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18/01/2019
- Bravo, Valeria
- Houliche, Hanane
- Norambuena, Natalia
ÍNDICE:
I. Introducción …………………………………………................................... 3
II. La cultura política de los españoles ……………………………….….. 4
2.1 Actitudes Políticas tras el Franquismo ……………………………………… 5
2.2 Actitudes hacia las instituciones, los actores y el régimen
político…………………………………….…………………………………………...…. 7
2.3 Actitudes de implicación política personal
………………………………………………………………………………………………... 8
2.4 La participación política ……………………………………………...………….. 10
2.5 Síntesis ………………………………………………………....................…………… 12
III. Origen y Trayectoria del 15M …………………………………………... 13
3.1 Causas del 15M ………………………………………………….....……………….. 14
3.2 Actores y sujetos ……………………………………………………………………. 15
3.3 Coyuntura política y económica ……………………………………………… 16
3.4 Valores y actitudes del 15M ………………………………………...………….. 17
3.5 Consecuencias ………………………………………………………......…………… 18
3.6 Fin del bipartidismo y las candidaturas ciudadanas …………………. 19
3.7 Participación ciudadana ……………………………………………....….……… 20
3.8 Desahucios y corrupción ……………………………………………………….... 20
3.9 Feminismo: “La revolución será feminista o no será” …………...…… 21
IV. El cambio de cultura política tras el 15M, alcances y posibles
cambios a futuro ………………………………………………..……………. 21
4.1 Cambio en el espectro electoral, cambio en la cultura política ….. 21
4.2 Es preferencia ante los españoles el cambio del bipartidismo por el
multipartidismo …………………………………………….………………………. 24
4.3 Posmaterialismo a raíz del 15M ………………………….……………...…… 25
4.4 Evolución de la Cultura política de los españoles desde el 15M…..27
V. Conclusión ………………………………………………...…………………….. 30
Bibliografía………………………………………………………………………….….. 31
I. Introducción
El papel que juega la cultura política en los procesos políticos ha sido un tema de
análisis recurrente durante toda la historia, desde los teóricos griegos y de la
Ilustración hasta teóricos como Webber con su teoría sobre la influencia de la ética
protestante en el desarrollo del capitalismo.
Almond, Verba y Pye, definen la cultura política como “el conjunto particular de
actitudes, valores, sentimientos, información y conocimientos que tiene un grupo o una
comunidad”. Al ser definida de esta forma, se ha considerado a la cultura política
como una variable que persiste en el tiempo y que ejerce, a consecuencia de ello, una
gran influencia en el comportamiento de los actores políticos y en la propia
estructura de los sistemas políticos. La cultura política se estructura en base a
componentes cognitivos, tales como el conocimiento, las creencias, a afectivos, como
los sentimientos, y a evaluativos, como los juicios. Todos estos componentes forman
el esqueleto de cualquier sistema político, definiendo lo que se entiende por
legitimidad, las funciones del sistema o los modelos de participación.
1.1 Hipótesis
¿Qué es lo que consiguen los movimientos sociales? La importancia del 15M radica
en su existencia como movimiento inclusivo, transversal capaz de proponer un
diálogo donde confluye la ciudadanía. Fue un paraguas cultural que provocó una
serie de cambios que se pueden percibir actualmente, más allá de la capacidad
política real y los resultados políticos tangibles propuestos en el movimiento.
3
II. La cultura política de los españoles
4
tomará de referencia el artículo de Antonia Gonzales Salcedo1 y la lectura de José
Ramón Montero y Mariano Torcal2, haciéndose una síntesis de los resultados.
Cuando inició del proceso de transición, la cultura política en España era una
realidad inexplorada. La cultura política de la mayoría de los españoles durante la
transición se caracterizó por la desconfianza y la indiferencia hacia la política,
como por los valores de moderación.
5
Del mismo modo fue fundamental el papel de la sociedad civil en la resocialización
política de los españoles. Pérez Díaz4 sostiene que la liberalización del franquismo
desde finales de los sesenta habría posibilitado la dinamización de la vida social
difundiendo en distintos sectores los valores y actitudes importantes para la vida
en democracia.
El autor Rodríguez Ibáñez7 considera que, hasta cierto punto, es normal que tal
legado se resista al cambio en un breve período de tiempo. El cambio tendría que
venir con la sustitución de la generación socializada bajo el franquismo por las
generaciones socializadas en democracia.
4 Pérez Díaz, Víctor (1987). El retorno de la sociedad civil, repuestas sociales a la transición
política. Madrid: Instituto de Estudios económicos.
5 López Pintor, Rafael (1982). La opinión pública española del franquismo a la democracia.
6
en tal ruptura. Esto quiere decir que la labor desempeñada por las élites durante
la transición fue causante del distanciamiento de desconfianza de los españoles
hacia la política, como su apoyo a la democracia. Se trata, pues, de la combinación
de una política basada en el consenso en torno a los valores democráticos, pero
también a la desmovilización.
Cuando se habla de confianza, se hace referencia a la “fe del ciudadano en que las
instituciones políticas cumplirán su función correctamente, aún cuando los
ciudadanos no estén vigilando permanentemente su actuación” (Citrin y Muste,
1999)8 Esto quiere decir que la confianza facilita el funcionamiento del sistema
político o que la desconfianza dificulta el funcionamiento de este, reduciendo su
eficacia.
Algunas explicaciones para entender la falta de confianza hacia los partidos eran:
la primacía de las estrategias de búsqueda de consenso y negociación entre las
cúpulas de los partidos durante la transición, la relativa juventud de los partidos
7
que se crearon o refundaron al inicio de la transición, o los escándalos y sospechas
de corrupción que existían sobre la clase política española.
Por otro lado, la eficacia política externa hacer referencia a la percepción del
ciudadano sobre la receptividad de las instituciones y los actores políticos
principales. Las cifras de eficacia política externa en España se encuentran en
continuo descenso desde 1980, al inicio de la citada década un 60% de los
ciudadanos consideraba que los políticos no se preocupaban de lo que pensaban
los ciudadanos. Entre 1980 y 2002 la ineficacia política externa aumentó un 15%
y en la actualidad está cerca del 75% de los ciudadanos considera que los políticos
se encuentran ajenos a sus preocupaciones.9
9 Según las encuestas 1237, 1461, 1788, 2154, 2401, 2450 del CIS.
10 Verba, Sidney; Schlozan, Kay Lehman y Brady, Henry (1995). Voice and equality:
8
tienen como objeto propio al ciudadano y su capacidad de actuación política o, en
otras palabras, reflejan la percepción de uno mismo como actor político la
predisposición de participar.
Con el interés por la política se busca saber si los ciudadanos tienen cierta
curiosidad hacia los asuntos políticos que los lleve a estar atentos a los que ocurre
en el ámbito de la política, independientemente de la imagen que tengan de las
instituciones y de los políticos. Con la eficacia política interna se trata de ver si los
ciudadanos se perciben a sí mismo como capaces de entender y de participar en el
proceso político.
El hecho de que el ciudadano se interese por la política y se sienta parte del proceso
político tendrá una influencia directa sobre la participación política. El interés por
la política es una de las actitudes que más influyen positivamente en la
participación política. Sin embargo, según Barnes y Kaase11, ni esa relación es
directa ni es la misma para todos los tipos de participación. Un mayor interés por
la política fomentará más la participación política que la social.
9
eficacia interna, medidos en torno a la percepción de que el voto es la única forma
en que se puede influir, también aumentó de forma clara entre 1989 y mediados
de los 90, alcanzando niveles máximos en el 2000. En el 2002 se percibe un ligero
descenso.
España se sitúa a la cabeza de los países con mejor interés por la política. Este
grupo, formado por las nuevas democracias del sur y este de Europa, parece apoyar
la idea de que el desapego es un fenómeno más extendido en las democracias más
recientes que en las que tienen más experiencia.
10
Si bien la participación en las primeras elecciones fue elevada, los primeros
síntomas d desencanto democrático se dieron en la participación de las elecciones
de 1979, que junto a las elecciones del 2000 han ofrecido las cifras más bajas de
movilización electoral en España. Posteriormente, en las elecciones de 2004, se
produjo un importante incremento en la participación debido a las especiales
circunstancias suscitadas en ese contexto (el mayor atentado terrorista de la
historia de España); y descendió en las elecciones de 2008-
11
Las asociaciones que atraen a un mayor número de ciudadanos son las de carácter
recreativo como las asociaciones deportivas, culturales o de ocio; les siguen
aquellas de tipo religioso, sindicatos y organizaciones profesionales. Los partidos
son, pues, una asociación minoritaria. Hay una tendencia al incremento del
asociacionismo, pero ésta no ha beneficiado a asociaciones con carácter político.
2.5 Síntesis
12
Teniendo en cuenta las formas de implicación de los ciudadanos españoles, nos
encontramos ante un ciudadano postmoderno cuya participación se encuentra
marcada por el énfasis en la libertad y en la propia expresión. Schudson 18, señala
que los ciudadanos ya no utilizan formas de participación marcadas por la rutina,
sino que prefieren intervenir de manera intermitente de acuerdo con el tiempo y
la energía disponible. Pero el incremento de estas formas de participación menos
tradicionales no implicaría sin más un deterioro de la relación entre ciudadanos y
sistema político, sino una nueva forma de intentar influir en los procesos de toma
de decisiones.
Resulta difícil catalogar el movimiento del 15M bajo la mirada clásica de las
ciencias sociales. Escapa al concepto de movimiento de masas clásico al carecer de
las organizaciones políticas y de clase que vertebran y son tan características de
este tipo de acción ciudadana, como destacan Lobera y Sampedro20. Tanto los
colectivos como los individuos participan de mensajes que no se enmarcan en el
eje ideológico izquierda-derecha y utilizan plataformas digitales más allá de la
18 Schudson, Michael (1996). “What If Civic Life Didn’t Die?” en The American Prospect,
volumen 2.
19 Torrús, A. (2016). “Cinco años desde el 15-M: ninguna de sus grandes demandas ha sido resuelta”.
13
promoción para convertirse, para Sampedro, en cibermultitudes. Tampoco se le
puede identificar una agenda política como las que caracterizan los movimientos
obreros. Aparecen valores post-materialistas presentes en el feminismo, el
ecologismo o el pacifismo, y la expresión de una participación en política que no
exige una militancia activa ni unisectorial. Lo que plantea es un nuevo concepto de
democracia, algo que se puede ver en la mayoritaria crítica al sistema político-
económico, y la búsqueda de una democracia más directa como alternativa.
El 15M reúne en su seno a personas con ideas políticas y sociales distintas y a veces
opuestas, se transforma en una “caja de resonancia de la erosión del apoyo social a
las políticas en curso y a los representantes políticos”21, pero que a la vez intenta
conformarse en un espacio de consenso crítico.
Pero ¿Qué es lo que origina esta manifestación? ¿Qué es el 15M y por qué surge de
la forma que lo hace? Para Armando Fernández Steinko22, la precarización de una
parte importante de la sociedad no era un fenómeno nuevo ni exclusivo de España.
En otros países de Europa se da, también, el desprestigio de los partidos políticos
mayoritarios en ciertos sectores de la población urbana y una creciente crítica a la
forma de participación política. Fernández presenta un análisis en diferentes
14
niveles para explicar aquello que origina al 15M y lo hace distinto a otros
movimientos sociales. En primer lugar, existe una acumulación de tendencias que
configuran nuevos sujetos políticos. En segundo lugar, la coyuntura política y
económica existente en ese periodo. Y en tercer lugar, completa el análisis de las
estructuras con el de los valores y las actitudes de los actores.
La composición del 15M es compleja y cada zona del país tiene unos matices
diferentes, sin embargo, se puede hablar de que presenta una composición
mayoritaria de jóvenes entre 19 y 30 años con formación universitaria -o
estudiantes-, con una distribución paritaria entre hombres y mujeres, que a pesar
de tener una conciencia política definida, no votan. La novedad del movimiento es
la alta participación de personas muy cualificadas y el protagonismo femenino. Es,
por tanto, un espacio en el que convergen “una masa ingente de cualificaciones
acumuladas” que encuentran una forma de utilizar sus conocimientos al servicio
de la sociedad y del movimiento.23
Las nuevas tecnologías permiten que el 15M pueda extenderse a un mundo digital,
desde el cual no solo transmitir la información a distintos puntos del país y del
mundo, sino también, como una plataforma de debate y discusión utilizando los
15
espacios y redes más estables de los participantes. Armando Fernández concluye
que “En esta desmaterialización de los espacios de acción política generados por
las nuevas fuerzas productivas radica uno de los fuertes, pero también uno de los
puntos más vulnerables del movimiento del 15-M español”24.
16
Mayo de 2010. La apuesta contra la deuda soberana española llevada a cabo por
importantes actores financieros aumentó los diferenciales de riesgo respecto a la
deuda alemana, lo que encendió las alarmas en Moncloa. El presidente Zapatero
decidió dar por finalizadas las políticas de solidaridad y destinar el grueso de los
impuestos en ayudar a quienes habían provocado la crisis para asegurar los
mercados financieros el cumplimento de las políticas de austeridad. Aquí aparecen
dos de los motivos más importantes para participar en el 15M: la corrupción
política y la indignación contra los bancos y las élites financieras. Esos motivos
derivaron en un cuestionamiento y una desconfianza en el sistema político, una
crítica al bipartidismo y los políticos.
Por otro lado, en el parlamento apenas había una representación de una izquierda
antineoliberal y se apreciaba una situación de coalición de facto que hacía
“imposible confiar en los cauces de la política organizada” 27. Ante esta situación,
surge un movimiento ciudadano antineoliberal que realizó un llamamiento a la
población para decir “basta ya” y adscribir un programa de mínimos. Este Tea
Party28 podría ser visto como la antesala del 15M, se asemeja en cuanto como un
caso de un movimiento de sectores amplios de la sociedad, en un inicio poco
organizado e ideológicamente abierto que le da una transversalidad que permite
que el mensaje traspase los partidos.
17
3.5 Consecuencias
Y esto ocurre no solo porque pone sobre la mesa una serie de temas
postmodernistas, sino porque también provoca un cambio en las relaciones con la
política. Silva y Sánchez (2016) ven que este movimiento generó un cambio en el
comportamiento de los partidos políticos hacia la corrección y una limitación ética
para la gestión de las instituciones públicas. Adicionalmente, tuvo un efecto sobre
ciertos sectores juveniles que se politizan a raíz del surgimiento de las acampadas
como espacio de convergencia y participación política, y motivó el regreso de otros
sectores desencantados.
Aparecen nuevos actores y actrices bajo el amparo del 15-M con consecuencias
electorales impensables, nuevos movimientos ciudadanos que se desenvuelven y
toman espacios que trascienden la plaza; desde colectivos en barrios hasta
comunidades rurales. Todos estos sirven para revertir el proceso de
desmovilización social diseñado y aplicado por los gobiernos de Felipe González en
los años ochenta, forjando, de esta manera nuevas formas y lenguaje que han
chocado con los modos de las viejas militancias. Parte de esta fuerza se explica por
la incorporación de dos amplios sectores sociales que hasta entonces habían sido
sujetos colectivos ajenos a la política, como las mujeres y las clases sociales
desposeídas de los medios de producción y educación, garante de su plena
independencia moral, cultural y material como ciudadanos. 29
Los movimientos sociales que emergen con el 15-M no buscan conquistar el poder
y rechazan todo aquello que proviene de la política tradicional al considerar que
manchan todo lo que tocan. Tienen una opinión negativa generalizada acerca de la
29 Silva E. y Sánchez P. (2016). “El aniversario del 15 M y la memoria del porvenir”. Publico.es.
Recuperado el 1 de diciembre de 2018, de https://blogs.publico.es/universidad-del-barrio/2016/05/15/el-
aniversario-del-15m-y-la-memori a-del-porvenir-por-emilio-silva-y-pablo-sanchez-leon/
18
política, por lo tanto, se distancian de cualquier iniciativa que busque acercarse a
los partidos políticos tradicionales. Aunque no persiguen el poder, sí pretenden
influir en él a través del proceso de toma de decisiones (Minguijón, Pac, 2012)3031.
Manuel Delgado32 expresa el fin del 15M así: “Luego de ese momento de
efervescencia, sabemos lo que está pasando: conversión de la política en un
espectáculo mediático, aparición de líderes carismáticos de los que en las plazas se
dijo que no volverían e incorporación a la vida institucional de gran número de
antiguos activistas, lo que ha implicado un desmantelamiento generalizado de los
movimientos sociales. La lucha ha terminado y nos han mandado a casa.”
El final del manifiesto de Democracia Real Ya32 “Sé que unidos podemos”, fue
utilizado por Alberto Garzón y Pablo Iglesias para dar nombre a la marca bajo la
cual concurrieron a las elecciones del 26J de 201633. Ambos líderes se han
apropiado en varias ocasiones las ideas y críticas provenientes de las acampadas.
30 Minguijón Pablo, Jaime, & Pac Salas, David. (2013). “La primavera española del movimiento 15M”.
Política y gobierno, 20(2), 359-389. Recuperado en 2 de enero de 2019, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-20372013000200005&lng=es &tlng=es.
31 Silva E. y Sánchez P. op. cit. 2016.
Delgado, M. (2016) “El 15-M fue el final”, Periódico.es. Recuperado el 7 de diciembre de 2018, de
https://www.elperiodico.com/es/mas-periodico/20160514/15-m-final-por-manuel-delgado-5130
32 “Por todo lo anterior, estoy indignado. Creo que puedo cambiarlo. Creo que puedo ayudar. Sé que unidos
podemos. Sal con nosotros. Es tu derecho”. Manifiesto Democracia Real Ya. Ver:
http://www.democraciarealya.es/manifiesto-comun/
33 Podemos e IU sellan una ALianza para concurrir juntos a las elecciones” El país, 10 de mayo de 2016.
19
estaban fuera del sistema tradicional políticos haciéndose eco de varias ideas que
emergieron del 15M, e instalándose en el parlamento.
20
3.9 Feminismo: “La revolución será feminista o no será” 34
“La cultura política de una nación consiste en la distribución entre sus miembros de
determinadas pautas de orientación hacia los objetos políticos.” Almond y Verba.
21
Clasifican la orientación política del individuo en cuatro estratos:
22
Volviendo a la cultura política en España; tras las últimas elecciones generales ha
habido un salto de un sistema bipartidista al multipartidismo. El surgimiento y el
ascenso en votos de nuevos partidos tanto de la izquierda: Podemos, y de la
derecha: Ciudadanos, ha cambiado el panorama en el Congreso de los Diputados.
Una diversidad clara de ideologías en el espectro electoral ha venido unida de un
cambio de cultura política que anteriormente no se había visto en la democracia
española tras la transición del 78. La sociedad se ha dividido entre tres culturas
políticas.
Los ciudadanos que animan a una cultura política multipartidista son los votantes
de los nuevos partidos políticos. Unidos Podemos, tiene como adeptos a personas
con un nivel de estudios alto, residentes en grandes ciudades como Madrid o
Barcelona, y la edad media es de menos de 35 años. Sin embargo, los ciudadanos de
estudios básicos, de edad media de 55 años residentes en pequeñas ciudades y
municipios, son votantes del Partido Popular y del PSOE. Ellos mantienen una
cultura política tradicional al sistema bipartidista o pragmática.
Fuente: Metroscopia
Después de las elecciones 26J, meses más tarde, Metroscopia hace un estudio sobre
la cultura política en España, y como comenté anteriormente hay tres culturas
políticas. Mayoritariamente, casi el 50% prefiere un sistema político
multipartidista, en contra de la mayoría absoluta, del bipartidismo y que el
Gobierno tenga más peso que el Parlamento.
23
Por otro lado, el sistema bipartidista obtiene la segunda posición con un 29%, todo
lo contrario, al sistema multipartidista, aunque sus electores están divididos en el
poder del Gobierno o Parlamento, ¿cuál de los dos debería tener más influencia en
las instituciones?
Aunque sea más complicado formar gobierno con tantas fuerzas políticas y de
ideologías diferentes, hay una preferencia notable desde el surgimiento del
movimiento social 15-M que resulto salir un partido político de izquierdas
fundando en 2014, PODEMOS, y el ascenso de la derecha, Ciudadanos, sustituyendo
el antiguo discurso de la derecha por uno más novedoso y europeo, esto tuvo
repercusiones ante el PP por la notable perdida de votantes.
Fuente: Metroscopia
24
sistema bipartidista. Esto surge porque prefieren el anterior sistema político con
mayorías absolutas sin que haya dificultad de formar gobierno, es temor al ascenso
a los nuevos partidos que no conocen, mantener las costumbres políticas, entre
otras cosas.
Sin embargo, la nueva generación opta por tener ‘nuevas caras’ en el parlamento,
la disminución del poder de las elites políticas por una mayor descentralización de
fuerzas políticas, en contra de las mayorías absolutas que han causado terribles
casos de corrupción de ambos partidos que estaban en el poder en el anterior
sistema bipartidista. La mayor participación política de los ciudadanos se refleja
por las preferencias ante otros partidos políticos, en especial hacia PODEMOS.
Aunque sea más difícil formar gobierno, es más probable que partido pacten entre
ellos y así satisfacen con un mayor grado las necesidades de los ciudadanos, cuando
hay dos o más partidos que intentan formar gobierno.
No se puede negar que hay una gran desafección contra las elites que gobiernan,
por lo que causa una actual cultura política decaída, a pesar de ser participativa los
ciudadanos no creen que tienen el apoyo de las instituciones ni que sus necesidades
sean cubiertas. Debido a ese desencanto hacia el sistema, salió a la calle el
movimiento 15-M protestando en contra del Gobierno de aquel entonces por la
crisis económica de 2008. Los casos de corrupción de las elites. Las nuevas
generaciones se están movilizando más en la vida política pidiendo cambios y la
caída de las elites que también son llamadas ‘castas’. Las manifestaciones y las
protestas a lo largo de estos años se han conseguido cambios, cambiando las
ideologías de los ciudadanos españoles que ha llevado un cambio de sistema
político que antes no habíamos visto en la historia de España y de la transición 78,
el multipartidismo. Acercándonos más al sistema europeo y la diversidad de caras
en el Congreso, tanto de sexo, raza, religión y orientación sexual.
25
materialistas, en que los individuos están interesados en estos sucesos sobre la
ecología, los derechos de la mujer, la democracia participativa, entre otros sucesos
que ocurren en el mundo globalizado. Nuevos grupos sociales se juntan y
comparten sus visiones en hacer políticas públicas, por lo que crea un movimiento
social como ocurrió con el 15-M. Estas políticas innovadoras son creadas por
grupos de jóvenes, personas con alta formación académica, personas no-religiosas
o simplemente nueva clase media, entre otros ejemplos. Estos grupos sociales no
están sujetos a los clivajes tradicionalistas como el de clase, alta o baja ya
posicionaban tu voto ante el sistema electoral.
26
“Hemos puesto el machismo y la desigualdad en todas las casas, en toda la sociedad y
nadie puede quedarse indiferente”, Ruth Cervantes, de la Comisión 8-M.
Durante la crisis económica cuando se funda este movimiento social que influencio
al Occupy Wall Street en septiembre del mismo año, 2011. Hay un cambio en la
cultura política y la opinión pública, en la que están interrelacionados ambos
términos, este cambio surge por la desafección de los ciudadanos hacia los partidos
políticos que son los que peor se valoran por los infinitos casos por corrupción,
27
despilfarro y no una real separación de poderes políticos. Los ‘indignados’ del 15M
era un colectivo de ciudadanos que expresan su rechazo hacia las instituciones y la
burocracia el Estado, que se presenta con cambios y un modelo alternativo de la
situación política actual. Se aquí se han creado varias plataformas de movilización
social, como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en contra de los
desahucios.
Para que un sistema político funcione correctamente los ciudadanos deben poder:
1) Formular sus preferencias.
3) Lograr que las propias preferencias sean consideradas por igual, sin
discriminaciones en cuanto a su contenido u origen.
28
Para que se den estas tres oportunidades el Estado tiene que garantizar por lo
menos:
29
u objetivos. El politólogo J. M. Valles: ‘Los medios de comunicación han asumido un
papel de actores políticos desde la misma transición la democracia.’ L sociedad
española entiende la política a través de los medios, como los programas de
televisión, radio, redes sociales y periódicos, en especial Internet. Los medios de
comunicación forman parte de la cultura política porque de ahí se forma la opinión
publica de los ciudadanos hacia los políticos y la percepción de la situación política
del país.
V. Conclusión
30
Luego del cierre de las acampadas y del abandono de las plazas, las demandas que
salieron del proceso de debate interno no tuvieron éxito por sí mismas más allá
de la inclusión en el discurso de algún partido o líder político. Sin embargo ¿se
puede medir el éxito del 15 en su capacidad de acción real? No. El legado del
movimiento es haber sido una plataforma para visibilizar no solo un descontento
masivo y ampliamente apoyado en diversos sectores de la sociedad española, sino
que también por haber servido para impulsar nuevos valores provenientes de
movimientos que hasta entonces habían estado apartados de la política. Los
ecologistas, el feminismo, entre otros, pudieron desarrollar sus discursos y
plantear reivindicaciones que hasta el día de hoy se mantienen en el escenario
político, ya sea de mano de los partidos que se nutrieron de esos valores, como de
los medios de comunicación que se han hecho eco de sus reivindicaciones. Ha
sido, también, como un trampolín para que nuevos actores se integren en puestos
dentro de los ayuntamientos o del parlamento, llevando consigo las
problemáticas que el 15M denunciaba como bandera de lucha.
El peligro, como dice Lakoff, es que la derecha puede acabar utilizando aquellas
mismas problemáticas para hacerles un lavado de cara. Así como lo hizo Margaret
Tatcher o Nixon. Convertir los problemas que tienen que ver con deficiencias del
sistema neoliberal, en problemas de otra índole, apropiándose de un discurso que
raya en el idealismo pero que ofrece soluciones simples de corte conservador.
VI. Bibliografía
1. Barnes, Samuel y Kaase, Max (1979). Political Action. Mass participation in five
31
3. Delgado, M. (2016) “El 15-M fue el final”, Periódico.es. Recuperado el 7 de
diciembre de 2018, de
https://www.elperiodico.com/es/mas-periodico/20160514/15-m-final-po r-
manuel-delgado-5130510
Editorial Complutense
9. Minguijón Pablo, Jaime, & Pac Salas, David. (2013). “La primavera española del
movimiento 15M”. Política y gobierno, 20(2), 359-389. Recuperado en 2 de enero
de 2019, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-20372
013000200005&lng=es&tlng=es
10. Romanos Fraile Eduardo (2016) “De Tahrir a Wall Street por la Puerta del Solla
difusión transnacional de los movimientos sociales en perspectiva comparada
REIS No 154
http://www.reis.cis.es/REIS/PDF/REIS_154_061459936531309.pdf
11. Romero, J y Aduriz, I (2011) “Intelectuales impulsan el “Tea Party” de izquierdas”.
Público.es. Visto el 16 de enero de 2019 en
https://www.publico.es/espana/intelectuales-impulsan-tea-party-izquierd
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12. Schudson, Michael (1996). “What If Civic Life Didn’t Die?” en The American
Prospect, volumen 2.
13. Toharia, José et al. 2011. “Pulso de España 2010. Un informe sociológico”.
Madrid. Editorial Biblioteca Nueva.
32
14. Torrús, A. (2016). “Cinco años desde el 15-M: ninguna de sus grandes demandas
ha sido resuelta”. Público.es. Recuperado el 1 de diciembre de
2018, de
https://www.publico.es/politica/queria-15m-y-hicieron-partidos.html
15. Silva E. y Sánchez P. (2016). “El aniversario del 15 M y la memoria del porvenir”.
Publico.es. Recuperado el 1 de diciembre de 2018, de
https://blogs.publico.es/universidad-del-barrio/2016/05/15/el-aniversari o-
del-15m-y-la-memoria-del-porvenir-por-emilio-silva-y-pablo-sanchez-leo n/
16. Sonia M. Frías (2001) “Cultura Política en España:conocimiento, actitudes y
práctica’’
17. https://books.google.es/books/about/Cultura_pol%C3%ADtica_en_España.
html?id=3pb8cbBHshgC&source=kp_book_description&redir_esc=y
18. María Luz Morán “LOS ESTUDIOS DE CULTURA POLÍTICA EN ESPAÑA”
19.Pablo Sánchez León (2018) “Las Jornadas de Julio (de 1854) (una crónica anónima
de otro 15M en el pasado ciudadano español).”
20. https://blogs.publico.es/universidad-del-barrio/2016/05/15/el-aniversari o-
del-15m-y-la-memoria-del-porvenir-por-emilio-silva-y-pablo-sanchez-leo n/
21. Francisco Camas García (2016) ‘’Tres culturas políticas en España.’’
http://metroscopia.org/tres-culturas-politicas-en-espana/
Sociales, La Rioja.
h ttp://freslarioja.blogspot.com/2013/05/la-evolucion-de-la-cultura-politi ca-
de.html
33