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Nº 2 Sumario
Revista cultural de distribución gratuita
Noviembre-Febrero 2012
Esperpéntica
Portada:
Alien Hieroglyphics (1978), por H.R. Giger.
Editorial
____2012, ¿y el fin del mundo? [Pág. 4]
Directores:
Nòel Drashir Esquina
Richard León ____Amateur o Real porn [Pág. 6]
Coordinador Editorial: Documentos del pasado
J. P. Castel
____... Un gringo en México... ¡Eso es eutanasia! [Pág. 10]
Editora Gráfica: ____Quitarse de en medio [Pág. 11]
Sharird Leno
Jarryana
Redacción:
A. A. Vidal ____El opio [Pág. 14]
[No aptas]
Colaboran en éste número:
Francisco Enríquez Muñoz ____Otro retrato de Jesús [Pág. 17]
Reverendo Rábano
Pre-textos
Diseño y diagramación: ____El horror sobrenatural en la literatura [Pág. 20]
Sharird Leno
Archy Nold ____Edgar A. Poe [Pág. 28]
Desclasificados
____“Denme ustedes el tiro de gracia” [Pág. 38]
Contacto:
revistaesperpento@gmail.com Líneas poéticas
____“Nevermore”. Edgar Allan Poe [Pág. 46]
http://revistaesperpento.blogspot.com
Distrito cuento
Las opiniones expresadas en Revista Esperpento corresponden a
sus autores. Por tanto, Revista Esperpento comparte ____La máscara de la Muerte Roja [Pág. 56]
rigurosamente y se hace responsable por el contenido de las ____Un habitante de Carcosa [Pág. 61]
mismas.
____Las ratas del cementerio [Pág. 64]
Quedan rigurosamente permitidas, con o sin la autorización previa
de los titulares del Copyright, sin ningún tipo de sanción
____El signo amarillo [Pág. 70]
establecida por la ley, la reproducción total o parcial del presente Las ciudades invisibles
volumen por cualquier método o procedimiento, siempre y cuando
no se modifique el contenido del texto, se respete su autoría y ____Una buena e impecable corbata
esta nota se mantenga. ______perfectamente anudada al cuello [Pág. 84]
Gabinete de ‘Patafísica [Pág. 86]
Ambrose Bierce.
The devil’s dictionary.
Y finalmente ha llegado el cabalístico 2012, cargado Medio Oriente, cataclismos devastadores en Asia,
con toda la mala fortuna que los profetas y sacerdotes de temblores destructivos en el hemisferio austral, tsunamis,
la Gran Orden del Final de los Tiempos y los Últimos hambruna, destrucción masiva, exterminio
Santos han podido y sabido insuflarle. Y si por una indiscriminado), solamente diremos que nos fijemos muy
fortuna innombrable logramos sobrevivir a este bien en la historia de la humanidad.
cataclísmico y tórrido fin del mundo, cosa de no perderse Desde que el ser humano pisó la Tierra, no ha habido
demasiado entre los escombros últimos de la civilización la más mínima posibilidad de paz. Y no es que ésta
occidental, entonces podemos darnos por bien servidos. existiera antes. Al fin de cuentas, la paz es otro de los
Sin embargo, debemos decir que desgraciadamente ya tantos términos abstractos creados por el hombre para
hemos asistido al menos a tres grandes conflagraciones y comprender los fenómenos que no comprende. Existía, y
apocalipsis anunciados si no con vehemencia, ya con eso es lo que el hombre primitivo no alcanzaba a
llamamientos al arrepentimiento y al abrazo, por supuesto entender, el equilibrio entre los seres vivos y el planeta
qué más podríamos esperar, de la fe cristiana, única fe que poblaban, el justo equilibrio entre un ser y su entorno,
verdadera. El primero, si mal no recuerdo, en el año 1996, pero no la paz como nosotros la concebimos. La guerra
con nacimiento de la Bestia incluido. El segundo, en humana no empezó cuando a los unos les pareció que los
1999, con Bestia y exterminio masivo —además del otros ocupaban tierras que a ellos, eso suponían, les
presagio de un Y2K que solamente Dios, en su infinita pertenecían o cuando sintieron que su sola existencia era
sabiduría técnica, sabrá que le habría causado a las una ofensa para ellos, sino desde el mismo instante en que
máquinas y comunicaciones mundiales—. Y ahora este la naturaleza entró en conflicto con la vida humana de
tercero, que se proyecta definitivo e inaplazable gracias a forma directa, desde que al hombre se le ocurrió que la
la complicidad de las alineaciones planetarias y efectos naturaleza constituía un obstáculo para su comodidad... Y
secundarios de una estrella en pleno desarrollo. aquí estamos, cómodamente ajustados después de 202.012
Sin ser aguafiestas respecto a los finalmundistas, que años de evolución (o de acomodación por la vía de la
creen ver los presagios de la hecatombe futura en los fuerza, que viene a ser lo mismo) y seguimos siendo los
diversos sucesos que ocurren en el mundo (guerras en el mismos depredadores que al principio, los mismos
1 de octubre de 1913
Querida Lora,
AMBROSE
Quitarse
de en medio Por Ambrose Bierce
Traducción Sonia Santos Vila
Una persona que pierde el corazón y la esperanza por digno de atención, ya que es insostenible por la evidencia
la aflicción personal ante la pérdida de un pariente es o por cualquier apariencia de evidencia. “Puestos aquí”.
como un grano de arena en la orilla del mar que se queja ¡Claro que sí! ¡Y por el que sirve la comida! Nuestros
de que la marea ha arrastrado un grano vecino fuera de la padres nos ponen aquí eso es lo que todo el mundo sabe; y
vista. Él está peor, ya que el grano afligido no puede ellos no tenían autoridad y probablemente tampoco
ayudarse a sí mismo; tiene que ser un grano de arena y intención.
jugar al juego de la marea, ganar o perder; mientras que él La noción de que no tenemos derecho a tomar nuestras
puede marcharse aguardando su oportunidad puede propias vidas proviene de nuestra consciencia de que no
“abandonar a un ganador”. Pues a veces golpeamos “al tenemos valor. Es la disculpa del cobarde su excusa para
que nos sirve la comida” nunca a la larga, sino rara vez y continuar viviendo cuando no tiene nada por lo que vivir
con estacas pequeñas. Pero éste no es el momento para o su provisión ante el futuro. Si no fuera egoísta, así como
“cobrar” y marcharse, ya que no puedes llevar todas tus cobarde, no necesitaría excusas. Al que no se considera el
escasas ganancias contigo. La hora de abandonar es centro de la creación y sus penas la angustia universal, la
cuando has perdido una gran estaca, tu tonta esperanza de vida, si no digna de ser vivida, tampoco es digna de ser
éxito definitivo, tu fortaleza y tu amor por el juego. Si abandonada. El viejo filósofo a quien le fue preguntado
permaneces jugando, a lo cual no se te obliga, toma tus por qué no moría si, como enseñaba, la vida no era mejor
pérdidas con buen humor y no te quejes. Es difícil de que la muerte, contestó: “Porque la muerte no es mejor
soportar, pero esa no es una razón por la que deberías de que la vida”. No sabemos cuál es la proposición verdade-
ser difícil. ra, pero el asunto no merece la pena de ser tratado, pues
Sin embargo se nos dice con una agotadora insistencia ambos estados son soportables —la vida a pesar de sus
que somos “puestos aquí” con algún propósito (no placeres y la muerte a pesar de su reposo.
revelado) y que no tenemos derecho a retirarnos hasta Era la opinión de Robert G. Ingersoll que en el mundo
“que seamos llamados” puede que sea por viruela, puede hay más bien pocos que demasiados suicidios —que la
que sea por la cachiporra de un canalla, puede que sea por gente es tan cobarde que siguen viviendo mucho tiempo
la coz de una vaca; el Poder “convocante” (que, según después de que la resistencia ha dejado de ser una virtud.
dicen, es también el Poder “poniente”) no tiene buen Esta visión no es sino una vuelta a la sabiduría de los
gusto en la elección de mensajeros. Ese argumento no es antiguos, en cuya espléndida civilización el suicidio
EL OPIO.
Por Alfred Jarry
Traducción Manuel Álvarez Ortega
Imágenes Odilon Redon
Sorbiendo con mis labios ardientes de fiebre el biberón gateaban unas redes venosas. Y el agua se congelaba
espeso en donde duerme el olvido, mis manos de cadáver sobre los helados muertos como un denso barniz de donde
se crisparon sobre la butaca embobada, y mis ojos, gafas emergían los cabellos como algas de estanque; el agua se
del augurio, desorbitados echaron a volar hacia el blanco congelaba sobre las infinitas losas y resbalaba sobre las
cielo, en donde las cabalgantes valquirias dan vueltas paredes transparentes formando escaparates. Y aunque
entre las espirales sonoras de estaba congelada, siempre,
las chotacabras. siempre corría.
Mi cuerpo astral, Mi cuerpo astral se
golpeando con el tacón mi apresuraba tras ella con sus
cuerpo terrestre, se fue de pies de silencio. Pero ella
peregrino, dejando en mis corría sin cesar, subiendo o
nervios un temblor de guitarra. bajando, sin preocuparse de
Entonces entré en una las leyes de la gravedad,
inmensa morgue en donde los amontonándose en grandes
muertos dormían con posturas masas. Vi un lugar en donde,
extrañas: los brazos cruzados, unas sobre otras, las olas
la pantorrilla derecha en el subían y se desplomaban
talón izquierdo, la cabeza después en dislocadas
doblada sobre el pecho. Unos escaleras glaucas. Yo subía los
obreros —¿sé yo si estaban escalones dando codazos a una
también muertos?— muy ingente multitud, una multitud
activos, admirablemente, los alegre o una multitud
lavaban. Sus gruesas esponjas amotinada, sin resbalar, como
eran cerebros por donde si el hielo llevara lágrimas
adorados protagonistas de la vida social y nocturna no se ser como él, de no poder ser unos libertinos absolutos en
entrega por dinero; sus capacidades exceden en mucho legalidad, a la frustración y al conformismo. Había que
—justamente una evolución— a las de su querido castigarlo por no contentarse con ser un hombre común y
patriarca: cualquier mujer estará dispuesta a ellos, sin corriente, un carpintero como cualquier otro condenado a
importar su origen u ocupación. una vida carente de emociones grandes u honrosas; como
Jesús era el libertino por naturaleza, ciertamente. No se dice, un humano entre humanos. No, él tenía que ser el
rendía cuentas a mujer alguna, por lo que los disfraces y Dios hecho carne, el elegido, el ungido, un Dios entre
las falsas identidades le eran innecesarias; andaba al día, mortales. Después de todo, no se desafía al vulgo así
multiplicaba panes y peces cuando se le antojaba comer nomás sin esperar represalias en algún momento, véase
panes y peces —y compartirlos, por supuesto; tenía una como ejemplo edificante lo sucedido a Sócrates.
quizá demasiado obvia inclinación por el descuido de su Y correrán los siglos y las personas, y los condenados
apariencia personal —así nos lo pinten como un ario por nuestra incapacidad y vergüenza seguirán pendiendo
venido a menos en las tierras ardientes del Medio de la cruz, desangrándose en el espectáculo público.
El horror
sobrenatural en la
literatura*.
Por Howard Phillips Lovecraft
Imágenes H. R. Giger
mundos insondables preñados de vida extraña, que ligeras y humorísticas en donde el malicioso guiño del
habitan loa espacios interplanetarios, o en las dimensiones autor intenta escamotear el auténtico sentido de los
impías que rodean a nuestra tierra vislumbradas sólo en elementos sobrenaturales, no pertenecen a la literatura del
A partir de tales conceptos, no cabe asombrarse de la cuentos fantásticos incluyen algo más que un misterioso
existencia de una literatura relacionada al terror cósmico. asesinato, unos huesos ensangrentados o unos espectros
Siempre existió y siempre existirá, y no hay mejor prueba agitando sus cadenas según las viejas normas. Debe
de su tenacidad como el impulso que mueve a ciertos respirarse en ellos una definida atmósfera de ansiedad e
escritores a extraviarse de los caminos trillados para inexplicable temor ante lo ignoto y el más allá; ha de
probar su ingenio en textos aislados, como si desearan insinuarse la presencia de fuerzas desconocidas, y sugerir,
alejar de sus rosales sombras fantasmagóricas que de otra con pinceladas concretas, ese concepto abrumador para la
manera seguirían acosándoles. Y así tenemos a Charles mente humana: la maligna violación o derrota de las leyes
Dickens imaginando varios relatos sobrenaturales; a inmutables de la naturaleza, las cuales representan nuestra
Robert Browning escribiendo su horrible poema Childe única salvaguardia contra la invasión del caos y los
demonios de los abismos exteriores.
Gran parte del trasfondo del folklore occidental y de medieval, intensificado por la desesperación causada por
los cantos sobrenaturales provenía incuestionablemente de los azotes de la peste, puede ejemplificarse con claridad a
las leyendas acerca de los cultos antiquísimos y terribles, través de las grotescas esculturas introducidas en la
cuyos adoradores -procedentes de las épocas pre-Aria y mayoría de las obras religiosas del último período del
pre-agrícola, cuando una raza colonizadora de gótico; las demoníacas gárgolas de la iglesia de Nôtre
mongoloides invadió Europa con sus rebaños- practicaban Dame en París y del Mont Saint Michel figuran entre los
los ritos de fecundidad. Este culto secreto, transmitido de ejemplos más famosos1. Y a lo largo de toda esa época, es
generación en generación durante milenios, pese a la importante recordar que tanto la gente ilustrada como el
dominación de las religiones druídica, grecorromana y populacho creían firmemente en todas las manifestaciones
cristiana, estaba marcado por el salvaje "aquelarre de sobrenaturales, desde las más dulces doctrinas del
brujas" que tenía lugar en los bosques y las colinas cristianismo hasta las mayores monstruosidades de la
remotas durante la noche de Walpurgis y también durante hechicería y la magia negra. Ello explica, en parte, el
la noche de Todos los Santos, que constituyen las surgimiento y la casi universal fama de los magos y
Edgar A. Poe
Por Charles Baudelaire
En estos últimos tiempos compareció ante nuestros destinadas al altar, condenadas a ir hacia la muerte y hacia
tribunales un desdichado cuya frente estaba marcada por la gloria a través de sus propias ruinas? La pesadilla de las
un raro y singular tatuaje. ¡Desafortunado! Llevaba él así Tinieblas, ¿asediará eternamente a esas almas elegidas?
encima de sus ojos la etiqueta de su vida, como un libro En vano se agitan, en vano se forman para el mundo, para
su título, y el interrogatorio demostró que aquel extraño sus previsiones y asechanzas; perfeccionarán la prudencia,
rótulo era cruelmente verídico. Hay en la historia literaria taparán todas las salidas, acolcharán las ventanas contra
destinos análogos, verdaderas condenas, hombres que los proyectiles del azar; pero el Diablo entrará por el
llevan las palabras «mala suerte» escritas en caracteres agujero de la cerradura. Una perfección será la falla de su
misteriosos sobre las arrugas sinuosas de su frente. El coraza, y una cualidad superlativa, el germen de su
ángel ciego de la expiación se ha apoderado de ellos y los condenación.
azota con uno y otro brazo para ejemplo edificante de los
demás. En vano su vida revela talento, virtudes, gracia: la Para romperla, el águila, desde lo alto del cielo,
sobre su frente al aire soltará la tortuga,
sociedad tiene para ellos un anatema especial y acusa en
pues ellos deben perecer fatalmente.
ellos las lesiones que les ha causado. ¿Qué no hizo
Hoffmann para desarmar al Destino, y qué no realizó
Su destino está escrito en toda su contextura, brilla con
Balzac para conjurar la fortuna? ¿Existe, pues, una
siniestro resplandor en sus miradas y en sus gestos,
Providencia diabólica que prepara la desgracia desde la
circula por sus arterias con cada uno de sus glóbulos
cuna, que arroja con premeditación naturalezas
sanguíneos.
espirituales y angélicas en medios hostiles, como a
Un célebre escritor de nuestro tiempo ha escrito un
mártires en los circos? ¿Existen, pues, almas santas y
libro para demostrar que el poeta no podía encontrar buen
La vida de Poe, sus costumbres, sus modales, su ser atmósfera perfumada de su habitación, muy
físico, todo lo que constituye el conjunto de su modestamente amueblada. Griswold ignora que el poeta
personalidad, se nos aparece como algo tenebroso y posee más que todos los otros hombres ese maravilloso
brillante a la vez. Su persona era singular, seductora, y, privilegio, atribuido a la mujer parisiense y a la española,
como sus obras, estaba marcada por un indefinible sello de saber adornarse con nada, y que Poe, enamorado de lo
de melancolía. Por lo demás, él se hallaba notablemente Bello en todas las cosas, hubiese encontrado el arte de
dotado en todos los sentidos. De joven había demostrado transformar una choza en un palacio de nueva clase. ¿No
una rara aptitud para todos los ejercicios físicos, y aun ha escrito, con el talento más original y curioso, proyectos
siendo pequeño de estatura, con pies y manos femeniles, de mobiliarios, planos de casas de campo, de jardines y de
femenina, era más que robusto y capaz de maravillosas Existe una carta encantadora de la señora Frances
pruebas de fuerza. En su juventud ganó una apuesta como Osgood, que fue una de las amigas de Poe, y que nos da
nadador que supera la medida ordinaria de lo posible. sobre sus costumbres, sobre su persona y sobre su vida
Diríase que la Naturaleza da a aquellos de quienes quiere doméstica los más curiosos detalles. Esta dama, que era
conseguir grandes cosas un temperamento enérgico, así también una escritora distinguida, niega valientemente
como da una poderosa vitalidad a los árboles encargados todos los vicios y todas las faltas achacados al poeta.
En las novelas cortas de Poe no hay nunca amor. Al construcción, comparación, causalidad— y donde
menos, Ligeia, Eleonora, no son, hablando con propiedad, predominaban en un orgullo tranquilo el sentido de la
historias de amor, ya que la idea principal sobre la que idealidad, el sentido estético por excelencia. Sin embargo,
gira la obra es otra por completo. Acaso él creía que la pese a esos dones, o aun a causa de esos privilegios
prosa no es lengua a la altura de ese singular y casi exorbitantes, aquella cabeza, vista de perfil, no presentaba
intraducible sentimiento; porque sus poesías, en cambio, tal vez un aspecto agradable. Como en todas las cosas
están fuertemente saturadas de él. La divina pasión excesivas por un sentido, un déficit podía originarse de la
aparece en ellas, magnífica, estrellada, velada siempre por abundancia, una pobreza de la usurpación. Tenía unos
una irremediable melancolía. En sus artículos habla a ojos grandes, sombríos y luminosos a la vez, de un color
veces del amor como de una cosa cuyo nombre hace incierto y tenebroso, tendiendo al violeta; la nariz, noble y
temblar la pluma. En The Domain of Arnhaim afirmará sólida; la boca, fina y triste, aunque levemente sonriente;
que las cuatro condiciones elementales de la felicidad son: el cutis, moreno claro; el rostro, de ordinario, pálido; la
la vida al aire libre, el amor de una mujer, el desapego de fisonomía, un poco distraída e imperceptiblemente velada
toda ambición y la creación de una nueva Belleza. Lo que por una melancolía habitual.
“Denme ustedes
el tiro de gracia”*.
Por Carlos Fuentes
Imágenes S. L.
Apenas cruzó el Río Grande, escuchó el estallido y era fácil comprar un caballo sin esquivar preguntas
volteó a mirar el puente en llamas. inoportunas sobre el destino del jinete.
Había descendido del tren en El Paso con su maletín Podía cruzar la frontera y comprarlo en México. Pero
negro plegadizo, lo que entonces se llamaba una maleta el viejo quería hacerse difícil la vida. Además, se le había
“Gladstone”, vestido todo él de negro salvo los blancos metido en la cabeza que necesitaba un caballo americano.
blasones de sus puños y su pechera. Se dijo que en este En caso de que le abrieran la maleta en la aduana, sólo
viaje no iba a necesitar demasiado equipaje. Caminó unas encontrarían unos sándwiches de tocino, una navaja de
cuantas cuadras por la ciudad fronteriza; la había rasurar, un cepillo de dientes, un par de libros suyos y un
imaginado más triste y desganada y vieja de lo que ejemplar del Quijote; una camisa limpia y una pistola Colt
realmente era, enferma también de la revolución, de la escondida entre sus cachorones. No quería dar razones
cólera del otro lado. Era una ciudad, en cambio, de para viajar tan ligera aunque tan precisamente.
automóviles nuevecitos, tiendas de cinco-y-diez y gente —Me propongo ser un cadáver bien parecido.
joven, tan joven que ni siquiera había nacido en el siglo —¿Los libros, señor?
XIX. Buscó en vano su idea de la frontera americana. No —Son míos.
—Nadie insinuó que se los hubiera robado.
El viejo se resignaría, sin entrar en mayores
Texto tomado de Gringo Viejo, Fondo de Cultura Económica,
México, 1985. explicaciones.
Juan P. Castel.
I
Tu alma, con sus sombríos pensamientos,
Se hallará sola en la siniestra tumba.
Nadie querrá saber lo que en secreto
Tu corazón y tu conciencia ocultan.
II
Sé silencioso en soledad tan grande,
Que no es tal soledad, pues te circundan,
Los espíritus todos de la muerte,
Que ya en vida rondaban en tu busca.
Ellos querrán ensombrecerte el alma
Con sus negros arcanos y sus dudas.
Sé silencioso en soledad tan grande;
Cierra los labios cual la misma tumba.
III
Y la noche, aunque clara y luminosa,
Se tornará de pronto en cueva oscura;
Desde sus altos tronos las estrellas “No podrás desechar los pensamientos
No alumbrarán tu soledad adusta.
Mas sus rojizos globos sin fulgores Ni las visiones que tu mente turban”.
Han de ser a tu tedio y a tu angustia
Como incendio voraz, cual una fiebre
De los que libre no has de verte nunca.
IV
No podrás desechar los pensamientos
Ni las visiones que tu mente turban,
Y que antes en tu espíritu dejaban
La huella del rocío en la llanura.
V
La brisa, que es de Dios el puro aliento,
Soplará en torno de la helada tumba,
Y en la colina tenderá su velo
La niebla vaporosa y taciturna.
Las tinieblas, las sombras invioladas
Símbolo y prenda son; hablan y auguran.
Sobre las altas copas de los árboles
Tiende el misterio su cerrada túnica.
I
En una noche pavorosa, inquieto
releía un vetusto mamotreto
cuando creí escuchar
un extraño ruido, de repente
como si alguien tocase suavemente
a mi puerta: «Visita impertinente
es, dije y nada más».
II
¡Ah! me acuerdo muy bien; era en invierno
e impaciente medía el tiempo eterno
cansado de buscar
en los libros la calma bienhechora
al dolor de mi muerta Leonora
que habita con los ángeles ahora
¡para siempre jamás!
III
Sentí el sedeño y crujidor y elástico
rozar de las cortinas, un fantástico
terror, como jamás
sentido había y quise aquel ruido
explicando, mi espíritu oprimido
calmar por fin: «Un viajero perdido
es, dije y nada más».
IV
Ya sintiendo más calma: «Caballero
exclamé, o dama, suplicaros quiero
os sirváis excusar
mas mi atención no estaba bien despierta
y fue vuestra llamada tan incierta...»
Abrí entonces de par en par la puerta:
tinieblas nada más.
V
Miro al espacio, exploro la tiniebla
y siento entonces que mi mente puebla
turba de ideas cual
ningún otro mortal las tuvo antes
y escucho con oídos anhelantes
«Leonora » unas voces susurrantes
murmurar nada más.
VII
Y la ventana abrí: revolcando
vi entonces un cuervo venerando
como ave de otra edad;
sin mayor ceremonia entró en mis salas
con gesto señorial y negras alas
y sobre un busto, en el dintel, de Palas
posóse y nada más.
VIII
Miro al pájaro negro, sonriente
ante su grave y serio continente
y le comienzo a hablar, “... otros de mí han huido y se me alcanza
no sin un dejo de intención irónica:
que él partirá mañana sin tardanza
«Oh cuervo, oh venerable ave
anacrónica, como me ha abandonado la esperanza”.
¿cuál es tu nombre en la región
plutónica? »
Dijo el cuervo: «Jamás ».
IX
En este caso al par grotesco y raro
maravilléme al escuchar tan claro
tal nombre pronunciar
y debo confesar que sentí susto
pues ante nadie, creo, tuvo el gusto
de un cuervo ver, posado sobre un busto
con tal nombre: «Jamás».
X
Cual si hubiese vertido en ese acento
el alma, calló el ave y ni un momento
las plumas movió ya,
«otros de mí han huido y se me alcanza
que él partirá mañana sin tardanza
como me ha abandonado la esperanza»;
dijo el cuervo: «¡Jamás!»
XII
Rodé mi asiento hasta quedar enfrente
de la puerta, del busto y del vidente
cuervo y entonces ya
reclinado en la blanda sedería
en ensueños fantásticos me hundía,
pensando siempre que decir querría
aquel jamás, jamás.
XIII
Largo tiempo quedéme así en reposo
aquel extraño pájaro ominoso
mirando sin cesar,
ocupaba el diván de terciopelo
do juntos nos sentamos y en mi duelo
pensaba que Ella, nunca en este suelo
lo ocuparía más.
XIV
Entonces parecióme el aire denso
con el aroma de quemado incienso
de un invisible altar;
y escucho voces repetir fervientes:
«Olvida a Leonor, bebe el nepenthes
bebe el olvido en sus letales fuentes»;
dijo el cuervo: «¡Jamás!»
XV
«Profeta, dije, augur de otras edades
que arrojaron las negras tempestades
aquí para mi mal,
huésped de esta morada de tristura,
dí, fosco engendro de la noche oscura,
si un bálsamo habrá al fin a mi amargura»:
dijo el cuervo: «¡Jamás!»
XVII
«Sea tal palabra la postrera
retorna a la plutónica rivera,»
grité: «¡No vuelvas más,
no dejes ni una huella, ni una pluma
y mi espíritu envuelto en densa bruma
libra por fin el peso que le abruma! »
dijo el cuervo: «¡Jamás! »
XVIII
Y el cuervo inmóvil, fúnebre y adusto
sigue siempre de Palas sobre el busto
y bajo mi fanal,
proyecta mancha lúgubre en la alfombra “¡No vuelvas más,
y su mirada de demonio asombra... no dejes ni una huella, ni una pluma
¡Ay! ¿Mi alma enlutada de su sombra
se librará? ¡Jamás!
y mi espíritu envuelto en densa bruma
libra por fin el peso que le abruma!”
El gusano vencedor
La durmiente
Un sueño
(Versión de Carlos Arturo Torres)
La máscara de
La «Muerte Roja» había devastado el país durante seguro encierro de una de sus abadías fortificadas. Era
largo tiempo. Jamás una peste había sido tan fatal y tan ésta de amplia y magnífica construcción y había sido
espantosa. La sangre era su encarnación y su sello: el rojo creada por el excéntrico aunque majestuoso gusto del
y el horror de la sangre. Comenzaba con agudos dolores, príncipe. Una sólida y altísima muralla la circundaba. Las
un vértigo repentino, y luego los poros sangraban y puertas de la muralla eran de hierro. Una vez adentro, los
sobrevenía la muerte. Las manchas escarlata en el cuerpo cortesanos trajeron fraguas y pesados martillos y soldaron
y la cara de la víctima eran el bando de la peste, que la los cerrojos. Habían resuelto no dejar ninguna vía de
aislaba de toda ayuda y de toda simpatía. Y la invasión, ingreso o de salida a los súbitos impulsos de la
progreso y fin de la enfermedad se cumplían en media desesperación o del frenesí. La abadía estaba ampliamente
hora. aprovisionada. Con precauciones semejantes, los
Pero el príncipe Próspero era feliz, intrépido y sagaz. cortesanos podían desafiar el contagio. Que el mundo
Cuando sus dominios quedaron semidespoblados llamó a exterior se las arreglara por su cuenta; entretanto, era una
su lado a mil robustos y desaprensivos amigos de entre los locura afligirse o meditar. El príncipe había reunido todo
caballeros y damas de su corte, y se retiró con ellos al lo necesario para los placeres. Había bufones,
Un habitante de
Carcosa Por Ambrose Bierce
Traducción Rafael Llopis
Imágenes Archy Nold
Existen diversas clases de muerte. En algunas, el cuerpo perdura, en otras se desvanece por completo
con el espíritu. Esto solamente sucede, por lo general, en la soledad (tal es la voluntad de Dios), y, no
habiendo visto nadie ese final, decimos que el hombre se ha perdido para siempre o que ha partido
para un largo viaje, lo que es de hecho verdad. Pero, a veces, este hecho se produce en presencia de
muchos, cuyo testimonio es la prueba. En una clase de muerte el espíritu muere también, y se ha
comprobado que puede suceder que el cuerpo continúe vigoroso durante muchos años. Y a veces,
como se ha testificado de forma irrefutable, el espíritu muere al mismo tiempo que el cuerpo, pero,
según algunos, resucita en el mismo lugar en que el cuerpo se corrompió.
Meditando estas palabras de Hali (Dios le conceda la formas extrañas y sombríos colores que parecían tener un
paz eterna), y preguntándome cuál sería su sentido pleno, mutuo entendimiento e intercambiar miradas
como aquel que posee ciertos indicios, pero duda si no significativas, como si hubieran asomado la cabeza para
habrá algo más detrás de lo que él ha discernido, no presté observar la realización de un acontecimiento previsto.
atención al lugar donde me había extraviado, hasta que Aquí y allá, algunos árboles secos parecían ser los jefes de
sentí en la cara un viento helado que revivió en mí la esta malévola conspiración de silenciosa expectativa.
conciencia del paraje en que me hallaba. Observé con A pesar de la ausencia del sol, me pareció que el día
asombro que todo me resultaba ajeno. A mi alrededor se debía estar muy avanzado, y aunque me di cuenta de que
extendía una desolada y yerma llanura, cubierta de yerbas el aire era frío y húmedo, mi conciencia del hecho era más
altas y marchitas que se agitaban y silbaban bajo la brisa mental que física; no experimentaba ninguna sensación de
del otoño, portadora de Dios sabe qué misterios e molestia. Por encima del lúgubre paisaje se cernía una
inquietudes. A largos intervalos, se erigían unas rocas de bóveda de nubes bajas y plomizas, suspendidas como una
t
Por Henry Kuttner
Traducción Rafael Llopis
Imágenes Archy Nold
El viejo Masson, guardián de uno de los más antiguos los ruinosos muelles de Salem debieron de transportar
y descuidados cementerios de Salem, sostenía una cargamentos muy extraños.
verdadera contienda con las ratas. Hacía varias Masson se asombraba a veces de las extraordinarias
generaciones, se había asentado en el cementerio una proporciones de estas madrigueras. Recordaba ciertos
colonia de ratas enormes procedentes de los muelles. relatos inquietantes que le habían contado al llegar a la
Cuando Masson asumió su cargo, tras la inexplicable vieja y embrujada ciudad de Salem. Eran relatos que
desaparición del guardián anterior, decidió hacerlas hablaban de una vida larvaria que persistía en la muerte,
desaparecer. Al principio colocaba cepos y comida oculta en las olvidadas madrigueras de la tierra. Ya habían
envenenada junto a sus madrigueras; más tarde, intentó pasado los viejos tiempos en que Cotton Mather
exterminarlas a tiros. Pero todo fue inútil. Seguía exterminara los cultos perversos y los ritos orgiásticos
habiendo ratas. Sus hordas voraces se multiplicaban e celebrados en honor de Hécate y de la siniestra Magna
infestaban el cementerio. Mater. Pero todavía se alzaban las tenebrosas casas de
Eran grandes, aun tratándose de la especie mus torcidas buhardillas, de fachadas inclinadas y leprosas, en
decumanus, cuyos ejemplares miden a veces más de cuyos sótanos, según se decía, aún se ocultaban secretos
treinta y cinco centímetros de largo sin contar la cola blasfemos y se celebraban ritos que desafiaban tanto a la
pelada y gris. Masson las había visto hasta del tamaño de ley como a la cordura. Moviendo significativamente sus
un gato; y cuando los sepultureros descubrían alguna cabezas canosas, los viejos aseguraban que, en los
madriguera, comprobaban con asombro que por aquellas antiguos cementerios de Salem, había bajo tierra cosas
malolientes galerías cabía sobradamente el cuerpo de una peores que gusanos y ratas. En cuanto a estos roedores,
persona. Al parecer, los barcos que antaño atracaban en ciertamente, Masson les tenía aversión y respeto. Sabía el
conocerse el problema quizá iniciasen una investigación, inquietud. Había terminado de descubrir la tapa de un
ataúd de madera.
en cuyo caso tendrían que abrir muchas sepulturas. Y en
Hacía varios días que lo habían enterrado, pero
efecto, hallarían ataúdes perforados y vacíos que
Masson no se había atrevido a desenterrarlo antes. Los
atribuirían a las actividades de las ratas. Pero descubrirían
parientes del fallecido venían a menudo a visitar su
también algunos cuerpos con mutilaciones muy
tumba, aun lloviendo. Pero a estas horas de la noche, no
comprometedoras para Masson.
era fácil que vinieran, por mucho dolor y pena que
Los dientes postizos suelen hacerse de oro puro, y no
sintiesen. Y con este pensamiento tranquilizador, se
se los extraen a uno cuando muere. Las ropas,
enderezó y echó a un lado la pala.
naturalmente, son harina de otro costal, porque la
Desde la colina donde estaba situado el cementerio, se
compañía de pompas fúnebres suele proporcionar un traje
veían parpadear débilmente las luces de Salem a través de
de paño sencillo, perfectamente reconocible después. Pero
El signo amarillo
Por Robert W. Chambers
Imágenes S. L.
I. Que comprende el contenido se inclinaba a medias con curiosidad y a medias con ternura
de una carta sin firma enviada al autor sobre una pequeña lagartija verde murmurando: “¡Pensar que
esta es una criatura de Dios!”?
¡Hay tantas cosas imposibles de explicar! ¿Por qué La primera vez que vi al sereno, estaba de espaldas a mí.
ciertas notas musicales me recuerdan los tintes dorados y Lo miré con indiferencia hasta que entró a la Iglesia. No le
herrumbrosos del follaje de otoño? ¿Por qué la Misa de presté más atención que la que hubiera prestado a cualquier
Santa Cecilia hace que mis pensamientos vaguen entre otro que deambulara por el parque de Washington aquella
cavernas en cuyas paredes resplandecen desiguales masas de mañana, y cuando cerré la ventana y volví a mi estudio, ya lo
plata virgen? ¿Qué había en el tumulto y el torbellino de había olvidado. Avanzaba la tarde, como hacía calor, abrí la
Broadway a las seis de la tarde que hizo aparecer ante mis ventana nuevamente y me asomé para respirar un poco de
ojos la imagen de un apacible bosque bretón en el que la luz aire. Había un hombre en el atrio de la iglesia y lo observé
del sol se filtraba a través del follaje de la primavera y Sylvia otra vez con tan poco interés como por la mañana. Miré la
cuando pasó bajo mi ventana me di nervios alterados. No puedes seguir a este ritmo. Y después,
cuenta que era una carroza claro, en lugar de irte a la cama después de terminado el
A mi muy comedido hermano se le ha ocurrido que a sentenciado. Y entonces, sé que me condenará a caminar
mi muy desagraciado cuello le hacía falta glamur, estilo y de tienda en tienda buscando “la que haga juego” y “dé
galantería, por lo que, al muy detallista, no le quedó más buena impresión”. Claro que quiero creer en sus buenas
opción, dice él, que regalarme una ostentosa corbata. intenciones, en su desinteresada preocupación por mi
Por supuesto, no se le niega la iniciativa, el presentación personal. Sin embargo, ahora empieza a
emprendimiento de querer vestir con tan delicada prenda preocuparme:
cuello tan desgarbado. Pero más le habría valido no —¿Camisa y corbata tan elegantes y distinguidas con
querer introducirme en el minucioso mundo de la alta jeans desgastados? Tiu tiu tiu —chasquea con gesto
costura de cuellos. Empezando porque a mí los cuellos me desaprobatorio—. No señor, eso no es así. Conozco un
tienen sin el más mínimo cuidado —lo único que importa buen lugar...
es lo que sostienen, y a veces ni siquiera eso—; y en Y estoy en la calle otra vez, siendo arrastrado de
últimas, porque prefiero envolverme el pescuezo en una almacén en almacén, probándome sacos, pantalones y
bufanda gris olorosa a tabaco correas, escuchando “No sale”,
de la más baja costura, “Ése color no le va”, “Ése no
comprada a un par de indios le luce”, fulminando los
en el más sucio andén. ánimos del vendedor una y
Pero a mi queridísimo otra vez. Mientras, yo estoy
hermano mis aparentes buenas como en un sueño, como no
razones también lo tienen sin estando, como simplemente
el más mínimo cuidado. No ido. Observo como observaría
contento con llevarme su un espectador, esperando a qué
ostentosa corbata, ha decidido conduce tanto absurdo.
que es insuficiente: “Pero, ¿no —Muy bien, muy bien...
pensará usarla con esa Pero siento que algo falta, que
camisa desastrosa?”, ha algo no está bien...
Figurémonos que es usted un transeúnte desprevenido no estarían de más para avivar a las cuadrillas de
que violentos.
deambula Una vez calculado el aparente poderío de la masa,
tranquilamente diríjase frugalmente a su Gabinete de „Patafísica más
por cercano y, una vez aprovisionado con lo esencial y
una necesario, rompa la monótona algarabía de la masa
calle insurrecta con su marcha inquietable de Hombre Libre —
cualquiera brincos, cabriolas, arremetidas, estocadas a la nada,
de agitación premeditada y disparos al aire son estrictamente
su necesarios.
ciudad. Pero primero démosle una ojeada a nuestro Gabinete y
Ahora figurémonos que es un día esplendoroso, sus pertrechos. Encontrará usted a mano derecha la
escandalosamente soleado, imperdonablemente azul... Y siempre infalible
de repente, la anarquía se toma sus calles a la vuelta de Máquina de Descerebramiento Portátil —en adelante
cualquier esquina. MaDePo—,
No, no debe usted preocuparse ni alterarse; minucioso artículo creado por el Señor Ubú, Doctor en
mucho menos entregarse al pánico más femenino — „Patafísica, que solamente las personas vulgares
con gritos, lloriqueos y espasmos—; confundirían con la más común de las hachas. A mano
tampoco unirse provisionalmente a las hordas de izquierda, cosa de no perderse, se encuentra la
anarquistas que pueblan las calles. inextinguible
Usted, apaciblemente, finja ver despreocupadamente Candela Verde
la hora en su reloj, observe con ensimismamiento y hasta que hará la diversión de los incineradores y
con entusiasmo —eso sí, de lejos, como todo buen pirómanos, así como de niños y gentes entendidas en el
entusiasmo— a las masas que violentan el asfalto —unos bello arte de la quema; suele confundírsele con un simple
cuantos extintor, pero se le puede diferenciar con facilidad por el
¡Vivan las Fuerzas Armierdras!