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CONSEJERIA CRISTIANA EFECTIVA

RESUMEN DEL LIBRO


Autor: Gary Collins, Con una maestría en sicología
de la Universidad de Toronto y un doctorado en
sicología clínica de la Universidad Purdue, Collins ha
estado estudiando, enseñando y escribiendo sobre
el comportamiento humano durante treinta y cinco
años.

Fue profesor de sicología en Trinity Evangelical


Divinity School por dos décadas y la mayor parte de
ese período fue presidente del área de sicología.
Collins, un cable vivo con una energía y un
entusiasmo ilimitados, es un autor prolífico.

Escribió alrededor de ciento cincuenta artículos para boletines y otras publicaciones


periódicas y en la actualidad es el editor de Christian Counseling Today [Consejería
Cristiana Hoy] y es editor contribuyente del Journal Of Psychology and Theology
[Boletín de Sicología y Teología].

También escribió la cantidad sorprendente de cuarenta y dos libros sobre temas


relacionados con la sicología, entre ellos, The Magnificent Mind [La Mente
Magnífica]; Family Shock [Conmoción Familiar]; el ya clásico libro de texto
Christian Counseling: A Comprehensive Cuide [Consejería Cristiana: Guía
Completa]. Además fue editor general de los treinta volúmenes de Resources for
Christian Counseling [Recursos para la Consejería Cristiana], una serie de libros
para los profesionales de la salud mental.

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CAPITULO 1:
LA NECESIDAD DE LA CONSEJERIA CRISTIANA

Al final del año 1880 un joven médico austríaco llamado Sigmund Freud principió
su carrera como Psiquiatra y trató de analizar el sueño de su paciente, indagó en
sus secretos personales y desarrollo las teorías de la conducta humana. Freud
escribió acerca del desarrollo humano, la conducta anormal y los sueños, así como
una teoría de consejería cual llamó psicoanálisis.

Sin embargo la consejería tuvo sus inicios siglos antes de Freud. Eliu dio
consejería a Job en medio de su enfermedad, un ángel hizo consejería con Elías
cuando este estaba desanimado y sólo en el desierto, Daniel dio consejo al rey
Nabucodonosor. Jesús mismo es escrito como el maravilloso consejero y todo el
Nuevo Testamento está lleno de ejemplos de creyentes que ayudaron y dieron
consejería.

Una de las características de la consejería cristiana es que esta tiene que ser
realizada por varones virtuosos, temerosos de Dios honestos, sensibles, accesibles
y dispuestos a referir los casos más complejos a un consejero de más experiencia.

Se define la consejería cristiana como la relación de cuidado entre por lo menos


dos personas. Una de ellas el consejero quien busca ayudar al otro (el aconsejado)
a resolver y anticiparse a los problemas de su diario vivir. En la consejería el
consejero cristiano busca aplicar la Sabiduría de Dios como lo enseña la Biblia a
los problemas de la vida, haciendo de esta uno de los recursos más importantes,
ya que el consejero cristiano está interesado en asuntos espirituales de las
personas que tienen interés en saber acerca de Dios, los valores pecado, culpa, el
significado de vida y muerte y otras preguntas relacionadas con religión.

La consejería cristiana es singular en tres sentidos:

1. El cristiano posee puntos de partida singulares acerca de la vida y del universo.


Debido a nuestros puntos de partida y creencias, los cristianos tenemos un
punto de vista único sobre el mundo y sus problemas, creemos que Dios
nos conoce y se ocupa de nosotros, escucha nuestras oraciones y ayuda a las
personas a resolver sus problemas.

2. La segunda característica se refiere a las metas ya que creyentes y no


creyentes tienen metas en común y todos queremos ayudar a las
personas a afrontar y resolver sus problemas, a aprender cómo manejar sus
crisis a encontrar formas de vivir mejor.
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El consejero cristiano además de ayudar está interesado en presentar el
mensaje del evangelio y estimular a los aconsejados a entregar sus vidas
a Cristo. El consejero cristiano también tiene la meta de ser consejero de alguien
que trata de vivir como un seguidor de Cristo.

3. El consejero cristiano posee métodos singulares como el uso de


cuestionarios, estimulan y confrontan utilizando otros métodos de consejería y
son los únicos en no utilizar métodos que puedan ser inmorales e
inconsistentes con los patrones bíblicos. Hacen uso de la oración, la lectura
de la Biblia, la participación en grupos de la iglesia y otras prácticas espirituales
que pueden ser de estímulo y ayuda para los aconsejados.

La consejería cristiana tiene como mandamientos más importantes la gran


comisión ya que Cristo nos ordena en que vayamos y hagamos discípulos a todas
las naciones. (Mateo 28:18-20). En diferentes momentos Jesús instruyó, escucho,
predicó, animó, condenó y demostró lo que era ser un verdadero hijo de Dios;
habló con las personas en sus hogares, en las calles, en los templos, en las horas
de comida, en funerales, en lechos de enfermedad. Él re conoció las diferencias
individuales en las personas, sus necesidades y las trató de una forma singular.

Cuando las personas tienen necesidad de consejería, generalmente no están


interesadas en asuntos espirituales o en escuchar un sermón. Al igual que las
personas que fueron hacia Jesús tienen una necesidad que clama por ser
satisfecha, o un problema que tiene que ser solucionado, frecuentemente
necesitan de afecto, estímulo, guía, o sanidad de alguna herida. Nuestra
responsabilidad como consejeros es la de establecer en estas personas el punto
donde se encuentran en sus necesidades. Debemos reconocer que los asuntos
espirituales no pueden ser presentados de repente o bruscamente, el consejero
debe ser sensible a la guía del Espíritu Santo; ya que a las personas a las
que vamos a dar consejería no solo tienen problemas espirituales sino también
físicos y psicológicos.

La Psicología ha venido a ser un fenómeno mundial y como consejeros no


debemos desecharla sino más bien aceptarla y aprender de ella, aplicándola de
acuerdo con las enseñanzas bíblicas y no hacerla de menos.

Desde el tiempo de Freud hasta el día de hoy se han propuesto muchas teorías
psicológicas las cuales no son fáciles de resumir pero que se las ha dividido en tres
grupos:

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1. Las corrientes directivas: Aquí el consejero es visto como un experto que
analiza un problema, busca soluciones y se les comunica al aconsejado. Esta
corriente pone demasiada responsabilidad sobre el consejero.

2. Las corrientes permisivas: estas asumen que los aconsejados son capaces
de resolver sus propios problemas si tienen la libertad y la oportunidad para
pensar en medio de las situaciones conflictivas. El consejero no hace ningún
diagnóstico ni sugiere soluciones o dan tratamiento sino que escucha
cuidadosamente.

3. Las corrientes de interacción: en estas el consejero y el aconsejado discuten


un problema más o menos al mismo nivel y deciden juntos como resolverlo.

Surge una pregunta ¿Cuál es la corriente correcta? Probablemente sean las tres
dependiendo del problema, las expectativas del aconsejado y la personalidad del
consejero.

Recordemos que Dios nos hizo diferentes y que Él nos permite utilizar una
variedad de técnicas y corrientes para ayudarnos los unos a los otros. Debemos
esforzarnos en hacer consejería en una forma que honre a Cristo y que esté
sustentada con las escrituras.

Una de las tares más grandes que tienen la iglesia es la de ayudar a las personas
(1ª Corintios 12:24-27). De acuerdo al plan de Dios la iglesia tiene que ser un
cuerpo unido de creyentes, a quienes se les ha dado poder por medio del Espíritu
Santo y están comprometidos a ayudar a otros tanto dentro como fuera de la
iglesia. Los cristianos somos responsables de buscarnos, de estar en contacto, y de
amarnos los unos a los otros y la consejería es una de las formas por medio de las
cuales podemos realizar este trabajo.

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CAPITULO 2:
CARACTERISTICAS DE LA CONSEJERIA CRISTIANA

Una extensa variedad de estudios han demostrado que los consejeros eficaces
triunfan, no solo por lo que dicen, sino por lo que son. Se ha descubierto que los
buenos consejeros son cariñosos y amigables, son personas sinceras, que quieren
ayudar y tienen las habilidades de entender los problemas y sentimientos de los
demás. La clave para ser un consejero cristiano efectivo es ser un hombre o
mujer de Dios.

En la carta a los Gálatas, el apóstol Pablo instruye a los cristianos a que debemos
restaurar y ayudar a aquellos que estaban teniendo problemas personales. En esta
epístola encontramos las características de los consejeros cristianos.

1. Los consejeros cristianos son espirituales: Es decir que tienen que ser guiados y
controlados por el Espíritu Santo.

2. Los consejeros cristianos tienen que ser mansos y apacibles: Los consejeros
deben ser firmes y deben decir otras cosas que el aconsejado no desea escuchar o
admitir.

3. Los consejeros efectivos deben estar dispuestos a ayudar a otros con sus
cargas: Aunque sea doloroso y hasta vergonzoso ayudar a otros manejar los
problemas, es un mandamiento de la Biblia.

4. Son humildes: No ser arrogantes, reconocer que es Dios quien da a los


consejeros la sabiduría y las oportunidades.

5. Son pacientes: No darse por vencidos cuando los aconsejados no mejoran.

6. Hacen lo bueno: Estamos llamados a hacer el bien en cada oportunidad, a


ayudar a todas las personas.

Estos rasgos están al alcance de cualquier cristiano seguidor de Cristo, sin


embargo esto no implica que todos sean buenos consejeros. Muchos piensan que
el dar consejería traerá satisfacción y placer, sin embargo, el dar consejería puede
ser difícil y emocionalmente agotador produciendo tensión. Después de tratar de
ayudar a determinado número de personas, el consejero se cansa, lo que podría
provocar que se vuelva impaciente, insensible e ineficaz. Para evitar caer en

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las tensiones, los consejeros deben poner en práctica estos cuatro principios.

1. Estar tiempo a solas: Así como Jesús se separaba de las multitudes para poder
estar con sus amigos, relajarse en la casa de María y Martha, o pasar un tiempo a
solas en oración y meditación, de la misma forma, como consejeros debemos
tomarnos el tiempo de estar a solas, lejos de las presiones, disfrutando de los que
están más cerca nuestro, debemos descansar. Génesis 2:2 Lucas 6:12

2. Necesitamos compartir responsabilidades: Jesús siendo el Hijo de Dios pudo


haber hecho todo sin ayuda, sin embargo El entrenó a otros y los estimulo a
ayudar en este trabajo. Necesitamos compartir funciones. Moisés y Jetro

3. Necesitamos apoyo de otros creyentes: Tener una relación estrecha con


personas que nos pueden dar estimulo y un punto de vista diferente. Jesús pidió
apoyo a 3 discípulos Marcos 14:32

4. Necesitamos oración: Tener tiempo de comunión con Dios.

No solo es necesario poner en práctica estos principios, sino que también debemos
tener en cuenta los peligros que como consejeros cristianos tenemos.

1. Exceso de confianza en la información proporcionada por una de las partes: Si el


consejero confía solamente en una de las partes, se puede obtener un punto de
vista distorsionado del problema. Esto se da mucho en consejería matrimonial, el
consejero tiene que escuchar a las dos partes sobre el mismo problema.

2. Adelantarse a sacar conclusiones: El consejero debe escuchar atentamente y


evitar sacar conclusiones prematuras acerca del problema y sus posibles
soluciones.

3. Poner demasiado énfasis en la confrontación: Bíblicamente podemos ver que las


personas recibieron ayuda de diferentes formas. En algunas ocasiones es buena la
confrontación, pero también es importante enseñar, orar, alentar, animar y ayudar
amorosamente al aconsejado a sobrellevar las cargas.

4. Involucrarse demasiado: Es fácil perder la objetividad a causa de la compasión y


la sensibilidad y llegar a involucrarse demasiado en los problemas de los
aconsejados. Esto es emocionalmente dañino y puede interferir en las
responsabilidades de los consejeros.

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5. Intimidad con el sexo opuesto: El ser consejeros cristianos no garantiza que
seamos estimulados por el sexo opuesto. El dar consejería implica una relación
estrecha y muchas veces incluye el compartir problemas personales y sexuales. Es
recomendable que el consejero cuando mantenga una cita con personas del sexo
opuesto, lo haga acompañado de una persona de confianza como un diacono o
líder de la iglesia.

6. Falla en la confidencialidad: Cuando una persona viene a hablar de un


problema, generalmente espera que el consejero guarde su secreto en forma
confidencial. Muchas veces existe el peligro de que se revele la información que le
compartió. Para evitar esto, debemos tomar la determinación de nunca hablar con
otras personas sobre los problemas de los demás. Este es uno de los problemas
más graves dentro del ser consejeros.

7. Un ministerio fuera de balance: Muchas veces el consejero por atender las


consejerías deja a un lado otras responsabilidades como su familia, o descansar lo
suficiente. El entregarse solo a la consejería puede afectar sus otras funciones
pastorales como el preparar los sermones o atender las necesidades de la iglesia.

Cuando Pablo les escribe a los filipenses, lo hace desde la cárcel, quizás lleno de
incomodidades pero el contenido de la misma está llena de referencias al gozo.
Esta palabra es usada con frecuencia en la Biblia y se refiere a un sentir interno de
seguridad y bienestar que viene de Dios y que persiste a pesar de las situaciones
externas.

La consejería puede ser difícil, consumidora de tiempo y un trabajo dificultoso,


pero también puede ser terapéutico tanto para el consejero como para el
aconsejado. La persona que ministra a otros tendrá la satisfacción interna y de
gozo por ayudar a otros.

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CAPITULO 3:

TECNICAS
DE LA CONSEJERIA CRISTIANA

Si se leyera todos los libros que se han escrito en relación a la consejería cristiana,
descubriríamos un sinfín de técnicas, no es necesario saber todas estas técnicas
para brindar ayuda, sin embargo en las Escrituras podemos encontrar algunos de
los métodos básicos y efectivos en relación a este tema.

En el Antiguo Testamento podemos ver como Eliu utilizó varias técnicas de


consejería con Job:

1. Eliu escuchó (Job 32:11): El escuchar es una de las técnicas más importantes
y más olvidadas de la consejería. Los consejeros cristianos se dedican más a dar
consejos sabios citando las Escrituras que el escuchar a sus aconsejados.
Bonhoeffer dijo: “Muchas personas están buscando un oído que los escuche.”
Cuando el consejero escucha, el aconsejado tendrá la oportunidad de expresar sus
sentimientos.

2. Eliu entendió (Job 32:12): Un proverbio indio cita “Es imposible conocer a un
hombre, sino ha caminado en sus sandalias por un kilometro.” Si queremos
entender a la otra persona, debemos ponernos en sus zapatos, imaginarnos como
nos vemos en el problema desde la perspectiva de esa persona. Para entender a
otra persona, siempre debemos preguntarnos ¿Cómo me sentiría yo en esta
situación?

3. Eliu dio seguridad (Job 33:6-7): Muchas personas evitan discutir sus
problemas con un consejero, debido a que sienten vergüenza o temor de que el
consejero se enoje. Es importante darle seguridad al aconsejado haciéndole sentir
que es amado y aceptado aun cuando tenga problemas o hubiere pecado.

4. Eliu confrontó (Job 33:12): Confrontar es señalar sus fallas, pecados,


actitudes, como consejeros no es nuestra responsabilidad juzgar, sino señalar las
cosas que el aconsejado no ha visto o no ha querido ver. Cuando confrontemos a
una persona debemos ser amables, enfatizando las cosas buenas que vemos en

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ella y luego darle tiempo para que pueda responder.

5. Eliu enseñó (Job 33:33): Compartir verdades que el aconsejado necesita


escuchar es parte del proceso de consejería. Se puede enseñar de dos formar:
Podemos hablar y dar información o hacer sugerencias de las cosas que los
aconsejados pueden cambiar.

6. Eliu dirigió su atención a Dios (Job 34): Después de desarrollar todo el


proceso de consejería, Eliu mostro a Job como es Dios y le invito a obedecerle.
Recordemos que una de los mandamientos de la consejería cristiana es hacer
discípulos.

En el Nuevo Testamento también vemos como Jesús utilizó varias técnicas de


consejería con los dos hombres que iban hacia Emaús.

1. Jesús camina al lado de los hombres (Lucas 24:15): La consejería puede


darse en cualquier lugar.

2. Jesús hizo preguntas (Lucas 24:17-19): Cuando un consejero es novato


comete el error de hacer muchas preguntas y cuando esto sucede el aconsejado
puede llegar a dos conclusiones. En primer lugar puede creer que el proceso de
consejería es simplemente responder a todas las preguntas del consejero, y en
segundo lugar puede decidir que como se le ha hecho varias preguntas y dado
todas las respuestas el consejero debe dar su diagnostico y solución
al problema. Para evitar caer en esta trampa se deben hacer preguntas
cuidadosas, las cuales no deben ser muchas.

3. Jesús escuchó: El escuchar cuidadosamente incluye concentración, como


consejeros podemos aprender mucho observando el tono, los cambios de altura y
volumen de la voz del aconsejado, esto va a ayudar mucho para el desarrollo de la
consejería.

4. Jesús aceptó a los aconsejados: El aceptar a las personas tal y como son,
con virtudes y defectos es de suma importancia dentro de la consejería.

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5. Jesús confrontó (Lucas 24:25-26): Así como Eliu confrontó a Job, Jesús hizo
notar a estos dos hombres que habían hecho conclusiones falsas.

6. Jesús enseño (Lucas 24:27): Estos hombres necesitaban cambiar algunas


formas de pensar acerca de algunos asuntos espirituales, por lo que les enseñó
cómo debían hacerlo. Hay dos errores que el consejero comete: El uso excesivo
o la falta de recursos espirituales. Algunos consejeros nunca oran con sus
aconsejados ni hacen referencia a la Biblia. El otro error va en contraste con el
primero, es decir el consejero piensa que con solo una oración basta para resolver
el problema. No existen reglas para saber cuándo orar o utilizar la Biblia, es el
Espíritu Santo quien guía en este tipo de asuntos.

7. Jesús se arriesgó al involucrarse (Lucas 24:29): Cuando nos involucramos


en la vida de nuestros aconsejados, descubriremos que existirá una relación
afectiva que tomara nuestro tiempo y energías. No es fácil involucrarse en la vida
de las personas necesitadas y existen riesgos que tendremos que afrontar.

8. Jesús les estimuló a ser independientes (Lucas 24:31): Necesitamos


hacer que nuestros aconsejados no dependan de nosotros, sino que sean capaces
de movilizar sus recursos basados en lo que han aprendido.

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CAPITULO 4:

EL CURSO DE LA CONSEJERIA CRISTIANA

Cuando las personas hablan a un consejero casi siempre expresan interés acerca
de sus sentimientos; tienen problemas con sus pensamientos y algunas veces
están interesadas en sus acciones. Estas tres áreas de intereses personales
deben considerarse en casi todas las situaciones de consejería.

Todo el mundo tienen sentimientos, pero existen diferencias en la forma de


manejarlos debido a sus rasgos de personalidad, muchos admiten sus
sentimientos, pero otros los mantienen ocultos.

Muchos consejeros descubren que es fácil decirle a alguien que debe dejar de
preocuparse o que deje de sentirse solo y deprimido, pero es casi imposible para
una persona cambiar sus sentimientos voluntariamente, algunas veces las
emociones llegan hacer tan poderosas que nos hacen decir o hacer cosas que no
queremos y que más tarde lamentaremos. Es muy importante entonces que los
consejeros estén consientes de los sentimientos de sus aconsejados y si estos no
dicen como se están sintiendo, entonces hay razones para preocuparse.

Cuando se habla de pensamientos se sugiere que la mayoría de problemas


humanos empiezan y se resuelven en la mente. Todos los problemas personales
y las tensiones interpersonales afloran cuando las personas alojan ideas de
amargura. Sin embargo también es la mente la que determina el amor, la
compasión, el relacionarse adecuadamente con los demás. Como puede verse la
consejería se relaciona con los asuntos de la mente.

La mayoría de veces los aconsejados desarrollan ideas de sí mismo o de los demás


que simplemente son erróneos. Si vamos ayudar a esta clase de personas
debemos tratar de entender su forma de pensar y ayudarles a desarrollar
pensamientos que sean adecuados, libres de prejuicios y consistentes con las
enseñanzas de las escrituras.

En cuanto a las acciones, un famoso consejero cristiano escribió un libro donde


afirma que todos los problemas vienen a causa de acciones pecaminosas de la
persona que tiene el problema, y que la única tarea del consejero es encontrar el
pecado que el aconsejado ha cometido y decirle que deje de pecar. Pero sería muy

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simple afirmar que la tarea principal del consejero consiste en buscar el pecado en
la vida del aconsejado. Recordemos que Job a pesar de ser un hombre integro
tuvo varias tensiones y que incluso sus consejeros llegaron a decir que esos
problemas venían debido al pecado de Job. Muchos de los problemas pueden venir
debido a que el aconsejado ha hecho algo malo o tomado una decisión poco
inteligente, sin embargo los problemas aparecen cuando el aconsejado carece de
información, de educación o es víctima de las acciones de alguien más. Pueden
existir muchas razones por las que aparezca un problema.

Para poder dividir el proceso de etapas de la consejería se puede considerar lo


siguiente:

1. Etapa Introductoria. Clarificación del problema: Cuando se inicia un proceso de


consejería existen por lo menos tres metas por alcanzar:
2.1. Hacer contacto: Es obvio que no se puede hacer consejería si no
estamos en contacto con las personas que necesitan ayuda. Cuando iniciamos un
ministerio de consejería es bueno darles a conocer a las personas nuestra
disponibilidad y accesibilidad.
2.2. Construir la relación: Es importante establecer una relación cómoda de
mutua confianza entre el consejero y el aconsejado. Un lugar agradable, un sitio
tranquilo y sin interrupciones. Como consejeros debemos hacer que nuestros
aconsejados tengan la suficiente confianza para que puedan compartirnos sus
problemas. Antes de comenzar la sesión de consejería es bueno hablar de cosas
que rompan el hielo. Como consejeros debemos demostrar disposición para estar
con los aconsejados y escuchar lo que nos dicen.
2.3. Clarificar el problema: La mayoría de veces las personas están muy
desconcertadas para reconocer cual es su problema, nuestra tarea es escucharlos,
observar y animar al aconsejado, debemos comentar y hacer preguntas breves
que nos ayuden a tener una perspectiva clara del aconsejado, de su problema y de
sus intentos por solucionar el mismo.

2. Establecimiento de metas: La mayoría de consejeros descubren que sus


aconsejados han sido creados formidable y maravillosamente, son personalidades
complejas con complicadas formas de pensamiento. Solamente con la ayuda de
Dios los consejeros pueden conocer a sus aconsejados. Es importante entonces
que veamos el proceso de consejería con humildad y en oración. Es recomendable
que el consejero ore silenciosamente mientras escucha y habla con el
aconsejado. Muchos de los consejeros novatos esperan encontrar la solución del

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problema en la primera cita, y eso no es adecuado, ya que en algunos casos
demandará de varias citas. Muchos comparan a la consejería como que si fuera
una cita médica, donde el aconsejado hace una larga lista de síntomas y el
consejero provee la cura. Sin embargo la consejería no es así, es un trabajo de los
dos, el aconsejado presenta el problema y entre los ambos (consejero y
aconsejado) buscan soluciones.

3. Etapa de la búsqueda de soluciones: Con frecuencia nos podemos encontrar


con gente que se ha propuesto metas, y que a medida que pasa el tiempo no las
pueden cumplir. Dentro de la consejería, sucede lo mismo, los aconsejados pueden
discutir un problema, y según el creerá haber encontrado una o varias soluciones,
pero se demora en empezar a trabajar en ellas, lo cual no es difícil de entender, ya
que es fácil tener buenas intensiones, pero es difícil trabajar para alcanzar las
metas propuestas. Por tal motivo el consejero tiene el reto de animar a sus
aconsejados a realizar la acción, aceptándolos y ayudándolos a intentar las veces
que sean necesarios, ya que a través de todo este proceso, como consejeros se
debe mantener el interés acerca del bienestar espiritual del aconsejado.

4. Etapa de cierre: Cuando el consejero y el aconsejado obtienen un


entendimiento
del problema, hablan en detalle acerca del mismo, han alcanzado metas
funcionales y principiaron a buscar soluciones, entonces ha llegado el tiempo de
finalizar la consejería. En muchos de los casos, se desarrolla una buena relación
entre el aconsejado y el consejero, pero esto no es recomendable ya que puede
recurrir a una relación de dependencia de parte del aconsejado para obtener una
manera fácil de solucionar los problemas. Nuestro deber como consejeros no es
cerrar las puertas, sino más bien a animar a que nuestros aconsejados se
desarrollen y resuelvan sus problemas con un mínimo de ayuda.

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CAPITULO 5:

TIPOS DE CONSEJERIA CRISTIANA

Existen diferentes necesidades en las personas, cada una de estas tienen que ser
manejadas en forma única. Como sabemos, no existen fórmulas para dar
consejería que se pueda aplicar a todo el mundo. Algunos consejeros han
concluido en que existen diferentes tipos de consejería cristiana, cada una con una
ligera diferencia en su énfasis. Se puede utilizar una o varias técnicas con los
aconsejados.

* Consejería de apoyo: Su meta no es estimular a los aconsejados a una


dependencia infantil e inmadura del consejero, al contrario, el consejero debe dar
al aconsejado una ayuda y guía temporales, mientras que este último logra
encontrar la forma de manejar las situaciones de la vida con más eficacia. Para
poder lograr esto, el aconsejado debe animarse a hablar acerca de sus
sentimientos y frustraciones. La tarea del consejero no es estimular a las
respuestas que no son saludables.

Es recomendable que el aconsejado pueda recibir el tipo de ayuda que le enseñe a


afrontar el problema de una forma más real e intente entender, expresar y discutir
sus propios resentimientos culpas o sentimientos negativos. La tarea del consejero
es apoyar a su aconsejado y prestarle cuidado y estimulo para que de esta manera
pueda llevar a cabo el crecimiento y encontrar la forma de solucionar los
problemas.

* Consejería utilizando la confrontación: En las Escrituras leemos que Jesús


frecuentemente confrontaba con sus pecados a las personas que llegaban a Él, por
ejemplo al joven rico, la mujer samaritana. Él lo hizo porque no conoció pecado,
pero para nosotros que somos imperfectos se nos hace cuesta arriba, aunque
muchos creen que el consejero debe confrontar al aconsejado en determinadas
situaciones. Nuestra posición como consejeros no es juzgar, condenar o criticar,
sino por el contrario, debemos animar a las personas a que afronten sus pecados.
Como servidores de Dios los consejeros deben ayudar a sus aconsejados a afrontar
sus pecados y confesarlos delante de Dios.

* Consejería educativa: La mayor parte de conductas humanas son


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aprendidas, por tal motivo parece razonable que a consejería debe consistir
principalmente en educación, en la cual la conducta ineficaz se lleva al punto de la
extinción y el aconsejado aprende formas de actuar nuevas y más apropiadas.
Como consejeros cristianos debemos trabajar mucho en esta área, ya que la
mayor parte de los aconsejados llegan con preguntas teológicas sobre diversas
situaciones de la vida. En la consejería educativa debemos mantener un espíritu de
humildad y hacer nuestra costumbre el ver como autoridad final la Palabra de
Dios.

* Consejería espiritual: Toda consejería cristiana es espiritual ya que como


seguidores de Cristo estamos comprometidos a hacer discípulos y no hay mejor
herramienta que la consejería para llevar a otros a los pies de Cristo.

* Consejería de grupo: Los consejeros cristianos han descubierto que existe


un valor especial en la consejería de grupo, ya que reuniéndose con varios
aconsejados a la vez, se puede trabajar juntos y se puede compartir sus
necesidades de una forma honesta. Se puede promover la ayuda mutua. Un
ejemplo de esto es Alcohólicos Anónimos, un grupo de personas a las que no les
da temor afrontar su situación y la comparten con los demás y juntos salen
adelante. Cuando se lleva una consejería de grupo, la tarea del consejero es la de
estimular la discusión y en determinados momentos la de resumir lo que está
surgiendo en el grupo.

* Consejería informal: Este tipo de consejería no se lleva a cabo en una


atmosfera formal o en una oficina de consejería. Por lo general se lleva en un
ambiente informal como cuartos de hospitales, en casas, encuentros en cafeterías,
salas de espera, en la calle. Las oportunidades para dar consejo son frecuentes en
especial si nos interesamos en cómo está la vida de los otros. La consejería
informal parecería que no es importante, sin embargo esta ha ayudado a muchas
personas que por su apretada agenda no pueden asistir a una cita de consejería.
El mismo Señor Jesucristo fue informal en todas sus consejerías.

* Consejería preventiva: El único propósito de la consejería no es solo el de


consolar a las personas que sufren o el de ayudar al oprimido a salir de sus
problemas. En algunas ocasiones la meta de la consejería es la de ayudar a las
personas a evitar intervenir en problemas ajenos. Por ejemplo la consejería

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prematrimonial trata de anticiparse a los problemas antes de que aparezcan. Una
de las mejores maneras de hacer consejería preventiva, es a través del pulpito o
de otra plataforma pública, ya que las personas prefieren escuchar cuando las
sugerencias son presentadas con una base bíblica.

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CAPITULO 6:
LAS TENSIONES EN LA CONSEJERIA CRISTIANA

La Biblia es un libro que nos habla acerca del gozo de seguir a Cristo y nos
promete paz y esperanza, pero también establece de una forma honesta y realista
que la vida cristiana no será fácil. Las Escrituras son verdaderamente realistas al
hablarnos acerca de las tensiones de la vida.

Se puede definir a tensiones como cualquier tensión que nos forja ajustarnos y
que además crea presión física y mental. Esta presión no siempre es mala, que
algunas veces es buena para obligarnos a actuar y trabajar en las soluciones de
nuestros problemas, por ejemplo cuando los maestros anuncian un examen, los
alumnos se ponen tensos y esto los obliga a estudiar. Pero las tensiones, en
especial si son intensas pueden ser dañinas y nos afectan en tres formas:

1. Nos pueden influenciar físicamente:


Las tensiones pueden ser causa de agotamiento y dar origen a una variedad de
enfermedades como ataques cardíacos, úlceras, dolores de cabeza y otros.
2. Nos pueden influenciar psicológicamente: Cuando estamos bajo tensión,
estamos más inclinados a ser olvidadizos, impacientes, ineficaces, irritables e
incapaces de mantener una buena relación con los demás.
3. Nos pueden llegar a ser un estorbo espiritual: Cuando deberíamos estar en
oración o leer la Palabra, a veces estamos más interesados en nuestras presiones y
muy ocupados como para preocuparnos en hablar a Dios acerca de los problemas.

La tensión es universal, afecta a personas de toda edad, de toda comunidad y en


todo país. Cuando damos consejo a personas que están luchando con la tensión lo
primero que debemos hacer es entender algunas de las causas de ésta. Como
todos sabemos las tensiones vienen de Satanás y a causa de su influencia en el
mundo, las tensiones afloran de muchas fuentes:

1. Tensiones que vienen de la sociedad: Se originan en los países y comunidades


donde vivimos. Estas tensiones vienen por la falta de seguridad, la violencia, la
inestabilidad económica, etc.
2. Tensiones que vienen de los eventos de la vida: Podemos hablar de la muerte
de un ser querido, ésta es una experiencia que nos pone bajo tensión. También
experimentamos tensión cuando perdemos un trabajo o sufre un accidente. Aun
los eventos agradables nos pueden llevar a tensiones tales como el matrimonio, el

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nacimiento de un niño que ha sido esperado por tiempo, el logro
de una meta importante.
3. Tensiones que se originan en nosotros mismos: Algunas veces las tensiones
vienen por nosotros mismos, pueden venir en la forma de emociones que otros
no pueden ver, pero que sentimos fuertemente, por ejemplo el temor, ya que
adultos, jóvenes y niños tenemos temores. Los sentimientos de autocritica,
inferioridad e incompetencia, pueden ponernos bajo presión. Algunos consejeros
se han dado cuenta que la actitud de una persona con respecto a las tensiones es
muy importante. Muchas personas tienen una actitud positiva y aceptan el hecho
de que Dios ha permitido sus tensiones y creen que El les ayudara a manejarlas.

La mayoría de nosotros hemos encontrado nuestras propias formas de manejar la


tensión. Algunas tratan de ignorarlas, pretenden que no existen y continúan sus
actividades normales. Otros se sienten bajo presión y se ayudan hablando del
problema con un amigo. Existen otros que intentan esconder la tensión en la
bebida alcohólica, es cierto que los alcohólicos son personas bajo mucha presión,
ya que cuando las tensiones aparecieron por primera vez, estas personas trataron
de olvidarse de sus problemas en la bebida. Pero luego sus organismos se
volvieron dependientes del alcohol y no han sido capaces de dejar de beber desde
entonces. La tensión original aun persiste y la excesiva bebida ha agregado aun
más tensiones a su vida. Existen seis formas de ayudar a las personas a manejar
las tensiones de la vida:

1. Intentar que el aconsejado se relaje: Cuando las personas están bajo tensión
es difícil pensar claramente cómo manejar la tensión, pero es de mucha ayuda el
relajarse. Sentarse tranquilamente y hablar acerca del asunto puede relajar
físicamente, aunque el ejercicio también puede relajar algunas tensiones.
2. Notar que las practicas no tratan directamente con el origen de las tensiones:
Ayudar al aconsejado a entender y luchar con las causas de su tensión, animarles
a hablar sobre sus preocupaciones e intereses. El hablar sobre esto permitirá que
el aconsejado exprese sus sentimientos y temores.
3. Tratar de descubrir como el aconsejado ha intentado solucionar sus tensiones:
Descubrir cómo ha solucionado sus tensiones en el pasado y cuales técnicas han
sido más efectivas, asimismo establezca cuales no han funcionado y que medidas
tomará en el futuro.
4. Reconocer que habrán momentos en que tanto consejero y aconsejado tienen
que afrontar que algunas situaciones que producen tensión nunca cambiaran: La
meta del consejero es ayudar a las personas a aceptar aquellas cosas que no
pueden cambiar y luego estimularlos a reajustarse y continuar con su vida diaria.

18
5. Ayudar al aconsejado a mantener relación con otras personas: Debido a las
tensiones las personas tienden a alejarse, como consejeros debemos apoyarlos y
estimularnos a aceptar la ayuda de familiares y amigos.
6. Reconocer que la mejor guía viene de Dios: Una forma excelente de ayudar a
las personas que están experimentando alguna tensión es la de orar por ellos y en
ocasiones con ellos. Dirigir la atención del aconsejado hacia Dios.

Una clase de tensión son las crisis, las crisis son una tensión que lleva
súbitamente, sin avisar y con gran intensidad. Cuando las personas enfrentan una
crisis lo hacen con una gran impresión, seguidas de intentos para manejar la
situación, sin embargo estos intentos no son efectivos ya que la crisis es nueva e
inesperada a tal grado que la persona no sabe cómo actuar. ¿Cómo ayudarlos en
momentos de crisis?

1. Establecer contacto: Cuando nos enteremos de que alguien está en crisis,


debemos acudir donde esta persona, el solo hecho de buscarlos les traerá ayuda y
consuelo.
2. Reducir la ansiedad: Dar palabras de ánimo, una pequeña expresión de
seguridad o el ejemplo de alguien que esta relajado puede ayudar a una persona
que está afrontando una situación de crisis.
3. Centrar la atención en los asuntos importantes: En tiempos de crisis es fácil
estar saturado y confundido por los propios sentimientos e incertidumbres acerca
de cuál es el siguiente paso a tomar. El consejero puede ayudar a los aconsejados
a centrar su atención en aquellos asuntos que son de importancia.
4. Evaluar los recursos con que cuenta: Implica que deberá preguntarse quién y
qué recursos esta disponibles para ayudar. Estos recursos pueden ser humanos,
personales, tangibles y espirituales.
5. Hacer planes sobre el siguiente paso a dar: La tarea es de ayudar a las
personas a tomar decisiones y a guiarles mientras llevan a cabo la acción.
6. Infundir esperanza: Dar ánimo, ser realistas, no hacer promesas que no se
pueda cumplir y no decir que Dios hará algo que su Palabra no ha prometido.
Animar a las personas a que sean optimistas, pero ayudarles a darse cuenta de
que Dios es soberano y amoroso pase lo que pase.
7. Cambiar de ambiente: Puede ser de mucha ayuda alejar a la persona
temporalmente de lo que ha causado la crisis. Recuerde que dar consejo en
tiempo de crisis y demanda mucho de los consejeros, por tal motivo como
consejeros necesitamos tiempos de descanso y relajamiento si queremos servir a

19
Dios efectivamente.

CAPITULO 7:

EL CREYENTE Y LA CONSEJERIA CRISTIANA

Uno de los personajes de las Escrituras que nos enseña a como sobrellevar las
presiones es Daniel. ¿Cómo lo hizo? Las Escrituras señalan que Daniel era un
modelo de estabilidad mental.

1. Daniel se mantenía físicamente saludable: Existen evidencias científicas de que


muchos de los problemas psicológicos salen a luz o se vuelven peores debido a
que no cuidamos nuestro cuerpo. Daniel cuidó de su cuerpo y los creyentes de hoy
en día tenemos la responsabilidad de hacer lo mismo.
2. Daniel se mantuvo estimulado intelectualmente: Pasaba buen tiempo leyendo
y familiarizándose con toda clase de literatura y ciencia. Muchas personas no
disfrutan el leer, otras están muy ocupadas con el trabajo y sus ocupaciones y esto
les mantiene alejados de su conocimiento. Daniel sabía que si ignoramos nuestras
mentes, estas se vuelven insensibles, inactivas e incapaces de pensar con claridad,
cuando los problemas aparecen y demandan soluciones inteligentes.
3. Daniel se mantuvo
consciente de las personas que lo rodean: En la vida de Daniel se manifiesta dos
cosas: Humildad y compasión. Humildad al no sentirse orgulloso por haber
interpretado el sueño del rey y compasión porque pidió al rey que no matara a sus
adivinos. Es muy seguro que la humildad y la compasión para con los otros pueden
contribuir a una buena salud mental.
4. Daniel mantuvo su compromiso espiritual: Mantuvo su comunión con Dios en
todo momento, Daniel era un hombre de oración, seguramente esto contribuyo a
su estabilidad mental y espiritual.

Surge una pregunta ¿Porqué tienen problemas los pastores? Los pastores y sus
familias experimentan tensiones, las cuales son únicas, ya que aun cuando
intentan como Daniel ser seguidores constantes de Dios, cada pastor sufre de
diferente tipo de presiones, sin embargo la mayoría de estas presiones son
20
comunes en ellos:

* Aislamiento social: Las personas que están en una posición de liderazgo son
vistos de muy cerca y pueden tener la dificultad en encontrar el tiempo y el lugar
para relajarse.

* Las excesivas demandas: Esto pone presión a muchos cristianos, en especial a


los lideres y pastores. En una encuesta que se realizo a los hombres que
abandonaron el ministerio, la mayoría indico que su principal razón fue un
sentimiento personal de inadaptación.

* Las dificultades económicas: Este es uno de los problemas de todos los


pastores alrededor del mundo, ya que en muchas partes no se les paga nada y por
eso es difícil concentrarse en el trabajo del Señor cuando hay incertidumbre
acerca de cómo conseguir dinero para pagar las cuentas.

* Las presiones administrativas: Esto también puede ser un problema para el


pastor, en especial para los que se están iniciando en el ministerio, ya que no
tienen mucha experiencia en el campo administrativo.

* Las tensiones psicológicas internas: Detrás de un ministerio siempre hay


presiones psicológicas internas tales como el desanimo cuando las cosas no salen
bien.

En ocasiones, todos los pastores necesitan la ayuda de otro pastor que le pueda
dar consejo y estimulo. Sin embargo no siempre están a mano estos consejeros.
Muchas veces el líder cristiano aconseja a otros y descubre que el mismo está
luchando con problemas personales que pueden ser mucho más grandes que los
del aconsejado. ¿Cómo puede ayudarse? Para esto el líder o pastor en primer lugar
debe pensar que ¿quién es él? Muchos de nosotros nos sentimos inferiores,
incompetentes y carentes de habilidades para relacionarnos socialmente. En esos
momentos el recordar que Dios nos creó a su imagen y semejanza mucho antes de
que nuestros antepasados cayeran en pecado. Cuando afrontamos problemas es
importante lo que Dios piensa en nosotros.

En segundo lugar debe cuidarse físicamente, es decir tener tiempo para cuidar su

21
cuerpo, su mente. Cuando estamos en mala condición física, tenemos menos
capacidad de manejar efectivamente las tensiones de la vida. En tercer lugar,
mantenerse en contacto con las personas. Es muy fácil hacer a un lado a las
personas y afrontar solo los problemas y presiones, pero es mucho más saludable
la disposición de aceptar compartir, expresar y hablar acerca de nuestros
sentimientos y frustraciones. Y por último y quizás el más importante, mantenerse
en contacto con Dios. Al igual que cualquier persona profesional, el pastor puede
llegar a estar tan involucrado en los detalles de trabajo que cada vez pasa menos
tiempo con Dios.

Nuestra tarea como consejeros es ayudar a las personas a manejar las tensiones
de la vida sin embargo esta no debe ser la única meta. La consejería también debe
buscar el de ayudar a las personas para que estas puedan crecer espiritualmente.
Una persona madura tiene por lo menos cinco características:

1. La persona madura tiene un punto de vista realista acerca de sí misma y de los


demás: Es importante conocer las áreas fuertes así como las débiles de cada uno y
no sobrestimarlas, ni tampoco hacerlas de menos. Los cristianos debemos vernos a
nosotros y a los otros como Dios nos ve.

2. La persona madura demostrará aceptación de sí misma y de otros: Uno de los


pasos importante dentro de nuestro crecimiento espiritual es el aceptar
honestamente lo que somos, como lucimos y las habilidades que Dios nos ha dado
a pesar de nuestras frustraciones internas.

3. La persona madura tiene una habilidad para vivir en el presente, así como el
tener metas a largo plazo: Esto no es sencillo ya que muchas personas viven
pensando en sus fracasos del pasado, otros viven en el futuro soñando en lo que
la vida podría ser. La persona madura afronta y hace lo mejor en el presente.

4. La persona madura tendrá valores y modelos acerca de lo correcto e


incorrecto, lo bueno y lo malo: La persona madura conscientemente elegirá su
propio sistema de valores y lo hará parte integral de su vida. Todo valor cristiano
está basado en las Escrituras, ya que son el modelo para los seres humanos.

5. Las personas maduras tendrán habilidad e interés para desarrollarse y podrán


manejar los problemas y las tensiones de la vida: Las personas maduras tienen
interese, sincera preocupación por otros, un deseo para alcanzar su total potencial

22
y una habilidad para manejar las demandas del diario vivir.

Los consejeros cristianos efectivos deben de estar conscientes del papel, así como
del deseo de otros creyentes en ayudar.

23
CAPITULO 8:

LA IGLESIA Y LA CONSEJERIA CRISTIANA

La consejería cristiana será más efectiva y los aconsejados estarán mejor


preparados para manejar los problemas cuando formen parte de una iglesia local
en donde los creyentes se ministren los unos a los otros.

El ministrar a los demás quiere decir demostrar un profundo interés por las demás
personas, así como amar a alguien de la misma forma que nos amamos a nosotros
mismos.

Ministrar implica un interés que nos lleva a amar y a hacer cosas que lo
demuestren, es tratar de entender a la otra persona. Significa demostrar respeto
por la otra persona, no es dar consejos rígidos, criticar o hablar de alguien en
forma poco refinada, sino que es la disponibilidad para sobrellevar sus cargas, es
buscar la forma de ayudar a la otra persona a crecer, aun cuando este
crecimiento implique que en un momento determinado ya no necesitara de nuestra
ayuda.

El ministrar a otros significa que uno está dispuesto a tomar riesgos. Cuando
ministramos a alguien nos arriesgamos a que nos malentienda, se nos rechace,
critique y aun a que se nos dañe físicamente. El ministrar a los demás nos obliga a
estar dispuestos a aceptar ayuda. La ministración de otra persona incluye por lo
menos a dos personas: una que necesita y acepta el cuidado y otra que ve la
necesidad y provee el cuidado.

Las características de una persona que ministra son:

1. Amor: Practico, compasivo, sensible, es el amor que tiene su origen


en Dios, debe ser una característica de cada seguidor de Cristo. El
amor es un requisito básico para cualquier clase de cuidado efectivo.
2. Paciencia: Esto implica estar con una persona o en una situación aun
cuando no parece haber ningún cambio. Al igual que el amor, la
paciencia viene de Dios, ésta no viene rápidamente y algunas veces
se desarrolla en medio de las dificultades. La persona que posee
paciencia y da el cuidado permanece con el que está en ansiedad,
dándole tiempo para crecer y la oportunidad para pensar.

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3. Apertura: Muchos adultos niegan o sofocan sus emociones, son
incapaces de expresar sus sentimientos y aun llegan a decir que ser
espiritual es estar siempre sonrientes y libres de problemas Si se va a
ministrar a otras personas, deberá animárseles a reconocer sus
sentimientos, ya sean positivos o negativos. Una persona que
ministra debe estar abierto en palabras y conducta.
4. Esperanza: La esperanza da comodidad y alivio, al menos temporal,
para el sufrimiento nos da la energía para continuar aun en medio de
dificultades. La esperanza cristiana no estimula a las personas a
negar la realidad de su situación para convertirse en alguien inactivo
o para pasar tiempo soñando despierto. Por el contrario, estimula a
regocijarse en la soberanía de Dios.
5. Flexibilidad: El verdadero cuidado incluye aceptación de los demás,
deseo de crecer y disponibilidad para cambiar.
6. Humildad: No es posible ayudar a alguien si quien brinda la ayuda no
está realmente involucrado o si se ve a los demás desde una
perspectiva de superioridad. La persona que ministra a otras no es
pretenciosa, sino humilde y está deseosa de aprender.
7. Discreción:

Estamos rodeados de personas necesitadas. Soledad, vacio, fracasos


familiares, violencia y un sinnúmero de problemas que hacen difícil la
vida para miles de personas.

Se ha sugerido que una iglesia que ministra a sus miembros, debe


tener por lo menos nueve características.

1. La iglesia que ministra a sus miembros debe estar formada por


personas que quieren crecer como hombres y mujeres de Dios y
quienes demuestran un amor e interés genuinos por los demás:
2. La iglesia que ministra a sus miembros debe estar integrada por
creyentes en Jesucristo, quienes se someten al Señorío de Cristo y
buscan vivir y adorar de acuerdo a los principios bíblicos.
3. Los servicios de adoración en estas iglesias deben desarrollarse
en una atmosfera
Cristo céntrica e interesada en las necesidades de sus miembros.
4. La iglesia que ministra a sus miembros también brindara
oportunidades que permitan a los miembros del cuerpo de Cristo a

25
sobrellevar las cargas los unos a los otros, así como ministrarse entre
sí.
5. Dentro de la iglesia que ministra a sus miembros, se reunirán
grupos para orar, tener discipulado o para compartir problemas
personales y sentimientos en una atmosfera de aceptación y amor
cristianos.
6. Los maestros en estas iglesias deberán conocer tanto la Biblia,
como lo relacionado en educación cristiana.
7. La iglesia que ministra a sus miembros tendrá sincero interés por
las misiones cristianas y un deseo por llevar el evangelio tanto a las
personas en la comunidad local como a otras partes del mundo.
8. La iglesia que ministra a sus miembros presentara oportunidades
para la mayordomía y el servicio y así las personas podrán expresar
su compromiso cristiano en forma tangible.
9. La iglesia que ministra a sus miembros colocara en las posiciones
de liderazgo a personas cuyas vidas y palabras demuestren que son
discípulos de Cristo en proceso de madurez y que estén sinceramente
interesados en ministrar a otros.

La consejería cristiana es de gran efectividad cuando se da dentro del


contexto de una comunidad de creyentes compasivos que se
ministran los unos a los otros.

26
CAPITULO 9:

LA COSEJERIA CRISTIANA Y EL MATRIMONIO

A pesar que el Señor Jesús nunca se casó, claramente aprobó el matrimonio y la


familia, realizó su primer milagro en una boda y enseñó que el matrimonio
cristiano incluye una larga vida de unión, en la cual dos personas llegan a ser una.

Marcos 10:5-9 (NTV)


Jesús les respondió:

—Moisés escribió ese mandamiento solo como una concesión ante la dureza
del corazón de ustedes, 6 pero desde el principio de la creación “Dios los hizo
hombre y mujer” . 7 “Esto explica por qué un hombre deja a su padre y a su
[a]

madre, y se une a su esposa, [b] 8


y los dos se convierten en uno solo” . Como ya
[c]

no son dos sino uno, 9 que nadie separe lo que Dios ha unido.

La Biblia enfatiza una y otra vez la importancia del matrimonio y la familia y con
frecuencia aparecen guías para tener éxito en la vida familiar. Pocas personas
alcanzan este ideal. Desde el tiempo de Adán y Eva las parejas han tenido
problemas matrimoniales y la Biblia registra un buen número de conflictos
familiares. (Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés, Samuel, David, etc.) En muchos
países ha venido a ser común y popular el divorcio, la infidelidad sexual y la
infelicidad familiar. Las personas ya no luchan por tener buenos matrimonios, sino
que simplemente asumen que una larga vida de feliz matrimonio es casi
imposible.

La consejería matrimonial es casi siempre difícil. Cada pareja, comunidad y


sociedad tienen sus costumbres y puntos de vista acerca del matrimonio y estos
son diferentes de las enseñanzas bíblicas. El consejero cristiano debe afrontar el
reto de ayudar a las parejas a vivir de acuerdo a los principios bíblicos, mientras
que al mismo tiempo les guían en la adaptación, tanto como sea posible, a las
expectativas culturales de sus familias y comunidades.

El momento más apropiado para empezar a trabajar en los problemas de la


familia del matrimonio debe ser antes de que estos aparezcan, y la mejor manera

27
es a través de la consejería prematrimonial.

La consejería prematrimonial busca ayudar a individuos, parejas y en ocasiones a


sus familias a prepararse y a realizar un matrimonio feliz y exitoso. En consejería
prematrimonial se debe considerar por lo menos cinco metas:

1. Determinar si está listo para el matrimonio: Se puede tomar en cuenta lo


siguiente:
1.1 Las razones para casarse: Una pareja comprometida puede presentar
un sinnúmero de razones para contraer matrimonio, pero no siempre
son las adecuadas y casarse seria poco inteligente. Es difícil para una
pareja tener una buena relación si se casan por las razones
equivocadas: edad, presión social y familiar, embarazo no deseado,
conveniencia económica, estatus migratorio, cubrir una adicción
sexual.
1.2 La similitud de trasfondos: Un matrimonio tendrá mayores
probabilidades de éxito cuando una pareja tiene intereses y valores
similares, cuando vienen de la misma clase socioeconómica y
trasfondo familiar, son de la misma raza, poseen una preparación
académica similar y profesan una misma religión.
1.3 Edad: Las culturas difieren en la edad ideal para casarse y en algunas
sociedades una pareja de novios muy jóvenes pueden llegar a tener
una buena relación en su matrimonio. Sin embargo, generalmente los
matrimonios son mejores cuando la pareja es un poco mayor.
1.4 Actitudes hacia el matrimonio: Si una persona tiene repulsión o
temor por las ideas acerca de la relación sexual, si hay un profundo
temor hacia el matrimonio entonces será mejor y más prudente
posponer la boda hasta que algunas de estas diferencias y actitudes
puedan resolverse. Otro de los factores es ver si la pareja ha tenido
constantes conflictos durante el noviazgo.
1.5 Circunstancias externas: Existen circunstancias que pueden poner
presión adicional sobre un matrimonio joven. Podrían incluir planes
para seguir estudiando, la existencia de fuertes deudas, las
limitaciones financieras, oposición familiar.
1.6 Madurez espiritual: A pesar de cualquier otra consideración, un
individuo no estará preparado para un matrimonio cristiano si uno de
los dos es creyente, o si no está completamente sometido al señorío
de Cristo.

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2. Anticipar tensiones potenciales: Cuando dos personas de diferente sexo,
con diferentes trasfondos materiales y experiencias pasadas empiezan a
compartir su vida, existirán ciertos problemas de ajuste. Si estas tensiones
se pueden anticipar al matrimonio el ajuste será mucho más fácil. Es
importante enfatizar que la mayoría de los problemas anteriores al
matrimonio y los que surjan durante éste, se pueden solucionar con mayor
facilidad si la pareja aprende a comunicarse. La comunicación de
sentimientos, actitudes, frustraciones e incertidumbres es tan importante
como lo es la comunicación del amor y respeto.

3. Guiar la autoevaluación: En cualquier situación interpersonal, incluyendo el


matrimonio, las relaciones serán mejores si los participantes pueden verse a
sí mismos con honestidad. La autoevaluación puede ser dolorosa y
fácilmente evadida, ya que a ninguno de nosotros nos gusta afrontar faltas
personales. Cuando aflora el descuerdo durante el periodo del compromiso
o más tarde en el matrimonio, la tendencia natural será la de ignorar los
problemas o de culpar a los demás para luego buscar el beneficio propio.
Durante el periodo del compromiso es importante para la pareja el trabajar
las áreas que le permitan verse de una manera más clara.

4. Considerar los puntos de vista bíblicos acerca del matrimonio: A través de


las páginas de la Biblia se establece multitud de veces el ideal divino para el
matrimonio. Cuando una pareja cristiana piensa comprometerse tiene la
obligación de saber que espera Dios de ambos como casados y recordar
que El sabe lo que es mejor para ellos.

5. Planificar la boda: Cada cultura tiene sus propias costumbres matrimoniales.


Un consejero cristiano tendrá la oportunidad de guiar en estas áreas, sin
embargo esta planificación generalmente se las dejan a las familias de las
parejas. El consejero cristiano puede ayudar a la pareja a comprender los
detalles del servicio de la boda.

Cuando un líder cristiano tiene la oportunidad de hablar a un grupo juvenil


acerca del matrimonio cristiano, noviazgo o sexo, en cierta forma está
dando consejo prematrimonial. Al interactuar con las personas de un grupo
juvenil el líder cristiano puede dar información práctica, hacer énfasis en la
enseñanza bíblica y demostrar los valores que pueden ser de ayuda.

Muchas iglesias acostumbran que la pareja que piensa casarse, se reúna

29
con el pastor y otro consejero cristiano para una o más sesiones de
consejería antes de la ceremonia de bodas. Puede empezarse preguntando
a la pareja que asuntos desean discutir, para luego sugerir algunos otros
temas como la comunicación, el amor, el manejo de las finanzas, etc. El
consejero deberá entender y tratar de mantener la entrevista en un
ambiente agradable como por ejemplo la oficina o algún lugar que se escoja
para la reunión.

Los problemas especiales en la consejería prematrimonial son:

1. La desaprobación paterna del matrimonio: Tiene que ver con la


desaprobación de los padres de alguna de las partes. Esta desaprobación se
puede dar debido a varias circunstancias tales como el temor de dejarlos ir,
las diferencias religiosas, no aceptan a la pareja de sus hijos, etc. El papel
del consejero es detener la consejería hasta que no se arreglen las partes.

2. Embarazo prematrimonial: El descubrimiento de un embarazo previo al


matrimonio puede ser una situación que provoque mucha tensión para
todos los involucrados. Cuando uno se entera de la situación, el consejero
debe animar a la pareja a informarlo a sus padres, si eso no se ha hecho.
Los sentimientos de culpabilidad afloran en la pareja y deberá trabajarse en
esa área y ayudarles a decidir cuál es el próximo paso. En muchos casos,
dependiendo de la cultura se pueden seguir dos asuntos:

a. El aborto: Esto es ilegal en algunos países pero lo practican


libremente en otros. Como cristianos no debemos estar de acuerdo
con esto debido a las implicaciones morales. Esta actividad la
condena las Escrituras.
b. Un matrimonio inmediato: Estos matrimonios no son necesariamente
la solución, ya que si son forzados generalmente terminan en peleas
e infidelidades. La única oportunidad en que es aconsejable para una
muchacha el casarse, es sabiendo que el matrimonio tiene las
posibilidades de alcanzar el éxito.

3. Matrimonios mixtos: No solo se refiere al matrimonio entre personas de


diferentes razas, sino también de diferentes niveles socio-económicos,
religiosos, grado de educación. Al hacer consejería con parejas mixtas, el
consejero debe estar seguro de que ellos están totalmente conscientes de

30
las dificultades que esto involucra y además debe asegurarles que seguirá
accesible para brindarles consejo después de la boda.

4. Enfermedad mental: ¿Es permitido que se case una persona con serios
disturbios mentales? En ocasiones el matrimonio puede parecer una buena
terapia, pero debido a que un matrimonio no puede ser más estable que los
sujetos involucrados, las posibilidades para una armonía matrimonial en
estos casos no será del todo buena. En muchos casos el consejero debe
obtener la opinión de un profesional de salud mental antes de decidir si
debe o no oficiar la boda de una persona con este tipo de problemas.

5. Severas dudas: El matrimonio cristiano es para toda la vida y debido a su


importancia algunas parejas llegan a él con profunda inseguridad. Es sabio
orar por estos sentimientos, entendiendo que Dios es el que da la guía en
cada aspecto de nuestras vidas, incluyendo el matrimonio.

6. Problemas de habilidades físicas:

Es muy probable que la consejería prematrimonial sea uno de los retos más
importantes que el consejero cristiano afronta. Si se les puede ayudar a las
parejas a prepararse para el matrimonio y a evitar problemas potenciales,
se combatirá mucha infelicidad y estarán capacitados para servir a Cristo
más efectivamente en sus hogares, iglesias y comunidad.

CAPITULO 10

LA FAMILIA Y LA CONSEJERIA CRISTIANA

Edith Schaeffer, una misionera en Europa en uno de sus libros definió el significado
de familia diciendo que es un ambiente equilibrado, en donde las personas pueden
crecer, es un lugar donde puede nacer la creatividad, un centro donde se forman

31
las relaciones humanas, un refugio en tiempo de tormenta, un lugar donde se
aprende la verdad y se comparten las ideas, la economía y un museo de
recuerdos. Sin embargo muchos sociólogos han notado que las familias están
cambiando, especialmente en la ciudad y en las áreas industrializadas de todo el
mundo. Algunos quehaceres tradicionales de la familia han asumido las escuelas,
el estado, los patronos u otros grupos en la comunidad. La unidad de la familia no
es considerada por la mayoría de personas tan importante como lo fue una vez en
el pasado y los problemas familiares son cada vez más comunes.

La consejería tradicional ha trabajado individualmente con los miembros de las


familias ayudándolos a resolver sus problemas, sin embargo, al pasar de los años
han llegado a concluir que trabajar con individuos aislados no resuelve los
problemas familiares. Para solucionar este problema, muchos consejeros
contemporáneos tratan de trabajar con la familia completa como un grupo. En esta
consejería, los miembros de la familia se reúnen a discutir sus problemas en
común, a incrementar el entendimiento mutuo y a aprender a manejar la
comunicación entre sí.

Un nuevo punto de consejería familiar llamado “Psicología de Sistemas”, asume


que
la familia es un grupo de personas mutuamente interdependientes. Por ejemplo
cuando una persona sufre una enfermedad o es arrestado por infringir la ley o
amenaza con dejar el hogar toda la familia se ve afectada. No solo se debe
aconsejar a la persona que presenta el problema, sino que toda la familia completa
debe recibir el consejo con la totalidad de miembros presentes.

Con mucha frecuencia los problemas en una familia vienen debido a que el esposo
o la esposa no tienen buenas relaciones entre sí. Entendemos que el esposo o la
esposa son dos adultos a quienes se les presenta el reto de entrelazar sus vidas
independientes en una unión íntima y compleja que en la Biblia describe como
buena y honorable. Sin embargo el entrelazar no siempre es fácil ya que con
frecuencia van a existir desacuerdos, desconfianzas y malos entendidos, antes de
que las dos partes puedan funcionar como una unidad. En la mayoría de los
matrimonios este es un proceso largo y lento, y algunos nunca alcanzan una unión
satisfactoria; en cambio para otros, éstos llega solamente cuando está presente un
consejero.

Las razones para la discordia matrimonial y familiar son numerosas y además muy
complejas, sin embargo algunos problemas son realmente comunes tales como:

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1. Comunicación deficiente: Constantemente los consejeros matrimoniales
reportan que las parejas que no se están relacionando adecuadamente no son
capaces de comunicarse con efectividad. Para mejorar la comunicación las parejas
deben aprender a transmitir mensajes claros, así como a escuchar con atención.
2. Inmadurez: Con mucha frecuencia las parejas inician su matrimonio con
expectativas demasiado altas e irreales. Cuando la relación no resulta tal como
ellos lo imaginaban, esto los llevara a sentirse desilusionados o desencantados. Sin
embargo para muchas parejas el desencanto no los conduce a esforzarse más,
sino que los lleva a desarrollar conductas inmaduras que agregaran más
complicaciones al matrimonio. Demandas irracionales, culpar al otro por las propias
faltas, conducta impulsiva, irresponsabilidad y sobre-dependencia de parte de los
padres, todo esto es síntoma de inmadurez. Un matrimonio construido sobre la
inmadurez tendrá un camino largo y un progreso lento.
3. Falla en tomar el matrimonio seriamente: Bíblicamente el matrimonio es la
unión de dos personas para toda la vida. Sin embargo hoy en día muchos no
aceptan este enfoque, ya que ven al matrimonio como un arreglo de conveniencia
que se podrá romper con facilidad. Esta pérdida del punto de vista ha hecho que
las personas se unan libremente y de esta manera evitarse los aspectos legales
tanto del matrimonio como del divorcio. Esta pérdida del punto de vista de la
importancia del matrimonio es proclamada por la mayoría de las personas,
incluyendo a la industria del cine y del espectáculo y es aceptado por la mayoría de
la población. Esto no pretende afirmar que el divorcio siempre es malo o
incorrecto, ya que bajo determinadas circunstancias las Escrituras permiten llevarlo
a cabo. Pero está claro también que Dios aborrece el divorcio y además la Biblia
nunca postula la idea de que el matrimonio es un arreglo casual para prolongarse
si este funciona o para terminarlo si no es así. Las Escrituras instruyen tanto a los
esposos a amar a sus esposas y a las esposas a amar a sus esposos.

4. Insalubre necesidad de satisfacción: En todo matrimonio de éxito, los


participantes tendrán satisfacción de ciertas necesidades, por ejemplo la necesidad
de amor, seguridad, respeto, protección y satisfacción sexual. En un matrimonio
estas necesidades son tan importantes que un consejero ha definido a un
matrimonio feliz como aquel en el cual existe un alto grado de mutua satisfacción
de las necesidades. Un matrimonio infeliz es aquel que tiene muchas necesidades
frustradas. El consejo de estos casos será difícil, a menos que exista una
consejería prolongada, acompañada de paciencia y entendimiento por parte del
cónyuge que sufra la necesidad.

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5. Resistencia al cambio: En ocasiones todo consejero se va a encontrar con
resistencia en los aconsejados y las razones para esto son variadas, pero
básicamente el aconsejado no quiere cambiar, muchas veces se resistirá al consejo
debido a que es muy doloroso afrontar sus problemas y trabajar para traer el
cambio.

Existen dos metas básicas en la consejería matrimonial. El consejero trata de


ayudar a las personas a resolver sus problemas y el consejo busca construir y
mejorar los matrimonios. Para alcanzar estas metas el consejero debe intentar
indistintamente lo siguiente:

1. Abrir una nueva línea de comunicación entre la pareja y estimularlas a


expresar sus sentimientos.

2. Estimular el entendimiento de las actitudes, metas, necesidades y puntos de


vista acerca del matrimonio tanto de sí mismos como del cónyuge.

3. Ayudar a la pareja a aceptarse, confiar y dejar de estar tratando de cambiar


características del otro.

4. Estimular la discusión de metas personales y ayudar a la pareja a formular y


concluir con metas que han sido establecidas por ambos.

5. Ayudar a la pareja a aceptar y ajustarse a las situaciones que surjan dentro del
matrimonio y que no pueden ser cambiadas, incluyendo los rasgos del carácter del
otro.

6. Ayudar a la pareja a trabajar juntos en la traducción de su nuevo


entendimiento, así como a aceptar las acciones que se realicen para mejorar la
relación.

7. Estimular las manifestaciones afectivas, aun cuando los sentimientos de amor


sean débiles o no existan.

8. Romper el círculo vicioso de mutua revancha.

9. Ayudar a la pareja a entender las enseñanzas bíblicas acerca del amor, del
matrimonio y del sexo.

10. Estimular el compromiso con Cristo y una disposición a vivir de acuerdo con
las pautas bíblicas para la estabilidad matrimonial.

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La orientación profesional para matrimonios y familias ha venido a ser una
especialidad complicada, con una variedad de técnicas y muchas teorías, y en
contraste, la Biblia no dice nada acerca de este campo.

Las características del consejero y las técnicas que se han venido discutiendo
pueden aplicarse en la consejería matrimonial, además ayudaran para estar
conscientes de las siguientes situaciones que se dan en consejería:

* Consejería para recién casados: Aun cuando se haya dado una buena
orientación prematrimonial, los primeros meses y años de vida de casados pueden
demandar mucho de la pareja. Durante este tiempo tanto el esposo como la
esposa están aprendiendo a ajustarse al matrimonio, así como el uno al otro. Los
recién casados podrán beneficiarse del consejo cristiano, pero muchos no lo
buscan, ya que asumen que sus dificultades desaparecerán.

* Entrevistas individuales y en conjunto: Cuando surgen dificultades


matrimoniales, lo mejor es que ambos miembros de la pareja participen en la
consejería, sin embargo algunas veces será mejor ver solamente a algunos de los
cónyuges si es que el otro se rehúsa a cooperar o no desea continuar con el
matrimonio. Cuando ambos cónyuges llegan buscando la consejería, el consejero
deberá decidir si los entrevista por separado o en sesiones conjuntas. Cuando se
atiende junta a la pareja, el consejero tendrá una excelente oportunidad para
observar su relación y ver como se comunican. Si ambos desean con sinceridad
mejorar su relación, podrá haber mutua discusión de los malentendidos,
desacuerdos, características de personalidad e insensibilidades que puedan existir
dentro del matrimonio. Al trabajar con la pareja el consejero deberá demostrar
interés, entendimiento, imparcialidad y disposición para escuchar.

No todos los matrimonios tienen las mismas áreas débiles, ni las mismas
necesidades. El consejero debe escuchar cuidadosamente en cada situación y
confiar que el Señor le dará la sabiduría para ayudar a las parejas cuando han
llegado en extremos en asuntos como bebida, dinero, educación de los niños,
conflictos por el papel que juegan, diferencias en valores, tensiones sexuales,
abuso del cónyuge, poligamia, infidelidad y otros asuntos difíciles.

A pesar de los mejores esfuerzos del consejero, los matrimonios en ocasiones


fallan. Cuando esto sucede, las parejas deben afrontar tres alternativas,
dependiendo en parte de la cultura en donde vivan. Podrán permanecer juntos,
viviendo en la misma casa, pero sin interés real el uno por el otro. Segundo, puede
haber separación, en la cual la pareja vive separada, pero sin libertad o aparente

35
intensión de volver a casarse. Tercero, puede haber divorcio, o sea la completa
disolución del matrimonio.

Legalmente puede haber varias razones para el divorcio, pero la Biblia posee una
colección más limitada de requerimientos y da solamente dos razones para el
divorcio del cristiano: deserción de uno de los cónyuges, el no creyente ( 1ª Cor.
7:15) y el adulterio.

Sin embargo el consejero debe hacer todo lo que este a su alcance para salvar los
matrimonios rotos. También debe estar consciente de que en oportunidades la
separación o el divorcio es inevitable y pueden ser la mejor solución para los
involucrados.

Cuando un matrimonio termina y parece no tener esperanzas de reconciliación, la


iglesia no debe abandonar a la pareja. El pastor debe dar estimulo, dirección y
consejo de apoyo a todos los involucrados, ayudándoles a ajustarse a las
tensiones, así como a afrontar la realidad de la falla del matrimonio.

CAPITULO 11

TEMAS DE DISCUSION EN LA CONSEJERIA CRISTIANA

PARTE 1

36
LA DEPRESION: Se le ha llegado a conocer como uno de los mas comunes
problemas personales. En diferentes oportunidades la mayoría de nosotros
(incluyendo al os consejeros) nos deprimimos, y tal parece que el consejero
cristiano atenderá a muchas personas que están luchando con este común, pero
doloroso mal. Para aconsejar a personas deprimidas, podría ser muy útil entender
algunas características de la depresión, algunas causas y algunas técnicas para
ayudar al deprimido.

1. Características: Una persona deprimida muestra las siguientes característica:

2.1. Se siente solo

2.2. Demuestra tristeza y desanimo

2.3. No tienen interés por nada

2.4. Carecen de energía

2.5. Luchan con sentimientos de culpa

2. Causas de la depresión: No existe un origen para la depresión, para cada


persona las causas son únicas, sin embargo existen tres influencias que son
comunes.

3.6. Causa física: A causa de una enfermedad, desordenes glandulares,


cambios hormonales como la depresión postparto.

3.7. La tensión: Esta es otra causa de la depresión, La vida esta llena de


presiones, frustraciones, desilusiones. Estas tensiones nos pueden llevar a la
depresión, por ejemplo la muerte de un ser querido o la perdida de trabajo.
3.8. Los sentimientos de pérdida de esperanza: Es una tercera causa común
de depresión, ya que frecuentemente ésta viene a las personas que están
atrapadas en situaciones donde se sienten sin esperanza.
3. Formas de aconsejar al deprimido: No es fácil aconsejar a las personas
deprimidas, en ocasiones ellos no mejoran a pesar de nuestros esfuerzos y esto
también puede deprimir al consejero. Algunas formas en que se puede ayudar a
un deprimido.
4.9. Satisfacer las necesidades: Tomarse tiempo para descansar y ocuparse
de sí mismos físicamente, es sabio animar al aconsejado a que se realice
exámenes físicos, especialmente si la depresión existe.
4.10. Afrontar sus causas: Si un aconsejado esta deprimido, ayudara mucho

37
que lo admita, reconocerá que la depresión es común y luego buscara determinar
que puede estar causándola.
4.11. Escuchar y obedecer a Dios: Cuando las personas están en depresión
difícilmente obedecen a Dios. La oración parece estar vacía y la lectura de la Biblia
carece de interés, sin embargo, los aconsejados necesitan que se les anime a
hablar con Dios, a escuchar su voz mientras leen la Escritura y a esperar que El
provea la guía necesaria.
4.12. Cambiar las circunstancias: No quedarse inmovilizados, involucrarse en
las actividades de la vida, estimular a que haya cambios en su vida.
4.13. Examinar de nuevo la situación: Hacer ver al aconsejado que si hay
una salida.
4.14. Aceptar la ayuda y el apoyo de los demás: Es difícil para una persona
deprimida manejar su depresión sin ayuda. Es beneficioso el estimulo de otra
persona.

LA IRA:
Es un profundo sentimiento de tensión y agresividad que surge cuando nos
sentimos amenazados, frustrados o equivocados. Es una emoción que agita la
totalidad de nuestro cuerpo y es capaz de producir abundante energía que en
ocasiones aflora en violencia física y agresión verbal, como comentarios
sarcásticos. Puede afectar física, psicológica y espiritualmente. Existen diferentes
palabras en griego que se han traducido como ira o enojo en nuestra Biblia:

* Orge: Termino usado para describir el enojo de Jesús cuando arrojo a los
cambistas del templo ( Mr. 3:5). Expresa enojo, indignación
* Parogismis: Irritación amarga y exasperada (Ef. 4:26) Es una clase de ira
perdurable.
* Thumos: Agitación palpitante o explosión de intensa hostilidad (Ef. 4:31)

1. Efectos de la ira: No es fácil eliminar la ira de nuestra vida, en ocasiones las


personas disfrutan estar enojadas, y esto tiene sus efectos:
2.1. Sienten una sensación de poder y superioridad:
2.2. Aumento de la presión sanguínea: Esto produce ataques cardíacos,
problemas digestivos y dolores musculares.
2.3. Daño psicológico: Dificultad para tomar decisiones racionales. Nuestro
pensamiento no es lógico y llegamos a conclusiones que hacen nuestra ira mas
intensa.
2.4. Crea barreras entre las personas: Aleja a los demás y esto conlleva a la
soledad

38
2. Formas de aconsejar al iracundo: Debido a que la ira es muy común y nociva,
es importante que los consejeros sepan como ayudar a personas con problemas de
ira:
3.5. Animar al aconsejado a admitir y expresar sus sentimientos de ira: En
ocasiones las personas no se percatan de que están enojadas, aun cuando otros
pueden darse cuenta. La ira escondida o reprimida surge en resentimientos,
problemas psicológicos o en reacciones físicas.
3.6. Ayudar a la persona a redirigirla: En lugar de transformarla en hostilidad,
puede ayudar el tomar una caminata, trabajar en el jardín, hacer algún deporte o
participar en cualquier otra actividad que le permita descargar la energía.
3.7. Ayudar a la persona a pensar razonablemente acerca del enojo: Revisar
los hechos que produjeron el enojo, ver si existe una razón para estar enojados.

LA ANSIEDAD: Es un sentimiento de amenazas, aprehensión, temor e inquietud, al


igual que cualquier otra emoción puede ser buena, nos pone en estado de alerta
de algún posible peligro y nos prepara para la acción. Pero cuando ésta se
desarrolla, puede obstaculizar nuestro razonamiento, traernos desanimo, quitarnos
el gozo y producir un sinnúmero de problemas físicos como molestias estomacales,
la ansiedad produce una reacción similar a la de pánico que inmoviliza a la persona
y pone tenso todo el cuerpo. Muchos consejeros dicen que la ansiedad es diferente
al temor. Tanto el miedo como el temor son respuestas emocionales que surgen
cuando reconocemos conscientemente que en realidad existe una amenaza, un
peligro o un problema. La ansiedad en cambio es un sentimiento de aprehensión
que no surge de ninguna causa que nosotros podamos identificar.

1. Causas de la ansiedad:
2.1. Conflictos inconscientes
2.2. Culpa que no afrontamos
2.3. Inseguridad debido a problemas del pasado
2.4. Expectaciones de nosotros mismos que no podemos alcanzar
2. Formas de ayudar a una persona con ansias: No solo basta con decirle “no se
preocupe”, Esto es mas sencillo decirlo que hacerlo, e implica que la preocupación
puede detenerse voluntaria y automáticamente. ¿ Como ayudarlo?:
3.5. Enseñar a depositar su confianza en Dios.
3.6. Recordar que Dios esta con él aun en tiempo de dificultad.
3.7. Poner delante de Dios en oración cada detalle de su vida, con ruego y
acciones de gracias.
3.8. Animar a las personas a concentrarse en cosas santas, correctas, puras.

39
LA SOLEDAD: La soledad es un sentimiento de frustración doloroso y no deseado,
es la falta de ayuda y perdida de contacto con los demás.

1. Causas de la soledad: Vienen a causa de:


2.1. Pérdida de algún ser amado
2.2. Rechazo de personas mayores o de la misma edad
2.3. Actitudes negativas de la persona hacia los demás, por ejemplo el no
cooperar, o el tener comentarios sarcásticos.
2.4. El tener complejos de inferioridad o superioridad
2. Formas de ayudar a alguien que padece de soledad:
3.5. Animar a las personas venir a Dios a través de Jesucristo
3.6. Guiar a las personas solitarias a encontrar otras personas con quien
compartir
3.7. Ayudar al aconsejado a descubrir y eliminar las causas de la soledad

CAPITULO 12

TEMAS
DE DISCUSION EN LA CONSEJERIA CRISTIANA
PARTE 2

40
ENFERMEDADES EMOCIONALES: Todos conocemos aquel pasaje de la Escrituras
que relatan sobre el disturbio emocional que tuvo Saúl a causa de su
desobediencia hacia Dios, y cómo David con su música traía paz a la vida del rey.
Hoy en día a esta actividad se la puede llamar “terapia musical” y al problema del
rey Saúl se lo puede catalogar como un disturbio emocional o enfermedad mental.
Sin embargo no debe asumirse que las personas que padecen de enfermedades
mentales siempre se comportan de una forma extraña o con una conducta poco
usual. Muchas de estas personas no son diferentes del resto de nosotros, excepto
por el hecho de que los problemas y las crisis los han abrumado y que es difícil
para ellos pensar y actuar apropiadamente.

1. Formas de ayudar a una persona perturbada: Los consejeros cristianos


confrontan cuatro retos de importancia al trabajar con personas emocionalmente
perturbadas.
2.1. Estar atentos a los síntomas de disturbios emocionales: Aunque los
síntomas son obvios, los miembros de la familia se niegan a afrontar la realidad de
la situación o no están dispuestos a animarles a sus familiares a buscar ayuda
profesional.
2.2. Ayudar a la persona perturbada a obtener un tratamiento competente:
Proveer la consejería adecuada, pero es mejor referir a la persona a un especialista
como un psiquiatra o psicólogo adecuada, pero es mejor referir a la persona a un
especialista como un psiquiatra o psicólogo.
2.3. Proveer ayuda mientras el paciente esta hospitalizado: La persona que
esta en dificulta puede recibir ayuda a través
de visitas de los lideres de la iglesia o del consejero.
2.4. Dar consejería durante el proceso de rehabilitación: Frecuentemente las
dificultades que llevaron a la persona al colapso nervioso todavía se encuentren
presentes cuando el paciente abandona el hospital, por lo que se sugiere que el
paciente continúe siendo tratado durante su rehabilitación.
2. Ayuda a la familia de la persona perturbada: Cuando uno de los miembros
desarrolla problemas psicológico, muchas familias afrontan una grave crisis. Las
acciones inusuales del paciente, el estigma social que rodea a la enfermedad y los
reajustes necesarios cuando un familiar es hospitalizado, todo esto coloca
presiones sobre la familia. Frecuentemente existe confusión, ansiedad y mal
entendidos. El consejero puede ayudar de muchas formas a la familia, puede
ayudarlos a reconocer y a aceptar el hecho de que uno de sus miembros padece
disturbios emocionales y que necesita un tratamiento adecuado, puede darles
orientación en la cual les enseñe a expresar sus sentimientos y los anime, esto les

41
dará estimulo y ayudara a la familia a incrementar su dependencia en Dios.

LA ENFERMEDAD: Las enfermedades pueden ser fuente de mucha tensión en la


vida de la persona que esta enferma así como en la de su familia. Cuando alguien
sufre una severa enfermedad, no solamente se ve involucrado un mal
funcionamiento, sino que también con frecuencia la enfermedad trae consigo
ansiedad, frustración e incertidumbre acerca del futuro. En una enfermedad hay
por lo menos tres periodos:
* De transición: De estar saludable a estar enfermo. Esto puede ser muy rápido,
por ejemplo un ataque cardiaco o paulatino como un cáncer. En ocasiones la
persona no quiere afrontar los síntomas y evita ver a un medico, con la esperanza
de que los síntomas desaparezcan.
* De tratamiento: Este es el segundo periodo, la persona busca ayuda médica y
se somete al tratamiento, pero también puede iniciar un tiempo de dificultad.
Además de las molestias físicas existe temor a lo desconocido.
* De convalecencia: La persona y la familia lentamente hacen la transición del
periodo de enfermedad al periodo de salud. Esto puede ser un proceso lento, pero
puede también existir dificultades, tales como que el paciente pueda evitar eludir
responsabilidades habituales.

1. Consejería con el paciente y la familia: Cuando Jesús estaba en la tierra,


invirtió parte del tiempo ministrando a los enfermos. Como consejeros, debemos
tomar la misma actitud de hacer lo mismo ya que podemos ser de estimulo tanto
para el paciente como para la familia durante el tiempo de crisis.
2. Consejería con un niño enfermo: Al igual que un adulto, los niños sufren dolor,
temor a lo desconocido, les desagradan los hospitales, los médicos, detestan la
medicina y no quieren separarse de sus seres queridos. A diferencia de los adultos
no se están preocupando de la cuenta del hospital o de la seriedad de su
enfermedad, sin embargo tienen un limitado entendimiento de qué es lo que esta
sucediendo. Como consejeros, tenemos una gran responsabilidad tanto con
el niño como con su familia, en especial con los padres. El hacer consejería con un
niño dependerá de su edad y nivel de entendimiento, pero el niño deberá recibir
seguridad y no ignorarlo. Es recomendable para que alcance seguridad el niño, se
puede llevar su juguete preferido, prendas de vestir o adornos que tiene en su
cama. Debido a que los niños generalmente no pueden convertir en palabras sus
temores y sentimientos, el consejero deberá estar alerta especialmente a las
señales no verbales. También es bueno orar con el niño y darle seguridad de que
Jesús le esta ayudando mientras esta enfermo. El relajar las tensiones de los
padres también es de beneficio para el niño ya que éste se sentirá mucho mas

42
seguro.

LA MUERTE: Este es quizás uno de los temas que mas dificultad se tiene en cuanto
al aconsejar. Una encuesta señala que las personas que padecen enfermedades
incurables y sus familias pasan por diferentes etapas mientras se acerca la
muerte.

1. Etapa de la negación y aislamiento: Esta es la primera reacción cuando un


paciente descubre o se imagina que la enfermedad que sufre es mortal. Esta
negación es un mecanismo de defensa que usan casi todos los pacientes,
especialmente al principio de la enfermedad. Casi nadie quiere creer que la muerte
es inminente y que le ayudara a hacer menos doloroso el golpe si periódicamente
niegan la verdad del diagnostico.
2. Etapa del enojo: El paciente rara vez trata de negar la verdad para siempre,
eventualmente llega a admitir que realmente se esta muriendo. Este
reconocimiento
frecuentemente va acompañado de temor y enojo y esta frustración va a llevar al
paciente a ser muy demandante y critico del personal del hospital. En esta etapa el
paciente necesita ser comprendido,
3. Etapa de negociación: Este es el tiempo de negociar entre prolongar la vida o
librarse del dolor.
4. Etapa de la depresión: Con frecuencia hay una reacción en contra de la
enfermedad y sus efectos. Un paciente puede estar muy desanimado, por ejemplo
debido a que extraña su familia, no puede disfrutar de sus pasatiempos, no puede
asistir a la iglesia o físicamente es menos atractivo.
5. Etapa de la aceptación: Pocos pacientes persisten resistiéndose hasta el fin. Si
la enfermedad ha sido larga eventualmente llegará el tiempo cuando ellos acepten
el hecho de que la muerte esta cercana, estarán menos comunicativos y
demostraran un decreciente interés en las noticias y los problemas del mundo.

CAPITULO 13

TEMAS DE DISCUSION EN LA CONSEJERIA CRISTIANA


PARTE 3

43
EL DUELO: El duelo es una carga muy pesada, aun cuando la muerte venga
después de una penosa enfermedad, o cuando llega al hogar de un cristiano que
tiene seguridad de la resurrección. Cuando la persona atraviesa este proceso de
duelo, experimentan muchas emociones incluyendo pesar, desesperación,
ansiedad, culpa, soledad, enojo, confusión. Frecuentemente el proceso de pesar o
de duelo principia con un periodo de conmoción, esto sucede cuando la muerte ya
se esperaba. Antes del funeral, los deudos con frecuencia entran en un periodo de
dolor, llanto, añoranza profunda por la persona fallecida.

1. Consejería a una persona en proceso de duelo: El consejero, pastor y personas


allegadas al deudo juegan tres papeles importantes.
2.1. Traer el consuelo de las Escrituras: La Biblia presenta la muerte como
una ganancia para el creyente y en ocasiones como algo que debe de ser bien
recibido.
2.2. Traer consuelo en el momento del funeral: El funeral del cristiano no es
una ceremonia para el fallecido, sino para los que han quedado. Esto ayuda a las
personas a afrontar la dolorosa realidad de que la muerte realmente ha llegado. Es
una oportunidad para la adoración y para dar testimonio de la esperanza que hay
en nuestro interior.
2.3. Guiar a los deudos en el periodo de reajuste: Cuando el funeral ha
terminado y los familiares que llegaron a presentar sus condolencias se han ido,
serán difíciles los siguientes meses, es entonces cuando el líder cristiano deberá
ser sensible y accesible para ayudar a los deudos a trabajar en el reajuste.
2. La muerte de un niño pequeño: La muerte de un niño pequeño se ha descrito
como el mas fuerte y perdurable de los pesares. El hecho de que la vida debe
terminar para un niño pequeño, quien pudo haber tenido mucho potencial, es
realmente horrible y doloroso, aun si esperamos verlo de nuevo en la eternidad. La
perdida de un niño no es fácil, y es también difícil de explicar a otro niño. Las
palabras que se utilicen dependerá del grado de madurez del niño. Se debe
reconocer que los niños pequeños menores de cinco años de edad, no entienden el
concepto de muerte y no entienden tampoco como esto les puede afectar, niños
mayores, en especial a partir de los nueve años tienen un claro entendimiento de
la muerte y una habilidad mas adulta para experimentar duelo.

PROBLEMAS FISICOS: En las Escrituras podemos ver la compasión que Jesús tuvo
ante las personas con problemas físicos. Jesús ministro a sordos, ciegos, cojos,
paralíticos. Hoy en día, lastimosamente tendemos a ignorar o al menos a no poner
atención en alcanzar a aquellos que tienen algún tipo de problema físico. Una

44
persona con problemas físicos es aquella persona cuyo cuerpo posee algún
impedimento que interfiere con su habilidad para funcionar normalmente en la
sociedad.

1. Consejería para personas con problemas físicos: Para tratar a personas con
impedimentos físicos se debe:
2.1. Llevarles hacia la aceptación: Tratar al aconsejado haciéndole sentir el
valor que tiene como persona, haciéndole ver las características que le hacen ver
valioso.
2.2. Evaluar sus limitaciones y aprender a salvar obstáculos: El aconsejado
debe aprender a ver que a pesar de sus limitaciones, el es un individuo a quien
Dios ama y por quien Cristo vino al mundo y lo redimió.

EL ALCOHOLISMO: El alcoholismo ha venido a ser un problema que se encuentra


alrededor de todo el mundo en cantidad increíble. El abuso del alcohol ha venido a
ser un problema de mayores proporciones. El beber en exceso arruina a las
familias, destruye carreras, debilita la salud, provoca accidentes de transito y crea
destrucción.
Casi cualquier persona puede llegar a ser dependiente psicológica y físicamente de
drogas, incluyendo el alcohol. La adicción sucede si la persona es expuesta a una
alta dosis por un tiempo considerable.
1. Causas: Existen varias causas que pueden llevar a una persona a ser un
bebedor.
2.1. Tensión: Muchas personas tienden a beber cuando están bajo presión.
Inicialmente el alcohol permite que el bebedor olvide los problemas de la vida
temporalmente y que se sienta tranquilo y aun eufórico.
2.2. El medio y la cultura: La familia y la comunidad en la cual uno ha crecido
pude incrementar o hacer decrecer la posibilidades de ser un adicto. Cuando los
padres beben en exceso, los hijos tienden a hacer lo mismo al llegar a ser adultos.
2.3. Personalidad: El bebedor constante tiende a ser una persona ansiosa,
emocionalmente inmadura e incapaz de tolerar frustración. Tiene problemas al
aceptar autoridad y muchos son perfeccionistas y personas que se sienten
socialmente aislados. Se ha sugerido que estas características surgen solamente
después de beber excesivamente, sin embargo hay también investigaciones que
demuestran que las características antes mencionadas vienen primero y llevan a la
persona a emborracharse.
2.4. Fisiología: Fisiológicamente no existe una causa para la adicción, el
cuerpo principia a acostumbrarse al alcohol. La cantidad necesaria para traer
sentimientos de libertad irá en aumento y con el tiempo el cuerpo se vuelve

45
dependiente del alcohol simplemente para mantener el
equilibrio 2.5. Área espiritual: Una de las causas para el abuso de drogas y
alcohol es la existencia espiritual y religiosa de un vacio en la vida de muchas
personas hoy en día. Aun creyentes pueden quitar sus ojos de Dios y caer en el
alcohol.
2.6. Familia: Cuando una persona es alcohólica, la familia completa se ve
afectada, Al principio los familiares tratan de ignorar el problema o intentan negar
que existe. Luego hacen un intento por detener a la persona que bebe
frecuentemente eliminando el alcohol o riñéndole. Con frecuencia la familia trata
de esconder el problema con la esperanza de que el bebedor deje de tomar
espontáneamente. Muchas veces los miembros de la familia que tratan de detener
el problema en ocasiones lo agravan con sus buenas intensiones.

2. Consejería para alcohólicos: No es fácil aconsejar a personas alcohólicas, ni


aun a sus familias. El proceso completo debe ser llevado en oración y guiado con
la sabiduría y el poder del Espíritu Santo. La consejería involucra por lo menos 5
metas.
3.7. Hacer que la persona deje de beber completamente
3.8. Reparar el daño físico que ha venido como consecuencia de la adicción
3.9. Ayudar al aconsejado a aprender a como manejar sus tensiones
3.10. Ayudarlo a encontrar un sustituto de la droga que no sea químico y a
la vez efectivo.
3.11. Construir y reconstruir la autoestima para manejar su culpa.

DEMONIOS: Las enseñanzas de las Escrituras y de los creyentes en todo el mundo


confirman que los demonios si influyen
en la vida de las personas. El apóstol Pablo advierte que estamos en una contienda
contra principados, autoridades, en contra de los poderes de las tinieblas del
mundo. (Ef. 6:12). Por esta razón es importante que el consejero cristiano sea
capaz de permanecer firme en contra de Satanás.

C.S. Lewis en cierta ocasión escribió que podemos cometer dos errores acerca del
diablo.

* Podemos creer y desarrollar una excesiva e insalubre afición


* Podemos totalmente ignorar su existencia

Ambos puntos de vista son incorrectos y dañinos, y ambos se ven en consejería.


Algunos consejeros no dedican atención al diablo y actúan como si no existiera.

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Otros se vuelven obsesivos en asuntos de demonios a tal punto que cada sesión
de consejería es vista como una oportunidad para practicar un exorcismo.

Si damos orientación cristiana a alguien por algún tiempo y notamos que no hay
cambio, podemos sospechar que esta involucrado algún elemento demoniaco. En
este punto algunos consejeros leen algún pasaje bíblico que trate con la soberanía
de Cristo o le piden al Espíritu Santo discernimiento para ver si hay algún elemento
demoniaco involucrado.

EL ASUNTO DEL “¿POR QUE?”: ¿Por qué tengo yo este problema?, ¿Por qué Dios
permitió que esto sucediera?, ¿Por qué no le sucedió a alguien más?, ¿Por qué los
pastores dicen que Dios es amoroso y bueno y permite que suceda esto o
aquello? Estas preguntas son difíciles y deberán ser resueltas por el consejero
mismo, antes de responderlas en una sesión de consejería. Son preguntas
teológicas,
que rara vez se consideran en los libros de consejería y psicología.

En la Biblia las respuestas a los “por qué” no son siempre claras. Nosotros
sabemos que cuando Dios permite o trae alguna situación difícil, lo hace por
alguna buena razón y propósito. Puede ser para producir paciencia, humildad o
para motivar a una dependencia mas profunda en Dios.

En consejería, el consejero cristiano puede enseñar al aconsejado los pasajes que


traten sobre el sufrimiento. Esto puede ayudar al aconsejado a exteriorizar sus
sentimientos y buscar respuestas en la Palabra de Dios. Las respuestas a todos los
“¿por qué?” la tendremos cuando veamos a Cristo cara a cara.

CAPITULO 14:

EL FUTURO DE LA CONSEJERIA

Poco antes de ascender al cielo, Jesús reunió a sus seguidores y les dio algunas
instrucciones. Ya los había preparado para el futuro y ahora estaba listo para
regresar a su Padre. Pronto ellos experimentarían la venida del Espíritu Santo,

47
quien los guiaría por siglos mientras ellos se ministraban los unos a los otros y
hacían discípulos a todas las naciones.

Este ministerio de enseñanza y sanidad continúa hasta hoy en día. Nosotros sus
seguidores tenemos la responsabilidad de esparcir las Buenas Nuevas a todas las
naciones y demostrar compasión a nuestros prójimos. En los últimos años la
consejería cristiana ha venido a ser una de las formas en la cuales logramos estas
metas. En cada continente, el interés de la consejería esta creciendo y ha venido a
ser mas aceptada. Programas de entrenamiento se están desarrollando y
organizaciones profesionales para consejeros han surgido.

Nadie sabe que pasará en el futuro con la consejería, pero parece que con el
devenir de los años se desarrollaran las siguientes rutas:

1. Habrá más énfasis en teorías y técnicas de consejería: Mientras el campo de la


orientación cristiana ha desarrollado, los consejeros han descubierto nuevos
métodos y han propuesto nuevas teorías acerca de cómo ayudar a las personas.
Algunas de estas ideas son de valor practico, pero desgraciadamente mientras
surgen nuevas ideas, han surgido mayor resistencia por parte de las personas
cuyas ideas difieren. Mientras los consejeros se dedica a argumentar, los
aconsejados han sido olvidados. Debemos recordar que toda técnica tiene que ser
examinada a la luz de las Escrituras y que la característica primordial del consejero
cristiano es el amor.
2. Habrá más énfasis en el entrenamiento: Programas de entrenamiento para
consejeros están en todas las fases de desarrollo. El entrenamiento en consejería
ha venido a ser una parte importante dentro de los programas de educación
ministerial alrededor del mundo.
3. Habrá más participación de laicos en la consejería: Al inicio de este libro, el
autor cita a Sigmund Freud, aquel famoso psiquiatra que desarrolló muchas
poderosas y controversiales técnicas acerca del aconsejamiento. Freud y sus
seguidores eran médicos y ellos creían originalmente que aquellos que no eran
médicos podían aprender a dar consejo efectivamente, pero la mayoría de su
énfasis estaba en entrenamientos intensivos
que pocos podían manejar. Hoy en día en muchas iglesias existen programas de
entrenamiento que enseñan a las personas como cuidar los unos de los otros.
4. Habrá más énfasis en educación y prevención: La consejería tradicional ha
existido para ayudar a aquellos que tienen problemas. Podemos ver que muchos
de los problemas espirituales y psicológicos pueden frecuentemente prevenirse con
programas de educación cristiana, con guías bíblicas prácticas que pueden darse

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desde el púlpito, o aun con direcciones individuales como la orientación
prematrimonial.
5. Habrá mayor interés con los asuntos de la comunidad: Muchos consejeros han
concluido que los problemas personales frecuentemente surgen debido a los
problemas sociales en la comunidad donde las personas viven. Pobreza,
desempleo, discriminación, contaminación del ambiente, cada una de estas puede
crear tensión a muchas personas. Muchos consejeros han decidido que una forma
de ayudar a las personas es cambiando sus comunidades a través de acción social.
6. Habrá mas libros de consejería: En este ultimo tiempo michas partes del
mundo han sido inundadas con libros que explican como ayudarse a sí mismo y
como ayudar a otros. Los libros, artículos y folletos pueden ser de gran ayuda.
7. Habrá más participación de la tecnología: Mientras todo esto empieza a
desarrollarse, es claro que la radio, televisión, cintas, video e incluso computadores
pueden y de hecho están siendo usados para ayudar a los consejeros en su
trabajo.
8. Habrá una participación internacional
mayor en la consejería: Como profesión, la consejería inicio en Europa y tuvo un
gran desarrollo en Norteamérica Hoy día nuevas y creativas ideas de orientación
han surgido alrededor de todo el mundo.

La Biblia nos instruye a que “no nos cansemos de hacer el bien, porque a su
tiempo segaremos sino desmayamos” (Gal. 6:9) Al estar involucrados con muchas
personas con problemas, los consejeros frecuentemente se agotan. ¿Cómo ser
consejeros sin agotarse?

1. Teniendo fortaleza espiritual: Una fogata se apaga con la falta de oxígeno. No


se puede pelear esta batalla solos. Constantes periodos de meditación y estudio
bíblico son absolutamente indispensables si vamos a ser efectivos como ministros y
siervos de Jesucristo. Es de extrema importancia también pasar tiempos de oración
y comunión con Dios.

2. Reconociendo nuestras limitaciones: Muchas personas tienden a presionarse a


si mismos casi mas allá de los limites humanos. Es importante recordar que Jesús
nunca pidió a ninguna persona que cambiara el mundo o que hiciera el ministerio
de la consejería sola, Algunos tratan de convencernos de que tenemos más
habilidad y energía de la que realmente Dios nos ha dado. Cada uno de nosotros
necesitamos reconocer que hay limitaciones más allá de las cuales no podemos ir
sin lastimarnos emocional o físicamente.

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3. Teniendo un grupo de apoyo: El cristianismo es una forma de vida construida
alrededor de la persona de Jesucristo, y esta caracterizada por el amor los unos
por los otros. Necesitamos personas que oren por nosotros
y con nosotros, amigos que nos acepten, animen y ministren.

4. Estando tiempo a solas: Alejarnos para tener tiempo de descanso y relajación.


Dios nos dio ejemplo cuando descanso después de haber creado el mundo.

5. Compartiendo nuestras responsabilidades: Lo más fácil es hacer el trabajo


solo, pero es interesante notar que Dios no trabajó de esa manera. El uso hombres
y mujeres imperfectos para lograr sus propósitos. Jesús no necesitaba de los
discípulos para la evangelización, sin embargo los entreno, les dio
responsabilidades y los envió.

En las Escrituras vemos que Josué fue llamado por Dios para dirigir a Israel a la
tierra prometida después de que Moisés muriera.

La responsabilidad debe haber sido grande, y Josué pudo haberse sentido inseguro
de acerca de sus responsabilidades. Entonces Dios le dio algunos consejos acerca
del éxito.

“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está
escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
(Jos.1:8)

El secreto del éxito de Josué fue “meditar en la Palabra de Dios” para estar
familiarizado con ella y entonces obedecerla.

Como cristianos no tenemos el privilegio si vamos o no a ministrar a otros. Si


somos pastores, no tenemos la libertad de decidir si vamos o no a dar consejería.
La obediencia, el amor y el ministrar a otros son las características de los discípulos
de Jesucristo. Estas son las bases de una consejería cristiana efectiva.

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