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HALLAZGOS DE LA CUEVA TRAFUL III o CUEVA DE LOS MAITENES, ÁREA

DE ALICURA, PROVINCIA DEL NEUQUÉN, REPÚBLICA ARGENTINA

Damiana E. Curzio*

INTRODUCCIÓN

La investigación de este sitio forma parte del programa “Salvataje arqueológico e


investigaciones prehistóricas en el área de Alicurá, provincias del Neuquén y de Río
Negro”, que se realiza por convenio entre la empresa Hidronor S.A. y la Facultad de
Filosofía y Letras, UBA, con la dirección de la Dra. Amalia C. Sanguinetti de Bórmida.
La cueva Traful III, o cueva de los Maitenes, se encuentra en el paraje Valle Encantado
(Dpto. Los Lagos, provincia del Neuquén), sobre la margen derecha del río Traful, a 1 km
de su desembocadura en el río Limay. Sus coordenadas geográficas son: 40º 43’ latitud
Sur, 71º 06’ longitud Oeste.
La cueva se abre con orientación este-nordeste, en la zona media de una quebrada
empinada recorrida por un arroyo de caudal temporario. La vegetación, de bosque abierto,
está integrada por un tapiz de gramíneas, como Stipa sp. y Cortaderia araucana, y
vegetación arbórea de Austrocedrus chilensis (ciprés) y Maytenus boaria (maitén), aislados
o formando manchones (Fig. 1).
El paisaje es abrupto, y las brechas y conglomerados tobáceos aflorantes están muy
meteorizados. Son frecuentes los pináculos, la rocas hongo y las cavidades.
La anchura máxima de la cueva es de unos 7 m; la profundidad de unos 9 m, y su altura
sobre el nivel del río se estimó en unos 150 m.
La excavación se realizó a partir de unidades de 1 x 1 m, siguiendo las capas naturales.
Todos los hallazgos se registraron tridimensionalmente y en planos a escala 1:10.
Como este sitio aún está en estudio, nos limitaremos a presentar en forma descriptiva el
registro obtenido hasta el momento.

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PREP-Conicet

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Figura 1. Mapa de ubicación de los sitios excavados en el área de Alicurá.

LOS HALLAZGOS Y SU POSICIÓN ESTRATIGRÁFICA

La excavación de la mayor parte de la superficie de la cueva mostró la existencia de una


potente pila sedimentaría que alcanza, en el ángulo nordeste, -4,38 m desde el 0,
mostrando un fuerte buzamiento de la roca de base hacia el sector mencionado. Los
sedimentos inferiores siguen esta orientación mientras que los suprayacentes (a partir de la
capa 14) se depositaron en forma subhorizontal (Fig. 2).
Hasta el momento, se detectaron las capas y lentes que se describen a continuación, de
abajo hacia arriba:

Capa 18 Apoyando sobre la roca de base existe un sedimento limoso, de color verdoso,
con abundancia de clastos. Estéril.
Capa 17 Sedimento medianamente plástico, de color pardo, que incluye clastos
pequeños y medianos.
A -3,78 m y a -3,68 m se hallaron dos fogones de unos 0,40 m de diámetro. El
más profundo está rodeado, hacia el sur, por sedimento rubefaccionado.
Además, en toda la zona ocupada por esta capa se detectaron partículas de

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carbón dispersas.
Por arriba, a unos -3,37 m y -3,42 m se registraron una lasca angular oblicua
con bulbo rebajado, una microlasca y un fragmento pequeño de lasca, todos de
sílice.
Capa 16 Sedimento limoso, amarillento. Es estéril salvo por un hallazgo que aún debe
determinarse: se trata de un pseudo cilindro, de unos 5 cm de largo, de
estructura anular, de color blancuzco, en muy mal estado de conservación. A
fin de constatar si se trataba de un resto óseo se lo expuso a la acción del ácido
clorhídrico, al que no reaccionó.
Capa 15 Sedimento limoso, amarillento, algo clástico. Estéril.
Capa 14 Sedimento arcilloso, pardo, con escasos carbones dispersos. Los hallazgos
consisten en lascas y microlascas de sílice, nucleiforme de sílice y restos
óseos de Lama guanicoe muy fragmentados y mal conservados.
Capa 13 Sedimento arcilloso de color pardo oscuro, con abundancia de clastos. En
algunos sectores está interrumpido por pequeñas lentes de sedimento
rubefaccionado.
Los instrumentos líticos están escasamente representados: tres raspadores de
filo frontal extendido sobre lascas de sílice (Fig. 2); un artefacto de talla
bifacial que conserva tres plataformas de lascado (sílice); un cuchillo sobre
hoja de arista, con retoque lateral simple sobre la cara inversa. Son
relativamente abundantes los desechos de talla, entre los que predomina la
sílice; el basalto y la obsidiana están prácticamente ausentes.
Los restos óseos, principalmente de Lama guanicoe, están muy mal
conservados. Son pequeños y algunos están quemados.
Las estructuras de combustión se reducen a dos fogones, de unos 7 cm de
potencia pero bastante extendidos.
Lente d Sedimento muy rubefaccionado, algo compactado. Se registraron escasos
hallazgos: desechos líticos y astillas óseas pequeñas.
Capa 12 Débil capa (unos 4 cm de espesor) formada por arcilla amarillenta muy poco
clástica. Estéril.
Lente c’ Está presente solamente en el sector norte de la cueva (cuadrículas F6, F7, F8,
E6, E7 y E8). Es un sedimento arenoso de grano muy fino color grisáceo,
levemente compactado. Contiene, en toda su potencia, huellas de ramas

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pequeñas y restos de hojas en muy mal estado de conservación.
Capa 11 Sedimento arcilloso-limoso, de color castaño claro, muy compactado. Estéril.
Capa 10 Sedimento arcilloso-limoso, menos compactado que el anterior. Contiene
desechos de talla de sílice, restos óseos pequeños y partículas de pigmento
rojo preparado. Son hallazgos esporádicos, hechos en la zona centro-sur de la
cueva; hacia el norte son inexistentes.
Lente c En la misma posición que la lente c’ aparece nuevamente la arena de grano
muy fino, grisácea, que resultó ser estéril.
Capa 9 Sedimento arcilloso de color pardo claro. Los hallazgos son escasos, con
predominancia de restos óseos de Lama guanicoe.
Capa 8 Arcilla medianamente plástica de color pardo, interrumpida por pequeñas
lentes de ceniza de combustión y de sedimento rubefaccionado, ambas
relacionadas con fogones. Estos son numerosos (7 fogones en 11 cuadrículas),
y en general, de unos 50 cm de diámetro por 5 cm de potencia; algunos
incluyen unos pocos restos óseos quemados y guijarros aportados.
La mayor concentración de materiales se registra en la cúspide y en la porción
media de la capa, decreciendo considerablemente hacia la base.
Entre los restos faunísticos predominan huesos fragmentados de Lama
guanicoe. Muchos de ellos están quemados y calcinados y algunos,
articulados.
En escasa cantidad se registró la presencia de restos óseos de Dusicyon sp.,
Lagidium sp. y fragmentos de valvas de Diplodon patagonicus.
Con respecto al instrumental lítico se obtuvieron seis raspadores de filos
cortos o extendidos, sobre lascas de sílice. Asimismo, muy pocas lascas con
retoque sumario y una sola pieza bifacial.
Por el contrario, lascas internas y microlascas están ampliamente
representadas; la técnica de hojas fue utilizada mínimamente. La sílice es la
materia prima predominante; no obstante, existen algunos ejemplares de
obsidiana y de basalto.
La tecnología de molienda está representada por un fragmento de molino,
levemente convexo, de unos 2 cm de espesor, y por guijarros ovalados y
cilíndricos con huellas de uso.
Los instrumentos óseos son igualmente escasos: dos punzones gruesos y un

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fragmento de ápice de punzón fino.
Capa 7 Arena pumícea, de grano mediano, de color castaño y blanco.
La ocupación se registró fundamentalmente por la presencia de abundantes
restos óseos de guanaco, algunos quemados, otros articulados. En el ángulo
sudoeste de la cuadrícula E3 existe una acumulación que podría conformar un
basural.
Capa 6 Sábulo pumíceo, de grano mediano y color castaño. Incluye carbones
dispersos en abundancia, tal vez provenientes de los ocho fogones
documentados.
Continúa la predominancia de restos óseos de guanaco y la baja proporción de
artefactos líticos.
El único instrumento es un punzón grueso con el ápice fragmentado.
Capa 5 Arena pumícea de grano grueso, de color gris oscuro.
Se hallaron: un raspador de filo extendido, sobre fragmento de lasca de sílice,
una lasca con retoque sumario, un punzón sobre hueso largo de ave y dos
punzones gruesos.
En esta capa se registra la profundidad máxima que alcanza la cerámica:
-1,03 m, con la presencia de dos tiestos: uno liso; el otro, inciso paralelo.
El registro faunístico incluye, además de abundantes restos de guanaco,
fragmentos de valvas de Diplodon patagonicus y tres vértebras probablemente
de Percichtys sp.
Capa 4 Arena pumícea de grano mediano y color gris claro en general. Hacia el oeste
de la cueva toma coloración más blanquecina por estar muy impregnada con
ceniza de combustión.
Hasta el momento hemos documentado 19 fogones. El análisis radiocarbónico
de uno de ellos, ubicado en la porción media de esta capa, dio como resultado:
960 ± 100 años (informe Ingeis Nº 2619). Predominan los fogones de cubeta;
algunos contienen, sobre los carbones, una débil capa de Stipa sp. quemada y
calcinada y el todo está cubierto por grandes clastos.
La zona central de la cueva muestra una fuerte ocupación, a la vez que una
ergología bastante variada.
Existen puntas de proyectil apedunculadas y, en mayor cantidad,
pedunculadas. Son de limbo triangular y generalmente de sílice; un solo

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ejemplar es de obsidiana (Figs. 3 y 4).
El resto del instrumental lítico se completa con tres raspadores de filo frontal,
sobre lascas de sílice y algunas lascas con retoque sumario. Los desechos, de
sílice en su mayor parte, son numerosos.
Esta capa es la que proporcionó la mayor cantidad de tiestos, que podemos
agrupar en dos tipos: a) tiestos lisos, de color ante, de paredes finas; b) tiestos
de color pardo oscuro, de paredes gruesas y de factura tosca, que aparecen
generalmente decorados mediante líneas incisas paralelas y cercanas al borde
de la pieza; algunos de estos tiestos tiene agujero de suspensión.
En cerámica también se obtuvieron tres torteros pequeños, bolillas de unos 2
cm de diámetro y dos porciones de tierras cocidas, una con la impronta de la
huella digital del pulgar del artesano. .
Los punzones son de tres tipos: 1) gruesos; 2) muy finos; 3) sobre astilla ósea
de sección rectangular y el ápice de sección circular.
Se documentaron adornos de valva: cuentas de collar (“chaquiras”); dos
valvas con los bordes recortados, una formando festón pequeño, y la otra
(posiblemente de origen marino), ondas asimétricas.
Son abundantes los restos faunísticos, predominantemente de Lama guanicoe
y en menor proporción, de Dusicyon, Lagidium y Ctenomys sp. Además,
fragmentos de valvas de Diplodon patagonicus y vértebras de pez.
Lente b En la zona sudeste (cuadrículas I2, I3, I4, I5, H2, H3, H4, H5, G2, G3, G4, F3
y porción sur de F4), existe una lente arcillosa-limosa, de color castaño claro,
fuertemente compactada.
Los hallazgos se limitan a dos estructuras de combustión, dos tiestos lisos,
unos pocos desechos líticos y algunos restos óseos.
Capa 3 Arena pumícea de color grisáceo y de grano levemente más fino que la capa 4.
Es más potente en la zona sur y central de la cueva; hacia el norte alcanza sólo
unos pocos centímetros.
Los escasos hallazgos consisten en fragmentos óseos de Lama guanicoe,
Lagidum sp., fragmentos de valvas de Diplodon patagonicus; algunos
desechos de sílice y muy pocos tiestos lisos.
Lente a Consiste en una “camada de pasto” ubicada en el sector noroeste de la cueva
(cuadrículas E5, E6, D5, D6, C5, C6). Contiene carbones dispersos y ramas

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fragmentadas. Los hallazgos son los siguientes: desechos líticos; restos óseos;
fragmento de cestería en espiral (Fig. 2); fragmento de tejido de fibras
vegetales; fragmento de caña colihue cortado longitudinalmente por la mitad y
decorado con líneas paralelas transversales y líneas paralelas rectas y en zig-
zag longitudinales (esta decoración parece haber sido hecha con pigmento rojo
oscuro); fragmentos de ramas rectas con un extremo algo aguzado, muy
alisado y quemado.
Capa 2 Guano muy compactado.
Los materiales obtenidos son similares a los registrados en las capas 4, 3 y
lente a. Sólo cabe agregar una placa grabada sobre roca blanda, tal vez toba,
de unos 8 cm de largo, decorada con líneas oblicuas rectas entrecruzadas; esta
decoración ha sido levemente impregnada con pigmento rojo.
Están ausentes las puntas de proyectil apedunculadas. Las cuatro halladas son
triangulares, pedunculadas; tres de sílice, la restante, de obsidiana (Fig. 3).
Capa 1 Sedimento superficial. Se evidencia una disminución en el número de los
hallazgos con respecto a las capas subyacentes. El registro faunístico es
similar al anotado para las capas a partir de capa 4 y lo mismo ocurre con el
resto de los materiales. No existe cestería ni cañas decoradas, pero sí un
fragmento de cuero, muy fino, bien preparado, cosido con fibra vegetal muy
retorcida. No existen elementos posconquista.

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Figura 2. Izquierda: planta de la cueva con indicación de las cuadrículas excavadas.
Derecha: corte estratigráfico con indicación de capas y ocupaciones. 1 y 2. Raspadores de
sílice. Capa 13; 3. Raspador de sílice. Lente d; 4. Esquema de fragmento de cestería en
espiral. Capa 2.

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Figura 3. 1, 6 y 8. Puntas pedunculadas de sílice. Capa 4; 2. Punta pedunculada de sílice.
Capa 2; 3 y 5. Puntas apedunculadas de sílice. Capa 4; 4. Punta apedunculada de obsidiana.
Capa 4; 7. Punta pedunculada de bordes aserrados de sílice. Capa 1; 9. Punta pedunculada
de sílice. Capa 2; 10. Punta pedunculada de obsidiana. Capa 1.

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Figura 4. 1. Punta pedunculada, de sílice. Capa 1; 2. Punta apedunculada de obsidiana.
Capa 2; 3. Punta apedunculada de basalto. Capa 3; 4. Matriz bifacial de obsidiana. Capa 4;
5. Punta pedunculada de sílice. Capa 2; 6. Punta triangular, pedunculada, de sílice. Capa 4.

CONSIDERACIONES GENERALES

Sobre la base de la síntesis expuesta podemos inferir, tentativamente, que la cueva Traful
III tuvo cinco momentos de ocupación, que mencionaremos a continuación. La futura
excavación del sector nordeste, el análisis de los materiales obtenidos y los fechados
radiocarbónicos pueden modificar y ampliar este esquema preliminar.
1) La primera ocupación (capa 17) tuvo un área muy reducida (aproximadamente 3 m2), y
debió haber sido muy breve si nos atenemos a los testimonios obtenidos: tres desechos

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líticos y dos fogones. La ausencia de restos óseos se debe, tal vez, al tipo de sedimento,
que no los conserva.
2) Los ocupantes de las capas 14, 13 y lente d basaron su subsistencia en el guanaco y
dejaron un registro reducido. La ausencia de puntas de proyectil nos hace pensar en la
posible utilización de otros métodos de caza que desconocemos hasta ahora; o que las
puntas fueron elaboradas y empleadas en otros sitios, limitándose a llevar las presas a la
cueva.
3) La tercera ocupación, representada en las capas 9 y 8, no presenta diferencias
significativas con respecto a la anterior, salvo en lo referente al mayor número de
artefactos, la aparición de instrumentos óseos (Figs. 5 y 6) y de elementos de molienda.
En la 2º y 3º ocupaciones son notables la abundancia de microlascas, algunas
pertenecientes a la misma materia prima; sin embargo, no se han hallado instrumentos ni
núcleos de esas mismas sílices. Evidentemente, en la cueva existió actividad de retalla y
retoque, pero el producto final fue llevado a otro sitio.
Asimismo, están prácticamente ausentes la técnica de hojas y la técnica bifacial.
4) En las capas 7, 6, 5, 4, lente b y 3 (4º ocupación) nos encontramos frente a nuevas
tecnologías: bifacialidad, cerámica, manufactura de valvas, a la vez que se amplía el
registro faunístico.
En otros sitios, más o menos cercanos al que tratamos, se hallaron contextos similares a
éste. Algunos de estos sitios son la Cueva Traful I: Ocupaciones Finales (Crivelli, Curzio y
Silveira 1993); Cuyín Manzano: Fase cultural A, niveles I y II (Ceballos 1982:8-16); alero
Valle Encantado I (Hajduk com. per.); Cementerio del Río Limay: niveles II y I (Vignati
1944:135-138); Malal Huaca (Sanguinetti de Bórmida y Curzio MS); y en zona boscosa, el
Alero Las Mellizas (Silveira 1982/83).
5) La última ocupación: 5º (lente a y capas 2 y 1) continúa el espectro tecnológico de la
anterior a la vez que lo amplía con algunas innovaciones: decoración de caña colihue,
placa grabada, preparación de cuero y cestería. Debemos señalar la presencia de esta
última en el Alero de Los Sauces y Alero del Dique, en la cuenca del río Limay inferior
(Sanguinetti de Bórmida 1981:22, 24 y 25).

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Figura 5. Artefactos óseos: punzones. 1, 3, 5 y 7. Capa 4; 2, 4 y 6. Capa 2.

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Figura 6. 1. Punzón de hueso. Capa 4; 2 y 4. Punzones de hueso. Sondeo 1; 3. Artefacto
óseo; 5. Fragmento de hueso con incisiones. Sondeo 2; 6. Probable tortero lítico. Capa 4.

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AGRADECIMIENTOS

A la Dra. Amalia C. Sanguinetti de Bórmida por su confianza y dirección en el trabajo. La


Lic. Estela M. Cúneo participó trabajando incansablemente en la mayor parte de las
campañas realizadas. Los Dres. Eduardo A. Crivelli y Mario J. Silveira aportaron
significativos consejos. Gracias a las gestiones de los Ings. Orlando Sillero, Andrés Briazo,
Ricardo Saravia Acuña y del Sr. Alfredo Widmann, de Hidronor S.A., la organización de
las tareas de campo fue más fácil. El Sr. Juan Pascual, Oficina Automotores del Consorcio
Alicurá planificó el traslado diario al sitio que fue realizado muy efectiva y cordialmente
por los Sres. Eduardo Juri, Alberto Martínez, Augusto Vallmitjana y Cristian Campanella.

BIBLIOGRAFÍA

Ceballos, R. 1982. El sitio Cuyín Manzano. Centro de investigaciones científicas de Río


Negro. Estudios y documentos, Nº 9, Viedma, Río Negro.
Crivelli, E. A., D. E. Curzio y M. J. Silveira. 1993. La estratigrafía de la cueva Traful I
(provincia del Neuquén). Praehistoria, Vol. 1: 9-160.
Sanguinetti de Bórmida, A. C. 1981. Prehistoria de la cuenca del río Limay. 1º parte: los
aleros del Limay norte (área del Chocón). Trabajos de prehistoria, Instituto de
Ciencias Antropológicas, Facultad de Filosofía y Letras, UBA. Publicación Nº 1.
Buenos Aires.
Sanguinetti de Bórmida, A. C. y D. E. Curzio. MS. El sitio Malal Huaca. Comunicación
presentada al VIII Congreso Nacional de Arqueología Argentina, Concordia, 1985.
Silveira, M. J. 1982/83. Alero Las Mellizas (Pcia del Neuquén, R.A.). Informe preliminar.
Patagonia documental, Nº 8, Centro de Documentación Patagónico, Bahía Blanca.
Vignati, M. A. 1944. Antigüedades en la región de los lagos Nahuel Huapi y Traful. V: el
Cementerio del río Limay. Notas del Museo de La Plata, tomo IX, Antropología, nº
27.

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