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Club deportivo tigres de los almendros categoría 2008

Introducción

Historia del futbol

El fútbol o futbol (del inglés británico football, traducido como balompié) es un deporte de equipo
jugado entre dos conjuntos de once jugadores cada uno y algunos árbitros que se ocupan de que las
normas se cumplan correctamente. Es ampliamente considerado el deporte más popular del mundo,
pues lo practican unas 270 millones de personas. También se le conoce como futbol asociación o fútbol
asociación, nombre derivado de The Football Association, primera federación oficial del mundo en este
deporte y que utilizó ese nombre para distinguirlo de otros deportes que incluyen la palabra "futbol" o
"fútbol". En algunos países de habla inglesa también se le conoce como soccer, abreviatura de
association, puesto que el nombre de football en esos países se asocia mayoritariamente a otros
deportes con esa denominación (principalmente en Estados Unidos donde el nombre football aplica
para el fútbol americano, un deporte totalmente distinto).

El terreno de juego es rectangular de césped natural o artificial, con una portería o arco a cada lado del
campo. Se juega mediante una pelota que se debe desplazar a través del campo con cualquier parte del
cuerpo que no sean los brazos o las manos, y mayoritariamente con los pies (de ahí su nombre). El
objetivo es introducirla dentro de la portería o arco contrario, acción que se denomina marcar un gol.
El equipo que logre más goles al cabo del partido, de una duración de 90 minutos, es el que resulta
ganador del encuentro.

El juego moderno fue reinventado en Inglaterra tras la formación de la Football Association, cuyas
reglas de 1863 son la base del deporte en la actualidad. El organismo rector del fútbol es la Federación
Internacional de Fútbol Asociación, más conocida por su acrónimo FIFA. La competición internacional
de fútbol más prestigiosa es la Copa Mundial de Fútbol, organizada cada cuatro años por dicho
organismo. Este evento es el más famoso y el que cuenta con mayor cantidad de espectadores del
mundo, doblando la audiencia de los Juegos Olímpicos.

Origen

A finales de la Edad Media y siglos posteriores se desarrollaron en las islas británicas y zonas aledañas
distintos juegos de equipo, a los cuales se los conocía como códigos de fútbol. Estos códigos se fueron
unificando con el paso del tiempo, pero fue en la segunda mitad del siglo XVII cuando se dieron las
primeras grandes unificaciones del fútbol, que más tarde dieron origen al fútbol de rugby, al fútbol
americano, al fútbol australiano, etc., y al deporte que hoy se conoce en gran parte del mundo como
fútbol a secas.

En otras zonas del mundo también se practicaban juegos en los que una pelota era impulsada con los
pies. Entre ellas pueden mencionarse las Reducciones Jesuíticas de la zona guaraní, más
específicamente en la de San Ignacio Miní en el siglo XVII, en la región que ahora se conoce como
Misiones. El jesuita español José Manuel Peramás escribió en su libro De vita et moribus tredecim
virorum paraguaycorum: «Solían también jugar con un balón, que, aun siendo de goma llena, era tan
ligero y rápido que, cada vez que lo golpeaban, seguía rebotando algún tiempo, sin pararse, impulsado
por su propio peso. No lanzaban la pelota con la mano, como nosotros, sino con la parte superior del
pie desnudo, pasándola y recibiéndola con gran agilidad y precisión». [Cita requerida]

Los primeros códigos británicos se caracterizaban por tener pocas reglas y por su extrema violencia.14
Uno de los más populares fue el fútbol de carnaval. Por dicha razón el fútbol de carnaval fue prohibido
en Inglaterra por decreto del rey Eduardo III y permaneció prohibido durante 500 años. El fútbol de
carnaval no fue el único código de la época; de hecho existieron otros códigos más organizados, menos
violentos e incluso que se desarrollaron fuera de las islas británicas. Uno de los juegos más conocidos
fue el calcio florentino, originario de la ciudad de Florencia (Italia). Este deporte influenció en varios
aspectos al fútbol actual, no solo por sus reglas, sino también por el ambiente de fiesta en que se
jugaban estos encuentros.

Naturaleza del juego

El fútbol se juega siguiendo una serie de reglas, llamadas oficialmente reglas de juego. Este deporte se
practica con una pelota esférica (de cuero u otro material con una circunferencia no mayor a 70 cm y
no inferior a 68 cm, y un peso no superior a 450 g y no inferior a 410 g al comienzo del partido), donde
dos equipos de once jugadores cada uno (diez jugadores "de campo" y un guardameta) compiten por
encajar la misma en la portería rival, marcando así un gol. El equipo que más goles haya marcado al
final del partido es el ganador; si ambos equipos no marcan, o marcan la misma cantidad de goles,
entonces se declara un empate. Puede haber excepciones a esta regla; véase Duración y resultado más
abajo.

La regla principal es que los jugadores, excepto los guardametas, no pueden tocar intencionalmente la
pelota con sus brazos o manos durante el juego, aunque deben usar sus manos para los saques de
banda.

En un juego típico, los jugadores intentan llevar la pelota hasta la portería rival, lo que se denomina gol,
a través del control individual de la misma, conocido como regate, o de pases a compañeros o tiros a la
portería, la cual está protegida por un guardameta. Los jugadores rivales intentan recuperar el control
de la pelota interceptando los pases o quitándole la pelota al jugador que la lleva; sin embargo, el
contacto físico está limitado. El juego en el fútbol fluye libremente, y se detiene solamente cuando la
pelota sale del terreno de juego o cuando el árbitro decide que debe detenerse. Luego de cada pausa, se
reinicia el juego con una jugada específica. Al final del partido, el árbitro compensa el tiempo total en
minutos que se suspendió el juego en diferentes momentos.

A nivel profesional, en la mayoría de los partidos se marcan solo unos pocos goles. Por ejemplo, durante
la temporada 2006/07 de la Primera División de España, la liga de fútbol española, se marcó un
promedio de 2,48 goles por partido.

Las reglas no especifican ninguna otra posición de los jugadores aparte de la del guardameta, portero o
arquero, pero con el paso del tiempo se han desarrollado una serie de posiciones en el resto del campo.
A grandes rasgos, se identifican tres categorías principales: los delanteros, cuya tarea principal es
marcar los goles; los defensas o defensores, ubicados cerca de su portería, quienes intentan frenar a los
delanteros rivales; y los centrocampistas, mediocampistas o volantes, que manejan la pelota entre las
posiciones anteriores. A estos jugadores se los conoce como jugadores de campo, para diferenciarlos del
guardameta. A su vez, estas posiciones se subdividen en los lados del campo en que los jugadores se
desempeñan la mayor parte del tiempo. Así, por ejemplo pueden existir centrocampistas derechos,
centrales (de contención) e izquierdos. Los diez jugadores de campo pueden distribuirse en cualquier
combinación. Por ejemplo, puede haber cuatro defensas, cuatro centrocampistas y dos delanteros; o
tres defensas, cuatro centrocampistas y tres delanteros, y la cantidad de jugadores en cada posición
determina el estilo de juego del equipo: más delanteros y menos defensas creará un juego más agresivo
y ofensivo, mientras que lo contrario generará un juego más lento y defensivo. Aunque los jugadores
suelen mantenerse durante la mayoría del tiempo en una posición, hay pocas restricciones acerca de su
movimiento en el campo. El esquema de los jugadores en el terreno de juego se llama la formación del
equipo, y ésta, junto con la táctica, es trabajo del entrenador.

Expansión internacional

El auge del fútbol a nivel mundial motivó la creación de la FIFA el 21 de mayo de 1904. Las asociaciones
fundadoras fueron Bélgica, España (representada por el Madrid F. C.), Dinamarca, Francia, Países
Bajos, Suecia y Suiza. Las cuatro asociaciones de fútbol del Reino Unido, las denominadas Home
Nations, se opusieron a la creación de dicho órgano.32 Debido al crecimiento del fútbol, la FIFA había
anunciado la primera competición internacional de selecciones para 1906, pero por problemas internos
de varias asociaciones la misma no se desarrolló. El fútbol ya se había presentado al mundo por medio
de una serie de encuentros de exhibición durante los Juegos Olímpicos de 1900, 1904, 1906 (juegos
intercalados), todos a nivel de clubes, hasta que la edición de 1908 recibió por primera vez una
competición de selecciones. La medalla de oro quedó en manos de la selección de fútbol del Reino
Unido.
En 1916 se fundó la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), que ese mismo año organizó
la primera edición del Campeonato Sudamericano de Fútbol, actual Copa América —dicho torneo se
mantiene hasta la actualidad como el más antiguo de la historia del fútbol a nivel de selecciones, de los
que todavía existen—. En esa primera edición participaron Argentina, Brasil, Chile y Uruguay,
resultando campeón este último.
Lesiones en el futbol

El grado de incidencia de lesiones en fútbol se define como el número de nuevas lesiones que se
producen durante un periodo concreto, dividido por el total de jugadores expuestos a ese riesgo.

Éste puede ser estimado de forma bastante precisa si se tiene en cuenta el tiempo de exposición de los
jugadores de fútbol (partidos y entrenamientos). En concreto, el riesgo de lesión según el tiempo de
exposición se calcula dividiendo el número de lesiones producidas por el tiempo que todos los
jugadores utilizan en entrenamientos y partidos.

Respecto a la forma de recopilar la información para obtener el grado de incidencia, uno de los
métodos más utilizados es el cuestionario rellenado por el deportista, por entrenadores o por médicos.
En él se recoge información sobre la lesión, circunstancias y opinión personal de los jugadores

Además, en algunas de estas investigaciones se incluye una revisión médica semanal.

Lesiones más frecuentes en el futbol

El fútbol es uno de los deportes más populares en el mundo. La mayoría de las lesiones se registran en
las extremidades inferiores. La información obtenida en las revisiones muestra una incidencia de
lesiones de 2 a 9,4 por cada 1000 h de exposición. Predominan sobre todo los esguinces, seguidos de las
fracturas, las distensiones musculares, rotura de ligamentos, afectaciones en el menisco y contusiones.
Las lesiones de rodilla son las más comunes, seguidas por las lesiones de tobillo. La frecuencia de
lesiones es mayor durante la competición que durante los entrenamientos.
Respecto a los mecanismos responsables de la lesión, así como la influencia de diversos factores como
el equipamiento, esta revisión sistemática muestra que la información concerniente a éstos resulta
incompleta y, en ocasiones, contradictoria. El propósito de este estudio es analizar en la literatura la
incidencia de las lesiones en los futbolistas, los síntomas, así como identificar los factores de riesgo.

Primeros auxilios en lesiones articulares


Esguince
Distención de uno o varios ligamentos que estabilizan una articulación, el más
frecuente seria el esguince de tobillo en su ligamento lateral.

Clínica:

- Dolor localizado en el lugar de la lesión que se exacerba al repetir el movimiento


causante del esguince.
- Inflamación de la zona
- Impotencia funcional más o menos marcada.

Actuación:

- Hacer sentar o tumbar al afectado, y retirar el calzado y calcetín del pie lesionado.
- Si la lesión se acaba de producir, aplicaremos frio local, para disminuir todos los
signos y síntomas, así mismo, mantener la extremidad afectada en una postura
cómoda y elevada.
- Envolver el tobillo lesionado en forma de U con algún material que se preste para
ello: manta, jersey, dos pañuelos grandes, etc. Tanto los lados del tobillo como la
planta del pie deben quedar cubiertos.
- Utilizaremos cualquier otro material para sujetar el montaje (pañuelos, cinturones,
cuerdas, etc.). Ataremos uno de ellos en la superficie lateral de la zona (por encima
del punto lesionado), y otro al nivel de la planta del pie. La presión de los nudos debe
ser la suficiente para mantener la estructura montada, pero sin pasarnos. Una vez
realizada la inmovilización y en espera del traslado, continuamos aplicado frio local y
manteniendo la extremidad en alto.
Luxación
Separación permanente de dos superficies articulares perdiendo la funcionalidad de
forma completa. Se puede producir tanto por un mecanismo directo (golpe o caída)
como indirecto (rotación o estiramiento forzado). La más común es la luxación de
hombro.

Clínica

- Dolor intenso e inflamación de la zona afectada, ya que los ligamentos y las fibras
musculares están sometidos a una tensión constante.
- Deformidad de la articulación afectada en comparación con otra articulación.
- Incapacidad de realizar cualquier movimiento con esta articulación, pues ha quedado
desmontada.

Actuación

- Tranquilizar al afectado. Si se ha producido la lesión en ese momento, aplicar frio


local pero sin hacer contacto directo con la piel.
- inmovilizar articulación y extremidad tal y como esté. No intentar reducirla ni
colocarla de nuevo a su sitio, pues existe un alto riesgo de lesionar los vasos y nervios
que pasan por la zona.
La inmovilización se realizara con el método de cabestrillo.

Primeros auxilios en lesiones musculares

Desgarro, contractura, tirón muscular:

Un desgarro muscular; ocurre cuando los músculos, o los tendones que los unen, se rompen.

La contractura muscular: es una contracción del músculo, el carácter lesivo radica en la continuidad de
esta contracción de forma sostenida en el tiempo. Obviamente esta contracción permanente es
involuntaria, quedando de esta forma la musculatura en constante tensión.

Tirón: Se trata de una rotura mínima de las fibras musculares


Síntomas

Los síntomas que se suelen sentir es una mayor hinchazón de la zona, dolor al palpar la parte afectada
y dependiendo del nivel de gravedad leve o total pérdida de la movilidad. También pueden sentirse
contracciones o espasmos musculares, que pueden ir acompañados de calambres.

Pueden aparecer hematomas.

Dolor, hinchazón, y la limitación de movimientos.

Normalmente, percibimos una especie de calambre, con una sensación de dolor y de ligera contracción
del músculo e hinchazón en el área afectada.

Tratamiento

Desgarro

Aplica paños de agua fría o hielo en el área dañada por unos 20 minutos.

Vendar la zona lesionada de manera ajustada, pero no apretada.

Puedes tomar un calmante para el dolor sin prescripción médica como aspirina o ibuprofeno.

Intenta no utilizar el músculo afectado durante al menos 72 horas y evita levantar peso.
Contractura

Reposar

Aplicación de calor seco en la zona afectada, como por ejemplo el uso de almohadas eléctricas.

Los baños de contraste son otra forma de paliar los efectos dolorosos de las contracturas. Esta técnica
se basa en el uso alterno del agua fría y el agua caliente

Tomar algún antiinflamatorio

Aplicar algún masaje al área afectada.

Tirón

Aplicar frio a la zona afectada.

Es aconsejable colocar la pierna en alto para ayudar a reducir la inflamación y minimizar los daños en
el tejido muscular.

Utilizar un vendaje.

Reposar el musculo lastimado.


Lesiones

Esguinces

Un esguince o torcedura es una lesión de los ligamentos que unen dos huesos que forman una
articulación. Estos ligamentos están formados por fibras muy resistentes, pero cuando se fuerzan hasta
el límite o realizan un movimiento muy brusco y excesivo, se rompen o se estiran en exceso, la
articulación duele y se inflama. Si la lesión es tan importante que el ligamento ya no puede estabilizar
la articulación en su posición y los huesos se desarticulan, se trata de una luxación.

Clasificación

Según la gravedad de la lesión, pueden existir tres tipos de grados:

 Grado 1: consiste en la distensión de parte del ligamento, sin incluir ni rotura ni


arrancamiento, por parte del ligamento con respecto al hueso. La zona aparece hinchada y con
un dolor de intensidad variable, pero la articulación permite realizar movimientos normales.
 Grado 2: consiste en la rotura parcial o total de los ligamentos. La articulación no permite
realizar movimientos normales y presenta un dolor intenso.
 Grado 3: consiste en la rotura total del ligamento con arrancamiento con respecto al hueso.
Puede causar una luxación si provoca la pérdida de la congruencia articular. Es susceptible de
tratamiento quirúrgico en estos casos para reparar el ligamento afectado.
Síntomas

Los principales síntomas de los esguinces son:

 Dolor articular o muscular: la completa o no funcionalidad de la articulación depende


directamente del nivel de dolor de la misma.
 Inflamación: aunque la zona dañada sufra una hinchazón, ésta no afecta a la articulación, al
contrario que las luxaciones y fracturas, que deforman y desplazan la articulación de los
huesos.
 Rigidez articular: es común tener dificultad para mover la articulación dado que puede sentir
dolor.
 Hematomas: tienen lugar en la zona inflada, y se produce al romperse algún vaso sanguíneo.
Los hematomas pueden desplazarse y extenderse por la zona afectada, además de ir
cambiando de color conforme va desapareciendo.
 Calor en la zona lesionada: la temperatura aumenta en la zona de la articulación, ya que al
acumularse sangre, acumula calor.
Como actuar

 Tras la lesión es importante aplicar hielo inmediatamente para así reducir la inflamación
producida por la lesión. Es aconsejable envolver el hielo en un trozo de tela y no aplicarlo
directamente sobre la piel.
 Vendar la zona afectada firmemente, pero no apretado, para limitar el movimiento. Si fuera
necesario, habría que utilizar una férula.
 Mantener elevada la extremidad afectada por encima del nivel del corazón.
 Mantener el área lesionada en reposo durante varios días y, a la hora de caminar, es
aconsejable el uso de muletas; minimiza la hinchazón y disminuye los hematomas.
 Para el dolor, medicamentos antiinflamatorios como el ácido acetilsalicílico o el ibuprofeno
pueden ayudar a aliviarlo.
 Tras tratar la articulación, es recomendable ejercitarla y así evitar la rigidez y aumenta la
fuerza, evitando ejercicios que puedan provocar dolor.

Fractura

Es la ruptura total o parcial de un hueso por diversas causas; lo más común es que se deba a un
accidente, una caída fuerte o una lesión deportiva. La fractura provoca un dolor intenso y dependiendo
de la gravedad puede necesitar cirugía para recomponer el hueso.
Clasificación

Son las que se dan al ejercer presión de forma repetitiva en los huesos. Se pueden distinguir dos tipos:

 Fracturas por debilidad: por haber algún tipo de deficiencia ósea que debilite los huesos, como
la osteoporosis.
 Fracturas por fatiga: a causa de una actividad exagerada y repetitiva. Es frecuente en los
deportistas o en aquellas personas que realizan actividades físicas de manera frecuente.

Síntomas

 Deformación de la zona.
 Hinchazón, hematoma o sangrado en la zona afectada.
 Entumecimiento y hormigueo.
 Movimiento limitado o incapacitado.
 Fiebre: en algún caso que aparece hematoma o sobreinfección

Como actuar

Es importante que la persona que ha sufrido una fractura realice la menor cantidad de movimiento
posible, ya que puede causar más dolor o complicaciones. Se debe esperar a que lleguen profesionales
médicos que sepan cómo actuar. En caso de que se trate de una fractura abierta, es necesario intervenir
rápidamente para evitar que se infecte.

El médico que intervenga al paciente realizará una radiografía para identificar la posición del hueso
fracturado. Es importante conocer la causa de la fractura, pues ayuda al médico a identificar los huesos
dañados y cómo tratarlos. Una vez identificada, se recolocará el hueso en su posición original. Si el
hueso es muy largo o se ha fracturado en más de dos partes, es posible que el médico realice una cirugía
e introduzca un clavo de metal para consolidarlo. Este clavo será quitado una vez el hueso haya sanado.

Insolación

Se llama insolación, icto solar, ictus solis o infarto de calor a la enfermedad producida en la cabeza por
el excesivo calor del sol.

La insolación es una forma grave de enfermedad causada por una exposición prolongada y excesiva a
los rayos del Sol, durante la cual la regulación de la temperatura es incapaz de eliminar el calor
excedente del cuerpo, responsable de la deficiencia de muchos órganos. Otras denominaciones de la
insolación son: fiebre térmica, golpe de calor o síncope solar.

Síntomas

Aumento de la temperatura corporal: Puede alcanzar los 40 - 41 ºC.

Trastornos neurológicos: Se caracteriza por un estado de confusión y desorientación que pueden llegar
hasta el delirio e inclusive al coma.

Falta de transpiración: Al inicio la transpiración es excesiva, hasta llegar a humedecer la piel y la ropa.
Pero poco después disminuye notablemente y la piel se torna muy caliente, seca y enrojecida.

Cansancio, desgano, dolores de cabeza, náuseas y mareos.

Aceleración de la frecuencia respiratoria y cardiaca.

En casos graves, se registran fallas de múltiples órganos y sistemas, como riñones, hígado, aparatos
respiratorio y circulatorio.
Como actuar

 Colocar al afectado en lugar fresco y tranquilo.


 Hacer que mantenga la cabeza en alto.
 Intentar refrescarlo mojándole la ropa, aplicándole hielo o compresas frías en la cabeza, darle a
beber agua fresca o un poco salada.
 De ser necesario, desnudar al afectado y sumergirlo en agua fría hasta que la temperatura del
cuerpo haya descendido por debajo de 38°C, envolverlo luego en toallas húmedas y colocarlo
bajo la corriente de aire de un ventilador o aire acondicionado.
 En casos graves, reanimarlo mediante masaje cardíaco y respiración artificial.

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