la primera mitad aparece también la
Andalucía Oriental, con Sevilla, y en la segunda mitad va a ser Cádiz el destino
preponderante barriendo al resto. Luego el caso de Portugal, que es inestable y que no
va a hacer posible la emigración allí hasta el siglo XVIII. Las guerras con Portugal
26
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
funcionan como repulsa de la migración porque uno podía ser interceptado y obligado a
participar en la guerra.
Llegados al siglo XVIII el exceso demográfico obliga a poner en marcha la
emigración. En el siglo XVII en las actas de defunción del bajo Miño hay cerca de mil
personas reflejadas como muertas fuera, emigradas. Muchas no recibirían noticias de la
muerte de estos familiares. Se hacían oficios fúnebres. De hecho se dejaron de anotar a
personas muertas fuera en un determinado momento por parte de los clérigos. Lo que
era la emigración en esta zona en esa época debía ser algo muy intenso. Hombres casados
en una proporción muy pequeña y sobre todo solteros. ¿Cómo podemos hacer para saber
cuántos hombres desaparecieron fuera pero no aparecen en las actas de defunción? Por
un cálculo básico, las tasas de masculinidad. Nacen sobre 105 niños por cada 100 niñas.
Con el censo de 1787 vemos que la relación de masculinidad, esto es, el número de
hombres por cada 100 mujeres, es en el modelo 1 76.6 hombres por cada 100 mujeres, o
sea, hay un déficit, y eso nos hace suponer que mueren o emigran. Donde la Rm es más
alta, la emigración es menor. Cuando nos da por debajo de 100, los que no aparecen es
porque murieron todos. Los modelos menos graves serían la Galicia interior (95
hombres por cada 100 mujeres), porque la emigración suele ser estacional y suelen
volver, no morir fuera. (recuadro que evidencia que muchas familias declararon a los
hombres casados emigrantes como si estuvieran presentes, no ausentes, dado que eso
tiene efectos de carácter fiscal, social… mismo problema hasta el siglo XX). Es al revés
de la ocultación. Indirectamente la única fórmula para saber el déficit real masculino es
ir a las actas de defunción y contrastar con el número de hombres y mujeres muertos.
En zonas hay desviaciones del 20-30 %. También se apuntan, aunque era ilegal, a los
hombres que mueren fuera.
En el XVIII los que se van a Castilla a segar ya no son los mayoritarios, sin embargo
en la Andalucía occidental sí. En un solo pueblo se casaron más de 1.200 gallegos a
mediados del siglo XVIII, un indicio de lo muchísimos que tenía que haber. Los segundos
foráneos que se casaban eran portugueses miñotos. Entonces tenemos dos espinas por
las que se va reduciendo el potencial demográfico gallego: los que mueren fuera y los
que se casan y no vuelven. Además estos son gente joven y en edad de trabajar, la más
preparada para hacerlo, y en Galicia se quedan los restantes y los que no pueden.
Las diferencias entre casados y solteros. La emigración de casados es la que está más
relacionada con la situación de origen de la familia: necesitan volver. Muchos casados
aun cuando Castilla ofrezca peores condiciones seguirán yendo, porque hace más fácil
volver. Con Andalucía, la inmensa mayoría de los casados no pasarán a América desde
Cádiz. Hay una serie de nichos laborales por los que seguirán acudiendo. Además
mientras el hombre está fuera en la propia casa de ahorra, porque no hay que alimentarlo.
La mujer, los hijos y los viejos cuidan la casa mientras este se encuentra ausente. El
modelo de los casados está muy relacionado con las necesidades de la familia. Pero tardan
en volver, y eso genera problema de viudas de vivos, desconocimiento de si han
muerto…
27
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
Los solteros constituyen en todo momento la mayor parte de los que emigran. Hay
dos modelos que conviven o no en las zonas. Los que se marchan solteros pueden tener
un hijo fuera. La emigración prenupcial tiene por objeto reunir dinero para poder casarse,
esto tiene un efecto que es el de retrasar la edad de matrimonio. En segundo lugar, si
emigran solteros y no vuelven se crea un déficit en el mercado matrimonial. Luego los
que están fuera a la hora de heredar crean un problema que es qué hacer con su herencia
en tanto que están ausentes. Hay una diferencia fundamental entre los casados y los
solteros, además. Los solteros además podían ser objeto de levas militares mientras que
los casados no. En la leva militar de 1762 las causas que se podían aducir para evitar una
leva era ser hijo único, estar casado o estar ausente. De todas estas la más normal es
estar ausente. En muchas zonas se ve que estaban emigrando la mitad de los jóvenes.
Los hombres directamente se habían marchado antes de ser reclutados. Estadísticamente
que hubiera una leva no significa que tuvieras que ir a hacer el servicio militar. Solo se
reclutaba al 1%, pero si te tocaba eran 7 años seguidos. Esto nos permite saber sobre qué
edad empezaban a marcharse los solteros. Empezaban sobre los 8-9 años los de las
ciudades, para aprender el oficio con los padres, y sobre los 12-14 cuando eras del campo.
Hasta los 24 corrías peligro de ser llamado. Desde los 24 el peligro era muy bajo.
La Galicia oriental es la zona donde los hermanos son necesarios como mano de obra
para venir a trabajar a casa. En la provincia de Lugo no hay rechazo del servicio militar
en la provincia de lugo, sobre todo si eres un segundón, porque tienes nulas posibilidades
de casarse, y eso implicaba quedar como criado del hermano mayor y los sobrinos. En el
caso de la marina las zonas de mayor número de ausencias son las más gravadas por lo
que se llama matrícula de mar. La edad de posible llamamiento era hasta los 40 y la guerra
del XVIII era fundamentalmente en el mar. Buscar La Guerra Fantástica entre España y
Portugal. No llega a estallar porque la guerra no compensaba realmente, por las pérdidas
humanas.
La emigración a América en el siglo XVI
La monarquía hispánica no dejaba irse a hombres casados solos, tenían que llevarse
a su familia, a no ser con un permiso de su mujer. Tampoco les interesaba, porque les
interesaba volver. No será hasta principios del XIX que empiece la emigración gallega a
América. Empieza lentamente a principios del siglo XVII, los llovidos, que se enrolaban
como si fueran criados de alguien que iba, gallegos no como especialistas, yendo para los
trabajos menos cualificados. Es algo que empieza por la zona de A Guarda y las Rías
Baixas. Luego el área de Padrón, el valle de Ulla, la península del Salnés, la zona de
Bayona… América empieza a tener un peso sustancial antes de mediados del siglo XVIII
en zonas concretas sobre todo de solteros sin cualificación previo paso por Cádiz. Desde
mediados del XVIII se diversifica e intensifica. Se aprovechan los buques de correo a La
Habana, que en teoría no podían llevar pasajeros, pero que lo hacían. Se abre en 1764 la
ruta Coruña-La Habana-México y una segunda línea Coruña-Montevideo en 1767. Son
las preferencias de los gallegos ya para el siglo XIX, dado que era de donde se tenía
información. Las zonas más tradicionales de emigración a Andalucía son los más
precoces. Es muy difícil seguir los itinerarios de los emigrantes, porque hacen muchas
28
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
29
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
a situación, con certo enfriamento ata o Mínimo de Maunder, sendo o XVII un século
frío en xeral en Europa. Vaise normalizando a situación ata o que temos hoxe.
En canto a realidade xeográfica, veremos canto espazo aparece como favorable para
a agricultura e gandaría. Os accidentes xeográficos son determinantes.
Tamén veremos a evolución durante a Idade Moderna da economía agraria, a
evolución dos recursos (Eiras Roel). Debemos ter en conta que Galicia é moi diversa, así
que non sempre atoparamos unha “Galicia agraria”.
Outra cuestión fundamental é a referida á parte da economía rural que non se
relaciona directamente co cultivo, senón que trata a cuestión dos montes comunais. Na
Galicia interior os campesiños non poderían vivir con autonomía sen estes comunais.
As fontes
O Catastro da Ensenanda é a “macrofonte” que nos permite saber o que pasaba
parroquia a parroquia. Interésannos os libros do catastro que se refiren á economía rural.
O primeiro é o que se chama “interrogatorio” do Catastro da Ensenada. Tamén conta co
“Real de Legos”, fundamental. Supón así unha sorte de fotografía de cada unha das
familias de cada unha das parroquias, recollendo gran variedade de datos sobre as
persoas nunha valoración fiscal: con quen vive, propiedades, animais, idade dos mesmos.
Ademais, o Catastro ten unha vantaxe sobre outras fontes: o “Capítulo de Forastero”.
Na declaración dos montes comunais, como dicíamos, atopamos tanto detallismo que
chega a contarse o número de árbores.
Nas cidades, o Catastro é bastante peor como fonte que para o mundo rural. Agora
ben, é de carácter fiscal, así que os niveis de fraude son enormes. Nos rendementos da
terra, o fraude lévanos a descoñecer con claridade a realidade desta cuestión, pois
declarábanse os rendementos á baixa. Dispoñemos de fontes de carácter notarial que nos
permiten saber cal era o rendemento real da terra, con maior exactitude. Contrastando
ambas fontes, podemos ter unha idea de onde se mentía.
Unha dificultade radica en que nunca poderemos coñecer así a totalidade de Galicia.
Unha parte está tratada cos interrogatorios, e o resto coas monografías. Ademais, o
catastro é para datas concretas, así que temos que buscar fontes de outro tipo.
As escrituras notariais son as mellores fontes que hai neste sentido en ámbitos de
dereito romano. Nas escrituras notariais atopamos fontes que nos permiten falar con
bastante seguridade do XVII. No XVI a cousa é máis complexa, por contar con fontes
menos sistemáticas.
Interésannos moito os inventarios post-mortem. Grazas a isto sabemos da entrada do
millo. Nos 60 pensábase que entraba no XVIII. No ámbito rural son moi importantes
dende o punto social: recollen instrumental, obxectos da propiedade... Interésanos todo
aquilo referente á produción. Recóllese con moita pulcritude o relacionado coa despensa,
coas cantidades exactas de cada produto. Sabemos así o que as familias tiñan para comer,
para sementar, e o instrumental para traballar, ademais das posibilidades que brindaba
o abonado. Comparando varios inventarios podemos obter unha boa idea do tema.
30
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
As compravendas de terra son en Galicia es escrituras máis abundantes, pois hai moita
circulación da terra: están comprando e vendendo seguido. Permítenos coñecer o tamaño
das parcelas de terra, a súa calidade, etc.
Tamén nas dotes que se lles deban ás mozas atopamos información sobre a
agricultura.
En canto ó século XVI, atopamos complicacións, pero podemos recorrer ás escrituras
de mosteiros, cabildos catedralicios, etc. Rexistraron as actas de cesión da terra con
campesiños, os foros. Faise unha gran cantidade de contratos, e permítennos coñecer as
imposicións que se poñen ós campesiños, as características da terra... É unha fonte
importante para o viñedo en Ourense no XVI, por exemplo.
A finais do XVI hai unha fonte moi especial, que non aparece en todos os territorios.
Felipe II nos anos 80? deste século pide ós bispos da Coroa da Castela información sobre
a produción diezmal. En cada parroquia o cura que o fixo ben informa do que se obtén
de diezmo, dándonos a estrutura da produción agraria (cantidade de ferrados de tal
cultivo). En principio non teñen que ocultar nada, así que pode ser moi ilustrador. Non
hai unha nomenclatura especial para esta fonte.
Estamos vendo fontes de uso global. Pode pasar que nos espazos concretos se poida
sacar partido dunha fonte concreta, máis específica, que nos ofreza boa información.
A situación da agricultura en Galicia
Para mediados do XVIII, a través do Catastro da Ensenada, podemos obter sínteses
sobre o tema, e unha idea bastante clara das enormes diferenzas territoriais que había en
Galicia. Na provincia de Santiago atopamos un feito fundamental: o pequenísimo tamaño
das explotacións agrarias. Estamos falando de non pouco máis alá duns 1300 m2. En
Lugo temos máis do dobre que na Galicia occidental, cunhas 2 hectáreas de media. Hai
zonas intermedias; a área de Mondoñedo parécese moito á Galicia occidental. Tui é un
caso excepcional, o punto de maior produción de Galicia: as explotacións son mínimas
pero a capacidade produtiva da terra é moita. Con todo, temos que pensar que as cifras
que temos aquí son das máis baixas de Europa (viven con moi pouco). Estamos falando
dun mundo de campesiñado pequeno. A propiedade é pequena, froito do sistema de
herdanza que vai partindo a propiedade.
A gandaría é moi importante: como forza de traballo, fonte de abonado no caso do
gando vacún (clave para a produción agraria). Lugo é a provincia que ten maior peso
gandeiro. Betanzos tamén é importante. Tui é o de menor número de reses por veciño,
o cal se pode relacionar coa _. A maior cabana ovina está na provincia de Lugo, algo en
A Coruña e o resto fundamentalmente nas zonas altas. Podemos falar tamén da
dispoñibilidade de gando por hectárea cultivada.
Outra viñeta [tabla] fala da valoración fiscal. A valoración fiscal por labradío en
Lugo son baixas. En canto a cepa hai que diferenciar as zonas polas súa diversidade
xeográfica e climática..
Debemos falar do enorme cambio que se produce en Galicia no XVII. Na Galicia do
XVI atopamos un modelo totalmente diferente ao que hai agora. Vémolo na estrutura
da produción agraria. Nalgún momento da Idade Media comeza a sementarse millo
31
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
32
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
unha solución. Vaise ampliar a terra na que se cultiva o millo; cando cheguemos ó XVIII
está cultivándose toda a terra que se pode cultivar. Extensificación ó lado da
intensificación.
Máis solucións: xa no XVII empeza a haber en certos territorios (Salnés, Morrazo)
unha complexización cada vez máis intensa das rotacións, de xeito que a terra non
descansaba nunca. Chega a haber zonas de sete rotacións ó ano (sete colleitas). Isto leva
a Galicia a un extremo sen igual en toda Europa. Estas complexizacións das rotacións
están primeiro na Galicia occidental, logo vales...
Outra cousa que se pode facer. A finais do XVII en certas áreas hai unha “mini-
revolución” interesante: a creación da pradería artificial, sementar o prados, sobre todo
coa importante leguminosa que é o trébol. En moitas zonas impórtase semente da área
holandesa, mais isto sobre todo no último tramo do XVIII.
O cambio máis fundamental que provoca o millo dende o punto de vista da
organización da economía agraria é o cambio radical da gandaría. Hai unha serie de
pleitos en certas comunidades porque o sistema de ano e vez, con terra na que podían
entrar ovellas de toda a parroquia, acábase. Todo o mundo vai cercar a súa leira:
individualización total que acaba coa disciplina colectiva. As ovellas xa non van poder
pastar nas zonas de centeo ou trigo porque desapareceron, así que vaise ir diminuíndo o
seu número, ó ser incompatible co novo sistema agrario. A gandaría vacún vai sufrir
unha merma moi importante, e tamén unha transformación cualitativa fundamental:
vaise estabular, introdúcese nunha construción para que o gando mellor alimentado
estea máis forte, dea máis carne, leite, etc. No XVII temos por tanto unha situación moi
diferente á do XVI: moitas menos vacas pero moito máis produtivas. Transfórmase así a
economía agrícola. Ó meter o gando na casa temos unha obriga constante de coidado, o
cal vai recaer fundamentalmente nas mulleres; a estabulación vai supor un traballo
feminino, así que se modifica o sistema de traballo.
Outro cambio vaise relacionar cos comunais, que se van pechar e dividir. Falaremos
disto outro día.
Temos unha agricultura de politcultivo de subsistencia. A terra da constantemente,
varios produtos, e mantense a familia. Pero chega un punto no XVIII no que a produción
é insuficiente, así que hai que recorrer a actividades complementarias ou á emigración.
En canto á produción vitícola estamos moi mal informados. A máis importante
concéntrase no Ribeiro. Era un viño bastante apreciado e aínda con bastante mercado en
Inglaterra. Un problema moi serio que tiña era o enorme custo de transporte ata as zonas
onde se consumía. Temos tamén a zona do Salnés, por exemplo, con un viño que era
menos apreciado. Tamén está o viño da zona de Valdeorras, pouco apreciado. Cando se
perde o mercado co estranxeiro (competencia e custo de transportes) dedícase a
produción vitícola ao mercado interior. Gran parte dos mosteiros teñen propiedades en
zonas vinícolas para abastecerse. O viño era moi importante, tanto en alimentación como
o viño de misa; considerábase que tiña moitas calorías e podía ser un bo substitutivo
doutros produtos máis caros, e ademais está a desconfianza cara a auga (por poder estar
contaminada).
33
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
En Galicia non había pelaga. É unha enfermidade que se vincula co consumo de millo
sen complementar con certa vitamina (B12?). Non hai pelaga en Galicia porque o cultivo
de millo se intercalaba co das fabas. As leguminosas nitroxenan o chan e aportan a
vitamina que lle falta ó millo. É importante telo en conta, en Asturias había moita morte
por pelaga.
Hasta aquí los apuntes de Iria. El siguiente ya pude ir a clase.
(Continuación de la agricultura, el tema 3)
Hay una serie de innovaciones que vienen dadas por la necesidad de tierras, pues en
Galicia no hay mucha cultivable, junto con el aumento de la población. Se modifican
aquellas técnicas que se puedan modificar sin alterar las estructuras agrarias. Hay una
excepción, la agricultura vitícola, que es sustancialmente distinta del resto pero que en
Edad Moderna evoluciona de forma dificultosa, porque no es la que permite obtener
alimentos para el autoabastecimiento, se priorizan otros en su lugar.
34
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
pagar las rentas, o por gastos fortuitos. La emigración fue la gran válvula por la que el
campesino iba consiguiendo algún dinero para salir del paso. La gran parte de los
campesinos, pues, estaban siempre en la misma situación. Luego había una minoría que
todo lo que cultivaba le llegada y a veces tenía todavía un poquito de excedente, así que
podía prestar a los vecinos, mejorar alguna tierra, ir redondeando su explotación
agraria… y luego una minoría todavía más minoritaria que se podía permitir contratar
gente. Jornaleros, algún criado… solo en torno a un 3%. En Valencia y el País Vasco
este porcentaje era mucho mayor, dada la estructura diferente de la tierra y otros
motivos. Lo que sirve de compensación a la pequeñez de las tierras en Galicia es la
importancia que tenía sacarle partido al terreno inculto, para lo que hay que hablar del
régimen de propiedad.
Antes de eso tenemos que hacer otra operación. Tenemos un campesinado pequeño,
que cultiva sus tierras, que hace las modificaciones que le es posible hacer, algunas
mejoras de productividad, si bien sin grandes cambios. El gran problema era que, de lo
que se cultivaba, no todo era el campesinado: hay que hacer frente a una serie de cargas
sin las cuales no podía mantener el usufructo de la tierra que cultivaba. La mayor parte
de los campesinos tenían tierra propia pero además tierra usufructuada, ajena, que en el
caso de la Galicia occidental y Ourense suele ser aforada, y lo que era la provincia de
Lugo solía ser arrendada. Es en el periodo medieval cuando se constituye en Galicia el
sistema foral. El sistema foral en la Edad Moderna no varía mucho con respecto a la
Edad Media salvo por algunas cuestiones de matiz pero relevantes. Hacen que el
campesinado de Edad Moderna sea estable, no con una tierra habida con carácter
indefinido, pero sí de muy larga duración o casi permanente. El propietario cede el
usufructo a una tercera persona, un campesino, que a cambio de esa tierra le paga una
renta todos los años (eso es el arrendamiento). El foro es como un arrendamiento a muy
largo plazo. En el resto de la Península, salvo el norte de Portugal, el arrendamiento es
el sistema básico. Solía ser el arrendamiento de hasta 9 años o poco más, pero algunos
eran de 2, 4, 6 años… Lo cual sometía el contrato a sucesivas renovaciones. El problema
del arrendamiento es que para el campesino es una situación muy inestable, porque nadie
garantiza que vaya a haber renovación del contrato. Los campesinos hacían el esfuerzo
de pagar la renta puntualmente y tener las tierras lo mejor posible. Los estudios que se
han hecho en Lugo revelan que no estaban echando los propietarios permanentemente a
los campesinos, sino que siempre que pagasen y tuviesen bien dispuesta la tierra
mantenían el contrato. Por muy abusivos que fueran los propietarios siempre sabían
hasta dónde podían presionar.
Entonces, en el sistema foral el campesino tiene la tierra según plazos enormemente
largos. En el siglo XVI se va a hacer de forma espontánea y basándose en la relación
entre demanda y oferta de tierras un cambio sustancial referido al plazo del foro. Los que
recurren al foro son fundamentalmente grandes instituciones, no tiene sentido para un
pequeño propietario aforar tierras, pero sí para obispos, cabildos, una parte de la alta
nobleza… la ventaja del foro es que desde el punto de vista cronológico es
autogestionario. Si ponemos San Martín Pinario, pongamos que en el peor de los casos
35
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
tenía en toda Galicia 20.000 parcelas de tierra. Si están en manos de 10.000 labradores,
y los 10.000 están en régimen de pocos años, eso no lo gestiona nadie. Pero si tienen
todo aforado, de esos 10.000 pocos tienen que rendir cuentas a la vez, lo cual lo convierte
en un sistema muy cómodo para las grandes tenencias de tierra. A cambio, claro, de
perder algo de control sobre la tierra. Si las cosas van muy bien económicamente, así, no
pueden aprovechar a subirles las rentas del contrato, a diferencia de con el
arrendamiento, si bien cuando las cosas van mal el campesino tiene que seguir pagando
las mismas rentas también. Las escrituras de foro eran siempre ante notario. Todas las
cosas importantes se llevan ante notario en Edad Moderna, esto es, todo lo que se refiere
a la tierra. No hay compra de tierra legal si no es ante notario, y en el caso de foros y
arriendos igual. El arriendo al ser a corto plazo no era indispensable hacerlo por escrito,
pero siempre era mejor. El foro, al ser de larga duración, sí. Monasterios, cabildos y
obispos preferían renunciar en un determinado momento a cobrar toda la renta y
negociar para mantener el foro, en situaciones difíciles en que el campesino no puediera
pagar. Muchas veces se negociarán condiciones favorables, pues en el siglo XVI en
Galicia no hay tanta gente. En la Edad Media lo normal era que los foros se contrataran
por 3 vidas, lo cual hacía necesario certificar las muertes y sucesiones de los
usufructuarios. Al morir este, el heredero tenía que ir a pagar la luctuosa, el pago de la
mejor pieza de cuatro pies que hubiera en una casa: un buey, una vaca, un caballo, una
mesa, una banqueta… La luctuosa era un tema conflictivo y muchísimas veces no se
pagaba. El problema era que resultaba difícil controlar este sistema, teniendo que ver las
muertes, etc, sobre todo en esta época. Así, se cambió a uno de vidas de reyes. Aun así,
como podía suceder que un rey muriera pronto, se añadió la cláusula de 29 años. Así en
el siglo XVI va a quedar la fórmula de por la vida de tres reyes más veintinueve años.
El problema va a ser en el XVIII. En el s. XVI había en Galicia poca gente, entonces
se dieron foros por importantes cantidades de tierra. En vez de ir parcela a parcela se
arrendaba una gran unidad a una sola persona. Ceden la unidad completa por tres reyes
más veintinueve años. La renta se calcula en función de la superficie y lo que hubiera
sobre ella. A veces a esto se añadía alguna especie cárnica. Entonces, sabemos que este
individuo tiene para este plazo tan extenso esa tierra, y podrá hacer con esa tierra lo que
quiera. Deja un pedazo a una hija en dote; tiene un problema y vende todo… tiene que
pagar a quien le arrienda el laudemio, como la plusvalía de las operaciones que realice con
la tierra. Entonces, digamos que lo que tenemos es un campesino muy estable que nadie
lo echa si no deja de pagar la renta, que puede vender, subaforar… que se convierte, en
definitiva, en un especulador. Es un sistema muy estable, que no presenta una
conflictividad muy fuerte, y normalmente estas instituciones hacían la renta por vía de
intermediarios.
Ahora ¿qué cuestiones hay en el foro peculiares y que a lo largo de Época Moderna
son muy llamativas?. Primero en qué se paga la renta. No se paga en maíz en ningún
sitio, porque los monasterios, los cabildos, incluso la universidad, no querían el maíz para
nada, las clases altas no lo comían, por eso querían trigo y centeno. Por eso en las zonas
que pasaron a cultivar el maíz se reservó una pequeña parte para trigo y centeno para
36
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
pagar las rentas. Esto rompe el mito de que el foro no permitía el progreso en los
cultivos. La única excepción está en el viñedo. Las cepas no dan al día siguiente, no se
siembran, entonces el sistema foral en las áreas de viñedo en general es diferente y es la
renta proporcional a la cosecha: el 20, el 30%... Los propietarios son conscientes de que
durante muchos años las viñas no producen y no van a recibir nada, así que tienen que
esperar y adaptar el sistema. El foro viene a ser un sistema enfitéutico, se le denomina
enfiteusis incompleta, porque esta es con carácter indefinido y el foro vemos que no lo es,
pero en fin, mutatis mutandis. Hay acogimiento de foro y subforo. Un subforo es que tú
tienes una tierra en foro y se la cedes a un tercero a cambio de una renta mayor de la que
tú estás pagando. Otro es el acogimiento, es que se acoge a un familiar, amigo o lo que sea
y se hace como un subforo pero solo pagando la parte de la renta que estrictamente le
corresponde, no más, como en el caso anterior.
Los rendimientos de las rentas son colocados en los mercados por las grandes
instituciones para finalidades como el abastecimiento urbano. Así es como se transforma
el producto no consumido en dinero. Por eso siempre prefieren las grandes instituciones
cobrar en cereal, porque es un valor seguro, además de que lo consumen.
La Edad Moderna es un periodo de negociación. Las rentas son en cierta medida
flexibles de manera que se pueda asegurar el cobro de las mismas. Hay una conflictividad
derivada del foro poco intensa en los siglos XVI y XVII, pero en el XVIII hay un
problema muy grave. Si el individuo de antes en 1570 recibe un lugar grande ,podemos
saber que va a prosperar. Es posible que se hiciera con otro foro y otro y fuera
subaforando, y acabase enviando a sus hijos a altos estudios, y es posible que se acabe
queriendo hacer hidalgo. A lo largo de los siglos XVI y XVII la hidalguía gallega se va
a haciendo fuerte y son los primeros arrendatarios de las grandes instituciones. Empieza
a haber reclamaciones por parte de estos individuos intermediarios para que el foro se
haga eterno. Aquí viene el problema del foro en el siglo XVIII, con la llegada de los
borbones. Los borbones querían desamortizar, pero tuvieron una serie de problemas.
Los benedictinos los habían apoyado, y lo mismo con otras facciones a las que las
desamortizaciones podían afectar negativamente.
Bien, Felipe V empieza a reinar en 1700, y cuenta un reinado. Pero abdica, y la
abdicación crea un rey nuevo, Luis I, que dura 16 meses. Felipe V, sin embargo, vuelve
a ser rey. Y ahí es donde hubo un gran problema. Una gran cantidad de pleitos, porque
con cada cambio de monarca, al ser tan breves, se ejecutaban foros demasiado pronto. Se
quería aprovechar la situación para renovar los contratos forales. El archivo está lleno
de pleitos en esa época. En San Martín Pinario se negociaron todos los foros, por
ejemplo. Intentaron renovar al alza, pero lo que se encontraron en muchísimas zonas –
hay que tener en cuenta que en la occidental esta es la última fase de crecimiento– no
pudieron hacerlo. Entonces en el XVIII tenemos una gran conflictividad. Las órdenes
monásticas recibieron órdenes de pasar todas las tierras de Galicia de foro a
arrendamiento, entonces nunca se procedió en Galicia a convertir el foro en arriendo.
Era inviable, no se podía gestionar algo así con todas las propiedades de que disponían
37
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
38
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
39
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
Por otra parte, si la monarquía es dueña de todos los árboles también lo es del suelo
bajo él. Todo lo que está bajo el árbol, tras 1796, pasa a ser del Estado. Durante la Edad
Moderna la gestión del inculto va a ser una gestión directamente desde el Estado. Pero
cuando se hace el catastro en 1752-1753 la superficie forestal es el 2% de Galicia, y de
ese 2% la inmensa parte estaba en las debesas reales. En el siglo XIX el Estado vendió a
las comunidades la masa forestal. Cuando se dieron cuenta de que el roble no era lo mejor
es cuando llega el pino.
El cultivo de rozas y la gestión del arbolado
A partir del Catastro de la Ensenada podemos saber muy bien aquellas áreas en que
había todavía en 1752 cultivo de rozas. La nomenclatura actual de montes comunales, no
comunales, de vecinos… realmente es un producto del siglo XIX, cuando el Estado
procedió a las desamortizaciones generando un nuevo tipo de organización del monte
comunal. Están obsesionados con que en el catastro está la verdadera naturaleza de los
montes. Cuando en el siglo XIX el Estado liberal recalifica todo y comienza a vender lo
que habían sido debesas reales y las llama de nuevo montes del Estado. No se termina de
ver la diferencia en el régimen de tenencia.
Se arranca el monte bajo, se quema, se convierte en ceniza, con eso se abona la tierra,
se sementa de trigo o de centeno, se obtiene una cosecha muy fuerte, luego se abandona
el cultivo, y al cabo de 20 o 40 años se vuelve a cultivar. Desde el punto de vista del
usufructo en este modelo es muy importante la disciplina colectiva. Es fundamental que
la comunidad se ponga de acuerdo, y entonces ahí cuando en el siglo XIX se empezó a
hablar de colectivismo estarían errados, es ponerse de acuerdo. En estas zonas coincide
con lo que se llama montes de voces o de varas. Puedes trabajar y obtener provecho siempre
y cuando tu familia sea de esos montes, y el hecho de vivir ahí no te da derecho a utilizar
el monte, quien tiene que ser de ahí es tu familia. Eso pone en relación el monte con los
linajes o familias que componen una comunidad. Entonces la disciplina va de la mano de
este sistema, que va en gran medida de la mano de un sistema familiar en que los hijos
tienen que volver a la casa con sus hermanos a ayudarles con el enorme trabajo que
supone rozar un monte.
En el resto de Galicia no hay rozas. En Ourense predominan los términos concejiles.
Los montes son de todos, si compras una casa tienes derecho a ir al monte, si te marchas
lo pierdes, y por tanto el acceso es mucho más libre, si bien con prácticas comunales muy
propias de Ourense sobre todo referidas a la explotación del castaño. El Castaño exige
una disciplina diferente. Es un árbol frutal, no maderero. Es una especie forestal y llega
a cubrir enormes espacios. Hay enorme disciplina porque todo el mundo sabe de quién
es el castaño. Hay prácticas comunales como el secado de la castaña en secaderos
colectivos, igual que algunos hornos. Hay una serie de usos que se basan en una libertad
de utilización del espacio pero con control. Había que tener cuidado de no producir
sobreexplotación. Aquí el acceso es relativamente libre: compras una casa y tienes
derecho a explotar eso.
40
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
41
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
42
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
43
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
pero otras tenían que obtenerse del mundo urbano. No en todos, porque para tener una
producción de curtido buena hace falta cuero y hace falta agua corriente, porque es
fundamental para limpiar las pieles. En el siglo XVI el productor mayor era también
Santiago de Compostela. Tenía asegurada la materia prima, y tenía el Sar y el Sarela. En
el mundo urbano están los principales consumidores de carne, ya que en el rural no se
consume apenas. Los macelos de las ciudades controlaban íntegramente toda la
producción de carne, y por tanto los curtidores tenían un suministro de piel seguro y en
grandes cantidades. Otros núcleos como Betanzos, Allariz, Padrón… también tenían
este suministro asegurado. Un elemento más que era necesario era el tanino, obtenido
de los robles y los alcornoques. Las industrias del cuero son las que proceden de la Edad
Media, y luego los zapateros tenían que comprar necesariamente los cueros a estos
curtidores. Incluso los rurales. En el siglo XVIII esta industria va a crecer
extraordinariamente por la apertura del comercio marítimo con Montevideo para
Galicia. Para allá iban fundamentalmente telas gallegas de lienzo o de Cataluña,
productos de la industria vasca… y volvían pieles mucho más grandes que las que había
en Galicia. Cuando empezaron a llegar a Coruña, con el consumo de Ferrol, que es muy
elevado, se empezarán a crear curtidurías en Coruña, Betanzos, el propio Ferrol… y
Santiago va a reforzar su papel anterior.
En Santiago hay la posibilidad de exportar por el puerto de Carril y el Valle del Ulla
y demás. Curtiduría rural no hay. Hace falta que haya una gran cantidad de reses y mano
de obra cualificada. En cambio era más fácil hacer zapatos o zuecos.
Tercero: la gran industria, el textil y la pesca
La industria textil de Galicia siempre fue de autoconsumo. En el siglo XVI la cabaña
ganadera era fundamentalmente ovina, y la gente producía para sus casas piezas de lana
con que se hacían mantas, edredones y ropa de vestir. Por la entrada del maíz Galicia se
convierte de productora a importadora de lana, si bien ya había importación
anteriormente porque la lana gallega es muy burda y las clases altas importaban.
Conforme va a avanzando el tiempo Galicia importa productos de lana. La producción
agrícola de lino era escasa. Una fibra que para crecer necesita muchísima agua y labradío
y regadío de primera calidad. Tiene que ser muy buena.
La dialéctica de a qué dedico esta tierra no todo el mundo se la podía permitir, y lo que
encontramos en el catastro de la Ensenada es que la superficie agraria dedicada a lino
era muy escasa. En algunas zonas un poco más, pero bueno. Era de escasa calidad,
además, una fibra corta, frente a la procedente de Rusia, que es larga. Por el tiempo y
demás. Cuando más corta es la fibra más enganches hay y de peor calidad es la tela.
Entonces a partir de los años 20 y 30 del XVIII, ¿qué es lo que pasa para que haya una
industria textil tan intensa?. El modelo gallego alteraba todas las teorías, porque lo que
decía la teoría de los teóricos de los años 70 y 80 es que se producía en áreas de montaña
donde había tiempo libre de la agricultura. Había otro modelo europeo que se
correspondía con áreas bajas y demás. El desarrollo de la industria del lino respondía a
la necesidad de obtener recursos complementarios en economías deficitarias. La
44
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
necesidad sistemática de recursos por parte de las familias porque lo que se producía era
insuficiente. Ya que el lino era muy escaso como para hacer esto, se importaba.
Con la apertura de Coruña y Vigo a comerciar directamente con PPBB, Gran Bretaña,
Europa, países del Este… se pudo importar. El lino que salía en grandes cantidades de
la zona ucraniana salía por los puertos del Báltico, llegaba aquí, los comerciantes daban
la fibra a las mujeres y se daba la fibra a los mercaderes. Hay gente que compraba
directamente la fibra para no depender del mercader. El sistema es muy simple. El hilado
es un trabajo exclusivamente femenino: niñas, abuelas, la parte de la familia menos
dedicada a la tierra están hilando constantemente. Las mujeres que sí se dedican a la
tierra lo hacían a ratos, o cuando cuidaban del ganado, que se llevaban la rueca. Una
pluriactividad, porque para poder hacer una vara de lienzo hacían falta entre tres y cuatro
meses de hilado. Esto tiene una repercusión, y es que las niñas de protoindustria textil
no pueden ir a la escuela porque están hilando constantemente. El tejido es un trabajo
fundamentalmente masculino de noche. Hilado son mujeres, tejido son hombres.
Las mujeres hilaban en huso y rueca, no en torno. Para trabajar en el torno hay que
estar sentado y quieto, lo que ralentiza el hilado. El torno se conocía, algunas hilanderas
profesionales lo utilizaban, pero no se usaba. Esto causaba que el hilado fuese de muy
mala calidad. Cada dos fibras se unen de tal modo que no se crea un grumo, y eso para
tejer era dificilísimo. Entonces el lino una vez cortado había que empozarlo, sumergirlo
y echarle cenizas y otros productos para ablandarlo. Luego se cepillaban las hebras. Con
los primeros cepillados se hacía la estopa, y con los segundos una un poco mejor. Lo mejor
de todo era lo que se vendía, el resto solía quedar para la casa. El problema de Galicia
era que no lograba hacer un producto de calidad como para vender en el extranjero, así
que quedaba o en el mercado interior o en los mercados de Castilla, León, Andalucía y
demás lugares a donde se dirigían los migrantes estacionales.
Era un producto que se hacía en la casa, donde el blanqueado se hacía cuando la tela
ya estaba hecha, mientras que eso debía hacerse antes. Quedaban piezas amarillentas y
con muchos enganches. Las Sociedades Económicas de Amigos del País hicieron
campañas para convencer de que se produjese mejor, blanqueando más, usando lejía… y
fue inútil, porque eso ya implicaba hacer una inversión que el pequeño campesino no
podía asumir. En un momento determinado el mercado se colapsa, cuando los
industriosos catalanes empiezan a producir telas de algodón a la cuarta parte del precio,
mucho más lavables y bonitas. Frente a eso el lienzo gallego no fue capaz de resistir. A
finales del siglo XVIII se empieza a notar la crisis. Se va a generar un paro estructural
en el mundo femenino, y desde los años 30 del siglo XIX la producción se va a volver
más bien residual. En el rural sí que hubo una producción palillera importante. En
Camariñas no decreció tanto la producción. Por ejemplo, a mediados del siglo XVIII,
solo en Pontevedra ciudad había muchísimas.
Una mini industria, la molienda de harina
Galicia tenía el mayor número de molinos de toda España, más del 40% de todos los
del reino. De Europa. Del Mundo. Y del Universo –conocido Y POR CONOCER–.
45
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
Todos los que hay en las cuencas del Tambre y del Ulla. Se trata de una industria o micro
industria, más o menos individual. Es absolutamente fundamental, pero depende mucho
del sector primario y vienen muy supeditada por las condiciones geográficas. Por
ejemplo, la península del Salnés tenía unas tremendas dificultades en este sentido. Luego,
los que se llamaban muiños de herdeiro, que tenían copartícipes, y de irmandade, consorcios
familiares estrictos.
Por tanto, digamos que, como mínimo, hay ocho o nueve por parroquia, y en algunos
casos se concentraban, como es el caso por ejemplo del monasterio de Olla. Solamente
encontramos molienda de trigo de forma profesionalizada y ya con cierta importancia,
en unos molinos de la zona próxima a Ferrol, de Lèstache, que se va a instalar a raíz de
la actividad de los astilleros, para alimentar tanto a los obreros como para surtir de
galleta a los barcos. Casi todo regentado por franceses, que eran ellos mismos los que
molían el trigo, procedente de Francia. La producción molinera destinada al gran
mercado se concentra fundamentalmente en el área ferrolana, mientras que en ciudades
como Santiago, donde había muchos molinos y grandes, no tenían esa finalidad de
producción a gran escala para el mercado.
En Galicia fueron muy raros los molinos de marea, y tampoco muy abundantes los
molinos de viento –zona de Ortigueira, por ejemplo–. Aquí eran casi todos de agua.
46
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
forma que el contexto previo a los catalanes es muy poco evolucionado. Galicia
necesitaba, por cierto, permanentemente sal, de manera que es una importación muy
recurrente, hasta el siglo XVI sobre todo de Setúbal, de Portugal, luego desde Andalucía
y luego ya del Mediterráneo. Por cierto que la sal es monopolio de la monarquía, y por
tanto sujeta a las directrices de la misma.
Cuando llegan los catalanes una de las primeras novedades es que traen su propia sal.
Hubo medidas sobre la segunda mitad del siglo XVIII, algunas solicitadas por la Junta
de Galicia o intelectuales como José de Cornide haciendo presión a Madrid para que la
cuota de sal que le correspondía a Galicia fuese lo más grande posible. Gracias a la
participación catalana se resuelve el problema de la sal. Los catalanes se establecieron en
el norte de Portugal también y en la zona cantábrica. Uno de los elementos que actuó
fue el establecimiento de la matrícula de mar, que se establece en todas partes salvo en
Canarias y el País Vasco por el régimen foral. Así como perjudicaba a mucha gente del
rural, beneficiaba a muchos otros. Lo que se inicia desde el 1737 y sbre todo desde 1748.
Los catalanes llegan desde áreas muy específicas, que son grandes productoras agrarias
y que necesitan comercializar sus productos. En Cataluña está siendo muy pujante
además la producción textil, de muy buen precio, y también los aguardientes. Todo eso
lo traen a Galicia, y a cambio querían llevarse pescado, para acabar con el sistema de
importación de Cataluña de arenque noruego y bacalao vasco, obtener una importación
más barata que no dependa de los escandinavos –que además eran quienes llevaban al
Mediterráneo el bacalao vasco–.
Los catalanes que venían eran representantes de cada pueblo. Un hombre joven, que
llega, reconoce el terreno, regresa… una primera generación que no produce llegada de
familias. Provenían de Mataró y San ….? Lo que van a ofrecer es tecnología, una técnica
del Mediterráneo, donde la conservación era algo prioritario, muchísimo más moderna.
La sardina sal presa exigía un sistema fabril, no podía ser en las casas, como venía siendo
tradicional en Galicia. Se necesita una estructura de fábrica con distintas fases de
producción, una cierta cualificación profesional y una estructura. El producto que se va
a conseguir son una especie de timbales con el producto dentro, muy fáciles de
transportar y cuyo contenido aguantaba muchísimo tiempo.
En este sistema la sardina va muy muy limpia, se mete en salmuera y luego se presiona
muchísimo con un sistema de pilas para extraer todo aquello que propicia la
podredumbre, obteniendo así una sardina de gran calidad y también de saín, el aceite de
la sardina, que a su vez se limpiaba, embotellaba y se vendía al exterior. Es un producto
fundamental para las pinturas. Así, se obtenían dos productos diferentes. Va a competir
este aceite con el liñazo de León, para el mismo fin. Esto todo vino a alterar el sistema
productivo gallego, ya no es una industria rural y tan dispersa. Va a intalarse sobre todo
en las Rías Baixas, en núcleos urbanos, y luego se fue extendiendo hacia el norte y hacia
Asturias. Los sistemas de producción eran idénticos, con lo que obtenían un producto
homogéneo.
Los catalanes van a convertir esto en industrias estrictamente femeninas, con mujeres
asalariadas, especializadas y con una pequeña cadena de ascensos. Lo único es que no
47
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
eran nunca capataces, que eso eran siempre hombres, a menudo los propios catalanes.
Ojo, hubo protestas y pleitos de mujeres que quisieron ser capataces, cosa que no se
consiguió, pero hay que tenerlo en cuenta.
Esto, por una parte, crea un nuevo sistema productivo hasta el siglo XIX, que luego
será sustituido, por las mismas familias, por la conserva en lata, que será entonces cuando
empiecen a inmigrar al completo a Galicia, que además al cabo de una generación estaban
ya con contratos matrimoniales en Galicia e instalándose definitivamente. Cierto es que
hasta el siglo XIX eran familias muy cerradas que no echaban raíces de esta forma.
El problema estuvo del lado de la pesca. Ellas la conserva y ellos la pesca. Los
catalanes necesitaban grandes cantidades de sardina, ya no llega una lancha, sino que
para mantener este tejido industrial hace falta producción en masa. El problema es que
para eso se trajeron las técnicas de pesca de arrastre, mediterráneas, que aquí no existían.
El vou provenzal es un barco de arrastre, utiliza xádegas, que son redes de arrastre. El
vou se acercaba a la costa con las redes, y desde la costa se arrastraban con bueyes,
porque tenían muchísimo peso. Los pleitos entre determinados sectores sociales gallegos
y los catalanes por este asunto fueron notables, y en algunos casos francamente abiertos.
La idea de que el arrastre cambia totalmente el sistema tradicional gallego era
totalmente cierta. Los perjudicados reales de todo esto, quienes les hicieron frente,
fueron las clases poderosas, que tenían hasta entonces el control de la pesca. Uno de los
primeros en pleitearse fue el Padre Sarmiento, y luego José de Cornide, luego la Sociedad
Económica de Amigos de Santiago de Compostela, el Cabildo de Santiago y los
arzobispos. Se cobraban los diezmos –del pulpo, de la sardina…–, que les permitían
obtener pescado totalmente gratis y poder así consumirlo o comercializarlo. Los
verdaderamente perjudicados fueron el clero y algunos nobles. Por una parte
protestaron ante Madrid constantemente, insultando en memoriales a los catalanes –
judíos, holandeses de septentrión…– y luego venían alternativas a esto.
Hubo ideas. Sarmiento propuso establecer en Galicia los cercos reales, lo que había en
el estrecho de Gibraltar para la explotación de atún, pero realmente no había manera de
hacerlas funcionar en Galicia. Luego intentos por parte de algún comerciante
importante, como Marcó del Pont y varios próceres galaicos, que intentaron crear una
compañía de salazón de abadejo, que no podía competir para nada con el bacalao o con la
sardina. Luego la iniciativa un poco más positiva, la creación de un montepío de
marineros a partir de 1770, para proporcionar préstamos y ayudas a marineros, que
fuesen más independientes de los catalanes y pudieran tener iniciativa y sustituirlos, pero
al final va a quedar como una ayuda para las familias de marineros muertos.
Hubo un intento de prohibición en 1775, pero luego la Corona levanta la prohibición
porque en el fondo compensaba tener en Galicia sistemas de arrastre. Al final la llegada
de catalanes fue un hecho positivo. Los catalanes fueron una comunidad muy grande en
Galicia, enorme, pero algunas cifras se han exagerado. El problema fue a principios del
siglo XIX, con el deterioro que causa en este tipo de industria la invasión francesa y las
48
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
guerras con Reino Unido. Estaban metidos los catalanes en muchos aspectos de la vida
de Galicia, y con el tiempo serán ellos los que darán paso a la conserva en lata.3
El problema social que crean los catalanes es la venta de aguardiente barato, pues en
la costa se crea una tendencia muy grave al alcoholismo. Eso debilita a las clases
populares y las hace mucho más susceptibles de caer en la delincuencia, la indigencia,
etc.
3La flota gallega suponía el 20% del conjunto de la flota española a la altura de 1752, pero serían solo
barcos de cabotaje, nada de pesca de altura, o casi nada, ni control real del espacio marítimo… eran
numerosos en número, pero no en tonelaje.
49
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
recurrir a la asistencia pública y las ayudas. La excepción seguramente serían los joyeros,
plateros y orfebres, que trabajaban plata y oro, ellos mismos siendo muchas veces
prestamistas. Sin embargo tampoco esto se salva: la gran orfebrería de la catedral de
Santiago es casi toda de Andalucía, zonas como Sevilla.
Este artesanado compostelano lo pasará muy mal en el XVII, con la crisis general del
comercio, la dificultad de obtener materias primas, un ganado vacuno cada vez menor…
En el siglo XVIII el artesanado sigue siendo muy numeroso, el 39% del total –en
Santiago–, y las grandes líneas de producción eran las clásicas: curtidos –con cueros ya
pronto de Montevideo–, horneros, panaderos… consumo básico para la alimentación.
Algo de textil y muy poca producción suntuaria. Sigue teniendo problemas para
competir. En 1752-1753 ya hay multitudes de comerciantes medianos que traen
productos externos que gustaban a las incipientes clases medias, de manera que los
santiagueses solían producir todavía para el día a día, y seguirían estando muy
empobrecidos y dependiendo de la beneficencia.
50
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
Otro núcleo donde se irá haciendo algo es Coruña y aledaños, como la fábrica de
mantelería de Sada, del famoso dúo holandés Adrián Roo y su compañero Kiel, asentistas
de buques de guerra. Fueron los que hicieron el traslado de tropas para la última Guerra
de Flandes. Cuando venían de allá traían textiles holandeses y después. Se quedaron
aquí, establecen una contratación con el Estado, aprovechando la política de Carlos II de
Reales Fábricas y la promoción estatal de la economía. Se establece en Sada, pues, esa
fábrica, que luego hubo que llamar a trabajadores de Valencia porque faltaba
cualificación. Era una fábrica que vivía sobre todo de subvenciones, pues el producto no
era muy bueno, pero llegó a tener muchos trabajadores. El Tratado de Ultrecht va a
hacer que pierda la mayoría de sus mercados. Se la va a revitalizar hacia los años 20 y en
sucesivas ocasiones hasta que definitivamente el Estado se hace con ella y la lleva para
Ferrol.
En torno a Coruña, en la zona Sada, Sigrás, Coruña misma… se abren industrias de
iniciativa foránea fundamentalmente, producción textil en bruto o vestimenta, y los
iniciadores son casi todos franceses. Barrié, que procede de Gascuña, igual que Lestage,
hijos de comerciantes de trigo. Eran grandes mayoristas de trigo del sur de Franciam
trigo probablemente procedente de Rusia y de Ucrania, y que seguramente trajeron
grandes cantidades a Galicia. Tras la Revolución Francesa se asientan en Coruña y en
Ferrol, alguno también en Santiago. Lestage es fundamental, y en Coruña Barrié y Vitri.
La principal producción de los Barrié es la textil y la producción de sombreros en
concreto. La fábrica de Salabert llegó a tener una gran producción. Otro núcleo era Vigo,
con industriales portugueses. Luego una fábrica de telas pintadas, que de dónde procedían
está puesto en duda, puesto que se cree que las telas no las hacían ellos sino que solo las
pintaban –un fraude en todo punto–.
La gran fábrica textil de Pontevedra fue la de los hermanos Lee o Li, que llegó a tener
más de 200 trabajadores. Hacían tela de pana, una industria con un mercado relevante
en Galicia, pero que dependió de la ayuda de Godoy, con subvenciones de Madrid para
que aguantase y evitar una quiebra que podría provocar un terrible efecto en cadena.
Cerró por los efectos secundarios de la Guerra de Sucesión.
Todos tenían algo en común: todos se casaron con ricas viudas gallegas. Sargadelos
intentó hacer fortuna en Andalucía, y descubre una interesante conexión entre Andalucía
y Galicia sobre todo a partir de la apertura de los comercios en 1764. Llega a Santiago y
se casa con una mujer muy madura, con lo que se aseguraba que no habría hijos y él sería
el heredero. Esto es muy habitual. Tenían capital. La idea era hacer un Alto Horno, pues
no había en Galicia. Quiso crear en Sargadelos un enorme recinto industrial, una
fundición. Los campesinos estaban obligados a llevarle todos los años grandes cargas de
madera, desarticulando el sistema de utilización de los montes comunales, pasando a
estar en beneficio de la enorme cantidad de madera del señor Raimundo Ibáñez.
Necesitaba agua, y luego desvió un enorme curso de agua, y luego vivió a base de
subvenciones. Al final hizo los famosos potes con patas que había en las casas, los potes
de Burdeos. Se liquida a Raimundo Ibáñez en un linchamiento.
51
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
El siglo XVIII intenta poner en toda Europa a la vista de la gente del común el tener
cosas bonitas. La fábrica de los hermanos Lee permitió cambiar la vestimenta de los
gallegos, que empezaron a vestir con pana, mucho más caliente y mucho más barata que
el lino castellano. Los sombreros, los 30.000 al año de los Barrié, tipo bombín, el
sombrero portugués del norte. Eso modifica completamente la forma de vestir. También
se exportaba mucho a América de estas fábricas. Para saber cómo vestía la gente lo
tenemos muy difícil, porque la mayoría de inventarios postmortem son de gente rica,
que no representa a la mayoría.
4.5. El comercio
Lo primero es el problema de las comunicaciones. Un buen sitio y un mal sitio,
depende de con quién tengamos que relacionarnos. Estar cerca del norte de Portugal o
de Asturias da igual porque se produce lo mismo, así que no son mercados
complementarios. En Galicia vamos a tener siempre el problema del coste de transporte.
No hay ciudades importantes, así que falta el consumidor urbano interno, y segundo los
caminos que conectan Galicia con Castilla son pocos, precarios, todos de herradura y uno
solo de carretas, que se abre en 1789, al año siguiente de morir Carlos III, el Madrid-
Coruña-Ferrol, y luego uno vertical financiado por los arzobispos de Santiago que unió
Coruña con Tui, que empieza con Sebastián Malvar, de los años 80 o 90. El Madrid-Vigo
no se abre en el XVIII.
El gran canal de salida de lana, de trigo, etc, era el Madrid-Burgos-País Vasco, pues
el Reinosa-Santander tarda en hacerse. Se intentan evitar con esta vía las aduanas forales.
Al abrir ese camino aparece una nueva ciudad cerca de Galicia, que es Santander, y desde
la cual va a llegar una enorme cantidad de trigo castellano a Galicia y por el que van a
ir productos gallegos también. Por tanto, para Galicia es muy importante la apertura del
comercio de reinosa. Más importante hubiera sido la apertura de la pérfida Vigo, un
enclave muy importante, que estaba paralizado para llevar sus productos al interior.
Otro problema es el comercio con América. Con Europa siempre fuimos territorio
importador. Pero América está monopolizada por la Casa de la Contratación hasta
mediados del siglo XVII, cuando se concede a Cádiz, y no será hasta el XVIII que se
abra el comercio americano para Galicia. En 1764 se abre la primera línea, con La
Habana, y en 1767 con Montevideo, que es la verdaderamente importante. Pero Galicia
siempre aspiró a tener participación con el comercio con América. Tenemos que hablar
de la Casa de la Contratación de Coruña, un intento, un flash que duró muy poco pero que
tiene mucha importancia.
10 de abril de 2018. Ha vuelto Ofelia, las dos clases anteriores fueron impartidas por
sus elfos, y los apuntes se hallan en dos documentos de la misma carpeta.
52
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
53
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
54
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
La cartografía provincial
Las provincias son la unidad más confusa que hay. La primera vez que aparecen siete
provincias en Galicia es en 1528 –posiblemente serían anteriores, no sabemos de
cuando–. Seguramente hubo alguna provincia o ansias provinciales en torno a Viveiro,
también, que está en Mondoñedo. Luego desaparecerán en el siglo XIX para crear las
cuatro actuales, puesto que eran muy desiguales. Las provincias son unidades fiscales,
pero no hay funcionariado o estructura provincial. Unidades que Galicia tiene para sí –
porque para la monarquía Galicia es una sola–. Quien ejercía como capital de provincia
era la misma que asumía la documentación provincial.
Cuando se repartió Galicia en 4 provincias se hizo un reparto racional, serían más
equilibradas demográficamente. Cuando la zona occidental empieza a adquirir
importancia demográfica y económica empieza a reclamar más poder y a restárselo a
Lugo y Ourense.
La cartografía fiscal y las ciudades con voto en las Cortes de Castilla
Desde 1430 y hasta 1628 Galicia pierde el voto en las Cortes de Castilla, y es
representada por Zamora. Galicia no solo es una provincia, sino que además la representa
otra.
La jurisdicción jurisdiccional y de los señoríos
Gracias a un programa informático de Rubén Castro podemos disponer de un mapa
íntegramente recompuesto de los señoríos de Galicia.
55
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
Castilla. La Audiencia era la Real Audiencia de Galicia. Luego estaban Sevilla, Canarias,
Cataluña, Aragón, Valencia y Mallorca. Esta es la mayor instancia de gobierno en Galicia
desde su establecimiento, con el Gobernador Capitán General de Galicia.
Por último, los corregidores, alcaldes mayores de señorío (como el de Santiago), los
alcaldes ordinarios… Vamos a tener cónsules, que tienen competencia judicial sobre
asuntos comerciales relacionados con lo marítimo, los rectores de las universidades,
como Santiago… y luego había situaciones específicas relacionadas con el real patronato
de A Coruña. La corona tenía el derecho y deber de proteger determinadas instituciones
que hacían algo bueno por la gente. Tenían lo que se llamaba jueces privativos.
Esto creaba montones de situaciones separadas.
La monarquía hispánica siempre tiene instituciones que se contrapesan. En 1480 se
crea la Real Audiencia de Galicia, porque fue la Guerra Civil Castellana y la de los
Irmandiños, y en la medida que el territorio estaba bajo control nobiliario es Galicia una
zona incómoda. Los reyes católicos crean, pues, un organismo que se superpone al
señorío. Se reclama a la burguesía pacificación del territorio, y para eso hay que lograr
que la nobleza pierda fuerza, creando al Gobernador Capitán General. Al lado, los dos
primeros alcaldes mayores, que son como los oidores de Castilla, jueces.
La primera misión, pues, de estos nuevos organismos, es la pacificación del territorio.
La nobleza y gran parte del clero quedaron con un poder muy mermado, porque desde
entonces cualquier gallego que no estuviera de acuerdo con la sentencia de un tribunal
señorial podían apelar a la Real Audiencia.
Al cabo de poco tiempo, fue tan enorme la cantidad de pleitos que llegaban a la
Audiencia, que la Audiencia llegó a tener 8 salas, 8 jueces. Hubo que crear un fiscal y un
segundo fiscal, y una red de procuradores, notarios, abogados… La Audiencia era
básicamente un concepto moderno de justicia, la aplicación de la ley del Estado, muy
conveniente a los campesinos y a las grandes instituciones eclesiásticas. En cualquier
caso, a lo largo del siglo XVI la audiencia va adquiriendo cada vez más personal,
estructurándose de forma cada vez más compleja.
Cuando se separa la Real Audiencia del arzobispo de Santiago y se va a Coruña se
establecen un conjunto de edificios, como el Palacio de la Capitanía de A Coruña, que es
en cierto modo un palacio real.
Durante dos periodos, uno corto y uno largo, la monarquía hizo algo importante, que
fue separar al Gobernador Capitán General de la acción judicial de la audiencia,
nombrando un Regente o Presidente de la Audiencia, para separar claramente a la capacidad
militar de la ocupación civil. La única gran novedad que va a afectar a la audiencia es la
apertura en 1…61 de la Sala de lo Criminal. Esto es por la inseguridad creciente que
notifica la Real Audiencia de Galicia en el territorio, aunque había habido varios casos
muy escandalosos que afectaban a la cúpula social, que era la que tenía la portavocía. Los
efectos, curiosamente, tocaron a la propia nobleza.
En cuanto al Gobernador Capitán General, es una figura militar –no podía juzgar,
solo firmaba sentencias, se responsabiliza–. El suyo era un poder para gobernar, el
56
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
57
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
tribunal de jueces. Los borbones tenían otra idea, la de las intendencias, órganos
comisariales –de carácter temporal– de la monarquía, no funcionariales –de carácter
vitalicio–. La experiencia francesa con Luis XIV revela que la intendencia es muy
dinámica y muy apropiada y cercana a la monarquía. Entonces, la intendencia de Galicia
va a ser de las primeras que se inaugura, porque es un territorio pacificado durante la
Guerra de Sucesión. Se hace el primer catastro de 1708, en plena guerra, y la instauración
de la intendencia en 1712, semi intento fallido porque no era el momento: el gobernador
capital general y la Real Audiencia se sintieron amenazados por una figura que les
arrebataba competencias muy importantes.
La diferencia de la intendencia de Galicia con respecto a otras es que es de las llamadas
intendencias de provincia, que tienen además una atribución militar, mientras que la
audiencia va a poseer la capacidad de hacer levas. La segunda función que se le otorga es
la fiscal, y aquí es donde la audiencia se siente más afectada. La Audiencia pasa a ser de
verdad un organismo de carácter judicial. Hay que esperar hasta 1718 para que de verdad
se implante la intendencia en Galicia. Se va a escoger a Coruña para esto, y la cercanía
de poderes contrapuestos va a causar roces. En Madrid hay 67 poderes, en Coruña habrá
21. Muchos problemas en la propia ciudad y las cuestiones relativas a las jurisdicciones,
a ver a quién correspondía cada cosa. Hay que esperar a 1718, que se asiente, más o
menos, y la mejor época de la intendencia es entre 1744 y 1760.
Hasta 1744 dependió mucho de la personalidad del intendente. Va a haber un juego
de individualidades. Si el gobernador era firme y el intendente también, chocaban. Si no,
había cesión. El mejor fue Rodrigo Caballero, entre 1720 y 1726, con muchas ganas de
hacer refirmas, y la Junta de Galicia decidió írselas echando todas abajo.
Hay que esperar a los años 40 para que se organice un nuevo sistema fiscal, el catastro
de la Ensenada. Ese documento, que es una maravilla, que se hizo muy rápido en Galicia.
Esto luego conllevaba imponer la nuevo la contribución, contestada desde el primer
momento sobre todo desde la nobleza.
También ayudó la intendencia en la modernización de la organización militar. Desde
1719 y 1726 cambia el reclutamiento para la marina de Guerra. La intendencia estará
encargada de implantar el nuevo sistema militar, basado en quintas y no en levas. La
leva suele tener una primera fase voluntaria, y si no se obtienen suficientes hombres, se
vuelve obligatoria, con tantos hombres por unidad de territorio. El sistema de quintas
va a intentarse en plena guerra de Sucesión, y va a ser un desastre, porque en Galicia el
gobernador capitán general considera que es un sistema que atenta contra sus
capacidades. El estado quería un sistema que fuera más equitativo y más regular, había
que conseguir un ejército más profesional y efectivo.
La leva más importante que sufre Galicia en el siglo XVIII es de 1762, para la guerra
con Portugal, la famosa guerra fantástica. Se encarga a la intendencia saber cuántos
mozos hay por cada parroquia. Hidalgos, cabezas de casa, hijos únicos, emigrados o
inútiles se libraban, y así se declaró en Galicia a la mayor parte de los hombres. Hay
zonas de Galicia en que no hay tanto rechazo a las levas, porque eran una buena salida
para los segundones. Áreas de familia troncal extensa con heredero único prioritario.
58
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
Sucedió igual en la marina de guerra: tan pronto como se supo del primer
reclutamiento, se fueron muchísimos. Es, pues, una de las causas de la emigración.
Después, el estado anduvo con cuidado con determinadas profesiones. En el siglo XIX
el problema es el mismo. Galicia tenía el 13% de la población y nunca aportaba más del
5% del ejército.
Es importante el cambio sustancial que sufra Galicia a finales de la época moderna
porque Ferrol pasa a ser capital de departamento marítimo del norte del cantábrico. En
Graña tenemos unafamosa iglesia castrense, las primeras instalacioens de la monarquía
se hacen allí. Ferrol va a ser la verdadera caìtal marítima hasta hoy, y a Ferrol se le dan
capacidades para la frontera con Francia y la frontera con Portugal. Luego, ahí va a
establecerse el arsenal, todas las instituciones de gobernó de la Marina –la Marina es
muy diferente de Marina, lo que se llama el mnisterio de Marina y la Armada–. Eso no
gustará nada a la gobernación ni la intendencia, ya que les resta competencias.
Luego tenemos personal del ministerio, lo que no son propiamente miltiares, etc. El
reclutamiento de marina es diferente. El aprendizaje era una parte de las obligaciones.
En el ejército de tierra se les da una pequeña instrucción y vía, pero la marina requiere
más cosas. En las aldeas había simulacros con armas de madera y tal. Los niños iban muy
jóvenes, de grumetes, y luego iban ascendiendo paulatinamente. El Ministerio de Marina
que era el que estaba instalado en Ferrol poseía a cientos de familias de oficiales
adminsitrativas solamente. Cerca de 700 personas solamente tomando notas y pagando
sueldos. Luego lo respectivo a la rpopia marina, la construcción naval y el arsenal. Ferrol
es, pues, una de las cuatro capitales marítimas de la corona en la Península. La parte
miltiar se conformó con el sistema de tiendas de campaña, y luego, cuando hubo un
cuerpo muy grande, rápidamente hubo que construir la ciudad con un plano ilustrado.
Ferrol es una base militar de verdad, enorme. Probablemente Felipe II fue disuadido
de la convenienci de metertodo en Ferrol y priorizar a Coruña. En cualquier caso, desde
el punto de vista judicial Ferrol se encuentra bajo el partido judicial de marina. En el
siglo XVIII la instauración del sistema de marina de guerra en provincias marítimas
convirtió, de facto, la costa, de cinco leguas para adentro, en zona de dominio real, porque
la gente podía acogerse a ella.
La designación de provincia marítima significa un reconocimiento de determinados
núcleos portuarios, en 1830. Serán Viveiro, Ferrol, A Coruña, Vilagarcía y Vigo. Esto
crea expectativas, y cuando se quiera reorganizar el territorio desde la administración
liberal. Esta modificiación territorial de las provincias marítimas, desde 1751, y los
cambios de 1830, será fundamental. La matrícula marítima proporciona monopolios y
jurisdicción real a cambio de algunas contribuciones militares en hombres que más bien
fueron escasas. Las capitales de provincia marítima había un comisario de marina con su
escribano, y era quien ostentaba la autoridad, y a quien se podía apelar.
Probablemente lo de la intendencia del XVIII es lo menos relevante y tenga más
importancia la modificación de lo del ejército, las provincias marítimas, la matrícula y
otras modificaciones borbónicas administrativas.
59
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
60
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
De las 24 del siglo XVIII, 9 fueron en el periodo de la Guerra de Sucesión, porque hubo
que jurar a Felipe V, Luis I, Felipe V… actos semiprotocolarios que eran necesarios.
Durante el XVII se reúnen tanto porque coincide con una intensa actividad bélica.
Era imprescindible hablar de la ayuda militar, sobre todo en el periodo de la guerra con
Portugal. Entonces, es el periodo en donde se va a hablar más de asuntos de guerra. Los
ataques piráticos pusieron sobre aviso a la monarquía de que la costa gallega estaba muy
desprotegida, y se va a intentar que Galicia tuviera su propia flota de vigilancia. Fue una
tarea futil. Se necesitaba dinero, las juntas no querían darlo, la monarquía no quería
cederlo, etc. Luego, la capacidad de las ciudades para establecer un sistema impositivo
que lo permitiese era muy limitada. Finalmente se contrajo una deuda con una familia
para financiar uno de los buques. La de Doña María de Calo.
Las acciones de guerra realmente afectaron poco a Galicia. En la guerra de Portugal,
lo importante fue en Extremadura, donde había que responder a posibles ataques
portugueses. La monarquía esperó a la colaboración tradicional del Conde de Monterrey
en Ourense y del Conde de Ribadavia4. Las juntas se reunían para ver lo que se aportaba
a la guerra.
Saber hasta qué punto fue importante la ayuda de Galicia es complicado. Las juntas
del reino de Galicia no representaban a Galicia, sino a las oligarquías urbanas de Galicia,
de las ciudades de las que proceden sus diputados. Se exigió que la monarquía
ennobleciera a los diputados, que la administración fuera gallega, que sus hijos formaran
parte de sus tribunales, nombramientos de obispos y arzobispos, etc.
El problema de la respuesta de la monarquía a esto era que no podía cumplirlo. ¿Cómo
iba a nombrar obispos y arzobispos gallegos si no había universitarios suficientes en
Galicia? Además está el principio de no territorialidad, que también se aplicaba a los
asuntos eclesiásticos.
Cuando llega el siglo XVIII las juntas se reúnen mucho menos. Siempre hay un
delegado de las juntas en Madrid, y entonces lo que se ve es que son bastante inactivas.
En algunos casos poniendo problemas, como clase, a las reformas económicas.
Reclamaron en varios momentos la creación de una compañía comercial gallega. Las
Juntas del Reino de Galicia se identifican mejor por lo que no hicieron que por lo que
hicieron. Nada en materia de educación, solamente una vez, reclamando un colegio de
nobles para Galicia. Nada en acción social. Mucho en cuestiones de protocolo.
A principios del siglo XVII empezaron a aparecer muchas pequeñas crónicas, como
la de Coruña, reclamando su mayor antigüedad, agraviándose las ciudades unas a otras
por cuestiones de procedimiento que para ellas tienen muchísimo valor. En cuanto a las
obras públicas, la corona propuso levantar otra vez los puentes del Ulla y del Tambre.
Las Juntas se hartaron de hablar de ese tema durante 800 años, hasta que finalmente se
levantaron en 1834. Se pretendía imponer una carga fiscal para construirlos.
4 La última vez que actuaron los dos condes fue durante la guerra de unión con Portugal en 1580.
Luego esta gente es nobleza cortesana totalmente desvinculada de Galicia. No tenían ya una conexión con
Galicia, dado que ni habían nacido aquí.
61
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
62
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
pero la Real Audiencia de Galicia permitía, en la práctica, por las ordenanzas que le dan
los Reyes Católicos y Carlos V, apelar a ella ya en primera instancia, sin esperar primero
la resolución de un juez de señorío.
1ª Intancia: Juez lego (asesor) y Juez letrado En teoría son jueces solo de
nombre, porque son jueces de señorío. Pueden arbitrar en un litigio. Si una de las partes
no está de acuerdo tiene que apelar a…
La Audiencia de Galicia Si una de las partes, normalmente la beneficiada, no
permite la apelación, lo que hay que hacer es denunciar al juez, de manera que se crea un
falso pleito que permite acceder a la Audiencia. Se apela en grado de vista o, en la
suplicación, en grado de revista.
Para una segunda apelación está la Cancillería de Valladolid en grado de vista o
de revista, como lo anterior. Pero era muy raro.
La segunda suplicación llegaba ya al Consejo de Castilla Insólito, por la capacidad
económica necesaria para llevar un pleito hasta estas instancias.
63
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
64
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
Los RRCC van a tener un gran apoyo en la Orden Benedictina. Estaba muy
enfrentada, una parte quería volver a la regla primitiva, y otra continuar como estaban.
Los RRCC se apoyan en el grupo crítico. La Orden Benedictina manda a un reformador
a Galicia, que pasa verdaderos calvarios, porque la situación en que estaban monasterios
y conventos era muy cómoda para ellos. Las monjas, por ejemplo, estaban armadas para
recibirlo.
La reforma, sin embargo, se produjo. Tenía el apoyo de los obispos –recordemos que
los RRCC se fueron haciendo con el control del nombramiento de todas las diócesis de
la monarquía hispánica, con excepciones–. Los RRCC consiguen de la Santa Sede que
nombre a universitarios bien formados de procedencia hispánica, y siguiendo el principio
de no territorialidad, es decir, no provenientes de la propia diócesis a que iban a ser
nombrados, y a ser posible no del reino en cuestión.
Una vez terminada la saga de los Fonseca, los siguientes fueron premios otorgados
por Carlos V para la gente que le ayudase con las controversias con los protestantes.
Eran arzobispos de gran calidad, pero absentistas, no venían a Santiago. Hasta que se
consiga acabar con el absentismo, Santiago tenía un comportamiento algo efímero. Sin
embargo, gobernaban a través del provisor, que en general era una figura bien elegida.
Entonces, desde el Concilio de Trento hay una reforma de doble carácter: por un lado,
la del clero regular –durísima, pero exitosa–, con una negociación lenta, aunque efectiva
a la larga. La reforma las órdenes monásticas es capital, porque los monjes de verdad
serán monjes, si bien ricos. Por otra parte, las órdenes monásticas desde el punto de vista
religioso no nos importan mucho, porque se pliegan sobre sí mismos, tienen una vida
hacia el interior, y tenían dos meses de vacaciones mínimo. No hacían función de
predicación ni nada de nada. Están en Galicia pero no forman parte de Galicia.
Normalmente están aislados.
La reforma monástica la hubo también en los conventos, donde fue mas suave. Los
franciscanos eran una orden bastante bien organizada, pobre, no demasiado corrupta. Es
a donde solían ir a refugiarse segundones de clases medias y muchos campesinos.
Predicaban en gallego y no se aislaban tanto. En el reinado de Felipe II hubo que hacer
reformas también en los franciscanos, porque había alguna rama ociosa. Por otra parte,
hubo que disolver conventos situados en lugares difíciles de controlar, como en el caso
del de la isla de San Simón. Órdenes como los Alcantarinos lo pasaron mal.
Hubo una reforma de los Observantes, una variante de los franciscanos. Por tanto, en
época de Felipe II la orden franciscana recibe algunas rectificaciones, pero en general
entraban en lo previsible y aceptable.
En el clero secular es donde están las complicaciones, porque son los que suelen
relacionarse con la gente normal. Tenemos que tener en cuenta la enorme presencia
clerical en la Galicia interior, de segundones, capellanes y patrimonistas. Antes del
Concilio de Trento tenemos buenos estudios sobre el clero secular, donde se descubre
un mundo de clérigos con un comportamiento absolutamente ajeno a la vida religiosa. A
través de los sínodos diocesanos, donde se hacen recomendaciones para acabar con los
malos modos de vida, se reflejan problemas como los de la vestimenta, las conductas
65
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
66
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
67
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
68
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
Tratar de encauzar los síntomas y los signos de religiosidad popular para regularizarlos,
y para que fueran controlados por el clero.
Regularizar todo lo que se refiere a práctica cotidiana de religiosa. El calendario
litúrgico, el toque de campanas, el horario… marcando claramente los usos de cada
período. Todo lo que se refiere al mundo de la fiesta religiosa y del culto a los santos,
que en Galicia es fundamental, tiene que encauzarse a través del obligatorio y voluntario
asociacionismo religioso: las cofradías. Varios obispos van a marcar que en todas las
parroquias tiene que existir la cofradía del Santísimo. En otras fue abriéndose
paulatinamente la de las almas del Purgatorio, un culto muy arraigado. Hay una tercera
cofradía, que es la del Rosario. A partir de ahí cada parroquia va a tener las que quiera.
¿Qué tipo de santos? fundamentalmente terapéuticos.
Por un lado, las cofradías de la Virgen, y por otro, los santos terapéuticos. San
Sebastían, San Roque… la peste, vaya. Los santos de la ganadería y las labores agrícolas,
los que ayudan en los partos, etc. El sacramento está exagerado porque era obligatorio.
Como mínimo, unas cinco cofradías por parroquia. Todas las cofradías tenían un fuerte
componente funerario –beneficios de pertenecer a una–, y también la fiesta anual.
En el mundo rural, somos testigos de la proliferación de ermitas, donde hay un culto
de pequeño circuito y donde se hace una romería –peregrinaciones cortas–. Otra cosa
importantísima es la renovación de las misiones populares, como las de los jesuitas. En
el caso de Galicia, que son las indias de estas partes, de esas misiones se van a encargar,
por un lado, las jesuitas. La misión es una campaña de predicación que dura 3, 6, o 9 días,
que consiste en la predicación sistemática por sectores de la población, además de esto
se hacían confesiones masivas, un acto general de profesión y un acto final muy
espectacular, una feria donde se vendían objetos litúrgicos y demás, así como personas
que fingían una conversión. Actos de exaltación religiosa.
Como jesuitas en Galicia había pocos, las grandes misiones en Galicia las hicieron los
capuchinos y los franciscanos. El sistema de los franciscanos funcionaba muy bien. En
torno al convento había una zona donde ellos se aplicaban a fondo. Son misiones mucho
menos espectaculares las de los franciscanos respecto de los jesuitas, pero mandaban
buenos predicadores. Luego, la predicación constante de que fueron especialistas los
franciscanos.
Luego, la otra gran acción reformadora de la Iglesia. La participación de la gente en
su propia salvación, para ir al purgatorio o al cielo, pero nunca al infierno. Una fundación
es que una persona, en su testamento, deja un dinero o parte de su herencia para que,
bien con los intereses de su dinero o con las rentas de su herencia, cada año se le
celebrasen cierto número de misas. En el siglo XVII es algo que tiene una incidencia
creciente, pero que en el XVIII observamos el proceso contrario. Las misas de fundación
van a ser sustituidas por misas de una sola vez. Es decir, en lugar de misas perpetuas, un
cierto número de misas, que significaban indulgencias y, por tanto, un punto a favor de
la salvación.
El sistema de propiedad en Galicia significa que la herencia se parte, y si la partimos
entre 4, tenemos 4 encargados de hacer las misas, y luego sus hijos, nietos, bisnietos y
69
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
tátara nietos. Aunque la tierra tenga por compromiso la realización de una misa, al final
esta no se realiza, después de pasado tanto tiempo.
Se creó un problema con las misas de una sola vez, porque se ordenaban del orden de
miles, eran incumplibles. En ocasiones ocurrió con los arzobispos, así que se empezaron
a contar misas, con permiso de Roma, por más de una misa cada una. La gente busca otra
fórmula, porque entonces su pago no se corresponde con las misas que se van a decir.
Por ejemplo, el número de sacerdotes asistentes. En lugar de 3, 20. En una generación,
podía suceder que en el campesinado medio solamente todo lo relacionado con los
funerales supusiera el 25% de la herencia.
70
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
El jueves veremos las cuestiones más relacionadas con el tema gallego, en la clase
práctica, relativas al comercio y al cambio.
Bibliografía básica
Monedas de cuenta
Una moneda fiduciaria es una moneda que no tiene valor material en sí misma, y que
en la época se llamada moneda imaginaria. Es una forma de contar. El real de vellón es la
unidad de cuenta oficial de la corona hispánica y su imperio. El maravedí de vellón existió
71
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
Las minas de plata las explotan mineros, los mineros necesitan capital para trabajar
la mina, se los darán prestamistas aviadores, que además de darles una cantidad
comprometen con los mineros la plata que sacan los mineros, esto es, se quedan con
parte de la producción. A cambio les proporcionan mercurio, burras, etc. Entonces, el
comerciante tiene dos opciones: sacar esa plata en barco directamente o convertirla en
moneda. Si se convierte en moneda tiene que pasarla por la ceca, y entonces tendrá que
pagar un impuesto, por lo que la monarquía estará interesada en que se transforme en
moneda, no que se traslade la plata directamente.
Cuando la flota no salía había un gran problema en Sevilla y Madrid, porque igual
que la plata en la mina ya estaba comprometida con los banqueros, lo que traían los
barcos ya estaba comprometido con prestamistas europeos… si no llega el barco no se
puede pagar. Entonces, otra vez en la flota ya está comprometida toda la plata, y cuando
llega a Cádiz circula hacia Europa directamente o va hacia orienta, a Filipinas, a pagar
la cerámica china y esas cuestiones.
Además de moneda, las formas de crédito pueden ser el DEPÓSITO, dejar una
cantidad a una persona para que la guarde (puede ser que esa persona lo guarde sin
72
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
cobrar; que haya que pagarle para que guarde esa cantidad o que esa persona me pague
por utilizar mi dinero, en cuyo caso lo que sería es un préstamo, un sistema de crédito
cuando el acreedor recibe un pago, pequeño); el CRÉDITO NOTARIAL (censo
consignativo5, una forma de crédito notarial, un préstamo que se entrega una cantidad
de dinero, y se paga todos los años un porcentaje, y tiene como garantía un bien físico);
la OBLIGACIÓN y las VENTAS DE RENTA, una persona da a un campesino cierta
cantidad en dinero y el campesino le paga a cambio en especie, en cereal, hasta que acade
la devolución. Por ley el censo tiene que ser cancelado si el deudor trae la cantidad. Con
la venta de renta no, tiene que llegar a un acuerdo con el acreedor para cancelar.
Después, VALES, PAGARÉS Y LETRAS DE CAMBIO.
- Papel simple o vale: se escribe en un papel una cantidad adeudada en el momento.
- Pagaré: reconoce una obligación de pago futura
- Letra de cambio: tenemos dos comerciantes, uno en Cádiz y otro en México. Se
venden y se compran productos mutuamente. Se envían productos. Estos dos
tienen dos opciones: que en cada flota de ida o de venida la diferencia del valor de
los precios entre lo que compra uno y le vende el otro vaya en el propio barco en
moneda, o tendría otra opción, llevar libros de cuentas de lo que se compra y se
vende y que la diferencia de precio no se pague, se vaya anotando, y que después
de tres o cuatro años se pague todo de golpe. Cuando se acaba la relación
comercial o se decide, uno, en vez de enviarle todo el dinero al otro, le envía una
letra de cambio, de manera que los dos socios comerciales dicen a un tercero, que
está en el sitio del otro, que pague por cada uno.
Los VALES REALES son títulos de deuda pública que pagan uno intereses del 3%.
Hay quien opina que son billetes, pero muchos otros opinan que no porque son
transferibles y generan interés, cosa que no hacen los billetes. Los billetes no generan
riqueza por sí mismos. Hasta 1799/1800 no hay nada parecido a un billete.
La idea general es que en Galicia el comercio no fue muy importante. Sabemos que
casi el 95% de la población se dedicaba a la agricultura. Eso ya nos dice el margen que
tiene el comercio. Lo segundo que sabemos es su geografía física, su orografía. El
siguiente problema es el mal estado de los caminos y la falta de infraestructuras. En
Galicia había muchos caminos, pero no de carro. Si en trescientos años no se hicieron
caminos en Galicia sería porque las tres cosas que más se exportaban de Galicia no
necesitaban carros: dinero, personas y vacas. Ninguno de los tres necesita carros.
73
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
La actitud de la monarquía fue la del monopolio comercial. Esto es así porque de tal
manera es más fácil de controlar. Es una forma de abaratar el coste de mantenimiento
del Imperio. El camino más corto para volver de América es Galicia, por la corriente del
golfo. Los reyes desde época medieval van a apoyar a A Coruña y Baiona, puertos de
realengo. Iba a existir una Casa de la Contratación de Coruña. Pero Carlos V dio como lote
las molucas a Portugal. Después dio permiso para que los barcos saliesen de cualquier
puerto de realengo, pero tienen que volver todos por Sevilla, lo cual no funciona, no
propicia la mayor actividad de esos puertos.
Ahora, ¿qué es lo que pasa con Galicia durante la Unión Ibérica (1580-1640)? Durante
el siglo XVII la situación bélica y otros acontecimientos harán que la monarquía vea
cada vez con mejor ojo que las flotas se refugien en Galicia. En 1702 es la Batalla de
Rande, en Vigo. Entonces, la alianza con Francia es importante para Galicia porque
Galicia está mucho más cerca de Francia que Sevilla. Luego, la Compañía de Campeche
(1722-1734), que monopolizaba el colorante obtenido allí, y que causaba enfrentamientos
con los ingleses. El privilegio del Palo de Campeche no funcionará. Luego está la
Compañía de Correos Marítimos de 1764. El correo lo traían comerciantes, por tanto saldrá
cuando salgan los buques comerciales, no se separan ambas cosas. Y eso enlentece. Se
creará, pues, el Correo Marítimo en este año, una empresa con personal real que bota
sus propios barcos para hacer la ruta de La Habana y la de Buenos Aires. En los años
1770-1775 no funcionará el Monopolio del Mar del Sur. Esto es porque se promulga la
ley de libre comercio.
Rasgos principales del comercio en Galicia
El vino es el único producto con una calidad y demanda exterior suficiente como para
comercializarlo. Tanto en las élites gallegas como en los comerciantes europeos de
Baiona o Coruña. De la zona del Ribeiro, el Barco de Valdeorras, etc. El problema va a
ser la salida hacia los puertos, puesto que se concentra en zonas del interior. El Miño a
determinada altura no es navegable, y además está lleno de derechos señoriales. Entre
74
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
un 10 y un 30% del coste del vino de Ourense en Santiago era solo en transporte. Este
sobrecoste hará que quede reducido a ser un producto de la élite.
Otro producto importante será la sal, pero Galicia consume mucha más de la que se
puede producir. De manera que la importa. Esto es porque sala pescado y porque las
personas consumen mucho. Sobre todo en las villas, como consumo en general, y como
producto industrial.
El comercio marítimo
En el siglo XVI tenemos Coruña y Baiona, porque son los puertos de realengo
privilegiados. Baiona es el único, prácticamente, en que hay Naos y Galeones. Esto es
porque Baiona negocia un tratado de comercio informal con los comerciantes de
Londres, porque hay una ley en Castilla que no permite a los comerciantes llevar la
ganancia de lo que venden. Son los que garantizan que el dinero que obtengan de
beneficio los ingleses se quedarán en la Corona de Castilla. En el siglo XVI hay
enfrentamientos entre Castilla e Inglaterra. Si el único socio comercial de Galicia son los
ingleses y entramos en guerra con Inglaterra hay un problema. Entonces están los
portugueses, que harán el gran comercio Londres-Galicia-Lisboa-Andalucía, conectarán
los puertos menores de madera, sal…
Del comercio en el siglo XVII apenas sabemos nada.
En el siglo XVIII lo importante van a ser los Correos Marítimos de A Coruña, 1764-
1802. Tenemos a mediados del siglo XVIII la Guerra de Asiento con Inglaterra, y llegan
muchos galeones a Galicia. La idea es que la corona tome el monopolio de los correos,
cree una flota pequeña en Coruña, y en el espacio de la carga no ocupada por cartas puede
llevar algunas mercancías, plata, oro… Entonces, lo que llevarán los correos en la ida,
será gente, lienzos, productos agrícolas… y traerán de vuelta básicamente metales
preciosos y cuero. La industria de los cueros de Santiago y Ourense y demás va a empezar
75
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
a importar cueros de Montevideo, y los cueros serán trabajados para hacer zapatos y
productos de cuero. Ahora bien, en 1778 decretos de libre comercio. Entre 1764 y 1778
Coruña tuvo un quasi monopolio, una puerta pequeña pero legal para comercial
privilegiadamente con La Habana y Río de la Plata. Cuando se pueda comerciar
libremente los puertos que van a ganar serán los que tengan más barcos.
Cuando en una deuda hay moneda, le llamamos crédito. La moneda forma parte en
época moderna de las mercancías, y a su vez el crédito también lo es.
76
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
77
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
núcleos costeros tenían menos vecinos que en el siglo XVI, transformados en ciudades
artesanales, poco activas, en contrate con lo anterior.
En la segunda mitad del siglo XVIII A Coruña conoce el comercio con América. Tenía
ciertas peculiaridades, constituía la sede de lgobernador, de la Real Audiencia, pronto de
la intendencia, el ser un núcleo militar estratégico y su naturaleza portuaria. Los datos
catatrales no dan todavía la imagen de una ciudad comercial, marcada por la
administración y la milicia. En 1778 ya había importantes comerciantes, atraídos por las
importaciones de cuero, de la plata, riojanos y leoneses atraídos por los aguardientes
catalanes. Además de los extranjeros, unos y oros cubrieron la falta de una burguesía
mercantil autóctona.
Nobleza e hidalguía
Su patrimonio arquitectónico e iniciativas artísticas es suficiente para entender que
su iniciativa fue muy amplia, aunque no siempre datable ni identificable, lo cual es una
dificultad añadida. Eso deriva de la dificultad previa de identificar a este sector, por la
frecuencia de la doble residencia y su tendencia a acercarse a los centros de poder De
aceptar las cifras del Catastro, a finales del siglo XVIII la nobleza e hidalguía gallegas
eran poco más del 3%, lo cual sería una cifra muy baja, sobre todo comparada con otras
zonas como Asturias. Estaba desigualmente repartida: en Lugo era el 8%, y en Santiago
y Tui era el 2%. A través de las levas militares se comprueba también que el mayor
número de nobles se hallaba en la Galicia interior, y descendiendo de este a oeste, con
una frontera en el río Sil. La idea es que los dos modelos, Galicia costera e interior, aquí
los tenemos también.
Lo habitual es que en las ciudades y municipios de la costa eran menos del 1 o 2% del
vecindario, pero en la zona lucense llegamos a tener hasta el 30%. En el catastro de 1752,
mientras que el vecindario de ciudades y villas supone en Galicia menos del 6% del total
de población, albergan casi el 20% de los hidalgos, con lo que queda constatada su
preferencia urbana. En Lugo, por ejemplo, eran el 15%, en Coruña el 18,6% y en Ourense
el 22,5%. En las villas del interior (Monforte, Verín y Monterrei) se superan esos
porcentajes. En Galicia la alta nobleza tuvo un papel limitado, y por el contrario la
hidalguía fue, junto con la Iglesia, el otro grupo dominante. Ambas afirmaciones se basan
en datos dispersos y difíciles de integrar. Sin embargo, el señorío secular tiende a ser
mayor que el eclesiástico, con excepciones como Santiago y su señorío episcopal.
Un carácter eminentemente rural, de manera que ninguna ciudad estaba sometida a
un señor laico. Los 160.000 vecinos vasallos en 1760 bajo señorío secular en Galicia
pertenecían, el 83% a nobleza titulada, y el 17% a hidalguía no titulada. La nobleza
titulada se distribuía en 46 casas nobles, aunque algunas estaban formadas por
aristocracia de origen castellano. De las 36 casas nobles tenemos 14 de aristocracia
antigua (conde de Lemos, Altamira, Amarante, Monterrei, Maceda, Santa Cruz, San
Sadurniño…), más señores de vasallos, mientras que la más reciente tiende a tener
menos vasallos y basarse más en la renta. Apenas tenían relevancia desde el punto de
78
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
vista del señorío, forman parte de una nobleza no anterior al siglo XVII, asentada en la
propiedad de la tierra y no en el poder jurisdiccional, y una nobleza adquirida más en los
servicios pecuniarios a la corona que en los militares. Sobre todo en el XVII. El régimen
señorial gallego se caracteriza por su bajo poder económico y porque basa sus ingresos
fundamentalmente en las rentas.
Debe tenerse en cuenta que otro de los datos generales, el referido a la percepción del
diezmo, reduce la participación de la nobleza titulada al 5% del total diezmal. Solo 7
titulados recibían la mayoría del diezmo, más del 80%. La mayoría de los títulos tenían
pocas y dispersas participaciones. Los grandes participadores eran también señores de
vasallos. Son los que más curatos presentan para proponerlos a oficios eclesiales. Solo el
3,8% del diezmo es participado por la hidalguía, al menos es lo que nos dice el Catastro
de la Ensenada. No era tampoco para estos una fuente importante de ingresos.
En otros aspectos hay excepciones, como la propiedad de la tierra. La hidalguía se
constituyó en los siglos XVI y XVII, cuando abundan los mayorazgos, tomando, por
ejemplo, la provincia de Mondoñedo a mediados del XVIII, bien conocida. Se puede
afirmar que ahí, a pesar de ser solo el 3% de la población, tenía el 41,6% de la porpiedad
de la tierra. El sector hidalgo tenía propia explotación directa de la tierra, más indirecto.
Era la hidalguía rural la que ocupaba la cabeza política de la provincia, ocupando sus
hijos los mejores curatos y los puestos eclesiásticos, a falta de una alta nobleza.
Finalmente, tomando Santiago por ejemplo, podemos decir que aquí tenían su casa
nobles de alto rango como Altamira, Montesacro, etc, que no vivían en ellas, sino en
Madrid. Cuando lo hacían vivían rodeados de un alto servicio doméstico (12-14 servicios
de media), caballeros, etc, pero cuya base económica se situaba en el rural, en el campo,
donde tenían su otra residencia, principalmente en las comarcas vitícolas. La hidalguía
tenía en la ciudad unos cuantos oficios administrativos, eclesiásticos y otros de
relevancia.
(ejemplo) A finales del siglo XV aparecen como foreros directos de los monasterios
compostelanos, como acostumbra a hacer la hidalguía, como intermediaria con las rentas
de los monasterios y sus arrendatarios. Una amplia estrategia que los puso en contacto
con la gente d ela administración y otras casas hidalgas. Muchas tierras contribuyeron
a agrandar sus bienes (donaciones, clérigos sin testamento, etc…). Los solteros acababan
también incorporando su herencia al mayorazgo familiar. En todo momento su actitud
social estuvo regida por la búsqueda de influencia comarcal.
79
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
Trento y la llegada de los borbones los obispos llegaban a serlo en torno a los 54 años,
y normalmente al primer intento, a la primera propuesta, por su procedencia castellana,
mayormente noble y urbana, después de haber pasado por las principales universidades
de la corona, como Salamanca y Valladolid. Solían estar formados en Teología, Derecho
u ambos. El 47,7% ya tenían algún tipo de beneficio eclesiástico anterior. Alguno tenía
cargos en la Inquisición, el 13,2%, en la docencia universitaria, o bien eran próximos a
la corte –aspecto que luego desaparecerá–, quedando la décima parte restante para
miembros de la administración civil.
Entre 1563 y 1700 la corta duración de las sedes pequeñas se acompañó de
absentismos y sedes vacantes. Se debió a la desaparición de grandes figuras como Alonso
Fonseca, a cambio a un tono más homogéneo, pero no necesariamente más elevado. Solo
el 8% de los obispos de … había sido anteriormente obispo. Una buena parte hizo carrera
posterior y también una buena parte muere en su cargo. Muchos mueren en su cargo, de
manera que el acceso era tardío. De 17 arzobispos de Santiago eran ya obispos,
normalmente de varias diócesis, a su nombramiento. 13 mueren en el cargo, en los otros
casos ascienden a cabildos importantes como Sevilla.
Los sínodos que celebraron los obispos después de Trento se acompañaron de la
implantación de canonicatos oficio en los cabildos en que no existían, realización de
visitas diocesanas, intento de crear seminarios conciliares e implantación de actividades
diocesanas. La aplicación de Trento en Galicia no fue inmediata ni general, y estuvo
supeditada en toda medida a la personalidad de los obispos, tanto a finales del XVI como
hasta los años 30 del XVII. Hay una actividad intensa que decae en tiempos de aquellos
que nombra Felipe IV, sobre todo los que pertenecían a la órbita de Fernando de Austria
y los de la regencia de María de Austria, menos preocupados por su carrera política que
por la administración de sus diócesis.
El rasgo más visible desde 1563 hasta 1700 es la fiebre sinodal, se celebraron hasta
entonces 109 sínodos. Se insiste en los mandatos de los mismos, pero no puede deducirse
del cese de la actividad sinodal posterior no puede deducirse la aplicación de las medidas,
sino que como se trataba de comunicar los mandatos la invención de la imprenta les
quitó cierto sentido (he entendido esto).
Para conocer el verdadero efecto de la implantación tridentina nos faltan estudios
sobre los cabildos y el bajo clero desde Trento hasta finales del siglo XVII. Parece que
algunas canonjías de oficio requerían de cierta cualificación intelectual y por vía de la
influencia familiar y de la oposición. Los cabildos fueron, en fin, un reducto de linajes de
procedencia foránea, se dedicaron a la administración de sus bienes y a enfrentamientos
con otros obispos por cuestiones de honor y procedencia. La redacción de las
constituciones sinodiales permitió dar un estilo acorde con Trento, y así focalizarse más
en el culto.
El clero estaba desigualmente repartido. En Santiago tenemos 158 habitantes por
eclesiástico, y en Ourense tenemos 247 habitantes por eclesiástico, de manera que unos
están más surtidos que otros. Carecemos de cifras hasta el Catastro de la Ensenada para
saber cuándo se produce el cambio en el número de eclesiásticos. Sin embargo nos
80
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
importa más el aspecto cualitativo. Desde Trento se redujeron los casos de ignorancia,
absentismo, etc, pero no se vieron resultados hasta el siglo XVII. Fueron elementos
retardarios la carencia de seminarios, de orden… de manera que a pesar de la voluntad
de algunos obispos la formación de los bajos niveles del clero siguió pasando por los
clegios de gramática, conventuales, y menos por los jesuitas.
En cuanto a las órdenes religiosas, sus efectivos eran en 1591 comparativamente
escasos y todavía muy vinculados a las órdenes monásticas, lo cual cambia en el XVII
hasta certificarse en el XVIII con predominio de las mendicantes. Las reformas alentadas
por los reyes católicos marcaron el cambio en las comnidades religiosas. En la segunda
mitad del siglo XVI se volvieron a producir algunos vicios antiguos, y hubo que hacer
cambios. Se planteó una renovación en tiempos de Felipe II a raíz de Trento. Se suprimió
la rama de los franciscanos conventuales y se reformaron las demás órdenes, lo que
supuso el reencuentro de los franciscanos tras su vida en el siglo XVI, caracterizada por
el descontrol, las luchas y la desorientación religiosa. La orden quedó saneada y se
condujo hacia la observancia, iniciándose un periodo de apogeo en materia académica y
religiosa, hasta mediados del siglo XVII. La orden creció y propició su protagonismo en
la escena religiosa. Tenía un mayor contacto con las capas populares y tenía su propio
sistema de reclutamiento.
Finalmente, símbolo de las nuevas actitudes adoptadas desde mediados del siglo XVI,
en especial desde final de Trento, se instauró el tribunal de la Inquisición, aunque la
gallega fue tardía y bastante diferente en su funcionamiento del resto de Galicia. La
procedencia de los obispos sigue siendo foránea, pero casi se duplica la de gallegos
respecto del siglo anterior. Su extracción pasa a ser predominantemente rural, pero sigue
siendo nobiliaria, aunque menos que en el siglo XVII, predominando ahora los estratos
medios y populares. Tienen más títulos de doctor y de licenciado, y siguen predominando
la formación teológica y de derecho obtenida en Salamanca, Valladolid y otras
universidades.
Si en el primer grupo no hay cambios significativos, sí en los otros, dada la práctica
desaparición de los componentes de la inquisición y de los predicadores y confesores
reales. Unas estructuras más profesionalizadas. No hay por tanto una transformación
drástica, sino cambios menores que fueron consiguiendo desde mediados del XVIII un
episcopado más formado.
De los 31 obispos nombrados de Felipe V a Carlos IV los que lo consiguen al primer
intento son más importantes, y suelen acceder antes, a los 52 años, y en el caso de Lugo
sobre todo acceden a otras sedes episcopales. La desaparición de la connotación
cortesana que tenía el episcopado tiene que ver con la asunción más de tareas pastorales.
En el XVIII solo se celebran dos sínodos en Santiago y otro en Tui, en 1746. Otros, en
Mondoñedo y Ourense, se frustran por oposición del propio clero. Además de otras
múltiples formas de actuación el sínodo perderá capacidad de transformación, por la
época, en su lugar se harán visitas, cartas pastorales, promoción de estudios, etc, fueron
el cauce más habitual de la expresión de la voluntad de los obispos.
81
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
En líneas generales, los obispos más conscientes de su condición tuvieron que lidiar
con el concordato de 1753. No significó cambios comparables a Trento, se aprecia la
acentuación de la preocupación religiosa, cultural y social y una cada vez más importante
actividad civil. Una actitud más obediente y adaptada a la monarquía, y en ese sentido
tenemos que interpretar sus actividades asistenciales, educativas, etc. Los arzobispos de
Santiago tuvieron más ocasión de destacar debido a la importancia y abundancia de los
propios recursos de que disponían. Fray Antonio Monroi, Bartolomé Rajoy… Fue más
nítido el efecto del concordato entre los cabildos catedralicios. En Santiago los cambios
más significativos afectaron a la procedencia geográfica. Pasarán a tener una procedencia
cada vez más septentrional, de Cantabria y la Rioja. Esta nueva orientación geográfica
no implicó cambios en otro sentido: cuna hidalga, las mayores universidades castellanas
–especialmente los colegios mayores de Salamanca–, y debían sus canonjías a sus
respectivos círculos de influencia. El concordato propició el paso de nombramientos por
linaje a por la corte madrileña.
El concordato incidió en la mayor cualificación intelectual, juzgando esta a partir de
los grados académicos de sus expedientes. Antes del concordato, la primera mitad del
XVIII, solamente un 18% de los promocionados tenía el título de doctor, y después del
concordato se alcanza el 26%, pero no se superó un nivel mediocre respecto a otros
cabildos castellanos. Los compostelanos murieron mayoritariamente como tales sin
haber ascendido a obispados. Cada vez más dispusieron de bibliotecas y más surtidas.
Participaron estos coengos cada vez más en fundación de escuelas y actividades
socioeconómicas del país. Dedicación priritaria a la administración de su patrimonio y
somera atención al culto. A medida que avanza el siglo XVIII, sobre todo después del
concordato, problemas como el absentismo y la conflictividad interna se van moderando.
Mayor solidaridad de grupo y una acentuación de las actividades piadosas y de calidad.
Su influencia en la vida religiosa siguió siendo un tanto marginal. Daban boato a
determinadas ceremonias y lustro al culto cotidiano. La influencia decisiva en la vida
religiosa del XVIII siguió siendo en ámbito parroquial y secular, en menor medida al
regular mendicante. En 1591 había un eclesiástico secular por cada 204 habitantes,
mientras que en 1752 era de 152. Las diferencias entre zonas tendieron a agravarse. La
antigua provincia de Santiago era en 1591 la mejor surtida, la peor Ourense, la diferencia
era del 56%. Ahora, en 1752, Mondoñedo es la que ofrece una mejor relación, y Betanzos
y Coruña la peor, como consecuencia de que el crecimiento del clero secular no fue
uniforme. En todas las provincias salvo Santiago el aumento de eclesiásticos fue mayor
que la población.
En Lugo tenemos un eclesiástico por cada 117 habitantes, situándose en parámetros
bien diferentes del resto de Galicia, seguida por Mondoñedo y Ourense. La antigua
provincia de Lugo, escasamente poblada, tenía la circunstancia de que albergaba el 15%
del vecindario de Galicia. También el 23,3% del clero secular, según cifras del catastro
de la Ensenada.
Las casi 3.500 parroquias gallegas estaban a mediados del XVIII cubiertas por curas
seculares y tenientes, bien directamente por los propios párrocos, bien indirectamente
82
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
por los tenientes. Este hecho no se contradice con la desigual distirbución del bajo clero.
Mientras en el extremo sureste de Galicia, en la antigua provincia de Tui, solo el 5% de
las localidades no tenían ningún eclesiástico, en Mondoñedo, Coruña y Betanzos, entre
un 14-15% y en otras como Lugo y Ourense tenemos 20-25%. Los monasterios
eclesiásticos benedictinos nos indican la desigual distribución social del bajo clero. Las
diferencias zonales son significativas.
Una parte sustancial del bajo clero secular remite a las características
sociodemográficas de las distintas áreas, mayor o menor tamaño de la familia, sistemas
de herencia –más o menos repartición de la herencia– y mayor o menor proporción de
nobles en el vecindario. La mayor concentración de clero secular coincide con la diócesis
de Lugo y la de Ourense, correspondiente a la de Astorga. Las áreas más nutridas del
clero son, por tanto, las interiores, donde la proporción de eclesiásticos resulta en
muchos casos abrumadora. Es comparable tanto en términos relativos como en cifras
absolutas. El caso lucense sobrepasa al resto de Galicia. La provincia de Santiago
disponía de 2.476 eclesiásticos seculares, excluyendo cabildos y colegiatas, un clérigo
por cada 50 vecinos, mientras que Lugo tenía 1935, es decir, 1 por cada 37. Este
desarreglo que se había producido a lo largo del XVII y durante la primera mitad del
XVIII revela que la concentración del clero se produce en zonas de predominio de la
familia troncal con mejora en un solo hijo. En la zona costera, en contraste, el patrimonio
se transmitía de forma más igualitaria.
Esto nos habla de las pocas posibilidades de acceso al patrimonio familiar para los
segundones. Son zonas de mayor celibato definitivo y un elevado número de solteros
conviviendo en cada hogar, lo que potencia las posibilidades de estas zonas para hacer
entrar a los segundones en el clero: hay más hombres con menos posibilidades de heredar
y hallar otros destinos profesionales. La congrua mínima para la fundación de capellanías
y patrimonios habrá de sumar la condición nobiliar a las anteriores. Entonces, una
cuestión demográfica pero además una cuestión económica. No es solo que haya más
segundones, es su capacidad de pagar lo necesario para ser eclesiástico. La mayor
presencia del clero se produce en las zonas con mayor hidalguía. La sobrecarga clerical
se puede ver a partir de 49 municipios actuales, que en 1752 tenían un eclesiástico por
cada menos de 30 vecinos, frente a otros con uno por cada menos de 70 vecinos.
En la Galicia interior esidía el 12,4% del vecindaio pero el 21,1% del clero secural, o
sea, 1 para cada 25 ecinos. En estas zonas tenemos el 29,4% de las parroquias gallegas y
el 16,6% de la red nobiliar. Mayor red parroquial, mayor capacidad para comprar curatos
–cargos eclesiásticos–, etc. Añadiendo la abundancia de segundones, la mayor presencia
de hidalgos de manera relativa y el predominio de un modelo migratorio de tipo
estacional, con explotaciones más amplias y menor emigración definitiva, podemos ir
explicando la mayor concentración de eclesiásticos.
Las zonas de costa tienen un reparto más igualitario de la herencia, más hijos únicos,
más emigración definitiva, etc, y por eso habría menos. Hay un factor regulador: el clero
regular, el mendicante, concentrado en ciudades y villas. Es obvio que la escasa presencia
del clero secular se explica muchas veces por la existenca de un convento, pero con todo
83
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
84
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
85
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
CUESTIÓN METODOLÓGICA
Tenemos que empezar a valorar lo impreso a partir de fuentes impresas y
manuscritas, lo que conlleva una sobrevaloración del mundo escrito frente a la
infravaloración del mundo oral, y conlleva infravalorar a todos los grupos sociales
vinculados a la oralidad y que no transitaban con la escritura.
REVOLUCIÓN DE LA IMPRENTA
En el tramo final del siglo XV la imprenta produjo una gran transformación en la
forma de leer e interpretar, incluso una reorganización del pensamiento. Un cambio que
se apuntaló con la prensa periódica, ya a mediados del XVIII, que comenzaría a poner
las bases de una opinión pública en el significado moderno de dicha expresión.
La invención de la imprenta definió en términos culturales la Edad Moderna. Es
importante para transformar culturalmente todos los aspectos de la EM. Este periodo
se caracterizó no ya por el uso de lo escrito sino ya por lo impreso, la aparición del papel
ya había hecho más asequible la adquisición de copias a nivel individual. Sustituyó al
pergamino en muy diversos ámbitos, pero el papel no podía producirse en todas partes,
y los costes de transporte eran una dificultad. La imprenta abarata todo este proceso.
En la EM la imprenta provocó una pequeña revolución en todas partes, aunque
variable. Aumentó la alfabetización a sectores sociales cada vez más amplios, al
desarrollo de las universidades, de los colegios, que no son indisociados de esta dinámica,
así como la publicación de todo tipo de instrumentos de aprendizaje como manuales,
enciclopedias, etc. Se mantuvo un cierto desequilibrio entre escritura y lectura, ya que
fue la lectura la esencia base de la enseñanza, si bien la escritura empezó a plantearse en
función de su efectividad, por imitación de modelos caligráficos. Hay un proceso de
simplicación y homogeneización de los escritos.
Esto fue aprovechado por los sectores sociales que veían algo de provecho en saber
leer y escribir. No olvidemos que el aumento de lectores lo propició también el aumento
de los géneros populares que eran producidos a bajo precio. La posibilidad d emantener
una biblioteca personal a precio módico hizo que la posesión de libros dejase de ser un
privilegio. Cuando las bibliotecas se abrieron en el siglo XVIII hicieron un servicio a
favor de los sectores menos privilegiados.
La lectura en voz alta y la venta de libros usados, así como todos los productos de la
imprenta, cubrieron el afán de aquellos que tenían pocos medios para la compra personal.
Pese a todo esto la imprenta solo sustituyó parcialmente al manuscrito. Las minorías
cultas especializadas se comunicaban entre sí por manuscrito, en muchos casos por la
imposibilidad de hacerlo debido a la censura –la censura controlaba los impresos, pero
no los manuscritos– y también por el coste de un tipo de ediciones que tenían una edición
muy limitada, lo que llevaba a una acumulación de ediciones sin leer en casas y
bibliotecas.
86
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
87
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
88
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
89
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
tesis, etc. Hubo salvedades, como algunos autores, que publicaron muchos de ellos en
Madrid, porque la calidad era mejor y aquí había poca difusión. Fue en estas obras civiles
donde encontramos un mayor esfuerzo por los impresores gallegos por incluir imágenes.
La mayoría de los impresos gallegos se hizo en castellano, una pequeña parte en latín, y
el gallego quedó relegado a la transmisión oral.
El gallego se perdió de las esferas culturales y políticas. A comienzos de EM la
castellanización se combinó con la imprenta, lo que la consolidó más todavía. La obra de
Nebrija de gramática permitió, además, estandarizar el castellano. El estudio del gallego
era imposible, ya que como no se imprimen libros en él, era imposible fijarlo.
Galicia importó libros durante toda la EM pero la dificultad del comercio por tierra
hizo que fuera costosa. De Flandes, de Francia, de Portugal y en menor medida de
territorios de la Corona.
La extensa costa gallega era incontrolada por la inquisición y otros poderes públicos.
Mercaderes y transportistas traían libros del extranjero, y algunos libreros e impresores
deambularon también por Galicia, siendo los autóctonos muy mediocres en existencias
y capacidad comercial, sin poder competir con los impresores extranjeros.
En la segunda mitad del XVI algunos tenían una interesante oferta. Clientela escasa,
baja demanda, y en general impresos bastante monótonos. No puede exigirse más en un
territorio donde los compradores de libros fueron siempre minoría. Las bibliotecas
compostelanas eran pocas, y demuestran un reducido número de libros y pobreza de
contenido. Hay abundantes libros religiosos, algo de historia, y fuerte tendencia a
responder al oficio de sus poseedores. En el siglo XVII y XVIII había libros en un 30%
de las casas inventariadas de Compostela, lo cual era normal en su carácter episcopal. No
hubo grandes colecciones ni siquiera en manos de obispos ni de nobles, con alguna
excepción.
En el último tramo del XVIII A Coruña y Ferrol vivieron el cambio social, con la
burguesía, pero sus bibliotecas tampoco son mucho mayores que lo tradicional. La
prensa periódica era más interesante.
Menos libros había en el ámbito rural de los siglos XVII y XVIII, solo había libros
en el 1% de las casas. Se pretendía que el clero parroquial controlase su gran ignorancia.
El contacto con los pazos, sin gran formación libresca, apenas afectó al rural. Hay
excepciones, pero un panorama en general muy reducido. En ese contexto, las bibliotecas
institucionales adquirieron una importancia decisiva, ya que sostener una biblioteca era
un coste. A cambio, la recompensa se medían en complicaciones. El entusiasmo de las
instituciones fue siempre contenido. Se almacenaron libros extranjeros caros y
sospechosos, poco alcanzables a título individual.
En Galicia solo hubo una biblioteca colectiva antes de 1800. Un 80% eran de tema
religioso en 1573. Era la única biblioteca importante que se encontraba en Galicia. Sin
apenas mejoras posteriores. Hasta la incorporación de los libros de los jesuitas debido a
su expulsión, nada. Las renovaciones de los planes de estudios fueron decisivas también,
la de Campomanes, la de Felipe de Castro, la del doctor Carballo y la de Manuel Ventura
Figueroa. Esto allegó una dosis de novedad importante de títulos relacionados con las
90
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
artes y las facultades clásicas, cargados de imágenes y mucho más caros de lo normal en
Galicia.
Junto con las compras, se subió un 6% los fondos entre 1772 y 1796. Los 183 títulos
prohibidos, sobre todo extranjeros y críticos, atrajeron la atención de la propia
inquisición. Como fruto de la ilustración, Nacieron otras bibliotecas institucionales, unas
civiles como el Real Consulado, la Escuela de Guardia de Marina y las Sociedades
Económicas de Amigos del País de Lugo y de Santiago. Uno de los impulsores de la
Sociedad de Santiago optó por financiar la biblioteca de esta institución, sin que sus
directores lograsen dotarla de una colección importante. Aunque la financiación fracasó,
en 1776 fue inaugurada esta biblioteca.
Escaso riesgo ideológico de sus contenidos. Eran obras de Hume, Locke, etc. Una
biblioteca actualizada, llena de libros extranjeros, con un 22% de obras extranjeras. La
Escuela de GUARDIAMARINAS, en Ferrol, tenía una biblioteca pequeña pero
especializada. Constan libros del Jefe de Escuadra, de Atanasio Baranda, 170 títulos entre
los que había un importante número de astronomía, óptica, física… en muchas de las
cuales las imágenes eran más importantes que las palabras.
Las otras bibliotecas institucionales gallegas eran eclesiásticas. Los obispos no
estaban obligados a tener bibliotecas abiertas, pero Carlos III ordenó abrirlas al público
a través de una ley facilitada por Figueroa. La de Santiago de Rajoy y Losada se abrió
en el gobierno de Francisco Bocanegra, con un bibliotecario ilustrado, que fue Sánchez,
cabildo catedralicio. El problema de esta biblioteca fue que fracasó, todo esto fracasó por
falta de voluntad de los arzobispos para sostenerla, acabó convertida en la biblioteca del
propio seminario.
Los otros obispos hicieron lo mismo y demoraron en lo posible la apertura de estas
bibliotecas. Había un fondo de volúmenes para el obispo y el cabildo, pero las dificultades
hicieron que el cabildo vendiera todos los títulos que recibió en donación. Un interés
creciente por los libros, pero no un sentido de finalidad hacia las instituciones, porque
los obispos que pasaron por Santiago tenían interés de irse a otros episcopados mayores,
como Sevilla o Toledo. Así que no se preocuparon por cuidar de estas bibliotecas.
Todos los monasterios y conventos masculinos tuvieron bibliotecas, marcadas por su
carácter religioso, y por el atraso más o menos acusado respecto a los grandes momentos
culturales. Las autoridades controlaban casi todo, sobre todo los contenidos. Pero en sus
anaqueles había también libros prohibidos, lo cual era imprescindible para la
controversia, vigilar su difusión y atender el confesionario. Tomando forma en el último
tramo del XVII. La figura del bibliotecario caló muy lentamente, sobre todo la del
archivero, guardián del patrimonio documental.
El tratamiento de estas librerías era desigual. Pese a que las órdenes religiosas
proclamaban la importancia de la escrita, sus bibliotecas eran muy dispersas. Como
media, a principios del XIX tenían 1.644 volúmenes, variando de zonas urbanas, con
mayor número, a las rurales. Esto incluye a monasterios ricos de rural como Oseira,
donde la biblioteca no era muy grande. La mayor era la de San Martín Pinario, a la
cabeza de todas las bibliotecas de Galicia.
91
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
LA UNIVERSIDAD DE SANTIAGO
La creación de la USC hay que situarla en el contexto de la trayectoria de la Corona
de Castilla en los siglos del XV al XVI. La USC surgió a partir de referentes como el
Estudio General y el Colegio de Santiago Alfeo. En 1509 llega a la ciudad el obispo
Alonso Fonseca III, de amplia formación humanista, obtenida en las aulas de la
Universidad de Salamanca, con amplia gana de reformas en el cabildo y la enseñanza de
Santiago.
Para llevar a cabo sus proyectos Alonso Fonseca tenía su autoridad y la importante
riqueza de la Mitra. Completado todo esto con sus propios bienes familiares y con
donaciones. Deseó la emulación de otros prelados, como Cisneros, y así quiso realizar un
profundo cambio en el panorama cultural compostelano y gallego. La cuestión es que en
1522 Fonseca puso en marcha un colegio autorizado en 1525 por Clemente V, por lo que
revela la solicitud presentada al Papa. Los objetivos del Colegio de Santiago Alfeo eran
Artes, Teología, Derecho Civil y Canónico, así como la instalación y patronato de varias
becas por parte de Monterrei y los arzobispos de Santiago. La inspección por parte del
cabildo y equipo de dirección de Santiago por el Conde Monterrei.
Desde cierto momento se incorporan más. También fue fundación de Fonseca III el
colegio de San Jerónimo, que no adquirió vida propia hasta que el de Santiago Alfeo
estuvo instalado. Su finalidad era mantener a un cierto número de alumnos pobres, para
que pudiesen realizar sus estudios en artes, intentar valorar su capacidad por encima de
su linaje, todo en el contexto humanista de Fonseca III.
Los planes de Fonseca III, dispuestas en su testamento, fueron poco respetados e
implantados lentamente. Se intentó trasladar todo a la Compañía de Jesús y a Toledo,
92
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
93
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
pero esto no se hizo hasta 1648. Teología, debido al Concilio de Trento, vio su cátedra
ocupada por el cabildo, y luego las dos cátedras de oposición, la de Prima y la de Vísperas.
Los jesuitas se hicieron cargo desde 1655 de las cátedras de Teología escolástica. En
los años 40 del XVII hubo varios interesantes cambios y ampliaciones. Se enriquece la
facultad de teología y de medicina, con lo que en 1673 se crea la cátedra de Método de
Medicina. La única que no sufre cambios es la de Cánones.
La de Teología fue la más cuidada por las órdenes religiosas. Un gran número de
alumnos seguía la carrera de derecho y de cánones, y en las facultades se impartía
derecho civil de Justiniano. El estudiantado gallego deseoso de introducirse en las
cátedras de estudio civil y eclesiásticas, pero al ser una universidad de provincias esto
era difícil, y quienes tenían recursos se iban más a las imperiales, como Salamanca o
Valladolid.
Los maestros explicaban todavía los clásicos. La medicina compostelana tenía la
ventaja de contar con el Hospital Real. En cuanto al desarrollo de la vía docente, la
enseñada Ordinaria, desde las cátedras, la Extraordinaria, en horario no lectivo, y los
actos académicos, semanales, quincenales… Buena parte de las cátedras no sufrían
mucho del absentismo. En la práctica los inspectores se ocupaban más de asuntos
económicos que académicos. Muchas visitas no llegaban a realizarse. Eran formales,
protocolarias, manipuladas por los grupos de poder y sufrían de la desidia de sus
administradores.
La población estudiantil no formaba unidades, sino que se distribuía en una variedad
de escalas. Fuera de las aulas, incluso a nivel de relaciones entre estudiantes, los
privilegios los marcaban. Manteístas y bolillas. Los manteístas eran de las familias más
pobres, para puestos bajos de la administración y la Iglesia, y los más ricos, los bolillas,
al contrario.
Era elevada la proporción de estudiantes del tercer estado, del mundo rural, gracias
a las circunstancias agrarias gallegas, las hidalguías urbanas y la burguesía de ciudades
y villas. En teoría, formalizada la matrícula, no debía haber diferencias entre estudiantes,
pero al final sí la había en función de la pertenencia a tal o cual colegio, sobre todo el de
Fonseca. En efecto, en Compostela se establecieron varios colegios, como la fundación
de Santiago Alfeo, de Fonseca, el de San Jerónimo, el de San Clemente de Pasantes, el
de San Salvador y el de San Patricio de los Irlandeses, para refugiar a los exiliados
irlandeses en Galicia víctimas de las persecuciones religiosas.
Como ya se indicó, el de Santiago Alfeo, de Fonseca, era el núcleo de la universidad.
Apenas quedaba memoria de la intención de su fundador, que era financiar a los alumnos
pobres que tuviesen capacidades. Al final era una institución sancionadora de los
privilegios. El número de votos en el claustro permitía al colegio mantener un fuerte
control sobre la economía universitaria y los resultados de las oposiciones. Lo mismo la
concesión de becas. Los colegiales compostelanos escapaban a toda autoridad externa.
Los no-colegiales, manteístas, eran los más interesados en obtener algún cargo de
este tipo, pero no tenían influencia. Era muchos clérigos patrimonistas, campesinado
94
Apuntes de Historia de Galicia II – José Carlos García Vega
95