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D.P.1642.

18-D

AUTO

En Barcelona a, 21.01.19

ANTECEDENTES DE HECHO

1.-Las presentes diligencias se incoaron por auto de fecha 11.12.18

2.-Se han practicado las diligencias que venían acordadas.

3.-Concedido trámite de audiencia, el Ministerio Fiscal ha solicitado, que se aporten a


la cusa los escritos de calificación de la acusación y defensas, presentados en la
causa especial seguida ante la Sala 2ª del TS y en la Audiencia Nacional.

4.-En igual trámite la defensa ha solicitado el sobreseimiento

FUNDAMENTOS DE DERECHO
I.-EL HECHO

En la denuncia se relata que xxxxxx es testigo protegido en la causa especial


20907/2017 que se sigue en la sala segunda del TS. JOSEP HUGUET publicó en su
cuenta de Twitter, la fotografía de xxxxxxx, con el siguiente texto: xxxxxx Secretaria
judicial del jutjat d'instrucció nº 13 de Barcelona. Porta la causa independentista.
Seguidora de Unidad Nacional Española, associació partidària d'usar l'exercit contra
els catalans. Vol mantenir l'anonimat.

La testigo, en su declaración refiere que se sintió perturbada e intranquila y dio lugar a


incomodidades; una de ellas es que fue recusada y ha sido liberada de determinados
servicios, porque tiene protección policial. Después del twitter tuvo daños en su coche,
pero no puede decir que el twitter fuera causa de los mismos. Su fotografía estaba en
la página Facebook, que es una página restringida

El denunciado, en su declaración refiere que se limitó a redifundir el twitter, no es el


autor del mismo. La difusión la llevó a cabo por la importancia de la información,
información que había aparecido en otros medios. No sabía que se trataba de un
testigo protegido; su única finalidad era la de informar.

II.-EL DERECHO

1.-La tesis del Ministerio Fiscal

El Ministerio fiscal, proyecta sobre el hecho objeto procesal, la realización de dos


delitos; uno de coacciones 172.1 y otro contra la administración de justicia art. 464 1 y
2 del C.P.

2.-La tesis de la defensa

La defensa niega la tipicidad e inscribe el comportamiento de su defendido dentro de


la libertad de expresión.

3.-La valoración judicial

A) Los tipos penales en particular


a) El tipo penal de coacciones

El delito de coacciones puede ser definido como un comportamiento, realizado por el


sujeto activo, que incide en la libertad de actuar, del sujeto pasivo, de manera
coherente con la decisión adoptada, a diferencia de las amenazas que inciden en el
proceso de motivación, de formación de la voluntad del sujeto pasivo, mientras que en
las coacciones la voluntad ya está formada.

Si bien en un momento inicial la doctrina discutió los límites de la violencia utilizada por
el sujeto activo como medio para realizar la conducta, en la actualidad es pacífica la
aceptación de todo comportamiento que, “per se”, como “vis compulsiva” sea idóneo
para alcanzar el fin típico, e integrar el núcleo del tipo.

Las dos conductas típicas, impedir o compeler están dirigidas a un hacer y han de
tener, en sí mismas consideradas, eficacia suficiente para logar la finalidad de la
acción.

El delito de coacciones describe una conducta comunicativa entre el sujeto activo y el


pasivo; es en la comunicación que el sujeto pasivo tendrá conocimiento del
comportamiento del sujeto activo, que tiene como finalidad típica la de impedirle
actualizar libremente su voluntad.

La comunicación puede ser directa o indirecta; lo trascedente es que el


comportamiento del sujeto activo, capaz de ocasionar la perturbación de la libertad del
sujeto pasivo, llegue a su conocimiento y a tal evento final dirija el sujeto activo la
acción.

b) Referencia jurisprudencial

El TS, en resolución reciente 8.11.2018 auto 1342/2018, resume la doctrina


jurisprudencial relativa al delito de coacciones que es concordante con lo acabado de
referir.

En cuanto al delito de coacciones, la doctrina de esta Sala ha establecido los


requisitos que lo configuran. Así, entre otras en Sentencia 595/2012 de 12 de julio,
decíamos: "para la configuración del delito de coacciones es necesario: 1º) una
conducta violenta de contenido material vis física, o intimidativa vis compulsiva,
ejercida contra el sujeto o sujetos pasivos del delito, bien de modo directo o indirecto a
través de cosas, e incluso de terceras personas; 2º) cuyo modus operandi va
encaminado como resultado a impedir hacer lo que la ley no prohíbe o efectuar lo que
no se quiera, sea justo o injusto; 3º) cuya conducta ha de tener la intensidad de
violencia necesaria para ser delito, pues de carecer de tal intensidad podría constituir
falta ( art. 620 C.P.) ( STS 167/2007, de 27 de febrero); las SSTS 1181/1997, de 3 de
octubre; 628/2008, y 982/2009, de 15 de octubre, insisten en la intensidad de la
violencia como nota diferencial; 4º) que exista el ánimo tendencial consistente en un
deseo de restringir la libertad ajena como se deriva de los verbos "impedir" y
"compeler"; y 5º) una ilicitud del acto, examinado desde la normativa de la convivencia
social y la jurídica que preside o debe regular la actividad del agente ( SSTS
1382/1999, de 29 de septiembre; 1893/2001, de 23 de octubre; y 868/2001, de 18 de
mayo). El cual (el agente del hecho) no ha de estar legítimamente autorizado para
emplear violencia o intimidación ( SSTS 1397/1997, de 17 de noviembre; 427/2000, de
18 de marzo; y 131/2000, de 2 de febrero).
El elemento subjetivo hay que inferirlo de la conducta externa, voluntaria y consciente
del agente, sin que se requiera una intención maliciosa de coaccionar, pues basta el
dolo genérico de constreñir la voluntad ajena imponiéndole lo que no quería efectuar (
SSTS 30-1-1980 y 19-1-1994). Intención dirigida a restringir la libertad ajena para
someterla a deseos o criterios propios ( SSTS 362/1999, de 11-3; 731/2006, de 3 de
julio).
La misma doctrina jurisprudencial admite que la violencia típica no solo abarca la
violencia física, sino también a la intimidación o "vis psíquica", que puede proyectarse
tanto sobre quién es obligado a actuar o dejar de actuar contra su voluntad, como
sobre otras personas o sobre cosas de su uso o pertenencia -la denominada "vis in
rebus"- (véase STS de 18 de julio de 2002 y 15 de octubre de 2009).
El delito se consuma en el mismo momento en que se compele a realizar lo no querido
o a impedirle hacer lo que desea.

c) El concurso

Cuestión especial es la relativa al concurso del delito de coacciones con otras figures
delictivas, en este supuesto con el delito contra la administración de justicia. El
concurso dejará ser de leyes, si concurre con otras formas de violencia típica que no
inciden en la libertad. No siendo así se impondrá el concurso de leyes, por el principio
de consunción; ello sucederá cuando concurra un delito específico que implique para
su realización la afectación de la libertad del sujeto pasivo.

d) El tipo penal contemplado en el art. 464.1 y 2

El núcleo del tipo penal del art. 464.1 consiste en realizar conductas, con violencia o
intimidación (la violencia equivale a la fuerza física. La intimidación es el anuncio de un
mal) que, por sí mismas, tengan idoneidad, en el ámbito de la imputación objetiva,
para influir en los sujetos pasivos cualificados que el tipo menciona, y ello sea
conocido y querido por el sujeto activo.

El art. 464.2, contempla las represalias contra los sujetos pasivos que se mencionan
en el tipo, por su actuación en un proceso judicial.

e) Referencia jurisprudencial

Hemos dicho en STS 267/2000, de 29 de febrero , que el delito de obstrucción a la


Justicia constituye una infracción tendencial o de mera actividad, perfeccionándose
con el solo intento de influir, directa o indirectamente, en aquellos sujetos procesales
que describe el precepto (denunciante, parte, imputado, abogado, procurador, perito,
intérprete o testigo), aunque no logre el infractor el objetivo propuesto (...) Sus
requisitos legales son: a) un intento de influir, directa o indirectamente, sobre los
sujetos procesales citados en el tipo penal (denunciante, parte, imputado, abogado,
procurador, perito, intérprete o testigo); b) que dicho intento se refuerce de violencia o
intimidación, con el objetivo de atemorizar al sujeto pasivo de este delito; c) que la
finalidad perseguida con la acción nuclear del tipo (intentar influir) lo sea el modificar la
actuación procesal del sujeto pasivo en el curso de un procedimiento, de cualquier
clase que sea éste; d) elemento subjetivo o intencional, constituido por el dolo de
influenciar, cualquiera que sea la finalidad que persiga el autor.
Tampoco en este caso asiste la razón al recurrente. El Tribunal de instancia subsumió
conforme a Derecho la conducta antes referida al concurrir la totalidad de los
elementos expuestos y, en particular, al concurrir la conducta típica (consistente en las
amenazas telefónicas de dar una paliza al perjudicado); la finalidad perseguida (que el
perjudicado retirase la denuncia realizada); y, como tipo subjetivo, la intención del
recurrente de influenciar al perjudicado para que modificase su actuación procesal ya
iniciada (mediante la formulación de la denuncia).
Asimismo, el Tribunal de instancia justificó la gravedad de la intimidación ejercida por
el recurrente ya que fue bastante para producir en la víctima "un temor y un
desasosiego personal" pues, de conformidad con el relato de hechos de la sentencia,
el acusado conocía al perjudicado y su domicilio. Tribunal Supremo, Sala Segunda, de
lo Penal, Auto 998/2018 de 19 Jul. 2018, Rec. 2488/2017

Frente a ello hemos de decir lo siguiente: 1.º El delito que se tipifica en el referido
artículo 464 es un delito de carácter público y no privado por sancionarse en él
acciones tendentes a la obstrucción de la Justicia mediante acciones violentas o
intimidatorias o actos atentatorios contra la vida, integridad, etc., o bien dirigidas a
influir directa o indirectamente en quien sea denunciante, parte o imputado en un
procedimiento para que modifique su actuación procesal, o bien con intención de
represalia contra las personas citadas por su actuación en un procedimiento. 2.º Es
decir, el precepto distingue en sus dos apartados el ánimo de «influir» y el ánimo de
«venganza», por lo que en este segundo supuesto no es necesario que la víctima de
las acciones violentas forme parte en ese momento del proceso, bastando que haya
sido denunciante del hecho que le dio origen. Esto es lo que sucede en el presente
caso en el que el tipo delictivo aplicado y objeto de condena fue el comprendido en el
apartado 2º del referido artículo 464 por las acciones violentas de los encausados
contra el inicialmente denunciante, al que causaron determinadas lesiones, con ánimo
claro y evidente de venganza por haber realizado la denuncia, siendo indiferente, por
tanto, que después se mostrara o no parte en el procedimiento incoado. Tribunal
Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, Sentencia 467/2001 de 24 Mar. 2001, Rec.
1762/1999.

Esta referencia jurisprudencial trae aquí a colación los elementos del tipo penal y los
comportamientos que fueron subsumidos en el tipo: todos ellos distintos al aquí
considerado.

En la primera modalidad 464.1 se tipifican acciones violentas o intimidatorias, sobre


las personas cualificadas en el tipo, para influir en su actuación procesal.

En el art. 464.2, no considera la influencia en la actuación procesal, sino como


represalia a una actuación ya llevada a cabo.

f) La cuestión específica del concurso entre el delito de coacciones y el delito


de obstrucción a la justicia.

En el escrito de denuncia se invoca entre una y otra figura delictiva, su concurrencia


en la modalidad del concurso ideal; es decir, un comportamiento que en una unidad
natural de acción, vulneraria dos bienes jurídicos, art. 77.1 del C.P.

Esta apreciación vendría apoyada en la frase del art. 464.2, donde se dice, sin
perjuicio de la pena que corresponda a la infracción de que tales hechos sean
constitutivos; expresión que no se recoge en el art. 464.1.

g) Referencia jurisprudencial
En la reciente jurisprudencia de audiencia, aparecen dos posiciones: así por ejemplo,
la S. A.P. de Córdoba, Secc.2, de 15.02.18, la frase “que quite la denuncia, si no ya
veréis”, fue tipificada solo como delito contra la administración de justicia. La S de la
AP de Navarra, sec.1, de 9.05.18, la expresión “estáis muertos” fue calificada en el
mismo sentido.

De manera contraria, la S. de la AS.P. de La Coruña sec.2, de 14.09.18, la expresión


“Feliciano, gordo de mierda, ya sé dónde vives, te voy a matar a ti y a tu familia” fue
calificada de delito de amenazas y contra la administración de justicia. En el mismo
sentido la S. de la A.P. de Ávila de 17.10.18, la expresión “ya te llegará la hora por
haber dicho que yo era un consumidor de droga”. Esta sentencia contiene un voto
particular, en el que se considera la no existencia del delito contra la administración de
justicia, si el motivo de la actuación es estrictamente personal.

h) Conclusión a la que se llega

El comportamiento de represalia, exige, necesariamente, un acto atentatorio contra los


bienes jurídicos del sujeto pasivo que el tipo menciona.

Si el ámbito normativo contempla la totalidad del desvalor del acto y del resultado, el
comportamiento, en sí mismo típico, de la represalia, queda subsumido en el mismo
tipo penal, como acompañante hecho típico. Si, por su entidad el desvalor del acto,
supera el ámbito de prohibición normativo, entonces se estará en la figura concursal
del delito ideal, en caso contrario se tratará de un concurso de normas, debiendo de
prevaler el tipo penal especifico que es el delito de obstrucción a la justicia, por el
principio de consunción, porque la realización de este tipo penal, contempla la lesión a
la libertad, en este caso, del testigo, y es por tal condición, que se afecta, también a la
administración de justicia, contemplando el tipo penal, dentro de los límites de
valoración de la norma, ambos bienes jurídicos.

i) La condición de testigo protegido

La condición de testigo protegido, concepto que se define en a LO 19/1994, exige la


declaración del art. 1.1. Las medidas que se prevén en el art. 2 y 3, tiene su campo de
actuación en el proceso penal. El cumplimento de las medidas que se puedan adoptar
no va dirigido a la generalidad de los ciudadanos, como si de un precepto legal se
tratara, ya que solo las partes en el proceso tendrán conocimiento de ello.

III.-APLICACIÓN AL PRESENTE CASO

La pregunta a la que se debe de dar respuesta es si la difusión de un twitter, con el


contenido que se ha reproducido, puede dar lugar al tipo penal de coacciones, que en
el ámbito del art. 464.1 implicaría un acto de violencia o intimidación, o de represalia,
en la modalidad del art. 464.2

El comportamiento descrito en la denuncia no se inserta en una conducta


comunicativa entre el testigo y el denunciado. Ello pasa por considerar si tales
comportamientos pueden realizarse por un comportamiento que sin estar dirigido al
sujeto pasivo, ofrece una información, que puede ser utilizada por terceros no
definidos que accedan a la misma, para llevar a cabo éstos los comportamientos
típicos, alegándose, en este punto que el art. 464.2 menciona la posibilidad directa o
indirecta.

Dar lugar a comportamientos, que no se explicitan en la denuncia, sin que medie


concierto con terceros, se abriría a un comportamiento imprudente, lo cual no está
previsto para las modalidades delictivas que se invocan; al tiempo que no se trata de
ofrecer ningún bien escaso, toda vez que los datos que se contiene en twitter están
insertos en la denominada información abierta.

Las noticias de referentes fácticos, que se recogen en la información abierta de


internet (basta para ello acceder a cualquier buscador) no son susceptibles de integrar
un comportamiento compulsivo, contra la libertad de las personas; precisamente
porque se trata de información conocida y accesible en los medios de comunicación.

En el presente supuesto la información trae causa de la intervención profesional,


como letrada de la administración de justicia, de xxxxxx, en la ejecución del auto de
fecha 19.10.17, dictado en las D.P. 118-17, seguidas en el juzgado de instrucción nº
13, en el que según el testimonio remitido, se perseguía un delito contra la salud
pública, acordándose la entrada y registro, entre otros lugares en la Secretaria general
de la Vicepresidencia de Economía, rambla de Catalunya nº 19-21. Son los incidentes
que habrían sucedido en esta entrada y registro, lo que habría dado lugar a la
incoación posterior de diversa causas. (Las valoraciones jurídicas que el mencionado
auto puede abrir y la incidencia de las mismas en la cualifación del sujeto pasivo,
excede de la presente resolución)

Aquí ha de significarse que no existe ningún referente para poder decir que Josep
Huguet conocía, que en las causas abiertas xxxxxx tenía la condición de testigo o de
testigo protegido y que la redifusión del twitter, tenía como evento final, la de
perjudicar a la testigo en tal condición.

De manera contraria, lo que resulta es que la redifusión del twitter se ubica en el


interés informativo del hecho acabado de referir.

Referencia jurisprudencial

La Secc.8 de la A.P. de Barcelona, ha dictado una sentencia reciente, de fecha


6.11.2018, en la cual se valora la posibilidad de que la serie de twitters que se recogen
puedan ser idóneos para integrar el tipo penal de delitos de odio. Se invoca como
limite la libertad de expresión, que exige una valoración sobre cada caso concreto.
Hay formas de expresión que ofenden, perturban o trastornan, pero, en sí mismas, no
constituyen incitación al odio. El eco que de los twitters se hicieron en los medios de
comunicación, no modifica la valoración de los mismos. La sentencia concluye que los
twiters no tienen entidad bastante para lesionar el bien jurídico protegido.

La sentencia citada, que tiene como uno de los antecedentes el A.TSJC de


28.06.2018, se refiere al delito de odio, y éste no es el aquí invocado, pero contiene un
valoración sobre la trascendencia injusto-típica de los twitters, que rechazando la
tipificación de la acusación, no se formuló tesis alternativa, ni se sugiere en la
sentencia.

El auto del TS de 8.11.2018, también referido al delito de odio, valora un twitter, señala
que “La función jurisdiccional consiste, en estos casos, en valorar, atendido las
circunstancias concurrentes esto es, si la conducta que se enjuicia constituye el
ejercicio legítimo del derecho fundamental a la libertad de expresión(...)” se concluye
que el twitter examinado (Los 9 maestros catalanes de la infamia con fotografías,
nombres, trabajos y actividades de 9 personas ) es libertad de expresión y se inadmite
la querella.
En el mismo sentido el auto del TS de Andalucía de fecha 10.01.19, con
independencia de la veracidad twitter estima que ha de prevalecer la libertad de
expresión.

El hecho que se describe en la denuncia, se limita a la difusión de una información,


que puede ser obtenida en abierto y no es por lo tanto, como ya se ha dicho, ningún
bien escaso.

Como es bien sabido las informaciones de la red, ofrecen diferentes maneras de ver,
que coexisten en una sociedad. Las mismas no son objeto, a diferencia de los medios
de comunicación, de ninguna selección previa. Los internautas disponen de una fuerza
desigual, en atención a su número. La información que se difunde contribuye a la
formación de la identidad numérica, en atención a una comunidad de ideas, de valores
o de prácticas; expresan preocupaciones cotidianas, y movilizan a los ciudadanos
frente a cuestiones de interés general. Dependerá de cada internauta abrir sus fuentes
de información a argumentos contradictorios, a fin de examinar la aproximación
racional a la realidad factual de la información que se recibe, para que sirva de
referencia en el debate público.

El TEDH, define internet como uno de los principales medios para el ejercicio de la
libertad de recibir y comunicar información o ideas, garantizado en el art. 10 de la
Convención (Cenguz et autres c. Turquie. S. 1.12.2015).

El TEDH sistematiza los limites ( “Internet: la jurisprudence de la Cour européenne


des droits de l'homme” ; el dossier puede encontrarse en página web del Tribunal)

Son los siguientes: Protección de la moral. Lanzadores de alerta. Protección de la


personalidad.

En este último punto, en un supuesto fáctico distinto, se dice que el hecho no puede
ser considerado independientemente del contexto histórico y social. (PETA
Deustschland c. Allemagne nº 43481 S. de 8.11.2012)

En la S. de 2.12.2008 (K.U. c. Finlande nº 2872/02) también en un supuesto fáctico


distinto, se estima vulnerado el art. 8 de la Convención, por ausencia de la obligación
positiva de protección, que concierne a la vida privada, se fundamentaba en el riesgo
físico y moral que la situación litigiosa podía comportar para el demandante, atendida
la vulnerabilidad derivada de su joven edad.

En el presente caso no concurren tales límites, toda vez que lo que el twitter contiene,
como ya se ha repetido, se puede, fácilmente, obtener en internet, sin que el twitter,
en cuestión, aporte ningún dato relevante, que pudiera ser estimado como un bien
escaso, capaz de poner en marcha una dinámica atentatoria contra la libertad.

IV.-PRACTICA DE NUEVAS DILIGENCIAS

El Ministerio Fiscal solicita testimonio de los escritos de acusación presentados por


todas las partes en las causas abiertas en el TS y en la AN.

La finalidad, según se indica en la petición, es la de conocer si xxxxxx, es propuesta


como testigo.

Que tiene la condición de testigo es, en este momento, un hecho conocido y así se
indica en la denuncia.
Cosa distinta es la de conocer si JOSEP HUGUET, cuando redistribuye el Twitter,
conocía tal condición, y dirigía su acción al evento final de perturbar la tranquilidad y
seguridad de la testigo, superando los límites de la mera información.

JOSEP HUGUET ya ha dicho que desconocía tal extremo, cuando realizó la acción.

La documental solicitada no incidirá en el conocimiento de JOSEP HUGUET y no


desvirtuaría su manifestación.

Razón por la cual, el retraso que sufriría la tramitación de la causa con tal solicitud, no
se vería compensado por la utilidad procesal de la misma; por ello no se estima
procedente.

V.-RESOLUCION A ADOPTAR

JOSEP HUGUET no conocía la condición de testigo, ni de testigo protegido de xxxxxx,


ni en qué momento procesal lo ha sido; en su consecuencia no dirigió la acción de
redifundir el twitter al evento final de perturbar el sentimiento de seguridad y
tranquilidad de la testigo. El contenido del twitter que se redistribuye, contiene datos
que se pueden obtener en información abierta, no aporta ningún bien escaso, y por
ello no es idóneo en el ámbito de la imputación objetiva, para crear el riesgo
antinormativo, en el marco de la norma punitiva; antes bien el comportamiento se
inscribe en el ámbito de la libertad de información, atendida la relevancia socio-política
de la misma. Todo ello, como acaba de indicarse, neutraliza el injusto-típico.

El marco legal de la presente resolución, en el que ha de traducirse lo acabado de


considerar, es el art. 779.1 de al LECR. La operatividad del mismo puede ser
cuestionada, si se atiende a que la continuación del procedimiento se limita a dar
traslado a la acusación, y basta por lo tanto que exista un hecho del que pudiera
derivarse una probabilidad de acusación y posterior condena. En la denuncia bastaría
la posibilidad, aquí la probabilidad.
Esta interpretación dejaría, en la práctica, casi sin contenido, la resolución judicial del
art. 779.1
De manera contraría cabe entender que, mientras exista un juez de instrucción, que
acomodado al art. 6 de la CEDH deviene juez de la instrucción; la resolución judicial
de la incoación del procedimiento y la de su continuación, no puede ser un mero
trámite, que se asiente en la probabilidad. La continuación del procedimiento exige la
concurrencia de motivos graves y concordantes de la dación del injusto-típico y de su
atribuibilidad; si ello se descarta, el proceso no debe de continuar. El mencionado
artículo prevé la posibilidad de que se acuerde el sobreseimiento libre, que tiene efecto
de cosa juzgada, lo que indica la amplitud del mismo.

El auto del TS antes mencionado de fecha 8.11.18 y en el mismo sentido el A. TSJC


de 28.06.2018, inadmite la querella, valorando directamente el texto del twitter, para
concluir que es libertad de expresión, sin que se encuentre ningún inconveniente
procesal para efectuar la valoración en el marco del denominado tipo total, que
comprende la estructura valorativa-material que neutraliza, en este caso, la parte
objetiva.

En el presente supuesto, por las razones acabadas de considerar, no deviene factible


la integración del injusto-típico de los tipos penales mencionados, y en su
consecuencia conforme con el art. 637.2 de la LECR ha de acordarse el
sobreseimiento libre.

Vistos los arts. Procesales y sustantivos de pertinente aplicación


PARTE DISPOSITIVA
DISPONGO:

NO HA LUGAR a la práctica de nuevas diligencias

SE ACUERDA el sobreseimiento libre

SE DECLARAN de oficio las costas devengadas.

Notifíquese al Ministerio Fiscal, partes personadas e interesados.

Contra esta resolución cabe interponer recurso de reforma, en el término de tres días
y/o apelación en el término de cinco días, ante este mismo órgano judicial.

Así lo acuerda, manda y firma el Ilmo.Sr.Dr. D. Juan Emilio Vilá Mayo, Magistrado-
Juez del Juzgado de Instrucción nº 22. Doy fe.

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