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ESTUDIANTES:
PARALELO:
SÉPTIMO “C”
DOCENTE:
DR. ALEJANDRO BERMUDEZ
PERIODO ACADÉMICO:
OCTUBRE 2018 – MARZO 2019
SÍNDROME DE DISTRÉS RESPIRATORIO AGUDO
CONCEPTO
Es un síndrome caracterizado por edema pulmonar no cardiogénica debido a la alteración de
la permeabilidad de la membrana capilar pulmonar y que se presenta con insuficiencia
respiratoria grave, infiltrados pulmonares bilaterales difusos y disminución de la
distensibilidad pulmonar.
EPIDEMIOLOGIA y ETIOLOGÍA
Este síndrome fue descrito por Ausbaugh et al. en la década de los sesenta. Ha recibido
diversas denominaciones, como pulmón blanco, pulmón de shock o pulmón de sepsis. El
nombre actual es síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA). Hasta hace muy poco se
le denominaba síndrome de distrés respiratorio del adulto. La incidencia varia debido a las
diferentes definiciones que se han utilizado, pero podría estar en 10 casos por 100 000
habitantes por año. La incidencia del SDRA ha disminuido debido a la mejor detección
clínica del síndrome y a la mejoría en el tratamiento de los pacientes ingresados en UCI.
Tabla 1. Trastornos clínicos que suelen vincularse con SDRA
FISIOPATOLOGÍA
El SDRA se inicia por la lesion de los neumocitos y del endotelio pulmonar, lo que pone en
marcha un circulo vicioso de aumento de la inflamacion y daño del pulmon.
1. La activación endotelial es un proceso importante. En algunos casos, esta activación
es secundaria a la lesión del neumocito, que detectan los macrófagos alveolares
residentes. En respuesta, estos centinelas inmunitarios segregan mediadores como el
TNF, que actúan sobre el endotelio cercano. Como alternativa, los mediadores
inflamatorios circulantes pueden activar directamente el endotelio pulmonar en caso
de lesión tisular grave o sepsis. Algunos de esos mediadores lesionan las células
endoteliales, mientras que otros (principalmente, las citosinas) activan las celular
endoteliales para que expresen mayores concentraciones de moléculas de adhesión,
proteínas procoagulantes y quimiocinas.
CUADRO CLÍNICO
1. Fase inicial
- Exploración física y radiografía de tórax normales
- Aparición de taquicardia, taquipnea y alcalosis respiratoria
2. Fase latente
- Aparece de 6 a 48 h después del inicio
- Apariencia clínica estable
- Hiperventilación e hipocapnia
- Moderado incremento del trabajo respiratorio
- Anormalidades en la radiografía de tórax
4. Fase consolidada
- Hipoxemia refractaria
- Acidosis respiratoria y metabólica
Evolución clínica
1. mala evolución inicial en 1-2 días, con muerte del paciente por hipoxemia; esta
evolución es la menos frecuente
2. buena evolución y curación en 48-72 h
3. empeoramiento progresivo del cuadro respiratorio en 15 días, con aparición de
fibrosis pulmonar y muerte por insuficiencia respiratoria
4. empeoramiento durante los primeros 10 días, al que sigue un período de estabilidad
con mejoría progresiva
Complicaciones
Los pacientes con SDRA a menudo requieren ventilación mecánica de alta intensidad, que
incluye niveles altos de presión espiratoria final positiva (PEEP) o presión positiva continua
en las vías respiratorias (CPAP) y, posiblemente, altas presiones medias en las vías aéreas;
Por lo tanto, puede ocurrir barotrauma. Los pacientes se presentan con neumomediastino,
neumotórax o ambos. Otras complicaciones potenciales que pueden ocurrir en estos pacientes
con ventilación mecánica incluyen la extubación accidental y la intubación principal derecha.
Si se necesita una ventilación mecánica prolongada, los pacientes pueden eventualmente
requerir una traqueotomía. Con la intubación prolongada y la traqueotomía, pueden ocurrir
complicaciones de la vía aérea superior, especialmente edema laríngeo postextubación y
estenosis subglótica.
Debido a que los pacientes con SDRA a menudo requieren ventilación mecánica prolongada
y monitoreo hemodinámico invasivo, tienen riesgo de infecciones nosocomiales graves,
incluida la neumonía asociada a ventilación mecánica (VAP) y la sepsis de la línea. La
incidencia de VAP en pacientes con SDRA puede llegar al 55% y parece ser más alta que en
otras poblaciones que requieren ventilación mecánica. Estrategias preventivas que incluyen
elevación de la cabecera de la cama, uso de tubos endotraqueales de succión subglótica y
descontaminación oral.
EXÁMENES COMPLEMENTARIOS
Rx tórax: aparecen inicialmente infiltrados intersticiales bilaterales de predominio basal y
posteriormente, en menos de 12 horas, infiltrados alveolares bilaterales simétricos con
presencia o no de broncograma aéreo, puede existir derrame pleural bilateral. No se
acompaña de datos típicos de insuficiencia cardiaca como líneas de Kerley, cardiomegalia o
cefalización del flujo.
La Rx puede verse alterada por los efectos del tratamiento, así la fluidoterapia agresiva puede
empeorar el edema alveolar mientras que los diuréticos pueden limitar o reducir el acumulo
de líquido. La ventilación mecánica (en especial, presión espiratoria positiva. PEEP) al
incrementar la presión media de la vía aérea puede reducir la densidad regional pulmonar al
incrementar la insuflación, dando un aspecto radiológico de mejoría a pesar de persistir las
anomalías del intercambio gaseoso. Cuando se requieren presiones aéreas elevadas para una
ventilación efectiva, pueden aparecer signos radiológicos de barotrauma como enfisema
subcutáneo, neumomediastino y neumotórax.
DIAGNÓSTICO
Es fundamentalmente clínico ya que no existe
ninguna prueba específica para identificar el
síndrome de dificultad respiratoria aguda. El
diagnóstico se realiza sobre la base de una
exploración física, una radiografía de tórax y los
niveles de oxígeno. También es importante
descartar otras enfermedades y trastornos que
pueden producir síntomas similares.
Criterios diagnósticos
Existencia de enfermedad desencadenante de 1
semana de evolución o menos
Infiltrados bilaterales en la radiografía de tórax
que no se expliquen por derrame pleural,
atelectasia o nódulos
Insuficiencia respiratoria no explicable
totalmente por fallo cardiaco o sobrecarga
hídrica
Necesidad objetiva de descartar edema
pulmonar hidrostático (ecocardiografia) si no
hay un factor desencadenante
La PEEP utilizada debe ser aquella que optimice el intercambio de gases sin alterar
excesivamente el gasto cardíaco y, por consiguiente, su transporte a los tejidos. La PEEP se
puede aplicar por medio de mascarillas naso bucales o mediante ventilación mecánica a
través de una vía aérea artificial.
PRONÓSTICO
A pesar de los avances en el tratamiento de los pacientes que ingresan en UCI, la mortalidad
es aún elevada. Sin embargo, ha descendido alrededor de un 20% en las últimas décadas,
para situarse alrededor de un 40%. Los avances en el tratamiento de los pacientes graves y
el mejor conocimiento del síndrome son los hechos que han influido en el descenso de la
mortalidad.
Estudios multicéntricos han revelado que los pacientes con mejor comportamiento
gasométrico durante las primeras 48 h presentan mejor pronóstico.
Los siguientes factores están asociados a mayor mortalidad:
Edad superior a 65 años
Presencia de fallo multiorgánico,
Diferencia alveoloarterial de O2 superior a 585 mm Hg (77,9 kPa),
Distensibilidad efectiva inferior a 28 cm H2O/mL, exceso de base inferior a −8
mEq/L (−8 mmol/L), CO3H inferior a 20 mEq/L (inferior a 20 mmol/L),
Ph inferior a 7,4
Presencia de fístula broncopleural
Más del 10% de neutrófilos no segmentados en la fórmula leucocitaria.
La inmunodepresión asociada a la enfermedad de base es otro factor de mal
pronóstico.
Se ha comprobado que las entidades clínicas o fallos orgánicos que contribuyen a una mayor
mortalidad son la sepsis, la insuficiencia renal, el infarto de miocardio, la obstrucción del
tracto gastrointestinal, las alteraciones graves del SNC y los trastornos de la coagulación.
BIBLIOGRAFÍA
Síndrome de Dificultad Respiratoria del Adulto _ Libros Virtuales _ Intramed:
https://www.intramed.net/sitios/librovirtual1/pdf/librovirtual1_16.pdf--
Farreras, V., & Rozman, C. (2016). Medicina Interna . Barcelona : Elsevier.
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Kumar, V., Abbas, A., & Aster, J. (2015). Patologia estructural y funcional. Barcelona:
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