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2011120084
Bogotá, D.C.
Diciembre 2016
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Bogotá, D.C.
Diciembre 2016
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DEDICATORIA
A mis padres, María del Pilar y Jimmy, por darme todo su apoyo no sólo en mi
carrera universitaria, sino en toda mi vida. Gracias por darme la fantástica oportunidad de
vivir. Los amo.
AGRADECIMIENTOS
A las “Ternuritas”, Angie Mendoza, Emerson Cruz, Karen Rojas, Karen Rodríguez,
Liliana Guayara, Vanesa Mora y Miguel Rodríguez “Jota”, por hacer de la Universidad un
encuentro de amistad. Gracias por aceptarme como soy, y hacer salir de mí, lo que por
mucho tiempo no salió, porque necesitaba de personas como ustedes. Los estimo
profundamente.
v
LISTA DE FIGURAS
Figura 3. Las experiencias y dimensiones fundamentales del ser humano (p, 73).
Figura 13: La educación y los campos de influencia de la cultura somática (p, 125).
vi
Figura 17: Competencias docentes del maestro de Educación Motriz (p, 144).
Figura 24: Ficha de seguimiento evaluativo de los aprendizajes de los estudiantes (p, 162).
LISTA DE SIGLAS
EF Educación Física
M Mariana
S Simón
viii
1. Información General
2. Descripción
Trabajo de grado (proyecto curricular particular, PCP) cuya finalidad formativa es educar la
construcción de sentidos y proyectos de vida en el ocio ludomotriz, a modo de expresión de
libertad y felicidad, como alternativa ante la cultura del consumo y el utilitarismo.
ix
3. Fuentes
García, C. (2002). Discursos de la Educación Física del siglo XIX en Medellín. Medellín:
Universidad de Antioquia. Instituto Universitario de Educación Física.
López, M. (2001). Educar la libertad. Más allá de la educación en valores. México : Trillas.
4. Contenidos
DE CÓMO LLEGUÉ A LA EDUCACIÓN EN EL OCIO LUDOMOTRIZ: En este capítulo
se exponen algunos de los acontecimientos más significativos en el proceso de formación, que
condujeron a la construcción de este PCP, es decir, el camino que se recorrió hasta llegar a la
propuesta de la educación en el ocio ludomotriz. No es, sin embargo, una narración
eminentemente descriptiva, sino que en ella se incorporan reflexiones sobre dichos
acontecimientos.
x
reflexiva de la experiencia.
PROYECCIONES: No se consideran conclusiones sino proyecciones investigativas sobre la
educación en el ocio ludomotriz y el saber pedagógico. Se despliega un conjunto de temáticas
a seguir abordando desde la investigación educativa, pedagógica, didáctica, etnográfica,
sociológica e histórica.
5. Metodología
6. Conclusiones
No se consideran conclusiones sino proyecciones investigativas sobre la educación en el ocio
ludomotriz y el saber pedagógico. Se despliega un conjunto de temáticas a seguir abordando
desde la investigación educativa, pedagógica, didáctica, etnográfica, sociológica e histórica.
ÍNDICE GENERAL
AGRADECIMIENTOS ......................................................................................................................... IV
PRÓLOGO .......................................................................................................................................XVI
1.3.4. ¿Enseñar para que repitan o enseñar a que aprendan a aprender?: Unas ideas
basadas en la idea del “maestro ignorante”. ....................................................................................... 44
1.3.5. “Conozco la cosa, critico la cosa”: La preocupación del profesor Libardo Mosquera
por enseñar a los futuros maestros de educación física a ser buenos maestros de educación física. .... 45
1.3.6. Una clase de ludomotricidad como un “mini PCP” y el encuentro con Pierre Parlebas
46
1.3.7. Integrando saberes disciplinares .............................................................................. 47
1.3.8. Creando métodos didácticos: De cómo aprovechar las oportunidades que ofrece un
trabajo mal remunerado. .................................................................................................................... 47
1.3.9. Mi propia experiencia de ocio ludomotriz como fuente de saber didáctico: Especial
consideración sobre los contenidos. ..................................................................................................... 49
1.4. PROYECCIONES MÁS QUE CONCLUSIONES ............................................................................... 50
3. ......................................................................................................................................... 74
3.1. LAS EXPERIENCIAS Y DIMENSIONES FUNDAMENTALES DEL SER HUMANO ......................................... 74
3.2. ¿QUÉ FINES DEBE PERSEGUIR TODA EDUCACIÓN? ..................................................................... 75
3.3. LA FELICIDAD: FIN DEL HOMBRE, FIN DE LA EDUCACIÓN .............................................................. 75
3.4. FELICIDAD, FORMACIÓN Y SENTIDO VITAL: REALIZACIÓN DE LA POTENCIALIDAD ................................ 76
3.5. LA LIBERTAD COMO CONDICIÓN DE TODA EDUCACIÓN ................................................................ 80
PRÓLOGO
Y vayamos derechos
llenos de actividades
“¡Para y piensa!
¡Así es!
¡Así es!”
fechas de batallas
“Tengo por cierto que enseñar a preguntar es el más perfecto empeño educativo
y que, si fuera posible enseñar este arte a una estatua, le habríamos conferido la
Platón
xviii
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO PRIMERO:
DE CÓMO LLEGUÉ A LA EDUCACIÓN EN EL OCIO LUDOMOTRIZ
Es común encontrar las obras de los autores con el producto final de sus procesos
constructivos; lo es menos, que en estas se encuentre la explicitación del proceso mismo por el
cual construyeron su saber pedagógico. En este orden de ideas ¿no sería relevante e
interesante, a la par del producto final, que los maestros compartieran el proceso de sus
experiencias, el camino que recorrieron en el proceso de construcción de su saber? Este
camino que recorre el maestro en su proceso de formación, lo transita con ires y venires, con
atajos, con obstáculos, con incertidumbres, con conquistas y con múltiples formas de conocer
y percibir la realidad, y particularmente las relaciones educativas y pedagógicas.
Todo maestro debería en este sentido, realizar una biografía de su saber pedagógico.
¿Por qué y cómo, los maestros comprenden su saber? ¿Cómo es el proceso de configuración
de sus creencias y pensamientos sobre el saber pedagógico? Es un develamiento de estas
cuestiones la finalidad de la sistematización de esta experiencia pedagógica.
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Recuerdo muy bien que en cierta ocasión un compañero de clase –Rodrigo González– me
preguntó por cómo percibía la situación política del país. Por ese entonces cursábamos nuestro
primer semestre. Le respondí de forma apática que en realidad no me interesaban ese tipo de
asuntos. El intentó persuadirme sobre la necesidad de tener una postura, sin embargo, persistí
en mi posición.
Por ese entonces, comenzaron a girar los rumores en la facultad sobre la aparente
posibilidad de entrar en un paro. Yo no sabía en realidad de qué se trataba, hasta que escuché
algo relacionado con “una tal Ley 30” y un proyecto de reforma de la misma. Así persistió un
ambiente de incertidumbre por varios días en la sede Valmaría de la Universidad Pedagógica
Nacional (UPN). Hasta que un día se empezó a organizar una marcha, que coincidió con el
día en que debíamos, el grupo de primer semestre, entregar un trabajo relacionado con la
investigación etnográfica1. No obstante, ningún grupo tenía el trabajo terminado, así que
aprovechamos la marcha y nos sumamos a ella, para evitar la entrega del trabajo.
La marcha salió desde Valmaría, tomó por la calle 184 hasta llegar al puente de la misma
calle, contigua al Centro Comercial Santa Fe. Yo no sabía en realidad de qué se trataba el
asunto, pero me sentía muy emocionado. Era la primera vez que estaba en una marcha
estudiantil. La gente arengaba, gritaba, corría… Nos encontramos, encima del puente, con
compañeros de la Sede Principal de la calle 72. Una vez allí, obstruimos el tráfico por unos
minutos y luego nos dirigimos de nuevo a Valmaría, en donde después de arengar por un lapso
de tiempo no muy largo en las zonas verdes de la sede, ingresamos a uno de los salones de
práctica y allí se empezó a discutir sobre el dicho Proyecto de Reforma a la Ley 30. Yo tenía
una cámara y empecé a grabar, pero empezó a llover y era imposible captar el sonido. Sin
embargo, independientemente de esos detalles, me sentía en una situación realmente nueva
para mí: Política, conciencia de clase, clase dominante, poder de los medios masivos de
comunicación, gobierno, corrupción, Estado, socialismo, capitalismo, neoliberalismo,
1
Un trabajo de análisis e interpretación de entrevistas que realizamos en varios lugares de Bogotá (universidades,
zonas públicas y colegios) sobre los imaginarios alrededor de la EF.
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marxismo, lucha de clases, organización popular, protesta, paro, represión policial… Eran
palabras que se empezaron a colar en mi conciencia, y daban significado a un acontecimiento
que empezó a conformar mi posterior formación política, como ser humano primero, y
segundo como maestro y ciudadano.
2
De la servidumbre moderna es una película documental franco-colombiana realizada en 2009 por Jean-François
Brient completamente libre de derechos de autor. Fue elaborada a partir de fragmentos malversados de películas
de ficción y de documentales. El objetivo central de esta película es revelar la condición del esclavo moderno en
el marco del sistema totalitario mercantil y dar a conocer las formas de mistificación que ocultan su condición
servil.
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Empecé a leer asiduamente los periódicos, buscaba información por internet en medios
alternativos, diferentes a El Tiempo, Caracol TV, RCN; conocí el Semanario Voz, Le Monde
Diplomatique, y todos aquellos medios impresos o virtuales de los que pudiera tener
información alternativa a la que profesaban los grandes massmedia, incluso recolectar todos
los panfletos y periódicos que se entregaban en los mítines y marchas que se hacían
continuamente por la Séptima. Incluso procuré asistir a las conferencias que se impartían en
diferentes escenarios y que tenían como tema la coyuntura del momento. Asistí a las
Asambleas triestamentarias en la Calle 72, a las conferencias de profesores como Renán Vega
Cantor, Adolfo Atehortúa, representantes de la ADE, de FECODE, incluso a conferencias
sobre marxismo, socialismo del siglo XXI, neoliberalismo, el sistema mundo… Todo me iba
conduciendo a la construcción de mi conciencia social. Era un sujeto y un agente social, tenía
poder, podía hacer algo para cambiar las cosas. Fui entonces, plasmando mi pensamiento en
algunos escritos (Anexo a), e incluso en notas que compartí en su momento en mi cuenta de
Facebook (Anexo b).
1.1.3.Levante la mano el que no sea crítico”: La profesora Ibette Olarte y el pensar críticamente la
pedagogía.
En el transcurso de una clase, en el que se tocaron temas relacionados con el papel del
maestro en la sociedad y el pensamiento crítico, la profesora Ibette Olarte dijo:
Empecé a comprender que ser crítico suponía algo mucho más allá que conocer la
realidad e incluso de estar en contra de las cosas “malas”. Ser crítico empezó a tomar la forma
de un ser que actúa para transformar la realidad, y no sólo quejarse. La crítica estaba en la
acción. Y esa acción estaba en la enseñanza para mí. ¿Sería coherente arengar en las calles que
las cosas están mal, que existe el Estado autoritario y represivo, que necesitamos salud,
empleo y educación digna; y al mismo tiempo enseñar de manera autoritaria, represiva y
mediocre? La profesora Ibette nos persuadía para “no meter la cabeza en el suelo como los
avestruces” cuando ocurren los problemas, y por ende a “sacar la cabeza a la superficie” e
intentar comprender la realidad y salir de la caverna.
1.1.4.Ser maestro y el principio ético de “no robarles el tiempo a los chinos”: En la escuela nos roban
el tiempo… nos roban la vida.
También sé que tuve “maestros” que me robaron el tiempo, que no me aportaron nada,
muchas veces con “dolo”, como se diría en el lenguaje judicial, cuando alguien hace un daño
con conocimiento de causa. Me fui convenciendo de que, de uno u otro modo, yo no sería ese
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“maestro ladrón del tiempo”, que debería hacer de mis clases espacios y momentos en los que
debería aportarle a mis estudiantes, momentos en los que realmente aprendieran, es decir, que
lo enseñado les sirviera para la vida, les hiciera comprender la realidad, y le dieran a la vida
sentido.
1.1.5.“¡Pensarse la muerte, es pensarse la vida, maestro!”: Peter Murcia y de lo que puede hacer un
maestro en una sola clase.
- En la vida hay dos acontecimientos que todo ser humano debe afrontar: La posibilidad
de la muerte de un ser querido, y la propia muerte. ¿Cómo puede ser posible que en las
escuelas no se eduque para afrontar algo tan importante en la vida? – Fueron las
palabras del profesor.
Peter nos pidió realizar un ejercicio: Construir nuestro propio epígrafe, aquello que
quisiéramos que quedara escrito en la lápida de nuestra tumba. Fue un momento conmovedor.
Después de haber escrito el epígrafe, Peter pidió que los que quisieran lo leyeran para
compartirlo con los demás. Algunas personas lo hicieron, y lloraban mientras lo hacían. Yo no
lo hice. Estaba en un grupo con el que apenas me conocía y no sentía la seguridad y la
necesidad de decirle algo tan personal a personas que no conocía.
Estas ideas fueron tomando forma en una particular y personal forma de comprender la
formación, y característicamente mi propia formación. Tuvo, agregado a las anteriores
experiencias, gran influencia el documental La escuela prohibida, y un conjunto de lecturas
que realicé de textos de los profesores Germán Vargas Guillén, Alberto Martínez Boom,
Alfonso Tamayo, Carlos Noguera y Diego Pineda 3 relacionados con la ética, la moral y la
educación, la pedagogía y la historia del maestro de escuela en Colombia 4. Algunas de estas
creencias y pensamientos los plasmé en algunos textos dentro de los que destaco el titulado
Argumentos para el cambio, escrito en cuarto semestre (2012 – 2) (anexo c) que entregué
personalmente al profesor Yesid Quiroga en el espacio de Taller de Lenguaje, y por vía
electrónica a la profesora Ibette Olarte. En este texto expuse una crítica desde mi posición de
estudiante, al sistema tradicional de formación, con todo y sus rituales y rutinas. Exhorté en
aquella ocasión la necesidad de superar la independencia intelectual de los maestros, y la
división del trabajo en la educación. Además, en el texto se pueden encontrar indicios de mis
primeras ideas sobre cómo entender la enseñanza como posibilitadora del aprender a aprender,
ideas relacionadas con la lúdica en la formación, así, como hipótesis de trabajo para la
construcción del presente PCP; también, un plan de lecturas relacionadas con los intereses
3
Respectivamente los textos son: La ética como intencionalidad pedagógica; ética y educación; Una reflexión
desde el saber pedagógico; Moral y educación. Todos los textos hacen parte del número 2 de la Revista
Pedagogía y Saberes (1991) de la UPN.
4
Martínez-Boom; Castro; Noguera (199) Maestro, escuela y vida cotidiana en Santafé colonial. Sociedad
Colombiana de Pedagogía. Bogotá.
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intelectuales que encontraron forma final en el PCP Sentidos y proyectos de vida en el ocio
ludomotriz.
Empecé a confrontar por medio de cada espacio académico, y de las reflexiones realizadas
en mis demás espacios de vida, mis imaginarios y representaciones sobre la realidad; esta
confrontación ha sido abundante en incertidumbres, también ha sido rica en comprensiones
que han orientado hasta el día de hoy formas de pensar, de querer, de realizar, de trascender;
desde elementos establecidos, también en disonancia con muchos de ellos, buscando y
construyendo alternativas… En síntesis, configurando maneras de armonización o mixtura
entre lo que era mi vida, lo que iba siendo y lo que podía llegar a ser. En dicho proceso, de
reflexión sobre lo hecho en mi camino formativo, me miro y me asombro, pues el cambio se
hace evidente, mis ideas han cambiado, algunas se han hecho diametralmente opuestas, otras
por el contrario perduran. En este andar la academia me hizo confrontarme a mí mismo. He
logrado disociar las realidades que se llevan a cabo fuera de la universidad y las de dentro de
ella. Poco a poco fui comprendiendo que la universidad y la Escuela es un reflejo de la
sociedad y que es posible su transformación.
Ciertamente fue muy poco lo que leí “de conciencia” cuando cursé el bachillerato.
Entre lo que leí a voluntad propia fue: La isla misteriosa de Poe, Aura de Carlos Fuentes, un
resumen de La familia de Pascual Duarte y algunos otros textos. Debo decir que al entrar a la
universidad leer era un “castigo”. Leer un ensayo de 10 páginas se tornaba en algo aburridor y
difícil. Intentar comprenderlo lo era mucho más.
30
1.2.1. Ni Wikipedia ni El Rincón del Vago: De cómo aprender a leer, escribir… y pensar.
En cuanto a la escritura, uno de los trabajos que tuve que realizar en el primer semestre
tuvo como temática el concepto de pedagogía. Realicé el trabajo recurriendo a Wikipedia. Lo
que hice consistió en un “cope and page” más algunas pequeñas interpretaciones personales
sobre el asunto de la pedagogía.
La profesora Ibette pidió de la parte de los estudiantes del grupo –primer semestre del
2011 – 1 – realizar algunos escritos relacionados con la pedagogía y el saber pedagógico;
siempre en relación a las diversas discusiones que se daban en clase. Mis escritos no eran de
muy buena calidad: Ideas confusas, pésima redacción, mala puntuación y presentación. Las
clases continuaron y los demás espacios académicos fueron posibilitando nuevos aprendizajes
relacionados con el leer y el escribir. Hacerlo era difícil y ello me hacía exigirme para hacerlo
bien; recuerdo muy bien, que motivado por obtener buenas calificaciones; sin embargo, se fue
creando en mí un interés creciente por conocer, escribir y leer, que me llevó a “pasar de largo”
una noche: Trabajo final de semestre para el espacio de Formación Teórico Pedagógica.
Realizar un ensayo sobre lo que considerábamos que era la pedagogía.
Fui aprendiendo que para abordar una lectura hay que hacerlo preguntando. “¿Qué
quiero aprender leyendo esto?, ¿qué interés particular tengo?, ¿qué necesito aprender?” Eran
las preguntas con las que empecé a abordar los textos. Empecé a comprender que no hay que
leer por leer, sino que hay que leer para conocer, y para conocer hay que preguntarse. Estaba
empezando a percibir la realidad de una manera diferente, surgían en mí muchas dudas, y esas
dudas me llevaban continuamente a abordar los textos, los libros, los artículos. Empecé a
abordar la lectura con mi propio “método”: Leía un párrafo y de repente me surgía una
pregunta, así que me dirigía a un libro en el que intuía podía encontrar algo al respecto, y ese
nuevo libro me conducía a otro. Para cuando me daba cuenta tenía cuatro o cinco o más libros
encima… Me sentía como un detective en búsqueda de pistas para resolver un crimen ¡Era
emocionante! Podía pasar así horas sin notar que el tiempo transcurría.
Pero no era suficiente con leer. El leer algo me daba pie para pensar en algo más… Así
que tomaba cualquier pedazo de papel y un lápiz o un esfero y anotaba enseguida. Era
importante hacerlo en el momento para que no se me escapara la idea. Así, resultaba con notas
en papeles aquí y allá, en un cuaderno y en otro. Luego venía la terea que reunir todas las
notas y empezar a hacer relaciones. “Esto se relaciona con… esta nota de aquí, y esta otra con
esta otra”. Era, de nuevo, como un detective en busca de relaciones entre los indicios del
“crimen”: Luego de reunir las evidencias era la hora de realizar el informe, y así surgían
nuevos textos, nuevas ideas.
Es común ver que los estudiantes tomen notas en las clases, pero… ¿Para qué? En un
principio yo era uno de ellos, pero luego, al revisar lo que había anotado, me daba cuenta de
que eran muchos datos, algunos sin significado; y que por andar escribiendo en clase no ponía
la suficiente atención a los profesores o a los compañeros. Así que tomé la decisión un día, de
dejar de anotar en clase. Preferí centrar toda mi atención por medio de mis oídos y mi vista.
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“Si hay algo significativo entre todo lo que dice un maestro en clase, luego lo escribiré en mi
casa reflexionando al respecto”. Eso es lo que empecé a pensar y hasta ahora me ha
funcionado. ¿Qué sentido tiene anotar, anotar y anotar lo que otros dicen? ¿No tiene mayor
sentido y no sería mucho más interesante escribir desde mis propias comprensiones? Así que
en cuanto tenía algún tiempo libre, o incluso, e veces en medio de una conversación con
alguien, sacaba algún cuaderno y escribía.
1.2.5. El leerse a sí mismo y objetivar el propio pensamiento por medio de la propia escritura
En las vacaciones del primer semestre del 2013 tomé la decisión de ser más ordenado con
mis apuntes y notas. Tomé un cuaderno y empecé a anotar cada uno de los libros, capítulos de
libros que leía o que tenía la intención de leer, y crear un sistema de lectura y escritura que me
permitiera relacionar la información que tenía, y de ese modo construir nuevo conocimiento.
El sistema que idee en mi cuaderno es el siguiente: En la parte final del cuaderno anoto las
referencias (nombre del autor o autores, año, nombre, editorial, ciudad) tal como se hace en
normas APA u otros formatos, pero con un número de lista. En el cuerpo del cuaderno escribo
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notas textuales de las referencias e ideas propias. Cada nota tiene un número y al final de la
esta está la referencia bibliográfica (el número en la lista de referencias); también agrego un
corchete ([]) con el que hago referencia a la nota con la que la presente se relaciona (anexo d).
A decir verdad, debo decir que mientras cursaba mis estudias de bachillerado, el estudiar
Educación Física (EF) no estuvo dentro de mis intereses más estimados. Pensé en cursar
carreras como licenciatura en ciencias sociales, humanidades, incluso arquitectura… Cursando
décimo primer grado, en cierta ocasión una prima mía egresada de la UPN me sugirió que
intentara con EF en esta misma universidad porque “era fácil”. El imaginario ya constituido en
mí de una EF en la que, peyorativamente, sólo se “juega”, se hace ejercicio o se aprende a
conocer el peso y diámetro de los balones y pelotas, las medidas de las canchas, los
implementos deportivos y los reglamentos de los deportes… Me hizo considerar cursar esta
carrera porque sería algo “relajao”; como en una ocasión comenté a una compañera cuando me
preguntó qué estudiaría después de salir del colegio.
Fui poco a poco divisando la necesidad y posibilidad de trabajar para que, en cada uno
de mis espacios de acción pedagógica, se hiciera real la posibilidad de la transformación de los
imaginarios y las representaciones que se tienen sobre la EF y la vida misma. En este camino
se me presentó la inquietud por la especificidad disciplinar de este campo epistemológico-
pedagógico; siempre con la consideración de la armonización o mixtura entre lo que ha sido,
lo que viene siendo y lo que puede llegar a ser, esto para trascender su histórica praxis
marcada por el deportivismo, higienismo, instrumentalismo, dualismo, alienación…
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¿Cómo poder ser mejores seres humanos, en relación con nosotros mismos, con los otros
y con lo otro? Esta fue una cuestión que me empezó a inquietar desde los primeros semestres
de mi vida universitaria y que se concretó en la noción de trascender ¿Para qué vivir? ¿Con
qué sentidos? ¿Con qué propósitos? Todo empezó a girar en torno al trascender. Esta idea
empezó a tomar cuerpo, empecé a encarnarla, comenzó a hacerse corporeidad. ¿Y cómo
trascender?, pregunta que puede traducirse en: ¿cuáles son nuestras posibilidades en el
mundo? Todo esto estaba atravesado por las aspiraciones de un joven que buscaba, y aún
busca, los sentidos de su propia vida…
La idea, como dije antes, fue tomando cuerpo... ¡Eureka! “tomando cuerpo”… Me di
cuenta de un descubrimiento trascendental en mi vida: Soy un cuerpo, y todas mis
posibilidades recaen en ello; descubrí para mi entendimiento que el cuerpo no es un „el‟, es un
„yo‟: Soy un cuerpo. Empecé a descubrir mi existencia, mi posibilidad de ser. Comenzaron a
desmoronarse muchas representaciones negativas sobre el cuerpo, sobre mi cuerpo, es decir,
sobre mi forma de existencia. ¡Qué grata sorpresa!
Pero no era el cuerpo sólo, esta idea se empezó a cruzar con la de movimiento humano;
idea, o más bien, noción, que empecé a cuestionar tiempo después ¿Nos movemos, o
actuamos? Lo que signifiqué con la noción de movimiento humano implicaba aquella
posibilidad que tenemos de actuar y de transformarnos (trascender) por medio de él. Así quedó
expresado textualmente en un ensayo que construí en primer semestre titulado Apuntes sobre
la Educación Física: “Todas las prácticas humanas necesitan tanto de un cuerpo como de una
mente para interactuar con su medio, ¿y cómo se produce esa interacción? […]: por medio del
movimiento”. Y más adelante expresé que el movimiento era el generador de “la construcción,
la transmisión y la transformación de todas las prácticas corporales que a su vez son las
productoras de las culturas humanas (sociedad)”.
La idea de movimiento humano fue dando paso a otras construcciones, hasta que otro
acontecimiento se hizo en mí gracias a la lectura; me encontré con la noción de motricidad, y
más concretamente con la siguiente cita de los profesores Napoleón Murcia y Jorge Jaramillo
en su texto Imaginarios de los jóvenes escolares ante la clase de educación física: Informe de
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Esta concepción se concretó en un texto que realicé para una clase en el tercer semestre,
junto a dos compañeros (Farut Durán y Camilo Rincón) titulado La ortodoxia del maestro de
Educación Física. Sujeto político e intelectual, en el que manifestamos:
En la anterior nota queda expresada una concepción que intenta superar o “mirar más
allá” de lo meramente maquinal, es decir, del movimiento por el movimiento; también cierta
preocupación por el objeto de estudio de la EF, o lo que ahora considero el campo
epistemológico de la disciplina.
embargo ¿qué tipo de relaciones sociales? ¿En qué escenarios? ¿En qué tipo de situaciones?
¿Con qué intencionalidades?
Estas ideas sobre el juego motor, especialmente el tradicional, la danza, el tiempo libre y
la lúdica se fueron relacionando con mis aspiraciones hacia crear procesos educativos
liberadores; esta postura se implicó con mi posición cuestionadora hacia el deporte
deshumanizador y las expresiones autoritarias, militaristas, higienistas, utilitaristas y machistas
que han acompañado históricamente a la EF tradicional en nuestro país y en otras latitudes del
planeta.
Dichas ideas las recogí en varios textos entre los que se puede resaltar el titulado
Educación Física y reproducción social de la cultura dominante (Sánchez, 2014) escrito en
sexto semestre. Estos textos recogen la idea de que la EF surge como mecanismo disciplinario
y biopolítico entre los siglos XVIII - XX en Europa. En palabras de Ignacio Barbero:
37
Todas estas inquietudes y posturas han tenido su eco en la manera en como fui
asumiendo mi futuro rol como educador. ¿Contribuiré con la reproducción de las ideologías y
hábitos dominantes, o aportaré a su comprensión y develamiento para que el educando decida
por sí mismo sobre lo mejor para él y la comunidad en la que vive? Fue la pregunta que
empezó a rondar en mí. El profesor Rafael Ávila me indicó:
El campo de intervención del trabajo pedagógico es, nada más y nada menos, que el
mismísimo cuerpo. Y su sentido: convertir un cuerpo biológico (natura) en un cuerpo
socializado (cultural), es decir: en un cuerpo sujetado al orden social, vía socialización.
Es exactamente lo que entendemos por sujeto: Un cuerpo socializado. No el sujeto
correlato gramatical del predicado, ni el sujeto correlato epistémico del objeto, sino el
sujeto resultante de un proceso de in-corporación […] bajo la acción orquestada de los
encantamientos propios del ambiente escolar, el cual suma, a la autoridad cuasi-sagrada
del maestro, la inevitable asimetría de poder inherente a la relación paido-agógica.
(2007, p. 108)
Ahora bien ¿Por qué y cómo había asumido antes de ingresar a la universidad unas
representaciones e imaginarios sobre la E? ¿Por qué se transformaron?
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Los anteriores postulados expuestos por el profesor Ávila me dieron luces sobre la
respuesta a una parte de estas interrogantes, pero para comprenderlas y resolverlas
adecuadamente recurrí a otro constructo conceptual: La representación. A decir de a profesora
Rubiela Arboleda (2008):
Las discusiones en varios de los espacios académicos del PCLEF giraban –aún lo hacen–
en torno a las nociones de „cuerpo‟ y „corporeidad‟, lo que hace que se pretenda construir la
particularidad de la disciplina en términos de estas nociones, e incluso se habla bastante de la
nueva apuesta epistemológico-educativa „Educación Corporal‟, con la cual me sentí
identificados en cierta medida… No obstante, ¿todo en el ser humano no tiene que ver con lo
corporal?
p. 20), por ende, deduje, que el pensamiento era producido por el cuerpo, por la existencia y la
vivencia de este: La corporeidad. En estos términos, ¿se podría construir una especificidad
disciplinar en la totalidad, en la corporeidad?
Sin embargo, pese a lo anterior, se me presentó la siguiente duda: ¿Serán todas las
expresiones motrices las que identificarían la distinción de mi campo profesional?... El acto
sexual erótico podría clasificarse dentro de las expresiones motrices, sin embargo, de ello se
ocuparán los/as sexólogos/as. El acto de pintar un cuadro o realizar una escultura tendrá, para
mucho pintores y escultores, su sentido en ese mismo acto, el de pintar y esculpir. En estos
términos, empecé a considerar que de estas expresiones motrices deberán ocuparse, y lo hacen
profesionalmente, representantes de otros campos, como lo son los profesionales en las artes
41
Empecé a comprender que las prácticas motrices eran fundamentales en los procesos
educativos ¿No podía construir un punto de vista particularmente original sobre esta bella y
trascendental forma de expresión de los seres humanos, a la luz de una propia epistemología?
42
Yo estoy convencida de que la motricidad es un asunto grandioso, que tenemos una cosa
poderosa “entre manos”, pensar en un humano sin motricidad es doloroso, es difícil de
imaginarlo, casi que a lo que más le tememos, incluso más que a la muerte, es a la
quietud (2011, p. 131 - 132).
1.3.2. Del mirar superficial, al mirar ingenuo: Saber interpretar y comprender las prácticas y acciones motrices
Uno puede considerar que aún necesita saber mucho, y eso lo debe satisfacer; hay
quienes no quieren, no les interesa saber nada. Abría en este sentido, diferencia entre ser tonto
y ser ingenuo: Tonto, sería el que no sabe y no quiere saber; e ingenuo, el que no sabe, pero
quiere saber.
Empecé a considerar muy seriamente que la formación sobre el aprendizaje motriz que
se impartía en el programa (PCLEF) necesitaba de mayores profundizaciones, así, como el
modo en que se abordaban los talleres experienciales. Aquellas clases con el profesor Efrén
me hacían caer en la cuenta de mi poca formación sobre mi propia disciplina, y muy
particularmente con lo referido al aprendizaje motor; algo que desde aquel entonces empecé a
considerar de fundamental importancia. ¡Debía ser un experto en el asunto! Aquellas clases
también dieron cabida para proseguir con mis disertaciones sobre el juego y el jugar. Se
presentó una nueva oportunidad para escribir y el producto fue un texto que titulé ¿Qué
aprendemos a enseñar? (Anexo f).
Me fui inquietando cada vez más por el universo de lo lúdico, su didáctica y sus
implicaciones sociales y educativas. Y estas inquietudes que iban cada vez más relacionándose
con lo que consideraba era mi saber profesional, iban haciendo mella en mis pensamientos
sobre las circunstancias a las que me tendría que enfrentar en la vida profesional: Unas con la
importancia e implicaciones de la lúdica en las finalidades de la educación, y otras con la
didáctica de la motricidad (Anexo g).
1.3.3. ¿Y cuando el maestro no sabe ser un “modelo motriz”?: Una preocupación sobre la particularidad de ser
maestro de educación física y no saber actuar motrizmente.
experiencia motriz suficiente, no sabe ser un modelo motriz? Una alternativa, ante este asunto,
es la de tomar como modelo al estudiante más diestro de la clase, pero… ¿Y si no hay ninguno
“diestro”? En varias ocasiones toqué el tema con algunos compañeros al observar a otros
compañeros y compañeras que tenías claras dificultades para actuar motrizmente en
situaciones de complejidad alta, ya fuera en juegos, deportes, ejercicios o en la danza. ¿Cómo
enfrentaría su vida profesional? Y ¿qué pasa con los maestros y maestras que ya tienen amplia
edad? ¿Deben dejar de enseñar EF? Eran preguntas que me surgían al proyectarme en el
campo laboral.
Estas preguntas, que suscitaron mi profundo interés sobre el cuarto y quinto semestre
de la carrera, las abordé relacionándolas con mis inquietudes sobre el desarrollo y aprendizaje
motor. “¿Si no sé demostrar, no puedo enseñar?” Ya desde tiempo atrás tenía la idea de que el
maestro no sólo transmite, sino que en lo esencial es alguien que construye las posibilidades
para el aprendizaje.
1.3.4.¿Enseñar para que repitan o enseñar a que aprendan a aprender?: Unas ideas basadas en la idea
del “maestro ignorante”.
En una de las clases de Formación Teórico Pedagógica VI, el profesor Jairo Velandia,
mencionó algo relacionado con un libro “El maestro ignorante”. Un título sugestivo. ¿Un
maestro que no sabe, pero hace que sus estudiantes aprendan? ¿Cómo podía ser ello? Llegado
a casa consulté en internet y busqué el libro, y revisé algunos artículos sobre el susodicho.
Comprendí de manera clara las ideas de Jacotot expuestas por Rancière. El “método
emancipador” coincidía con mis inquietudes precedentes. Era cierto ¡Para enseñar no debería
necesariamente que saber! El maestro, dentro de sus múltiples formas, puede adquirir la de ser
un posibilitador del aprendizaje, y no un sabio en la materia que debe ser explicada; en el caso
de la EF ¡demostrada en la acción motriz! El profesor Jairo reiteraba en sus clases que lo que
tradicionalmente hacían los educadores físicos, no distaba de lo que hacían los demás
profesores en sus aulas: Trasmitir información (gestos motores).
Fue entonces cuando comprendí con mayor claridad que debía ser un experto en el
aprendizaje motor, es decir, debía saber a profundidad cómo es que aprendemos a movernos, a
45
jugar, a bailar, a hacer deporte, en fin… a actuar motrizmente. Emprendí una asidua búsqueda
en medios electrónicos especializados sobre el tema: Busqué bases de datos en internet y
encontré revistas especializadas en educación física, deporte y motricidad, dentro de las que
puede destacar: Apunts (España), Educación Física y Deporte (Colombia- Universidad de
Antioquia), Ágora Educación Física y Deporte, AcciónMotriz y muchas otras, y por supuesto,
la revista Lúdica Pedagógica de la Facultad de Educación Física de la UPN.
1.3.5. “Conozco la cosa, critico la cosa”: La preocupación del profesor Libardo Mosquera por enseñar
a los futuros maestros de educación física a ser buenos maestros de educación física.
Imaginaba que, si hablara con un médico, con un ingeniero, con un licenciado en biología, en
matemáticas, etc., ellos darían cuenta de los autores que han alimentado más sus campos de
conocimiento… Mientras tanto, los estudiantes del PCLEF –no todos, pero sí una gran
mayoría– saben “alguito” de todo, pero muy poco de su saber particular. Tal vez esto ocurría –
y aún ocurre– por una subvaloración de la EF, cuestión muy relacionado con el estatus
académico de esta disciplina. Mis indagaciones en libros, revistas, sitios web, me iban
demostrando, sin embargo, que el saber de este campo es muy amplio, y que muchos
criticaban la cosa sin conocer la cosa.
1.3.6. Una clase de ludomotricidad como un “mini PCP” y el encuentro con Pierre Parlebas
de leer a Parlebas y a Kurt Meinel no sentía que podía hablar como lo hace un médico sobre
las enfermedades, un sociólogo sobre las estructuras sociales, un físico sobre la estructura de
la materia, un licenciado en literatura sobre la gramática y su enseñanza… Pero después de
leer –parcialmente– sus obras, sentía que podía hablar de par a par con otros licenciados y
otros profesionales en formación e incluso ya graduados. ¿Qué profesional quiere ser
subvalorado por otros profesionales? Agregado a la preocupación por mi formación
profesional, quería ser percibido como “alguien que sabe”. El ego y el estatus han tenido su
eco en mi interés profesional y personal.
De este modo, fui integrando poco a poco saberes disciplinares que muchos de mis
compañeros consideraban como antagónicos. Para la construcción de los PCP, muchos
maestros piden constante y casi que enfáticamente que los estudiantes elijan una tendencia de
la EF como elementos disciplinar de sus proyectos; consideración que a mi perecer es
reduccionista: Muchos teníamos una insuficiente formación disciplinar, y con la exigencia de
la adopción de una tendencia de la EF en particular, me parecía que dicha insuficiencia se
ahondaría.
1.3.8.Creando métodos didácticos: De cómo aprovechar las oportunidades que ofrece un trabajo mal
remunerado.
una escuela de formación deportiva con énfasis en futsal. Trabajé con dos grupos: uno de
niños entre los 11 y los 16 años, y otro con niños de entre 5 y 8 años. No era un trabajo bien
remunerado, pero estaba allí no sólo por el dinero sino por aprender y comprobar las
formulaciones teóricas que estaba realizando sobre la motricidad y su aprendizaje desde una
perspectiva integradora y sistémica. Conforme realizaba las clases de futsal, y de “experiencia
motriz generalizada”, nombre que le asigné al “método”, que fui poco a poco construyendo
con el grupo de menor edad; interpretaba que, tal como lo formulaban Castañer y Camerino, la
motricidad es una dimensión compleja del ser humano, que no se puede comprender de
manera fragmentada: un día condición física, otro día coordinación, otro día flexibilidad…
Sino que en una misma acción motriz de un niño estaban presentes todas las capacidades
motrices (perceptivas, condicionales y praxiológicas o interactivas); estaba logrando
comprender al ser humano que actúa motrizmente, con significados, con emociones con
formas de interacción singulares, que yo debía orientar de acuerdo a mi propio saber. Incluso
el poder hablar con los padres de los niños desde mis saberes disciplinares me daba seguridad.
1.3.9.Mi propia experiencia de ocio ludomotriz como fuente de saber didáctico: Especial consideración
sobre los contenidos.
Cuando salía a montar bicicleta, cuando jugaba con mis compañeros en la universidad
o en otros lugares, cuando bailaba libremente en mi casa con músicas variadas o en las
discotecas, me preguntaba por las disposiciones personales que me hacían posible realizar
esas prácticas de ocio ludomotriz. También observaba a las otras personas e intentaba inferir
qué les motivaba a bailar, a compartir con sus amigos, a gestionar sus tiempos y sus espacios;
incluso aprovechaba las conversaciones con esas personas para preguntarles por dichos
asuntos, incluso aprovechaba el chat para ello: “¿Qué sientes cuando bailas? ¿Por qué lo
haces? ¿Cómo lo hacen, en dónde, cuándo?” Así fue como a partir de la relación de mi propia
experiencia de ocio, la de otras personas y lo teórico me fueron permitiendo decantar aquellos
aprendizajes necesarios para construir sentidos y proyectos de vida en el ocio ludomotriz: Las
competencias en el ocio ludomotriz.
50
CAPÍTULO SEGUNDO:
DISCURSOS Y PRÁCTICAS HEGEMÓNICAS EN LA EDUCACIÓN FÍSICA
La posición del intelectual o del científico nunca es neutral, [...] su trabajo consiste en
cuestionar lo incuestionable, en moverse en los turbulentos límites de lo indecible, en hacer
explícita la base social del saber/poder imperante y, en consecuencia, en problematizar el
orden hegemónico existente.
Ignacio Barbero
Estos hallazgos dieron pie a indagar sobre cuál es la lógica profunda de la sociedad
moderna que ha hecho posible la generación de estas prácticas discursivas en la EF y cómo
estos han impactado y configurado formas productivas e instrumentales de experienciar la
motricidad. He comprendido que el orden social dominante (moderno-occidental-
capitalista) se configura y re-configura de tal modo, que su lógica se reproduce para la
generación de seres humanos dóciles, productivos y consumistas (Castaño, 2008) (Castro y
Carreño, 2010) (López y otros, 2005) (Pedraz, 2009).
Me centraré aquí en exponer los modos de expresión que la civilización opresora y des-
educativa ha encontrado en la EF dominante (a partir de aquí EFD), particularmente desde
las prácticas discursivas tendientes al control y disciplinamiento de los cuerpos y las
motricidades. Parto de afirmar que la EFD ha legitimado la dominación del ser humano al
servicio de la cultura hegemónica. En palabras de Ignacio Barbero (1988) esto implica
afirmar que: “como agente socializador, la función principal de la educación física es
reproducir la parte que le corresponde del orden social existente, con sus desigualdades e
injusticias” (p. 25).
Toda intencionalidad educativa se hace posible por los procesos de subjetivación, pero
no todos los procesos de subjetivación son educación. Existe subjetivación (o
enculturación) que educa y existe subjetivación que pseudoeduca o des-educa. La EFD ha
propendido por formas de des-educación. Edgar Romo a este respecto indica (2005):
Chomsky (2007) mediante una crítica que realiza al sistema escolar estadounidense –
pero que bien puede aplicarse al propio colombiano y a la mayor parte del mundo
occidental– argumenta que éste, antes de producir y reproducir los valores de una sociedad
verdaderamente democrática, reproduce los valores que mantienen a la hegemonía
económica, política y religiosa.
Para el autor, la función de la escuela es “evitar que la gente haga preguntas importantes
sobre las cuestiones importantes que los afectan directamente a ellos o bien a los demás”,
puesto que “una persona que pretenda vivir en la verdad representa una auténtica amenaza
para el sistema doctrinal dominante y debe ser eliminada o cuanto menos neutralizada” (p.
42).
Por lo anterior, Chomsky propone que una verdadera educación liberadora, debe
propiciar el descubrimiento de la verdad por los mismos estudiantes, y no la imposición de
un verdad oficial y única; así ello implique develar y construir “ideas que puedan resultar
embarazosas para los más ricos y poderosos: los que crean, diseñan e imponen la política
escolar” (p. 36). Se trata de la educación propiamente dicha: La educación liberadora.
En lo que sigue expondré los sentidos de la EFD, su origen, su historia, así como las
determinaciones que la han constituido. La EFD ha sido históricamente un escenario en
donde la productividad mercantil y el consumismo como discursos y prácticas dominantes
se han reproducido. Esta EFD, en correspondencia con el proyecto modernizador, produjo y
reprodujo prácticas discursivas de la cultura hegemónica que perduran aún hoy día, tales
como:
Sin embargo, hay que reconocer que la EF no es una sola, y que de ella no se puede
condenar todo. Si bien su origen es instrumental y existen aún manifestaciones
instrumentalistas de la EF (como la EFD), ésta en la actualidad no es toda instrumental
(Chinchilla, 1998), alienante o des-educativa. De esto pueden dar cuenta diversas
experiencias educativas que aun conservando su nominación de “Educación Física”
proponen maneras alternativas de comprender esta disciplina escolar y práctica social.5
5
Se ponen como ejemplo los siguientes PCPs: Ortíz, J; (2013 – II). Ser joven o tener juventud: un intento por
resignificar el cuerpo desde una perspectiva intercultural. Proyecto Curricular Particular. Bogotá: UPN;
Morales, S (2012-II) Práctica del bienestar. Una propuesta desde la Educación Física. Aguilar, D; Ospina, J
(2012-I) La Educación Física ¿para qué? Piragauta, A. (2014-II) Jamás volverá el ayer, al presente no
renunciare. Viabilizando las relaciones intergeneracionales.
57
La primera mirada se realizará a los discursos que dieron origen a la EF (siglo XVIII);
luego se mostrará que estos discursos se mantienen en su mayoría vigentes, inamovibles e
incuestionables para la cultura hegemónica en el siglo XXI.
2.2.1. La EF y la disciplina 7
2.2.2. La EF y la bio-política
El control del biopoder por su parte tuvo expresión en los discursos de una raza
saludable (higienización-eugenesia), patriotismo-militarismo y productividad mercantil;
discursos que expresan el ideal modernizador de la sociedad colombiana del siglo XIX.
El papel del maestro –de EF– es hacer del alumno un ser saludable, de ahí que sea
un deber sagrado del profesor cuidar del desarrollo físico de sus discípulos. El
profesor les hará conocer a los niños, por el interés de su salud, la estructura del
cuerpo humano, les hará sentir las ventajas de un movimiento moderado, les
indicará los medios de preservarse de los resfriados, de los riesgos que se corren en
las diferentes estaciones del año (p. 29).
El ideal del niño moderno es sano y fuerte para que pueda producir. El bien del
individuo, de la patria y de la humanidad pasa por la conformación de un organismo
armónico (sano). Esto se realiza por medio de los ejercicios gimnásticos, los cuales
permitirían mejorar las cualidades orgánicas del cuerpo infantil. Así se pasa del plano de la
salud y la moral individuales a la conformación de un régimen corporal-social. Ya no es
importante la salud del sujeto como individuo únicamente sino del sujeto comunitario (bio-
política). Se empieza a conformar ya no solo una arquitectura-anatómico-política del
60
cuerpo, sino una ingeniería; ahora importa también su funcionamiento y utilidad al orden de
la productividad mercantil.
La salud como asunto público no solo propenderá por los fines higiénicos; detrás de
ellos existen fines productivos. Un cuerpo frágil y enfermo no produce, no trabaja. El
sistema de enseñanza pública de la segunda mitad del siglo XIX en Medellín, demanda
“capacitar mano de obra en la empresa para darle un sentido de „utilidad económica‟ a la
enseñanza” (García, p. 20). “La apreciación y el valor de la vida estaba representada por su
utilidad social, así, el cuerpo como instrumento, debía ponerse a tono con las exigencias
modernas” (Herrera, 200, p. 13).
La utilidad social no solo estaba dada para la producción industrial, la patria requería de
los hombres fuertes, sanos, útiles y obedientes que requerían las filas militares. El ideal de
hombre espartano, fuerte y robusto, desarrollado en el valor, la sangre fría, los hábitos de
precisión y subordinación a la orden fueron la prioridad para la EF del momento (siglo XIX
en Colombia). El presupuesto de que a los jóvenes de aquel entonces no les excitaban “los
estímulos a los que cedía la juventud de Grecia y Roma” (García, p. 68) estimuló el modo
de proceder en la práctica de la EF: “El instructor expondrá cada ejercicio con „palabras
cortas y precisas la teoría de lo que se quiere enseñar, acompañadas con movimiento‟. Estos
ejercicios gimnásticos, „no son otra cosa que los ejercicios militares que deben presidir el
manejo del arma” (p. 70).
Hasta aquí se ha revisado lo perteneciente a la segunda mitad del siglo XIX. Ahora se
expondrá lo que fue configurando parte del saber de la EF en la primera mitad del siglo
XX, espacio en el que se acentúa con claridad el interés por la consecución del proyecto
modernizador en Colombia.
Hasta aquí se han expuesto algunos de los elementos constitutivos del saber de la EF en
el siglo XVIII (Europa), XIX y primera mitad del siglo XX en Colombia. La
intencionalidad de esto es exponer el marco histórico que sirve de base para demostrar que
los axiomas, finalidades e ideales formativos de esta, aunque han cambiado en cierta
medida, han mantenido un continuum. Han mutado: La EF como control disciplinario y
expresión del control por medio del bio-poder en la escuela9.
9
Para ello utilizaré una reciente experiencia de investigación (2005) en España que indaga sobre la EF que
vivieron personas que en el momento de la investigación realizaban los estudios correspondientes a la
licenciatura en EF, y otras que recién egresaron de cursar estos mismos estudios, y se encontraban en sus
primeros años de ejercicio profesional. En este sentido, la investigación indaga sobre la EF que estas personas
vivieron entre las décadas del ochenta y noventa. También el trabajo realizado por Ignacio Barbero Cultura
profesional y curriculum (oculto) en educación física. Reflexiones sobre las (im)posibilidades del cambio,
realizado en 1996. Otras tres experiencias investigativas indagan sobre los imaginarios de los escolares
colombianos antes la clase de EF en diversos territorios del país; la otra ausculta sobre el pensamiento del
profesos de EF en varias instituciones educativas (primaria y bachillerato) de Bogotá. A lo largo de este
ensayo utilizaré otras experiencias investigativas y reflexiones de pensadores del ámbito de la EF, pero estas
son las que más sobresalen. Aunque puede leerse como repetitivo lo que sigue en esta descripción, lo que
pretende es precisamente demostrar el continuum al que hago referencia.
63
El fomento de la marginación, se expresa por una percepción del cuerpo como máquina,
cuya eficiencia se muestra en términos cuantificables por sus comportamientos motores. El
cuerpo es una máquina con potencial de mejora y reparación. Impera la óptica racional,
tecnológica e instrumental. La glorificación del ideal físico-deportivo hace que se tienda a
dedicar, por parte del profesor de EF, mayor tiempo a “los mejores”, los que tienen
mayores capacidades motoras y forman parte de los equipos deportivos. En una entrevista a
estudiantes de EF estadounidenses en 1986, a los cuales se les preguntó sobre cómo les iba
en la clase respondieron: “(Los profesores) son asequibles, vale, pero si no juegas en el
equipo no tienen tiempo para ti”, “…no se toman mucho interés por los alumnos… se
concentran en las estrellas… nos dejan jugar a nuestro aire” (Barbero I., p. 27). Esta misma
glorificación del ideal físico-deportivo, que identifica la eficacia y eficiencia deportiva
como el culmen de las habilidades y destrezas motrices, genera lo que puede ser
denominado como los excluidos de la educación física, es decir, sujetos marginados por
género, morfotipo, minusvalías o cualidades motoras que no se acomodan a los ideales
físico-deportivos. Las consecuencias, dice Barbero (1996), de estas glorificaciones y la
consecuente construcción del elitismo motriz hacen que:
Lo más importante que pueden haber aprendido muchos niños en la Educación Física
de hoy es que no tienen habilidad, ni nivel, ni valor, y que lo más juicioso que pueden
hacer para proteger sus frágiles identidades físicas es evitar deliberadamente estas
actividades tan dañinas (1996, p. 28).
Los escolares son entonces rechazados por su corporalidad y sus cualidades motrices y
son reforzados sus sentimientos de incapacidad e inadecuación.
64
Las relaciones de poder que se derivan del tratamiento casi que exclusivo hacia las
capacidades de la condición física arriba descritas, desde una perspectiva casi que
eminentemente tecnocrática, en sí ya ha significado un dispositivo de poder direccionado
hacia la docilización del sujeto escolar. ¿En dónde quedan las posibilidades del acto
creativo tanto del maestro como del estudiante con este tratamiento de la relación
pedagógica: sus métodos, sus contenidos, sus intencionalidades…? ¿Qué sucede cuando
todo gira exclusivamente sobre la organicidad, la biomecánica de los “movimientos”?
En este mismo sentido, la práctica del deporte, ha servido como mecanismo para el
control social y el disciplinamiento de los escolares, de hecho, así surge el deporte: Como
un mecanismo para el disciplinamiento escolar (Bourdieu, y otros, 1993). La práctica del
deporte ha sido tan extendida a nivel planetario y tan naturalizado en la escuela, que se
tiene el imaginario de que EF es sinónimo de deporte (Murcia Peña, Jaramillo, Portela,
2005).
Ahora, existen dos corrientes del deporte como tendencia de la EF: Deporte de alto
rendimiento y deporte educativo (Cagigal, 1982). La segunda toma al deporte como un
67
Ha sido esta última corriente la que ha imperado en la escuela por medio de la EF. En
este sentido, la EF sirve como fábrica de producción de las futuras figuras del deporte de
alto rendimiento, maximizar la profundización de la deportificación de la sociedad y
ahondamiento de la sociedad del espectáculo, y preparar a quienes pasan por la escuela para
una sociedad híper-competitiva (Cagigal, 1982), en la que el ganar vale por encima de todo.
Este panorama permite corroborar que “como agente socializador, la función principal
de la educación física es reproducir la parte que le corresponde del orden social existente,
con sus desigualdades e injusticias” (Barbero I., 1988, p. 25). Me propongo la tarea de
superar esta realidad en el sentido de realizar la crítica necesaria: Otra praxis.
Puesto que la finalidad de un instrumento útil se manifiesta en lo que por medio de este
se pueda lograr; si hay otros instrumentos que cumplan las funciones mejor, con menor
gasto de energía, tiempo, espacio, o dinero, el instrumento puede ser fácilmente
reemplazado. Así pues, si los hombres son útiles, pueden ser igualmente sustituidos,
desechados… En esta lógica, la percepción que el hombre crea de sí mismo, es la de,
precisamente, un instrumento, una mercancía. Su sentido vital, está en servir como
instrumento cosificado de otros, pues ni sus obras le pertenecen, son para otros. Es una
forma de alienación.
¿Cómo superar este tipo de alienación?, y más particularmente, ¿cómo evitar que la
educación desde y en la motricidad sea (re)productora potencial de esta? ¿Ante este
panorama contextual qué educación promover, qué finalidades educativas agenciar?
Veamos lo que indica Dewey (2004) sobre la formulación de las finalidades en la
educación:
Hemos indicado que como los fines generales no son sino puntos de vista previos desde
los cuales contemplar las condiciones existentes y estimar sus posibilidades, podríamos
tener cualquier número de ellos, todos consecuentes entre sí. En efecto, se han
formulado gran número de ellos en diferentes tiempos, poseyendo todos ellos gran valor
circunstancial. Pues la formulación de un fin es un asunto de acentuación en un
momento dado. Y nosotros no acentuamos cosas que no merecen acento, esto es,
aquellas cosas que se cuidan muy bien por sí mismas. Tendemos más bien a acentuar
nuestra formulación sobre la base de los defectos y necesidades de la situación
contemporánea; […] afirmamos nuestros fines explícitos en forma de alguna alteración
que debe introducirse […] una época o generación dada tiende a acentuar en sus
proyectos conscientes justamente las cosas que menos posee en su situación real (p.
101)
69
La ludicidad como dimensión humana (Jiménez C., 1996) mediada por nuestra
capacidad de acción (Toro, 2012), intencionalidad operante (Gallo E, 2010), o conducta
motriz (Parlebas); es decir, la ludomotricidad, es una necesidad existencial del ser humano
(Meinel y Schnabel, 2004). En este sentido, el ideal de hombre por el que abogo es uno que
se disponga a vivir la experiencia de las libertades, las felicidades y su potencialidad vital
desde y en su motricidad lúdica. Alegría de vivir, capacidad y placer de aprender la
ludomotricidad es mi fundamento.
Las prácticas ludomotrices, no deben ser aisladas del análisis de las prácticas que
prolongan las relaciones de dominación material y simbólica. Toda utilización de estas
prácticas debe someterse al análisis crítico. De ser utilizadas, han de serlo en procura de la
creación educativa alternativa, o como realidades (hechos históricos) no subsumidas por el
sistema de dominación hegemónico. Las prácticas ludomotrices han de construirse según el
mismo principio de la alternativa educativa y la no subsunción por el sistema: El juego, la
danza, la campada, la caminata… y nuevas prácticas aún no construidas y por construir.
10
Las justificaciones se crean también desde argumentos neurofisiológicos, que exponen qué
acciones son más o menos coordinadas, y por ende con mayor potencial educativo: Es más coordinado un
rollo gimnástico simétrico (ideal) que uno en el que el ejecutante desplaza un codo cuyo ángulo crea asimetría
en relación al modelo ideal. A este respecto hay que decir que toda ejecución coordinada o no, depende del
modelo ideal que el sujeto en su individualidad haya ideado antes de la ejecución; si la ejecución en su forma
parcial o total no corresponde a la ideación previa, se dirá que no fue un acto coordinado. Qué se quiere decir
con esto: Las ejecuciones correctas (coordinadas) no dependen tanto de un modelo culturalmente
preestablecido, como de la ideación de la individualidad de la persona, aunque en todo caso, esa ideación
individual puede ser en alguna medida o en su totalidad, un modelo seguido del que socialmente se piensa es
el correcto. En otras palabras, la vivencia de un acto como coordinado o no, no depende tanto de una mirada
exterior, como de la propia vivencia (percepción) individual. En síntesis: no existe una ejecución correcta
como sustancia; esta es relativa. Si desde las ideas Jahn, Guts Muts o Spiess no se hubiera acordado que el
rollo a delante no se debe hacer como habitualmente se hace en las clases de educación física, sino con los
puños cerrados y las puntas de los pies hacia afuera y los codos hacia afuera igualmente, ahora en las escuela
reproducirían ese modelo “ideal” y “correcto”.
71
Gran variedad de prácticas motrices requiere de implementos o aparatos, bien sea para
realizar las mismas prácticas o para salvaguardar la seguridad del practicante; otros
implementos, sin embargo, pueden potencialmente caracterizarse como lujos o utensilios
innecesarios a la práctica misma, sino que responden más bien a intereses estéticos o de
incluso, mera vanidad. ¿Qué análisis realizar al respecto en términos de la perspectiva
formativa trazada?
CAPÍTULO TERCERO:
DISERTACIONES SOBRE EL HOMBRE
Todo proyecto formativo debe cimentarse sobre una amplia comprensión del ser
humano y su realidad. A esto le llamaré el yo-mundo, o en sentido genérico hombre-
mundo. Nos dice Ortega & Gasset: “Yo soy yo y mis circunstancias”. No es posible hablar
del hombre como tal sino como un ser imbricado en una profunda trama realística; así
como no podemos hablar de la realidad sino solo desde nuestra condición de hombres en
esta, desde nuestra experiencia.
Es esto precisamente a lo que me abocaré en esta parte del texto: sustentar una
comprensión del hombre-mundo principalmente desde una perspectiva filosófico-
antropológica y sociológica. Y son las siguientes preguntas las que han de orientar esta
indagación:
Estas son las preguntas centrales que han orientado mi pensar en los últimos años, y
este PCP, es de algún modo, un esbozo de lo que pueden ser las respuestas a las anteriores
cuestiones. El texto que presento es un intento por sistematizar algunas de estas preguntas y
sus posibles respuestas. Con esto pretendo orientar mi estar-siendo-en-el-mundo y el de
otros. No sé si busco verdades absolutas o reglas alternativas para la acción cotidiana y
formativa. Es decir, esta obra tiene como finalidad el saber práctico.
Las anteriores preguntas las considero como una ruta para una antropología pedagógica.
No se debe, sin embargo, confundir el presente texto con una antropología filosófica, sino,
lo que intento con la presente exposición, es mostrar el mapa desde el cual este PCP se ha
venido y se irá construyendo y reconstruyendo. Como expresé al principio, todo proyecto
formativo debe cimentarse sobre una amplia comprensión del ser humano y su realidad.
Ahora, las anteriores cuestiones bien pueden sintetizarse en cuatro verbos desde los
cuales puede realizarse la indagación por el ser humano. Y digo verbos pues considero que
el ser humano es en esencia acción. No podemos comprender al hombre plenamente sino
desde su actuar. El hombre es fundamentalmente lo que hace hacia el mundo, por ende, lo
que hace de sí mismo. Los verbos son: potenciar, realizar, desear y deber.
Para el caso específico de esta primera parte del proyecto, pongo mi énfasis en la
experiencia educativa, pedagógica y de ocio ludomotriz.
Versar sobre la condición humana nos obliga a pensar sobre lo que es propiamente lo
humano. Para esto me serviré de las siguientes categorías: posibilidad y realización;
angustia (necesidad) y expansión(trascendencia).
La palabra expansión, que denota acción y efecto de extender hacia fuera, muestra
sintonía con el significado latino de la palabra ex-ducere (educar): sacar lo que está dentro.
Sacar lo que está contenido, crea entonces, expansión/trascendencia (educación). La
formación es en este sentido, constante circularidad entre angustia↔expansión y
posibilidad↔realización.
He hablado entonces, de lo que resulta lo mejor para el hombre, lo bueno para él. Lo
bueno para el hombre es la realización de su potencialidad. Este no nace como ser
solamente, sino como potencialidad de ser y su vida ha de ser un estar-siendo, es decir, el
hombre tiene como esencia la expansión, la posibilidad de la trascendencia. El hombre es
un ser educable.
Por otra parte, la plenitud o perfección nombrada, puede no ser un estado -como
estaticidad de algo- sino la dinamicidad de eso perfecto. La perfección de aquello que da
felicidad no está en su quietud, sino en su ser como proceso.
En este estar-siendo en la acción feliz son presentes las condiciones óptimas para actuar
del mejor modo, se encuentra plenitud y perfección en la realización; no es, sin embargo,
un estado utópico o el paraíso perdido que se busca. Es un estado del dinamismo práctico
de la energía vital humana. La felicidad no es un estado de quietud total y pasividad, sino
un estar siendo en la acción inquieta por la búsqueda de la realización de la potencialidad.
¿Queremos vidas sin sentido(s)? Esta pregunta, y las que de esta se puedan derivar, son
el camino a la felicidad, y en cierta medida puedo afirmar, que el solo hecho de estar
80
Partiré con las siguientes cuestiones: ¿Podemos hacer todo lo que queremos? No.
¿Podemos elegir hacer lo que queremos? Sí. ¿Podemos realizar lo que elegimos? Sí.
Tenemos la posibilidad de la libertad, por una parte, y por otra, una vida humana que no
busque de uno u otro modo su felicidad parece inimaginable. Parece que todos los seres
humanos deseamos ser libres y felices… y buscamos para ello formas en que nuestras
libertades y felicidades se manifiesten en el camino de nuestras vidas, antes de alcanzar la
muerte… En este sentido, un maestro que no busque de alguna forma que sus estudiantes
logren experimentar las libertades y las felicidades no sería, a mi parecer, un maestro en
sentido estricto.
82
En este sentido, las libertades del hombre, como las posibilidades de auto-
determinarse (Altarejos, 1985, p. 80) siempre serán condicionadas por lo que está fuera de
él (los otros: ser práxico y lo otro: ser poyético) y por lo que lo precede (su historia). La
libertad pues no es la indeterminación del hombre, pues, si el hombre fuera indeterminado
sería la nada. Por consiguiente, la idea de la libertad como indeterminación del exterior
hacia el hombre es imposible a la experiencia misma de ser-en-el-mundo. La relatividad del
hombre está dada por ser práxico, poyético e histórico; y la historia es de algún modo el
producto de las decisiones humanas, de las libertades humanas. La libertad no es la
indeterminación del hombre por lo exterior a él, sino la posibilidad de dominio sobre esas
determinaciones.
Estás tres cualidades del hombre son posibles por el hecho de que es un ser educable, es
decir, es inacabado, es un ser que se-va-haciendo-en-la-historia. La educación es un
proceso de constante cambio humano, cambio que deviene de la contingencia de lo posible.
La historia no está previamente determinada, de allí que la educación tampoco lo esté. La
idea de la predeterminación e indeterminación histórica niega la misma idea de historia y de
educación. A este respecto Bedoya dice (2001):
La relación del hombre con la sociedad no es pues en sentido estricto una relación
antagónica. No existe por un lado la estructura social y por otro “el Hombre” como una
realidad ajena a esta. Si la sociedad existe es porque el hombre la hace real y viceversa.
Hablar del hombre como agente constituido y constituyente de la realidad social implica
reconocer la relación constructiva entre este y la estructura social: ni el sujeto es
indeterminado en su totalidad ni la estructura lo determina por completo. Esto, dice Ávila
(2007), implica reconocer
85
El sujeto –agente– puede actuar y re-accionar sobre las estructuras, pero también es
claro que su intervención sobre estas no es totalmente libre, no es totalmente
espontánea, no es totalmente soberana, está pre-dispuesta y mediada por el habitus
el cual, a su vez, es un producto social. […] las estructuras influyen sobre el sujeto,
pero no son totalmente determinantes, no son totalmente coercitivas, no son
totalmente dominantes, su influencia está mediada por el conjunto de categorías de
percepción y apreciación, interiorizadas por una práctica social: la educación (p.
103)
CAPÍTULO CUARTO:
LA LIBERTAD, LA FELICIDAD Y LA EXPERIENCIA EN EL CONTEXTO DE LA
EDUCACIÓN DEL OCIO LUDOMOTRIZ
No es mi interés realizar una extensa exposición de todas las características que conforman
la libertad humana, ni principalmente construir soluciones para la superación de todas las
facetas económicas, sociales y políticas de la alienación, pues esta tarea se sale de mis
posibilidades teóricas y prácticas. Me centraré entonces en el aspecto referente a la posibilidad
de la autodeterminación humana y cómo esta puede configurarse como elemento que da
posibilidad al aprendizaje de la motricidad-ludicidad como experiencia de ocio autotélico.
En este PCP, no me ocuparé de educar en todos los ámbitos donde pueda realizarse la
libertad. Me ocuparé de manera más particular, de educar la libertad y la felicidad expresadas
en el aprendizaje y enseñanza del ocio ludomotriz, es decir, que los educandos aprendan a
ejercer su libertad en la realización de estas prácticas para ser felices en ellas. Que quieran
hacerlas y realicen ese deseo. Para Cuenca (2004, p. 20) citado por Carreño (2013 p. 104) uno
de los propósitos de la pedagogía del ocio es el “desarrollo de la capacidad de escoger, por uno
mismo, el lugar que debe ocupar el ocio en la vida”, pues como él mismo indica “la educación
de la libertad tiene su expresión más clara en el desarrollo de la capacidad de elección” (p.
253).
88
Para Carreño (2013) “Esta connotación del ocio permite deducir aspectos diferenciales
entre la formación para la libertad en general y la formación para la libertad en el ocio o la
recreación” (2013, p. 104). ¿Por qué lo anterior? Porque en estas prácticas puede formarse
la felicidad, la experiencia de la plenitud, de fluir. En estas prácticas aprendemos –
potencialmente– a ser en la experiencia, podemos ser por lo que
somos/hacemos/sentimos/queremos, y no por lo que tenemos en exclusiva, pues esto, lo
que tenemos (objetos, utensilios, implementos, mercancías, productos, etc.) nos puede ser
arrebatado, pero lo que somos, que es nuestra experiencia, es lo único que no nos pueden
arrebatar. La experiencia, como lo vivido y memorable, es lo único que no nos puede ser
quitado.
Hablar de la libertad como posibilidad educable conlleva pensarla como una categoría
de intervención pedagógica: Para Carreño (et ál.; 2013, p. 97) “una categoría de
intervención podría concebirse como un concepto que permite diseñar, prever o servir de
eje a intenciones de una acción (probablemente acción educativa)” y agrega: “funcionan
como conjunto de conceptos que orientan las acciones y ayudan a comprender aquello que
se privilegia tanto en el diseño como en la reflexión pedagógica sobre esas acciones”.
89
Estas dos posiciones no son, sin embargo, antagónicas, pues pueden expresar una crítica
a las convenciones y dispositivos autoritarios naturalizados en la escuela y demás contextos
sociales. La primera más en el plano de la individualidad personal, y la segunda con los
macros y meso discursos estructurales. En todo caso, estas perspectivas enuncian
posibilidades de desestructuración de los condicionamientos objetivos que pueden
constreñir la posibilidad de realización y autodeterminación de los actores de la trama
educativa.
Lo anterior indica que la libertad puede interpretarse desde otras dos perspectivas: como
libertad de, y libertad para. La primera señala una condición situacional; estar liberado de
condicionamientos imposibilitantes: no estar limitado por horarios obligatorios, no estar
limitado en el acceso o salida de un lugar, poder utilizar ciertos espacios o materiales o no
estar limitado por la no utilización de estos, etc. La segunda remite al sentido positivo de la
libertad, la libertad como capacidad de autodeterminar las propias acciones, “es decir, de
elegir en cada momento la obra o el modo de obrar que se considere mejor entre las
distintas posibilidades que la situación ofrece” (Cuenca, 2006, p. 252, citado por: Carreño,
90
2013, p. 104), como salir a montar bicicleta por una ruta en particular, decidir encontrarse
con unos amigos para bailar o jugar, organizar libremente los horarios en los que saldremos
a correr, elegir la nueva práctica que queremos aprender, etc. Para Trigo (1999) “El ocio es
algo que se hace libremente, en el momento que tú quieras, con quien tú quieras, a la hora
que tú quieras” (p. 125).
La libertad como categoría de intervención supondrá no pasar por alto esta doble
perspectiva de la libertad: “para” y “de”: existen características individuales que requieren
desarrollarse, como la capacidad para la elección (“la educación de la libertad tiene su
expresión más clara en el desarrollo de la capacidad de elección” (Cuenca)), y al mismo
tiempo supone condiciones de libertad para la acción, no constreñimiento.
La educación de la libertad, ya habiendo aclarado que no nacemos con ella, sino que la
construimos como proceso formativo, implicará, según López (2002): “llevar al educando
del querer espontáneo y meramente empírico a un querer educado plenamente responsable,
a través de un proceso de reflexión y crecimiento sobre el dinamismo y las exigencias de
autenticidad de su propio querer” (p. 41).
De este modo, la educación de la libertad para el ocio “puesta en escena requiere de una
estructura, unos actores y unas condiciones diferentes a los regidos por la autoridad –
autoritaria– de los maestros y de las convenciones escolares – familiares y sociales–
tradicionales”. Y en lo fundamental, pasar de un “querer espontáneo, indiferenciado y
caprichoso al querer inteligente, razonable y responsable” (2002, p. 41).
91
Este proyecto implica pues varios elementos: En relación a la libertad de, es necesario,
tanto en el contexto escolar como extraescolar revisar dos elementos sobre los cuáles es
necesario orientar tanto el proceso de diseño curricular como el proceso metodológico, es
decir, análisis de contexto. Estos son:
De este modo, hay que crear los indicadores que caracterizan una experiencia de ocio.
Si una persona experiencia estos rasgos o cualidades de las experiencias de ocio, es posible
afirmar que este conforma para ella un sentido y un proyecto de vida (Monteagudo
Sánchez, 2008):
El nivel de importancia que una persona puede asignar al ocio en su vida puede
representarse en un proceso ascendente, que va desde la práctica del ocio exotélico, hasta la
relevancia de este como experiencia con sesgo autotélico. Para el primer caso, el ocio no
94
representa tanto una experiencia en sí misma, sino que es una práctica que permite el
alcance de otros objetivos diferentes al ocio, como puede ser el mejoramiento de la salud; la
compensación frente al trabajo u otras obligaciones; el interés por relacionarse co-
determinados entornos sociales, trabajo, etc. Es decir, el ocio en este caso en un medio, y
no un fin en sí mismo.
La experiencia del ocio con sesgo autotélico se caracteriza entonces por a) ser de libre
elección, consciente y diferenciada; b) significativa, inmersiva y apropiada: ser una
experiencia óptima o de fluir; c) otorgar emociones gratificantes, de disfrute y satisfacción;
d) permitir el desarrollo personal, y e) ser memorable. Así pues, el proceso ascendente en la
95
Considerando como deseable y aún más, como una finalidad formativa la segunda
posibilidad, el proceso de aprendizaje deberá dar cuenta del paso de una perspectiva de vida
a la otra: del ocio nulo al ocio valioso. De allí, que sea necesario precisar ciertos
indicadores por medio de los cuales se pueda afirmar que efectivamente para las personas el
OLM es un sentido y un proyecto de vida así, como hitos de desarrollo que permitan
corroborar que se está en el proceso de lograrlo. De allí que, con un fin orientativo, deben
construirse ciertos niveles o etapas de desarrollo a modo de representación mental
orientativa, nunca literales en la realidad.
De este modo, las etapas o ciclos de desarrollo sucedáneos a este estado -siempre
dinámico- de la experiencia en el ocio ludomotriz como sentido y proyecto de vida, se
caracterizaría por niveles de intensidad inferiores así: a) menor nivel de elección libre, de
conciencia e identificación diferenciada del ocio ludomotriz frente a otras prácticas y/o
experiencias; b) menor intensidad en la apropiación, asimilación e inmersión en las
experiencias, c) menores niveles de transformación, cambio, aprendizaje y desarrollo
personal, d) menor implicación emotiva, identificación personal y social, y e) menor nivel
de rememoración de las prácticas y experiencias.
o experiencias de flujo, como aquella que caracteriza de mejor manera el modo en cómo se
experiencian aquellos momentos de plenitud personal, en los que todo el ser de una persona
se amplía en un funcionamiento pleno de cuerpo y mente, cualquier cosa que haga merece
la pena ser hecha por sí misma; vivir se convierte en su propia justificación. En este
centrase armoniosamente de la energía física y psíquica, la vida cobra su propio sentido. (p.
45).
Particularmente, los estados de fluidez se caracterizan por los tres rasgos siguientes: a)
Situaciones en las que hay metas claras y respuestas apropiadas, b) retroalimentación
inmediata de la actividad, c) las capacidades personales están plenamente involucradas en
superar un reto que es posible afrontar.
Y puesto que la experiencia del ocio ludomotriz solo es posible por el impulso libre,
autodeterminado, también escapa a la heterodeterminación: La vivencia de una experiencia
98
de ocio lúdico no puede obligarse por un alguien externo a sí; empero, sí puede ser
posibilitada por la acción pedagógica, como es mi propósito en este PCP.
99
Podría decir incluso, que la experiencia lúdica hasta escapa de la “obligación auto-
impuesta”: no se justifica por el deber u obligación externamente condicionada; esta
experiencia surge de un conjunto de circunstancias que la suscitan, puede partir de un
impulso voluntario por querer vivirla, de una imprevisibilidad que la hace posible, pero más
aún, puede ser controlada por el que la vivencia; de allí su posibilidad de aprendizaje.
Tenemos la posibilidad de controlar, continuar, cambiar los estados dinámicos de nuestras
experiencias, pues en estas somos dueños de nosotros mismos, somos libres.
Puesto que mi intencionalidad formativa se traza como finalidad un hombre que por
medio de la posibilidad de su libertad se disponga a vivir felizmente la experiencia de la
motricidad lúdica, como alternativa a la productividad mercantil, la utilidad y el consumo
desmesurado; es preciso inquirir sobre la posibilidad de ello. ¿Qué hay en la naturaleza
cultural del hombre que le da la posibilidad de ser-ludomotriz y de aprender a aprender la
motricidad lúdica?; y ¿cómo es que estas características del hombre se pueden relacionar
para formar un ideal del mismo?
Antes de esto, es necesario clarificar y definir las relaciones entre términos que bien
pueden tratarse indistintamente, estos son: ocio, lúdica (ludicidad) y tiempo libre; siempre
aclarando que no existen límites precisos entre cada uno, pues constituyen una realidad
fractal “en el sentido de que hablamos de elementos diversos que pueden ser divididos para
su comprensión, pero que su realidad se constituye por un entrecruzamiento de dimensiones
propia de los fenómenos psicológicos y sociales” (Cuenca, 2014, p. 29), y borrosa,
101
“entendida como ausencia de límites precisos entre un concepto y otro, algo propio de las
ciencias humanas” (Cuenca).
Según Trigo (1999), los estudios realizados sobre la satisfacción de las personas han
arrojado tres ámbitos vitales: el de las obligaciones laborales, el tiempo dedicado a las
obligaciones familiares y el tiempo libre. Y sobre este último indica: “Dentro del tiempo
libre, no todo lo que hacemos se convierte en ocio” (p. 117), y más adelante dice: “Para que
sea ocio, para que sea tiempo realmente gratificante y de desarrollo para la persona, tiene
que cumplir con una serie de características” (p. 117), que Cuenca (2014) concreta en: De
elección libre o voluntaria, que genere satisfacción, que tenga sesgo autotélico, es decir, de
fin en sí mismo.
El ocio, en este sentido, no es un tiempo, sino una experiencia que tiene como pilares
los tres elementos antes nombrados. De allí que sea preciso hablar de experiencias de ocio,
y no propiamente de experiencia de tiempo libre. Desde esta perspectiva, el tiempo libre es
en concreto, la temporalidad cronológica (objetiva) en la que es posible tener experiencias
de ocio. Para Cuenca:
La experiencia de ocio tiene que ver con su parte vivencial, con la vivencia humana
subjetiva, libre, satisfactoria y con un fin en sí misma. Una vivencia que se
caracteriza por enmarcarse en un tiempo procesual, estar integrada en valores,
vivirse de un modo predominantemente emocional, no justificarse por el deber y
estar condicionada por el entorno en que se vive. (p. 14)
Aquí, por tanto, es necesario aclarar que, así como no en todos los tiempos libres hay
experiencias de ocio, no todas las experiencias de ocio son lúdico-autotélicas. El ocio
autotélico es aquel experienciado con su finalidad en él mismo: jugar por jugar, bailar por
disfrutar del baile por el mismo hecho de bailar, caminar por un parque por el disfrute
mismo que produce estar en esa situación, e incluso, “el ocio autotélico se aleja del mero
«pasatiempo» y va más allá del disfrute, el descanso y la evasión, transformándose en
motivo de autorrealización, expresión personal y encuentro” (Cuenca, 2014, p. 28). Así, el
ocio autotélico cumple tres funciones indicadas por Dumazedier, citado por Bustamante
(2001, p. 123): Diversión, descanso y desarrollo personal (no es mero “pasatiempo”, sino
que permite el desarrollo del potencial humano).
Y también existe un ocio exotélico, es decir, un ocio que implica diversión, desarrollo y
descanso, pero que tiene una finalidad no en sí mismo, como mejorar el rendimiento
deportivo, mejorar la salud biológica, hacer amigos, desarrollar habilidades para el trabajo,
construir aprendizajes en un área específica, etc. (Gorbeña y Martínez, 2006)
4.4. La ludicidad
La experiencia lúdica se da por la existencia de algún grado de autonomía por parte del
o los agentes de la experiencia; entendiendo a la autonomía como la expresión/realización
del ejercicio de la libertad individual.
Dice Carlos Bolívar (1998) que “La lúdica se refiere a la necesidad del ser humano, de
sentir, expresar, comunicar y producir emociones primarias (reír, gritar, llorar, gozar)
emociones orientadas hacia la entretención, la diversión, el esparcimiento”, y agrega:
se puede pensar que la lúdica es también, esencialmente, una actitud frente a la vida.
Actitud mediante la cual guiamos nuestras relaciones interpersonales con optimismo,
espontaneidad y alegría. De una manera desprevenida, lejana del tremendismo frente a los
problemas o contratiempos de la vida cotidiana” (1998).
Ahora, si bien podemos diferenciar las prácticas lúdicas de aquellas que no lo son, pues
estas se expresan en la alegría, la riza, el placer, la entretención… Estas prácticas son
disímiles en su forma, pues se expresan en el jugar a saltar la cuerda, disfrutar al ver una
película, ver una obra de teatro, escuchar música, danzar, realizar deportes extremos e
incluso hacer manualidades, o cocinar, preparar una comida de modo divertido… ¿qué es lo
que hay de común en todas estas prácticas en apariencia tan diferentes las unas a las otras?
Parece que para diferenciar las prácticas lúdicas de aquellas que no lo son, es necesario
ir más allá del principio del placer, pues bien podemos decir que alguien puede sentir placer
matando a una persona, e incluso comiendo ¿Podemos catalogar estas prácticas como
lúdicas? Se podría alegar que matar a alguien y fantasear haciéndolo puede ser considerado
como lúdico. No obstante, el profesor Bolívar (1998) hace una diferencia entre lo que
puede considerarse propiamente lúdico de lo ludopático o la ludopatía, siendo esta última
aquella expresión del ser humano que, aun expresándose en prácticas placenteras, de
disfrute… reportan motivaciones y efectos perjudiciales o moralmente despreciables.
Diversidad de prácticas motrices que en sus cualidades observables son muy distintas,
como, por ejemplo, un juego de reglas infantil, patinar un fin de semana por la Ciclovía o
en un parque público, danzar o bailar en una discoteca, equilibrarse por una baranda de la
calle por mera diversión, salir a caminar a un bosque, una zona rural o incluso en la calle,
representar dramas por medio del mimo o realizar gestos motrices danzados, etc. son
prácticas motrices lúdicas (ludomotrices). ¿Si las podemos considerar como lúdicas, pero
son tan diferentes en su forma, qué es lo que las hace comunes? (Díaz H, 2006).
105
Ahora, como bien podemos apreciar, existen prácticas lúdicas con pertinencia motriz y
sin pertinencia motriz. En este PCP me he abocado al estudio y comprensión de las
prácticas lúdicas con pertinencia en la motricidad. ¿Qué las hace tan diversas y al mismo
tiempo pertenecer a una misma familia de prácticas? (ludomotrices).
Debido a la complejidad del ser humano se hace necesario comprenderlo como un ser
dimensional, mas no como constituido por un conglomerado de “partes”. La
dimensionalidad remite a la cualidad de ser complejo y no “partimentado”. La dimensión es
un elemento de un todo complejo que se imbrica con los otros elementos… no está
partimentado. La dimensión es pues un elemento constitutivo del todo, sin el cual el todo
humano deja de ser tal. Las fronteras entre una y otra dimensión están difuminadas, se
entrecruzan, haciendo imposible su división. Un todo complejo compuesto por dimensiones
es inseparable en la realidad; solo puede ser “dividido” parcialmente por obra de la
abstracción analítica. El ser humano como corporeidad es un individuo: indivisible
(Iglesias, p. 20).
En cuanto al movimiento, y aun cuando Cagigal (1972) afirmara que: “el objeto de
nuestra disciplina es el hombre en movimiento o capaz de moverse, y las relaciones
sociales creadas a partir de esta aptitud o actitud” (Bañuelos y Fernández, 2003, p. 14) el
movimiento es una apariencia externa de la motricidad (Parlebas, 2001); no es la
motricidad propiamente dicha. No hablaré en consecuencia de una “educación del
movimiento” según lo denotado por Le-Boulch (1982) o Arnold (Gallo L, 2010), sino
educación desde y en la motricidad pues se educa al hombre entero. Aún con esto, la
109
Descartes, con su separación del cuerpo (res extensa) y alma (res cogitans), es el
iniciador en occidente de una doble vía de carácter dualista, ciertamente, con una profunda
incidencia en nuestra cultura que, en la Modernidad, se irá afirmando y asentando de
manera creciente: Por un lado, el cuerpo inicia su historia como la suma de diversas partes
sin interioridad y, por el otro, la mente se concibe como interioridad sin ningún tipo de
relación u oposición con la realidad mundana (p. 137)
Frente a esta filosofía de la dualidad humana mente-cuerpo los mismos autores exponen
que:
Desde el último tercio del siglo XIX hasta ahora, el desarrollo de la antropología ha
puesto de relieve que el acercamiento antropológico del ser humano ya no podía
llevarse a cabo mediante la metáfora del espíritu, sino que era necesario tener muy
presente que el fundamento y el ámbito de las ciencias humanas es la experiencia
(p. 155)
110
Así pues, la corporeidad, entendida como “la persona” en sí, refiere a una totalidad
necesitante, nunca absoluta, pues es y se hace por y con las otras personas, en
concomitancia con su medio natural y social. La persona, o el ser humano individual,
refieren a la corporeidad de la misma. La persona no tiene un cuerpo, es un cuerpo. El
cuerpo como antagonismo existencial es más una construcción discursiva que una realidad
experimentada.
…si se trata de una […] sinonimia entre lo físico y lo motriz o entre lo corporal y lo
motriz […] se cae en reducir el todo (lo corporal) a la parte (lo motriz) y en diluir la parte
(lo motriz) en el todo (lo corporal). […] lo corporal, es más que lo motriz, aunque lo motriz
toque con todo lo corporal (p. 7)
La apuesta de la profesora Arboleda sobre las Expresiones Motrices (2008, 2009, 2010,
2011) es interesante y aclaradora: Existen dos expresiones fundamentales de la motricidad:
Una la motricidad cotidiana, expresada en barrer el cuarto, lavar los trastes, caminar hacia
el trabajo, levantarse del asiento para alcanzar un objeto de una repisa, correr para evitar
perder el autobús, palear la arena, el cemento y el agua para producir concreto; es decir, una
motricidad dirigida e intencionalizada por la necesidad instrumental y cotidiana. La
intencionalidad no está “en-el-acto-mismo”. La otra, que le daría la especificidad a este
campo epistémico y pedagógico, serían las Expresiones Motrices, que aquí opto en llamar
mejor, Prácticas Motrices.
Las “prácticas”, según Giordano (2000) pueden ser entendidas como la articulación “de
lo que se dice, de lo que se hace, de las reglas que se imponen y de las razones que se dan,
de los proyectos y de las evidencias” (p. 49). Y más adelante agrega:
Así pues, las prácticas motrices son aquellas en las que la motricidad tiene su
intencionalidad en sí misma, su sentido es vivido y sentido hacia ella misma; tienen sus
manifestaciones, su “expresión” en el juego, el deporte, la danza, la terapéutica, la eutonía,
las excursiones, e infinidad más de situaciones motrices…
4.9. La ludomotricidad
Para este PCP entonces, la realización y aprendizaje de estas prácticas no son los meros
medios para las experiencias de libertad y felicidad, sino que son expresión de esta; son la
finalidad formativa.
En palabras de los autores la siguiente “figura muestra las cuatro dimensiones que se
activan con la rotación del molino: perceptiva, energética, comunicativa y creativa
estimulan las cuatro funciones motrices fundamentales de ejercitación, cognición, emoción
y significación que requiere toda manifestación de la motricidad” (p. 7).
118
Estas intenciones motrices, al implicarse con la experiencia del ocio lúdico se vivencian
en lo que llamo aquí modos lúdicos, o los modos generales en los que se experiencia la
121
ludicidad, estos, de acuerdo a Cailliois (1971) son el agón, el alea, el ilinx y el mimicry: el
reto o competencia, el azar, el vértigo y la dramatización respectivamente, así como las
combinaciones posibles a partir de estas: mimicry-agón, mimicry-alea, agón-ilinx, etc.
La otra dimensión remite a los polos lúdicos: Paidia y ludus. Estos reflejan dos
polaridades o extremos de las prácticas ludomotrices, normalmente emparentadas con las
edades infantil y adulta respectivamente; pero que sin embargo trascienden esta
diferenciación meramente etaria.
tiempos o espacios delimitados en exhaustividad, los deportes urbanos, etc. El ludus, por su
parte encuentra su mayor expresividad en el campo del deporte institucional, la danza
profesional, las artes marciales. En este polo, se encuentran en mayor medida, aquellas
prácticas que pueden considerarse ludoergomotrices: es una fuerte institucionalidad y
tradición poco modificable o solidificada, los elementos que las marcan.
a) Acciones en un entorno físico estable y sin interacción directa con otros (CAI). Se
apoyan en actividades esencialmente medibles con parámetros espaciales o
temporales o de producción de formas. Las acciones del atletismo, el patinaje, la
natación y la gimnasia, en algunos aspectos, son ejemplos de ello.
b) Acciones de oposición interindividual (CA). En ellas se produce una situación de
antagonismo exclusivo «uno contra uno»; son ejemplos de ellas las propias de los
juegos de lucha y los de raqueta.
c) Acciones de cooperación (CA). Se trata de juegos cooperativos y situaciones de
algunas actividades deportivas (relevos), en las que priman el entendimiento y la
solidaridad.
d) Acciones de cooperación y oposición (CA). El contexto es la acción colectiva de
enfrentamiento codificado. En este dominio se agrupan los juegos deportivos,
tradicionales o no, con o sin balón; por ejemplo: el Yermis, Cogidas por equipos, el
baloncesto y el voleibol, entre otros.
123
La dimensión de los dominios de acción motriz puede ser considerada como una de las
dos dimensiones estructurales de modelo aquí presentado para el estudio de la
ludomotricidad (García & Rodríguez, 2007).
Efectuar y/o evitar traslaciones: Situación/es cuyo objetivo es realizar una acción y
efecto de trasladar/se una persona o cosa, y/o evitarlo.
Combatir cuerpo a cuerpo con o sin implemento, y/o evitarlo: Situación/es en las
que se produce un enfrentamiento corporal y/o se evita, con la presencia o no de un
implemento que caracteriza la contienda.
- Acciones poéticas
- Acciones referenciales
- Acciones comunicativas
CAPÍTULO QUINTO:
PERSPECTIVA PEDAGÓGICA Y CURRICULAR
Toda acción se considera como tal, por constituirse de una intencionalidad que le da su
sentido y supone su finalidad o efecto que se persigue y espera ser obtenido. Toda acción o
práctica es motivada, es decir, se mueve hacia algo. Son estas motivaciones, intereses,
intencionalidades, finalidades, las que diferencian a unas prácticas de otras; constituyen su
esencia o naturaleza, lo que les es propio, las diferencia de otras.
Todo educando por ser tal, tiene potencial endo-formativo, es decir, la potencialidad
propia de formación. El educador en consecuencia, no es una influencia omnímoda en el
proceso formativo. El educador influye en la formación, pero no es el creador absoluto de
esta; lo sería si el educando fuese un trozo de madera o mármol que el carpintero o escultor
talla según su libre elección; pero el educando no es un trozo de materia inerte sino un ser
con vida propia. La acción y efecto de la formación se asemeja no tanto a la acción que
ejerce el carpintero o escultor sobre la materia sin forma; se asemeja más, aunque con
claras diferencias, a la del cultor y la semilla. El cultor selecciona, siembra, riega y le da los
subsiguientes cuidados a la semilla de tal suerte que da posibilidad a que esta, por causa de
su potencialidad endo-formativa, se forme.
132
Sin embargo, la metáfora del cultor y la semilla encierra solo una parcial semejanza con
el proceso de formación humana. Las semillas, con todo y las modificaciones que pueden
suscitar en su estructura las condiciones de la tierra, el agua, los tiempos de riego, las
cualidades del aire y el sol que la influencian, crecerá como una planta cuyas cualidades
bien pueden anticiparse con altos grados de precisión según sea el caso. Empero, a los seres
humanos nos afectan una cantidad innumerable de influencias, que hacen muy poco
probable el pronóstico preciso de nuestras personalidades, aunque bien, sí es posible
prefigurar, que no determinar absolutamente, los rasgos característicos más generales como
lenguaje, costumbres y normas básicas para la socialización… A las semillas la “forman”
las cualidades de su naturaleza biológica… a los seres humanos también nuestra naturaleza
cultural. Podemos calcular numéricamente muchas de las variables que influencian a una
semilla y pronosticar sus cualidades futuras con alto grado de precisión. Con la cultura no
se puede hacer lo mismo, está sujeta a la incertidumbre cultural-social.
Toda relación pedagógica es social, pero no todas las relaciones sociales son
pedagógicas. Esta es una lógica igual a la de la relación entre el juego y lo lúdico: Aunque
todo juego es lúdico, no todo lo lúdico es juego. Esta diferencia entre ambos tipos de
relaciones no implica, sin embargo, un antagonismo entre las mismas; más bien, solo
existen matices, una especie de frontera difuminada entre ambas, frontera caracterizada por
cierta intencionalidad no necesariamente antagónica, sino diferente. Que una cosa sea
diferente a otra, no implica que sean contrarias u opuestas.
La relación social puede darse con independencia del tipo de estatus que ocupen los
actores de la relación, es decir, una relación social puede darse entre dos esposos, dos
niños, una oficinista y su jefe, un vendedor y su cliente, dos jugadores dentro de un juego
de Yermis, Remacho o microfútbol, etc. Sin embargo, la relación pedagógica se da entre un
educador y el educando, un padre y su hijo, un adulto y un niño. Según Van Manen no
todas las relaciones sociales implican esa doble relación de intenciones que caracteriza a la
relación pedagógica o la práctica pedagógica, cual es, la de comprender lo que es la
persona –niño o educando–, y lo que puede llegar a ser por la acción pedagógica (p. 88):
Persona en-acto y persona en-potencia. La relación pedagógica se diferencia de la social-
no-pedagógica, en que en ella existe una influencia especial del pedagogo hacia el
134
educando; hay una intencionalidad por parte del adulto o pedagogo, en la que se procura
por el desarrollo de la madurez y autonomía del educando. Esta autonomía es posible si se
actúa con emotividad, esperanza, responsabilidad y confianza hacia el educando (p. 85).
que, si bien no parecen ser expresión manifiesta de las finalidades que persigue
en el corto, mediano o largo plazo, estas serán reales y comprendidas por el
educando. ¿Cuántas veces, cuidando su dignidad y madurez, no se corrige,
castiga o se hace pasar al educando por una experiencia en principio de poco
disfrute o complacencia, para que luego pueda comprender que era necesaria a
los fines de su formación? Las acciones pedagógicas del maestro han de ser
coherentes con las finalidades formativas que formula.
e) Aceptación de la incertidumbre: Aun cuando el maestro debe hacer todo lo
posible por ser coherente, debe aceptar que el dominio de todas las influencias
educativas y des-educativas no es posible. Esta aceptación, sin embargo, no es
igual a la “resignación”. Esta aceptación se asume desde una posición
indagadora, abierta siempre a la pregunta, la búsqueda de problemáticas,
necesidades y oportunidades... ¡Es diferente resignarnos a ser aplastados por un
muro que se nos viene encima a aceptar que esto sucede y hacer algo para evitar
ser aplastados!
11
Acción de hacer real algo
137
que influencian y configuran las búsquedas humanas: La educación. El currículo puede ser
interpretado como intenciones formativas que circulan y se concretan en forma de prácticas
educativas curriculares.
Si bien el currículo es un evento cultural (Ávila, 2007), y como tal tiene la posibilidad
de transformase y adquirir múltiples formas, por causa de las mismas posibilidades que da
la cultura, lo social, lo económico, lo histórico, lo científico; puede también adquirir formas
inamovibles, que se expresan en currículos cosificados, “momificados” por obra de la
habitualidad, irreflexibilidad y ahistoricidad que pueden adoptar las prácticas educativas en
un contexto social e histórico dado, al moverse en las superficies, en lo evidente, y no
ahondar en los tejidos profundos, tácitos…
12
Si la alteridad es la cualidad de aquello que tiene la posibilidad de ser algo más, ser otro, otra cosa, y la
alteración la acción de volverse otro, la inalteración será su opuesto: la acción de una cosa que permanece
solo como tal sin adquirir nuevas formas.
138
En síntesis, se puede hablar de seis principios que orientan tanto la acción pedagógica
como la formulación o planeación curricular (Castro M. , p. 46). Por principios de
formulación y desarrollo curricular entenderemos aquellas ideas rectoras y categorías de
percepción, que al igual que en lo pedagógico, didáctico y metódico orientarán la reflexión,
conciencia, la intencionalidad y planeación de la práctica formativa.
Todo currículo supone una fase de formulación, es decir, una pre-inscripción, o fase
anterior a la inscripción de las acciones educativas en la realidad. Cuando actuamos, de uno
u otro modo dejamos huellas, trazos, escribimos algo en la historia. La formulación,
prescripción o diseño curricular refiere a la fase previa de las prácticas o las acciones. El
desarrollo curricular versa sobre la realización propiamente dicha, es decir, la fase en la que
aquello que esta enrollado o formulado, se “desenrolla”, se des-arrolla. Lo hasta aquí
expuesto, puede representarse en la siguiente figura (figura 14). Un sistema en forma de
cono-bucle-espiral que alberga los componentes: campos de desarrollo, principios
pedagógicos y principios para el desarrollo y formulación curricular.
140
Figura 14: Proceso curricular en embudo-espiral. Campos de desarrollo (espiral), principios pedagógicos (estrella),
principios para la formulación y el desarrollo curricular.
Fuente: Elaboración propia.
141
CAPÍTULO SEXTO:
DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN EN EL OCIO LUDOMOTRIZ
una vía indirecta de afectación del estudiante, mediante la cual, el maestro regula la
relación de los sujetos (estudiantes) con la tarea–objeto de conocimiento. De acuerdo
con su intención afecta los diferentes procesos de desarrollo de sus estudiantes,
mediante la afectación de los diferentes elementos de la tarea (p. 236).
Por ejemplo, una situación construida para favorecer el hacer amigos con intereses
ludomotrices comunes, ha de ser el resultado de la comprensión por parte del maestro de la
integración de elementos de la libertad, la formación, la lúdica, la motricidad y la
ociosidad... Toda la comprensión conceptual del maestro debe expresarse en la
construcción de las situaciones didácticas o tareas de aprendizaje-enseñanza.
el ocio y aprendizaje no solo se superponen, sino que se integran como un tejido en cada
situación didáctico-metódica. Lo que suceda en un área afecta a las otras, por ejemplo: El
disponerse emotivamente (lúdicamente) frente a una situación de juego o baile, el aprender
a emocionarse por el vértigo, la incertidumbre o el “miedo”; afectará la disposición motriz:
estar más tenso tónico-muscularmente, más atento a uno u otro mensaje sensorial auditivo,
vestibular, visual, adoptar una postura de vigilia o reposo; esto a su vez determinará las
posibilidades de elección: Tomar la decisión de permanecer o no en tal lugar del espacio de
juego o de baile, posibilitará la decisión sobre la continuidad o abandono de la situación
lúdica, decidir repetirla en otra ocasión o no… De este modo, las áreas interactúan
simultáneamente en una misma situación ludomotriz, y por ente determina las posibilidades
de aprendizaje y desarrollo.
Para el ejercicio didáctico es necesario poner la mirada sobre los procesos personales y
grupales que dinamizan los procesos de desarrollo y aprendizaje. Para Molano (2015)
existen tres áreas o campos generales del desarrollo del potencial humano: socio-afectivo
(socialización); bio-motor (motricidad); y aprendizaje. La totalidad del desarrollo personal
no puede ser comprendida sino como una compleja relación entre estas dimensiones. En
este proyecto curricular, a cada uno de los campos corresponden particulares procesos de
desarrollo que toman forma en la perspectiva curricular en competencias y desempeños;
que, se entrecruzan de modo complejo y se clasifican con fines orientativos y operativos
como demanda el ejercicio didáctico. No debe comprenderse el agrupamiento de unas
competencias dentro de un campo en particular como exclusivo o independiente del resto,
sino en relación con los demás.
Siguiendo esta idea, todo maestro debe lograr que sus estudiantes sepan qué es lo
que quieren y para qué lo quieren; que sepan qué deben aprender para lograr lo que quieren;
y que sepan cómo aprender para lograr aquello que necesitan para lograr lo que quieren.
En esta perspectiva, este PCP, ha de lograr que los educandos aprendan que el ocio
ludomotriz (qué) puede ser una alternativa de expresión de libertad y felicidad (para qué), y
que las competencias ludomotriz, social y de aprender a aprender, son lo que necesitan
aprender y, el o los cómo para dichos aprendizajes (saber qué y saber cómo: saber cómo
hacer).
Las competencias docentes, son de uno otro modo, la expresión práctica de los
principios pedagógicos y didácticos ya expuestos atrás. Y es precisamente el desempeño en
cada una de estas competencias, los indicadores que permitirán la evaluación de la práctica
pedagógica. Dice Bañuelos (2013) que: “antes de entender, aprender y desempeñar
efectivamente la complicada tarea de enseñar (como un todo inseparable), es necesario
primero dominar todos y cada uno de sus componentes” (p. 14). Y será precisamente el
dominio sobre todas estas variables, las que configurarán las competencias docentes del
maestro, o sus competencias en la gestión didáctica. La comprensión de las variables del
proceso didáctico, y la perspectiva pedagógica y didácticas sobre estas, es lo que da forma
a los principios didácticos y en últimas, a las competencias docentes del maestro.
Cantidad La planificación de la
de la práctica: estructura
práctica. de las tareas, la forma
El feedback de organización,
que administra presentación de las
La
el profesor a tareas.
comunicación
los
con los
estudiantes.
Las
VARIABLES estudianes.
características
del
DEL PROCESO El clima
motivacional,
estudiantado DIDÁCTICO predisposición
y motivación
El contexto del alumno
escolar. para aprender.
La La
formación adecuación y El tamaño
del secuenciación de los
profesorado de grupos.
. las tareas.
Así pues, el maestro ha de estar atento a todas estas variables en la fase de previsión,
de interacción y valoración de su práctica de enseñanza, para llevar el seguimiento y
147
A primera vista, la alusión a las competencias en el campo del ocio puede parecer
una contradicción notoria y absurda, ¿acaso las competencias no remiten al mundo de
trabajo y de la productividad? ¿No es contradictorio implicar una categoría proveniente del
mundo empresarial y de la educación para el trabajo, en un proyecto cuyo interés dista de
una educación para este ámbito social? Lo sería así, si no se comprendiera que los
conceptos se recontextualizan, se adaptan a diferentes ámbitos a los que fueron su origen.
La lógica misma del currículum tiene también su origen en el campo del mundo
148
por medio de las cuales los estudiantes aprendan los saberes que les son necesarios
aprender para construir sus propios sentidos y proyectos en el ocio13. En el desarrollar un
actuar competente, subyace un encarar de forma significativa, inteligente, ética y eficaz las
situaciones de las que dependen la realización de los proyectos, la autorrealización, la
autodeterminación y el sentido de la vida.
13
Independientes a los intereses particulares del profesor; que en muchas ocasiones se limita a transmitir el
deporte, la danza o la práctica motriz que él ha aprendido.
150
implican con las condiciones objetivas del medio exterior, social y ambiental. Así, la
disponibilidad personal para la experiencia ludomotriz se produce por el proceso
interestructural entre disposiciones subjetivas y la objetividad de la realidad exterior,
manifestada en las ofertas recreativas del medio más cercano: del barrio, la escuela, la casa,
la familia, hasta las de la ciudad, el país y el sistema socio/económico/cultural en que el
agente vive: en otras palabras, el saber ser/saber/hacer/actuar/comprender (la competencia)
de la persona en cuestión y las situaciones en las que deben utilizar sus competencias.
“Parece entonces indispensable pensar competencias y situaciones conjuntamente”
(Perrenound, 2012, p. 54)
Esta competencia, con énfasis en el saber cómo hacer desde la acción motriz, implica el
desarrollo de las capacidades motrices (perceptivo-coordinativas, condicionales y
comunicativo-interactivas), para la actuación óptima consigo mismo, los demás y el
exterior. Toda acción motriz, como proceso de realización de las conductas motrices
realizada en contextos significativos, implica cinco elementos que configuran la estructura
de toda situación motriz, que las personas deberán ser capaces de identificar
conscientemente para actuar de modo óptimo de acuerdo a las exigencias de las
circunstancias de acción (Masciano y Lagardera, 2012). Estos son la introyección o
atención perceptiva de sí mismo, este proceso remite a la percepción del propio cuerpo, a la
disponibilidad que se percibe de sí mismo, a los sentimientos de globalidad corporal y de
singularidad que se expresa en la acción motriz, sentimientos suscitados por la integración
sensorial (percepciones intero, extero y propioceptivas): fatiga, disposición positiva,
151
Aprender a aprender
En la siguiente matriz se profundiza sobre los elementos hasta aquí mencionados. Esta
matriz sirve como orientación general sobre las cualidades generales de las competencias y
desempeños que es necesario posibilitar para la educación en el ocio ludomotriz. No se
trata de en este sentido de una camisa de fuerza o una estandarización de los desempeños.
A cada contexto, población y personas en particular, corresponderán cualidades de
desempeño particulares, que el maestro deberá ser capaz de adaptar a las características
específicas de los contextos, como se verá en los diseños de implementación de las
experiencias más adelante nombradas.
154
CAMPOS DE DESARROLLO
LUDOMOTRICIDAD SOCIALIZACIÓN APRENDIZAJE
La socialización, las interacciones,
las reglas, con sus
La disponibilidad cinestésico corporal, social y emocional de relación correspondientes procesos
La operación mental y el lenguaje, con sus correspondientes procesos perceptivos
con el medio social y emocionales (proactivos,
(globalización, análisis y síntesis), procesos comprensivos (inducción, deducción y
ambiental. Implica las capacidades motrices (perceptivas, orgánico- coactivos y reactivos), los
abducción), y los procesos de aprendizaje (fase 1: irradiación, co-determinación; fase 2:
osteomusculares y procesos axiológicos (valores,
concentración, co-implicación; fase 3: cierre, co-construcción).
comunicativo-interactivas, re-creativas) y las habilidades motrices. hábitos, actitudes), y los
relacionales (interpersonales,
intrapersonales y transpersonales).
COMPETENCIAS GENERALES
COMPETENCIA MOTRIZ COMPETENCIA SOCIAL COMPETENCIA DE APRENDER A APRENDER
COMPETENCIAS PARTICULARES
Conocer información
Proyectar metas e
relevante sobre la
Saber actuar motrizmente saber emocionarse lúdicamente Saber interactuar en y para el ocio Saber cómo aprender identificar los medios y las
motricidad y aplicarla al
exigencias para lograrlos
propio
DESEMPEÑOS GENERALES
El qué y el cuándo evaluar es lo central en esta fase, que dará pie a las tomas de
decisión en la misma interacción, como en aquellas de las que se derivarán las nuevas
previsiones o planeaciones. “El que los planes tengan que idearse y comprobarse semana
por semana, día tras día e, incluso, momento a momento durante la jornada escolar
158
En toda sesión como en toda unidad didáctica (UD), se tienen en cuenta actividades
de diverso tipo de acuerdo a las necesidades específicas de los proyectos educativos y de
los ciclos de aprendizaje. Los tipos de tareas, que configuran el sentido, bien sea de una
sesión y/o de una UD completa son los siguientes: De evaluación (inicial, intermedia o
final), de iniciación, de desarrollo, de ampliación-profundización, síntesis, de adecuación al
entorno e integradas (Sánchez-Bañuelos, 2003, p. 124).
PROPÓSITO DE FORMACIÓN:
SESIONES PROPÓSITOS DE LAS SESIONES POR CADA UNA DE LAS COMPETENCIAS
UNIDAD
# DIDÁCTIC TEMAS DE INTERACTUAR APRENDER PROYECTAR CONOCER Y
ACTUAR EMOCIONARSE
A # LAS EN Y PARA EL A METAS DE APLICAR
SESIONES MOTRIZMENTE LÚDICAMENTE
OCIO APRENDER APRENDIZAJE INFORMACIÓN
1
NOMBRE 2
1 Y TEMA 3
DE LA UD 4
…
2 …
3 …
Figura 21: Formato de planeación de sesiones y unidades didácticas.
Fuente: Elaboración propia.
Ficha de seguimiento grupal (seg): Esta ficha, al igual que la anterior, contiene
valoraciones por cada una de las competencias, pero de forma grupal, es decir, el maestro
sintetiza la evaluación derivada de los anteriores instrumentos, y las relaciona a su vez con
elementos como las intenciones motrices, los dominios de acción motriz y las actividades
específicas que se desarrollan en el curso. Se valoran estos elementos desde los efectos
perseguidos o propósitos de aprendizaje y se comparan con los efectos obtenidos a partir de
la implementación de las sesiones. Al final, el maestro realiza valoraciones generales de lo
evaluado, así, como las acciones a llevar a cabo a partir de las valoraciones que realiza.
Estas valoraciones y acciones a considerar para las posteriores clases o unidades didácticas,
las puede realizar desde los propósitos perseguidos, la metodología, los contenidos, lo que
valora según los dominios de acción, las intenciones motrices o las actividades en
particular.
167
de aprendizaje?
SOCIALIZAC
MOTRICIDAD APRENDIZAJE
IÓN
Saber Proyectar
Saber
Actuar interactuar Saber metas de
ACTIVIDA emocionarse
motrizmente en y para el aprender aprendiza
DES lúdicamente
ocio je
PERSEGUIDOS
EFECTOS
EFECTOS OBTENIDOS POR CADA UNA DE
INDIVIDUAL
INSTRUMENTAL
OPERATIVA-
OPOS-INTER-IND
COOPERACION
LAS COMPETENCIAS
COOP-OPOS
MEDIO CON
INCERTIDUMBRE
INDIVIDUAL
EXPRESIVA
OPOS-INTER-IND
COOPERACION
COOP-OPOS
MEDIO CON
INCERTIDUMBRE
METODOLOGÍA
CONSIDERACIONES REALIZADAS POR LOS ESTUDIANTES:
VALORACIONES GENERALES Y
ACCIONES CONSIDERADAS
propuestas en esta
práctica?
CAPÍTULO SÉPTIMO
EJECUCIÓN PILOTO Y SISTEMATIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA PEDAGÓGICA
Retomaré algunos planteamientos que expuse en el primer capítulo de esta obra. En este
capítulo, se expondrán algunos de los acontecimientos más significativos en el proceso de
implementación del proyecto Sentidos y proyectos de vida en el ocio ludomotriz. No será,
sin embargo, una exposición eminentemente descriptiva, sino que en ella se han
incorporado reflexiones, valoraciones y tematizaciones sobre dichos acontecimientos.
El primer grupo con el que se trabajó fue un par de niños (una niña y un niño) de 5 y 4
años respectivamente, en el contexto familiar. Aquí, la metodología consistió
principalmente en un conjunto de situaciones de juego, tareas y ejercicios didácticos sin una
previa planeación, sino propiciados y elaborados por las circunstancias espontaneas que se
presentan en un contexto como el familiar (informal), que fueron orquestadas y orientadas
por las propias iniciativas de los niños y las oportunidades que el maestro (tío) fue
identificando en el desarrollo mismo de los juegos, situaciones expresivas, tareas y
ejercicios didácticos.
Población: Sobrinos del maestro. Mariana Prieto Sánchez de 5 años y Simón Prieto
Sánchez de 4 años de edad.
Contexto Geográfico: Localidad: Ciudad Bolívar. Barrio: Jerusalén. Lugar: Casa de los
niños.
Lo primero que habrá que decir a este respecto, es que los encuentros en el contexto
informal de esta particular experiencia no pueden denominarse clases o sesiones, según la
connotación que de estas hay en el contexto formal y no-formal. La improvisación y la
espontaneidad que dinamizaron los encuentros pedagógicos, que se realizaron entre los
cuidados familiares como el realizar el aseo de la casa, el baño, los momentos de
173
Los encuentros se llevaron a cabo en la casa en donde reciden mis sobrinos. Algunos
días entre semana y otros los fines de semana. Los tiempos variaban entre las tres (3) a las
seis (6) horas. Espacio que se dividía entre los cuidados familiares ya nombrados y las
situaciones de aprendizaje orquestadas bien fuera por la propia iniciativa de los niños hacia
el juego y la danza así, como la iniciativa mía para crear situaciones a partir de las cuales se
pudiese aprender, como lo fue el juego, principalmente.
5.10.3. Actividades
Hubo una gran variedad de actividades: Juegos motores de reglas, juegos de ficción,
situaciones dancísticas y ejercicios didácticos fueron las principales. A continuación, se
presenta la descripción de algunos de los encuentros con los niños.
¡ESCONDERSE!
En cuanto hacía notar que los había “descubierto” o “pillado” reían a carcajadas…
¿en realidad querían esconderse? ¿qué es lo que les causa tanta “gracia” y diversión? ¿cuál
es la fuente de emoción de su juego? ¿Jugaban a esconderse, a llegar a mí
subrepticiamente…? ¿Esperaban intencionalmente que los pillara o en realidad querían
esconderse?
Puse mi cuaderno frente a mi rostro para evitar verlos… simulaba que en realidad
estaba leyendo estando muy concentrado. De este modo les daba la oportunidad de entrar al
cuarto sin que yo “me diera cuenta”. Sin embargo, en cuento entraban, o incluso en el
mismo proceso de entrar reían y hacían otros ruidos, por lo que yo los detectaba de nuevo y
muy fácilmente…
Tomé de la decisión de hacerles notar al primero de sus intentos posteriores que los
“pillaba” enseguida. Esto lo hice observándolos directamente en cuanto entraban al cuarto.
¿Con esto inhibía su ludicidad?... en un momento también les dije que estaban haciendo
mucho ruido… Después de algunos intentos tomaron unas toallas, se las pusieron encima
para cubrirse y así, creo, evitar ser vistos con mayor facilidad. Esto puede ser interpretado
como una conducta adaptativa frente a la situación de juego. ¿Más o menos lúdica?, ¿un
juego más inteligente?
- ¡Uy! A qué hora llegó aquí-. Le dije, como simulando que me encontraba
muy sorprendido por su llegada…
¡BOMBA EN EL AIRE!
M entra al cuarto con una bomba color rosa y me muestra cómo juega: la lanza al
aire y la golpea con diversas partes del cuerpo evitando que esta caiga. Lo hace con la
cabeza, con las manos, los pies…
- ¿Dónde lo aprendiste?
En seguida comienzo a preguntarle con qué otras partes del cuerpo lo puede hacer, y
después de pensarlo por un breve lapso de tiempo, dice que con el hombre y el pecho. Así
que empieza a explorar lanzando la pelota al aire e intenta contactarla con el pecho, los
codos, las rodillas, los hombros… al tiempo que voy motivándola. Luego juega a no dejarla
caer utilizando sus manos golpeándola. Llega hasta 59 toques sin dejarla caer. En ese
momento llega S al cuarto, mientras M está allí jugando. S la interrumpe golpeando la
pelota, y sentándose justo en el lugar que ocupa M. Así que M le dice que se retire, y que la
deje hacer sus “ejercicios”. Le indico a S que por favor respete el espacio de juego de M.
176
Después de un momento me dice que quiere jugar a otra cosa, pero la incito a seguir
jugando, así que le muestro cómo no dejarla caer sólo utilizando el dedo índice de las
manos. Así lo hace por un breve tiempo, pero parece aburrirse con pasado un breve tiempo.
gustarle, y disponemos el orden de juego por turnos. Luego S agrega otra regla: Si no logra
evitar que la bomba toque la cama, es de nuevo su turno. La regla queda aceptada y nos
disponemos a jugar. Así, pasan algunos turnos hasta que M llega con un trozo de tela de
unos 60cm x 40cm. Nos invita a jugar a que yo lanzo la bomba y ellos, tomando la tela de
cada extremo evitan que esta caiga.
Jugamos así durante algunos minutos, pero acontece una pequeña pelea entre S y M,
y M decide irse. Simón queda en el cuarto, y toma un cartón para que yo le lance la pelota.
La lanzo y él la recepciona con el cartón… se muestra muy concentrado para lograr el
objetivo.
Me decido a mostrarles algunos videos sobre prácticas motrices, que he guardado en mi red
social Facebook desde hace meses, con el propósito de utilizarlos como recurso didáctico.
- Dos ciclistas bajando a alta velocidad por lo que parece ser una rampa especial
hecha en concreto para tal fin.
- Lo que parece ser una clase de educación física. Un juego en el que el objetivo es
tener tres pelotas en la base propia… [nos detenemos con M en este video para entender en
qué consiste]
- Hombre parkour
Eventos:
M al ver a la mujer de yogadance dice, “yo puedo”, y va a la cama a internar una invertida,
que la sorprendió bastante…
S al ver al hombre hacer parkour sube a la cama y hace un salto. Él, al ver el descenso por
las comunas en bicicleta dice que eso no le gusta, que le da miedo.
179
¡FANDY!
- ¡Fandy!
La superficie resbalosa del piso hacía que la tapa se moviera mucho, de allí que no
se pudiera jugar, y a eso se sumaba el contacto constante que los niños hacían con esta con
sus piernas. Así que decidí que fuéramos a la cama pues allí la tapa se movería menos. Nos
180
dirigimos allí para jugar. Se establecieron turnos para el lanzamiento de la pelota… M hizo
las veces de una “presentadora” de los participantes al igual que S…
Hice algunos lanzamientos indicándoles que si el ping-pong daba la vuelta entera era
un “punto” … Sucedió el turno de S y logró que el ping-pong diera una vuelta, y afirmó
que ahora llevaba tres puntos. Le pregunté el porqué de ello y respondió que “porque sí”, a
lo que le respondí que “no”: Llevaba un punto porque la pelota hizo una vuelta entera…
Así se sucedieron algunos turnos en los que conseguí puntos, también S. Él decía que
llevaba cinco puntos, lo corregí diciéndole que llevaba dos (2), porque había logrado que la
pelota diera dos vueltas, pero decía que no, que llevaba cinco.
S lanzaba, pero lo hacía mal y retomaba la pelota, le dije que no porque era por
turnos, y que había perdido el suyo. Dijo que no porque “así es mi juego”, Le dije que no,
que el juego era de todos, adoptó la actitud anterior de indisposición recostándose esta vez
en la cama, para lo que decidí insistirle, y aceptó volver al juego.
- Bueno, juguemos…
- “A ver piensooo… Dijo M - Ya sé, juguemos con las fichas grandes a ¡Los
guerreros!
181
Mariana dice que sí, y yo afirmo lo mismo, que juguemos eso, esperando luego
cautivar a S con el juego.
- Bueno, vamos a jugar, pero antes, tienen que tender antes la cama de los
papás.
Empezamos a jugar, pero no hay mucha emoción, creo que no hay reto, y tampoco
hay mucha disposición mía, se nota en mi gestualidad. Lanzamos algunas veces las fichas,
pero mariana dice que juguemos a otra cosa.
Deciden que juguemos a la casita. Hay que armar una casa con los sofás, así que nos
disponemos a ello, y para que quede oscura debemos utilizar cobijas para impedir el paso
de la luz. Una vez terminado ello, ingresamos a la casa y ellos empiezan a contar historias
de terror …
Vamos a buscar las gemas que ellos deben encontrar. Simón toma una tabla y dice
que esa es la gema… le digo que eso no parece una gema, que debemos encontrar otras
cosas… Aparece un pedazo de icopor pintado de verde y un corazón de tela que serán las
gemas que se buscarán.
Les indico cómo vamos a jugar. Ellos deberán esconderse en la guarida mientras yo
estoy afuera cuidando mis gemas, las que ellos deberán recuperar.
Toca la guarida con la intención de ver qué pasa, si gritan o permanecen en silencio.
Golpeo a guarida y ellos permanecen en silencio. Eso me indica que están sumergidos en la
trama. Temen del monstro que está afuera, y evitan hacer ruido para que este se entere que
están allí adentro.
No quise que salieran y yo estuviera allí a la vista, si pasaba eso tendría que ir a
comérmelos, y entraría en completo caos al juego y la trama probablemente terminaría en
que yo intento comérmelos y ellos me golpean con alguna cosa, y así el juego terminaría.
Y con el propósito de que ellos salgan y sepan medianamente en donde están las
gemas doy una pista sobre el paradero de una de ellas.
Y para permitir que ellos salgan en búsqueda de las gemas, ingreso a un cuarto.
Doy la espalda y escucho que uno de ellos sale. Es Mariana, quien se dirige al cuarto
en donde están las gemas escondidas. Ella nota que me di cuenta de ello –afortunadamente-
.
Simón asoma su cabeza por el piso de la guarida moviendo una de las cobijas. Me
acerco allí, como si estuviera asechando esperando su reacción: se queda quieto y muy
despacio entra de nuevo en la guarida.
Me dirijo al cuarto en donde está Mariana. Sé que está debajo de la cama, pues
detrás de sofá no está, y el otro lugar en el que es posible esconderse sin ser visto con
dificultad es debajo de la cama. Me subo a ella pisándola con fuerza. Ella tampoco dice
nada, se queda en silencio, pues sabe que el monstro está ahí.
- ¡Aquí, aquí...!
No sé si quiere distraerme para que evite comerme a Mariana o por cuál otro motivo.
Me dirijo entonces a la cocina, al otro lado del cuarto en el que está Mariana. De
repente volteo y Mariana está allí con un gancho con el cual me golpeará. Comienza a
atacarme y yo huyo. Me escondo en un baño y ella golpea la puerta. Y mete uno de los
ganchos debajo de la puerta, es como una tranca que evita que yo salga. Luego Simón saca
la traca y se mete de nuevo a su guarida. Salgo y creo que Mariana empieza a golpearme de
nuevo… Interpreté que se había olvidado del objetivo que era buscar las gemas, pues se
dispuso sólo a golpearme, y ya yo cierta brusquedad, así que decidí decirle en modo de
monstro.
Me parece que me dice que no sabe en dónde están. Y le respondo con que les di
pistas:
184
- Les dije que estaban en donde había mucha ropa –el armario–.
Así que me dispongo a buscar las gemas para volver a empezar, y ellos también.
5.11. Educación del ocio ludomotriz en el contexto del aula húmeda de la escuela
materna de la universidad pedagógica nacional.
Al ingresar a la zona de la piscina los niños son cambiado con su traje de baño;
luego realizan actividades preparatorias o de calentamiento en el exterior de la piscina por
medio de juegos y ejercicios motores, para posteriormente pasar a la zona de duchas, en
186
identificación de las potencialidades que tanto los niños como el maestro enfrentan en el
proceso didáctico.
Dentro de las actividades realizadas en las primeras cinco sesiones se destacan las
siguientes, que se enumeran en orden cronológico, para dar evidencia de los progresivos
procesos didáctico.
188
PROPÓSITOS DE ENTRADA
MATRIZ DE COMPETENCIAS Y DESEMPEÑOS DE ENTRADA
CURSO EXPERIENCIAS ACUÁTICAS PARA Y EN EL OCIO LUDOMOTRIZ – ESCUELA MATERNA UPN
Saber hacer: Saber qué y qué hacer: Ludicidad Interactuar socialmente para y en el Aprender a aprender
CIAS
Saber actuar motrizmente Conocer información relevante Experimentar diferentes fuentes ocio ludomotriz
sobre la motricidad y aplicarla al de emoción lúdica
propio aprendizaje
Familiarización con el medio |
Bajo por la escalerilla al agua sin ningún problema, no lloro Identifico los diversos espacios y Disfruto de diversidad de juegos Valoro y cuido los materiales cuando Reconozco los límites y posibilidades de
ante el agua, entro al agua desde sentado en el borde, no tengo objetos del aula húmeda por sus individuales y colectivos. participo en las actividades. mi competencia motriz (lo que logro y no
miedo al lanzarme al agua. nombres, así como sus funciones logro hacer).
Equilibraciones prioritarias y alternativas. Construyo y me impresiono por Respeto las normas básicas de
Me desplazo agarrado al borde, introduzco la cara dentro del situaciones imaginarias suscitadas seguridad dentro del aula húmeda. Atiendo a las indicaciones que me dan
agua, me sumerjo por completo cogido al borde en apnea Identifico por sus nombres las por los juegos motores. mis compañeros y mi profesor para
inspiratoria, recojo juguetes del fondo en piscina poco diversas partes de mi cuerpo, y las Participo y me integro de manera mejorar mis habilidades individuales y de
profunda, realizo espiraciones debajo del agua, mantengo la diversas habilidades que me Utilizo los juguetes de diversas positiva y motivada a las actividades. interacción.
flotación dorsal y ventral con ayuda. maneras, inventando juegos y
DESEMPEÑOS
Gabriela Leyva
DESEMPEÑO
Y
EVALUACIÓN
DESEMPEÑOS
3
3
Edad
medianamente
O: Lo logra totalmente
M: Lo logra
X: No lo logra
DE
Equilibraciones
O
O
Desplazamientos
O
O
Giros
O
piernas
X
X
Manipulaciones
O
O
DESEMPEÑOS
edad
3
3
Identifico los diversos espacios y objetos del aula húmeda por sus nombres, así como sus
funciones prioritarias y alternativas
Identifico por sus nombres las diversas partes de mi cuerpo, y las diversas habilidades que
me permiten realizar, para interactuar con el medio y los demás
lento, rápido, pausado, demorado…) lo que me permite actuar motrizmente de manera más
óptima con el medio y los demás
Construyo y me impresiono por situaciones imaginarias suscitadas por los juegos motores
Expreso mis emociones y sentimientos por medio de los juegos y los ejercicios, para
comunicarme con los demás
Comparto mis ideas y opiniones con mis compañeros en las diversas actividades
SOCIALIZACIÓN
Advierto los posibles riesgos de mi entorno, y actúo para evitar los accidentes
Reconozco los límites y posibilidades de mi competencia motriz (lo que logro y no logro
hacer)
Atiendo a las indicaciones que me dan mis compañeros y mi profesor para mejorar mis
habilidades individuales y de interacción
TABLA DE SEGUIMIENTO DE LOGROS DE DESEMPEÑOS
Estoy atento a los diversos estímulos de mi medio, y focalizo mi atención en aquellos que
propician mi aprendizaje
Propongo juegos y ejercicios a través de los cuales puedo lograr los aprendizajes que deseo
construir
apellidos
Gabriela
Nombres y
Leyva____
Gabriela Díaz
DESEMPEÑOS
Edad
X: No lo logra
M: Lo logra
O: Lo logra
medianamente
totalmente
3 M
Identifico los diversos espacios y objetos del aula húmeda por sus nombres, así como sus
3 M
Identifico por sus nombres las diversas partes de mi cuerpo, y las diversas habilidades que
me permiten realizar, para interactuar con el medio y los demás
M+ M
lento, rápido, pausado, demorado…) lo que me permite actuar motrizmente de manera más
óptima con el medio y los demás
Construyo y me impresiono por situaciones imaginarias suscitadas por los juegos motores
M M
M+ + + M M M
Expreso mis emociones y sentimientos por medio de los juegos y los ejercicios, para
comunicarme con los demás
Valoro y cuido los materiales cuando participo en las actividades
Comparto mis ideas y opiniones con mis compañeros en las diversas actividades
SOCIALIZACIÓN
O O + + M O
O O M O M O
Advierto los posibles riesgos de mi entorno, y actúo para evitar los accidentes
M M
Reconozco los límites y posibilidades de mi competencia motriz (lo que logro y no logro
M
hacer)
M
M
Atiendo a las indicaciones que me dan mis compañeros y mi profesor para mejorar mis
habilidades individuales y de interacción
TABLA DE SEGUIMIENTO DE LOGROS DE DESEMPEÑOS
Estoy atento a los diversos estímulos de mi medio, y focalizo mi atención en aquellos que
propician mi aprendizaje
M
M
M M
Propongo juegos y ejercicios a través de los cuales puedo lograr los aprendizajes que deseo
191
construir
192
5.12.2. Metodología
Fase de previsión
Evaluación inicial
de interrogantes a partir de los cuales fue posible recolectar información que permitió
construir una caracterización del grupo-clase:
a) ¿Cuáles son las prácticas ludomotrices que representan significatividad para los
estudiantes en su pasado, su presente y su futuro?
b) ¿Cuáles son las cualidades de esas prácticas en términos de contexto social y
físico de realización, dimensiones de la ludomotricidad y tipos de experiencias?
c) ¿Cuáles son las experiencias y vivencias que los estudiantes tienen en común con
sus compañeros?
El maestro recogió esta información en una tabla que contuvo información por cada
estudiante, acudiendo al criterio de la práctica ludomotriz, pues es un criterio sintetizador
en términos de las experiencias. En el caso de las experiencias pasadas y presente, recurrió
a los marcadores indiferencia, frustración y gratificación, como caracterizadores generales
del tipo de experiencia referido por cada práctica: Prácticas que no representan mayor
grado de interés, que demarcan sentimientos de impotencia y ansiedad, y experiencias de
disfrute, satisfacción, compensación e identificación, respectivamente.
No obstante, se consideró que, para iniciar el proceso didáctico con el grupo específico,
el conocer en primera instancia lo que arrojaron los anteriores criterios, es un inicio válido e
importante por cuanto le proporcionó indicios al maestro y a los compañeros del grupo-
clase, sobre la relevancia que el ocio tiene para estos. Por supuesto, quedó abierta la
interrogante en relación a los “por qué” de las respuestas que dieron, cuestión que se fue
develando conforme la interacción del maestro con el grupo se llevó a cabo a lo largo del
curso.
La identificación de los saberes previos de los estudiantes por parte del maestro, es un
requisito indispensable para la ejecución de toda unidad didáctica y proyecto formativo. A
partir de la evaluación inicial, el maestro podrá diseñar (seleccionar, graduar y secuenciar)
los contenidos de aprendizaje que será posible identificar como susceptibles de desarrollo a
lo largo del curso así, como las estrategias y métodos más pertinentes al grupo-clase.
Para este caso, conocer algunas de las prácticas y experiencias de los estudiantes en
torno al ocio ludomotriz, tiene su importancia por cuanto le abre al maestro un panorama
alrededor de las disposiciones favorables (intereses y expectativas) y/o adversas (apatía y
desinterés) al aprendizaje.
5.12.3. Actividades.
Las Sesiones realizadas son las siguientes. Se presenta un análisis detallado de cada
una, así como descripciones y valoraciones de las mismas.
195
PLAN DE CLASE
N° Sesión: 1
NOMBRE DEL PROYECTO: Sentidos y proyectos de vida en el ocio ludomotriz
PROFESOR: Joset Esteban Sánchez Vargas Fecha: 2-Sep-16
PROPÓSITO DE FORMACIÓN: Educar en la construcción de sentidos y proyectos de vida en el ocio ludomotriz, a modo de expresión Grado: 10-03
de libertad y felicidad, como alternantiva ante la productividad y el utilitarismo Institución: Pablo de Tarso IED
PROPÓSITOS DE LA SESIÓN: Conocer algunas de las prácticas y experiencias de ocio ludomotriz pasadas, actuales y anheladas (proyectadas) de los integrantes del grupo-clase
(saberes previos), para diseñar las posteriores situaciones de aprendizaje que apunten a la finalidad formativa del proyecto.
REALIZACIÓN
RECURSOS MATERIALES: Salón cerrado, equipo de
ACTIVIDADES Parcial- OBSERVACIONES
sonido, colchonetas. SÍ NO
mente
Introducción y narración
El maestro no fue el único que narró algunas
Para empezar, preferiblemente en un espacio cómodo y libre de ruido el maestro, luego de exponer su finalidad
de sus experiencias. Se generó una charlas
formativa y el propósito de la sesión, narrará algunas de sus experiencias de ocio ludomotriz. Esta narración tendrá
X en la que varios estudiantes expusieron
como contenidos principales: a) motivaciones, b) estímulos, sensaciones y emociones, c) relación entre capacidades y
oralmente algunas de sus experiencias e
exigencias de las prácticas, d) aprendizajes y e) expectativas; elementos todos estos, relacionados con el ocio
intereses en el ocio ludomotriz.
ludomotriz.
PLAN DE CLASE
N° Sesión: 2
NOMBRE DEL PROYECTO: Sentidos y proyectos de vida en el ocio ludomotriz
PROFESOR: Joset Esteban Sánchez Vargas Fecha: 9-Sep-16
PROPÓSITO DE FORMACIÓN: Educar en la construcción de sentidos y proyectos de vida en el ocio ludomotriz, a modo de Grado: 10-03
expresión de libertad y felicidad, como alternantiva ante la productividad y el utilitarismo
Institución: Pablo de Tarso IED
PROPÓSITOS DE LA SESIÓN: 1) Se espera que los estudiantes comprendan de manera más clara la intencionalidad formativa del maestro. 2) Se espera que los
estudiantes comprendan la consistencia de la educación en el ocio ludomotriz basada en competencias. 3) Se espera que cada uno de los estudiantes construya, a partir
de la ficha de seguimiento individual, su propósito de aprendizaje general, así, como los desempeños por cada una de las competencias. 4) Se espera concertar la
metodología a partir de la cual se desarrollará el curso. 4) Se espera concertar la construcción de un grupo en Facebook para compartir información relacionada con el
curso. 5) Se espera concatenar con la clase anterior.
REALIZACIÓN
RECURSOS MATERIALES: Salón de clases, tablero,
ACTIVIDADES Parcial- OBSERVACIONES
marcadores, cuadernos u hojas paraescribir. SÍ NO
mente
Enlace con la clase anterior. Se preguntará sobre lo realizado en la clase anterior y su propósito ¿Qué se Algunas de las respuesta fueron:
hizo la clase anterior y con qué finalidad? A partir de esta pregunta y sus posibles respuestas, el maestro X representar lo que se jugaba cuando niños
orientará la discusión en torno a su finalidad formativa. para no olvidarlo.
Explicación finalidad formativa y lógica de la educación basada en competencias. El maestro Fue difícil orientar la discusión sobre las
explicará su finalidad forativa recurriendo a la generación de una discusión cuyos ejes sus concepciones y prácticas de ocio ludomotriz;
la de los estudiantes en relación a: La libertad, la felicidad, la experiencia, los sentidos y proyectos de vida, particularmente en lo referente a la
el ocio, la lúdica y las prácticas motrices, aprendizaje por competencias y el ser maestro: ¿Se puede ser X comprensión de la competencia como un
maestro de sí mismo? El maestro explicará que: 1) Un maestro de sí mismo, sabe lo que quiere y para qué saber actuar/hacer/comprender; pues se
lo quiere, 2) Sabe qué tiene que aprender para lograr lo que quiere, 3) Sabe cómo aprender lo que quiere y relacionó en principio con la
necesita aprender, para lograr lo que quiere. competitividad deportiva y la confrontación
Construcción de ficha de seguimiento individual (fsi). Una vez expuesto, discutido y comprendido lo Un poco más de la mitad de los
anterior, los estudiantes deberán diligenciar las fichas de seguimiento individual; en la que el propósito será estudiantes entregó a ficha. Sin embargo,
X
lo que quieren y los desempeños de cada una de las competencias, lo que necesitan aprender para la mayoría de las fichas cumplieron con los
lograr el propósito. La tarea se orientará por medio de explicaciones y ejemplos. criterios especificados.
Concertación de la creación del grupo en Facebook. X Se olvidó.
Negociación de criterios de evaluación individuales y grupales. Se negocirán los criterios a partir de
los cuales se evaluará el desarrollo del curso, la metodología del maestro y los desempeños grupales e X Falta de tiempo.
individuales de aprendizaje.
ACTIVIDADES EMERGENTES X
EVALUACIÓN GENERAL Y ACCIONES A CONSIDERAR: A partir de la información recolectada en las fsi, se diseñarán las actividades para la clase anterior: Circuito
motriz: A su vez, esta información será sustento para el posterior desarrollo del curso.
197
¿Qué es la experiencia?
- Ella practica porrismo, y dijo hacerlo pues en esas prácticas hay “muchas
cosas que hacer”, como levantamientos, acrobacia, gimnasia, coreografías.
Dijo sentirse identificada con esas prácticas, pues no se sentiría bien en
prácticas como la gimnasia en una modalidad en particular pues en ella se
aburriría por “hacer una sola cosa”.
199
Lo hasta aquí interpretado deja entrever que en el grupo de estudiantes hay quienes
han experienciado situaciones de ocio ludomotriz, y que pueden identificar elementos que
caracterizan estas prácticas y experiencias.
¿Qué es un maestro?
Todo estudiante tiene una concepción sobre lo que es ser maestro. Esta concepción
influirá sobre lo que el estudiante espera de ese alguien al que llama profesor, maestro o
decente.
El maestro, en este sentido, deberá por medio de sus acciones prácticas de clase,
mostrarse no sólo como alguien que transmite información, sino como alguien que enseña a
aprender, para lo cual, deberá hacer patentes sus principios pedagógicos y didácticos.
El maestro realizó esta pregunta para conocer la disposición de los estudiantes frente
a sus propios aprendizajes. Todos los estudiantes que respondieron abiertamente a eta
pregunta dijeron que sí. Sí es posible ser maestro de sí mismo. Una respuesta en concreto
fue:
La conversación sobre estos temas -el ser maestro- dio cabida a hablar en torno a lo
específico de la educación en el ocio ludomotriz. El maestro en cuestión manifestó que su
intención sería que los estudiantes aprendieran a ser maestros de sí mismos en términos
específicos del ocio ludomotriz. Para lo cual expresó su deseo en relación a que ellos
aprendieran a construir sentidos y proyectos de vida en este ámbito de la vida humana, y
que ello se manifestaría en que los estudiantes quieran realizar alguna práctica motriz por el
simple hecho de querer realizarse, que se sintieran libres y felices en ellas, y que estas se
conformaran en propósitos de aprendizaje y formación.
El maestro pidió a los estudiantes podrían escoger bien fuese una práctica n
particular que quisieran aprender, bien fuera deportiva, dancística de juego motor, de
deporte aventura, etc… Ese sería el gran propósito que se deberían trazar, o si fuese el caso,
múltiples prácticas, tipos de prácticas, o el interés por descubrir sus particulares intereses,
es decir, explorar para identificar sus preferencias…
201
Para ello, el maestro explicó en qué consiste cada una de las competencias para la
educación en el ocio ludomotriz, valiéndose de ejemplos dados por los estudiantes haciendo
énfasis en la noción de ser competencia. A este respecto, los conocimientos previos de los
estudiantes remitieron en un principio a:
- Ser competitivo.
- Competir contra otros.
- Competir en un deporte.
Se utilizó otro ejemplo con la práctica del voleibol. Se le realizó la misma pregunta a
otro estudiante. Este respondió en un principio con enunciados referidos a ser competitivo,
incluso lo relacionó con golpear a otros con el balón en la cara. El maestro clarificó la
pregunta.
- ¿Cómo podría una persona por medio de la observación identificar que eres
bueno en el voleibol?
202
- En saber golpear bien el balón para notar punto, en saber a dónde enviar el
balón.
- En la danza.
- ¿Cómo se expresa que es competente? – preguntó el estudiante al maestro.
- En que me sé acoplar a ritmos, realizo diversas formas de movimiento y
expreso
El maestro explicó el contenido por cada una de las competencias restantes, y expuso
ejemplos de las formas en que dichas competencias podrían manifestarse.
Con base en lo anterior, pidió que cada uno de los estudiantes realizaran un cuadro en el
que indicaran el gran propósito que quisieran lograr (aprendizaje de una práctica, varias
prácticas y la exploración o descubrimiento de interés), y que explicitaran lo que
consideraban necesario aprender para lograr es gran propósito.
|
Competencia ludomotriz Socialización Meta-cognición
PROPÓSITO:
203
PLAN DE CLASE
N° Sesión: 3
NOMBRE DEL PROYECTO: Sentidos y proyectos de vida en el ocio ludomotriz
PROFESOR: Joset Esteban Sánchez Vargas Fecha: 15-Sep-16
Grado: 10-03
PROPÓSITO DE FORMACIÓN: Educar en la construcción de sentidos y proyectos de vida en el ocio ludomotriz, a
Institución: Pablo de
modo de expresión de libertad y felicidad, como alternantiva ante la productividad y el utilitarismo
Tarso IED
PROPÓSITOS DE LA SESIÓN: 1) Mayor comprensión por parte de los estudiantes, sobre la finalidad formativa del maestro. Que los estudiantes
se familiaricen con la metodología construida por el maestro y la evalúen de acuerdo a las posibilidades que esta propicia para el logro de sus
aprendizajes. 2) Continuar con el proceso de evaluación de los aprendizajes previos de los estudiantes. 3) Se espera dinamizar procesos de
aprendizaje tendientes al aprendizaje de los siguientes desempeños por cada una de las competencias:
ACTUAR MOTRIZMENTE: Identifico mis propios desempeños motrices en los procesos introyectivos, espaciales, temporales, interactivos y manipulativos, en relación
con mis particulares intereses.
EMOCIONARSE LÚDICAMENTE: Identifico qué tipo de situaciones motrices producen en mí mayores niveles de disfrute y satisfacción lúdica.
INTERACTUAR EN Y PARA EL OCIO: Me relaciono asertivamente con mis compañeros, resolviendo dialogadamente los conflictos y llegando a acuerdos en torno
a las diversas formas de interacción en clase, relacionadas con la utilización de los tiempos, los espacios y los implementos. Identifico intereses ludomotrices comunes
con mis compañeros.
APRENDER A APRENDER: Identifico las formas en las que mejor resuelvo los problemas motrices de cada situación. Valoro la metodología y propósitos de la clase.
PROYECTAR METAS DE APRENDIZAJE: A partir de lo vivenciado en clase, construyo metas de aprendizaje de acuerdo a mis intereses y necesidades, que
perseguiré en mis espacios de tiempo libre.
CONOCER INFORMACIÓN Y APLICARLA: Pongo a disposición los conocimientos previos sobre la motricidad y los relaciono con mis desempeños motrices.
204
estudiantes.
estudiantes deberán construir el modo de transportar dos balones por el espacio delimitado haciendo uso de lazos.
4) Representación motriz-gestual con polisemia de objetos (balón y raqueta): El objetivo motor prioritario es expresar X
motrizmente una narración. Las condiciones para ellos son: utilizar raquetas y balones, transformando el significado
operativo de estos objetos, por ejemplo: utilizar los balones como platos de comida, y las raquetas como sillones.
5) Formas de desplazamiento sobre colchonetas: El objetivo motor prioritario es: superar límites espaciales. Los
estudiantes deberán construir 5 forman individuales de desplazamiento locomotor y 5 formas sociomotrices con
comunicación motriz directa (cooperación).
6) Salto de lazo: El objetivo motor prioritario es: Reproducir modelos: Situaciones cuyo objetivo es realizar patrones
motrices establecidos con anterioridad. Estos modelos deberán ser construidos por los propios estudiantes.
3) Retroalimentación y autoevaluación: Al finalizar el circuito ludomotriz se realizará una conversación grupal referida a X
ACTIVIDADES EMERGENTES X
EVALUACIÓN GENERAL Y ACCIONES A CONSIDERAR:
Las observaciones se recogen en la matriz de seguimiento de los aprendizajes de los estudiantes
205
Luego continúa con la propuesta de empezar todas las clases contando acontecimientos que
hayan sido de interés, de agrado o que de uno u otro modo hayan suscitado atracción en los
estudiantes.
Algunos empiezan a narrar que se disfrazaron de mujeres unos días antes en un salón, el
cual cubrieron con bolsas plásticas para que se oscureciera. Hay varios comentarios al
respecto y varias carcajadas, pues al parecer fue muy gracioso y divertido lo ocurrido. El
maestro continúa contando una experiencia que vivió en días anteriores montando bicicleta
por la ciudad, y termina diciendo que es importante que se tenga algo que contar pues “las
personas que mejor han vivido son las que tienen algo que contar. Qué tal uno llegando a
viejo y no tener nada que contar…” Y expresa que importancia que vivir buenos momentos
y contarlos a los otros como acontecimientos importantes en la vida.
206
Para dar inicio a la actividad motriz, en maestro realiza una dinámica de grupo en la
que se forman parejas, luego, tríos, cuartetos… Así, hasta que quede una persona sola. Esa
persona será que cogerá.
Queda Elizabeth sola (Elizabeth está embarazada), y el maestro indica que desde ese
momento van a jugar cogidas e cadena, también conocido como basurita o virus. El maestro
indica que no se empezará corriendo, sólo caminando. Muchos estudiantes dicen que ella
no puede porque está embarazada, sin embargo, el maestro dice sí, pero que lo haga
caminando a paso rápido.
Después, el maestro pide que se organicen 6 grupos, para adjudicar cada una de las
tareas por estaciones. Los estudiantes se agrupan en conjuntos de 4 a 6 personas, y el
maestro explica qué lo que debe hacer en un inicio cada grupo, y que, de acuerdo a las
indicaciones de él, se rotará otras estaciones. También dice que dejará que ellos mismos se
ubiquen en el espacio según lo consideren:
- Recuerden que la clase pasada dijimos que una de las competencias sobre las
que vamos a trabajar sería la socialización, es decir, saber comunicarse con
otros, llegar a acuerdo para compartir espacios, tiempos, materiales… Así
que ustedes mismos se organizarán según lo consideren adecuado.
Los estudiantes van al salón de materiales y escogen los materiales que les
corresponden de acuerdo a las estaciones de inicio que les correspondieron.
Los diferentes grupos se ubican en diversos espacios, pero algunos no saben qué
hacer. Algunos piden ayuda al profesor, en otras ocasiones el maestro se acerca al notar que
no se da inicio a las tareas y hace preguntas y aclaraciones.
207
“No entendemos”
Mayareth, Luisa y otras niñas no dan inicio a la terea de esta estación. Manifiestan
no saber qué hacer. El maestro reitera la indicación: deben construir diversas formas de
desplazamiento sobre las colchonetas.
El profesor les indica que deben construir cinco formas individuales y cinco
grupales, y que, si lo consideran necesario, pueden utilizar más colchonetas. El profesor se
retira, y para cuando vuelve, ve a las niñas realizando contracciones de abdomen en parejas.
El maestro corrige que se trata de formas de desplazamiento locomotor (ir de un lugar al
otro).
Un grupo construye una ruta para hacer carreras en competencia. Forman dos
caminos en los que hay túneles. (Forman túneles con las colchonetas). Gana el que llegue
primero al final de la pista. Primero deben traspasar los túneles y llegar hasta unas canecas
de basura.
El maestro, después de haber observado esta dinámica de competencia, les pide que
ahora deben construir una en cooperación. Algunos afirman que ya cooperaron al construir
la pista.
Un grupo decide amarrar los balones de baloncesto con los lazos, de tal modo que
puedan transportarlos sin tocarlos, mediante el agarre que hacen de los lazos.
Estación de coreografía
El profesor les indica que habrá dos partidas de captura la bandera simultáneamente.
El maestro expone el objetivo motor prioritario del juego. Pasado un tiempo, y al ver que
no se daba inicio al juego, el maestro se acerca y pregunta por qué de aquello. La respuesta
es que se encuentran acordando las reglas. Después de un tiempo, empieza el juego. Varias
personas y grupos manifestaron su interés por realizar este juego.
209
Una fiesta
Un gladiador
Al terminar un grupo la terea de transportar objetos, les pide que se reúnan con otro
grupo y que salten lazo utilizando simultáneamente los balones de baloncesto. Después de
un rato los estudiantes se organizan: realizan saltos con doble cuerda, con doble cuerda
cruzada, en parejas de frente lanzándose los balones revotando estos en el piso.
210
Faltando 20 minutos para terminar la clase, el maestro pide que se vaya al salón
para realizar la evaluación de la sesión. Al ingresar a este, el maestro realiza una pregunta
general sobre la clase.
Nadie responde. Pide entonces que saquen una hoja y respondan a la pregunta
siguiente:
- ¿En qué aportó la clase de hoy, desde las diversas estaciones, al logro de los
propósitos de aprendizaje que cada uno se trazó desde la clase anterior?
Fin de la sesión.
211
212
213
214
METODOLOGÍA
Materiales y espacio: Objetos que se encuentren en el lugar, bien sea este abierto o cerrado.
Intencionalidades:
- Dar la posibilidad para que los y las estudiantes se expresen de manera abierta y sin miedo
a burla.
- Crear un ambiente para el juego colectivo no competitivo para que los y las estudiantes
sean participativos.
Desarrollo: El director del juego tomará uno o dos objetos y los ubicará frente a los grupos,
los cuales deberán ser utilizados por estos para construir escenas teatrales uno a la vez
según un orden acordado de antemano. Los objetos deberán ser utilizados de manera
polisémica, es decir, cambiando el significado y utilidad del o los objetos (por ejemplo: si
es un zapato no podrá ser utilizado como tal, sino como otro objeto).
Dada la orden de inicio del juego un grupo pasará al frente y construirá su escena; cuando
el director dé una palmada seguirá el siguiente grupo y construirá un hilo conductor con la
escena anterior (proseguirá la historia); si el director da dos palmadas el siguiente grupo
pasará, pero no seguirá el hilo conductor, sino que tendrá que cortarlo y construir una nueva
historia.
El maestro expondrá los propósitos de la sesión: Sobre las prácticas y la elección de las habilidades: Dentro de las
El maestro explicará los procedimientos a través de los cuáles se espera lograr dichos propósitos. Estos son: prácticas que los estudiantes escogieron estuvieron:
1) Conocer qué son los "niveles de desempeño" en una habilidad: El maestro explicará qué son los niveles de VOLEIBOL: Escogieron las siguientes habilidades:
desempeño en una habilidad y cuáles son, y se valdrá de ejemplos basado en una práctica motriz específica: 1. Remate
- Dominio: estado de desempeño en el que se está cerca de perfeccionamiento (eficiencia y eficacia). 2. Golpe de dedos y antebrazo
- Profundización: estado de desempeño medio, en el que se ha avanzado en una tarea, pero falta eficiencia y ACTIVIDADES: Frontón con remate de saque y antebrazos, no
eficacia) dejarla caer
- Iniciación: estado de desempeño en el que se realizará una introducción a desarrollo de la tarea. X FUTSAL:
2) Seleccionar una habilidad a aprender, por cada uno de los niveles de desempeño: Los estudiantes deberán 1. Conducción, pase y regate
seleccionar una habilidad por cada uno de los niveles de desempeño. 2. Rotación
3) Construir situaciones de aprendizaje individuales o grupales y evaluarlas: Con base en los anteriores ACTIVIDADES: El bobito, cuca patada, esquema de rotación, esq.
procedimientos, los estudiantes deberán construir situaciones de aprendizaje, individuales o grupales, ya sean De rota. Con contrincante
ejercicios o juegos, por medio de las cuales logren mejorar en el desempeño de las habilidades motrices BALONCESTO:
seleccionadas. Podrán construir una situación específica por cada habilidad, o construir “situaciones 1. Lanzamiento
integradoras”, es decir, en las que se trabajen dos o las tres habilidades simultáneamente. En el proceso mismo, ACTIVIDADES: Juego interindividual
los estudiantes deberán evaluar sus procedimientos. SALTO DE LASO
ACTIVDAD: Osito
ACTIVIDADES EMERGENTES X Todas las construídas por los estudiantes.
218
PLAN DE CLASE
N° Sesión: 4 y 5
NOMBRE DEL PROYECTO: Sentidos y proyectos de vida en el ocio ludomotriz
PROFESOR: Joset Esteban Sánchez Vargas Fecha: 22-Sep-16
PROPÓSITO DE FORMACIÓN: Educar en la construcción de sentidos y proyectos de vida en el ocio ludomotriz, a modo de Grado: 10-03
expresión de libertad y felicidad, como alternantiva ante la productividad y el utilitarismo Institución: Pablo de Tarso IED
PROPÓSITOS DE LA SESIÓN:
APRENDER A APRENDER: Se espera que los estudiantes aprendan procedimientos cognitivos a través de los cuales, puedan diseñar sus propias situaciones de aprendizaje (individual o
EVALUACIÓN GENERAL Y ACCIONES A CONSIDERAR:
En esta sesión, el maestro realizó especial foco en las conductas de los estudiantes partiendo de los siguientes criterios:
Los estudiantes:
¿Construyen situaciones de aprendizaje particulares por cada habilidad, de acuerdo a los niveles de desempeño: dominación, profundización e iniciación?
La mayoría de los estudiantes logró la identificación de los desempeños; sin embargo, no se identificó con claridad que los estudiantes construyeran razonadamente, situaciones particulares para
¿Construyen situaciones de aprendizaje integradoras, de acuerdo a los niveles de desempeño dominación, profundización e iniciación?
Algunos grupos realizaron juego pre-deportivos, en los que se implicaban varias habilidades simultáneamente.
¿Construyen situaciones de aprendizaje que corresponden a sus intereses lúdicos?
La mayoría eligió las prácticas que representaban para ellos interés; otros, al ver que tendrían que practicar sólo, se integraron en grupos, aunque no fueran de sus interés prioritario.
¿Construyen situaciones de aprendizaje que demandan exigencia de sus capacidades (suponen un reto de aprendizaje)?
Se evidenciaron pocas desequilibraciones cognitivas. La mayoría de las situaciones no representaba un reto muy exigente. Fueron pocos los que se enfrentaron a situaciones con una alta demanda
de capacidades.
¿Construyen y respetan normas básicas de convivencia en la clase?
La mayoría respetó el espacio de práctica de los otros. Algunos pocos interfirieron en el espacio de algunos grupos.
219
CAPÍTULO OCTAVO:
PROYECCIONES
Esto pues, me lleva a pensar que, para ser maestro de otros, primero hay que ser
maestro de sí mismo. Mi proceso formativo me ha ido llevando de uno u otro modo a esta
220
Este PCP hace parte de un proyecto mucho más amplio, que implica el desarrollo del
potencial humano sobre, desde y en las que considero llamar experiencias fundamentales
del ser humano, a saber: Educativa, pedagógica, política, económica, erótica, ecológica,
estética, lúdica, motriz-corporal. Mi intención mayor es la de construir una teoría y práctica
(praxis) de la formación humana sobre, en y a través de la motricidad humana, que permita
el desarrollo del potencial humano en todas las dimensiones o experiencias fundamentales
nombradas. Para el caso específico de esta primera parte del proyecto, he puesto mi énfasis
en la experiencia educativa/pedagógica/ocio/lúdica/motriz: Educación del ocio ludomotriz.
221
humanas… La innovación no resultaría en este caso pertinente. Por otra parte, aportar a la
educación de la libertad o la capacidad de las personas para autodeterminar sus propias
vidas, parece ser necesario independientemente del contexto del que se trate 14. Con esto
quiero decir que la innovación deberá siempre supeditarse a lo pertinente y no lo pertinente
a lo nuevo. Hacer lo segundo sería un gran equívoco, y respondería a una aceptación del
esnobismo, o la actitud de lo nuevo por lo nuevo.15 La idea de la pertinencia en educación y
pedagogía toca pues con el abordaje de aquellas finalidades formativas que son
longitudinales o continuas en la historia de la educación y la pedagogía. Existen ideas que
son pertinentes o prioritarias. El campo de la educación se compone de sub-campos:
Educación de la moral, de la salud, del lenguaje, la sexualidad, la historia, la motricidad,
etc. Así, cada uno de estos campos o áreas de formación tendrá sus específicas
preocupaciones pertinentes.
Para este PCP, me he preocupado por abordar los dos asuntos: Las cuestiones
pertinentes al amplio campo de la educación (la libertad y el sentido de la vida humana) y
las del campo específico de campo de disciplinar convergentes (motricidad o educación
motriz). Para el primer nivel, he considerado la educación de la libertad y la felicidad por
considerarlas las dos finalidades últimas de, por lo menos, la mayoría de los seres humanos,
es decir, las posibilidades de la autodeterminación16 y la autorrealización personal
respectivamente; y para el segundo, la educación del ocio ludomotriz.
14
La libertad y la felicidad pueden asumirse como las finalidades generales de toda educación. Sin embargo,
la cuestión del contenido de estas finalidades es un debate abierto y bien susceptible a las interpretaciones
relativistas de la cultura y la moral. Todas las culturas y grupos sociales construyen modelos de libertad y
felicidad diferentes.
15
No obstante, hay que resaltar que no todas las innovaciones responden a esnobismos. La innovación
educativa surge en principio como la apuesta de trascender prácticas educativas que resultan anacrónicas u
obsoletas a las necesidades reales en un momento y contexto específico.
16
Si la libertad es la autodeterminación, la alienación es la heterodeterminación dominadora. Por alienación
comprendo una circunstancia existencial y social que “conduce al malestar humano y a la incapacidad para
hacer frente a los problemas de la realidad. La alienación en el Estado, la Religión y la Sociedad conduce a
formas de esclavismo que no sólo anulan toda dignidad humana, sino que además conducen a la violación de
las más elementales normas legales y la obstaculización del cumplimiento de los derechos humanos; perpetúa
así modelos tradicionales propios de la sociedad antigua y tradicional. Al generar una condición caracterizada
por el malestar y la incapacidad para dar respuesta a este problema se facilitan las conductas evasivas, así
como el escapismo de la sociedad contemporánea” (Iglesias, 2003, p. 10).
223
He hecho énfasis en mi estudio por este segundo nivel (educación del ocio
ludomotriz). Esta supone la posibilidad del ser humano de realizar prácticas motrices
(moverse con intencionalidad) con estados emocionales diversos, atravesados por el placer,
el disfrute, la imaginación y la simbolización de las acciones, las relaciones, los tiempos y
los espacios, es decir, por la ludicidad o dimensión lúdica. He encontrado por medio del
estudio indagativo que la educación ludomotriz no es en principio algo nuevo, sin embargo,
en relación con las ideas arriba trazadas, he apuntado a que es pertinente, es decir,
necesaria, fundamental, valiosa, importante en el sentido educativo y cultural.
Así, mi proyecto no gira por ahora alrededor de la innovación, sin decir por ello que no
pueda contener elementos de este tipo. He asumido esta posición, pues mis revisiones sobre
las construcciones políticas, sociales, pedagógicas, curriculares, didácticas y metódicas en
el campo de la educación física, deportiva, motriz, corporal… me han llevado a comprender
que las discusiones sobre las relaciones educación-libertad-felicidad-motricidad-ludicidad-
ocio han sido longitudinales a la construcción histórica del campo de la Educación Física,
deportiva, motriz, corporal, artística... y que diariamente se realizan nuevos aportes que son
valiosos educativamente y profundos desde una perspectiva científica.
Y esta posición es en alguna medida un rechazo a las posturas que consideran que
dentro del campo de las CMH no se construye conocimiento pertinente –
¡e innovador! Tengo el convencimiento de que los que componemos este campo de
conocimiento y praxis pedagógica, dejaremos de ser las cenicientas de la educación, la
pedagogía y la ciencia. Y más aún, cada vez me convenzo más de que esto se está haciendo
realidad, que existimos quienes nos empeñamos por hacer de nuestro campo un aporte
valiosísimo a la educación y la cultura del ser humano en general.
Otras proyecciones
esfuerzo de sistematización, se han derivado los siguientes temas que, de acuerdo con lo
anterior, presento en forma de lista de enunciados, algunos más generales y específicos que
otros, en forma de pregunta problémica y de temática:
13. De la forma en como enseña el maestro, ¿qué concepciones subyacen del aprender?
14. ¿Qué importancia tiene, en la educación del ocio ludomotriz, que los niños
diferencien los conceptos de: juego, deporte, danza y ejercicio?
17. ¿Se enseñan modos y formas de jugar? Estudio a partir de una experiencia
pedagógica en educación formal.
19. ¿Cómo aprender a divertirse por “la propia cuenta”? La sociedad del espectáculo y
el ocio valioso.
21. La educación del tiempo libre en los niños: Los deberes y el ocio.
22. Papel del adulto en el aprendizaje lúdico de los niños. De cómo, por qué y para qué
los adultos deben jugar con los niños.
24. La evaluación de las competencias docentes como una posibilidad sintética y global
para evaluar los principios pedagógicos y didácticos.
26. Si un maestro sabe qué tiene que saber, para ser un buen maestro, sabrá qué tiene
que evaluarse y cómo.
28. Biografía del propio saber pedagógico. Una propuesta para los docentes que quieren
saber cómo han llegado a ser maestros… o a no serlo.
227
ANEXOS
ANEXO A
228
ANEXO B
229
230
231
232
ANEXO C
233
234
235
236
237
NEXO E
Si estamos siempre dentro de una burbuja, no sabremos que estamos dentro de una
burbuja; pero si con un alfiler rompemos la burbuja, sabremos que estábamos dentro de una
burbuja.
La burbuja representa esa monotonía que muchas veces está ahí, con nosotros, que
„naturalizamos‟, en el sentido de tomarla como incontrovertible, no juzgable, y que
tememos romper con el alfiler de la curiosidad, la sospecha y la intuición.
Albert Einstein decía que si queremos obtener resultados distintos tenemos que
hacer cosas distintas; alguien podría sojuzgar esta afirmación como una verdad de
Perogrullo, y de sentido común en un sentido peyorativo, pero lo cierto es que guarda una
que, si bien es sentido común, poco tenemos en cuenta y poco ponemos en „práctica‟.
En algunas de las sesiones de clase decidí tomar actitudes que no siempre veo en los
espacios Taller de Experiencias Corporales y Taller del Cuerpo. Decidí simular
comportamientos de personas con rasgos comportamentales distintos al mío –no voy a decir
inferiores o superiores– sólo distintos. En las sesiones de clase tratamos sobre los patrones
motores en el desarrollo ontogenético. Pero, tras romper la burbuja y salir de ella, tras
tomar distancia de lo que yo hacía rutinariamente, al observar en un sentido amplio,
comprendí lo que estábamos realizando: el grupo-clase estaba descontextualizado, los
movimientos fundamentales que ejecutaban las personas del grupo no correspondían con
los que, por ejemplo, ejecuta un niño de 4 o 6 años, que eran edades dentro del momento de
desarrollo el cual, se suponía, estábamos estudiando; ni la forma en la que se asumían las
reglas, ni diversas interacciones que se daban tanto entre mis compañeros, ni entre ellos y
los que en ese momento, se supondría, serían los profesores.
Difiero completamente con algunos de mis compañeros al pensar que “de lo que se
trata la clase es de saber qué juegos se pueden utilizar para ciertas edades”.
Para “conocer juegos”, considero, se pueden revisar ficheros o libros, pero para construir
conocimiento en relación a lo que „en realidad‟ se presenta en una situación de enseñanza y
aprendizaje escolar, no basta con “saber qué juegos se pueden utilizar”, y mucho menos si
la situación que se propone para realizar, en el caso particular del que hablo, es tan
descontextualizada como la que aquí describí.
Lo anterior me hace pensar que, si hay una persona que piensa que la intención de los
espacios como los nombrados aquí es „conocer juegos para aplicar‟, le diría, como lo reza
un dicho popular “apague y vámonos”, o también le
diría, como la opción más válida, ética y pedagógicamente hablando, que reconsiderara su
posición y se proyectara a las situaciones reales de enseñanza y aprendizaje que se
encontrará si en algún momento llega „al patio‟ o a otro contexto educativo.
Con lo que digo no sólo hago referencia a identificar los rasgos cualitativos y cuantitativos
del movimiento humano en determinado momento del desarrollo, aspecto que es
fundamental –pero no suficiente– a la hora de conocer las condiciones de desarrollo
humano –no sólo motor– de una persona. Hago alusión, a como lo he nombrado
reiterativamente, concebir y tratar de interpretar de la mejor manera posible, esas
situaciones reales de enseñanza y aprendizaje que se dan en una clase de educación física:
qué conflictos se dan entre las personas del grupo clase, cómo se pueden mediar, qué
dificultades se presentan a la hora de aprender un determinado gesto motriz, ese gesto o
acción motricia que posibilidades de socialización, interacción y conocimiento propio
pueden generar… son preguntas que considero se deben „poner en el tintero‟ a la hora de
desarrollar prácticas como las que se dan en los espacios de formación académica de
nuestra carrera.
Pero como toda crítica verdadera debe estar acompañada de un ejercicio propositivo,
propongo que, en los espacios de formación referidos, todo el grupo clase se “ponga en los
zapatos” de quienes pretende estudiar y posteriormente construir una práctica pedagógica
seria y con sentido. Es decir, propongo que aquellos que conforman un ejercicio de estudio
particular sobre las condiciones de desarrollo motricio de un determinado momento de
desarrollo, simulen ser, por ejemplo, niños de 5, 9, o 12 años, por ejemplo. Ahora, ello
239
ANEXO F
Este texto tiene el propósito de hacer lenguaje la vivencia ¿o experiencia? que construí con
mis compañeros en un espacio de ¿clase? A la pregunta que inicia el título de este texto, es
decir, el qué, considero oportuno agregarle el cómo, para qué y porqué. Asumo que una
240
seria reflexión sobre la acción propia debe estar atravesada e intencionalizada por estas
interrogantes; más aún cuando se trata sobre la práctica del ¿maestro?, ¿docente?,
¿profesor? o ¿educador? en formación.
Sobre el qué; asumo momentáneamente, puesto que nuestras respuestas en su mayoría son
pasajeras, que algunas de las actividades que desarrollamos en el espacio que ahora
pretendo criticar, tenían intencionalidades de ser jugadas. Sobre este respecto me pregunto,
¿qué aprendemos a enseñar del juego?, ¿qué importancia le damos a este en el desarrollo de
la persona, niño o no niño? Qué aprende la persona cuando juega, qué necesita haber
aprendido para jugar son otras interrogantes que me propongo resolver en la terea de mi
formación.
Sobre el cómo: cómo enseñamos a jugar, - ¿se enseña a jugar? -. La pregunta por el cómo
no es lo que se podría considerar un mero asunto técnico (hacer algo): ni los métodos ni
cualquier otro elemento didáctico es aséptico (limpio), ni neutral - ¿qué puede ser neutral
en la educación? -, todos los métodos y elementos didácticos han sido conformados
intersubjetivamente, es decir, son culturales, y por ende cargados de significados:
valoraciones axiológicas. Sobre el porqué y el para qué. Qué características tiene el juego
para que sea ¿objeto? de enseñanza; aún más, ¿se puede reducir el juego a una „herramienta
pedagógica‟?, ¿algo tan universal puede ser objeto de posturas „pedagogizantes‟?
Estas son algunas preguntas fruto del análisis y la reflexión de la práctica de mis
compañeros, y la mía propia, pero también de un ejercicio que hace un tiempo para acá
venga construyendo.
241
ANEXO G
Un breve paseo por el parque me hizo llegar a la conclusión que en lo que respecta a
mi comprensión sobre el juego y el desarrollo humano que hay alrededor de él es
insignificativo.
Son muchas las preguntas que surgieron a partir de esa breve observación. Debido a mi
desconcierto y desconocimiento sobre los tópicos probablemente subrayados en las
anteriores preguntas si estas tengan congruencia, lógica o sentido, en realidad no lo sé; lo
más que quiero con lo hasta aquí anotado es expresar mi ignorancia y curiosidad sobre
dichos temas.
Al realizar una rápida comparación sobre las formas 17 de jugar de, por un lado, los
niños en el parque, y por el otro los adolescentes, jóvenes y adultos que jugaban
17
La forma del juego es lo percibido visualmente, es lo que el agente observador tiene en frente, los
movimientos físicos de los jugadores, sus expresiones gestuales. La forma del juego se diferencia
del modo del juego. El modo es la vivencia del jugador (subjetiva).
242
microfútbol y baloncesto, puedo interpretar que los modos de jugar de un grupo y el otro
son bien distintos. Los juegos de los niños estaban atravesados por rasgos imaginativos y
fantasiosos, o por lo menos era mucho más apreciable a la vista y al oído. Sin llegar a
aseverar que las personas del otro grupo no jugaran con imaginación y fantasía, es menos
posible que sí lo hicieran de esa manera, o por lo menos, era menos apreciable a los
sentidos. ¿Las anteriores afirmaciones pueden ser ciertas?
Esa breve observación que realicé sobre lo que hacían los niños/as en el parque, me
hizo pensar en muchas preguntas, por ejemplo: qué es lo lúdico y qué posibilidades
educativas hay en él; cómo y por qué debe darse un proceso de enseñanza-aprendizaje que
haga presentes las habilidades básicas motricias, el juego y lo lúdico; cuál debe ser la
relación medios-proceso-fines entre los tres elementos atrás mencionados (habilidades
motricias, juego y lúdica); qué relaciones pueden existir entre las habilidades motricias
básicas, el desarrollo de la función lúdica y las potencialidades socializadoras de una
persona; cómo y por qué motivos se hace presente la expresividad cuando el niño está
jugando y qué posibilidades educativas hay a través de ella (la expresividad); y en sí, el
lenguaje en sus diversas manifestaciones -no sólo las verbales- qué función cumple y
expresa en el desarrollo humano de una persona.
Otra diferencia apreciable entre un grupo y otro es que en los niños no se expresaron
acciones de violencia, ha como es acostumbrado ver en personas que juegos como
baloncesto y microfútbol.
Lo antes descrito, ligeramente interpretado y analizado hace que pregunte sobre algunos
asuntos en dos planos distintos. Uno tiene que ver con cuál es o tiene que ser el desarrollo
en los planos motor, psicológico y social del niño para que juegue o pueda jugar juegos de
una complejidad reglamentaria considerable, como la que normalmente se aprecia en
juegos como el baloncesto o el microfútbol. Las otras incógnitas están en el plano socio-
histórico-cultural del juego en sus diversas manifestaciones.
¿Cómo han cambiado las formas de los juegos y los modos de jugar en la historia de
la humanidad? ¿Los modos en que las distintas generaciones han jugado en la historia ha
243
sida las mismas?, es decir ¿Las generaciones de ahora juegan del mismo modo que las de
hace una o dos generaciones atrás?
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