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Los tipos de adverbios responden a la información que aportan. Así, se clasifican en adverbios de
lugar, de tiempo, de cantidad o grado, de aspecto, de modo o manera, interrogativos, de
afirmación y negación, de duda o posibilidad y adverbios relativos.
Adverbios de lugar
Los adverbios de lugar expresan una relación locativa, una ubicación o una dirección. Responden a
las preguntas «¿dónde?», «¿a dónde?» y «¿desde dónde?»
Los adverbios de lugar más frencuentes en español son: aquí, abajo, allá, allí, al lado, arriba, cerca,
debajo, delante, dentro, derecha, detrás, encima, fuera, lejos.
Ejemplo:
Adverbios de tiempo
Los adverbios de tiempo más frecuentes en español son: ahora, a menudo, antes, ayer, después,
hoy, luego, mañana, nunca, pronto, tarde, siempre, ya.
Ejemplo:
ser indefinidos: algo, bastante, demasiado, nada, poco, más, menos, suficiente, mucho;
Ejemplo:
Ejemplo:
La paella está bien rica.
Ejemplo:
Ejemplo:
Los adverbios de modo o manera responden a las preguntas: «¿cómo?» y «¿de qué manera?».
Los más frecuentes son: así, bien, deprisa, alto, bajo, despacio, rápido, difícilmente,
estupendamente, fácilmente, especialmente, mal, mejor, peor, regular, etc. También pueden ser
locuciones adverbiales: a gatas, a esconciddas, punto por punto, etc.
Ejemplo:
Actuó inconscientemente.
Se marcharon a gatas.
Adverbios interrogativos
Los adverbios interrogativos cuándo, dónde, cómo, por qué y cuánto permiten formular oraciones
interrogativas.
Ejemplo:
Adverbios de afirmación
Los adverbios de afirmación sirven para reforzar o suavizar una declaración. Los adverbios de
afirmación más frecuentes son: ciertamente, cierto, claro, efectivamente, exacto, obviamente,
seguramente, sí, también, verdaderamente, etc.
Ejemplo:
La lengua usada por los hablantes es diferente según sus circunstancias sociales, geográficas y
situacionales. Habitualmente, esto hace que se distingan las distintas variedades de la lengua:
1.1. Variedades diatópicas: las que se definen por el lugar en el que habita/ del que
procede el hablante.
1.2. Variedades diastráticas: las que se definen por el nivel de educación y el estrato social
del hablante.
Dentro de las variedades diastráticas hay una serie de subsistemas lingüísticos que identifican a
un grupo sociocultural. Son los llamados lenguajes específicos. Son heterogéneos e ilimitados, y
dependen, sobre todo, de dos factores extralingüísticos: el sociológico (pues son la seña de
identidad de un grupo social) y el temático (pues sirven para transmitir conocimiento y designar
objetos). Hay cuatro tipos fundamentales:
Jergas o argots: Tienen una finalidad críptica y diferenciadora. Algunos ejemplos los
encontramos en el argot de la delincuencia (soplón, cantar, maderos) o en la jerga juvenil
(colega, finde, empollar). Muchos de estos términos son utilizados ya en la lengua común.
Lenguaje sectorial: Usado por las personas que realizan una determinada actividad
profesional. No tiene una finalidad críptica. Algunos serían el lenguaje político, el lenguaje
deportivo o el lenguaje jurídico.
En esta ocasión nos vamos a centrar en el lenguaje técnico, que guarda muchas similitudes con el
lenguaje científico, así como con el sectorial. Estas son las características principalesde lenguaje
técnico:
Este lenguaje tiende a explicarse a sí mismo, es decir, a tener una función metalingüística.
Busca mantener una terminología coherente, o sea, que el significado varíe lo mínimo
dentro de lo posible.
Es el resultado de una consenso tácito entre sus usuarios, por lo que es un
lenguaje convencional.
Como todos los lenguajes específicos, su mayor diferenciación en cuanto a la lengua común se
encuentra en el plano léxico. Cada unidad léxica propia de este lenguaje es
denominada tecnicismo. El vocabulario técnico suele cumplir los siguientes rasgos: