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ee aUWerdad!
lo dijo Cooperativa.
Es lo que dicen cientos de miles de chilenos
cuando se refieren a ios hechos que suceden
en nuestro pais. Es el sello de la verdad, con-
quistado por una radio que esta en todos los.
frentes informativos. Cooperativa describe lo
que pasa y entrega todas las opiniones, para
darlas a conocer en mas de 7 horas de noti-
cias diariamente.
Saber la verdad es su derecho.
Decirla es nuestro deber.
Radio
Cooperativa
UNA RADIO DE VERDAD.| APSI EXTRA
7 de julio 1986
DiectoryRepresertante Lege
Narco Conveas
DicterAchnto
Sorgowra
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tra intemaciens!
Pooenscnse
ator Esonsmico
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‘Alberto Reyes 032
Fonos: 775643 - 775450
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cconvocadlos por la Asamblea de la Civilidad el pasado 2 v 3 de julio, 1o
consttuyé la incineracion de ds jovenes a quienes se rocié con combustible y
se les prendié fuego. i
‘El gobierno ha pretendido, una vez mas, pasar la factura de la violencia ala
‘oposicién. Curioso argumento el del régimen: la responsabilidad por los muer=
{0s y heridos —dice— no es de los que disparan, sino de quienes citan aesios
actos de desobediencia civil.
{.Quién pone la violencia en Chile? ;Son acaso ls diigentes de los partidos
politicos o los dirigentes dela civiidad? Es acaso violencia resistir por medios
Tegitimos un orden autortario que busea perpetwarse en el poder por sobre la
voluntad mayoritaria de los chilenos? i
Durante las jornadas de paralizacion, el pais y los observadores extranjeros.
presenciaron una masiva respuesta de apoyo a la convocatoria de la Asamiblea
‘de la Civilidad. Los camioneros y transportistas se plegaron, en su inmensa
‘mayoria, de manera voluntaria y sin coaccién al llamado de la civilidad. Los
‘comerciantes bajaron sus cortinas como sefial de protesta. Los estudiantes y
profesores se plegaron activamente a estas joriadas. Los sectores medios, que
Se habian restado en este ultimo periodo a las jommadas de protesta, tocaron de
‘uevo sus cacerolas. Desde Arica a Punta Arenas se registraron actos de adhe=
sin a estas jornadas civicas. Los dirigentes dela propia Asamblea, ademés de
Jos dirigentes de los partidos politicos, intentaron dar un testimonio, personal
‘de su protesia en el centro de Santiago, hacia donde acudieron... para entonar
‘el himmo nacional. ee
{{Cusl fue la respuesta de la autoridad militar? Una vez més la represion
fuerte, aunque discriminada. Los dirigentes nacionales fueron dispersados con.
‘gases lacrimégenos, agua y bastonazos. Los estudiantes vieron ocupadas sus
Sedes universitarias. En los sectores medios y del barrio alto, en donde se re-
sistraron manifestaciones hubo patrullaje y ocasionales disparos a are, En los
Sectores populares se desat6 una verdadera guerra, si es que es posible emplear
teste vocablo cuando se desata unidireccionalmente. Cercos militares ¥ poli-
‘ales aislaron poblaciones y dispararon no s6lo al aire, como lo testifica una
cantidad impresionante de heridos y siete muertos, todos de extraccién popu-
Jar, En provincias la respuesta fue diversa, desde un operativo bélico para de-
tener una marcha de mineros en Chuqui, hasta un cuasi didlogo entre la auto-
ridad militar y la polacién en Punta Arenas. Para Rodrigo Rojas y Carmen
‘Gloria Quintana la Fespuesta Tue la que damos a conocer af comtienz0 se
editorial.
El gobierno puede desoir una vez mas este clamor de la civilidad. Puede in-
tentar encarcelar alos dirigentes sociales que convocaron a estos actos, Puede
aferrarse a sus planes politicos de perpetuaci6n en el poder. Queda en pie, sin.
‘embargo, que la convocatoria a este paro-ivico movilizé a la mayoria del pals.
‘Que de una forma diversa los sectores sociales expresaron su adhesién a los ac=
105 del 2 y 3 de julio. Y, por sobre todo, que la violencia no corrié del lado de
Jos civles y que si fueron sus victimes. Para adelante es muy aventurado supo-
rer que estas jornadas influyan en el énimo del general Pinochet y desus ase-
sores mas directos para modificar su itinerario. Lo que es seguro es que fort
leceran el Animo de la cvilidad que lucha por la demoecracia.(3,